VIEJOS RECUERDOS, SAVIA NUEVA Remembranzas de un cantor

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VIEJOS RECUERDOS, SAVIA NUEVA
Remembranzas de un cantor del Orfeó de Sants
Por Manuel Costa
Mi padre, en compañía de sus dos que hermanos, ingresó en el Orfeó a la edad de 16 años.
Por tal motivo los primeros años de mi vida fueron unidos al canto coral, toda vez que, además de
asistir a todos los conciertos que se hacían en la Entidad, mi padre los domingos, por la mañana,
en casa, tenía por costumbre cantar.
Desgraciadamente a raíz de la escisión que se produjo en el Orfeó allá por 1925 mi padre
decidió no separarse pero si dejó de asistir, entonces empezó para mí una etapa totalmente vacía
.. Cuando tenía diez años se proclamó la República y entonces por las calles de Sants, vi ondear
por primera vez la bandera catalana, empecé a oír hablar de Cataluña y en empecé a conocer la
Historia que hasta entonces me habían escamoteado y que a mí me entusiasma, y al asistir
durante tres años consecutivos en las colonias escolares que organizaba el Ayuntamiento de
Barcelona, tuve ocasión de admirar el paisaje de alguna de nuestras comarcas y también
aprender a bien de Dios de canciones catalanas que allí nos enseñaban, canciones educativas la
mayor parte del maestro Llongueres ..
Por aquellos años y coincidiendo con estos hechos, mis padres decidierion volver al Orfeó,
entonces tanto por una cosa como por otra, empezó para mí una etapa maravillosa para todo lo
que iba descubriendo, asistíamos a todos los actos del Orfeó , funciones teatrales, conciertos,
audiciones de danzas y sardanas (aprendí a bailar su enseguida bajo la maestría de mi padre).
Excursiones, encuentros, etc, que significaba descubrir admirar todo el tesoro de las canciones,
danzas y cultura catalanas, tradiciones, país historia, etc... Todo lo que me habían escondido en
la escuela. Hasta entonces habíamos sido sometidos a la dictadura de Primo de Rivera.
Mis entusiasmos por todo lo que iba descubriendo fueron incrementando a medida que
transcurrían los años, en el Orfeó encontraba todo lo que necesitaba, incluido cursos de catalán
que impartía el maestro Luis Vaqué.
Justo cuando cumplí los 16 años todo se derrumbó, comenzó la guerra civil, el local del Orfeó
fue ocupado por fuerzas anarquistas que instalaron un centro de sus "patrullas de control", el
Orfeón quedó por estos hechos inactivo hasta junio de 1937 que, tras los hechos de mayo, que
significaron entre otras cosas la desaparición de las "patrullas de control", permitió que la gente
del Orfeó recuperara su local, gracias a las gestiones de su presidente Sr. Oliva. Se reiniciaron
las actividades aunque muy escasas, pues la guerra se llevó la mayor parte de la juventud y yo
mismo fui también movilizado a la edad de 17 años.
No volví a casa licenciado hasta los 22 años, fue el sábado día 4 de julio de 1942 y el lunes día
6 ingresé con un gozo y emoción indescriptibles como cantante en el Orfeó de Sants, al lado de
mi padre. Encontré un Orfeón bastante cambiado debido a la situación política, todo se tenía que
hacer en castellano, el Orfeó se llamaba "Orfeón", el teatro en español, las canciones en
cualquier idioma que no fuera el catalán, nada de cursos de catalán, ni sardanas, ni nada de
nada, yo creo que incluso nos privaban de respirar en catalán. También la Directiva de la Entidad
era nombrada desde la "Jefatura de las FET y de las JONS", entonces supe que nuestro local, al
entrar en Barcelona las fuerzas que ganaron la guerra, fue también ocupado durante un año y
medio, no se pudo recuperar hasta mayo de 1940, gracias a las gestiones de varios asociados,
apoyadas por personas adictas al "régimen" pero que no veían con buenos ojos que se
destruyeran todos los centros culturales y artísticos de Cataluña, como pretendían los ganadores
de la guerra. Una vez más el Orfeó se había salvado, mientras durante la borrasca desaparecían
de Sants, el Círculo, el Casino y otras Entidades todas ellas puramente recreativas
Como consecuencia de esta situación, recuerdo que el local de la UEC, Entidad donde también
había ingresado como asociado, tuve una discusión con unos compañeros, relacionada con el
Orfeó, que consideraban que era improcedente colaborar con el actual situación, yo mantuve
resueltamente el criterio que había que, por encima de todo, mantener activas las Entidades, que
esto no significaba una colaboración con el régimen, como sostenían ellos, sino más bien una
resistencia, confiando en que así, si nos manteníamos con firmeza, la situación podría ir
cambiando y con el tiempo poder seguir aquella tarea que con tanto acierto habían iniciado
nuestros padres.
