VIEJOS RECUERDOS, SAVIA NUEVA Remembranzas de un cantor del Orfeó de Sants Por Manuel Costa Mi padre, en compañía de sus dos que hermanos, ingresó en el Orfeó a la edad de 16 años. Por tal motivo los primeros años de mi vida fueron unidos al canto coral, toda vez que, además de asistir a todos los conciertos que se hacían en la Entidad, mi padre los domingos, por la mañana, en casa, tenía por costumbre cantar. Desgraciadamente a raíz de la escisión que se produjo en el Orfeó allá por 1925 mi padre decidió no separarse pero si dejó de asistir, entonces empezó para mí una etapa totalmente vacía .. Cuando tenía diez años se proclamó la República y entonces por las calles de Sants, vi ondear por primera vez la bandera catalana, empecé a oír hablar de Cataluña y en empecé a conocer la Historia que hasta entonces me habían escamoteado y que a mí me entusiasma, y al asistir durante tres años consecutivos en las colonias escolares que organizaba el Ayuntamiento de Barcelona, tuve ocasión de admirar el paisaje de alguna de nuestras comarcas y también aprender a bien de Dios de canciones catalanas que allí nos enseñaban, canciones educativas la mayor parte del maestro Llongueres .. Por aquellos años y coincidiendo con estos hechos, mis padres decidierion volver al Orfeó, entonces tanto por una cosa como por otra, empezó para mí una etapa maravillosa para todo lo que iba descubriendo, asistíamos a todos los actos del Orfeó , funciones teatrales, conciertos, audiciones de danzas y sardanas (aprendí a bailar su enseguida bajo la maestría de mi padre). Excursiones, encuentros, etc, que significaba descubrir admirar todo el tesoro de las canciones, danzas y cultura catalanas, tradiciones, país historia, etc... Todo lo que me habían escondido en la escuela. Hasta entonces habíamos sido sometidos a la dictadura de Primo de Rivera. Mis entusiasmos por todo lo que iba descubriendo fueron incrementando a medida que transcurrían los años, en el Orfeó encontraba todo lo que necesitaba, incluido cursos de catalán que impartía el maestro Luis Vaqué. Justo cuando cumplí los 16 años todo se derrumbó, comenzó la guerra civil, el local del Orfeó fue ocupado por fuerzas anarquistas que instalaron un centro de sus "patrullas de control", el Orfeón quedó por estos hechos inactivo hasta junio de 1937 que, tras los hechos de mayo, que significaron entre otras cosas la desaparición de las "patrullas de control", permitió que la gente del Orfeó recuperara su local, gracias a las gestiones de su presidente Sr. Oliva. Se reiniciaron las actividades aunque muy escasas, pues la guerra se llevó la mayor parte de la juventud y yo mismo fui también movilizado a la edad de 17 años. No volví a casa licenciado hasta los 22 años, fue el sábado día 4 de julio de 1942 y el lunes día 6 ingresé con un gozo y emoción indescriptibles como cantante en el Orfeó de Sants, al lado de mi padre. Encontré un Orfeón bastante cambiado debido a la situación política, todo se tenía que hacer en castellano, el Orfeó se llamaba "Orfeón", el teatro en español, las canciones en cualquier idioma que no fuera el catalán, nada de cursos de catalán, ni sardanas, ni nada de nada, yo creo que incluso nos privaban de respirar en catalán. También la Directiva de la Entidad era nombrada desde la "Jefatura de las FET y de las JONS", entonces supe que nuestro local, al entrar en Barcelona las fuerzas que ganaron la guerra, fue también ocupado durante un año y medio, no se pudo recuperar hasta mayo de 1940, gracias a las gestiones de varios asociados, apoyadas por personas adictas al "régimen" pero que no veían con buenos ojos que se destruyeran todos los centros culturales y artísticos de Cataluña, como pretendían los ganadores de la guerra. Una vez más el Orfeó se había salvado, mientras durante la borrasca desaparecían de Sants, el Círculo, el Casino y otras Entidades todas ellas puramente recreativas Como consecuencia de esta situación, recuerdo que el local de la UEC, Entidad donde también había