Torreón: triunfan las fuerzas Constitucionalistas del General Pancho

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EDICIÓN ESPECIAL DEL CENTENARIO DE LA BATALLA DE TORREÓN
GACETA
HISTÓRICA
AÑO 1 NÚMERO 1
Archivo Municipal de Torreón
3 DE ABRIL 1914
El Ejército Federal de Victoriano Huerta, huye hacia San Pedro de las Colonias.
Torreón: triunfan las
fuerzas Constitucionalistas
del General Pancho Villa.
Por la tarde, el ejército Federal intentó apoderarse del Cerro de las Calabazas, pero las
fuerzas Villistas los rechazaron, además el día de ayer, 2 de abril, la tolvanera que se
desató, impidió que los federales lanzaran su contraataque por el cañón del Huarache,
ordenando su General, José Refugio Velasco la retirada inmediata.
* El Gral. Victoriano Huerta usurpa la
Presidencia de la República en febrero
de 1913.
* El 26 de marzo de 1913 el
gobernador de Coahuila Venustiano
Carranza, lanza el Plan de Guadalupe
en contra de la usurpación.
* El gobernador Venustiano Carranza
recorre los estados de Coahuila,
Sonora y Chihuahua para aumentar
sus recursos militares.
* Se forma el Ejército
Constitucionalista con 3 divisiones:
División del Norte, Noroeste y Noreste.
Calixto Contreras a punto de entrar
en combate.
(Fotografía de Harold Miller 1914).
Apuntes de la
personalidad del
General Pancho
Villa, su origen,
antecedentes y
trayectoria militar.
Conformación
del Ejército
Constitucionalista.
Grandes Héroes
Coahuilenses.
Estrategias y
movimientos de la
División del Norte
en la mítica
Batalla de Torreón
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Jueves 3 de Abril 1914
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BATALLA DE TORREÓN
EDICIÓN ESPECIAL
Mensaje a la ciudadanía del C. Presidente Municipal
Siempre será altamente gratificante para los mexicanos conmemorar el triunfo de las fuerzas
populares que comandadas por Hidalgo, Morelos, Zaragoza, Madero o Villa, lucharon por la
independencia, la libertad y la soberanía de la Patria.
Durante la Revolución, la Ciudad de Torreón fue escenario de batallas decisivas para cimentar
el rumbo de la Nación. Nuestra Ciudad, por ser un punto geográfico estratégico, cruce de
ferrocarriles y centro financiero, fue ampliamente peleada por los federales y revolucionarios.
La historia nos dice que fue el general Francisco Villa, quien con su poderosa División del Norte
dio el golpe definitivo al grupo de militares que apoyaba al usurpador Victoriano Huerta. En
los días finales de marzo y principios de abril de 1914 se libró la Toma de Torreón que hoy
conmemoramos.
Se cumple el Centenario de una batalla memorable por sus alcances político-militares: con ella
el Ejército Constitucionalista de don Venustiano Carranza se abrió paso hacia la capital de la
República, y más tarde, en 1917, convocaría para formular una nueva Constitución.
Bajo las normas de esta Constitución vivimos y trabajamos por cambiar la imagen de nuestra
Ciudad, por mejorar las condiciones de vida de sus habitantes. Trabajamos con fervor cívico para
que las familias torreonenses se identifiquen con su comunidad. Que a cualquier lugar donde
viajen o cambien de residencia se sientan orgullosas al decir “vengo de Torreón, soy de Torreón”,
la ciudad que cambió su rostro con el esfuerzo de sus autoridades, de sus niños y jóvenes, de sus
hombres y mujeres y de la sociedad en su conjunto.
Por esta lucha vibrante y constructiva, hoy nuestra comunidad rinde fervoroso homenaje a los
valientes revolucionarios y soldaderas abnegadas que vencieron a sus rivales en la histórica
batalla de Torreón en 1914.
ING. MIGUEL ÁNGEL RIQUELME SOLÍS
PRESIDENTE MUNICIPAL
PRESENTACIÓN
DIRECTORIO
En el Plan Municipal de Desarrollo que integra la Administración en funciones, señala
al Archivo Municipal, no solamente la importante responsabilidad de resguardar y
preservar el acervo cultural, sino acercarlo a las personas, como una contribución
para otorgar a todos los habitantes del municipio de Torreón, la posibilidad de
participar y disfrutar de los bienes y servicios que la Institución ofrece.
En este primer número de la Gaceta Histórica, organizada y editada por el Archivo
Municipal, los investigadores del acontecer regional nos presentan sus comentarios
y reflexiones sobre la lucha revolucionaria, poniendo el acento en la Toma de Torreón
de 1914, realizada por la División del Norte comandada por Francisco Villa.
Será emotivo leer, conocer y valorar las luchas que libraron otras generaciones por
preservar y fortalecer nuestro ámbito de libertad y soberanía como soporte de un
sistema de vida más justo y equitativo. El triunfo de la Revolución Constitucionalista
jefaturada por don Venustiano Carranza, lleva a los jefes militares a Querétaro en
1917 para crear y promulgar la Carta Magna que actualmente nos sirve de marco
normativo para trabajar por el desarrollo y mejoramiento de nuestra Comunidad.
El Archivo Municipal de Torreón, transita hacia una nueva estructura orgánica y
operativa, con el propósito de aplicar con mayor amplitud los avances tecnológicos
en el desempeño de sus funciones; a la vez, cumplir con la tarea de acercar los
elementos de la cultura a la población en general.