Pasaron los años haciendo buenamente lo que te permitían hasta mediados del 1947 (?) Que al
haber cambiado la situación internacional, como consecuencia de la finalización de la guerra
mundial con la victoria de los países democráticos y la consiguiente desaparición de las
dictaduras europeas, el dictador de nuestro país, creyó conveniente suavizar el régimen político
que había implantado para congraciarse con los países ganadores y entre otras medidas, tomó la
de que las Entidades establecidas pudieran ya celebrar asambleas de socios y nombrar los
consejos Directivos de las mismas, tal como se establecía en los reglamentos de las propias
Entidades
Hay que hacer constar, antes de seguir adelante, que durante estos años 1940 a 1947 en el
Orfeó se desarrollaron las siguientes actividades: Teatro a cargo del cuadro escénico de la
Entidad, conciertos corales, audiciones de danzas, también se mantenía activa la Sección de
Cultura Física, con sesiones de gimnasia y la introducción del ping pong, deporte del que
formaron varios equipos de jóvenes, chicas, infantiles y veteranos que debidamente federados,
participaban en campeonatos y torneos. También se constituyó la Sección de Música de Cámara
de qué Junta de Gobierno en formé parte con el cargo de Secretario, que cuidó de organizar
varios conciertos en nuestro local. En cambio, ignoro por qué motivo, se mantuvieron inactivas las
Secciones de Excursionismo y la Biblioteca. Creo que la actuación más destacada del Cuerpo
Coral, durante estos años, fue la interpretación de los corazones interiores de la opera Parsifal en
el Gran Teatro del Liceo. Otra cosa a destacar por su significación y por la gran cantidad de
socios que participaron, fue la excursión de fin de curso que se convirtió en colectiva, en el Valle
de Núria, y que tuvo lugar el 16 de julio del 1944, donde nos trasladamos en un tren especial,
totalmente lleno, cantamos en ese Santuario los Gozo a la Virgen y estrenaremos una salve que
el mismo maestro Pérez Moya había escrito para este fin. Estoy seguro de que fue la primera vez
que desde Sants salía una expedición colectiva para visitar Nuria.
Celebrada la primera asamblea de socios de la posguerra, se forma el primer CD Democrático,
del que formé parte como secretario, la primera gestión de todos los nuevos consejeros fue la de
presentarnos a la "Jefatura de Policía del Distrito", donde habíamos sido citados, para tomarnos
la afiliación y fichar-por haber aceptado ser directivos de una Entidad "rojo-separatista"
La segunda gestión fue la de abrir y reactivar inmediatamente la Sección de Excursionismo y
Fotografía y la Biblioteca, empezando a sacar el polvo a cumulada durante ocho años de
clausura, tanto en las dependencias como en el material y luego clasificar libros y ordenar fichas
por un lado y por otro organizar excursiones, campamentos, exposiciones de fotografías, etc
Pasaron tres años durante los cuales poco se podría explicar, únicamente el hecho de que por
acercarse la fecha del cincuentenario de la fundación de la Entidad, los que formábamos CD
decidimos que había que renovar la composición del mismo, procurando dar entrada a asociado
que por su personalidad y vinculación al Orfeó, pudieran dar a dicha efeméride el relieve y brillo
que la Entidad merecía. Y después de una asamblea bastante inquietante quedó constituida la
Junta del Cincuentenario, los primeros cargos de la que fueron ocupados por los Sres. Rafael
Masclans, presidente, Jaume Masdeu, Sub-presidente, y Vicenç Fusté, secretario.