ingresado como asociado, tuve una discusión con unos compañeros, relacionada con el Orfeó, que consideraban que era improcedente colaborar con el actual situación, yo mantuve resueltamente el criterio que había que, por encima de todo, mantener activas las Entidades, que esto no significaba una colaboración con el régimen, como sostenían ellos, sino más bien una resistencia, confiando en que así, si nos manteníamos con firmeza, la situación podría ir cambiando y con el tiempo poder seguir aquella tarea que con tanto acierto habían iniciado nuestros padres. Pasaron los años haciendo buenamente lo que te permitían hasta mediados del 1947 (?) Que al haber cambiado la situación internacional, como consecuencia de la finalización de la guerra mundial con la victoria de los países democráticos y la consiguiente desaparición de las dictaduras europeas, el dictador de nuestro país, creyó conveniente suavizar el régimen político que había implantado para congraciarse con los países ganadores y entre otras medidas, tomó la de que las Entidades establecidas pudieran ya celebrar asambleas de socios y nombrar los consejos Directivos de las mismas, tal como se establecía en los reglamentos de las propias Entidades Hay que hacer constar, antes de seguir adelante, que durante estos años 1940 a 1947 en el Orfeó se desarrollaron las siguientes actividades: Teatro a cargo del cuadro escénico de la Entidad, conciertos corales, audiciones de danzas, también se mantenía activa la Sección de Cultura Física, con sesiones de gimnasia y la introducción del ping pong, deporte del que formaron varios equipos de jóvenes, chicas, infantiles y veteranos que debidamente federados, participaban en campeonatos y torneos. También se constituyó la Sección de Música de Cámara de qué Junta de Gobierno en formé parte con el cargo de Secretario, que cuidó de organizar varios conciertos en nuestro local. En cambio, ignoro por qué motivo, se mantuvieron inactivas las Secciones de Excursionismo y la Biblioteca. Creo que la actuación más destacada del Cuerpo Coral, durante estos años, fue la interpretación de los corazones interiores de la opera Parsifal en el Gran Teatro del Liceo. Otra cosa a destacar por su significación y por la gran cantidad de socios que participaron, fue la excursión de fin de curso que se convirtió en colectiva, en el Valle de Núria, y que tuvo lugar el 16 de julio del 1944, donde nos trasladamos en un tren especial, totalmente lleno, cantamos en ese Santuario los Gozo a la Virgen y estrenaremos una salve que el mismo maestro Pérez Moya había escrito para este fin. Estoy seguro de que fue la primera vez que desde Sants salía una expedición colectiva para visitar Nuria. Celebrada la primera asamblea de socios de la posguerra, se forma el primer CD Democrático, del que formé parte como secretario, la primera gestión de todos los nuevos consejeros fue la de presentarnos a la "Jefatura de Policía del Distrito", donde habíamos sido citados, para tomarnos la afiliación y fichar-por haber aceptado ser directivos de una Entidad "rojo-separatista" La segunda gestión fue la de abrir y reactivar inmediatamente la Sección de Excursionismo y Fotografía y la Biblioteca, empezando a sacar el polvo a cumulada durante ocho años de clausura, tanto en las dependencias como en el material y luego clasificar libros y ordenar fichas por un lado y por otro organizar excursiones, campamentos, exposiciones de fotografías, etc Pasaron tres años durante los cuales poco se podría explicar, únicamente el hecho de que por acercarse la fecha del cincuentenario de la fundación de la Entidad, los que formábamos CD decidimos que había que renovar la composición del mismo, procurando dar entrada a asociado que por su personalidad y vinculación al Orfeó, pudieran dar a dicha efeméride el relieve y brillo que la Entidad merecía. Y después de una asamblea bastante inquietante quedó constituida la Junta del Cincuentenario, los primeros cargos de la que fueron ocupados por los Sres. Rafael