Esta Gaceta Historica será nuestro principal órgano de difusión. A través de sus
páginas aspiramos a contribuir y fortalecer los elementos históricos de identidad y
apego de niños y jóvenes que nacieron, viven y estudian en instituciones de este
municipio considerando que esos valores los impulsarán a trabajar en el futuro con
mayor cariño por su terruño.
Dr. Rodolfo Esparza Cárdenas,
Archivo Municipal de Torreón
Director
Ing. Miguel Ángel Riquelme Solís
Presidente Municipal
Lic. Jorge Luis Morán Delgado
Secretario del Ayuntamiento
Dr. Rodolfo Esparza Cárdenas
Director Archivo Municipal AMT
Lic. Jorge Hernández Guerra
Director Comunicación Social e Imagen
Arq. Miguel H. Ruiz Castro
Presidente Patronato AMT
Lic. Brenda Laura Ramírez Flores
Jefatura de Difusión AMT
Profr. Claudio Taboada Elizalde
Jefatura de Investigaciones AMT
Lic. Luis Manuel Morales Cansino
Jefatura de Acervo AMT
Colaboradores:
Dr. Victor Campos de la Peña, José León
Robles de la Torre, Manuel Ramírez,
Lic. Raúl Antonio Meráz, Ing. Carlos
Destenave Mejía.
Diseño editorial y gráfico:
Lic. Luis Manuel Morales Cansino
Coordinación de Publicación
Dr. Rodolfo Esparza Cárdenas
Archivo Municipal de Torreón
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BATALLA DE TORREÓN
EDICIÓN ESPECIAL
Intensos días de lucha
en los cerros de Torreón
En punto de las 11 de la noche, se registró una interrupción de energía eléctrica, lo cual marcó
el climax de la batalla, se continuó combatiendo, hasta que los revolucionarios se apoderaron de
la presa del Coyote y del cerro de La Polvorera.
E
l primero de abril los federales buscaron
salir por la cuesta de la Fortuna, intento que
fue rechazado, y que era signo inequívoco de
desesperación; de hecho la artilleria federal
intensificó sus ataques a las filas constitucionalistas,
pero Villa no contestó estas agresiones, ya que
esperaba que el enemigo agotara sus municiones.
Aparte de que, por la tarde, se dotó a los villistas de
bombas de dinamita y durante la noche se registró
el arribo de 800 revolucionarios, bajo el mando
del General Luis Gutierrez; asi mismo llego un
batallon de zapadores y la Brigada Carrillo con
1400 hombres procedentes de Durango.
A las 9 de la noche del 1o. de abril de 1914,
el General Villa ordenó el ataque general,
desplazando la artillería en los cerros de las
Calabazas y Santa Rosa, lo cual permitió tomar
la estación del ferrocarril, que era el objetivo
principal como punto neurálgico. Al mismo
tiempo, las fuerzas villistas tomaron el cañón
del Huarache, mientras el centro irrumpió en las
calles de la ciudad, desde la Alameda hasta la zona
comercial.
En punto de las 11 de la noche, se registró una
interrupción de energía eléctrica, lo cual marcó el
climax de la batalla, y aunque el ataque disminuyó
durante la madrugada del 2 de abril, se continuó
combatiendo, hasta que los revolucionarios
se apoderaron de la
presa del Coyote y del
cerro de La Polvorera
(Aguilar 2006: 28-29).
Como
ya
mencionamos,
Torreón era más fácil
de defender que de
tomar, y ante esta
situación, los federales
confiaron la defensa
de la plaza en la
artillería; sin embargo,
la estrategia falló, al
no ubicar positivamente el blanco. Esto último,
en vista de que atacaron Gómez Palacio, ya que
creían que en esa plaza se encontraban las reservas
villistas. Ante esto, Villa ordenó un descanso para
sus tropas, bajo la consigna de no abandonar las
posiciones, y que el General Rosalío Hernández
amedrentara San Pedro de las Colonias.
Por la tarde, los federales intentaron apoderarse
del cerro de las Calabazas, pero fueron rechazados,
además de que el día 2 se desató una tolvanera,
lo cual no permitió que los federales lanzaran
un contraataque por el cañón del Huarache, y
se iniciaran algunos incendios en la ciudad. Esa
misma noche, el General José Refugio Velasco
Brigadas a cargo del General
Calixto Contreras
ordenó la evacuación de Torreón y tomó el camino
a Saltillo, como resultado de que se quedaron sin
municiones.
El 3 de abril, las fuerzas villistas ocuparon la
ciudad; Villa procedió a nombrar autoridades
civiles y militares, de acuerdo a las instrucciones
giradas por Venustiano Carranza, quien fungía
como Primer Jefe del Ejército Constitucionalista.
Fuente: Grandes Batallas
de la Independencia
y la Revolución Mexicana.
Colección Memoria.
Primera Edición.
SEDENA, México, 2010.
¿Quién
era
ancho
P
Villa?
Por: Archivo Municipal de Torreón
EL ORIGEN DE PANCHO VILLA
La figura se encuentra rodeada de un halo de misterio, que él mismo
sembró alrededor de su historia. Mitos que le agradaban, por lo que
alentó su creación, tanto como medida política, como para satisfacción
personal. De lo que sí tenemos certeza, es que Doroteo Arango nació en
el rancho La Coyotada, Municipio de San Juan del Río, Dgo., en 1878,
donde se va a desempeñar como peón de la hacienda de Agustín López
Negrete, quien intentó abusar sexualmente de la hermana de Doroteo
Arango; él la defiende hiriendo al hacendado, y como consecuencia, debe
abandonar su terruño a la edad de 17 años (Salmerón 2006: 54-61).