El padre del Sr. Masclans era del grupo de fundadores del Orfeó y también había sido
presidente, dio entrada como asociado a su hijo desde muy joven, y éste había asistido a todos
los actos que se celebraban desde el palco que tenían permanente mente alquilada la familia
Masclans, pero nunca había intervenido en ninguna actividad. El primer paso que dio el Sr.
Masclans al ser elegido presidente, fue visitar al maestro Pérez Moya para decirle que había
aceptado la presidencia del Orfeó con el propósito de hacer un buen trabajo y con esa intención la
iba a ver como la persona más idónea que él conocía para hacerle la siguiente pregunta.
"¿Quiere explicarme qué es un Orfeón?", Por toda respuesta el Maestro le entregó un ejemplar
del libro "Por nuestro ideal" del maestro Lluís Millet y le dijo "aquí encontrará la respuesta a su
pregunta".
Hay que tener presente que los del "régimen" además de clausurar las Entidades, habían
también desarticulado la "Hermandad de Orfeones de Cataluña", organismo que desde su
constitución, había cuidado de orientar y difundir por todo el país las actividades de nuestros
orfeones. Convencidos los directivos de nuestro Orfeón que era muy necesaria la reconstrucción
de dicho organismo, empezaron a entrevistarse con directivos de los orfeones Catalán y
Gracienc, para interesar a realizar gestiones para conseguir este fin, en todas partes encontraron
muy buenas palabras, pero nulo • la decisión, verdaderamente había mucho miedo, y la cuestión
era muy delicada debido a la situación que vivía el país.
Se iniciaron las fiestas del Cincuentenario con un acto de apertura que se celebró el 10 de
diciembre de 1950 (coincidiendo con la fecha de aparición del primer manifiesto de constitución
de nuestro Orfeón, 50 años atrás) los actos programados fueron, asistencia, a una misa en la
Parroquia de Santa María de Sants oficiada por el párroco Mn. Alomà, presidida por nuestra
bandera, que se coloca junto al Altar Mayor, ya la que fueron invitadas todas las autoridades de la
ciudad y entre otros los que asistieron, fue el Alcalde Sr. Barón de Terrades, a la salida de la
iglesia se soltaron un gran bandada de palomas mensajeras de la Sociedad Colombófila de
Cataluña, ya continuación se bailaron sardanas y danzas en la plaza. Por la tarde a nuestro local
se celebró un concierto de dos partes, en medio de las cuales realiza una magistral disertación
nuestro consocio Octavi Saltor, el programa de estos actos se había impreso en catalán, era la
'primera vez que se hacía desde la finalización de la guerra civil. La consecuencia fueron dos
denuncias, una contra la imprenta Morera por haber impreso un programa en catalán haciendo
constar que era del Orfeó de Sants, y el otro contra el alcalde de la ciudad "Por haber asistido a
un actor de afirmación catalanista”. Inmediatamente el Sr. Masclans se personó en el Gobierno
Civil, pagó la multa impuesta a la imprenta y a continuación se entrevistó con el propio
Gobernador Civil exponiéndole por qué motivos los catalanes hacemos las cosas en catalán, y
fue tan convincente y razonable, que, en el Finalmente, el gobernador, a petición del Sr.
Masclans, haga un donativo para colaborar en las fiestas del cincuentenario doblando la cuantía
de la multa impuesta. También se entrevistó con el jefe de departamento de censura de donde
habían partido las denuncias y luego con el alcalde que haga tres donativos, uno del
Ayuntamiento, otro cono gerente de "La España Industrial" (Sus antecesores en el cargo habían
sido los padrinos de nuestra bandera) y otro como particular, asociándose además a la Entidad él
y sus tres hijos.
