*' ;r:T?ííísMi .A wmaum'MiáMií MÁ¡m^ LA CORRESPONDENCIA DE ESPAÑA Ediciones Mañana, Tarde y Noche. Madrid-Sábado 23 de Enero de 1915. AÍÍO XXVI.-NÚM. 20.800. EN EL ESTE ALEMÁN NO HA VARIADO U SITUACIÓN En Alsacia lucha encarnizadamente la Infantería En el resto de l a linea sólo hay duelos de eafión DOS SISTEMAS Las naciones han celebrado, en ciudades pequeñas y felices, asambleas memorables ,donde hablaron hombres eminentes, y tras W g d s y luminosas detiberadoae», q-uedó acordaá© ea ellas oondjcioniar la guerra, poner á. salve, en lo posible, la» vidas y h a c i ^ d a s de los n o <50»i>bati^t€s, dar g a r a n t í a s á los pacíficos y reservar todas las crueldades p a r a ^1 momento de la lucha en que ie disputa la victoria utilizando los m á s tremendos y perfectos sistemas de matar. No se creía en una conflagración como la que presenciamos los neutrales. Mas para el caso de ella ó d e contiendas menos horribles, fueron pactadais solemnemente humanitarias convenciones. En una de ellas se estableció que jamás se atacaría á ciudades abiertas, y que antes de procederse aJ bombardeo de una pJaza fortificada, se daría un plazo al veoinda^io para que, bien huyendo, ya escondiéndose, se pusiera al abrigo de la acción destructora de la artillería. Todas esas convenciones fueron aceptadas y firmadas {x>r Alemania. Y algtunas veces ha cumplido lo mandado en ellas. Cuando el sitio de Amberes, concedió unas horas de treg u a , a n t e s del ataque á fondo, horas que fue-ron aprovechadas por la pobdadón civH p a r a i m i r en masa á Holanda. Los aliados han respetado y respetan con Bscnqyulosidad los htimanitarios preceptos dé lais oonvenciones. H a s t a ahora no se pudo acusarles de nada en contrario. Tienen el dominio de los mares. Cuentan con formidables escuadras aéreas. Y no abusaron de sus ventajas para destruir urbes indefensas, por medio de ataques de cruceros, aviones ó dirigibles. , « ¡ E s que no pudieron!»—dirán los que se tapan los ojos y los oídos para que la evideibtía no bata en brecha la ciudadela espii^^iaá de sos prejuicios. Sí pudieron, \ vam o s á demostrarlo. E o d AA-iátioo, la escuadra austrohúngar a no se ha atrevido 5á operación alguna d e importancia. Embotellada en Pola y Cattaro, a g u a r d a pacientemente una ocasión de renovar los ya secos laureles de Lissa. Y todo el litoral de la doble Monarquía ha quedado A merced de la flota anglofrancesa del Mediterráneo, c Y esa flota se h a limitado á bombardear k>s fuertes de C a t t a r o y á impedir que los i«dreadnoughts» y cruceros de A4jstria-Hung r í a salgain de sus bases navales. Trieste y F'mme y R a g u s a y otros muchos puertos sig u e » indemnes. Desde ellos se vio com zozobra, muchas veces, cómo los acorazados de F r a i x i a é Inglaterra navegaban cerca de las playas, altivos, seguros de su incontrastable superioridad. Y nunca los poderosos cañones de sus torres blindadas giratorias fueron enfilados contra los muelles abarrotados d e "mercancías, las dársenas donde se alinean los vapores de o o m e r d o y, los edificios que se adéUfntkn hacia las agiuas adriáticas, mirán• dose en ellas. y refiriéndonos á Alemania, ¿ es que sus costas son inatacables? N o hablemos de las playas del Schleswig-Holstein, defendidas contra un desembarco, m a s no de un raid cuyos efectos se circunscriban al lanzamiento de cien bombas sobre poblaciones n o artilladas. ' E n el litoral limitado por los ríos E m s y Elba, las piezas de 340 milímetros de los árcadnougkts í n g l ^ e s podrían destruir no po^ ciudades ribereñas, sin que al hacerlo, di^U>s'bu«[u«s corrieran riesgos supremos. ¿ N o na hftfoUfoNtyurr-cottibate naval, al comienzo de las hústjfi<teáes,-«1 plena bahía de Heligoland? ^ N o ha_ desafiado Jellicoe, en distintas ocasibBeé, aprojdnsáíodbse téiaefariamente, á la