Entre los años de 1901 y 1902, es recluta del Ejército Federal, de donde
se deserta y toma el nombre de Francisco Villa, el cual, según cuenta la
leyenda, lo tomó de un jefe gavillero que falleció muchos años antes de
iniciarse la Revolución y que él admiraba. Sin embargo, se puede observar
una vez más, que el país sufría un clima de inseguridad, producto de la
exigencia del pueblo, de que se llevara a cabo una justicia distributiva, y
que se marcara un alto a la explotación inhumana que sufría el pueblo.
De este modo, Villa busca dar a conocer siempre, que sentía empatía por
las necesidades del pueblo; la exigencia de la seguridad social, si bien no
se pedía como tal, se notaba en el sentimiento colectivo de agravio moral
(Moore 1996: 48-49).
Si bien la idea de que el bandolerismo, durante la época
del porfiriato, se llegó a ver como una propuesta a la
autoridad, habría que retomar que la situación de
inseguridad en el país, requirió que esos bandoleros
fueran empleados como defensores de la ley porfirista,
mediante el reclutamiento de los mismos, conformando
la Policía Rural. ¿En qué momento, esos bandoleros
consideran que se termina la injusticia y simpatizan
con el estado porfirista, al grado de formar parte de su
defensa? Por supuesto, en el momento en que existe de
por medio, un salario seguro, esto les permitió ocupar
un lugar preponderante en el escalafón social porfirista,
además de facilitar el poder en las zonas que estaban
bajo su control.
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Texto tomado con autorización del libro
Grandes Batallas de la Independencia y
Revolución Mexicana.
Colección memoria. SEDENA, 2010.
BRILLANTE TRAYECTORIA MILITAR
Desde los comienzos del año 1914, gracias a los brillantes triunfos
militares alcanzados por el general Francisco Villa en su rutilante
campaña desarrollada el año anterior en el Estado de Chihuahua, la
personalidad de este militar había adquirido una gran popularidad
debido a que, habiéndose internado en territorio mexicano por el
mes de marzo de 1913, procedente de los Estados Unidos, con sólo 8
hombres, para iniciar su campaña en contra del gobierno que presidía
el general Victoriano Huerta; para mediados de ese mismo año contaba
ya con una gran unidad denominada Brigada Villa, fuerte en cerca de
1,000 hombres. En los comienzos de junio de ese repetido 1913, era ya
reconocido como jefe por los cabecillas revolucionarios chihuahuenses
Tomás Urbina, Rosalío G. Hernández, Toribio Ortega y Manuel Chao, y a
partir de entonces desarrolló una rápida campaña que para el final de ese
año le había permitido dominar todo el Estado de Chihuahua, habiendo
aniquilado a la División del Norte, que mandaba el general de brigada
Salvador R. Mercado.
A causa de esta serie de victorias, el prestigio militar
del general Villa se elevó a grandes alturas, y meses
después se acrecentó todavía más, con los brillantes
triunfos alcanzados sobre los más renombrados
generales de la Federación: primero, en el asedio y
toma de la ciudad de Torreón, Coah., operación que
comenzó el 20 de marzo de 1914 con los combates
de Tlahualilo, Peronal y Bermejillo; continuó con el
ataque y toma de Gómez Palacio, Dgo., en los días del
22 al 27 del mismo mes, y terminó con el ataque a la
propiamente dicha Perla de la Laguna, realizado del 27
de marzo al 3 de abril.
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MUERTE DEL CAUDILLO
De regreso en Canutillo, Villa atendió sus asuntos
tal y cual era su costumbre, pero hizo caso omiso
del aviso de Llorente y con el pretexto de que tenía
que ir a Río Florido donde bautizaría un niño, para
de ahí irse a Parral a firmar el contrato de renta
de su hotel Hidalgo y preparar su testamento,
salió rumbo a la muerte. Saliendo de canutillo se
despidió de los profesores de la escuela con un
abrazo, cosa que nunca hacía . . . A la observación
que le hizo el Profesor Coello, de que no debía
salir de la hacienda, le respondió: “Parral me gusta
hasta para morir”.
El día 17 de julio y en la hacienda de Canutillo
todo se preparaba para festejar con alegría el
tercer aniversario, pero quiso la suerte que al
general José E. García le naciera un niño y que el
padrino fuera, naturalmente, el general Villa, que
jamás negó esa satisfacción a uno de sus leales y
valientes compañeros. Por eso el viaje se inició
con rumbo a Río Florido. Todo ese día 17 fue de
fiesta; al siguiente día 18, parte Villa con rumbo a
Parral, lo acompañan los coroneles Miguel Trillo,
Rafael Medrano, Ramón Contreras, y los capitanes
(dorados) Daniel Tamayo, Claro Hurtado, y el
teniente Rosalío Rosales, este último chofer del
general.