Continuaron las fiestas del cincuentenario durante todo el año 1951 y una de las que cabe
destacar, fue la visita colectiva en Montserrat (8 de julio 1951) donde se invitaron y asistieron
representaciones de varios orfeones, terminada la misa se hizo concierto en la plaza del
Monasterio y se bailaron sardanas, al acabar el concierto, viendo las diversas banderas de los
orfeones asistentes, el Abad Aureli María Escarré, se dirigió a nuestro presidente expresándole su
satisfacción por aquel primer encuentro de orfeones , en Montserrat, le replicó el Sr. Masclans
diluyente-le que aquel acto no era, en realidad, un encuentro de orfeones, ya que únicamente
asistían representaciones de algunos y que él se comprometía a hacer todo lo posible para que
fuera realidad un auténtico encuentro y procurar que ese día asistieran todos, por toda respuesta
el Abad Aureli la abrazó. Durante la comida a la hora del brindis M. Masclans, consecuente con
sus propósitos, anunció públicamente su decisión de procurar el restablecimiento de la
Hermandad de Orfeones de Cataluña y la organización de un encuentro en Montserrat, llevando
una lámpara votiva y comprometiéndose a apoyar este propósito a todos los representantes de
los diversos orfeones asistentes a la comida, le dijo el representante del Orfeó Catalán Sr.
Vilarga, asegurándole su más absoluta colaboración
Las fiestas del cincuentenario se clausuraban el 16 de febrero de 1952, con la audición en el
Palau de La Música Catalana de las obras "Magnificat" de JS Bach y la "Novena Sinfonía" de
Beethoven. Donde el Orfeó demostró encontrarse en plenitud de forma ante un auditorio que
llenaba totalmente el Palau.
Durante estos años se separó de la Entidad el director de l’esbart, junto con algunos danzantes y
constituyó otro esbart en la barriada, en el Orfeó se nombró un nuevo director y l’esbart prosiguió
su normal actividad.
Se prosiguieron las gestiones y contactos con otros orfeones para lograr el restablecimiento de la
hermandad, e inicialmente empezó a editarse una revista de los orfeones, para acabar
constituyéndose el Secretariado de Orfeones de Cataluña.
En 1954, al cumplirse el décimo aniversario de la Orquesta Municipal de Barcelona, el maestro
Toldrà quiso celebrarlo con la audición de la 9 ª Sinfonía, y decidió que el corazón lo constituyera
el Orfeó de Sants, por qué ocasión interpretaremos nuevamente la novena en dos audiciones.
Durante los 4 años de presidencia del Sr. Masclans, nuestro Orfeón intensificó mucho sus
actuaciones, tanto en conciertos como en funciones teatrales y todas las actividades de las
diversas secciones, incrementadas con la de Amigos del Teatro y Tertulias Culturales, gracias a
la gestión de ese gran presidente, que impulsó todos, influyendo con su consigna de actuar hacia
fuera.
Renovada la directiva, fue nombrado presidente el Sr. Jaume Rius, que procuró mantener el
Orfeó al alto nivel donde la había encontrado, dos hechos muy graves pero hicieron tambalear la
buena disposición de los directivos y la normal actividad de la Entidad. El primero fue que el
maestro Antoni Pérez Moya, cayó gravemente enfermo, quedando imposibilidad de poder
siguiendo cuidando de la dirección de nuestro cuerpo coral, interinamente se hizo cargo el
subdirector Sr. Mon. El segundo fue que el propietario de nuestro local, nos dio a conocer sus
propósitos de derribarlo para construir un bloque de viviendas, dejarnos una pequeña salita para
la Entidad. Estudiada la proposición se vio enseguida que no era viable, toda vez que la Entidad
se vería imposibilitada de realizar ninguna de sus actividades; entonces la contrapropuesta de
nuestros directivos fue la de adquirir en propiedad el inmueble, proposición que no fue aceptada
por el propietario y ante el desacuerdo se inició un largo periodo de lucha, llevando la cuestión por
parte del propietario a los tribunales para conseguir que nos haz aplicada la ley de "Desahució".