escuadra germánica? U n a cosa es el bloqueo continuo, á la antigua—^posible cuando n o había submarinos ni minas flotantes—, y otra el moderno, sostenido desde bases estratégicas. Uña agresión súbita á las costas alemanas por los b g l e s e s , es siernpre tan posible como otra á las playas británicas, por los marinos de Germania. Lo que sucede es que cada beligerante entiende la guerra de una ínanera. No hace mucho que una flota inglesa, llevando á bordo una escuadrilla de aviones, acercóse á ese Gibraltar del Norte llamado isla de Heligoland. Los aparatos se elevaron de día y se dirigieron á Cuxhaven, v a n g u a r *lia de H a m b u r g o , bella ciudad, célebre por ' ^ sumas enormes que Alemania se ha g a s t a d o en su puerto. Los avjadores ingleses no «Jcjarpn caer una bomba sobre sus edificios. Ciñéronse á causar averias á los buques de Btiierra y á destrozar, m á s ó menos completáb a t e , un gasómetro y algunos c u a r t e l ^ , ^stvfvieron una lucha con las fuerzas aéreas •cotonas y luego se volvieron á sus buques, 2"*.l>abían rechazado, mientras, varias e m «•«stidas de los submarincw salidos del ElbaPudieron los hidroaviones de Albión haber *íTojado cuarenta ó cincuenta proyectiles in« n d i a r i o s sobre Ciixhaven ó sobre el cercano •"•"^^^urgiQ^ cooáestando asi al bombardeo de i las ciudades iiiarítinias indefensas de Scarborough, Hartlepool y Whitby, realizado varios días antes por una división alemana de cruceros rápidos. P e r o sus pilotos tenían otras órdenes. Y llevaron á cabo, simplemente, una operación militar. Aviadores ingleses y franceses han volado sobre Friedríshafenj á orillas del lago de Constanza, y sobre Freiburg, en el corazón áf.i g r a n ducado de Badén. Bombardearon cobertizos de zeppelines y estaciones de aeroplanos. No causaron víctimas inocentes. ¡ Y les hubiera sido tan fácil asesinar á unos cuantos hombres, mujeres y niños!... * Los aviadores alemanes han matado á infinidad de infelices en París, Dunkerque, N a n cy, Calais, Armentieres, Hazebrouck, Amiens, Amberes, Ipres, Varsovia, Lodz, Lowicz y otras {joblaciones de Francia, Bélgica y Rusia. Últimamente, h a n pasado sobre el condado de Norfolk, en la Gran Bretaña, y han hecho víctimas en Yarmouth, K i n g ' s Lynn Cromer, Bacton, Sherringham y otras ciudades costeras. ¿Objetivo militar? Ninguno. E n ei caso del raid de zeppelines las bases navales británicas, los • fuertes, los establecimientos dei r a m o de guerra, no han suifrido ningún daño. Cuando el ataque á las playas del D u r h a m y del Northriding—bombardeo de W h i t b y , Scarborough y Hartiepood—.pudieron los \mques alemanes subir algo más, y penetrando en el Firth of Forth, atacar á Rosyth. N o k> hicieron. E s t a b a dentro Jellicoe con sus dreadnoughts. Y se oontenitaron ocm la destrucción de un gasómetro, un h o t d , a^Uinos balnearios y unas cuanitas casas, y con la muerte de ochenta ó cien infortunadas, niños y mujeres en su mayoría. La otra noche ha sucedido algo igual. L a escuadrilla aérea teutona pudo, remontando el Támesis, aniquilar la estación de Sheemes, en la isla de Sheppey, ó el importantfeimo Woolwicli. U n o de sus aeroplanos fué visto allí cerca, sobre Gravesend. Ni Sheemes vÁ WooKvich recibieron un solo proyectil. Pero una pobre m a d í e , que á primera noche, tranquila en su alcoba, dormía, meciéndolo en sa& brazos, al hijito de su alma, h a sido destrozada—y también la criatura—por un casco d e bomba. No creemos que la doble desgracia en cuestión haya aurnemitado las probabilidades de victoria de las a r m a s invencibles dfel Kaiser. Y conste que las mismas ciudades defendidas no pueden ser bombardeadas sin previo aviso. Así lo acordaron representantes de las naciones que se dicen cultas. Asi fué cumplido siempre. ¿ E s q u e los bombardeos aéreos no son tales