La emboscada.- Arriba Villa a Parral, y desde
luego procede a ultimar sus asuntos pendientes
y ya bien entrada la noche se retira a la casa de
la señora Manuela Casas. Al día siguiente, se
dice, lo iban a matar cuando salía de la casa de
esa señora Manuela Casas con rumbo al centro
de la población, como a las doce del día, hora en
que salían los alumnos de la escuela particular
Progreso y eso frustró la emboscada. Al día
siguiente, día de su muerte, a las siete y cuarenta y
cinco minutos del 20 de julio de 1923, al pasar por
el barrio de Guanajuato, cerca de la misma escuela
Progreso, donde existían dos cuartitos en los que
expedían pastura, los emboscados pusieron a un
fulano contraesquina de la casa de Manuela Casas
y convinieron que si iba el general en su carro, se
quitaría el sombrero. Hecha la seña convenida,
al seguir el carro por la calle para entrar a la
de Mercaderes, antes de la de Guanajuato, le
dispararon una descarga cerrada. El primer balazo
lo recibió entre los dedos índice y el de en medio
y le desprendió el corazón. A pesar del balazo
mortal habló para decir: “YA NO HAY LUCHA.”
Y la mano derecha se la llevó a la cintura, donde
cargaban la pistola todos los villistas, en el lado
derecho. Murieron con él el coronel Miguel Trillo,
capitán Daniel Tamayo y el teniente Rosalío
Rosales, chofer del general.
Texto tomado del libro
“Hechos Reales de la Revolución”. Séptimo Tomo.Pag. 201.
Alberto Calzadíaz Barrera, Editorial Patria, S. A., México, 1980.
Archivo Municipal de Torreón
CORRIDO AL GENERAL FRANCISCO VILLA
Año del 94,
y en plena sierra señores
en la Hacienda el Gogojito del
Estado de Durango
Nace a la historia un chaval
que llego a ser afamado.
Era un humilde labriego,
que parcelas cultivaba
a medias y en temporal,
era poco lo que le quedaba
teniendo de patrimonio,
solamente su libertad.
Tan solo 16 años,
tuvo que ser decidido
metiéndole 3 balazos
a un patrón abusivo.
Por el honor de su hermana
prefirió ser perseguido
cambiándole de este modo,
su muy incierto destino.
Sierras la Silla y el Gamón,
que lo tuvieron consigo,
se le forjó el caracter
que lo haría caudillo,
cambiándose hasta de nombre,
por otro más aguerrido.
EDICIÓN ESPECIAL
Doroteo era su nombre,
Arango su apelativo.
Llamenme Francisco Villa
pa´engañar al enemigo.
Ya en tierras de Chihuahua
por donde anduvo de huído
conoció al Sr. Madero
del que se hizo un gran amigo,
combatiendoa su lado
el nefasto porfirismo.
Federales mal forjados,
recuérdenlo muy seguido
Santa Isabel, Cerro Prieto,
Casas Grandes y Juaritos
los hizo correr a todos
sin rumbo despavoridos.
Muchas batallas libró
en Chihuahua y Coahuila
acabar con los opresores
era lo que le movía.
Ya en tierras de Durango
antes de entrar en acción
en la Hacienda de la Loma
recibió una comisión
ser el General en Jefe
de una gran división,
De la División del Norte
antes de atacar Torreón.
Pobrecitos federales
nunca pudieron con él
dos veces tomo Torreón
en Octubre y en Abril
batallas que ahí ocurrieron
no se podrán repetir.
Ya por último les digo
solo una cosa anhelaba
sacar a los federales
que en Zacatecas se hallabán
con trenes y con cañones
les dio la gran batalla
demostrandoles que el pueblo
es el único que manda.
Grandes llanuras del norte
tan soleadas y tranquilas
aún retumba en las sierras
los ruidos de la metralla
y el resoplar del caballo
que el General Villa montaba.
AUTOR,
Carlos Destenave Mejía
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BATALLA DE TORREÓN
EDICIÓN ESPECIAL
GRANDES GENERALES DE
LA DIVISIÓN DEL NORTE
El triunfo constitucionalista no habría sido posible sin los grandes
liderazgos naturales de los que el General Francisco Villa logró
conjuntar en la mítica División del Norte, líderes que organizaron sus
propias brigadas y sumaron su esfuerzo al gran
Ejercito Constitucionalista.
Severino Ceniceros
Rosalio Hernández
Raúl Madero González
Toribio Ortega Ramírez
Eugenio Aguirre Benavides
Gral. Felipe Ángeles
Martiniano Servín
Calixto Contreras
José Trinidad Rodríguez
Manuel Chao
Maclovio Herrera Cano
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BATALLA DE TORREÓN
C
EDICIÓN ESPECIAL
“LA LOMA” DURANGO
CUNA DE LA DIVISIÓN DEL NORTE
omo resultado de las convocatorias de los
jefes revolucionarios para analizar la integración
de la División del Norte del Ejército Constitucionalista, que a la sazón, tenía como Jefe Máximo
a don Venustiano Carranza Garza, se reunieron el 29 de septiembre de 1913 en la hacienda
de La Santísima Trinidad de la Labor de España,
conocida también como hacienda de La Loma,
ubicada en el municipio de Lerdo, Durango.
Esa mañana, no existía un ambiente festivo en torno a la hacienda donde se encontraban reunidos
los líderes de la revolución. Por el contrario, el entorno era de guerra, de tensión, explosiones y disparos, que presagiaban una esacalada mayor a medida que se iba acercando el dia de atacar Torreón,
(Primera Toma de Torreón 30 de Septiembre 1913) por lo que antes de que llegará ese
momento, las escaramuzas eran cosa común
dentro de campañas de cercos y contracercos, y que ahora serían de aniquilamiento, según el propósito de las dos fuerzas en pugna.
