Maltrato y violencia intrafamiliar-abuso sexual

Anuncio
Abuso sexual
Definiciones.
Resulta de gran importancia, dada la relevancia del tema, precisar la terminología que
usaremos. Dicha precisión se requiere por cuanto nos permite evitar la ambigüedad que rodea a
las distinciones de violación, abuso sexual e incesto ( Araya y cols,1999).
El abuso sexual incluye conductas sexuales tales como manoseo, actos obscenos o
lascivos a un niño de menos de 14 años, coito oral, sodomía, penetración o introducción e objetos
extraños en el ano o genitales, violación, incesto y explotación sexual. Puede ser agudo o
crónico( Araya y cols,1999).
Se considera como abuso a “toda participación de un niño o adolescente en actividades
sexuales que no está en condiciones de comprender, que son inapropiadas para su edad y para su
desarrollo psicosexual, forzada, con violencia o seducción o que trasgrede los tabúes sociales”.
Todo abuso sexual, aunque sea sin violencia física, es una forma de maltrato psicológico
que tiene una alta probabilidad de producir daños en el desarrollo y la salud mental del niño, los
que pueden expresarse en edades posteriores y ser de dificil tratamiento.
Desde una visión médica, se consigna la agresión sexual como un traumatismo genital,
anal o bucal, con resultado de lesiones físicas y psíquicas, inmediatas, mediatas o tardías ( Araya
y cols,1999).
La violación consta básicamente de dos elementos básicos: el contacto genital directo
entre el hombre y la mujer, y la violencia o el estado de fuerza que se ejerce sobre la víctima.
También se considera violación el coito realizado con una mujer menor de doce años o cuando
esta está privada de razón( Araya y cols,1999).
Los abusos deshonestos son actos sexuales que atentan contra la libertad sexual y el pudor
de la víctima, ejecutados sobre otra persona de uno u otro sexo, principalmente niños, mediante
violencia efectiva o presunta, con exclusión del coito ( Araya y cols,1999).
El incesto se refiere a cualquier contacto sexual con alguien que puede ser considerado
como una pareja sexual inapropiada debido a los lazos sanguíneos o políticos que los vinculan.
Esto incluye a las relaciones sexuales entre padres e hijos, abuelos, tíos, y en Chile la relación de
los padrastros y sus hijastros, sean estas con violencia o sin ella ( Araya y cols,1999).
Nuestro código penal configura al delito de estupro o violación como: “ el hecho de que
un hombre tenga relaciones sexuales con una mujer menor de veinte años ( sin experiencia sexual
de ningún tipo), debiendo haber existido un engaño por parte del sujeto para obtener
consentimiento de la menor para realizar el acto” ( Araya y cols,1999).
Asimismo, define a los abusos deshonestos, como” agresiones sexuales sin llegar a la
penetración vaginal o violación a hombres menores de edad”. Sodomía, son “ relaciones sexuales
entre dos varones con forzamiento por parte de uno de ellos”.
Epidemiología.
Resultados de algunos estudios realizados en diversos paises, señalan que entre 6.0 a 62 %
de las niñas y un3.0 a 31% de los niños a sufrido de abuso sexual. ( Araya y cols,1999).
En 1992, la Dirección de Estudios Sociológicos de la Universidad Católica de Chile en
una investigación realizada para SERNAM, estima que en Chile se cometen alrededor de 20.000
delitos sexuales, denunciándose el hecho sólo entre 15% a 20% denuncias. De 10 casos, 9
correspondería a mujeres, dándose el mayor porcentajes en víctimas entre 5 y 14 años de edad.
Más del 70% de las agresiones son hechas por personas conocidas o familiares de la víctima.
(SERNAM, 1992)
El Centro de Atención a Víctimas de Abuso Sexual (CAVAS) de la Policía de Investigaciones de
Chile, realizó un análisis de casos atendidos en el primer semestre de 1993, en los que el agresor
era el padre o algún miembro del grupo familiar que vivía con la víctima. En este estudio, se
determinó que el 82% de las víctimas eran mujeres y el 72,72% tenían una edad inferior a 15
años. Agredidas en forma permanente resultó el 30,30%; esporádica 30,30%, 3,03% en dos
ocasiones y 24,24% sólo en una ocasión. El 42,42% agredidas por años; 12,12% por meses,12%
por horas o días. Sólo el 33,33%, ratificó denuncia al tribunal. En un tercio de la muestra, algún
integrante del grupo familiar, ya habría sufrido una agresión sexual a lo largo de su vida. En un
84,84%, se llevó a cabo en el domicilio compartido por el agresor y la víctima, 50% fue el padre,
21% el padrastro, 10% tíos, los otros fueron 3% abuelo y 3% primo. (Escaff, 1986)
La Unidad de Ginecología Forense del Servicio Médico Legal, en el año 1994, señaló que
las edades más frecuentes de las víctimas de agresiones sexuales son los grupos de 5 a 9 y de 10 a
14 años. ( Araya y cols,1999).
La brigada de Delitos sexuales de la Policía de Investigaciones de Chile reporta que
aproximadamente el 60% de las mujeres que habitan poblaciones marginales han sufrido alguna
agresión sexual a lo largo de su vida. Además, el 70% de las agresiones son perpetradas por
conocidos ( padre, padrastro, conviviente de la madre, abuelo, hermano, hermanastro, tío, primo,
etc). ( Araya y cols,1999).
Estudios en E.E.U.U. muestran que el número de denuncias falsas alcanzan al 8%.( Araya
y cols,1999).
Según información de SERNAM entre un 75% y un 80% de los casos de violencia sexual
no llegan a ser denunciados. Se estima que esta cifra es mayor en el caso de niñas menores de 18
años.
De acuerdo a los informes de peritaje médico del Servicio Médico Legal, las edades más
frecuentes de las víctimas de agresiones sexuales se ubican en los grupos de edad de 10 a 14 años
y, en segundo lugar, de 5 a 9 años. El 100% de los casos de incesto denunciados afectan a niñas
menores de edad.
Un estudio realizado en 1997 en el Servicio de Ginecología Forense del Servicio Médico
Legal con 87 niños atendidos por abuso sexual, señala que es más frecuente entre los 7 y 12 años,
principalmente en niñas; en el 91% el abuso fue intrafamiliar, siendo el padre biológico el
responsable en el 35% de los casos; en el 65% de los casos, el niño o niña fue abusado en
múltiples oportunidades antes de la denuncia.
El exámen ginecológico solo fue concluyente en demostrar abuso en el 4,5% de los casos.
En Chile el abuso sexual contra niños menores de 18 años constituye un delito. Por esto,
las acciones legales, siempre estarán sujetos a un procedimiento penal y no civil.
Indicadores de abuso sexual.
- Fisicos.
-
el niño usa ropa interior manchada, rota o con sangre.
-
Enfermedades de transmisión sexual.
-
Embarazo.
-
Infección genital.
-
Trauma físico o irritación del area genital/ anal( especialmente si las explicaciones no existen
o son inconsistentes).
-
Dolor durante la micción o defecación.
-
Dificultad para caminar o sentarse debido al dolor genital o anal.
-
Sintomas psicosomáticos.
-
Presencia de chupones o moretones en cuello, cara, genitales, glúteos, lado interno de los
muslos. ( Araya y cols,1999).
- Conductuales en niños.
-
Conducta sexual en niños( conocimiento detallado e inapropiado, conducta sexual
inapropiada, inusual o agresiva con amigos o con juguetes, masturbación compulsiva,
curiosidad sexual excesiva, conducta seductora y exhibicionista).
-
Miedos y fobias inusuales a adultos, a salir a jugar, a la madre o al padre.
-
Problemas escolares o cambio significativo del rendimiento escolar.
-
Trastorno de la alimentación.
-
Conducta compulsiva evidente.
-
Conducta inapropiada para la edad ( pseudomaduración o conducta regresiva).
-
Incapacidad para concentrarse.
-
Trastornos del sueño.
-
Conductas violentas y agresivas.
-
Demostraciones de una combinación de violencia y sexualidad en los dibujos, juegos,
lenguaje y trabajo escolar en general.
-
Autoagresión y conductas de riesgo.
-
Reacciones disociativas ( confusión, alucinaciones auditivas, cambios marcados de
personalidad u olvido del episodio de abuso). ( Araya y cols,1999).