La cuestión era que si se reconocía que era el Orfeó de Sants era una Entidad cultural y artística
no nos podía ser aplicada dicha ley, pero si se demostraba que la Entidad era simplemente
recreativa entonces sí que nos podía ser aplicada
La lucha fue larga y muy dura, el propietario, naturalmente, defendía sus intereses, para el
Orfeón en cambio era una lucha de supervivencia, ya que a Sants por aquella época no quedaba
otro local que pudiera servir para hospedarnos y poder proseguir nuestras actividades. Se creó
una comisión para cuidar del mantenimiento del pleito, presidida por el Sr. V. Fusté, que se
empleó con toda su voluntad y no descuidó ni un solo detalle, todas las personalidades del mundo
cultural y artístico de Barcelona, testimoniando a favor del Orfeó reconociéndolo como Entidad
netamente cultural y artística, en cambio nuestros buenos amigos eclesiásticos, tanto el rector de
Sants como el obispo de Barcelona, se abstuvieron de intervenir cuando los invitamos a hacerlo
(Es que el Propietario era también presidente de la Junta de Obras del Templo de Santa María de
los Sants), otra de las personas que invitamos a que actuara de testigo fue el abad de Montserrat,
Dom Aureli María Escarré, como siempre nos atendió muy bien y nos dijo que, de momento no
intervendría, pero si las cosas nos fueran muy mal, entonces lo avisáramos que ya intentaría
hacer todo lo que pudiera. A pesar del testimonio de tantas personalidades, el veredicto del juez
municipal, fue contrario al Orfeó, por lo tanto se tuvo que presentar recurso y el pleito pasó
entonces al juzgado de 2 ª instancia, el veredicto sería definitivo. En todo esto Pasaron algunos
años, durante los cuales si bien el Orfeó prosiguió su labor ininterrumpidamente todo se hacía
pero con el alma en vilo, pues todos sabíamos que en cualquier momento todo el esfuerzo se
podía ir pique, a pesar de todo no decaigan los ánimos y se mantuvo la lucha aportando además
por parte de algunos socios los capitales, pues la caja de la Entidad estaba agotada y para
mantener los pleitos había que verter dinero continuamente
Se renovó la directiva pasando a ocupar la presidencia el Sr. Joan Llopart y para resolver la
cuestión de interinidad en la dirección del Orfeó fue nombrado nuevo director el maestro Elisard
Sala, en la que desde hacía unos años se cuidaba de las actividades de la Sección de Amigos de
la Música.
Por su significación, es muy importante la realización y asistencia al primer encuentro de
Orfeones en Montserrat, que, tal como había prometido el Sr. Masclans al abad Aureli, se celebró
el día 14 de octubre de 1956 y qué organización fue a cargo del Secretariado de orfeones de
Cataluña, del que era miembro directivo nuestro consocio Sr. V. Fusté, sobre el que recayó la
pesada tarea de la organización de la fiesta, fue perfecta, se llevó a Montserrat la Lámpara votiva
de los orfeones, asistieron la mayoría de Entidades Corales, con unos miles de cantores, fue
presidida por Sr. Felix Millet, que era presidente del Orfeón Catalán, el cual hizo un brillantísimo y
exaltando parlamento, contestado con otro no menos exaltado del abad Aureli que nos inflama a
todos, a pesar de la presencia de numerosos efectivos de la Guardia Civil; dirigidos por el
maestro Lluís M. Millet, cantamos en la plaza del Monasterio toda la masa de cantores, entre
otras canciones, El Canto de la Senyera, empezaron a desplegarse varias banderas catalanas
por las cumbres de las agujas que circundan el Monasterio y nosotros con el pecho latiendo
cantábamos a pleno pulmón, mientras los guardias civiles no sabían qué hacer.
Durante la presidencia del Sr. Llopart entré nuevamente a formar parte del CD y me confiaron el
cargo de subsecretario y Jefe de Ponencia de Cuerpo Coral, durante este periodo llegó el temido
y esperando el "falso" del Juzgado y según nos comunicó nuestro abogado nos era desfavorable,
cuando se hubiera firmado la sentencia ya podíamos iniciar el desalojo del local. Entonces fue
cuando hicimos el último intento para salvar la situación, un directivo subió a Montserrat para
informar del resultado al abad Aureli, este le dijo que se ocuparía del asunto, ignoramos qué
gestiones realizó, pero a la hora de firmar la sentencia, ésta nos era ya favorable y así pudimos
quedó alojados en el mismo lugar.
