H5~IO > ~ QUIENES di as pasados nos ocupamos mui a la 'ro. de 1011 sucesos de Guáduas, hoi nos s obligados a ~etenernos algo en la reD de a!gunos hechos importantes, i esto gado a lo anterior, puade servir para arse una opioion acerca de la conducta gunos ajen tes del señor Daniel Aldana. .rmiso les pedimos a. nuestros lectores tocar incidentalmente algunas personaes; enemigos hemos sido i lIeremos dd lo se roce con los indivíduos considerados tales, ~ro cuando a eae carácter se ga la circunetancia de ocupar un puesto ico, entónlles hablamos de ellos para '0.1' lo que pudiera de otra. ruanera pare¡SCl1ro o desprovisto de razono sellor Salomon Correal fuó nombrado, equivocacion, Inspector Escolar del lrtamento de Guáduas ; su modo de prol' i Slt ineapacidad reconocida merecieron 11Sura i la desaprobaeion de todos los ~rel! de juicio, Manifestaciones por la 30., súplicas a la Direccion jeneral de 'uccion, protestas razonadas i numerosas, ,do se hizo uso para sacar de ese destino hombre tan poco escrupuloso en el )Iimiento de SUR deberes. Sinembargo, se consiguió, i dnrante algnn tiempo los eles de educacion vinieron a ser en lOS pueblos objeto de escarnio i deslenza. Cuerpo más respetable, la institucion ¡agrana, la cuna del liberalismo, la espeL de felicidad para nuestra patria, la el a, en uoa palabra, se convirtió en un ado; los maestros o maestras que acoJon gusto las insinuaciones o deseos del llltor, conservaban su destino i la remulion de 8U trabajo se aseguraba; por el 'i\rio, si la dignidad hacia rechazar con la sus propuestas, Jos informes a Bogotá, ~rsecllsiones i el retiro del sueldo arroI de la cátedra a los buenos i llompes institutores. 1<:hos padres prefirieron mantenor sus en la ignorancia, a verlos desde mui ! aprender (lOSaS que debieran ignorar pre i a vivir al lado de un hombre torpe podia fácilmente guiarlos a la perdicion. )CO falt6 para que el trabajo de muchos , del partido doctrinario e instruccionista a infructuoso i solo a hl sepamcion del ector se deLe la existencia i buen nomae las pocas escuelas que quedaron en el :lrtamento. espues de esto, era de esperarse que el r Salomon C ,¡rreal volviera a sel vil' de rda de tel6gr:.lfos, sin tratar de elevarse a posicion ~'lDf.Jrior II sus (~ol!ocimien¡,os; desgraciadamente, hai personas que por lUismo sel'vili l'l Hlo en ll llelltl:an modo de ~l'se útiles a algullos gobernantes que ren instrnmcntos ciegos para ponerlos al icio de una causa despresLij iada; como ui pocos los caractéres que se degl'aden ntariamente i. con conocimiento, cuando nos se IlegLlen a encontrar, hai probabi de que ocupen Ull'l posicion política la venta de su conciencia i sus deberes ombres públicos. espues de multitud de instancias, ile acediarios i dEl algunos rechazos i despre, el Inspector de Instruccion fué nombra'>refecto del Departamento de Guáduas. conseguir este puesto, a cuántas vilezas 'estó, cuántas promesas hizo i c6mo se tr6 por el lodo. Solo su conducta postepnede dar alguna luz sombría sobre un tan negro. 'vadores, liberales, propietarios tomieron para pedü' al Gobernador la n del Prefecto nombrado i solo conJO una carcajada de desden. .nseguridad más completa, los abusos autoridad i la obediencill ciega al que '\ra dirijirlo, llevaron a los ánimos una ; ) de alarma que la mayor parte de las sirve para fomentar revoluciones o jr el descontento jenera!. 