el caso vommaro

Anuncio
EL CASO VOMMARO
http://www.visionovni.com.ar/modules/news/article.php?storyid=11135
EL CASO VOMMARO
Carlos Iurchuk
Enviado por : thenetcentinell
Publicado el : 1/1/2009 12:50:00
AUTOR: Alejandro Chionetti
PUBLICADO EN: UFO PRESS N°16 Abril 1983
El caso que vamos a presentar a continuación cierra "casuÃ-sticamente" el flap de la noche
del 11 de febrero de 1980, siendo este suceso el de mayor Ã-ndice de extrañeza de todos los
picos de la trayectoria fenoménica de esa jornada.
Además de estar totalmente emparentado con el caso Capponeto (1), presenta
particularidades que lo aislan parcialmente de las múltiples manifestaciones de la noche de 11
de febrero.
A nuestro entender, lo sucedido a Carlos Vommaro (22 años), podrÃ-a evidenciar cierta
progresión y acercamiento del raid fenoménico de esa fecha.
No tenemos noticias, pese a haber recorrido e investigado a lo largo de las zonas nodulares del
flap -que cubrieron particularmente las zonas precordilleranas de las provincias de Neuquén y
RÃ-o Negro de incidentes de mayor Ã-ndice de extrañeza o casos de CEIII que acaecieran
aquel 11 de febrero.
Esa jornada, un viento proveniente del sudoeste azotó la zona del Alto Valle de RÃ-o Negro, a
lo largo de la ruta nacional 22.
Esa ruta proviene de la ciudad bonaerense de BahÃ-a Blanca y atraviesa la localidad de
Ingeniero Huergo y Villa Regina, para luego arribar a la ciudad de General Roca.
La ciudad de Ingeniero Huergo se distancia de Buenos Aires aproximadamente unos 1150
kilómetros, desolados e interminables.
La región es particularmente frutÃ-cola, abundando los manzanares y los perales, aunque no
faltan los focos agrarios y vitivinicultores.
La mayorÃ-a de los habitantes de la zona se dedican a las tareas del agro y son generalmente
inmigrantes o hijos de inmigrantes italianos y españoles, en su Inmensa mayorÃ-a.
Pagina 1 / 10
EL CASO VOMMARO
http://www.visionovni.com.ar/modules/news/article.php?storyid=11135
El paisaje es monótono al estar conformado por largas y uniformes alamedas, muy útiles
para proteger a las plantaciones de árboles frutales de los intensos vientos que generalmente
baten la zona La región es frÃ-a en Invierno y bastante calidad y seca en la primavera y verano.
UNA LUZ DETRAS DE LAS ALAMEDAS
Después de finalizar una cena en la casa de su novia, Carlos Vommaro decidió regresar a
su casa, ubicada en la chacra vecina (la número 410) a unos 1500 metros de distancia.
Eran las 22:00 horas del 11 de febrero de 1980. El cielo estaba oscuro y soplaba un fuerte
viento, que hacÃ-a cabecear a las alamedas que bordean la ruta nacional 22.
Sin más, Vommaro abandonó la vivienda de su novia con rumbo oeste, para doblar hacia el
norte por el camino de tierra que lo conducirÃ-a a su hogar, luego de atravesar una acequia del
sistema de riego de la zona.
Pese al fuerte viento reinante el Ford Falcon modelo 73 respondió perfectamente y lo condujo
entre los oscilantes paredones de álamos.
Habiendo recorrido unos trescientos metros Vommaro percibe, sobre la izquierda de su
vehÃ-culo, un fuerte resplandor blanquecino azulado. Primero piensa que se trata de la
iluminación de las instalaciones de un frigorÃ-fico que existe a esa altura de la ruta aunque
más al oeste, por lo que no le da mayor importancia al incidente.
Unos metros más adelante, el resplandor pereció hacerse más intenso, siendo ya suficiente
para iluminar la zona circundante y recortar sobre el camino la sombra de los álamos.