Masclans, presidente, Jaume Masdeu, Sub-presidente, y Vicenç Fusté, secretario. El padre del Sr. Masclans era del grupo de fundadores del Orfeó y también había sido presidente, dio entrada como asociado a su hijo desde muy joven, y éste había asistido a todos los actos que se celebraban desde el palco que tenían permanente mente alquilada la familia Masclans, pero nunca había intervenido en ninguna actividad. El primer paso que dio el Sr. Masclans al ser elegido presidente, fue visitar al maestro Pérez Moya para decirle que había aceptado la presidencia del Orfeó con el propósito de hacer un buen trabajo y con esa intención la iba a ver como la persona más idónea que él conocía para hacerle la siguiente pregunta. "¿Quiere explicarme qué es un Orfeón?", Por toda respuesta el Maestro le entregó un ejemplar del libro "Por nuestro ideal" del maestro Lluís Millet y le dijo "aquí encontrará la respuesta a su pregunta". Hay que tener presente que los del "régimen" además de clausurar las Entidades, habían también desarticulado la "Hermandad de Orfeones de Cataluña", organismo que desde su constitución, había cuidado de orientar y difundir por todo el país las actividades de nuestros orfeones. Convencidos los directivos de nuestro Orfeón que era muy necesaria la reconstrucción de dicho organismo, empezaron a entrevistarse con directivos de los orfeones Catalán y Gracienc, para interesar a realizar gestiones para conseguir este fin, en todas partes encontraron muy buenas palabras, pero nulo • la decisión, verdaderamente había mucho miedo, y la cuestión era muy delicada debido a la situación que vivía el país. Se iniciaron las fiestas del Cincuentenario con un acto de apertura que se celebró el 10 de diciembre de 1950 (coincidiendo con la fecha de aparición del primer manifiesto de constitución de nuestro Orfeón, 50 años atrás) los actos programados fueron, asistencia, a una misa en la Parroquia de Santa María de Sants oficiada por el párroco Mn. Alomà, presidida por nuestra bandera, que se coloca junto al Altar Mayor, ya la que fueron invitadas todas las autoridades de la ciudad y entre otros los que asistieron, fue el Alcalde Sr. Barón de Terrades, a la salida de la iglesia se soltaron un gran bandada de palomas mensajeras de la Sociedad Colombófila de Cataluña, ya continuación se bailaron sardanas y danzas en la plaza. Por la tarde a nuestro local se celebró un concierto de dos partes, en medio de las cuales realiza una magistral disertación nuestro consocio Octavi Saltor, el programa de estos actos se había impreso en catalán, era la 'primera vez que se hacía desde la finalización de la guerra civil. La consecuencia fueron dos denuncias, una contra la imprenta Morera por haber impreso un programa en catalán haciendo constar que era del Orfeó de Sants, y el otro contra el alcalde de la ciudad "Por haber asistido a un actor de afirmación catalanista”. Inmediatamente el Sr. Masclans se personó en el Gobierno Civil, pagó la multa impuesta a la imprenta y a continuación se entrevistó con el propio Gobernador Civil exponiéndole por qué motivos los catalanes hacemos las cosas en catalán, y fue tan convincente y razonable, que, en el Finalmente, el gobernador, a petición del Sr. Masclans, haga un donativo para colaborar en las fiestas del cincuentenario doblando la cuantía de la multa impuesta. También se entrevistó con el jefe de departamento de censura de donde habían partido las denuncias y luego con el alcalde que haga tres donativos, uno del Ayuntamiento, otro cono gerente de "La España Industrial" (Sus antecesores en el cargo habían sido los padrinos de nuestra bandera) y otro como particular, asociándose además a la Entidad él y sus tres hijos. Continuaron las fiestas del cincuentenario durante todo el año 1951 y una de las que cabe destacar, fue la visita colectiva en Montserrat (8 de julio 1951) donde se invitaron y asistieron representaciones de varios orfeones, terminada la misa se hizo concierto en la plaza del Monasterio y se