NOTAS AL PROGRAMA KALMUS ORCHESTRA LIBRARY A 1838 WOLFGANG AMADEUS MOZART SERENADE No. 12 K 388 Wolfgang Amadeus Mozart fue un compositor, violinista y teclista austriaco. Fue un niño prodigio que a los cuatro años ya era capaz de interpretar sencillas melodías y de componer pequeñas piezas. Su padre lo llevó por diferentes cortes y ciudades para que sorprendiera a los oyentes con sus dotes. Su producción consta de, entre otras, sinfonías, serenatas, divertimentos, conciertos para diferentes instrumentos, misas, cantatas, oratorios, cuartetos de cuerda, sonatas y óperas. La primera influencia musical de Mozart fue su propio padre que ejerció como su maestro. A los 7 años Mozart conoció el estilo galante de Johann Christian Bach. También recibió clases del padre Giovanni Battista Martini que le indujo a dedicarse al estudio de cánones. De Gluck asimila el papel que corresponde a la orquesta en la ópera. Otra gran influencia de Mozart fue Joseph Haydn. Ambos entablaron una amistad que llevó a Wolfgang a dedicarle seis cuartetos para cuerdas. Posteriormente, la música de Johann Sebastian Bach modificó su estilo como compositor. Otras influencias fueron las Sonatas de Carl Philipp Emanuel Bach y las innovaciones orquestales de la Escuela de Mannheim. Fue la inspiración para muchos otros artistas como Haydn, Beethoven, Brahms, Chopin o Tchaikovsky. Mozart se encuadra dentro de la Escuela de Viena, en la segunda mitad del s.XVIII. Clasicismo se toma en música como traducción de los cánones e ideales de la época clásica griega, que son justeza, proporción, equilibrio y belleza formal. Las melodías de Mozart son claras, cortas, regulares y cuadradas, y se abren y cierran con ciertos reposos. Incorpora, en alguna ocasión, los característicos adornos del Barroco. Utiliza la melodía acompañada, pues el conjunto aparece como acompañamiento armónico de la melodía, al que las demás voces están subordinadas. Supo combinar a la perfección el contrapunto del Barroco con la armonía del Clasicismo. Utiliza magistralmente el cromatismo armónico. Sus modulaciones son más súbitas y atrevidas que la de sus contemporáneos, con las que consigue efectos dramáticos como en este primer movimiento. Los cambios armónicos relacionan temas y secciones con disonancias sin sensación de aspereza. Dinámicamente, presta atención a los contrastes expresivos, a base de fuerte y piano, sin bruscos reguladores. Utiliza los silencios como descansos contrastantes entre temas y melodías. Fue uno de los primeros en dotar de melodía e importancia a los vientos, dedicándoles solos expresivos y conciertos. En 1781, fue liberado de los servicios del Arzobispo Colloredo y acababa de establecerse en Viena cuando compuso esta Serenata. La vida como músico autónomo no iba a ser fácil y debía componer toda clase de encargos y ejercer como maestro. En ese año, el emperador Joseph II de Ausburgo, confeccionó la Kaiserliche Harmonie, formado por un octeto consistente en un par de oboes, clarinetes, trompas y fagotes. Este conjunto se encargaba de proporcionar entretenimiento en varias funciones como tocar en la mesa del emperador, conocidas como Tafelmusik, y en el exterior. Mozart incrustó estas tareas en sus óperas Don Giovanni y Così fan tutte. Antes de componer la Serenata no.12, Mozart ya había escrito para vientos. Son las Serenatas no.10 en Si bemol mayor K.361, para 13 instrumentos y la Serenata no.11 en Mi bemol mayor K.375, para octeto. Pero el Emperador no estaba interesado en composiciones originales y prefería transcripciones de ópera. Así, Mozart empezó la transcripción del Rapto del Serrallo, pero Johann Went acabó un arreglo antes que él. El Príncipe Aloys Joseph Liechtenstein también había formado una Harmonie y le ofreció la oportunidad de componer algunas piezas aunque no hay ninguna indicación de que los músicos del Príncipe interpretaran esta serenata, ni de que Mozart recibiera un contrato de esta familia. En una carta a su padre del 27 de julio del 1782, Mozart describió por qué se había retrasado en un encargo: "me llamaron para