Las alamedas se espaciaron al llegar a una plantación de perales, y a partir de allÃ- Vommaro
obtuvo un ensanchamiento de su campo visual y pudo percibir entonces el fenómeno.
PERCEPCION DEL FENOMENO LUMINOSO
La luminosidad tenÃ-a la forma de una "ele", separada levemente de una forma luminosa
rectangular, como una pantalla o un "televisor". según las propias palabras del testigo, y el
conjunto luminoso avanzaba paralelo al camino y en la misma dirección que el testigo, aunque
levemente replegado.
La "ele" estaba definida por bordes nebulosos y a su vez luminosos, pero de una luz como
reflejada (no emitida). Estos bordes, como de niebla o humo, bordeaban una especie de eje o
hendidura menos brillante, como sÃ- la misma parte nebulosa se metiera hacia adentro, se
hundiera.
En el vértice de la "ele" podÃ-a observarse una especie de "estrella", mucho más luminosa
que el conjunto.
Pagina 2 / 10
EL CASO VOMMARO
http://www.visionovni.com.ar/modules/news/article.php?storyid=11135
Un reborde nebuloso también rodeaba al rectángulo, que estaba separado -a entender de
Vommaro- de la "ele" luminosa por medio metro o menos.
El rectángulo luminoso presentaba, en sus bordes, una especie de hendidura, similar a la que
podÃ-a, observarse en la "ele".
Las dimensiones del rectángulo, según el testigo, eran de 40 por 50 centÃ-metros y las de la
"ele" luminosa, 2 metros de altura por 1,75 metros de ancho. (ver Figura 1)
Tras unos segundos de perplejidad, Vommaro comprendió que lo que estaba observando
excedÃ-a toda interpretación, y pensó que otros tendrÃ-an que verlo, especialmente sus
padres y sus hermanos, pues difÃ-cilmente alguien podrÃ-a creerle cuando les relatara lo que
habÃ-a observado. Estaba a más de 1000 metros de su chacra, y todavÃ-a debÃ-a atravesar
la acequia número siete y doblar hacia la derecha.
El objeto estaba totalmente paralelo a unos doscientos metros de la posición del testigo, y a
unos treinta metros de altura. Vommaro decidió, entonces, aumentar el ritmo de marcha de su
automóvil y colocó la segunda velocidad. El velocÃ-metro marcaba 60 kilómetros por hora.
Y, entonces, el vacÃ-o, la oscuridad, la nada
DE REGRESO AL ESTADO CONSCIENTE
Lo primero que vio y sintió fue su apoyo sobre el volante y sus manos y antebrazos dentro de
éste.
Luego vio la luz, más cercana, casi arriba suyo. Observa que lo rodea. No se ubica, se siente
"flojo" y debilitado.
La luz está allÃ- arriba, a unos treinta metros de altura, como "pegada al parabrisas, como una
calcomanÃ-a". De la zona del rectángulo luminoso (el "televisor") sale un haz de luz que se va
ensanchando a medida que se aleja de la fuente emisora. Este haz baña el coche, pero sin
bañar su interior. El haz luminoso es más intenso y nÃ-tido en su naciente, y más tenue en
las proximidades del automóvil.
A esta altura, el pánico ha hecho presa del testigo, quien se ha orinado a causa del miedo, un
miedo como nunca habla experimentado en sus 22 años de vida.
Casi desesperado sale de su automóvil con la idea de buscar ayuda. Pero la ruta 22 está
desierta.
Tras algunos minutos se acerca un automóvil en dirección a General Roca. Vommaro le hace
señas frenéticamente. Unos metros más adelante se detiene luego de aminorar la marcha,
pero de inmediato arranca... tal vez al observar lo que pendÃ-a sobre la cabeza de Vommaro.