La alegría entre todos haga indescriptible, en todas partes donde nos encontrábamos nos
abrazábamos y al cabo de unos días se celebró una asamblea extraordinaria de socios, con una
asistencia como nunca se había visto, y se cuenta del feliz resultado de los pleitos. También se
hizo patente el reconociendo por la ayuda del abad de Montserrat y queriendo dar una muestra de
nuestro agradecimiento a la comunidad de aquella abadía, se acordó organizar una visita
colectiva dar una muestra de nuestro agradecimiento a aquel Monasterio en acción de gracias.
Como la caja de la Entidad estaba, como hemos dicho agotada, y se debían mucho dinero a
varios socios, se pensó entre otras cosas para recoger caudales, hacer un sorteo, y
aprovechando esta visita a Montserrat, se nos ocurrió que el objeto a sortear podría ser una
imagen de Nuestra Señora de Montserrat, que sería bendecida al mismo Monasterio. Se hizo la
visita, durante la misa, el mismo abad Aureli bendijo la imagen que llevábamos, y fue tan emotivo
el acto de la bendición que inmediatamente, allí mismo, todos los directivos acordamos que esa
imagen no se podía sortear y que no había de salir nunca más de dentro la Entidad (Actualmente
está instalada en nuestro Hemiciclo).
Se renovó el C.D. y entró de presidente el Sr. Josep Gibert, este Sr. Empezó a actuar de una
manera muy extraña, era muy presidencialista y sobre todo muy anti orfeonista y pronto es
congruente entre los componentes de la Entidad una animadversión hacia este Sr., que tomó una
tirantez muy destacada con nuestro maestro E. Sala. Durante dos años en Semana Santa,
hicimos en nuestro local unas representaciones llamadas "Imágenes de la Pasión" y luego se hizo
una en el Palau de la Música catalana, que fue comentada despectivamente por el Sr. presidente
y entre eso y muchas otras cosas, aumentó la tirantez. La Ponencia del Cuerpo Coral, apoyando,
la actitud del maestro, tuvo una sesión con el CD para desautorizar la gestión del presidente, pero
viendo la actitud de este y convencidos de que de proseguir con esa posición podría llegar a
producirse otra escisión como la del año 1925, se resolvió dejarlo correr y de momento tomar
paciencia, esperando encontrar otras ocasiones para que aquel Sr. dejas la presidencia de la
Entidad.
Con el propósito de evitar males mayores y si era posible hacer saltar el actual presidente, junto
a otros compañeros, volví a entrar a formar parte del CD ocupando nuevamente el cargo de
Secretario y Ponencia de Cuerpo Coral.
Durante estos años el propietario del inmueble, convencido de que no podría proseguir con sus
propósitos, resolvió aceptar aquella proposición que se le había hecho al principio y nos propuso
la venta del mismo. Aceptada la oferta esta se realizó con el apoyo económico de la Caja de
Pensiones.
Así acabó, de momento, el problema del local, pero continuarían los que producían las
actuaciones del presidente, que entre otras decisiones arbitrarias, valiéndose de un voto de
confianza obtenido de forma fraudulenta, en una asamblea de socios, expulsó del CD 4
consejeros, ya partir de ahí la situación de la directiva se agravó y la popularidad del presidente
comienza languidecer. Como consecuencia, varios asociados resolvimos que era necesario
efectuar un cambio y para ello hubo varias entrevistas de las que salió la decisión de renovar la
directiva, lo que se consiguió en la siguiente asamblea de socios, entrando a formar el nuevo CD
M. Esteve Calzada, que se presentó para ocupar la presidencia. Así quedó resuelta esta enojosa
situación. Lamentablemente el Sr. Calzada moría a los pocos meses y entonces ocupó la
presidencia el Sub presidente Sr. Ramón Palau.
Estudiada la situación económica de la Entidad para poder cubrir el crédito que nos concedió la
Caja, no se vio otra solución que derribar la actual y viejo inmueble, construir uno de nuevo con
36 viviendas, y con la venta de los mismos poder cubrir el coste del solar y de la edificación, la
operación se vio factible y así fue propuesta y aprobada. Se nombró una comisión de edificación y
luego se encargó a un arquitecto la confección de los proyectos de edificación y se gestionaron
los permisos municipales y demás trámites que se prolongaron excesivamente.