bombardeos? Los aliados creen que si. Y t e niendo aparatos magníficos y aviadores a u daces,^ n o consuman ni intentan siquiera esas heroicidades ultramodernas. f * Todo vuelo de aviones ó zeppelines sobre Inglaterra, toda agresión á las poblaciones abiertas del litoral británico tendrá consecuencias poco favorables para Alemania. Ya, desde Repington, el critico militar de The Times, á Ramsay M a c Donald, el laborista, piden la implantación del servicio obligatorio. Kitchener se regxx:ija viendo cómo los alfilerazos— así llama á esos raids aéreos y marítimos— aumentan e l número de volunitarios que acuden á inscribirse. Si los britanos, tan enemigos del cuartel, tan orgullosos dé sus libertades ciudadanas, aceptan la conscripKÍión—que puede darles millones de hombres—será debido principalmente á esos ataques imaginados, según dicen de Berlín, para aterraries... * Bueno e s que lodos nos denios cuenta o b ra. Aliados y au&trogermanos tienen de la g u e r r a conceptos distintos. Aquéllos se atienen á las convenciones p a c t a d a s . Estos no las observan. Dejémoslo sentado, por si algún día e s oportuno volver sobre ello. U campaña austroserbia Los serbios y sus adversarios. bio es en g*n€raJ muy duro y de pocas necesidades. El estado sanitario d d ejérdto serbio es perfecto; está animado de una moral excelente, y no se encuentra debilitado por enfermedades contagiosas. . Al contraró de todo esto, los pooob viajeros qíié llég^: de Hungría haWan de la desoladón y la miseria que.empiezan á invadir Hungría. Según los periódicos, Budapest está sin carbón, y esta privación provoca escenas casi tumultuosas. El periódico oficial la «Bosniische Post» confiesa que la desoladón e s tan grande en la capital d e Bosnia, que ame» naza cambiarse pronto en terror pánico. En Serbia, la situación permite pensar de manera optimista. Y así se discurre, tanto en los drculos políticos como en los militares. Por d momento no se cree en una nueva ofensiva austríaca; pero se asegura, sin embargo, que si se produjese un nuevo ataqtje, éste seria condenado á un fracaso tan completo como todas las tentativas ensayadas hasta el presente. .Los acontecimientos de Albania inspiran el m á s vivo interés. Se hace muy de notar que la acción llevada contra Essad pacha, que había logrado restablecer algo d orden en el país, ha sido iniciada m á s bien en interés de Alemania.» La nueva derrota turca Retirada difícil. i P A R Í S , 21. El corresptmsal de Le Matin en Peti-ogrado dice lo siguiente: «Perseguidos los turcos en su huida hacia Erzerum, el ejérdto d d Cáucaso logró darles alcance en la aldea de Jeniken, situada á 23 kilómetros al Norte de Hassan-Kala y á m e dio camino entre Erzerum y K a r a u r g a n . El 11." Cuerpo de ejército («omano h a sufrido en este combate, de dos días de duración, una nueva derrota. Este nuevo encuentro es muy significativo en el sentido de que indicií,que tos rusos hacían presión á la vez sobre los turcos por la retaguardia y en d flanco derecho, impidiéndole que se retirase hacia las positíones fortificadas de Kaprikeul, en donde hubiera podido oponer cierta resistencia y obligándole á tomar d camino de Jeniken-Erzerum, en el cual no encontrará el rrienor punto de apoyo que les permita atrincherarse para hacer un movimiento de defensa enérgica. Los turcos t e n í a n ' e n el teatro armenio de la guerra d n c o Cuerpos de ejército y caballería kurda. Estos e r a n : el i." de Constantinopla y los 9.°, io.° y 11.