La estafa en los productos financieros supera los 16.000 millones

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30/01/2016
Tirada:
50.000 Categoría: Económicos
Difusión:
30.000 Edición:
Nacional
Audiencia: 78.000 Página:
8
AREA (cm2): 885,0
Los escándalos
más sonados
Casos en que los inversores se
han quedado atrapados
OCUPACIÓN: 78,5%
(CUOTAS)
IMPORTE (MILL. €)
IMPORTE (MILL. €)
3.100
mill. €
IMPORTE (MILL. €)
670
AFECTADOS
SOLUCIÓN
SOLUCIÓN
AFECTADOS
SOLUCIÓN
6.458
IMPORTE (MILL. €)
Ninguna
300.000
AFECTADOS
12
SOLUCIÓN
Ninguna
SOLUCIÓN
SOLUCIÓN
IMPORTE (MILL. €)
Ninguna
660
AFECTADOS
Más de 37.000
SOLUCIÓN
Arbitraje
Arbitraje
IMPORTE (MILL. €)
1.010
AFECTADOS
Más de 93.500
Más de 63.710
Arbitraje
IMPORTE (MILL. €)
2.029
1.710
AFECTADOS
SOLUCIÓN
AFECTADOS
Más de 50.000
SOLUCIÓN
Canje por acciones
de Caixabank
70
Bonos, pagarés y participaciones financieras
IMPORTE (MILL. €)
AFECTADOS
292
5.000
Preferentes y deuda subordinada
IMPORTE (MILL. €)
IMPORTE (MILL. €)
50
100.000
Devolución por determinar
IMPORTE (MILL. €)
AFECTADOS
350.000
16.349
ECONOMIA
Salidas a bolsa y acciones
AFECTADOS
Total
V.PUB.: 7.046
30.000
SOLUCIÓN
Arbitraje y
canje de acciones de Unicaja
300
AFECTADOS
SOLUCIÓN
Canje por bonos y efectivo
Fuente: Elaboración propia.
4.100
Ninguna
elEconomista
La estafa en los productos financieros
supera los 16.000 millones en la crisis
Preferentes, acciones, pagarés y bonos dejan
atrapados a más de un millón de inversores
F. Tadeo MADRID.
Las acciones de la salida a bolsa de
Bankia no son ni mucho menos el
único producto con el que los bancos y las empresas han engañado a
los inversores con el objetivo de
captar recursos. Desde que estallara la crisis, en 2008, al menos más
de 16.000 millones de euros han sido colocados a inversores tanto particulares como institucionales, con
un sinfín de títulos, participaciones
preferentes y bonos de distinta consideración, sin advertir de los verdaderos riesgos que suponían dichas operaciones.
En todos los casos, estos inversores han tenido que asumir pérdidas millonarias, porque la solvencia de estas entidades o compañías
se ha visto comprometida, hasta el
punto de reclamar ayudas públicas
para sobrevivir o presentar el concurso de acreedores.
En últimos años nuestro país ha
asistido a un continuo estallido de
escándalos sociales derivados de la
comercialización de estos instrumentos financieros que, en algunos
casos, se han sofocado con la devolución total o parcial del dinero a
los perjudicados.
El más significativo ha sido el de
las preferentes y la deuda subordi-
nada, por el volumen de personas
afectadas. El Estado, a través del
Frob, calculó que más de 600.000
inversores habían quedado atrapados en estos productos. Pero hay
más: preferentes de Eroski, acciones de Gowex, cuotas de la Caja de
Ahorros del Mediterráneo, pagarés
de Nueva Rumasa y alguna otra emisión, como el estreno en el parqué
de Banca Cívica, incrementan el
número de perjudicados a más de
un millón. Y eso, sin contar otras
caídas en las que se maquillaron los
datos, como Pescanova, o minusvalías en compañías donde por motivos del desplome de las cotizaciones se han tenido que asumir minusvalías relevantes.
Por ejemplo, el Santander, Popular, BBVA y otros tantos bancos han
canjeado bonos por títulos en los
que los inversores han sufrido pérdidas de hasta el 80 por ciento. También hay casos en los que los bonos
se han convertido en otros, como
en Ceiss y en Liberbank, o se les ha
dado una solución alternativa, como cambiar la inversión por depósitos tras aplicar las quitas correspondientes, como en BMN.
La salida a bolsa (OPV) de Bankia, puesta en entredicho desde hace un año por los peritos judiciales
de la Audiencia Nacional, se ha su-
El Estado se ha visto obligado a abrir arbitrajes
para devolver parte del dinero por los escándalos
Protesta de los afectados por los productos financieros. FERNANDO VILLAR
mado a la lista de engaños masivos
tras señalar el Tribunal Supremo
que la operación, de mediados de
2011, se materializó con las cuentas maquilladas. “Hubo graves ine-
xactitudes en el folleto de la emisión de las acciones”, ha dictado el
alto tribunal.
En la OPV, el grupo entonces presidido por Rodrigo Rato consiguió
3.100 millones de euros (1.850 millones entre particulares y 1.250 millones entre institucionales). Según
los juristas consultados por este periódico, la entidad se verá obligada
a devolver todo el dinero tras el fallo conocido el miércoles.
Con el objetivo de hacer más ágil
el proceso y evitar que el montante
suba un 30 por ciento, hasta cerca
de los 4.000 millones, el banco que
preside ahora José Ignacio Goirigolzarri no descarta poner en marcha
una especie de arbitraje. De esta manera, los particulares en un principio rechazarían acudir a los tribunales, un procedimiento que alargaría la recuperación de los fondos.