bailaron sardanas, al acabar el concierto, viendo las diversas banderas de los orfeones asistentes, el Abad Aureli María Escarré, se dirigió a nuestro presidente expresándole su satisfacción por aquel primer encuentro de orfeones , en Montserrat, le replicó el Sr. Masclans diluyente-le que aquel acto no era, en realidad, un encuentro de orfeones, ya que únicamente asistían representaciones de algunos y que él se comprometía a hacer todo lo posible para que fuera realidad un auténtico encuentro y procurar que ese día asistieran todos, por toda respuesta el Abad Aureli la abrazó. Durante la comida a la hora del brindis M. Masclans, consecuente con sus propósitos, anunció públicamente su decisión de procurar el restablecimiento de la Hermandad de Orfeones de Cataluña y la organización de un encuentro en Montserrat, llevando una lámpara votiva y comprometiéndose a apoyar este propósito a todos los representantes de los diversos orfeones asistentes a la comida, le dijo el representante del Orfeó Catalán Sr. Vilarga, asegurándole su más absoluta colaboración Las fiestas del cincuentenario se clausuraban el 16 de febrero de 1952, con la audición en el Palau de La Música Catalana de las obras "Magnificat" de JS Bach y la "Novena Sinfonía" de Beethoven. Donde el Orfeó demostró encontrarse en plenitud de forma ante un auditorio que llenaba totalmente el Palau. Durante estos años se separó de la Entidad el director de l’esbart, junto con algunos danzantes y constituyó otro esbart en la barriada, en el Orfeó se nombró un nuevo director y l’esbart prosiguió su normal actividad. Se prosiguieron las gestiones y contactos con otros orfeones para lograr el restablecimiento de la hermandad, e inicialmente empezó a editarse una revista de los orfeones, para acabar constituyéndose el Secretariado de Orfeones de Cataluña. En 1954, al cumplirse el décimo aniversario de la Orquesta Municipal de Barcelona, el maestro Toldrà quiso celebrarlo con la audición de la 9 ª Sinfonía, y decidió que el corazón lo constituyera el Orfeó de Sants, por qué ocasión interpretaremos nuevamente la novena en dos audiciones. Durante los 4 años de presidencia del Sr. Masclans, nuestro Orfeón intensificó mucho sus actuaciones, tanto en conciertos como en funciones teatrales y todas las actividades de las diversas secciones, incrementadas con la de Amigos del Teatro y Tertulias Culturales, gracias a la gestión de ese gran presidente, que impulsó todos, influyendo con su consigna de actuar hacia fuera. Renovada la directiva, fue nombrado presidente el Sr. Jaume Rius, que procuró mantener el Orfeó al alto nivel donde la había encontrado, dos hechos muy graves pero hicieron tambalear la buena disposición de los directivos y la normal actividad de la Entidad. El primero fue que el maestro Antoni Pérez Moya, cayó gravemente enfermo, quedando imposibilidad de poder siguiendo cuidando de la dirección de nuestro cuerpo coral, interinamente se hizo cargo el subdirector Sr. Mon. El segundo fue que el propietario de nuestro local, nos dio a conocer sus propósitos de derribarlo para construir un bloque de viviendas, dejarnos una pequeña salita para la Entidad. Estudiada la proposición se vio enseguida que no era viable, toda vez que la Entidad se vería imposibilitada de realizar ninguna de sus actividades; entonces la contrapropuesta de nuestros directivos fue la de adquirir en propiedad el inmueble, proposición que no fue aceptada por el propietario y ante el desacuerdo se inició un largo periodo de lucha, llevando la cuestión por parte del propietario a los tribunales para conseguir que nos haz aplicada la ley de "Desahució". La cuestión era que si se reconocía que era el Orfeó de Sants era una Entidad cultural y artística no nos podía ser aplicada dicha ley, pero si se demostraba que la Entidad era simplemente recreativa entonces sí que nos podía ser aplicada La lucha fue larga y muy dura, el propietario, naturalmente, defendía sus intereses, para el Orfeón en cambio era una lucha de