'ntrada de la primera autoridad a la , de SllS operaciones, fué triste i deole i si este señor hubiera oido i :0 al clamor jeneral de la poblacion Kijia su retiro, ¡ cuántas lágrimas se "n dejado de verter i cuántos males jo! Mas, solo la voz de la ambicion Iba en él ; la indiferencia, los desprecios, ,rajes do que era objeto diario acabade hacerle perder las mui pocas coneide'lOes al veciudario que hasta ent6nces 1 tenido. lcer una historifl ('om le1 SON LOS RESPONSABL S?~l-~'v_GCZ- La union compacta de hombre!! que por algun tiempo estuviel"On separados pOI' asuntos particulares, la participacion en la política de personas indiferentes, las circulares dirijidas a sus amigo!! políticos de otros pueblos, el nombramiento de una Junta directiva con ámplios poderes para llamar a los copal,tidarios a las armas, las amenazas públicas hechas a varios liberales i los gritos de "viva el partido conservador, abajo 108 radicales" que se oian en altas hora~ de la noche, con conocimiento i aprobacion de la policía, dieron en qué penRal' a las personas que no estaban de acuerdo con esos pl'eparati vos de guerra, produjeron alarma en todas partes i una especie de peligro desconocido, pero prohable, desconcert6 las traneacciones paraliz6 la industria i asustó a los hombr;s laboriosos. El partido liberal resuelto a presentar una poderosa barrera al trastol'l1O que se alcanzaha a ver llegar, i principalmente deseoso de infundir confianza a los espíritus abatidos i tem.erosos, se reu~Ji6 en j~nta, se organizó accldentalmentt', 1 en los discursos del Presi dente i Vicepresidente se vi6 resaltar la mode~'acio~ e~ las palabras, la seguridad de un feliz éXito 1 el derecho de sus antagonistas para obrar de acuerdo sin que esto implicara una revoluciono La union de las diferentes fracciones liberales se levant6 como bandera' el reconocimiento i apoyo a las autoridade~ constituidas legalmente, sin niogllDa esclusion, fué uno de los puntos interesantes acordados por la Junta i en una proposicion adoptada pOI' todos sus miembros, el President.e de la República i el Gobernador de Cundinamarca debian contar con los liberales de Guáduas, el primero para realiza'r su progra· ma inaugnral i el segundo para llevar a cabo las providencias que el progl'eso la paz i la felioidad de los habitantes de los pueblos del Occidente exijieran el concurso de su administl'acion, El Prefecto del Departamento tuvo conocimiento de las resoluciones acordadas i el Presidente de la "Sociedad liberal" invitó, p.or cO,nducto do tercera persona, a este funcIOnarIO para que con el carácter de liberal, que era de suponerse en él, asistiera a las reuniones i propusiera aquello que creyera necesario para darles tranquilidad a los alarmados habitantes, DesO'ralliadamente el espírit~ mal entendido de"partido o si se 'quiere, el ?dlO a lo~ llamados !'adi?ales, impidió que la ¡enerosa I franca ~scltaclOn fuera acatada tal vez, le fué perjudicial al partido liberal; pues de ahí en adelante no escus6 medios pan concluir CO? ?na SOllieda¡1 que solo el amor a los que VlVlan eu comunidad i en una misma Rcccion de territorio hiz o necesaria su constitucion, Un j6ven de buenos precedentes i conducta, incapaz de hacer mal deliberadamente pero liberal firme por inclinacíon i cOllyiccio~ lI es, fué nombrado des(]o unos cnatro mesee ántes Recaudador de Hacienda del Di~trito i al ocupar nn l)lle~to en los bancos de la "Sociedad liberal" la amenaza de remocion se le hizo si volvia a oir i aprobar las diecIlsiones i proposiciones de una Junta enemiga de lOA señores Correal i Aldana-palabras del Prefellto departamental. La contestacion del Recaudador, noble como su caráctel' i digna de un jóven de esperanzas di6 al traste con los proyectos de