componer una serenata rápidamente para instrumentos de viento". Probablemente era la Serenata No.12, aunque otros autores opinan que podría ser el arreglo para octeto de la K.375. Como curiosidad, y para ver con que velocidad escribió la obra, podemos decir que en el pentagrama de fagotes del manuscrito está escrita la armadura en el orden erróneo mib-siblab y en el segundo oboe sib-mib-reb. El manuscrito se encuentra en la Saatsbibliothek zu Berlin Preubischer Kulturbesitz, en doce hojas, de la manos de Mozart y una hoja de la mano de un copista. La última hoja(c.230 a final) desapareció y un copista insertó los compases perdidos a partir de un conjunto de particellas. Encontramos también dos compases escritos después del Minuetto que incluyen tres acordes. Otra de las singularidades del manuscrito se encuentra en el título, pues aparece como Serenada, aunque gracias a una fotografía ultravioleta se revela el título original de Parthia. Lo único que sabemos realmente de la obra es que fue datada en 1782. Mozart, realizó la transcripción para quinteto de cuerdas K.406/516b(1787) de la cual existe el manuscrito que se encuentra en la British Library de Londres. La Serenata se nos presenta en cuatro movimientos y se asemeja más a una sinfonía, tanto en estructura como en complejidad, que a la función de entretenimiento, típica de las Serenatas. Otra de las particularidades de esta Serenata es la tonalidad elegida por Mozart, pues es la única compuesta en menor. Importante también el uso que hace de los silencios como elemento dramático, empleándolos como nexo de áreas temáticas e incremento de tensión. El primero de los movimientos es un Allegro con forma de sonata, en compás binario y en Do menor. El segundo, Andante, está en Mi bemol mayor y en compás de 3/8. El tercer movimiento es un Menuetto in Canone, en Do menor, y Trio in Canone al rovescio, en Do mayor. El último, Allegro, es un tema y variaciones en compás de 2/4, compuesto en Do menor, finalizando en Do mayor. La obra comienza con una melodía armónica. El arpegio de Do menor es interpretado por un par de oboes, clarinetes y fagotes y las trompas cumplen funciones armónicas. En el compás 5-9 utiliza la síncopa para producir intensidad y ansiedad. Este solo es muy similar al del primer movimiento de la Serenata no.10(c.5) pues son sincopadas e interpretadas por el oboe. Encontramos otras similitudes en las intervenciones de los clarinetes en los compases 13-16(no.12) y 1518(no.10). El tema secundario de la exposición(c.42) es interpretado por el oboe, acompañado por el clarinete primero en un bajo Alberti, al que después(c.48) se le une la trompa. La melodía es más expresiva y cantabile, con frases más largas y líricas, al igual que algunas de las variaciones del cuarto movimiento. El final del primer movimiento(c.217-226) utiliza varios contrastes dinámicos y la última frase(c.227) alterna los acordes de Do menor y de séptima disminuida para concluir en Do menor. Este primer movimiento posee unos grandes contrastes rítmicos pues podemos encontrar desde una pulsación rítmica constante e intensa hasta casi una ausencia de figuraciones rítmicas con valores largos, mucho más expresivos y cantabile. Todo esto, unido a una gran riqueza armónica, con modulaciones rápidas y constantes, confieren un gran dramatismo a este movimiento. Estos contrastes vienen precedidos, en ocasiones, por el uso del silencio como recurso difuminador y separador de un ambiente a otro. El segundo movimiento, Andante, empieza con una melodía en el clarinete primero que recuerda el principio del segundo movimiento de la Sinfonía no.36. Esta melodía, apoyada por el clarinete segundo en terceras inferiores, es cantabile, contrastando con la tensión del primer movimiento. En el compás 32 encontramos un contraste con el tema anterior en cuanto a que es más rítmico y forte. A partir del compás 47 hay una parte cadencial, con un poco de suspense que llega hasta la reexposición(c.70). Nuevamente aparece el contraste rítmico que nos lleva a la Coda(c.100) que se compone de