-
conductuales en adolescentes.
-
Prostitución y promiscuidad.
-
Excesiva preocupación por homosexualidad( especialmente en varones).
-
Aislamiento y depresión.
-
Conducta excesivamente quejumbrosa.
-
Mala higiene o baño excesivo.
-
Mala relación con los pares.
-
Conducta desaptativas ( agresividad, fugas o delincuencia).
-
Abuso de alcohol y drogas.
-
Trastornos de la alimentación.
-
Problemas escolares
-
Episodios micropsicóticos y disociativos
-
Intentos de suicidio u otras conductas autodestructivas.
-
Miedo repentino.
-
No participar en deportes ni actividades sociales( Araya y cols,1999).
-
Síndrome de estrés post-traumático.
-
Hiperactivación fisiológica.
-
reexperiencia del evento traumático.
-
Evitación de estimulos asociados con el evento traumático
-
Alteración de los afectos, conciencia, percepción de sí mismo, del perpetrador, de la relación
con otros, del sistema de significados y de la humanidad en general-( Araya y cols,1999).
Pronóstico de acuerdo a la forma del abuso.
-
Edad de comienzo del abuso: los resultados son equívocos.
-
Experiencias estresantes previas: asociadas a peor pronóstico.
-
Violencia física y coerción: : asociadas a peor pronóstico.
-
Duración y naturaleza persistente del abuso: asociadas a peor pronóstico.
-
Edad y relación con el abusador: asociadas a peor pronóstico aquellos abusados por
padrastros.
-
Eventos posteriores al abuso: : asociadas a peor pronóstico aquellos casos en que la madre no
les creía o la mala calidad de la relación familiar ( Araya y cols,1999).
Tipos de abuso.
-
Violación infanto-juvenil.
Consisten por lo general en penetración oral, anal o vaginal, en que las lesiones pueden ser
producto del acto mismo o de la fuerza utilizada para asegurar la sumisión de la víctima. En
el caso de violación infantil se utiliza la seducción y el engaño o el rapto. ( Araya y
cols,1999).
Los adolescentes violados atraviesan por las siguientes etapas: durante el ataque aparece
un estado cognitivo de sobrevivencia, apareciendo una disociación, observando la situación
desde “fuera”. ( Araya y cols,1999).
Luego viene la etapa de schock, de confusión y falta de resonancia afectiva. Luego viene
la etapa de depresión, conducta autodestructiva o promiscua, pánico, ansiedad, trastornos de
alimentación y psicofisiológicos, unidos a trastornos del estado del ánimo. ( Araya y
cols,1999).
Luego viene una etapa de rabia intensa dirigida al violador, a otros hombres o a la
sociedad en general. Por último, se reelabora lo sucedido, superándose el trauma. ( Araya y
cols,1999).
-
Explotación/ pornografía infantil.
Existen múltiples factores que inciden en que se desconozca la magnitud del problema. Entre
estos se encuentran a que por lo general los padres desconocen este hecho. Por otro lado, el
aumento de los jóvenes y niños que abandonan el hogar, los cuales son especialmente
vulnerable para la pornografía y/o prostitución. Algunos padres utilizan a sus propios hijos
para producir pornografía. ( Araya y cols,1999).
-
Incesto.
Es la forma más oculta de maltrato infantil. En la mayoría de los casos es el padre u otro
hombre que actúa como tal de la conducta, siendo las niñas las víctimas más frecuentes. El
incesto va acompañado de coerción sexual que provoca sentimientos de culpa y miedo. El
niño termina creyendo que el es el culpable por tentar al abusador. ( Araya y cols,1999).
La madre presenta características-tipo: insegura, con baja autoestima, sumisa y temerosa
probable víctima de abuso sexual infantil. ( Araya y cols,1999).
El perpetrador es un sujeto con baja autoestima, inseguro, que ha experimentado algún
tipo de abuso en la infancia. ( Araya y cols,1999).
Pronóstico: En los casos en que se ha utilizado fuerza y coerción tienen más
consecuencias negativas a largo y corto plazo, que aquellas que no lo han utilizado. ( Araya y
cols,1999).
Efectos del abuso sexual infantil.
_ Efectos sexualizadores: el aumento de las actividades sexuales, tanto durante la niñez y
adultez, es una de las respuestas más específicas al abuso sexual. Se manifiesta una tendencia
a iniciar contacto sexual con otras personas, o niños que se involucran en juegos sexuales con
otros. ( Araya y cols,1999).
Los niños que sufren abuso sexual muestran confusión y ansiedad respecto a su identidad
sexual. Temen que su imperfecta resistencia al abuso signifique orientación sexual. ( Araya y
cols,1999).
_Efectos emocionales: en muchos estudios se describen sentimientos de culpa y
responsabilidad en la víctima, principalmente en niños mayores, debido a que creían que se
encontraban capacitados para haberlo evitado, más aún si tuvieron alguna respuesta física o
disfrutaron de la mayor atención y ternura. Se describe una sensación de perdida o
aislamiento del medio. Inclusive la victimización podría dificultar las relaciones de confianza
con el sexo opuesto( Araya y cols,1999)..
_ Animo depresivo: se da asociado con rabia, dirigida al abusador, hacia la familia o hacia los
servicios sociales, y se expresa a través de una sensación de desesperanza acompañada de ira.
Los niños abusados generalmente sienten rabia contra su padre, pero las niñas se enojan con
su madre, tienen una autoimagen baja relacionada con la imagen del cuerpo y la relación con
los padres y presentan fatiga, alteración del sueño y el apetito y preocupaciones generales de
salud. ( Araya y cols,1999).
_Efectos ansiosos: Se evidencian pesadillas, quejas somáticas y temor aumentado, asociado a
recuerdos rápidos de la experiencia de abuso o del contexto en que este ocurrió. Estudios
realizados por diversos autores demuestran la relación entre abuso infantil y trastornos
fóbicos en mujeres, autoestima, sexualidad y satisfacción marital y regularización de animo.
En hombres se encuentra una mayor prevalencia de depresión, sentimientos suicidas, baja
autoestima y trastornos de la ansiedad. ( Araya y cols,1999).
_Efectos conductuales: en niños se manifiesta el desarrollo de conductas agresivas como
matonaje, actos antisociales y desobediencia crónica. En las niñas se encuentran conductas
autodestructivas como actividades suicidas o respuestas anoréxicas. ( Araya y cols,1999).
Tratamiento del abuso sexual.
_Terapia individual para adolescentes. Es bastante difícil intervenir en esta etapa por cuanto
el paciente tiende a negar el hecho o bien recibe mal la intervención de otros debido a que
confía en su propia capacidad para superarlo( esto porque al superar el abuso sexual los
limites personales, el adolescente siente una perdida de control sobre el medio, lo que
produce una fragmentación de la identidad y una pérdida de la identidad psicológica, por lo
que intenta ejercer un control por sí mismo), por lo que es importante no parecer intrusivo y
proteger el vínculo terápeutico. ( Araya y cols,1999).
Se debe buscar:
-
Que el adolescente recupere la seguridad psicológica y física, esto se puede lograr sacándolo
de la situación abusiva o ayudándole a que tome control de su propio cuerpo. Se requiere de
un vínculo seguro, protegido y de compromiso.
-
Ayudar al adolescente a externalizar el problema, a diferenciarse él y su identidad de lo que
ha sucedido, ayudarlo a expresar e identificar lo que está sintiendo, de las emociones
asociadas a la situación traumática (miedo, impotencia, culpa o responsabilidad). Se relata la
situación hasta que el joven lo narra sin compromiso afectivo. Identificando en el otro el
responsable, el “ malo”. Lo importante es que el paciente sienta que él es el experto y el
terapeuta solo lo ayuda en su proceso de cambio. En el caso de incesto, es necesario ayudar al
adolescente a entender los patrones interaccionales que facilitaron la consecución del abuso y
a que se mantuviera en secreto.
-
Ayudar al paciente a restablecer los vínculos que fueron dañados y fortalecer una adecuada
reinserción social, poniendo énfasis en su capacidad de autoprotección. ( Araya y cols,1999).
_Terapia individual para niños.
Como en esta terapia son los padres lo que lo llevan, es importante explicarles paso por
paso lo que se realizara en la terapia, no cuestionarios y darles un espacio para responder a las
preguntas, dudas y preocupaciones, así como entregarles la orientación necesaria para que
reciban el apoyo terapéutico necesario. ( Araya y cols,1999).