atraerse por el miedo partidarios. Las elecciones pr6ximas exijian un cambio en el personal del JUl'ado electoral i el caballero de que hablamos era oba. tácul? para to~o, frande o violencia que las autondades qUIsieran cometer; su renovacion era indispensable i así se hizo. Por el contrario, el partido conservador se vió apoyado por todos los que tenian mando o jurisdiccion i en las frecuentes reunioues de su Junta revolucionaria, los miembros que hacian uso de la palabra se espresaban con furor. contra el liberalismo en jenflral i ~n espeCIal contra el de sus compañeros de l~calidad ; e~to mereci6 ~iempre la aprobaclOn del senor Correal, 1 no contento con palmotear desde la barra, entr6 al recinto de las se~iones i lIacó del grupo de 108 más exaltados un . miembro para que le sirviera de mentor i Secretario; disgustos anteriores enemistad personal, ofensas i ultrajes públi: camente inogados, de nada se acord6 el Pr~fecto i solo e~ des~o de complacer a sus a!lll~os ~e aC,tuahdad I de, granjearse BU apreCIO I eBtlmaClon P' 1 en apariencia iusrio voz del amor propio herido i los instintos malévolos que habian guiado sus acciones fueron la pauta de sus futuros actos oficiales. De ahí en adelante, lo vemos rodal' con rapidez por ~l resbaladizo precipicio del c,rimen. El odIO . reconcentrado por muoho ~Iempo e,n sí mismo, encontr6 una salida, 1 fuerte I espantoso arrastr6 en su ímpetu cuanto encontraba; la sociedad la familia el individuo, el anciano, la mujer, el niño; fueron presa de su encarnizamiento. Donde el lazo no halla~a manos fuertes para ser sUJetada,~, el, eUClerro, la e!pl'Opiacion i los abusos IUcahficables llevaban por doquiera la d~vastacion, i desde la choza del infeliz I~bl'lego hasta la casa del propietario ten'ito. nal las persecuciones, con todos SUR salvajes agregado .., mantenian en perpétua desolacion el hogar. , ~os montes, guarida ordinaria de las fieral', vlmeron a se!' los lugares más seguros para los hombres I ellos allí qon la muerte de ~rente: el hambre, de compqñera, la desnudez I el fno ento,rpeClendo BUS debilitados miembro~, los ,cr;-Ian ~ejore9 i Il'!éllos voraces que eso~ anlm.lles Igualmente carniceros, que vahl10s de la fuerza brutal i de la autoridad ~ue han u~urpado, aan nluerte a sus ~cme­ jantes, qUitan ?I pan al desvalido i arrojan en una cloaca IOmunda i de corta estension ~Ia~a,da cárcel o cuartel, a centenares d~ IndiViduos a~narrados para que :as privacione8, el I!alo 1 la desesperacion concluyan en pocos dlas con sn existencia a ménos que la robustez les s,ir,:a p,ara ?Jiudarles 1\ padecer con ,constanCIa I mas tIempo i entónces 108 convle.rten en máquinas in(¡onscientes de unos pocos I en verdugos de sud mismos herman08. Esct!nas de horror se vén a toda hora en l?s pueblos donde el reclutamiento se pnctlll~, pero en Glláduas han traspasado los limites 9ue la c,rueldad acompañada de cierta compaSlOn habla señalado en otros lugares' el medro penlOnal, el odio la venO'anza hasta la imbecilida(} se u~iel'on e~rech'l­ m~llt~ en el Prefecto del Departamento para amq\lllar todo aquello que tuviera en sí algo de Itberal, algo de civilizador. El duelo de las fami!ias por la ~epal'acion de su, ~eno de sus miembros más útiles, la ~end~(i1dad en las plazas, las lágrimas de los sereti ll~ocente!! ~Uti guedaban sin padre i sin apoyo I las súplicas I ruegos de multitud de personas, acabaron de aumentar el frenesí destructor i sanguinario del Atila del Occidente de Cllndinamarca. Seis meses hace que se recluta allí todas laR semanaR, seis meses de cons.t.ernacion