Si eres un profesional que sólo cumple órdenes, ¿eres

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18 Expansión Martes 6 mayo 2014
Si eres un profesional que sólo
cumple órdenes, ¿eres necesario?
Hay ciertos puestos en los que es indispensable limitarse a las normas. Sin embargo, el riesgo a
quedarse sin trabajo ha empujado a muchos a convertirse en profesionales sin criterio ni creatividad.
Balasch Pinyol. Propiedad de Unidad Editorial. Prohibida su reproducción.
Arancha Bustillo. Madrid
“¡Señor, sí señor!” La disciplina militar sobrevuela algunas
oficinas en las que el talento se
suple con rígidas normas y
profesionales que no cuestionan lo establecido. En trabajos con tareas automatizadas
o en aquellos más transaccionales cumplir órdenes es la
regla a seguir. Hay puestos en
los que seguir meticulosamente los procesos establecidos supone el éxito de la empresa, sobre todo en aquellos
que se realizan ante situaciones de urgencia cuando el escrupuloso seguimiento de los
pasos es clave. Este hábito, sin
embargo, se convierte en traba cuando ese trabajador se
vuelve un mandado.
“La disciplina en el cumplimiento de órdenes no es en sí
mismo un obstáculo. En ocasiones es incluso una virtud”,
asegura Paco Muro, presidente de Otto Walter. El problema surge, “cuando un puesto
que sí requiere iniciativa, flexibilidad y la capacidad de pensar y actuar con un cierto grado de autonomía es ocupado
por una persona que se limita
a cumplir dictámenes”.
Alguien que se ciñe escrupulosamente a las reglas nunca podría estar en un puesto
que exija creatividad y respuestas innovadoras. José
Manuel Casado, presidente
de 2C Consulting, así lo cree,
pues considera que los empleados que sólo cumplen órdenes, a pesar de ser disciplinados y realistas, “son poco
receptivos a las nuevas ideas”.
Para Casado “siempre es más
fácil obedecer que mandar.
Requiere menor responsabilidad y supone menos estrés,
pero también implica para ese
trabajador una falta de realización profesional”.
Pero no sólo puede ser un
freno para su carrera, también para la evolución de la
empresa para la que trabaja.
David Comí, socio de la con-
UNIVER
S I DA
D
Cómo son...
G ‘H
Hormiguitas’: Parecen
hacer más de lo que hacen.
G ‘P
Palomitas’: Cuando
se descubre un posible
error hacen mucho ruido
y buscan culpables.
G ‘A
Avestruz’: Esconden
la cabeza, sobre todo
ante proyectos nuevos,
e inventan excusas
para escurrir el bulto.
G ‘E
Esqueismo’: Ante
cualquier cambio siempre
hay un ‘es que...’
G ‘H
Houston, tenemos un
problema’: Son incapaces
de pensar por sí mismos
y siempre acuden con
problemas y rara vez con
soluciones.
G ‘L
Lobo solitario’: A pesar
de que parecen trabajar en
equipo, al final lo que les
preocupa es ‘Y lo mío qué’.
ALGUNOS EMPLEADOS... OBEDIENTES En ocasiones, las soluciones más innovadoras
chocan con las estrategias de ciertas organizaciones que se basan únicamente en la
obediencia. En ‘Algunos hombres buenos’ este conflicto se pone de manifiesto.
sultora Incrementis, advierte
de que este tipo de conductas
“favorece el inmovilismo”.
tos técnicos; y también porque creen que así tienen un alto grado de control sobre la situación. Creen que si inhiben
la iniciativa de sus empleados
parecerá que son imprescindibles”.
Un jefe se convierte en capataz “cuando es a su vez víctima de un liderazgo de este
tipo, un liderazgo anti crecimiento”, explica Ventosa.
Además, esta experta advierte de que “es extremadamente contagioso porque cuando
El jefe
Ser un adicto al ‘ordeno y
mando’ tampoco es bueno
cuando eres el responsable de
un equipo. Comí considera
que este comportamiento
“crea a profesionales dependientes de órdenes, incapaces
de implicarse y entusiasmarse. Ese equipo difícilmente será capaz de pensar y actuar
con propuestas propias”. Esta
actitud suele responder, según el socio de Incrementis, al
“miedo infundado que sufren
algunos responsables a que
puedan ser superados profesionalmente con conocimien-
Este tipo de
conducta fomenta
el inmovilismo en
organizaciones que
quieran avanzar
alguien no sigue la pauta y se
sale de la foto aportando ideas
suele ser rechazado”.
Si tu jefe es un mandado,
“será tu jefe pero nunca será
tu líder”, sentencia Muro. Según el presidente de Otto
Walter, “un mando intermedio está para representar la
dirección de la empresa, para
conseguir que se haga bien lo
que se ha decidido, pero eso
incluye también aportar ideas
propias, influir también hacia
arriba, lograr prestigio para su
equipo, conseguir las recompensas adecuadas y, en definitiva, que todos sepan que ese
mando sí es escuchado y respetado en las altas esferas”.
Los obedientes, por tanto,
pueden aparecer en cualquier
Fuente: Montse Ventosa, Presidenta Truthmark.
puesto, aunque para Ventosa
hay una característica que favorece su aparición incontrolada: “El café para todos”. Esta política de relaciones laborales que existe en España
“genera lo que algunos denominan el síndrome del funcionario o del cactus de oficina
para definir a aquellas personas que infrautilizan su talento”.
El miedo a perder el trabajo
cuando se pone en tela de juicio una norma o decisión también fomenta que surjan estas
figuras. Además, la crisis del
mercado laboral ha propiciado
este temor. Pero, aunque la
obediencia tenga su momento,
siempre es necesaria la innovación.
Santander, nombrado por Financial Times
EL BANCO MÁS SOSTENIBLE DEL MUNDO
POR SU COMPROMISO CON LA EDUCACIÓN Y LA SOCIEDAD
bancosantander.es
Diez
actitudes
para ser más
productivos
en el trabajo
Expansión. Madrid
La Comisión Nacional para la
Racionalización de los Horarios Españoles considera que,
para hacer que los españoles
seamos más productivos en el
trabajo, es preciso adoptar
medidas valientes e imaginativas que permitan conseguir
una mayor eficiencia de nuestras empresas.
1. Dirigir por objetivos. A los
empleados hay que valorarlos
por los resultados.
2. Promover el talento. El ingenio no sólo se busca en el
proceso de selección, también
se desarrolla dentro de la empresa y, después, hay que
mantenerlo. Un trabajador
descontento reduce considerablemente la potencialidad
de su talento.
3. Motivar a los trabajadores. Rinden más cuando ganan tiempo para su vida privada y cuando se les concede
mayor capacidad de decisión
y responsabilidad.
4. Pensar en positivo.
5. Adaptarse a la realidad.
Estimular a los directivos para que proporcionen directrices y analizar qué condiciones
del mercado han cambiado.
6. Trabajar en equipo.
7. Ir tarea por tarea.
8. Protegerse del email y del
móvil. Es importante planificar espacios en los que se cierra el correo y se hace el trabajo concentrado y sereno.
9. Organizar mejor la jornada. Para empezar, hay que ser
puntuales.
10. Reunirse con efectividad.
Las reuniones deben ser más
cortas e involucrar a menos
personas, y cumplir un orden
del día claro y anticipado.
PISTA DEL DÍA
El próximo día 8 de mayo
se celebra el ‘Investor Day
Pasion>ie’ en el que los
emprendedores podrán
presentar sus proyectos
ante inversores.
http://pasionie.es/
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