Mientras se realizaban estas gestiones, el maestro E. Sala, decidió renunció a la dirección del
Orfeó y así lo haga por escrito alegando razones particulares. Esta renuncia ocasionó una fuerte
contrariedad y para resolver el problema, de momento, se ofreció la dirección provisionalmente al
maestro Coll, que era director del Orfeó Atlántida, mientras se buscaba el director idóneo que
pudiera y quisiera continuar la obra de nuestro Orfeó. Tras unas cordiales entrevistas, se ofreció
el cargo al maestro Enric Ribó, que aceptó, procediéndose al correspondiente nombramiento e
iniciando todo seguir su tarea con una sorprendente eficacia.
Coincidiendo con el cambio de director, habiéndose acercado el proyecto de edificación y
obtenido ya los permisos correspondientes, tuvimos que evacuar nuestro viejo y querido local en
el que se había ya celebrado el concierto de despedida que dirigió aún el maestro A. Coll, y nos
trasladamos a la Parroquia de Sant Medir, donde fuimos acogidos muy gentilmente y queda
durante los 4 años que duraron las obras.
Acabado el derribo del viejo inmueble, se pensó en organizar la fiesta de Colocación de la
primera piedra, del que había de ser el nuevo y acogedor hogar de nuestro Orfeón, para dar un
fuerte relieve, se pensó que la primera piedra debía ser de la montaña de Montserrat, llevándola
andando desde aquel monasterio hasta nuestro solar y a continuación celebrar audiciones de
sardanas, bailes y conciertos, a qué fiesta serían invitadas diversas entidades y personalidades,
así se acordó y así se realizó el día 12 de diciembre de 1965
El grupo de excursionistas de la Entidad que teníamos que recoger la piedra, en compañía de
varios socios y familiares que también quisieran asistir, nos trasladamos a Montserrat en un
autocar el sábado por la tarde día 18, en el camarín de la Virgen frente al altar. Nos hizo ofrenda
de la piedra el propio Abad Brassó, con un sentido y emotivo parlamento, correspondiente a lo
que previamente había hecho nuestro sub-presidente Sr. Fusté, después entonar el Virolai y
luego cargábamos la piedra en la espalda y por relevos la fuimos bajando por los caminos de
aquella venerada montaña, en medio de una oscura profunda y venciendo todo tipo de
dificultades. La primera etapa terminó en Olesa donde cenamos, en compañía de los socios y
familiares que había llegado en el autocar. Continuamos luego la ruta por Ullastrell, Rubí, y
Valldoreix, donde terminó la segunda etapa, y donde hicimos un suculento y muy necesario
desayuno, que nos habían preparado nuestras esposas en la casa de J. Tous, y después de un
conveniente descanso, retomamos el camino para Vallvidrera y entramos a Sants por la calle de
Vallespir hasta la plaza del Centro, donde se hizo la recepción oficial de la piedra y se dio la
bienvenida a aquel grupo de excursionistas que lo habían llevado desde de Montserrat, colgada la
espalda durante toda una fría y oscura noche de invierno, hay que destacar que la frialdad ni la
notamos, seguramente se encargó nuestro propio entusiasmo y los 40 kilos que pesaba la piedra,
desde la plaza del Centro organizó el desfile precedidos de municipales de gala, el grupo
portadores aún de la piedra, autoridades, representaciones de Entidades diversas y los corazones
claverians de la barriada con sus banderas y una numerosa multitud que iba engrosando a
medida que bajábamos por la calle de Vallespir, St. Antonio, Alcolea y nuestro solar. La piedra fue
colocada en un trípode y tras los correspondientes parlamentos por parte del presidente Sr.
Palau, fue bendecida por el Rector y consocio nuestro Mn. Daumal y situada en su
emplazamiento, vertiendo paletadas de cemento nuestro director, presidentes y diversas
personalidades, entre las que cabe mencionar el presidente de la caja de Pensiones. A
continuación se hicieron las audiciones de sardanas, bailes y concierto, terminando la fiesta con
un suculento almuerzo que buena falta nos hacía.