°, acuartelados en Armenia, m á s un Cuerpo de ejército l l ' ^ a d o de Moroull ó de Bagdad. Después de sus derrotas stioesivas, que le han hecho perder dos Ctierpos de ejército, & t e queda constituido por.75-000 ú 80.000 hombres, sobre poco m á s 6 menos. Las operaciones de las flotas aliadas Maman toda la a t e n d ó n dpi Estado Mayor general germanoturco, que concentró todas las tropas cerca de la metrópoli y no p u d o enviar refuerzos á Egipto. Importantes convoyes áe prisioneros turcos continúan llegando á TiflisEl 17 de enero, los torpederos rusos del m a r del Norte han echado á pique una g r a n g a b a r r a , la Georges, y algunos veleros turcos. » >>l De Cuxhaven deben haber salido los zeppe- ' Iines.» Toda la P r e n s a francesa comenta d raid y dice que se t r a t a de un nuevo atentado de los alemanes contra el def«d»o de gentes. ^ Cottientarios de «The Times». L O N D R E S , ií.'- E l crítico militar áe The Times, c o r o n d Repington, dice que d raid de* los 2q>pelines no h a tenido i m p o r t a n d a , y que debe t r a t a r s e de una prueba. Afirma también que, sin duda, los alemanes preparan un ataque aéreo m á s serio. Júbilo en Alemania. Felicitación del Kaiser. C O P E N H A G U E , a i . Según no'icias de Berlín, reina inmenso júbilo sn Alemama con motivo del vuelo de los zeppelines sobré Inglaterra. "La Prensa hace notar que los zeppelines han volado sobre el condado de Notfolk, sin que hayan sufrido la avería más leve. El Kaiser h a dirigido un telegrama de felicitación al conde Zeppelin. Le dice en él que es él almirante de sus flotas aéreasi La Prensa holandesa. • A M S T E R D A M , 2 1 . La Prensa holandesa publica enérgicos artículos condenando H «raid» aéreo sobre Inglaterra hecho por los zeppdines. Dice además que, sin duda, se repetirá éste en el próximo periodo de noches sin luna. ficultad de aprovisionarse l e s obligará á ata^ car rápidanMnte. Las fortificaciones del Canal d e Suez e s t á n consideradas cwno inexpmgnables. En tales condiciones, cualquier a t a q u e s e ' considera que fracasará y que no podrá ser repetido, pues el e j é r d t o britiinico bien prepar a d o perseguirá á las tropas que hayan p o dido escaparse de la línea de fuego, y tendrán que rendirse "en virtud de la falta de víveres y agua. Beduinos que se retiran. P A R Í S , 2 1 . Dicen de El Cairo que, según los relatos de los refugiados de Siria, los soldados turcos se hallan en un estado de a g o t a miento completo. Carecen de alimentos, d e r t ^ a s y de calzado. Los camellos se mueren de cansancio. Veinticinco mil beduinos reclutados en He* bron se han vuelto á sus aduares, declarando que el conflicto actual no es la g u e r r a s a n t a . Un vivo descontento reina entre las t r o p a s , especialmente en las de Anatolia. Los oficiales alemanes, en sus informes á Berlín, no aconsejan el a t a q u e á Egipto con tales tropas. Un refugiado oyó decir á un oficial apellid a d o von Koffmann: «Se nos h a ordenado a v a n z a r ; pero vamos á una muerte segura.» N o son buenas las relaciones entre tos oficiales alemanes y los oficiales turcos. La invasión de Eaipto El asalto de Cracovia. P E T R O G R A D O , 2 1 . E n Polonia la barta11a continúa en la orilla izquierda d d Vístula, p e r o hay pocos cambios que señalar. A consecuencia de un contraataque nooturw no, los rusos han reconquistado uma trincher a que los alemanes habían tomado cerca d e la aldea de Humin. Todo los alemanes q u e ocupaban la trincher a fueron muertos. Al Sudeste de R a w a los alemanes ham i»tentado dos veces tomar la ofensiva i to l a r . g o d d frente Goiki-Visowka; pero tos r e flectores de tes rusos tos descubrieron y fueron' diezmados por la artillería y las descarga* d e las fuerzas de iftfan4«-la. Al Este de Pietrokov un automóvil blindado alemán ha sido destrozado por tos proyectiles rusos. Dioese <pe d p'<rf)ern)ador de Cracovia h a ordenado la e v a c u a d ó n parciíd de la diidad y de sus barrtos extremos. L a s mujeres, tos viejos y los niños tienen un plazo de dos áiaa p a r a salir. L o s Bancos se han trasladado á Viena. I Dicese q u e en Cracovia faltan