Al relacionarse con el niño el terapeuta debe tener presente la etapa del desarrollo por la
cual atraviesa este, considerando sus herramientas cognitivas. Esto es importante porque se
requiere que los niños puedan relatar lo sucedido, para lo cual puede servir contarles historias de
niños hipotéticos, utilizando materiales didácticos. Es importante no perder nunca de vista que se
deben respetar los tiempos del niño, y sus necesidades, además de intentar aclarar lo que se le ha
dicho al niño por parte de los adultos o de sus pares. ( Araya y cols,1999).
Es común que los niños pasen por un periodo regresivo durante la terapia, punto que debe
ser aclarado por el terapeuta a los padres para que no lo interpreten como un empeoramiento de la
sintomatologia. ( Araya y cols,1999).
Como el niño va reproduciendo lo sucedido de acuerdo a las distintas etapas del ciclo
evolutivo, el niño va a requerir ayuda en esta reelaboración en cada etapa, especialmente durante
la prepubertad, en que ocurre la desorganización de la identidad. ( Araya y cols,1999).
La terapia cognitivo-conductual plantea que se debe considerar el tratamiento en conjunto
con los procesos cognitivos y emocionales asociados al abuso. Con relación a los aspectos
emocionales, es necesario identificar los estímulos que evocan la situación abusiva. Para manejar
el miedo y ansiedad asociados, se debe relatar en un ambiente seguro y protegido. Se utilizan
técnicas de relajación, de control e la respiración, desensibilización sistemática, detención del
pensamiento, autoinstrucciones tranquilizadoras, reestructuración cognitiva y role-playing.
( Araya y cols,1999).
Es necesario entrenar a los niños para que logre visualizar la responsabilidad del
perpetrador. Hay que trabajar los temas relacionados a límites personales, manejo de estrés y
competencia, además de conductas de autoprotección, disminuyendo así la vulnerabilidad del
niño a otro ataque. ( Araya y cols,1999).
Los silencios en la terapia están contraindicados ya que ellos evocan la situación de
secreto. ( Araya y cols,1999).
Terapia grupal para niños y niñas víctimas de abuso sexual e incesto.
A través del tratamiento de niñas y niños víctimas de abuso, se ha acumulado gran
cantidad de conocimiento que ha apoyado que la terapia de grupo es el método de intervención
más efectivo en el tratamiento de este tipo de víctimas (Zarate, 1998).
La psicoterapia grupal para niños se caracteriza por emplear técnicas participativas y de
juegos como medios fundamentales en el proceso de crecimiento personal de cada niño. Éstas
técnicas permiten desarrollar una adecuada expresión de la experiencia abusiva, fomentando en
los niños compartir con los demás sus sentimientos y aprender nuevas reacciones emocionales y
habilidades conductuales. Las dinámicas tienen por objeto animar y cohesionar a los participantes
creando un ambiente cálido y confiable de aceptación y respeto para cada uno de los integrantes
(Zarate, 1998).
Las estrategias de intervención están enfocadas a reducir el impacto psicológico
consecuencia del trauma del abuso sexual. Éstas intervenciones están dirigidas a modificar tres
componentes básicos: el elemento afectivo, elemento cognitivo, y el elemento conductual
(Zarate, 1998).
El tratamiento de niños víctimas de abuso está enfocado en la evaluación de la experiencia
del abuso sexual en términos de cuatro dinámicas traumatizantes. Estas son: la estigmatización,
impotencia, traición y sexualización traumática. Estas dinámicas afectan la orientación cognitiva
y emocional del niño en su relación con el mundo, creando un comportamiento disfuncional al
distorsionar el autoconcepto del niño, la visión de su mundo y de sus capacidades afectivas
(Zarate, 1998).
Etapas del tratamiento
El tratamiento se divide en cuatro etapas distintas, cada una de las cuales esta destinada a
lograr determinados objetivos fijados en función de la dinámica traumatizante que se quiere
eliminar. Estas etapas son las siguientes:
Etapa I: Compartir experiencias.
Etapa II: Sentirse poderoso.
Etapa III: Respetar su cuerpo
Etapa IV: Desarrollo adecuado a la confianza.
La meta general del tratamiento es romper con las dinámicas causantes del trauma, de
modo que al concluir cada niño pueda decirse a sí mismo: “Yo estoy bien” (etapa I), “Puedo
cuidar de mí mismo” (etapa II), “Mi cuerpo está bien pero solo es una parte de mi ser” (etapa III),
“Los demás están bien” (etapa IV) (Zarate, 1998).
La aplicación del tratamiento se desarrolla en doce sesiones grupales. Es necesario
realizar previamente sesiones individuales con el niño y con el adulto responsable del menor.
Estas sesiones previas tienen como objetivo establecer una relación de apoyo con el niño, conocer
sus madres y obtener la historia del abuso. Es preferible incluir a las madres en los grupos, ya que
muchas de ellas también presentan secuelas derivadas del hecho de encontrarse asustadas por no
hacer lo que deben y preocupadas por el daño que puede haber recibido el niño. Deben ser
incluidas en algunas sesiones de modo que a través del refuerzo del vínculo madre e hijo
participen activamente en el progreso del niño (Zarate, 1998).
Es conveniente obtener información de la escuela a la que asiste el niño, para así contar
con el apoyo de todos los que tienen contacto con él. De este modo se facilita la comprensión de
quienes rodean al niño de que es una víctima, que cuenta con la capacidad de enfrentar su
problema (Zarate, 1998).
En cuanto al desarrollo del tratamiento, el tiempo empleado para cada etapa se puede
modificar de manera tal que el tratamiento se encuentre adaptado a la edad y el grado escolar del
niño. Asimismo los encargados de la intervención tienen la posibilidad de ir flexibilizando las
diversas etapas de la intervención de acuerdo a su propio criterio, implementando técnicas que
consideren más efectivas de acuerdo a las circunstancias y el momento (Zarate, 1998).
Para la implementación del tratamiento se utilizan fichas de registro para cada niño
miembro del grupo, registro que ha de efectuarse durante el transcurso de toda la terapia, desde
su inicio hasta el final. Estas fichas tienen una gran utilidad, ya que permiten observar la
dirección del trabajo de quienes asisten al tratamiento del niño, concediendo la oportunidad de
modificar las intervenciones cuando sea necesario y permitiendo evitar errores y omisiones
(Zarate, 1998).
Estas fichas de registro se completan con datos útiles sobre el proceso terapéutico, la
sesión grupal y la evaluación final.
Ficha global proceso terapéutico:
Esta ficha de registro contiene el motivo de consulta, comentarios u observaciones sobre el
niño que sean útiles para las intervenciones, y el registro de las actitudes y opiniones de las
personas significativas del niño. También se incluye información sobre las primeras
intervenciones grupales y sobre la modalidad de acción o estrategia que se implementará
para el logro de los objetivos propuestos, incluyendo datos sobre los tipos de estrategia que se
deben evitar en el caso particular por no concordar con la meta preestablecida (Zarate, 1998).

Ficha de sesión grupal:
Se incluyen datos acerca de respuestas del niño a la intervención anterior,
complementándolos con información sobre comentarios hechos sobre el cambio. También se
debe registrar el clima de la sesión, es decir la tonalidad de la interacción entre la facilitadora y el
niño, junto con el grado de disposición del niño para participar en las intervenciones. También se
incluye como dato importante el eje temático de la sesión, es decir, el tema específico que se
habló durante la sesión, junto con el registro de las intervenciones realizadas y el clima de cierre
(Zarate, 1998).

Ficha de evaluación final:
Incluye el registro de cambios, es decir información sobre cómo se siente y percibe el
niño al final del proceso. Además se exploran aspectos como las áreas de conducta que abarcó el
cambio, frente a quiénes se modificó, y a través de que comportamientos se muestra el cambio
logrado y las emociones involucradas en la visión del problema. También se incluye información
sobre el número de sesiones, sobre el fin del tratamiento y sobre el seguimiento post-terapia
(Zarate, 1998).
Organización del grupo
El grupo terapéutico funciona durante todo el año escolar, iniciándose un nuevo grupo
cada tres meses. Es preferible que cada grupo cuente con dos facilitadoras.