supervivencia, ya que a Sants por aquella época no quedaba otro local que pudiera servir para hospedarnos y poder proseguir nuestras actividades. Se creó una comisión para cuidar del mantenimiento del pleito, presidida por el Sr. V. Fusté, que se empleó con toda su voluntad y no descuidó ni un solo detalle, todas las personalidades del mundo cultural y artístico de Barcelona, testimoniando a favor del Orfeó reconociéndolo como Entidad netamente cultural y artística, en cambio nuestros buenos amigos eclesiásticos, tanto el rector de Sants como el obispo de Barcelona, se abstuvieron de intervenir cuando los invitamos a hacerlo (Es que el Propietario era también presidente de la Junta de Obras del Templo de Santa María de los Sants), otra de las personas que invitamos a que actuara de testigo fue el abad de Montserrat, Dom Aureli María Escarré, como siempre nos atendió muy bien y nos dijo que, de momento no intervendría, pero si las cosas nos fueran muy mal, entonces lo avisáramos que ya intentaría hacer todo lo que pudiera. A pesar del testimonio de tantas personalidades, el veredicto del juez municipal, fue contrario al Orfeó, por lo tanto se tuvo que presentar recurso y el pleito pasó entonces al juzgado de 2 ª instancia, el veredicto sería definitivo. En todo esto Pasaron algunos años, durante los cuales si bien el Orfeó prosiguió su labor ininterrumpidamente todo se hacía pero con el alma en vilo, pues todos sabíamos que en cualquier momento todo el esfuerzo se podía ir pique, a pesar de todo no decaigan los ánimos y se mantuvo la lucha aportando además por parte de algunos socios los capitales, pues la caja de la Entidad estaba agotada y para mantener los pleitos había que verter dinero continuamente Se renovó la directiva pasando a ocupar la presidencia el Sr. Joan Llopart y para resolver la cuestión de interinidad en la dirección del Orfeó fue nombrado nuevo director el maestro Elisard Sala, en la que desde hacía unos años se cuidaba de las actividades de la Sección de Amigos de la Música. Por su significación, es muy importante la realización y asistencia al primer encuentro de Orfeones en Montserrat, que, tal como había prometido el Sr. Masclans al abad Aureli, se celebró el día 14 de octubre de 1956 y qué organización fue a cargo del Secretariado de orfeones de Cataluña, del que era miembro directivo nuestro consocio Sr. V. Fusté, sobre el que recayó la pesada tarea de la organización de la fiesta, fue perfecta, se llevó a Montserrat la Lámpara votiva de los orfeones, asistieron la mayoría de Entidades Corales, con unos miles de cantores, fue presidida por Sr. Felix Millet, que era presidente del Orfeón Catalán, el cual hizo un brillantísimo y exaltando parlamento, contestado con otro no menos exaltado del abad Aureli que nos inflama a todos, a pesar de la presencia de numerosos efectivos de la Guardia Civil; dirigidos por el maestro Lluís M. Millet, cantamos en la plaza del Monasterio toda la masa de cantores, entre otras canciones, El Canto de la Senyera, empezaron a desplegarse varias banderas catalanas por las cumbres de las agujas que circundan el Monasterio y nosotros con el pecho latiendo cantábamos a pleno pulmón, mientras los guardias civiles no sabían qué hacer. Durante la presidencia del Sr. Llopart entré nuevamente a formar parte del CD y me confiaron el cargo de subsecretario y Jefe de Ponencia de Cuerpo Coral, durante este periodo llegó el temido y esperando el "falso" del Juzgado y según nos comunicó nuestro abogado nos era desfavorable, cuando se hubiera firmado la sentencia ya podíamos iniciar el desalojo del local. Entonces fue cuando hicimos el último intento para salvar la situación, un directivo subió a Montserrat para informar del resultado al abad Aureli, este le dijo que se ocuparía del asunto, ignoramos qué gestiones realizó, pero a la hora de firmar la sentencia, ésta nos era ya favorable y así pudimos quedó alojados en el mismo lugar. La alegría entre todos haga indescriptible, en todas partes