En esos momentos Carlos Vommaro observa su reloj: las 23 horas; ha transcurrido casi una
Pagina 3 / 10
EL CASO VOMMARO
http://www.visionovni.com.ar/modules/news/article.php?storyid=11135
hora desde su desvanecimiento.
Trata de ubicarse y cae en la cuenta que se halla en las afueras de Cervantes, un pueblo
ubicado a más de 15 kilómetros de la última posición que recuerda antes de haber perdido
el conocimiento, en un camino de tierra a pocos metros de la ruta 22.
El testigo revisa el automóvil; parece no haber sufrido daño alguno. Se introduce en él, lo
pone en marcha y vira, para tomar la ruta 22 en dirección a la comisarÃ-a de Cervantes.
En ese corto trayecto, al retomar la ruta 22, el testigo observa por el espejo retrovisor
insistentemente, temeroso de que la luz aún lo persiga. Pero observa que la "ele" comienza a
desplazarse hacia el noroeste.
A los pocos minutos Vommaro arriba a Cervantes, y aun allÃ- puede observar- todavÃ-a el
resplandor del objeto detrás de las alamedas.
En la comisarÃ-a de Cervantes, Carlos Vommaro relató su insólita experiencia y, como suele
suceder en estos casos, el personal policial no lo tomó demasiado en serio, solicitándole de
inmediato que se identificara... ¡mientras el No Identificado se perdÃ-a en la lejanÃ-a!.
Agitado, desesperado, Vommaro deseaba que alguien compartiera lo que habÃ-a visto.
Pasaron los minu tos, quince o veinte, hasta que dis pusieron la salida de una patrulla
acompañando a Vommaro. No encontraron nada.
Cuando se hubo desligado de las autoridades, Vommaro sintió la irrefrenable ansiedad
caracterÃ-stica en los casos de secuestros y teleportaciones: NARRAR LO SUCEDIDO.
A gran velocidad regresó a la chacra. Al llegar le extrañó que sus perros no salieran a su
paso, a recibirlo. Por el contrario, los animales lo desconocieron.
Lo recibió su madre, llorando pues temÃ-a que su hijo hubiera sufrido un accidente. Vommaro
necesitaba hablar con su padre y narrarle lo sucedido; lo despertó y, junto a su cama, le relato
su aterradora aventura.
Esa noche Carlos Vommaro casi no pudo conciliar el sueño. Recién pudo dormirse
alrededor de las cinco de la madrugada. Al otro dÃ-a, se despertó muy tarde, cerca de las
once.
El 12 de febrero Carlos se sintió desganado y debilitado, casi sin fuerzas, y con dolores
lumbares.
Ese dÃ-a, también falló el motor del Ford Falcon, aunque la anomalÃ-a pudo ser detectada y
resultó ser algo completamente normal.
EL TESTIGO: ANTES Y DESPUES
Pagina 4 / 10
EL CASO VOMMARO
http://www.visionovni.com.ar/modules/news/article.php?storyid=11135
Aparte de un hecho relacionado con una cadena y medalla religiosa que Carlos Vommaro se
saca el dÃ-a de su "teleportación", hay varios sucesos que, al parecer de quien esto escribe,
pueden tener alguna relación con el incidente de la noche del 11 de febrero de 1980.
Los que tuvieron la oportunidad de entrevistar a Vommaro luego de su experiencia nunca
imaginaron que habÃ-a sido testigo de manifestaciones de OVNI en otras ocasiones. Y no
habÃ-a sido testigo único.
En el invierno de 1976, cuando contaba con 18 años, Carlos, otros jóvenes de las chacras y
su propia familia, habÃ-a observado una especie de cÃ-rculo en forma de luna de polos
achatados sobrevolando los campos a baja altura y en trayectoria parabólica. Vommaro
recuerda que, tanto él como sus padres, se habÃ-an atemorizado ante la manifestación.
Siendo más pequeño, recuerda, también observó "estrellas "que se encendÃ-an sobre los
campos"; cuando con sus amigos salÃ-an por la noches a cazar perdices.