i ~!'panto han sumido en la miseria a los trabapdores por i.ornal i sinembargo, el hombre que se ha valtdo de ese infame medio para conservar un ]Juetlto que ha desbonrado se mantiene en él i a esta hora es uno de' los instrumentos más importantes de la política del actual Gobernador. Se ha dicho que el único verdaderamente respo~sable de los infaustos acontecimieo tos del dio. 4 de ocl,u bre de 1884 es el señor ~:llomon U?rre~l i vamos hoi a' hacer a la IIJera una hlLltona de los suce80S anteriores a es~ ,fecha, a dar algunlls razones i nuestra ?pIDlOn para acabar de confirmar esa idea Jenera!. Cobarde por naturaleza i por costumbre contempori~'l?or con todo lo malo i enemig~ de lo noble I .]eneroso, no podio., nó, vivir de esa manera en una poblacion en donde se encuentran oaratéres altivos, si unos vecinos de Quebradanegra, distrito conservador comandados por el señor Guillermo Hernán~ dez, que por su her6ioa muerte !le hizo perdonar mllcho, en mala hora 110 huhieran puesto su vida i IIU 8uerte en jeoeral, en map?s .de un hombre desleal que los !lacl'Ífico mdlgnamente. Cuantas veces le acercaba una eleccion cuantas encontraba sus bolsillo!! vacios o er~ necesaria la satisfaccion de una venganza otras tantas en viaba post'lS al señor Hernán~ dez i su jente para q:¡e con la mayor celeridad posible flleran a la cabecera del Departamento a secundarlo en sus miras i a rodearlo i protejerlo. Hombre que tiembla en presencia de otro hombre, que ha recibido en una de las calles mas conc~lI'rida8 i en preeencia de un numeroso públlllo, bofetadas de un caballero conservador, si~ atreverse a defenderse o a hacerse respetar 1 despues para satisfacerlo mas lo llama a servirle de dil'ector en muchos asun, to~, el! po , ' ierto un hombre sin amor propio i , • ... .... .;:: ...... .,. : r.,...' braron sus jefes i en sus proclamas se ofreci6 la garantía de vida i pl"Opiedad a loscundinamarquesell; solo los que se habian valido de la fuerza pal'a atacar los derechos ajenos o para hacerse a un poder o autoridad dictatorial quedaban esentos de su magnanimidad, ~i no deponian con presteza su odio i sus elementos de despotismo. El miedo por su persona o más bien la probabilidad de tener que perder un puesto que tan pingües beneficios le habia reportado, produjo en el Prefecto de Guáduas una especie de rabia contra todo lo que encontraba, i los treinta hombres que le servian de "Guardia de honor" le pal'ecieron pocos, poquísimos para detener en su caida el poder que trataba de salirse de SU!! manos. El reclutamiento, que no habia cesado, se aumentó en grandes proporciones, la recojida de animales diaria hizo progresar bastante los illteres~s del señor Correal, i las esenciones militares, sin dar recibo, acabaron de enardecer /:jU apetito desordenado de los bienes ajenos. ¡Cuántos negocioil productivos por no decir de otra mallera, se h;m hech¿ por las antoridades de Guáduas últimamente! solo los que han perdido su h'lber pueden decido. La salida de la poblacion fué prohibida para todos lo!' vecinos que de alguna manera ten!an algo ,que vituperar al r6jllllen autoritono local, 1 como su número el'a crellido se rondaban las casas de lloche i de dio. el espionaje hacia uso de inicuos medi~s para sallar nna u otra palabra qlle indicara el deseo de resistencia o al mónos la intellcion de ~bandonar un lugar en dO,nde la eeguridad h.abla muerto. AI~unos habItantes por neceSidad, por ocupacIOnes o por cualquiera otra causa salieron de la ciudad i a Sll pr6ximo regreso, dos de ellos, fueron detenidos eu la cárcel