aprovísioaaimientes. pomienzo de disensiones. L O N D R E S , 2 1 . Desde El Cairo telegrafía al Daily Chronicle su corresponsal tspe^ dal: «La asodación, en Siria, de los turcos y de los alemanes es pKXX> satisfactoria, y la estación durante la cual es posible realizar una expedición contra E g i p t o toca casi á su término. I n d u s o d gerraanófilo exaltado Djemel p a cha, q u e manda d ejército de Invasiónf Comienza á desilusionarse. Me asegnjLra, eai efecto, persona bien er»terada, que se halla molesto con d modo d e tratarlo los oficiales alemanes. Pair«3e q u e ha pregomtado al de mayor jerarquía entre esos oficiales, van Falkenberg, si los alemanes n o se conslderaiban suficienitemente satisfechos con la influencia alcanzada en Constantinopla, y ha .jurado q u e si vom, Falkenberg pretendía darte órdenes ó actuab a en contra de sus instrucciones, él abandonaría su ejército y se volvería en ed a c t o á Constamlnopla.» El Canal de Snez. Las operacicnes rusas M I L Á N , 2 1 . Publica d Corriere deUa Será Los rasos en Plc^k. un t d ^ r a m a de Suez, que dice: P E T R O G R A D O , 2 1 . La admimsrtradáíf «El 29 de diciembre se presentó un oficial rusa funciona de nuevo en Ptodc, á oriUas d d turco al gobernador de T o r (en d golfo d e Suez, en la costa de la península d d Sinai) Vís.ttila. Se ha restablecido d servido die automóivi* ijitimándole la rendicióri de la d u d a d . les entre dicha d u d a d y Varsovia. El g<:*ernador quiso telegrafiar á S u e z ; pero vio que había sido ocM^da la Umea tdev gráficá. EJ parlamentario había sobornado á Soldados bdades. los vigilantes de la línea, que cortaron los jROMA, 22. Dtoen de Viena qu^ d frltt hilos. en los Cárpatos es horrible. Entonces d gobernador envió utia ooniuniDías pasados se les h d a r o n los pies á s<S cación por medio de u n a barca, á Gemsali, scddados de un regimiento austriaco de Inen la coata de África, p a r a informar aJ iefe fantería. de las tropas. DiarianrKnte son encontrados, muertos d r P e r o la barca fué detenida por un crucero inglés, d cual, enterado de la cuestión, mar- frto en sus puestos, numerosas centinela»- ^ Las operaciones están • ^ a l i z a d a ^ "^ *• chó á T o r para tranquilizar á la d u d a d . ^^ tomaAr. Los beduinos y los turcos, en númett» d e región carpatense. 20.000, con oficiales alemanes, se han retiraLos rusos y lc« austrohúngaw*' jT " « » o Crecida áti Rhin. d o á Ñachi, en el centro de la península. c u a r t d e s de invierno, y soto •* ™ las e * B A S l l L E A , 2 1 . El Rhin, á causa de las Un fuerte oontingienté se encuentra todavía caramuoean. últimas nevadas, h a experimentado una en El Arisch. g r a n crecida. . ' El canal se halla bien g u a r d a d o , y se cree La Coml^tomisióp-S'Pi«si>iJ««««» transpcw-tes fluviales están s u s ^ n Los que no hay que temer nada.» P A R Í S , 2 1 . y b a MjüwmsuJo 1^^ « " * « didos. í » h a reuniíictósníiai. Avance próximOé Las aguas cubren muchos m u d l e s d e mermÜMs*ro.f'«Qe se prononia ^ « s e M a r un p « x L O N D R E S , 2 1 . El «Daily News» ( » ^ cancías. ^®*t,*^v^auír>an.tan(to &» bonos d e la D e «Ha llovido m á s abundantemente *? estos Coacentración. r^^ Scional, y o t r o reiatrvo á u n a emásíéo t r e s últimos meses que en l o s . ¿ " c / ' * ^^' A M S T E R D A M , 2 1 . L o s alemanes hacen teriores, t a a t o en l a ^ n i n s u J ^ Í ! ^ ^ ° ^ grandes concentrad<me« de tropas á lo larTf^^r»iSión dio su oonsentamiento. g o de la frontera holandesa, por la psu-be en d d e s i s t o efe A r a ^ ' ^ o X a r ^ S á s " ^ " : g j ^ d i a a d o el estado de la industria. Clon favorable, ^ ^ ^ r a r q » e d avance d d de Westíalia. p ^ R I S , 2 1 . L a Comisión d d Comercio yi Dicen que e s porque d e ««se modo facili- poco tiempo, es « ^ ^ * ^ ^ ^ ^ j e S u e « se reali- t a .iMiustria s e h a reunido p a r a estudiar la« ejercite t u í w s g o s quince d í a s k> m á s tarde, tan el aprovisionamiento. zara de aquí qy^ hace supcmer próximo e? - e d i d a s q u e dd>an ser t<wnadas, con objeto Beriín sia ómnibuS'aatomóvOes. U t r a r ^ dificultad q u e e n c u a i t r a n los t0- d e ' d e s a r t o a a r el comejx^io y la i n d u s t ó a de A M S T E R D A M , 2 1 . L a autoridad mili- avance í^^^^p^Qgj, gy ejército, en el cual laS praaicia, resitaurar las industrias aj-ruaoiadae . tar ha e m b a r c a d o todos los ómnibus-auto- ^ I ^ e s son tan numerosas qae c o r r e r á pcwr la invasión y fabricar en territorio fraamóviles de Berlín. , j ^ i g r o d e la desaparición tokil de s u s íu*"" ofe tos productos que eran importadosi ,d» Los va á dedicar al transporte de tropas. %, q u e se d e v a n á 12.000 iKMnhres.» Alemania y Ausíria. El frió en los Cárpatos La situación en Alemania P A R Í S , 21. El corresponsal de «Le M a tin» en Nich escribe á este periódico: «Después de los últiinos esfueo-stos realizados por d e j é r d t o serbio, y q u e ha terminad o con la derrota m á s ocMnpleta que Austria haya sufrido mwica, Serbia ha puesto manos á la obra de rehacerse y prepararse á nuevos acontecimientos. Fueron diez y ocbo las bombas. Según las inform: :-'^''"*^ oficiales, austríaP A R Í S , 2 1 . Según .noticias de Lond-^' c a s y las estadísticas ; ¡bias, los austríacos las bombas arrojadas por los zcppdin^ ®" tenían á iines de octubre 150.000 hombres Inglaterra fueron 18. fuera de combate. Sobre K i n g ' s Lytw cayea-'n s » t e Sobre Yarmouth, cuatrrDespués d e esta t e d i a hay que a u m e o t a r Sobre Sherringlam, a»atroesta cifra con 60.000, y añadir o t r o s 60.000 Sobre Dersinglam, «naprisioneros hechos por los sertwos. Sobre Günstófl, una. De e s t a suerte, d número d© los austriaLa Temps dioe que dé» t r a t a r s e de un enoos fuera de combatie se deva. á 270.000 homsayo y q u e faltan o o t í d a s q u e p«-mita» darse bres, ó sea cinco Cuerpos de e j é r d t o . P o r Viu p a r t e , los serbios han sufrido i g u a l - cuenta de lo sucedido con exactitud. «Los alemanes—agrega—han querido « n mente pétxüdas considerables; pero gracias al , vigor de la raza, las heridas de sus soldados J duda probar que d raid mglés sobre Cu^d»a s cieri;ao j p u ^ r á p á d a n a o o ^ £ t aoidodo IIBP> 1 v)w «> *» te^ía oawa**? graa daéo. El <raid> aéreo atemán Diflcoltades iosoperables. E L C A I R O , 2 1 . Los oficiales a t ó n a o r a que organizan la invasión de Egipto han p r o testado cerca, de Constantinopla contra d avance de las pocas fuerzas de q u e disponen ix> yx, .0= ,^,^v«i« . 7 t , „-*..aU»<i y en las condiciones de organización a ^ ^ * La Puerta Puerta h h aa dado dado por por i m c a r e s p u e s U J a ordesi d e que dicho avafloe debe ó « : t u a r ^ inmediatamente y á toda costa. , .. • A medida que la concentración d d ejército turco en d Sur de Palestma hace p r o g r ^ o s , kis dificultades de transporte y <í« .g"J*^'*'*** namiento s o n c a d a día maywe». Soto hay un ^ m i ^ o l o r donde puedan fuerzas i m p o r t a n t e . £1 minJstaH) de Obras públicas. P A R Í S , 3 1 . Ante la ComiMÓn de O b r a » púbtócas h a tnfOTmado d mitiistro d d ramo* E s t e dijo que, á causa de la guerra, fund o j i a b a nauy k f ^ u l a r m e n t e d s e r v i d o d o tremes, y que había < ^ estudiar la c»iesHo« ' tremes, y que IK*"»» H ^ -•' ~ • . j ^ transportes iirtejriores por aguaJ ^^^^^^^ ^ ^ O e U t r a l e S Lo que dice im yanqui. N U E V A Y O R K , 2 1 . The New York Tjf* mes oubfica u n a nueva c a r t a d d rector de l a Universidad de H a r w a r d . El autor msiste eft . la responsabilidad contraída fwr Aáemaxua, ^ . ^ ««^^k^dD» S t a U M « Í deierto, i « e t ó r a . tanto. U duI t«mu>« d«aeadw