De sus sueños recuerda poco. Nunca ha soñado con OVNI ni con "cosas raras", según sus
propias palabras. Ni aún después de la traumática noche del 11 de febrero. Aunque si
recuerda algunas pesadillas de los meses posteriores al incidente.
El tema recurrente es -un sueño en el que él se encuentra nadando normalmente en un
estanque y, de improviso, se hunde o es atacado por un enemigo invisible, desconocido.
Ha soñado, también, con una laguna verde a la que va a nadar. Todo allÃ- es verde; el
agua recubierta de moho y sobre una especie de rÃ-o o acequia, hay un puente también
verde, recubierto de musgo. Al nadar en la laguna se le aparecÃ-a un cocodrilo que intenta
atacarlo, y Carlos escapaba subiendo a un tronco quedando, con sus pies colgando. El
cocodrilo llegaba hasta él y le mordÃ-a el pie.
Otro de los sueños de Carlos Vommaro lo colocaba en peligro, enfrentado a "matones", en
una especie de pelea, como él mismo lo definió.
Al dÃ-a siguiente del suceso aquÃ- narrado, Vommaro estaba trabajando con el tractor cuando,
imprevistamente, vio venir corriendo a una liebre que -literalmente- se arrojó bajo las ruedas
del tractor. "Quedé realmente afectado", me dijo, "fue como si se hubiera suicidado".
El invierno de 1981 presentó en la zona varios avistajes, siendo uno de ellos testificado por
Vommaro.
Junto con unos amigos, y a bordo del Ford Falcon que fue partÃ-cipe de la teleportación,
observaron en las cercanÃ-as de General Roca, un resplandor naranja. Era un viernes, cerca
de las 23 horas. Pensaron que se trataba de un ómnibus de la firma Del Valle. Continuaron
avanzando, pensando que iban a tener una mejor visión de la fuente del resplandor, hasta que
observaron una especie de cúpula naranja, intensa, que descendÃ-a rápidamente como una
puesta de sol vertiginosa o "como un globo que se desinfla", según la definición del testigo.
Todo duró escasos minutos, quedando en el cielo un tenue resplandor.
Pagina 5 / 10
EL CASO VOMMARO
http://www.visionovni.com.ar/modules/news/article.php?storyid=11135
Para finalizar, debemos destacar que Vommaro siente temor por lo sucedido hace ya tres
años y que, a partir del incidente protagonizado por Fattorel (1), sus temores y recuerdos se
han avivado notablemente.
Entiendo que parte de las reacciones posteriores de Vommaro son de
un claro sentimiento de culpa, cuya causa puede retrotraerse a los dÃ-as anteriores al suceso y
la cual desconocemos, aunque estimamos que podrÃ-a estar referida a una disrupción en su
núcleo familiar, más exactamente en la relación materno-paterna.
Sin embargo no dudamos sobre la veracidad del testimonio de Carlos Vommaro, en virtud de
su personalidad y de la solidez de su historia, puesta a prueba en numerosos interrogatorios a
los que fue sometido durante la investigación del incidente, los cuales soportó con estoicismo
-pese a que el recuerdo del hecho no le era exactamente grato- y pasó airosamente, sin
incurrir en contradicciones.
Carlos Vommaro fue protagonista de un hecho insólito el 11 de febrero de 1980, hecho cuya
verdadera naturaleza ignoramos, y que desafÃ-a cualquier explicación racional que pueda
imaginarse.