Durante los 4 años de estancia en St. Medir, las diversas secciones y cuadro escénico de la
Entidad, se disolvieron, exceptuando l’esbart dansaire que continuó su actividad, junto con el
cuerpo coral y la sección infantil del mismo, que bajo la maestría del maestro E. Ribó, intensificó
fuertemente su preparación y fruto de este esfuerzo, interpretamos el Palau de la Música
Catalana junto con la Capilla Clásica Polifónica y acompañados por la Orquesta Municipal de
Barcelona y los correspondientes solistas, la obra de Honneger "Juana de Arco en la hoguera ".
También se estudió una obra de un cura llamado Tapies dedicada a la Nuestra Señora de la
Misericordia, que se interpretó en Reus, acompañados también de orquesta. Por diversas
razones las filas de cantores, durante este, quedaron muy reducidas y los que estaban
esperábamos con auténtica ansiedad, la finalización de la edificación de nuestro piso que avanza
por nuestro deseo, demasiado lentamente.
Otra actividad que no se dejó del todo, fue el excursionismo, que mantenida por dos antiguos
elementos de la última Junta de Gobierno, de la Sección, permitió reunir el grupo que llevó la
primera piedra del nuevo centro.
Las dificultades para terminar la edificación se multiplicaban continuamente y por añadidura el
presidente Sr. Palau, que había pedido en una asamblea un voto de confianza para encargarse
personalmente de la obra y así le fue otorgado, se desentendió de la misma, alegando diversas
razones y quedando las obras paralizadas durante un largo periodo. Decidido a acabar con
aquella embarazosa situación, el sub-presidente Sr. V. Fusté, una vez más, se convirtió en el
hombre providencial y con personal decisión, se enfrentó con los numerosos problemas que
había planteados y muy resuelto y con su reconocida voluntad y dedicación dio el impulso
necesario para terminar la obra, después fue confirmado con el cargo de presidente.
Viendo pues que se acercaba el día de volver a casa, se organizaron ya las fiestas de
inauguración del nuevo local y el cuerpo coral nos tocó participar, interpretando la "Misa en do
mayor" "de Beethoven, con acompañamiento de orquesta y 4 solistas. Cuando estaba todo listo
se fijó el día de la inauguración que fue el día 16 de febrero de 1969, interpretamos la Misa en
dos audiciones y después se hicieron otras fiestas
Para volver a reactivar todas aquellas secciones que se habían disuelto durante el período de
estancia en Sant Medir, M. V. Fusté convocó una reunión de todos los antiguos directivos,
instándoles a colaborar para conseguir esa finalidad y entonces, junto con otros compañeros, nos
decidimos una vez más a hacer un esfuerzo por la Entidad y nos dedicamos a reactivar la sección
de Excursionismo y Fotografía. Empezamos por formar una gestora y escogido el lugar donde
pensábamos construir las dependencias de la Sección, programamos la manera de
acondicionarlo lo y financiarlo, dedicando nuestro trabajo personal, los sábados por la tarde,
durante todo un año y organizando excursiones mensuales en autocar, durante un periodo de 5 o
6 años, este esfuerzo lo vimos también coronado por el éxito, y así pudimos inaugurar las nuevas
dependencias de la Sección el mes de abril del 1970, con un sencillo acto de apertura, al que
asistieron varios asociados entre los cuales, dos fundadores de la Sección, continuaron las
celebraciones con proyecciones de películas, audiovisuales, excursiones, etc.
Habiendo entrado en la década de los 70 en el nuevo local y habiendo ya reorganizado las
diversas actividades de la Entidad, augura un futuro esperanzador y con esta ilusión nos
mantuvimos en nuestro lugar, convencidos de que la supervivencia de nuestro Orfeón, estaba ya
asegurada y así con renovado impulso proseguimos nuestra labor, que tan beneficiosa es para el
enaltecimiento y divulgación de la cultura de nuestro pueblo
Barcelona, 6 de julio de 1981
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