Consortiums are the key in the SIEF process

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Los consorcios industriales son claves
para el éxito de REACH
Para muchas empresas, los consorcios son la clave del proceso de registro a través de FIIS conforme al Reglamento REACH. Los consorcios son entidades independientes del FIIS propiamente dicho, un subgrupo formado por las principales empresas de un determinado FIIS para intercambiar información y elaborar conjuntamente los expedientes necesarios. Diversas empresas con mentalidad similar Marko Grčar es el Director de Seguridad de los Productos y Asuntos Reglamentarios de Belinka Perkemija, d.o.o, una empresa eslovena de mediano tamaño que está entre los mayores productores de compuestos de peróxido de Europa Central. La empresa participa actualmente en tres FIIS. «El FIIS de peróxido de hidrógeno es el mayor en el que participamos, con unos 1.000 solicitantes de prerregistro», señala Marko Grčar, para quien todos los FIIS son únicos y son las propias empresas quienes deciden qué grado de actividad desean tener en el proceso de registro. «Trabajamos en consorcios y nos resulta muy beneficioso», afirma Grčar. También Harrie Camps, Directora de Asuntos Reglamentarios y Gestión de Productos de la empresa Saudi Basic Industries Corporation (SABIC) de los Países Bajos, está encantada con la cooperación que tiene lugar en los consorcios. «SABIC es una de las cinco empresas petroquímicas más importantes del mundo y nos consideramos afortunados cuando descubrimos que casi todos los FIIS en los que participamos contaban con un consorcio industrial», afirma Camps. «Tenemos que registrar unas 150 sustancias diferentes y participamos en FIIS de diverso tamaño, desde los formados por 100 empresas hasta los que tienen 3.000 o 4.000 participantes». Lorette van de Mast es la Jefa del Proyecto REACH de AkzoNobel Industrial Chemicals, también radicada en los Países Bajos. Esta empresa es la mayor productora europea de sal al vacío y una importante proveedora de cloro, sosa cáustica, ácido hidroclórico, cloruro férrico, tratamientos químicos del agua, dimetiléter y MCA. «Participamos en unos 20 FIIS actualmente, que oscilan entre 100 y 4.000 participantes», señala van de Mast. La posibilidad de intercambiar información y compartir la carga Los consorcios ofrecen enormes ventajas a los participantes. Una de las más importantes es la capacidad de intercambiar información. «En los consorcios compartimos información sobre las sustancias y trabajamos en colaboración», explica Marko Grčar. «Todos los miembros de un consorcio tienen derecho a recibir los documentos de registro, tanto si la empresa es el solicitante de registro principal como si es un miembro activo o pasivo», continúa Grčar. «Los consorcios son importantes porque permiten hablar con otras empresas cara a cara y colaborar para cumplir un determinado plazo», señala Harrie Camps. Además, las empresas que pertenecen a un consorcio pueden compartir la carga de trabajo que genera el cumplimiento de requisitos complejos. «Los consorcios tienen la capacidad técnica, jurídica y financiera necesaria para cumplir el plazo y los complejos requisitos de la norma REACH. Es una carga compartida», afirma Camps, quien continúa explicando cómo colaboran distintas empresas en estos FIIS para alcanzar un mismo objetivo y plazo. «Por ejemplo, un consorcio tiene 51 miembros que pertenecen a un FIIS con más de 1.000 solicitantes potenciales de registro. Los FIIS, en general, sólo funcionan si cuentan con miembros dispuestos a formar un consorcio. Para ello es necesario que alguien asuma el liderazgo», asegura Camps. «Es un trabajo en equipo para cumplimentar los expedientes de registro que se van a presentar», recapitula Lorette van de Mast. Asumir la responsabilidad Los entrevistados tienden a transmitir el mismo mensaje a sus colegas de toda Europa: recuerden que el 30 de noviembre de 2010, que es la fecha límite establecida en REACH para registrar la mayoría de sustancias peligrosas y las sustancias con mayor volumen de producción, está a la vuelta de la esquina. Además, el 3 de enero de 2011 es la fecha límite para las notificaciones CLP. Van de Mast recuerda que el reloj corre. «AkzoNobel Industrial Chemicals trabaja en FIIS que son muy activos, pero esto no ocurre en todos los FIIS. Por consiguiente, animo a las empresas a ponerse en marcha», dice Lorette van de Mast. Harrie Camps comparte esta idea y aconseja a las empresas que asuman su responsabilidad. «Hay que formar consorcios. REACH es una norma compleja con muchos requisitos de información», afirma Camps. «La ECHA, la Comisión y el CEFIC (Consejo Europeo de la Industria Química) deben facilitar la formación de consorcios en los FIIS que carecen de liderazgo y que necesitan ayuda externa para cumplir los plazos marcados en REACH», continúa Camps. Para este tipo de cuestiones, la Comisión Europea, la ECHA y las asociaciones industriales han constituido el denominado Grupo de Contacto de Directores. El principal objetivo del Grupo de Contacto es asegurarse de que se cumplan los fines de REACH: la seguridad de uso de las sustancias químicas y el funcionamiento del mercado interior de la UE. Además, van de Mast y Camps creen que este proceso es importante para el conjunto de la industria. «Se trata de una tarea difícil, pero podemos demostrar que esta industria es capaz de cooperar», afirma van de Mast. «Hay que hacer todo lo posible para garantizar la seguridad de las sustancias que manejamos y para consignarlas en expedientes, no sólo porque lo digan las autoridades, sino por el bien de nuestros clientes», añade Camps. «Todos debemos aportar nuestra contribución a esta industria», concluye. 
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