Eran momentos críticos y de grandes determinaciones. Todos los participantes debían anteponer
los intereses superiores sobre las ambiociones personales y sus deseos de gloria, para poder cumplir
cabalmente con el compromiso que les imponía
una nueva forma de hacer la guerra, con disciplina
total y apego a las disposiciones del mando único.
Durante la reunión, el trato entre los guerreros, era respetuoso y entre iguales, lo que significa que no existía hasta ese momento ningún
personaje que tuviera el mando absoluto sobre
los diferentes integrantes de las brigadas revolucionarias, que ahora acudían a darles forma
y estructura, bajo la conducción de un mando
único. Las propuestas para seleccionar a quien
sería el General en Jefe de la Nueva División del
Norte, fueron en primer lugar el coronel Juan
E. Garcia, que carecía de experiencia militar.
Este a su vez, junto con Calixto Contreras proponen a Francisco Villa, destacando las cualidades y trayectoria ampliamente demostradas.
Maclovio Herrera, abraza al general Villa,
en quien recae el importante nobramiento.
Mientras tanto, las avanzadas de las tropas irregulares de Emilio Campa conocidos como los “Colorados”, por traer un listón rojo en el sombrero
que los identificaba, hostigaban a la vanguardia
de la división, por medio de ataques de infantería y artillería. Durante el proceso de la histórica reunión, se constituye formalmente la División del Norte, otorgando los cargos y mandos.
La revolución ahora contaba con una estructura
militar sólida y un líder indiscutible que con su
genio como estratega, audacia y valor sin límites,
se convirtió en el caudillo máximo de la lucha armada constitucionalista, que llevó a la División
del Norte a encumbrarse, no solamente como el
mayor ejército popular del continente, sino como
el más efectivo a la hora de enfrentar a los tiranos en la legítima lucha a favor de los oprimidos.
Cuadernos de la Crónica Municipal de Gomez Palacio Durango
Septiembre 2013
La artillería de la División del Norte, al mando del general
Felipe Ángeles y de los Coroneles Martinieno Servín y Manuel García
Santiballez estaba formada por 2 regimientos de 3 baterias cada uno,
con 28 cañones donde sobresalían “El Niño” y el “El
eran aproximadamente 200 artilleros.
Chavalito”;
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BATALLA DE TORREÓN
EDICIÓN ESPECIAL
´
TORReoN 1910-1914
BALUARTE MILITAR y ESTRATE´GICO
Por: Dr. Rodolfo Esparza Cárdenas
VALOR ESTRATÉGICO DE LA CIUDAD
Torreón era en ese entonces la ciudad más
importante del norte de México, el valor de la
plaza era estratégico por dos razones; la primera,
su potencial económico, producto del cultivo del
algodón organizado bajo el sistema de haciendas,
el cual tenía el respaldo de buen número de
instituciones bancarias y mercantiles, así como
industrias que daban valor agregado al oro blanco.
Igualmente eran importantes las refinadoras
de metales vinculadas a minas cercanas que
hacían uso de dinamita y otras materias primas,
ya que ofrecían recursos para la construcción
de material bélico y explosivos. Los negocios
aludidos, florecieron interdependientemente
con la comunicación ferrocarrilera, situación
que se convirtió en factor clave en la situación
de guerra que se vivía. Así, la segunda razón del
valor estratégico de Torreón, fue la conjunción de
su situación geográfica, que establecía a la ciudad
en la puerta hacia la frontera norte y por ende a
los mercados de armas, e igualmente, en sentido
contrario, hacia Zacatecas y sus ricas minas de
plata; el Bajío, fundamental para el suministro de
granos y ganado para el alimento de las tropas y
sus cabalgaduras; y consecuentemente el principio
de la ruta que permitía la ocupación militar y
política de la Capital del País. El trazo de las
rutas ferroviarias, hizo de la ciudad, el punto de
encuentro del Ferrocarril Central Mexicano, el
cuales unía la ciudad de México y la población
fronteriza Paso del Norte; con el Ferrocarril
Internacional Mexicano, que hacía lo mismo
con las ciudades de Porfirio Díaz, hoy Piedras
Negras, con la Capital del estado de Durango, y
con una tercera vía, la del Coahuila y Pacífico.
Como podemos observar, el control militar y
económico de Torreón era fundamental para las
fuerzas contendientes, pero más para el ejército
constitucionalista, en tanto significaba el control
de más de la mitad del país, los estados norteños,
prácticamente de costa a costa y desde luego, de
las fronteras más cercanas con los Estados Unidos.
MILAGRO Y MODELO ECONÓMICO
Como se reconoció en el decreto que otorgó a la
Villa de El Torreón, la categoría de Ciudad, era la
población el vivo ejemplo de la concreción de la
política económica de la libre empresa, promovida
por el porfirismo; a lo que contribuyeron
significativamente las ventajas que le otorgaron
distintos decretos emitidos por el Congreso del
Estado de Coahuila, mediante los cuales se eximía
a industriales y comerciantes de primer orden
pagar impuestos; circunstancia que favoreció
se convirtiera en el emporio del norte, pero
también en el más caro objetivo militar de las
revolucionarios maderistas y constitucionalistas.