Los integrantes del grupo deben ser niños de la misma edad y grado escolar. No se
recomiendan grupos mixtos, debido a que los procesos de socialización inciden de forma distinta
en el proceso de cambio terapéutico. También se recomienda que dentro del mismo grupo no se
incluyan hermanos, o bien niños que hayan tenido algún grado de relación anterior como vecinos,
conocidos o compañeros de colegio (Zarate, 1998).
En grupos de niños menores de ocho años se deben incluir como máximo seis miembros,
y tratándose de grupos niños mayores, se deben incluir a lo más ocho (Zarate, 1998).
El grupo tendrá doce sesiones de tratamiento, realizándose una a la semana con una
duración de una hora para los pequeños y de noventa minutos para los mayores. Idealmente las
sesiones deben realizarse en salas grandes y confortables, implementadas con los materiales
adecuados para el trabajo grupal (Zarate, 1998).
En cada sesión se debe destinar un tiempo de refrigerio, en los cuales se irán turnando los
niños para repartirlos. Esto es una buena técnica para reforzar la colaboración y expresar cuidado
entre los participantes (Zarate, 1998).
Por último es crucial que las facilitadoras estén familiarizadas con la guía antes de dar
inicio al grupo (Zarate, 1998).
ASPECTOS TÉCNICOS DE TERAPIAS GRUPALES.
Guía para niñas (7-10 años)
- Nº Sesiones grupales: 12
- Se realizan sesiones individuales previas incluyendo a las madres en algunas, utilizando
técnicas participativas, con el fin de disminuir el impacto psicológico negativo producto del
abuso en los aspectos cognitivos, afectivos y conductuales.
- Se evalúa la experiencia en la estigmatización, impotencia, traición y sexualización traumáticas.
-
Las etapas del tratamiento son: Compartir experiencias, Sentirse poderoso, Respetar su
cuerpo, - desarrollo de la confianza.
- Fichas de registro para el proceso terapéutico grupal:
I.-
F. global del proceso: Motivo de consulta, Observaciones, Actitudes de personas
significativas, Primera intervención grupal, Estrategia a seguir.
II.- F. de sesión grupal: Respuesta a intervención anterior, Observaciones, Clima, Eje temático,
Intervención, Clima de cierre, Planificación.
III.-
F. De evaluación final: Registro de cambios, Nº de sesiones, Fin de tratamiento,
Seguimiento posterapia.
Aspectos clave del tratamiento
 Facilidad para trabajar con niños
 Capacitación previa
 Familiaridad con los indicadores de abuso sexual
 Interpretar las claves verbales y no verbales
 Utilizar el juego como lenguaje de comunicación
 Revisión previa de los propios prejuicios y sentimientos hacia las víctimas de abuso sexual.
Estrategia para entrevista
- Demuestre interés por el menos
- Haga preguntas a través de una actividad y escuche atentamente la respuesta
- Conteste las preguntas del niño con claridad y sinceridad
- Haga comentarios que validen los sentimientos del niño
Reglas del grupo
Éstas están dirigidas a favorecer la seguridad, confidencialidad y respeto entre los
participantes. Las reglas establecen un sistema y crean un ambiente privado y de respeto mutuo,
teniendo como finalidad última proporcionar límites dentro de los cuales se efectúe la terapia
grupal (Zarate, 1998).
Una forma de hacer que las leyes sean respetadas, es la de proporcionar instancias en las
que los niños opinen acerca de éstas y participen en su creación. Además se debe permitir la
discusión y el debate entre los niños acerca de transgredir las normas. Una técnica útil para
fomentar esto, consiste en hacer que un niño escriba las reglas en una hoja de papel y la pongan
en un lugar visible para que todos la lean (Zarate, 1998).
El grupo opina sobre las que aumenten la seguridad, confidencialidad y respeto mutuo. Se
discute el incumplimiento de una regla. Se escriben y usan en cada sesión.
Se sugiere:
-
Contrato de responsabilidad entre facilitadoras y el adulto responsable de la niña/o.
-
Que cada niña/o tenga su material de trabajo en un lugar seguro. (sentido de pertenencia,
autocontrol)
Procedimiento
Cada una de las cuatros etapas de la terapia se desarrollarán en tres sesiones
aproximadamente, pudiendo variarse este número según sean las necesidades del grupo (Zarate,
1998).
Cada etapa cuenta con sus objetivos, actividades y materiales, registrándose en fichas
específicas.
Etapa I: Compartir experiencias.
En esta etapa la dinámica traumatizante a tratar es la Estigmatización, la que comprenden
todas las connotaciones negativas relacionadas con el abuso, dentro de las cuales se incluyen
sentimientos de maldad, culpabilidad y vergüenza, y secuelas de la victimización como la baja
autoestima y el sentirse diferente a los demás. El objetivo de esta primera etapa va dirigido a
romper el secreto y expresarlo al grupo de modo que el niño se sienta aliviado de sentirse
diferente, y así eliminar el estigma y la culpa. Hablar sobre el abuso y sobre los sentimientos
acerca del mismo, aprender que el abusador es el único responsable a su condición y a valorizarse
a sí mismo en cuanto a sus capacidades y limitaciones (Zarate, 1998).
Etapa II: Sentirse poderosa
El factor traumatizante a tratar en esta etapa es la impotencia, o lo que se conoce como
perdida de poder, que consiste en el proceso en el cual priman sentimientos de ansiedad y miedo
en el niño, debido a la invasión de su espacio corporal por parte del abusador. El niño se siente
vulnerable y se autopercibe como víctima, y tiene la sensación de ser incapaz de hacer que otras
personas le crean (Zarate, 1998).
Los objetivos a cumplir en esta etapa están dirigidos a romper las dinámicas
traumatizantes de impotencia a través de la expresión de la ira y cólera que siente, y de la
identificación de los métodos coercitivos a los que son expuestas. Es también importante que en
esta etapa aprendan a autoprotegerse, a ser capaz de elegir y responsabilizarse de las propias
acciones, a ser hábil en la resolución de problemas y reconocer y experimentar un sentido de
poder adecuado a su edad (Zarate, 1998).
Etapa III: Respetar su cuerpo
En esta etapa se considera la sexualización traumática el factor causante del trauma.
Como consecuencia de la sexualización traumática se evidencian preocupaciones sexuales y
conducta sexual repetitiva, como la masturbación y el juego sexual compulsivo. También
muestran conocimientos e intereses no apropiados para la edad. En el caso de los niños, estos se
vuelven agresivos sexualmente y victimizan a sus compañeros o niños más pequeños. La
diferencia en las secuelas entre niños y niñas víctimas de abuso se debe a las diferentes pautas de
socialización a las que son sometidos, que favorecen la sumisión en las niñas y la agresión en los
niños (Zarate, 1998).
El abuso sexual acarrea como consecuencia confusión sobre la identidad sexual, y sobre
normas y estándares sexuales. En el caso de las niñas, suelen asociar el contacto sexual con
sentimientos de repulsión, miedo, enojo, culpa, impotencia, que pueden contaminar las futuras
experiencias sexuales. A esto se acompaña sentimientos de aversión a toda clase de sexo e
intimidad (Zarate, 1998).
Los objetivos a tratar en esta etapa se dirigen a contrarrestar los factores causantes de la
sexualización con el respeto y aprecio del propio cuerpo, a través de la adquisición de una imagen
positiva del propio cuerpo, del aprendizaje de las conductas apropiadas a la edad y de medios de
ejercer poder no mediatizadas por el sexo, junto con la valoración del género femenino y
masculino sin estereotipos (Zarate, 1998).
Etapa IV: Desarrollo adecuado de la confianza
El factor causante del trauma en esta etapa es la traición.
Los efectos de este factor se manifiestan en sentimientos de ambivalencia, confusión,
dolor y depresión, como consecuencia de la pérdida de alguien en quien se confiaba. Además se
evidencian sentimientos confusos que dificultan una relación cercana e íntima con otros; o por el
contrario, manifestar confianza excesiva acompañado de sentimientos de enojo hacia la madre o
padre no abusador por no protegerla (Zarate, 1998).
Los objetivos de la intervención en esta etapa se dirigen a romper las secuelas de la
traición a través del desarrollo de la confianza, y del aliento para adquirir confianza adecuada.
También se fomenta la expresión de la cólera y la aceptación de sentimientos ambivalentes
(Zarate, 1998).
