Publirreportaje ejercito de chile www.ejercito.cl / [email protected] Juramento a la bandera Compromiso con la Patria Hace 129 años, un 9 y 10 de julio se gestó en el poblado de La Concepción, en la sierra peruana, la hazaña más heroica de la historia de Chile. Es por ello que se instauró en esta fe- cha el Juramento a la Bandera, donde los jóvenes soldados del Ejército, en homenaje a nuestros héroes de La Concepción, reafirman su compromiso con la Seguridad y Defensa del país. 9 y 10 de julio de 1882, Combate de La Concepción La hazaña más heroica de la historia de Chile En la Guerra del Pacífico, 77 jóvenes al mando del capitán Ignacio Carrera Pinto dieron el mayor ejemplo de heroísmo y amor a la Patria: en inferioridad numérica resistieron hasta la muerte el ataque de las tropas adversarias. P rotagonizaron la hazaña más heroica de la historia de nuestro país: el Combate de La Concepción, gesta en la que 77 jóvenes del Ejército de Chile nunca se rindieron, optando por entregar su vida por la Patria antes que ser sometidos por el adversario. Fue en los primeros días de julio de 1882, cuando la 4ª Compañía del Batallón Chaca- buco 6° de Línea, al mando del capitán Ignacio Carrera Pinto, recibió la orden de tomar posesión del pequeño poblado de La Concepción, en plena sierra peruana. La campaña militar en la zona no era fácil para las tropas nacionales. La Concepción constituía el punto más débil de la línea chilena y se encontraba rodeada por las milicias y montoneras del general Avelino Cáceres, apodado por sus connacionales como “El Brujo de los Andes” por su gran habilidad para moverse por la sierra peruana. Carrera Pinto lideraba la pequeña unidad que contaba, además, con los subtenientes Arturo Pérez Canto, Julio Montt Salamanca y Luis Cruz Martínez, junto a otros 73 soldados. El 6 de julio de 1882, el Ejército chileno ocupaba La Concepción, tomando posesión de la plaza central de la aldea. Al frente se encontraban las tropas adversarias, conformadas por 300 soldados de línea y alrededor de 1.500 indios, al mando del coronel Juan Gastó. El 9 de julio, los 77 héroes se preparaban para combatir. La idea de Carrera Pinto era resistir hasta que llegaran los refuerzos al mando del general Estanislao del Canto. Tras un vigoroso “Viva Chile”, los 77 bra- víos soldados se ubicaron en sus puestos de combate con la idea clara de que la rendición no era una alternativa, que no habría forma alguna de capitulación. Así comenzó la desigual batalla, con los chilenos resistiendo a pesar de la clara inferioridad numérica. En medio de la lluvia de fuego, tras unas horas, ya no eran más de una doce- “¡Los chilenos no se rinden nunca!” Desarrollo del combate A las 14:00 horas del domingo 9 de julio, los soldados chilenos observan el descuelgue de las fuerzas peruanas desde los cerros que rodean La Concepción. El coronel Juan Gastó, a cargo de las tropas peruanas, manda un emisario a Carrera Pinto con una nota que lo instaba a rendirse. El nieto de José Miguel Carrera rechaza la oferta. Las tropas peruanas comienzan a disparar desde las colinas. Carrera reparte a sus soldados en los cuatro accesos a la plaza. Las tropas adversarias atacan la plaza, donde son recibidas con descargas cerradas de parte de los chilenos, causándoles grandes bajas. Pero la presión es insostenible y los defensores se repliegan al cuartel. Carrera Pinto, para aliviar la presión, lanza una carga a la bayoneta, dispersando a las fuerzas peruanas. El coronel Gastó llama a rendirse a los chilenos. Confiados en que pronto llegarán refuerzos, los defensores se niegan otra vez. Alrededor de las 19.00 Arengó el subteniente Cruz Martínez a