pública sin habert!e declarado turbado el 6rdeÍJ público, sin estar 8indicados de delitos comunes, ui áun denunciados como conspiradores i solo el espanto del Prefecto fué la causa d-a un proeedimieuto tan atentatorio, La circunstanllia de haber sido nosotros objeto de esa cla~e de abusos nos impide 'estendern os más. Con todo, la declaracion d e CIOCO personas rellonocidas e idóneas, que tenemos a la mano, compl'lleba CUó.uto hizo el señor Correal para aLropellarnos en nuestros dere~hos de ciudadanos, Si no la publicamos hOI es por temor a las persecuciones que indudablemente sufririan esas personas; una de ellas se elllluentra sepnltada en el ee menterio de Guáduas, víctima inocellte i d,esgraciada de la ambicion mezquina de un tIranuelo; su sangre h a puesto un sello terri ble en I~ fre~te de Salomon Coneal para que sea d.'''.Llllgul,lo entre todos i para que la maldllllOlI de los suyos caiO':J, inexorable i sin eq uivocacion sobre el responsable. Sí, solo él es el cnl pable, i si la bala que produjo esa n:uer,te tan sentida ~ali6 del fusil de un partIdarIO de la revoluclOn, la conducta atentatoria de todo derecho, el odio descarado e inesplicable a todo liberal, la muerte i la ruina juradas a todos los que no estaban de acuerdo con el réjimen cundinamarques actual, el cobarde procedimiento del Prefecto i de algunos jefes inmediatos i la temeridad al or~enar ~l ~eñor Hernández i compañeros la resistencia I ataque a los 3 <fuel'l'idos i valientes enemigoe del Gobier~o del Estado hicieron que el @eñor J eneml Gaitan i s~ tropa, en virtud del derecho de defElnsa i áun ~e castigo, lanzaran el fuego i la destrucClO1I contra el fuego i la destruccion que sobre ellos caia sin cesar. Muchas veces la mano quo descargi\ el golpe fatal no es la responeable, sino aquella que lo ha dirijido u obligado a descargar. Pron,to nos volvcl'e,mos a ocupar de este punto Importante; sigamos, por ahora, relatando. Ciertas personas divertidas hasta con la. misma deegracia circularon la nueva de la llegada a las inmediaciones de Guáduas de jente armada, con el objeto de hacer salir por algunas horas siquiera, de la poblacion, a los, trastornadores de la tranq uilidad doméstICa. En efellto, algo consiguieron, el paDlco que se apoderaba del señor Coneal i de los jefes do la guarnicion paralizaba algo la o~ra de esterminio permanente i una pequena tregua dr. reposo hacia retratar la satisfaccioll en las facciones de los abatidos moradores. ~08 preparativos de marcha para las esploraclOnes, )all espadas desenvainadas, al h~mb,ro o en una. mano cualquiera, los bagales 1 monturas qUitados a los partio 0..- la proximidad del Jeneral Gaitan i Sl1 fuerza. El Prefec~o Correal persuadido de la falsedad de los informes i dícere!! ordenó al señor Guillermd Hel"Uández que se atrincherara, resi.tiera I e hiciera fuego sobre todo hombre que se presentara en la plaza principal i no fuera rec9nocido como conservador. El Secretario de la Prefectura tomó de motu-propio algunajente para impedir, desde la torre de la iglesia, la toma del cuartel. El Jenera1 Uorreal, el Comandant.e de armas, algll~os jefes de Estado Mayor i variQ!I ayudante~-grados conferid03 pOI' ellos mismos-salieron reglllarmellte montados i mui bien armados a rellibil' con lluvia incesante de balas a aquell03 qtle Re atrevian" pisar el suelo donde Rolo el Jeneral mencionado tenia el derecho de dar 111 pasll i era dueño de vidas, !