_ Tratamiento familiar del incesto.
En este tratamiento se han descrito tres fases:
1.- Fase de revelación.
Se debe evaluar el impacto del abuso en el niño, la capacidad de protección del padre no
abusivo, el riesgo de que se repita el abuso, necesidad de protección legal y cuidado del menor,
así como de la denuncia del abusador., con quien va a vivir el menor y el funcionamiento familiar
(dinámicas familiares y tipos de abuso presentes en al familia). Es vital en esta etapa romper los
patrones interaccionales que han permitido el abuso y el silencio. Un aspecto muy importante es
el reconocimiento del abusador, pero es un hecho que rara vez ocurre. Se debe ayudar al niño a
relatar lo sucedido, lo que se facilitaría si ocurre en presencia del denunciante. ( Araya y
cols,1999).
2.- Fase de conciencia y evaluación (crisis familiar).
En esta etapa se tratan los efectos del abuso a nivel cognitivo, emocional y conductual. A
ámbito familiar, es necesario mantener la crisis para que el sistema no se reorganice en torno al
abuso, y la minimización de lo acaecido. Se busca la reestructuración familiar. ( Araya y
cols,1999).
Se debe trabajar con los miembros de la familia por separado. El apoyo de la madre es
muy importante, por lo que sería útil recurrir a terapias madre-hijo y a terapias grupales para la
madre, debido a que el padre abusador intenta separar a la madre y a la víctima, debilitando los
lazos, que finalmente se rompen al producirse la revelación. Los hermanos también pueden
necesitar apoyo psicoterapeutico para revelar su propio abuso o para enfrentar la crisis familiar.
Se debe evaluar la peligrosidad del perpetrador para evaluar en que contexto se le brindara
tratamiento. Este se centra en que asuma su responsabilidad, empatice con la víctima y
comprenda el ciclo de abuso. ( Araya y cols,1999).
3.- Fase de reestructuración, rehabilitación y reparación.
En esta fase se debe reiniciar los contactos con el padre a fin de restablecer los vínculos
familiares, siempre que sea una creencia tanto familiar como terapeutica, de que esto es lo mejor
para el niño. Se promueve el desarrollo de habilidades de comunicación entre los miembros de la
familia y de manejo de estrés y de conflictos interpersonales. ( Araya y cols,1999).
Esta fase se puede complementar con ritos destinados a reparación de la victima y perdón
de los adultos, u otros medios que atestiguen el cambio efectuado. ( Araya y cols,1999).
Cuando no es posible la reunificación de la familia o el niño no puede vivir con esta, se
recomienda la adopción o la ubicación del niño con una familia sustituta.
INTERVENCIÓN TERAPEUTICA.
GRUPOS.
Los grupos ofrecen ventajas en la ayuda de los niños abusados sexualmente, sus familias
y los abusadores, esto se relaciona con las características de ellos; el aspecto colectivo (el secreto
y la vergüenza que así se ven mitigados). Además el hecho de compartir tiempo con otros niños
y/o adultos que han pasado por lo mismo les ofrece un cierto alivio emocional.
1.
Grupo de Niños: Estos ofrecen una oportunidad para que los niños se abran y se sientan
entendidos. Existen muchas variables que influencian la organización de estos grupos.
Primero se deben considerar las variaciones de los mismos niños, por ejemplo hay que
considerar que los niños que conforman un grupo pueden vivir de diferentes maneras; en su
casa con ambos padres, con la pura madre, en un hogar, etc. Segundo, la etapa del proceso
judicial que están viviendo, la naturaleza del abuso y la relación entre el niño y el abusador.
Se debe considerar también el contenido y la estructura del grupo. En definitiva las variables
generales que deben definirse en un grupo de trabajo con niños abusados son:
-
Líder del grupo: Manejar un grupo de niños abusados sexualmente es muy estresante, por lo
tanto los lideres requieren de una instancia para compartir sus sentimientos, para planificar lo
que se realizara en el grupo. Es por esto que se deben de tener dos lideres por grupo, los
cuales deben de tener alguna experiencia previa con el trabajo con niños. El sexo de los
lideres depende del sexo de los niños que conformen el grupo, en grupos mixtos es
importante que al menos uno de los lideres sea mujer, ya que el recuerdo de que un hombre
sea abusador crea disturbios y dificultades para el niño. La presencia de un hombre es
particularmente favorable en los grupos de niños, ya que así éstos se pueden identificar con
un hombre no abusador. El punto de lo anterior es que no se presente una pareja heterosexual
como única opción. Finalmente una buena relación de trabajo entre ellos es crucial, ya que la
sola idea de la separación es a veces, aunque inconscientemente, muy negativa por que lleva
al niño a cree que el grupo no le servirá de nada.
- La estructura del grupo: Lo mejor es que el grupo no tenga más de 8 niños y no menos de 5,
además hay que considerar que los niños se unen mejor con niños que se encuentren de acuerdo a
su edad y madurez, por lo tanto se proponen grupos según las edades ( 4-6, 7-9, 10-13, 14-16, 1618.), los grupos de un solo sexo son más acordes para niños pequeños, ya que esto les ayuda a
abrirse y contar sus experiencias, otro punto es que se incluyan en el grupo niños de distintas
etnias y que hayan sufrido diferentes tipos de abuso. En cuanto al tiempo, lo mejor es que los
grupos se reúnan una vez a la semana, por periodos de entre 45 a 60 minutos y lo mejor sería que
no entorpecieran las actividades cotidianas de los niños. Otro punto a considerar es el número de
sesiones, ya que estas deben ser suficientes para que el niño entienda el problema, pero no tantas,
para que el niño no se victímize, por lo tanto en niños pequeños se aconsejan 8 sesiones y para
los niños mayores se habla de que en algunas ocasiones pueden tardar meses en recuperarse.
-
Formato de trabajo: estructurado, no estructurado, mixto.
- Agenda y contenido de la sesiones individuales, metas: Las metas se dirigen a cuatro diferentes
categorías:
1. Trabajo: se refiere a lo que se quiere lograr a futuro con el niño, por ejemplo que
un niño solitario comience a relacionarse con los demás.
2. Experiencia: Particularmente se refiere a que los niños conozcan a otros que han
pasado por experiencias similares. El soporte mutuo que se da y recibe de los otros cuando se
cuenta la experiencia y se escucha es muy bueno y le ayuda a los niños a entender que el secreto,
en estos casos, no es ni bueno ni aconsejable.
3. Terapia: Este proceso comienza con la adquisición de un lenguaje sobre la
sexualidad, luego los niños pueden comenzar a compartir sus experiencias con el resto en un
lenguaje que todos conocen (se puede realizar con el grupo completo o en parejas). Además se
debe enseñar a los niños a exponer su experiencia abiertamente, todo en un ambiente de
confianza y apoyo, luego se exploraran los sentimientos ante las madres, los padres, abusadores y
la experiencia misma. Aquí puede mencionarse que en los grupos de niños se da un temor común
ante la homosexualidad, por lo tanto una discusión sobre el tema puede ser aconsejable.
Finalmente y no menos importante es el enseñarle a los niños a prevenir abusos futuros.
4. Educación y Prevención: es muy importante que el trabajo se realice se encuentre
acorde con el nivel emocional y cognitivo del niño, a ellos se les enseña a ver la sexualidad de
una manera positiva y real y a los niños mayores se les enseñan métodos de contracepción y
acerca de las E.T.S., otro punto importante de enseñar es lo que es correcto y permitido en cuanto
a su cuerpo, las señas que les ayudan a darse cuenta de que un sujeto puede ser un abusador en
potencia, y a prevenir el ser abusados, como por ejemplo dirigiéndose a la asertividad, el decir
que NO, y finalmente que es 100% necesario el comunicar estas experiencias.
-
El proceso: el proceso por el cual atraviesa el grupo es fundamental para los niños, por lo
tanto es muy importante el contar con infraestructura, creatividad y planificación necesaria
para llevar a cabo este proceso. En los pre-adolescentes es de mucha ayuda la participación
activa, también una actividad que promueva la ayuda entre pares, el entendimiento y el
sentimiento de que uno puede ayudar a otros. Es importante que los lideres puedan responder
a las necesidades y sentimientos de cada uno de los niños.