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BATALLA DE TORREÓN
1911-1912 TORREÓN BASTIÓN FEDERAL
Así, la ciudad cayó, por primera vez bajo control
de los revolucionarios seguidores de Madero,
en el mes de mayo de 1911; la experiencia fue
cruenta y no olvidada una vez liberada por efecto
de los Tratados de Ciudad Juárez. Se deduce
que las autoridades, y sobre todo los dueños o
representantes de los capitales asentados en el
municipio, gestionaron se destacara un mayor
número de efectivos a la División del Norte del
Ejército Federal; especialmente después de la
rebelión Orozquista; pero especialmente como
consecuencia del primer asedio, ya bajo la bandera
del Plan de Guadalupe, -respuesta al golpe de
Estado y la usurpación del poder perpetrado por
el General Victoriano Huerta-, llevado a cabo por
los viejos revolucionarios laguneros maderistas y
el gobernador de Coahuila Venustiano Carranza,
en el mes de julio de 1913; asedio que fracasó
rotundamente por el fuerte contingente federal
acantonado en la ciudad.
EDICIÓN ESPECIAL
Durante estos meses y los primeros del año de 1914,
el Ejército Constitucionalista se organizó, y una
vez tenidos bajo su poder los puntos fronterizos
importantes de Sonora, Chihuahua, Coahuila
y Tamaulipas, se preparó para avanzar hacia la
Ciudad de México por tres líneas, occidente,
oriente y centro, encomendados a los ejércitos
al mando de Álvaro Obregón, Pablo González, y
Francisco Villa, respectivamente. Sin embargo, el
éxito dependía en buena medida de la retención
definitiva de la Ciudad de Torreón y la Comarca
Lagunera toda, por las razones estratégicas que ya
se han apuntado. Nuevamente la responsabilidad
de los últimos objetivos señalados, recayó en la
División del Norte, bajo el mando supremo de
Villa.
EL BOOM ECONÓMICO DE TORREÓN EN
EL PORFIRÍSMO
REORGANIZACIÓN DEL EJÉRCITO
CONSTITUCIONALISTA Y TRIUNFO EN LA
CIUDAD DE TORREÓN
Como hemos dicho, Torreón era desde sus
orígenes en finales de siglo XIX, el vivo ejemplo
de avance y modernidad, el importante auge de
industrias y bancos son el indicador fiel de este
milagro económico de grandes dimensiones.
En Octubre de ese mismo año, Venustiano
Carranza, investido como Primer jefe del Ejército
Constitucionalista, dispuso que Francisco Villa,
quien se había distinguido por sus acciones de
guerra y triunfos en el Estado de Chihuahua,
volviera a atacar Torreón. En esta ocasión la pericia
de Villa, le valió lograr el objetivo, manteniendo
bajo su control la ciudad desde mes octubre, al
mes de diciembre de ese año de 1913. Fue en esta
ocasión que los revolucionarios, y sus líderes,
antes de iniciar las acciones de guerra para tomar
militarmente Torreón, convinieron integrar la
División del Norte y nombrar como su general en
Jefe al Francisco Villa.
Industrias:
Compañía Metalúrgica de Torreón
La Fe, (Hilados y Tejidos),
La Unión (Aceites y Jabón),
La Constancia (Hilados y Tejidos),
La Laguna (Artefactos de Ixtle),
Fábrica de Cerveza,
Fábrica de Ladrillo
Fundición de Hierro
Fábrica de Cerrillos
Fábrica de Muebles
Compresora de Algodón
Fábrica de Guayule
Fábrica de Hielo
Bancos:
Banco de la Laguna,
Banco Germánico,
Banco de Londres y México,
Banco de Coahuila,
Banco Nacional de México,
Compañía de Crédito y Ahorro,
Banco Americano
Banco Chino.
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BATALLA DE TORREÓN
EDICIÓN ESPECIAL
ESTRATEGIA DÍA A DÍA
DE LA ÉPICA
BATALLA DE TORREÓN
20 de Marzo
21 de Marzo
22 de Marzo
Reunión de las brigadas del General Francisco Villa en el
pequeño paraje en el estado de Durango, La Estación Yermo.
Se puede observar en el mapa una circunferencia que indica
a las tropas federales haciendo perímetro a la región lagunera
y unos cuadros en la parte superior que corresponden a las
tropas revolucionarias.
La brigada comandada por Tomás Urbina ocupa Mapimí,
que fue abandonado por sus defensores. En Sacramento
la lucha se intensifica llegando refuerzos federales para
defender la plaza.
Las brigadas principales avanzan al punto de conquista,
postrándose a las orillas de la ciudad de Gómez Palacio. Al
principio la defensa toma ventaja pero los revolucionarios logran
hacer frente y romper las lineas defensivas.
26 de Marzo
El ejército federal recupera algunos puntos perdidos la noche anterior. Los exploradores informan que los federales han evacuado Gómez Palacio.
27 de Marzo
Los federales se repliegan y reagrupan sus tropas en torno a toda la ciudad de Torreón. Las
brigadas villistas van tomando posición de ataque.
Archivo Municipal de Torreón
BATALLA DE TORREÓN
24 y 25 de Marzo
Se instalan en Gómez Palacio los
cañones del General Felipe Ángeles,
esgrimiendo fuertes ataques a los
fortines del Cerro de la Pila, La Jabonera, y la Casa Redonda. Maclovio
Herrera ataca y conquista Lerdo.
