telectuales, muchos historia- dores, mucha gente de la que habla

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telectuales, muchos historiadores, mucha gente de la que
habla con cierta ampulosidad
de sus conocimientos históricos, no parece que hayan tenido tiempo de analizar que han
pasado cerca de 50 años desde el final de la 11 Guerra Mundial y que las sociedades que
vivían en la ex-Yugoslavía 50
años después de la Guerra tenían poco que ver, incluso generacionalmente con las gentes que vivieron esa 11 guerra
mundial... Todo lo contrario, la
inmensa mayoría de la gente
que yo he conocido de la ExYugoslavía, la gente culta, la
gente decente, la gente sencilla pero sensible, la gente que
vive en ciudades, mezclada
unos con otras, otras con
unos; casados entre serbios y
musulmanes; musulmanes y
bosnias y todas las combinaciones posibles ... Esta gente
no sólo se había olvidado de
viejos enfrentamientos, sino
que no quería volver a enfrentar su futuro sobre bases étnico-religiosas, sino sobre bases ciudadanas. Y es a esta
gente a la que hemos traicionado más al caer ·en la trampa
en que nos han metido los radicales serbios, que es hablar
de etnias y de religiones en
vez de hablar de ciudadanos y
ciudadanas con sus derechos,
sean cuales fueran sus orígenes. Y eso es lo que hace que,
por ejemplo, los dirigentes occidentales, y los medios de comunicación en muchas ocasiones, hablen de serbios, croatas y musulmanes, en un conflicto, en vez de hablar de demócratas -de todas las etnias
y religiones y convicciones, incluyendo a los ateos y sin ningún tipo de pedigrí- que quieren simplemente vivir en una
sociedad democrática. Esta es
la gente a la que hemos traicionado desde el principio. Los
que hemos dejado bastantes
pedazos de piel en esta gue-
rra, primero allí y sobre todo
fuera, intentando que se entienda el conflicto, lo que más
nos ha preocupado es que en
cualquiera de las opciones
que se han planteado en la
negociación se olvida que
existen ciudadanas y ciudadanos que no quieren ser serbios, ni quieren ser croatas, ni
quieren ser musulmanes. Aunque lo sean. Quieren ser ante
todo ciudadanos, como tú o
como yo, sin tener que poner
el 'pedigrí' encima de la mesa
a la hora de, por ejemplo, hacer esta entrevista.
Esa es la gran gente a la
que en buena medida hemos
traicionado, y por eso yo insistiré cada vez que me pregunten algo sobre el conflicto con
algo que para mi es obsesivo: .
hay que empezar a hablar de
ciudadanía frente a valores étnico-religiosos; hay que empezar a hablar de valores universales, de derechos humanos,
de derechos civiles, de derechos de la mujer frente a derechos de serbios o de croatas,
o de ... no quiero hablar de
nuestro país, pero sobre todo
se trata de defender el derecho de la gente como seres
humanos. No entender esto,
no aceptar que esta es la gran
batalla, es la gran trampa. Eso
es lo que ha llevado a una po1ítica europea contradictoria,
cobarde, insuficiente y en muchos casos cómplice con ese
discurso étnico-religioso.
Por responder un poco a tu
primera pregunta, creo que es
evidente que cualquier solución
constitucional y política que se
dé al fin de la guerra en Bosnia
debe tener en cuenta que la
mejor gente de aquel país, la
que más ha sufrido y que más
está sufriendo, lo hace por que
no quiere vivir en Estados étnicamente puros.
- ¿Que ocurrirá con el futuro de Bosnia? Ya se empieza a
hablar de una ayuda análoga al
Plan Marshall para reconstruir
los destrozos de la guerra en la
exYugoslavia, un tema en el
que parece que la Unión Europea debería volcarse ...
- Evidentemente, Europa
tiene una gran deuda con los
pueblos de la exYugoslavia.
Creo además que nuestros dirigentes lo empiezan a entender así. No digo que tengamos
una responsabilidad directa;
no se puede decir que Europa
sea corresponsable de lo que
haga Karadzic ... Pero sí somos corresponsables porque
desde el principio hemos tomado decisiones -o hemos
omitido tomarlas cuando deberíamos haberlo hecho- y
éstas han jugado un papel
muy importante en la prolongación del conflicto y en el sufrimiento de centenares de miles de personas que han perdido a sus familiares o que se
han visto obligadas al exilio o
al desplazamiento. Hay sin duda una responsabilidad moral
y política que ahora, espero
que al menos, implique, a través de la mala conciencia que
esto genera, un esfuerzo financiero importante. Porque
también sabemos que no habrá paz en los Balcanes si no
nos lanzamos lo antes posible
a un Plan de Reconstrucción
que muestre a la gente que ha
caído en el error y en el horror
de esta guerra, que la paz no
solo es posible, sino que da
siempre más resultados que la
guerra. Y eso requiere un plan
financiero importante.
Ahora bien, yo espero que
ese esfuerzo financiero tipo
'Plan Marshall' tenga muy en
cuenta en sus programas de
cooperación que la variable derechos humanos y la variable
de defensa de las ciudadanas y
ciudadanos debe ser una variable muy importante, determinante, en ese plan. Es decir, no
podemos hacer un plan Mars-
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