- Proceso de introducción y cierre y Confidencialidad: la ansiedad que precede al integrarse a un
grupo, puede ser parcialmente eliminada realizando una reunión inicial entre el niño, su madre, el
asistente social y el líder del grupo. Aunque el contenido de lo que ocurre en el grupo es
confidencial para los miembros, hay ocasiones cuando se le entrega información a un niño para
que la comparte con personas de su familia y se mejoren algunas relaciones familiares. Una vez
completada las sesiones, la sesión inicial vuelve a darse, así se pueden comentar los progresos del
niño y todo lo relativo a la experiencia.
- Proceso de grabado, Evaluación y Supervisión: Es importante que al inicio se definan los
requerimientos de cada niño hacia el grupo y evaluar al final cuales fueron resueltos. Las sesiones
tanto grupales como individuales son gravadas. La supervisión consume bastante tiempo, pero es
valorado por los lideres de grupo, ya que les ofrece a ellos la oportunidad de salirse del proceso
del grupo y expresar sus propios sentimientos.
En suma a los puntos anteriormente mencionados, hay consideraciones especificas
relacionadas con estos grupos, esto se relaciona con la necesidad de compromiso por parte de los
cuidadores de los niños con la ayuda de los asistentes sociales. Esto se facilita gracias a líneas de
comunicación clara entre los lideres de grupo y los asistentes sociales. Una parte importante de
esta comunicación es el asegurar el entendimiento y el acuerdo de los cuidadores y el contenido
de los grupos, en particular los aspectos sobre la educación sexual. Es común que los adultos
tengan muchas preguntas, experiencias y sentimientos (incluyendo la posibilidad de su propio
abuso), por lo tanto sería beneficioso formar paralelamente un grupo para los cuidadores de los
niños abusados.
2. Grupos de Adultos: los grupos para los cuidadores son heterosexuales donde el tema que se
trata es el cuidado y la importancia del abuso sexual en niños. En estos grupos se discuten
preguntas acerca de la evolución general del abuso, el proceso legal y la manera de tratar los
problemas que atraviesan los niños afectados.
Los grupos de madres se avocan a los diferentes sentimientos relacionados con la
experiencia, los más comunes son:
- Aquellos dirigidos al abusador.
- Aquellos relacionados con el futuro de los niños.
- La culpa por no haber protegido al menor.
- La disconformidad.
- Las experiencias pasadas.
Los grupos para los padres sustitutos tratan acerca de lo bueno que es compartir
los problemas abiertamente cuando hay niños abusados sexualmente.
Los grupos para los abusadores tratan de crear una conciencia en los abusadores
acerca de lo que sucede con los niños abusados y esto se logra por medio de diferentes métodos.
Mucho de los abusadores comparten su experiencia y se perciben a sí mismos como víctimas de
una sociedad que los ha llevado a ser abusadores.
Especial atención se debe prestar a los jóvenes que en el futuro pueden convertirse
en abusadores y se les debe dar una terapia especial.
FAMILIAS.
Las familias son el microsistema del niño, en ella se dan las relaciones abusivas
que pueden preceder o mantener un abuso, por lo tanto para que el tratamiento del niño sea
efectivo, es conveniente que también la familia reciba terapia.
2. Trabajo en la familia: en un primer momento, lo que se trata de hacer es determinar si en la
familia las actitudes hacia el niño y el abuso son de protección, si no es así se debe buscar un
hogar momentáneo para el niño. El trabajo que se realizara ayudara a la familia si se basa en
uno de los siguientes propósitos:
- Ver la viabilidad de la familia, su capacidad de ayudar al niño y de cambiar con el tiempo.
- El deseo de la familia de seguir unidos, donde el trabajo se basa en entregarles herramientas
para superar los problemas.
El tipo de familia es un asunto que debe ser considerado al momento de planear el
trabajo en la familia y esto, ya que existen diversos tipos de familias:
- La familia que decide echar al abusador o que no vivía con él.
- La familia que planea la rehabilitación conjuntamente con el abusador.
- El niño que vive con otra familia, pero se sigue relacionando con su familia de origen.
- El niño que vive con otra familia.
El funcionamiento global de la familia, también es importante, dentro de éste se
miden diferentes áreas:
- Estatus afectivo.
- Comunicación.
- Límites.
- Estabilidad y Adaptabilidad.
- Alianzas.
- Competencia familiar.
En el contexto del niño abusado sexualmente se debe prestar especial atención a:
- El grado emocional, ternura y aceptación entre los miembros de la familia, en especial con el
niño abusado.
- La apertura en la comunicación, particularmente con el abusado.
- La distancia o cercanía entre los miembros de la familia, en especial entre el niño abusado y su
madre, entre las díadas, entre el abusador y la madre, y entre el abusador y el niño abusado.
- Las herramientas existentes para solucionar problemas y reaccionar a diferentes crisis.
- Los diferentes aspectos de la historia familiar.
Todos aquellos que se relacionan con el niño abusado deben ser invitados a participar en la
terapia.
3. Terapia familiar: el trabajo con la familia completa es una de las modalidades de tratamiento
que ofrece los mejores resultados. Para que la terapia resulte lo mejor posible, debe seguir
algunos puntos:
- Secretos : La solución al problema de los secretos sólo puede ocurrir con una comunicación
abierta, puede que sea necesario para preparar a los sujetos un trabajo individual o en parejas.
Hay muchos pasos importantes para tratar con los secretos; establecer quien sabe y quien no, ya
que se ha demostrado que aquellos que dicen saber menos son los que más saben. Otro punto
importante es que se deben tratar con aquel que guarda el secreto, ya que este se mantiene por
diversas razones; la suposición de que se esta protegido mientras no se sepa nada, por miedo a
una reacción negativa, etc. Una sesión familiar se puede utilizar para que se divulgue el secreto y
ver si los miembros de la familia se encuentran bien preparados para enfrentar la verdad.
- Sexualidad : El terapeuta debe crear una instancia donde el tema de la sexualidad pueda ser
tocado con libertad y apertura dentro de la familia, especial énfasis se pone en el lenguaje que se
utilizara, ya que este debe estar acorde con las edades de los niños.
- Hermanos : Estos deben incluirse en la terapia, deben ser escuchados y aconsejados, para que
así sean capaces de hacerle frente al problema por el que están atravesando sus familias.
- Límites intergeneracionales y Organización familiar : La terapia debe enfocarse en el
reestablecimiento de las responsabilidades acorde a los padres y a los hijos.
- Responsabilidad : Es muy importante para la terapia, que el abusador acepte su responsabilidad
frente a la familia.
-
Otros problemas familiares : Otros problemas que pueden o no relacionarse a la experiencia
del abuso, pero que igualmente deben ser tratados.
TERAPIA INDIVIDUAL.
Todo individuo relacionado de una manera muy cercana a la situación de abuso, requiere de
terapia :
1. Los niños: estos requieren de tratamiento individual y de un
contacto con profesionales, asistentes sociales, profesores o
consultores. El trabajo del asistente social es el de estar presente
cuando el niño lo necesite, cuando sienta culpa, tristeza, ansiedad,
cuando tenga preguntas sobre su sexualidad, además de estar en
contacto con la familia para que el niño se sienta libre de expresar
sus sentimientos. Aquellos niños que se vieron envueltos en
relaciones incestuosas por largo tiempo requieren de más trabajo,
que va dirigido a superar una baja autoestima, su pena, culpa,
sentimiento de responsabilidad, ambivalencia y rabia. La
psicoterapia también es necesaria para que los niños puedan
entender, aceptar y sobreponerse de la experiencia, en ocasiones los
niños no quieren asistir a terapia, por lo que el apoyo de la familia
es fundamental.
2. Las madres: Hay veces en que ellas también necesitan psicoterapia
para poder lidiar con la mezcla de sentimientos que se les
presentan. El trabajo del asistente social es muy importante, ya que
debe aconsejar y en muchos casos enseñar a las madres a asumir un
rol parental autónomo , para subir la autoestima y para que ellas se
sobreponga a todos los estresores que se le presentan en este
periodo. Es importante el saber como es la relación con el
abusador, por que en muchos casos puede influenciar en las
decisiones que tomen las madres. En cuanto a lo que se busca a
futuro es que las madres logren entender por que sus hijos
comenzarán su vida sexual antes que otros jóvenes, a entender la
masturbación y a darles las armas necesarias para que cuiden a sus
hijos.