La factura de este engaño dificultará al Estado su tarea de conseguir
que BFA-Bankia le reintegre los
22.400 millones otorgados para su
rescate, ya que la entidad está en
manos del fondo bancario público
en un 64 por ciento a través de la
matriz BFA.
Tanto el holding, 100 por ciento
del Frob, como Bankia se reparten
la carga de las indemnizaciones a
los antiguos accionistas. Hasta el
momento, Bankia ha tenido que
abonar 175 millones por las condenas en los juzgados provinciales.
El grupo nacionalizado cuenta
con una provisión para hacer fren-
30/01/2016
Tirada:
50.000 Categoría: Económicos
Difusión:
30.000 Edición:
Nacional
Audiencia: 78.000 Página:
9
AREA (cm2): 373,5
OCUPACIÓN: 33,1%
te a las reclamaciones por importe
de 1.840 millones, es decir, que cubriría sin costas ni intereses el tramo de particulares. Ahora bien, ya
hay inversores institucionales que
plantean pleitear para recuperar lo
invertido.
Arbitrajes
Por ello, la solución de un arbitraje, parecido al de las preferentes,
sería positivo para los afectados y
también para la entidad.
Con las preferentes, los procesos
arbitrales impulsados por el Gobierno en las entidades nacionalizadas y con ayudas públicas (Bankia, CatalunyaBanc, Novagalicia y
Ceiss) permitieron a más de 250.000
inversores minoristas, entre ellos
un buen número de personas jubiladas, recuperar el dinero invertido en estos tóxicos, la mayor parte
de ellos colocados en 2009.
En ese año el sector financiero se
vio obligado, con el consentimiento del Banco de España y la CNMV,
En muchos casos
los perjudicados se
han visto obligados
a acudir a los
tribunales
La salida a bolsa de
Bankia es el último
episodio de la lista
de ‘engaños’
destapados
a vender preferentes para elevar
sus ratios de solvencia y superar las
exigencias regulatorias. Entonces
ya había estallado la crisis y, de no
haber sido por estas emisiones vendidas en la red de sucursales a clientes particulares, unos cuantos bancos tendrían que haber reclamado
ayudas para sobrevivir, hecho que
sucedió tan sólo un ejercicio después en el marco de las fusiones.
En los arbitrajes, los perjudicados tenían que demostrar que la entidad les había engañado en la comercialización. Por eso, hay inversores que acudieron a esta vía y no
consiguieron recuperar el dinero,
lo que ha impulsado a una parte a
presentar demandas en los tribunales.
En concreto, en Novagalicia un
total de 58.000 particulares pudieron conseguir a través de este procedimiento extrajudicial 496 millones. En Bankia, fueron más de
137.000 los que lograron 1.824 millones. Y en CatalunyaCaixa, unos
41.000, con un importe de 340 millones.
El resto de atrapados no han corrido la misma suerte, entre los que
se encuentran los institucionales.
Por ello, han tenido que ir a los juzgados para poder recuperar la inversión que perdieron tras la apli-
V.PUB.: 3.921
cación de las exigidas por Bruselas
en el marco de los rescates. La UE
concedió a España 41.000 millones
a mediados de 2012 para sanear el
sistema financiero y poder mejorar
la confianza de los mercados en
nuestro país.
Estas entidades cuentan con provisiones para cubrir los riesgos derivados de estos procesos en los tribunales. Bankia había constituido
una hucha de 946 millones, de la
que ha gastado casi 500 millones.
Las dotaciones de Novagalicia alcanza los 194 millones. En su caso,
el Frob se ha comprometido a asumir una parte de esta factura. Fue
una de las exigencias de Banesco,
comprador de la entidad gallego en
la puja pública. En cuanto a CatalunyaCaixa, que ha sido adquirida
por BBVA, tiene un colchón de 185
millones para asumir las sentencias
condenatorias por la comercialización de las preferentes.
Goteo incesante
El goteo de escándalos ha dañado
la reputación del sector financiero
y también de los organismos supervisores, por lo que las autoridades
han extremado las precauciones
con cambios legislativos. Por ejemplo, el Gobierno ha modificado la
normativa de las preferentes para
impedir que los particulares no puedan adquirir preferentes o han obligado a la banca a determinar por
colores el riesgo de los distintos productos que ofrecen a los clientes.
No sólo el Banco de España se ha
visto salpicado por los casos. También la CNMV, porque no alertó con
la suficiente contundencia ni en la
venta de preferentes, ni en Nueva
Rumasa, ni en las diferentes emisiones de acciones emitidas por el
sector financiero, como las cuotas
de la CAM o los títulos de Bankia y
Banca Cívica. Estas dos últimas debutaron en el mercado a finales de
julio de 2011, en vísperas de que
arreciara la crisis de Grecia y las dudas sobre la solvencia de España y
su sistema bancario.
En algunos de estos casos, la Audiencia Nacional ha investigado o
está analizando si se cometieron
delitos penales. El caso más significativo es, precisamente, el de Bankia. El juez Fernando Andreu está
instruyendo la causa contra los administradores de Caja Madrid y el
grupo posterior liderado por ésta
tanto por la comercialización de las
acciones como por las preferentes.
Rodrigo Rato, Miguel Blesa, José Luis Olivas y el resto de administradores de ambas entidades se enfrentan a posibles penas de prisión.
Pudieron haber cometidos fraudes
y estafas millonarias, con el agravante de que han podido dejar tirados en la cuneta a más de una familia que confiaron sus ahorros en
las instituciones que gestionaban.
Sólo la presión social llevada a cabo por los propios afectados ha podido en una serie de casos, no en
todos, que los inversores pudieran
recuperar el dinero. Y éste ha salido de las arcas del Estado.
ECONOMIA
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