donde nos encontrábamos nos abrazábamos y al cabo de unos días se celebró una asamblea extraordinaria de socios, con una asistencia como nunca se había visto, y se cuenta del feliz resultado de los pleitos. También se hizo patente el reconociendo por la ayuda del abad de Montserrat y queriendo dar una muestra de nuestro agradecimiento a la comunidad de aquella abadía, se acordó organizar una visita colectiva dar una muestra de nuestro agradecimiento a aquel Monasterio en acción de gracias. Como la caja de la Entidad estaba, como hemos dicho agotada, y se debían mucho dinero a varios socios, se pensó entre otras cosas para recoger caudales, hacer un sorteo, y aprovechando esta visita a Montserrat, se nos ocurrió que el objeto a sortear podría ser una imagen de Nuestra Señora de Montserrat, que sería bendecida al mismo Monasterio. Se hizo la visita, durante la misa, el mismo abad Aureli bendijo la imagen que llevábamos, y fue tan emotivo el acto de la bendición que inmediatamente, allí mismo, todos los directivos acordamos que esa imagen no se podía sortear y que no había de salir nunca más de dentro la Entidad (Actualmente está instalada en nuestro Hemiciclo). Se renovó el C.D. y entró de presidente el Sr. Josep Gibert, este Sr. Empezó a actuar de una manera muy extraña, era muy presidencialista y sobre todo muy anti orfeonista y pronto es congruente entre los componentes de la Entidad una animadversión hacia este Sr., que tomó una tirantez muy destacada con nuestro maestro E. Sala. Durante dos años en Semana Santa, hicimos en nuestro local unas representaciones llamadas "Imágenes de la Pasión" y luego se hizo una en el Palau de la Música catalana, que fue comentada despectivamente por el Sr. presidente y entre eso y muchas otras cosas, aumentó la tirantez. La Ponencia del Cuerpo Coral, apoyando, la actitud del maestro, tuvo una sesión con el CD para desautorizar la gestión del presidente, pero viendo la actitud de este y convencidos de que de proseguir con esa posición podría llegar a producirse otra escisión como la del año 1925, se resolvió dejarlo correr y de momento tomar paciencia, esperando encontrar otras ocasiones para que aquel Sr. dejas la presidencia de la Entidad. Con el propósito de evitar males mayores y si era posible hacer saltar el actual presidente, junto a otros compañeros, volví a entrar a formar parte del CD ocupando nuevamente el cargo de Secretario y Ponencia de Cuerpo Coral. Durante estos años el propietario del inmueble, convencido de que no podría proseguir con sus propósitos, resolvió aceptar aquella proposición que se le había hecho al principio y nos propuso la venta del mismo. Aceptada la oferta esta se realizó con el apoyo económico de la Caja de Pensiones. Así acabó, de momento, el problema del local, pero continuarían los que producían las actuaciones del presidente, que entre otras decisiones arbitrarias, valiéndose de un voto de confianza obtenido de forma fraudulenta, en una asamblea de socios, expulsó del CD 4 consejeros, ya partir de ahí la situación de la directiva se agravó y la popularidad del presidente comienza languidecer. Como consecuencia, varios asociados resolvimos que era necesario efectuar un cambio y para ello hubo varias entrevistas de las que salió la decisión de renovar la directiva, lo que se consiguió en la siguiente asamblea de socios, entrando a formar el nuevo CD M. Esteve Calzada, que se presentó para ocupar la presidencia. Así quedó resuelta esta enojosa situación. Lamentablemente el Sr. Calzada moría a los pocos meses y entonces ocupó la presidencia el Sub presidente Sr. Ramón Palau. Estudiada la situación económica de la Entidad para poder cubrir el crédito que nos concedió la Caja, no se vio otra solución que derribar la actual y viejo inmueble, construir uno de nuevo con 36 viviendas, y con la venta de los mismos poder cubrir el coste del solar y de la edificación, la operación se vio factible y así fue propuesta y aprobada. Se nombró una comisión de edificación