3. Los abusadores: Cada uno tiene necesidades especiales, , la terapia
sigue ciertas metas, primero hay que lograr que el abusador asuma
su culpa, luego que entienda que lo que hizo es un abuso, al
asumirlo y entenderlo como un abuso el abusador recién se
encuentra preparado para disculparse por sus acciones. Hay que
tener especial cuidado desde el momento en que el abusador
comprende lo que hizo, por que es en ese momento cuando vienen
las depresiones he incluso los suicidios.
DIADAS.
Dadas las diferentes relaciones diádicas en la familia, es importante resolver aquellas que
provocan sentimientos dolorosos, las particularmente importante son; la del padre no abusadorniño, niño-abusador, cuidador-abusador.
La díada madre-hijo es la que presenta los problemas técnicos más importantes para los
profesionales, ya que pueden estar distanciados y no entenderse, por lo que deben lograr una
buena comunicación y un entendimiento, este problema se puede solucionar con la intervención
de dos asistentes, cada uno de los cuales representa a una de las partes. Para el terapeuta lo
importante es el mantenerse neutro.
En la díada cuidador-abusador, la terapia se basa en la reasignación de los roles, ahora
confundidos tras la experiencia del abuso, además deben expresar sus sentimientos, ser
escuchados y tratar de comprender.
En la díada niño-abusador, el propósito principal es que el abusador asuma claramente su
responsabilidad y que el niño comprenda que no es culpable.
LA COORDINACIÓN QUE ALCANZA EL TERAPEUTA.
1. La coordinación entre las modalidades terapéuticas: Por lo que se ha expuesto está
claro que ningún tipo de terapia es única para solucionar este tipo de
problemáticas , diferentes modalidades se complementan y usualmente el trabajo
depende del progreso en un área que guía hacia la próxima.
2. La coordinación de las respuestas terapéuticas en el tiempo: Hay que considerar
en la terapia, que el niño puede volver a enfrentar sentimientos de tristeza, culpa,
etc., en relación a la experiencia de abuso sexual, además éste puede experimentar
miedo a las relaciones interpersonales, etc. por lo tanto , la terapia debe ser capaz
de preparar al niño para que afronte por sí mismo, los posibles problemas que se le
presentaran a futuro.
La coordinación entre la actividad profesional y la respuesta de la familia:
Las necesidades del terapeuta no sólo se relacionan con la etapa del proceso, sino también con la
influencia que ejerce en el niño y su familia. Hay que considerar que la culpa del niño, aunque
este siendo tratada con terapia, puede aumentar si la familia no es consecuente y ayuda al niño,
por ejemplo, esta aumenta cuando la familia decide no interponer una querella judicial por el
abuso, también si no lo apoyan, etc. La pelea por la custodia también desata la culpa en el niño.
En los casos de que el abusador haya desaparecido y se haya llevado consigo todas las pruebas,
hace que tanto el niño como la familia se sientan amenazados (asustados) y enojados. En
definitiva, lo que haga el terapeuta se encuentra estrechamente ligado a la situación familiar, ya
que es necesario que todos los miembros de la familia se encuentren dispuestos a llevar a cabo el
proceso de rehabilitación, lo principal es enseñarles acerca de la sexualidad, acerca de la
protección de ellos mismos, de cómo defenderse, etc. en cuanto a la culpa y responsabilidad, lo
más difícil de tratar es el triángulo entre el abusador-niño-cuidador, ya que aquí convergen una
gran cantidad de sentimientos, lo mejor sería entonces realizar un trabajo individual, uno en
díadas, uno en pareja y uno grupal, además de solicitar que el niño sea removido de ese hogar
hasta que vuelva a ser seguro para él.
EVALUACIÓN.
En general la evaluación de los tratamientos se realiza midiendo el impacto que causa en una
de las siguientes áreas:
- Protección del niño de abusos futuros.
-
El ajuste emocional / social incluyendo los cambios relevantes en cuanto a las relaciones
familiares
MANEJO DEL ABUSO SEXUAL EN SERVICIOS DE URGENCIA

ORIENTACIONES PARA LA DETECCIÓN.
El abuso sexual en los niños y adolescentes puede presentarse como “abuso sexual con
agresión”, generalmente un episodio, ejercido por extraños y con figuras familiares protectoras
que acompañan al niño.
Pero existe también el abuso sexual ejercido por familiares o personas cercanas a la familia
generalmente es reiterado y no necesariamente ejercido con violencia física. Los niños son
generalmente obligados a guardar silencio por lo que se deben buscar activamente signos o
indicadores que confirmen o refuercen la sospecha.
Es la conjunción de varios signos lo que debe hacer pensar en este tipo de abuso sexual,
especialmente en niños pequeños, tales como lesiones o infecciones genitales, síntomas
psicosomáticos, trastornos del comportamiento, conducta sexual no acorde a la edad.

Síntomas psicosomáticos: dolores abdominales o pelvianos, encopresis secundaria, enuresis
secundaria, anorexia y bulimia.

Trastornos generales del comportamiento: fuga, intento de suicidio, problemas escolares,
trastornos del sueño, aislamiento y conducta seductora.

Conducta sexual no acorde a la edad: masturbación compulsiva, miedo inexplicable de
embarazo, verbalizaciones o juegos sexuales inapropiados para la edad, inhibición o pudor
excesivo y agresión sexual a otros niños.

ORIENTACIONES PARA EL DIAGNÓSTICO DE ABUSO SEXUAL.
Debe respetarse el pudor del niño.
Cuando no existe acceso inmediato al Servicio Médico Legal o las lesiones son graves, la
atención de urgencia tiene valor médico legal; es decir, tanto los elementos del interrogatorio,
como las constataciones del examen pueden ser usadas como prueba en el proceso judicial. Si el
examen está completo y se registra adecuadamente, evita que el niño sea interrogado y
examinado varias veces, lo que constituye un maltrato por parte de el sistema.
Es importante registrar:
-
Fecha y hora del examen.
-
Nombre del médico y de la enfermera presente.
-
Precisar si es la primera constatación, lugar de constatación anterior.
-
Quién o quienes acompañan al niño.
-
Relato de la agresión.
-
Relación del agresor con la víctima.
-
Baño o ducha, cambio de ropa después de la agresión.
-
Si se ha hecho declaración a la policía y fecha.
El interrogatorio se completa con los antecedentes médico quirúrgicos y ginecológicos (inicio
menarquía, método contraceptivo, precedente de relaciones sexuales, signos clínicos
particulares).
El informa físico general conlleva:
- Observar y anotar si la ropa del niño está rota o manchada.
- Después de un examen completo, describir las lesiones generales y en los órganos genitales
externos. En adolescentes, determinar desarrollo puberal (Tanner).
- Evaluar el estado psicológico actual del niño (agitación, inhibición, vergüenza, rabia, etc.)
El
examen de genitales externos se limita a una inspección del aspecto del periné
(equinosis, laceraciones, sangre y semen), del ano, del pene (irritación), de la vulva (edema,
eritema y erosiones) presencia o ausencia de himen y búsqueda de semen.
Es recomendable: no hacer el examen de genitales un profesional solo, tomarse el tiempo
necesario, guiarse por un protocolo escrito y explicar al niño el procedimiento.
En niñas, los hallazgos más característicos de abuso sexual son:
-
Escoriaciones, erosiones y hematomas en la cara interna del muslo y genitales.
-
Cicatrices y desgarros del himen.
-
Lesiones o cicatrices en la horquilla posterior.
-
Lesiones en labios mayores y menores.
En todos los casos, es necesario tomar muestra de fluidos locales para: examen
bacteriológico, si hay signos locales de infección o búsqueda de semen en ano, vulva o boca.
En muchos casos es necesario tomar muestras de sangre para: determinar enfermedades de
transmisión sexual como el VIH, hepatitis C y D o determinar posible embarazo, en adolescentes
púberes.
La confirmación del diagnóstico de gonorrea y sífilis en el niño permiten afirmar que se trata
de abuso y la de herpes, clamidia y condilomas permiten fundamentar una sospecha.
-
ORIENTACIONES PARA LA ATENCIÓN DEL NIÑO Y EL ADULTO QUE LO
ACOMPAÑA.
