Nos abandonó un grande del jazz

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JAZZ corner
Oscar Peterson:
Nos abandonó un grande del jazz
José Ramón
García Amo
SUBDIRECTOR GRAL.
INFORMÁTICA Y
COMUNICACIONES
Ministerio de Agricultura,
Pesca y Alimentación
E
ste rincón, desde el
que compartir una
pasión, no es, ni será,
un escaparate desde donde se
rinda homenaje sistemático a
aquellos que nos abandonen.
Son quince los números ya
aparecidos y en este periodo
han sido varios los músicos
desaparecidos. Esta es la
primera vez que decimos
adiós a un personaje del jazz
que nos deja para siempre.
Murió, a los 82 años, el
pianista y subestimado
compositor canadiense Oscar
Peterson. Un fallo renal
terminó con sus días.
De origen modesto,
siguió los pasos de su padre
y sus dos hermanos y
estudió piano clásico desde
los cinco años de edad. Sus
estudios de trompeta tuvo
que abandonarlos debido a
una tuberculosis que
padeció, centrándose desde
entonces en el piano.
A los catorce años ganó un
concurso de jóvenes talentos.
Es caprichoso el azar, y de
camino en taxi al aeropuerto,
Norman Granz, productor
musical y cazatalentos, le
escucha tocar en la radio. Lo
contrata proporcionándole
un sitio en la JATP (Jazz At
The Philharmonic). Su
actuación en 1949 en el
Carnegie Hall de Nueva York
catapultó a Oscar Peterson a
la fama mundial.
Ha tocado en orquestas,
tríos, cuartetos, acompañando
a vocalistas pero quizás fue
como solista dónde dio su
mayor talla de músico.
Tocó con muchos de los
más grandes de este género,
como Ven Webster, Stan
Getz, Louis Armstrong,,
Dizzy Gillespie, Lester
Young, Charlie Parker, Joe
Pass y un largo etcétera.
Su estilo pasa por el
boggie-woogie, stride, bebop
pero siempre con un gran
swing independientemente
del tempo de ejecución. Se
le critican los excesos en sus
improvisaciones, sin duda
heredado de Art Tatum de
quien fue fiel seguidor y de
quien asimiló su virtuosa
rapidez. Su estilo también
refleja a Bud Powell y Fats
Waller dos de sus iconos
musicales. Oscar Peterson
también ha dejado su
escuela, de la que quizás su
mayor representante es
Monty Alexander.
Curiosamente también
cantaba, faceta apenas
conocida y cuyo referente
fue Nat “King” Cole, quien
también le influyó como
pianista.
En 1993, un derrame
cerebral afectó al movimiento
de su mano izquierda, su
extraordinaria mano
izquierda, pero en dos años,
su fuerza física y espiritual, le
hicieron superar esa situación
recuperando gran parte de la
movilidad si bien, no llegó a
recuperar el cien por cien de
su capacidad interpretativa.
Algunos han criticado su
enorme producción
discográfica, más de
doscientas referencias, en la
que, debido a su extensión,
es inevitable que haya
altibajos, pero en conjunto
su carrera es merecedora de
figurar entre una de los
grandes del piano de jazz.
Entre sus muchísimos
premios, se encuentran siete
Grammy, el último en 1997 a
su carrera profesional. Canadá,
su país de origen, le nombró
Miembro de la Orden de
Canadá, la mayor
condecoración civil canadiense
y fue el primer ciudadano
canadiense cuya efigie figuró
en un sello de correos.
Yo no le llamo genios a muchas
personas, pero Oscar Peterson es
definitivamente uno.
QUINCY JONES
nº 19 febrero 2008
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