los últimos sobrevivientes de la compañía. na y las municiones eran escasas. Al amanecer del 10 de julio de 1882, la heroica resistencia seguía en pie. A esa altura, sólo sobrevivían Arturo Pérez Canto, Luis Cruz Martínez y ocho soldados. Ante un nuevo ataque, Pérez Canto ordenó a sus hombres: “Al ataque, valientes del Chacabuco”. En ese instante, cayó Pérez Canto y cuatro de sus valientes. Luis Cruz Martínez y los otros cuatro sobrevivientes se replegaron. “Mi subteniente, terminemos de una vez”, señaló uno de los soldados. -¡Chilenos, ríndanse! ¡Ríndanse y les perdonamos la vida! -señaló una voz desde el bando adversario. -¡Señores, los chilenos no se rinden nunca! –manifestó el subteniente Cruz Martínez, a lo que agregó: “¡Soldados del Cha- cabuco, a la carga!”. Los cinco héroes aferraron sus fusiles, nivelaron sus bayonetas a la altura del pecho y se precipitaron a la carrera. En pocos segundos, todo indicio de combate había desaparecido. Cuando el general Del Canto arribó al lugar sólo pudo contemplar el desolador espectáculo. La bandera chilena fue la única que sobrevivió al combate y permaneció izada hasta la retirada de los peruanos, quienes apresuraron su partida al percatarse de la llegada de refuerzos tricolores. El emblema fue guardado por el general Del Canto y, desde 1982, permanece custodiado y en exhibición en la Escuela Militar, como uno de los símbolos de la gesta más heroica de la historia de Chile. Nuestros héroes horas, los peruanos logran acercarse al cuartel y le prenden fuego al techo. Cerca de la medianoche, Carrera Pinto fallece al recibir una bala en el pecho, mientras encabeza una salida. quedan con vida el subteniente Luis Cruz Martínez y cuatro hombres más, ya sin municiones. Juntos deciden salir a enfrentar al adversario, en la que sería su heroica última acción. El número de combatientes chilenos se reduce considerablemente. En el mando se suceden los subtenientes Julio Montt y Arturo Pérez Canto, quienes también mueren. En la mañana del 10 de julio, alrededor de las 09.00 horas, sólo Ésta es la relación de fuerzas que debieron enfrentar los chilenos frente a los indios y soldados regulares que componían las fuerzas peruanas. Al mando del capitán Ignacio Carrera Pinto, 77 jóvenes chilenos entregaron su vida por la Patria y protagonizaron, a sangre y fuego, la mayor gesta heroica que recuerde nuestra historia militar. Enfrentados a 300 efectivos y cerca de 1.500 indios peruanos, los soldados del Regimiento Chacabuco murieron sin bajar jamás la guardia, quedando sus nombres grabados en la historia de Chile. Capitán Ignacio Carrera Pinto Subteniente Julio Montt Salamanca Descendiente directo de José Miguel Carrera. Siendo parte del Batallón Chacabuco combatió en las batallas de Chorrillos y Miraflores. Luego fue nombrado capitán de la 4ª Compañía, encontrando la muerte en La Concepción. Oriundo de Valparaíso y pariente del presidente Manuel Montt, participó en las batallas de Chorrillos y Miraflores. Tenía 20 años al encontrar la muerte. Subteniente Arturo Pérez Canto Días antes de la Batalla de La Concepción le envió una carta a su madre señalando que no temía a la muerte y que le honraba dar la vida por la Patria. Subteniente Luis Cruz Martínez Nacido en Molina, tenía 16 años cuando murió en el poblado de La Concepción. Fue uno de los últimos soldados chilenos que enfrentó a las tropas adversarias. El Ejército de Chile saluda a los más de 13.000 efectivos que hoy juran a la bandera y prometen entregar su vida por el país si fuese necesario, tal como lo hicieran los 77 chacabucanos que murieran defendiendo el pabellón nacional en la gesta heroica de La Concepción.