¡toma i haciendas. Al poco rato de hallarse en los estramuros de la poblacion, Iln grito ~orroso de miedo i de espanto oircul6 por las filas de los impávidos defensores del Gobiel'Do. A cinco o seis clladras de distancia, se alcanzaba a ver llegar, imponente i orgullosr la vanguardia de la fllerza restauradora de las leyes de Cundinamarca; IIU paso mes~rado, el 61'den i la dillllÍplina en lo!! voluntarios, el silencio de la tropa en jeneral, comprender hacia a los que no estuvieran cegados por la pasion o el miedo que nada se debi:l temer i sí mucho que esperar de su intervenc v~ 13':! 'oj¡ asuntos de Guáduas. Sinemb~rgo, el ins~i!1t.... de la consel'vacion de la vid~ q'le en al",unas pe~'sLJlla. ;6 .. poderoso que el cumplimiento de sus sagrados debere~, oblig6 ,111 Prefecto a dar instrucciones a los infel;ces que halló a su alcance, para que Jon descargas seguidas impidieran que su persona, necesarÍsima en otras circunstancias, fllera per!leguida i alcanzada en su precipitada fllga. Dadas estas 6rdenes de la mayor i~portancia, sali6 de la ciudad, con una celeri ad digna de encomio, acompañado de alg nos de !lUS amigos, sin avisarle al ~eñor He ánd8z la proximidad del enemigo; de seguro lo hizo intencionalmente para qua con la re istencia i el cumplimiento de sus mandatos anteriores dieran tiempo a él i 108 suyos para ponerse en salvo. L'l infaluia en toda SIl deformidad, raras veces pre~enta un caso semejante: llamar a unos pobl',es hombres trabajadores, con familia a quien nnntener i miembros útiles de una socieqad para que le ayuden a soste?erBe en un puesto que no merece, !Ter !!ervldo, acatado i tal vcz querido por ellos, deberles !JU destino, su posicion i haber recibido cons~ tante ~""'lt<1 s:\(\rific.;i}o ~ee;nteresarlr;,! i r.C!4 gusto, i ln~go, cUl\ndo el peligro remoto amenaza BU libertad, el modo de pagarles el bien que le habian hellho, es pOI' cierto indigno de '111 hombre, por s L1vaje que sea: arrojarlos en brazos de)a muerte, formal' con sus cadáveres una ba¡.rrera q'le obstruya el camino que pueda con¡dllcir a los que él llama sus enemigos al lugar que le sirva de escondite i de refujio i luego cuando su sangre derramada haga compadecer a 1011 vencedores, presen. tarse a ello. para pedirles un premio por no haberlos ~ltacado haciendo recaer la responsabilidad ntera sobre sus propias víctimas¡ o exijir d Gobierno del Estado, por medie de un informe falso i exajerado, una alaban, za i la aprobacion de su desleal conducta. El Pref~cto Correal se atreve aun a nombrar sin p~lidecer a esos desgraciados casi insepultos en el Campo Santo. Fresco el recuerdo de tan gloriosa azaña, intenta calum- \ niar toda¡via, refiere los acontecimientoli como si los hubiera presenciado, habla de profanacidnes de cadáveres ejecutadas por tree 80Ida«(08 a Bolall, no se reconoce culpable ni con~esa su deshonrosa fuga i aun !!ev~ su cillismo hasta el estremo de pedir al Gobierno gl'ados, condecoraciones, recompensas i sueldos para él i los suyos. Es cie¡'to, que algunos individllo!! de tropa disgustados por la muerte, causada desde el cuartel, a dos Oficiales importantes, en SIl ardoroso furor i cuando estaba empeñado el combatp, CUl\udo no podio. saberse sobre quié[J Se rli8paraba, causaron una muerte siempre Il( raja i heridas a una persona de moderacio J reconocida i acatada jeneral. mente por liberales i conservadore!!. Tambi01 lo e~, que el señor Sántos Moreno, tl'abaj: no!', bondadoso i honrado comerciante sur ió las consecuencias fatales del inccndio d su llasa de habitacion, sin haber podido saWar casi nada de los numerosos i valiosos o .ietos que en 1:]1 ... 1-,,, l-,il', i que este incendio f( ó '" f ~'~q,r"" ,"o .. -