grupos de compases de dos e dos, los cuales se van haciendo efecto de eco. El tercer movimiento, empieza en Do menor, cosa extraña en sí misma, aunque cambia frecuentemente a su relativa mayor Mi bemol. Mozart anota Minuetto in Canone en la partitura, aunque no todo el Minuetto está en dicha forma(c.17-27). El hecho de que Mozart compusiera este tercer movimiento utilizando un recurso compositivo serio y riguroso como es el canon en un tipo de música que, aparentemente, no lo era, nos demuestra con qué importancia afrontó este trabajo. El tema de la apertura empieza con los dos oboes a unísono, contestados en canon por los fagotes un compás después. De nuevo, la síncopa crea suspense y drama. Mozart designa la sección del trío como un Canone al rovescio (Canon a la inversa) en el que solo utiliza los oboes y fagotes. Empieza con el segundo oboe que es contestado dos compases después por el primer oboe. El ritmo es idéntico pero la melodía es invertida. El par de fagotes sigue dos compases después en el mismo modo. La segunda parte del trío es similar pero transportada una cuarta inferior. El primer tema del trío reaparece(c.69) con el segundo oboe. Cabe destacar el contraste que hay entre el Minuetto y el Trío, pues el primero es más estable y el segundo adopta un carácter más lírico y cantabile. Interpretativamente, consideraremos el Minuetto como danza, por lo que el tempo será más asentado así como para facilitar la comprensión de los diferentes motivos contrapuntísticos. El cuarto movimiento es un tema y variaciones que empieza con el oboe primero, acompañado por el segundo y fagotes. Cada una de estas variaciones estarán separadas brevemente, para la mejor comprensión de las mismas. En la primera variación(c.17) amplia la textura y cambia la dinámica y carácter. La segunda variación(c.33) es un solo para el oboe y está repleta de tresillos de corcheas. En la cuarta variación(c.65) decora el tema original con trinos que presentan un desafío técnico para el oboísta acompañado por los fagotes, con un pasaje de dificultad técnica. En la sexta variación(97) las trompas cambian el carácter de la obra con su entrada, que es contestada por el clarinete primero. Desde el compás 176 al 215, cambia el carácter encontrándonos con un Adagio expresivo escrito en notas, pues no era propio de la época cambiar de compás dentro del mismo movimiento. Quizá sea el momento más expresivo, melancólico y profundo de la obra. Curiosamente, escribe esto antes de la última variación que está en Do mayor, por lo que consigue un efecto doble de contraste, ya que en esta vuelve el ritmo frenético mayoritario del movimiento. Como ejemplo de una de las características del Clasicismo en cuanto a proporción y cuadratura, podemos observar en el c.214, de este último movimiento, que en la versión para octeto de viento escribe una blanca ligada a una negra y el calderón en el silencio de corchea. En cambio, en la versión para quinteto de cuerda, el calderón está sobre una negra y después otro sobre el silencio de corchea, por lo que faltaría un compás en esta última versión. Curiosamente, el resultado sonoro es el mismo. Un acorde dominante en el c.214, precede la última variación, ahora en Do Mayor, ¿quizá un tributo al carácter de la función supuestamente ligera de las serenatas? Aunque Mozart no lo indicó, podemos escuchar en diferentes grabaciones como esta Coda, a menudo, se toca más rápidamente. Por todo lo expuesto, podemos concluir que nos encontramos delante de una obra inusual por el gran interés composicional mostrado por el compositor al dotarla de una gran seriedad, cosa atípica por las características de música ambiental que cumplían las Serenatas, pues la presente se acerca más a la categoría sinfónica. Para ello, dotaremos de gran entidad a cada uno de los temas, facilitando la expresividad del fraseo y aprovechando los contrastes y tensiones que se nos presentan. También realizaremos un minucioso trato del contrapunto para que sea inteligible, buscando una sonoridad apropiada para cada una de las ideas musicales.