REFERENCIAS
(1) El incidente protagonizado por Fattorel tuvo lugar el 18 de febrero de 1982, dos años
después de los hechos aquÃ- relatados. Si bien el caso de Fattorel alcanzó gran notoriedad
en su momento, no puede decirse lo mismo respecto del caso protagonizado por Vommaro,
que pasó inadvertido para la prensa. Los detalles del caso Fattorel fueron publicados en la
edición número 15 de UFO PRESS
Veinte años después de la publicación del caso en Ufo Press, el ufólogo español
Manuel Borraz ([email protected]) releyó este informe en Mitos del Milenio y aportó
importantes comentarios que reproducimos a continuación:
En primer lugar, hay que destacar que el contexto del caso Vommaro (o caso
Ingeniero Huergo -provincia de RÃ-o Negro, Argentina-) llegó a ser
razonablemente esclarecido:
- de acuerdo a lo expuesto por Angel A. DÃ-az en un artÃ-culo titulado
"AnatomÃ-a de un 'flap' " [1], tanto Carlos Vommaro como muchos otros
testigos independientes observaron aquella noche del 11/2/80 un MISMO
fenómeno situado hacia el oeste a enorme distancia y gran altura
(descripción del fenómeno similar, situación y horario aproximadamente
coincidentes);
- aún puede precisarse más: Guillermo Roncoroni [2] se hizo eco de
ciertas averiguaciones de James Oberg que mostraban que dicho fenómeno tuvo
relación con la puesta en órbita del satélite soviético Kosmos 1164.
Pagina 6 / 10
EL CASO VOMMARO
http://www.visionovni.com.ar/modules/news/article.php?storyid=11135
Aclarado esto, habrÃ-a muchos aspectos del caso en los que podrÃ-amos
detenernos, desde las apreciaciones del observador (que situaba el fenómeno
a unos 200 metros e incluso más cerca -¡en realidad, si lo situáramos a 200
km aún nos quedarÃ-amos muy cortos!-) hasta las presuntas secuelas (dolores
lumbares y otros efectos psicofÃ-sicos, fallo del motor del vehÃ-culo al dÃ-a
siguiente...), pasando por detalles de lo más anecdóticos ("suicidio" de una
liebre...).
AquÃ- me limitaré a comentar el ingrediente más insólito y peculiar del
incidente: la supuesta "teleportación".
Según el testigo, al poco tiempo de comenzar a observar el fenómeno,
mientras iba conduciendo de regreso a su casa, perdió el conocimiento. Aún
no habÃ-a pasado una hora cuando volvió a recuperar la consciencia en un
lugar situado a más de 15 km de distancia.
"Teleportación" resulta ser una calificación demasiado imaginativa para
aplicarla a un suceso como éste. Es mucho más razonable suponer que el
testigo recorrió esos pocos kilómetros de la manera más convencional, pero
sin recordarlo luego. ¿Qué pudo haber ocurrido?
Una cuestión poco clara es la del horario. De la versión del testigo se
desprende que el intervalo de tiempo "perdido" se inició poco después de las
diez de la noche y se prolongó hasta poco antes de las once. No obstante, a
juzgar por otros testimonios de aquella noche, parece que el fenómeno
comenzó a observarse no mucho antes de las once. El lapso de tiempo no
habrÃ-a sido pues de casi una hora sino bastante más breve (quizás del orden
de 15-20 minutos considerando el tiempo que pudo tardarse en recorrer en
coche aquella distancia de poco más de 15 km).
Casualmente, hubo otros testigos (caso Caponetto) que avistaron el fenómeno
mientras circulaban por el mismo tramo de carretera que debió recorrer
Vommaro. Estimaron la duración de su propia observación en unos veinte
minutos [3].
De todas maneras, esto no desautoriza lo esencial del relato de Vommaro,
por lo que la incógnita sobre lo que pudo suceder sigue en pie.
Por las circunstancias del suceso, hay un escenario que ya podemos
descartar. El caso no tendrÃ-a relación con los episodios de "tiempo perdido"
atribuibles a lo que se ha llamado a veces "hipnosis de la carretera". Este
tipo de experiencias se producen, por ejemplo, cuando la monotonÃ-a del
trayecto convierte la conducción del vehÃ-culo en una tarea aún más
automática de lo habitual, sin requerir la atención consciente del sujeto.