Las tropas de Maclovio Herrera, Calixto Contreras, Severino Ceniceros,
José Isabel Robles y Mariano Arrieta
se reagrupan en el Vergel.
Por la tarde del día 25 las tropas
salen para atacar Gómez Palacio.
Toda la tarde hay duelo de artillerías
y por la noche empieza el asalto al
Cerro de la Pila, el cual permanecía
iluminado por los fogonazos que
intercambiaban ambos ejércitos.
28, 29, 30, 31 de Marzo y 1º y 2º de Abril
Se tenía pleno control de Gómez
Palacio y Ciudad Lerdo, las Brigadas Villistas se postran por todo el
perímetro de la ciudad de Torreón,
se ordena a la brigada González
Ortega a taponearla posible llegada de refuerzos del ejército federal
por la vía del tren Internacional.
Las demás brigadas se enfrescan
en una lucha que dura varios días
hasta romper las filas del enemigo
y provocar retirada.
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EDICIÓN ESPECIAL
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Jueves 3 de Abril 1914
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BATALLA DE TORREÓN
EDICIÓN ESPECIAL
LOS TRENES HOSPITAL
El tren que acompañó fielmente al Gral. Francisco Villa recibió el nombre de
Brigada Sanitaria y se dice que era el más organizado de la Revolución. La
organización del mismo corrió a cargo del Dr. Andrés Villarreal, originario de
Monterrey y radicado en Torreón, Coahuila. Tenía un enorme prestigio como
médico y cirujano. De ideas revolucionarias, fue entusiasta partidario de Madero y
Pino Suárez, por lo que se unió al movimiento. Así conoció a Francisco Villa, quien
le dio la oportunidad de aprovechar sus conocimientos adquiridos durante una
estancia en Europa.
Por: Dr. Victor Campos de la Peña
L
os trenes hospital durante la Revolución
Mexicana (1912-1915) en el contexto de acercar
los servicios médico-quirúrgicos a los campos de
batalla en la guerra de movimientos y distancias
como sucedió durante la Revolución Mexicana,
nuestro país y nuestros médicos tienen la hegemonía
mundial. Nunca antes se había movilizado un tren
hospital completamente habilitado como tal hacia
las cercanías de la contienda como sucedió con los
cuatro convoyes que durante los años de 1912 a 1915
ofrecieron este servicio en gran parte de nuestra
patria; el tren hospital del ejército del noroeste del
gral. Álvaro Obregón, el tren hospital del ejército
del noreste del gral. Pablo González, el tren hospital
llamado “Brigada Sanitaria de la División del Norte”
del gral. Francisco Villa y paralelo a estos, el pionero,
el tren hospital del ejército federal al mando del
general Victoriano Huerta, con asiento en la ciudad
de Torreón, Coah., y quien ordenó el 15 de abril
de 1912 su formación integral a instancias del Dr.
Guadalupe Gracia García acompañado por el Dr.
Guillermo Cerqueda, en ese tiempo jefe médico del
ejército federal acantonado en Torreón.
Los prolegomenos de la atención médica en nuestro
país en cuestiones bélicas se remontan parcialmente
a los días iniciales de la Cruz Blanca Neutral y de la
Cruz Roja Mexicana en la ciudad de México, y como
siempre la inquietud de estudiantes y profesores
de la escuela de medicina ponen el ingrediente
de entusiasmo para la creatividad que a la postre
salvaría muchas vidas. De esta manera, un joven
estudiante de la escuela de medicina cita en el barrio
de Santo Domingo y ocupado el antiguo edificio
del tribunal del santo oficio mas conocido como
la “Santa Inquisición” acicateado por su maestro
y tutor, el insigne Dr. Rosendo Amor, determinan
que el estudiante en cuestión, Guadalupe Gracia
García oriundo de Durango, se traslade a Torreón
para entrevistarse con el general Victoriano Huerta
y proponerle la formación de un tren sanitario
para la atención médico quirúrgica de los heridos
en batalla y aprovechando las instalaciones, para
internar a diversos pacientes con alguna patología
así como a los infecto contagiosos. Fue el 15 de abril
de 1912 cuando el gral. Victoriano Huerta aceptó la
propuesta y de inmediato inicio la habilitación del
primer tren hospital del mundo, con equipo médico
y humano para las necesidades presentes
en esos momentos y en las que acontecieran
posteriormente. Fueron compañeros del Dr. Gracia
García, los doctores Guillermo Cerqueda jefe
médico del ejército federal y la experiencia del Dr.
Pacheco como jefe médico del ferrocarril mexicano
que en su trayecto de Veracruz a la Capital, tenía
dos vagones consultorio en Orizaba y en Apizaco.
En lo referente a la “Brigada Sanitaria de la División
del Norte” que inició su formación y equipamento
en la ciudad de Chihuahua y que contó con la
valiosa y gran experiencia del cirujano Dr. Andrés
Villarreal, graduado en Jhon Hopkins EUA, y que
previamente había radicado y ejercido en Torreón,
y a quien, el propio general Villa, su compadre,
lo nombró coronel y jefe de la Brigada Sanitaria
de la División del Norte. Un tren con más de 40
vagones; para generales y jefes, para carros hospital
de encamados, carros quirófano, plataformas para
ambulancias de tracción animal y para ambulancias
a motor, cajas jaula para animales de tiro y caballar,
para cocina y comedores, para almacén de material
de curación y medicamentos, para almacén de
víveres, dormitorio para enfermeras (os) camilleros,
ayudantes y carreros y choferes, así como para
los médicos que todos ostentaban el grado de
jefes: mayores, teniente coronel y coroneles y por
obviedad una buena locomotora en las mejores
condiciones. También tenía una guardia de más
de cien soldados de infantería para salvaguarda
del tren. Este fue el hospital móvil más completo.