y luego se encargó a un arquitecto la confección de los proyectos de edificación y se gestionaron los permisos municipales y demás trámites que se prolongaron excesivamente. Mientras se realizaban estas gestiones, el maestro E. Sala, decidió renunció a la dirección del Orfeó y así lo haga por escrito alegando razones particulares. Esta renuncia ocasionó una fuerte contrariedad y para resolver el problema, de momento, se ofreció la dirección provisionalmente al maestro Coll, que era director del Orfeó Atlántida, mientras se buscaba el director idóneo que pudiera y quisiera continuar la obra de nuestro Orfeó. Tras unas cordiales entrevistas, se ofreció el cargo al maestro Enric Ribó, que aceptó, procediéndose al correspondiente nombramiento e iniciando todo seguir su tarea con una sorprendente eficacia. Coincidiendo con el cambio de director, habiéndose acercado el proyecto de edificación y obtenido ya los permisos correspondientes, tuvimos que evacuar nuestro viejo y querido local en el que se había ya celebrado el concierto de despedida que dirigió aún el maestro A. Coll, y nos trasladamos a la Parroquia de Sant Medir, donde fuimos acogidos muy gentilmente y queda durante los 4 años que duraron las obras. Acabado el derribo del viejo inmueble, se pensó en organizar la fiesta de Colocación de la primera piedra, del que había de ser el nuevo y acogedor hogar de nuestro Orfeón, para dar un fuerte relieve, se pensó que la primera piedra debía ser de la montaña de Montserrat, llevándola andando desde aquel monasterio hasta nuestro solar y a continuación celebrar audiciones de sardanas, bailes y conciertos, a qué fiesta serían invitadas diversas entidades y personalidades, así se acordó y así se realizó el día 12 de diciembre de 1965 El grupo de excursionistas de la Entidad que teníamos que recoger la piedra, en compañía de varios socios y familiares que también quisieran asistir, nos trasladamos a Montserrat en un autocar el sábado por la tarde día 18, en el camarín de la Virgen frente al altar. Nos hizo ofrenda de la piedra el propio Abad Brassó, con un sentido y emotivo parlamento, correspondiente a lo que previamente había hecho nuestro sub-presidente Sr. Fusté, después entonar el Virolai y luego cargábamos la piedra en la espalda y por relevos la fuimos bajando por los caminos de aquella venerada montaña, en medio de una oscura profunda y venciendo todo tipo de dificultades. La primera etapa terminó en Olesa donde cenamos, en compañía de los socios y familiares que había llegado en el autocar. Continuamos luego la ruta por Ullastrell, Rubí, y Valldoreix, donde terminó la segunda etapa, y donde hicimos un suculento y muy necesario desayuno, que nos habían preparado nuestras esposas en la casa de J. Tous, y después de un conveniente descanso, retomamos el camino para Vallvidrera y entramos a Sants por la calle de Vallespir hasta la plaza del Centro, donde se hizo la recepción oficial de la piedra y se dio la bienvenida a aquel grupo de excursionistas que lo habían llevado desde de Montserrat, colgada la espalda durante toda una fría y oscura noche de invierno, hay que destacar que la frialdad ni la notamos, seguramente se encargó nuestro propio entusiasmo y los 40 kilos que pesaba la piedra, desde la plaza del Centro organizó el desfile precedidos de municipales de gala, el grupo portadores aún de la piedra, autoridades, representaciones de Entidades diversas y los corazones claverians de la barriada con sus banderas y una numerosa multitud que iba engrosando a medida que bajábamos por la calle de Vallespir, St. Antonio, Alcolea y nuestro solar. La piedra fue colocada en un trípode y tras los correspondientes parlamentos por parte del presidente Sr. Palau, fue bendecida por el Rector y consocio nuestro Mn. Daumal y situada en su emplazamiento, vertiendo paletadas de cemento nuestro director, presidentes y diversas personalidades, entre las que cabe mencionar el presidente de la caja de Pensiones. A continuación se hicieron las