Existen principalmente dos situaciones en relación al abuso sexual de niños que son atendidos en
urgencias:
-
El abuso sexual con agresión, el niño y la familia suelen estar alterados emocionalmente y el
médico debe acogerlos y tranquilizarlos, junto con evaluar y tratar las lesiones.
-
El abuso sexual ejercido por familiares o personas cercanas a la familia nunca es justificable a
partir de situaciones de estrés, crisis familiar o personal o conductas del niño. En estos casos
el niño suele sentir temor y rabia a la vez de sentimientos positivos hacia el agresor. Puede
llegar a sentirse en parte responsable del abuso.
Medidas de protección, hospitalización y denuncia.
En caso de abuso sexual, siempre es necesario proteger al niño:
-
La hospitalización está indicada aunque los daños físicos no sean severos. Cuando las
lesiones físicas o psicológicas son severas y/o cuando existe riesgo inmediato de que el niño
continúe siendo abusado porque vive con el abusador.
-
La denuncia debe realizarse en forma inmediata, en el mismo servicio de urgencia, cuando la
familia rechaza la hospitalización, con el propósito de retener al niño en el hospital, para lo
cual es necesario que haya un carabinero destacado en el establecimiento para recibir la
denuncia.
-
La denuncia puede ser postergada y reservada a un equipo profesional con mayores
competencias en salud mental, en situaciones de abuso intrafamiliar crónico en que el niño
solicita que no se revele el abuso o se siente incapaz de enfrentar la situación.
Recomendaciones generales.
Las acciones que realicen los médicos de urgencias son muy importantes en la lucha
contra el abuso o maltrato. El éxito de este primer contacto con el hospital es esencial no solo
para la protección inmediata del niño sino también para preparar el seguimiento del caso.
Cuando es posible contar con un psiquiatra infantil u otro profesional de salud mental, es
importante solicitar una atención de enlace en el menor plazo posible.
Es necesario que todos los profesionales de los Servicios de Urgencia desarrollen la
capacidad de:
-
Reconocer y decodificar la demanda de ayuda detrás de los síntomas banales.
-
Facilitar la acogida de la familia en dificultades, prestando atención y creando un clima de
confianza recíproca.
FLUJOGRAMA DE ATENCIÓN DE NIÑOS VICTIMAS DE ABUSO SEXUAL.
Niño traído para su atención al
Servicio de Urgencias
El motivo de consulta
es agresión sexual
El motivo de consulta
es otro
En Región Metropolitana, llenado
de ficha de derivación de víctimas
de abuso sexual
Servicio Médico Legal
Se detecta situaciones que permiten
sospechar abuso sexual
-
condiciones especiales para la anamnesis, el
Citación
a salud mental
o servicio
examen
clínicourgente
y de genitales
externos.
social
del
hospital,
cuando
el
niño
es mayor
de
Lesiones físicas y psicológicas
Lesiones leves, bajo riesgo inmediato
de que
- Exámenes
6 añoscomplementarios.
y no se siente capaz de enfrentar la
Hospitalización. Interconsulta
severas, alto riesgo inmediato de
el niño vuelva a ser abusado
situación.
Toma
de
muestras
psiquiatría
Denuncia en todos
Registro
los casos
Evaluación de los programas de educación para la prevención del abuso sexual.
Este tipo de programas incluyen libros para colorear, teatro, canciones, lecturas, títeres, y
se realizan en la escuela primaria de manera continuada.
Su finalidad es enseñar el concepto de abuso sexual como “malos tocamientos”, a
rechazar dichas propuestas de quien quiera que vengan, y estimular a los niños a contar a sus
padres y/o otros adultos cuando se dan tales proposiciones, intentando tranquilizar a los niños
diciéndoles que ellos no son culpables de tales experiencias.
Este tipo de programas demuestran una preocupación pública por el tema y la ausencia de
otras respuestas planificadas. Han sido implementados en muchos casos sin una evaluación
sistemática.
El Dr. Finkelhor evalúo 25 programas para niños entre 3 y 12 años, en Norteamérica.
Utilizó cuestionarios y role-playing para evaluar el conocimiento de los niños: teatro breve,
viñetas, situaciones simuladas y videadas ( párvulo abordado a la entrada por desconocido).
Los resultados del estudio son:
-
los niños adquirían conocimientos de prevención tras participar en los programas,
principalmente hechos que constituyen abuso, los diferentes tipos de tocamiento, reconocer
las partes del cuerpo, dificultándose el reconocimiento de que personas cercanas también
pueden ser abusadores. Y facilitándose el aprendizaje de conceptos más que de conductas.
Otro hecho importante es el relativo a que los niños mayores aprenden mejor que los
pequeños, y las niñas más que los niños.
-
Aquellas técnicas que involucran de manera activa a los participantes (role-playing,
representaciones), y que duran más tiempo, resultan más efectivas.
-
Se encontró un descenso de los conocimientos a los 6 meses de terminado el programa, sobre
todo en los menores. A los 18 meses se daba una disminución amplia y similar para todas las
edades ( o sea, se requieren reforzadores al menos cada 12 meses).
-
Binder y Mcniel, afirmaron en 1986 que el 89% de los niños se sintieron más seguros, y que
solo el 3% se sintieron más asustados.
-
En general los programas fomenta la discusión familiar del tema.
ANEXO.
DISTRIBUCIÓN DE LAS PERSONAS ATENDIDAS EN 1997 Y 1998
SEGÚN RELACIÓN EXISTENTE CON EL
VICTIMARIO.
NUMERO Y PORCENTAJE
Relación
Familiar
Conocido
Desconocido
Total
1997
1998
Total
339 37,3 345 34,0 684 35,5
470 51,8 535 52,7 1.005 52,3
99 10,9 135 13,3 234 12,2
908 100,0 1.015 100,0 1.923 100,0
Fuente: Elaboración propia sobre la base de datos del Centro de Atención de
Víctimas de Atentados Sexuales.(C.A.V.A.S.)1998.
PACIENTES INGRESADOS A C.A.V.A.S. DURANTE EL PERÍODO 1987 – 1998
(Números y Porcentajes),
Año
Número
Porcentaje
1987*
50
0,8
1988
360
5,6
1989
393
6,1
1990
304
4,7
1991
350
5,4
1992
395
6,1
1993
602
9,3
1994
632
9,8
1995
732
11,3
1996
721
11,2
1997
908
14,1
1998
1.015
15,7
Total
6.462
100,0
* Período entre el 20 de Noviembre al 31 de Diciembre.
Fuente: Centro de Atención de Víctimas de Atentados Sexuales. 1998.
 RELACIÓN DE PARENTESCO VÍCTIMA – VICTIMARIO EN PRINCIPALES
AGRESIONES SEXUALES. 1996 – 1997.
(Números y Porcentajes)
Relación Violac
Abuso
Sodo
TOTA
Víctima/Vi ión
s
mía
L
ctimario
desho
1996 1997 1996 1997 1996 1997 1996
% 1997
%
Padre
43
44
140
164
2
3
185
12,0
211
11,1
Madre
0
2
0
1
0
0
0
0
3
0,2
Otros fam.
103
103
214
355
5
14
322
20,8
472
24,8
Vecino
21
22
102
114
8
18
131
8,5
154
8,1
Conocidos
186
213
308
425
36
54
530
34,3
692
36,3
SUBTOTA
353
384
764 1.059
51
89 1.168
75,6 1.532
90,4
L
Desconocid
215
197
135
150
27
27
377
24,4
374
19,6
os
TOTAL
568
581
899 1.209
78
116 1.545
100 1.906
100
Fuente: Sección Estadística y Archivos, Servicio Médico Legal.
Se comprueba que tanto las niñas, como los niños, son agredidos sexualmente por conocidos
(35,3% como promedio) y familiares (22,8% promedio de los dos años consignados). Según
la experiencia del CAVAS, existe una mayor probabilidad de que los abusos se repitan,
cuando el agresor es un familiar o conocido de la víctima. Entre los casos consignados por
esta institución, el 60,6% volvió a ser agredido/a. ( Fernández M.L, 1997).
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
- Araya, P.(1997). Manual de atención de maltrato infanto-juvenil. Servicio de Salud
Metropolitano. Santiago.
- Zárate, R. ( 1998). Terapia grupal para niñas y niños víctimas de abuso sexual e incesto San
José: Ser y Crecer, Costa Rica.
Descargar