No es un problema de la memoria sino más bien de la atención. De alguna
manera, es como si, no ocurriendo nada, es decir, sin nada que recordar, no
quedara huella en la memoria.
La experiencia de Carlos Vommaro no tiene puntos de contacto con este
escenario. El origen y el destino de su desplazamiento estaban separados por
Pagina 7 / 10
EL CASO VOMMARO
http://www.visionovni.com.ar/modules/news/article.php?storyid=11135
apenas 1.500 m. Por otro lado, su nivel de atención no se encontraba
precisamente bajo mÃ-nimos, intrigado como estaba por las misteriosas luces
que acababa de descubrir.
Más bien, lo que deberÃ-a contemplarse es algún proceso psicológico
desencadenado -directa o indirectamente- por la visión del insólito
fenómeno. No obstante, los detalles de este escenario están por concretar. A
mi entender, hay dos preguntas clave.
En primer lugar, podemos preguntarnos: ¿FUE EL TESTIGO CONSCIENTE DE SUS
ACTOS DURANTE ESE INTERVALO DE TIEMPO "PERDIDO"? Si fue asÃ-, Vommaro
habrÃ-a
decidido en el último momento "seguir" las luces con su vehÃ-culo en lugar de
acudir a avisar a su familia. Y en ello estaba, habiendo ya recorrido más de
una docena de kilómetros, cuando sufrió la amnesia que le privó de los
recuerdos de los últimos minutos inmediatamente anteriores. Ni siquiera pudo
recordar haber tomado la decisión de ir tras el fenómeno. Esta es una
posible reconstrucción de los hechos, pero hay otra alternativa. En el
escenario alternativo, el testigo habrÃ-a deambulado como un "zombie" tras el
fenómeno luminoso -sin acudir a su casa, como inicialmente habÃ-a pensado
hacer-. AsÃ- se habrÃ-a mantenido, conduciendo en ese estado obnubilado, desde
el mismo
momento en que dijo haber "perdido el conocimiento" hasta que lo recobró. La
cuestión está abierta.
La otra pregunta que se me ocurre hacer es: ¿QUÉ FUE EXACTAMENTE LO QUE
DESENCADENÓ EL PROCESO? ¿El desconcierto, la perplejidad suscitada por la
visión de algo "imposible"? ¿O bien algo más emocional: el miedo provocado
por aquella presencia desconocida?
Aparentemente, el testigo no fue presa del pánico hasta que volvió en sÃ-,
pero esto no descartarÃ-a que ya hubiera sido el miedo el auténtico
desencadenante de su particular estado. ¿PodrÃ-amos hablar pues de un
mecanismo psicológico de evasión de la realidad en una situación traumática?
No está tan claro como pudiera parecer. Porque, ¿cómo explicar entonces que
el testigo circulara tras el fenómeno durante alrededor de un cuarto de hora
en lugar de buscar refugio con su familia -¡que se encontraba allÃ- mismo!o incluso emprender la huida en sentido contrario? ¿Abona esto la tesis de
que no fue el miedo el factor clave y que el testigo quedó fascinado por la
visión de las luces y absorto en su seguimiento? ¿O todavÃ-a podrÃ-a
contemplarse la posibilidad de que decidiera conscientemente seguir dichas
luces y asÃ- lo hiciera durante kilómetros, sufriendo después la amnesia,
quizás en el momento en que empezó a sentir auténtico temor?
Queda en manos de los psicólogos arrojar más luz sobre este episodio. En
cualquier caso, debe de haber constancia de incidentes parecidos en los
archivos ufológicos, catalogados como episodios con "tiempo perdido",
Pagina 8 / 10
EL CASO VOMMARO
http://www.visionovni.com.ar/modules/news/article.php?storyid=11135
"teleportaciones", "abducciones"... La observación de un fenómeno insólito
(al menos "insólito" para el observador), ¿puede llegar a desencadenar un
pequeño episodio de amnesia como éste? Quizás la comparación de algunos de
estos casos permitiera comprender mejor los detalles aquÃ- discutidos.