audiciones de sardanas, bailes y concierto, terminando la fiesta con un suculento almuerzo que buena falta nos hacía. Durante los 4 años de estancia en St. Medir, las diversas secciones y cuadro escénico de la Entidad, se disolvieron, exceptuando l’esbart dansaire que continuó su actividad, junto con el cuerpo coral y la sección infantil del mismo, que bajo la maestría del maestro E. Ribó, intensificó fuertemente su preparación y fruto de este esfuerzo, interpretamos el Palau de la Música Catalana junto con la Capilla Clásica Polifónica y acompañados por la Orquesta Municipal de Barcelona y los correspondientes solistas, la obra de Honneger "Juana de Arco en la hoguera ". También se estudió una obra de un cura llamado Tapies dedicada a la Nuestra Señora de la Misericordia, que se interpretó en Reus, acompañados también de orquesta. Por diversas razones las filas de cantores, durante este, quedaron muy reducidas y los que estaban esperábamos con auténtica ansiedad, la finalización de la edificación de nuestro piso que avanza por nuestro deseo, demasiado lentamente. Otra actividad que no se dejó del todo, fue el excursionismo, que mantenida por dos antiguos elementos de la última Junta de Gobierno, de la Sección, permitió reunir el grupo que llevó la primera piedra del nuevo centro. Las dificultades para terminar la edificación se multiplicaban continuamente y por añadidura el presidente Sr. Palau, que había pedido en una asamblea un voto de confianza para encargarse personalmente de la obra y así le fue otorgado, se desentendió de la misma, alegando diversas razones y quedando las obras paralizadas durante un largo periodo. Decidido a acabar con aquella embarazosa situación, el sub-presidente Sr. V. Fusté, una vez más, se convirtió en el hombre providencial y con personal decisión, se enfrentó con los numerosos problemas que había planteados y muy resuelto y con su reconocida voluntad y dedicación dio el impulso necesario para terminar la obra, después fue confirmado con el cargo de presidente. Viendo pues que se acercaba el día de volver a casa, se organizaron ya las fiestas de inauguración del nuevo local y el cuerpo coral nos tocó participar, interpretando la "Misa en do mayor" "de Beethoven, con acompañamiento de orquesta y 4 solistas. Cuando estaba todo listo se fijó el día de la inauguración que fue el día 16 de febrero de 1969, interpretamos la Misa en dos audiciones y después se hicieron otras fiestas Para volver a reactivar todas aquellas secciones que se habían disuelto durante el período de estancia en Sant Medir, M. V. Fusté convocó una reunión de todos los antiguos directivos, instándoles a colaborar para conseguir esa finalidad y entonces, junto con otros compañeros, nos decidimos una vez más a hacer un esfuerzo por la Entidad y nos dedicamos a reactivar la sección de Excursionismo y Fotografía. Empezamos por formar una gestora y escogido el lugar donde pensábamos construir las dependencias de la Sección, programamos la manera de acondicionarlo lo y financiarlo, dedicando nuestro trabajo personal, los sábados por la tarde, durante todo un año y organizando excursiones mensuales en autocar, durante un periodo de 5 o 6 años, este esfuerzo lo vimos también coronado por el éxito, y así pudimos inaugurar las nuevas dependencias de la Sección el mes de abril del 1970, con un sencillo acto de apertura, al que asistieron varios asociados entre los cuales, dos fundadores de la Sección, continuaron las celebraciones con proyecciones de películas, audiovisuales, excursiones, etc. Habiendo entrado en la década de los 70 en el nuevo local y habiendo ya reorganizado las diversas actividades de la Entidad, augura un futuro esperanzador y con esta ilusión nos mantuvimos en nuestro lugar, convencidos de que la supervivencia de nuestro Orfeón, estaba ya asegurada y así con renovado impulso proseguimos nuestra labor, que tan beneficiosa es para el enaltecimiento y divulgación de la cultura de nuestro pueblo Barcelona, 6 de julio de 1981