------EpÃ-logo:
Quién iba a decir que por obra y gracia de unos ingenieros rusos, el
espÃ-ritu de los Vidal planearÃ-a sobre las alamedas de Ingeniero Huergo.
Cómo iba a imaginar Mario Benito Caponetto que, mientras comentaba con su
familia "...si es un 'plato volador' que nos arrebate para aparecer como ese
matrimonio que iba a Mar del Plata... asÃ- hacemos más rápido" [3], en otro
vehÃ-culo un joven Carlos Vommaro iba a perder un pedacito de su vida y a
conocer lo que es el miedo.
Quién le hubiera dicho a Vommaro que algunos forasteros acabarÃ-an
condecorándolo con una Teleportación en la interminable parada de los
encuentros con ovnis.
REFERENCIAS:
[1] "AnatomÃ-a de un 'flap' " (Angel A. DÃ-az), UFO PRESS, nº 21
(julio-sept./84).
[2] "A propósito de los avistajes masivos" (Guillermo Roncoroni), UFO
PRESS, nº 21 (julio-sept./84).
[3] "Caso Caponetto. Un extraño rectángulo luminoso" (Alejandro Chionetti),
UFOLOGIA, nº 2, año 1 (enero-marzo/81).
CONSULTAS
¿Alguien sabe ...
... si el fenómeno del 11/2/80 fue visto también en Chile, y en ese caso,
si dio lugar a algún incidente espectacular?
... si existe alguna fotografÃ-a del fenómeno?
... si alguno de los avistamientos (aparte de los casos Vommaro y Caponetto)
permitió establecer la duración del fenómeno de forma fiable?
ANEXO:
Heriberto Janosch informó en la lista Anomalist (noviembre de 1999) del
siguiente curioso caso:
Missing time, teleportación o secuestro?
Ha ocurrido un caso interesante en Virrey del Pino, provincia de Buenos
Pagina 9 / 10
EL CASO VOMMARO
http://www.visionovni.com.ar/modules/news/article.php?storyid=11135
Aires, hace unos dÃ-as: un conductor de auto de alquiler partió desde una
escuela a las 17 horas, pero no llegó a su destino. Los vecinos que lo
esperaban comenzaron la búsqueda, luego se incorporaron a la misma varios
patrulleros y un helicóptero policial.
A la medianoche los bomberos de Cañuelas (recordarán que se trata de la
misma localidad donde funcionaba la "clÃ-nica extraterrestre" de Jerez, ver
nota de Agostinelli en CdeU, especial de Ummo) lo encuentran con el auto
cruzado en medio de la ruta 205, a 150 metros del cuartel, aferrado al
volante, sin recordar nada de lo que le habÃ-a sucedido en esas nueve horas
Los testigo directos (5 CHICOS DE ALREDEDOR DE 5 AÑOS CADA UNO y que el
remisero transportaba en su auto desde la escuela a sus casas) afirman que
nunca dejó de conducir, iba para allá, venÃ-a para acá, paraba, parecÃ-a
desorientado, pero NUNCA DEJO EL ASIENTO DEL AUTO!
Si los testigos hubieran sido mayores el hecho no habrÃ-a acontecido. Si
hubiera ido sólo, quizá nadie le creerÃ-a (y su mujer menos!), y quizá algún
ufólogo hubiera sugerido una sesión de hipnosis para que "recuerde" lo que
le ocurrió en esas 9 horas ... casi seguro una abducción ET.
Por último, como los padres de los chicos denunciaron su desaparición, se
inició un proceso judicial penal caratulado "Secuestro"!
Qué proceso cerebral habrÃ-a causado esta "ausencia" en el remisero?
Pudo haber sido "disparado" por el stress producido por su situación
económica, tema que lo preocupaba mucho, de acuerdo a sus familiares?
Pagina 10 / 10
Descargar