El Dr. Encarnación Brondo Whitt, autor del libro
“La División del Norte” nos cuenta la odisea desde
su alistamiento en enero de 1914 en la ciudad de
Chihuahua hasta su liberación en México ese
mismo año, un libro épico por un protagonista de
la medicina de guerra, donde relata, laparotomías
exploradas para cirugía intestinal, amputaciones
de miembros, estabilización de fracturas cerradas,
asepsia (lavado mecánico de heridas) y antisepsia
de heridas con antimicrobianos de la época y
debridación de abscesos, fueron entre otras, las
cirugías más frecuentes tanto en la Toma de Torreón
con sus múltiples batallas (Conejos, Sacramento,
Tlahualilo, San Pedro, Paredón, pasando por
Hipólito y Sauceda y hasta las Goteras de Saltillo) y
de regreso a Torreón, poner rumbo al sur, a la
Toma de Zacatecas, donde se decidió la suerte de
la República, gracias a la División del Norte y a su
jefe máximo, el gral. Francisco Villa. Es complejo
en un artículo corto citar a tantos héroes de la
medicina de guerra en la Revolución Mexicana, sin
embargo, esto es un adelanto para iniciarnos en un
tema apasionante y que particularmente me atañe
por ser médico cirujano anestesiólogo graduado
en el Hospital Central de la Cruz Roja Mexicana,
institución que como la Cruz Blanca Neutral tuvo
su participación en este periplo revolucionario. Este
año de 2014 en el que celebramos el Centenario
de la “Toma de Torreón” valga esta publicación
como un homenaje a todos los que integraron la
fuerza de trabajo en los trenes hospital y que con
ello se logró salvar cientos de vidas que heridos en
la confrontación bélica fueron atendidos en estos
hospitales móviles.
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BATALLA DE TORREÓN
EDICIÓN ESPECIAL
MUJERES REVOLUCIONARIAS
PACTO DE TORREÓN
Por: Manuel Ramírez López
4-8 Julio 1914
º La División del Norte reconoce como Primer
Jefe del Ejército Constitucionalista al señor
Venustiano Carranza y solemnemente le reitera su
adhesión.
1
E
Fotografía Archivo Municipal de Torreón, Mujeres en Campamento Revolucionario 1914
n la historia integral de la Revolución Mexicana
está presente en todos los momentos, en los más
cruciales y en los más ordinarios. Uno de los
personaje que estuvo ligado íntimamente a los sucesos
que forman el inventario de acontecimientos cotidianos
de una guerra fratricida, fue “La Soldadera”, quien
voluntariamente se suma a la vorágine de terrible
violencia, para aportar reiterada y tenazmente su
participación en ese proceso de destrucción masiva
y crueldad sin límites, propiciado por la falta de
libertad y democracia, control absoluto del poder
hasta convertirlo en cacicazgo, ambiciones políticas,
perversidad y muerte, alimentado además por la
miseria absoluta de las clases bajas; por la ignorancia
y la carencia de oportunidades para superar las infames
condiciones de vida, que provocaron la desesperación
de un pueblo agobiado por las injustas cargas que se
le imponían desde su nacimiento hasta su muerte, la
ausencia de justicia social y sin tener una esperanza
clara de redención.
A la mujer, rechazada en la contienda bélica, mal
vista por el mando de los varones que la consideran
un estorbo, solamente le quedaba involucrarse en el
conflicto armado buscando ser útil y necesaria en el
campo de batalla. Acoplada en el cabús de esa lucha,
tiene que sumarse a los beligerantes adoptando todos
los roles posibles: de compañera, esposa, madre,
hija, hermana, amante, robada o violada, prostituta,
proveedora, combatiente, solidaria y colaboradora, o
con odio como espía, renegada y vengativa, relegando
sus ideales y condición de mujer para cumplir con el
papel que le es más característico, el de la abnegación
y el sacrificio para estar cerca de sus seres queridos
compartiendo penalidades e infortunios; igualmente
deseosas de venganza contra quien victimó a las
personas de su afecto, para liberarse de sus limitaciones
de género, o para buscar caminos más afortunados
que aquellos que tuvo que tomar, forzada por las
circunstancias, en momentos terriblemente dramáticos
en los que la vida de las personas tenía un valor muy
escaso.
Sin embargo, su participación para la tropa era muy
valiosa, las condiciones en que se desarrollaban las
hostilidades eran sumamente críticas y difíciles. Los
que peleaban, carecían de lo más indispensable, no
tenían ropa de abrigo ni donde guarecerse de las
inclemencias del clima, no había alimentos ni agua
suficiente, normalmente carecían de hospitales, equipos
de curación, y medicinas, faltaba calzado y ropa para
el cambio. Los combatientes en el frente de batalla
estaban abandonados a su suerte y para cubrir esas
necesidades tan urgentes que en forma cotidiana debían
enfrentar, dependían de sus mujeres, que haciendo gala
de habilidades, astucia, y muchas veces apoderándose
de bienes ajenos, buscaban el bocado y lo preparaban
para compartir con sus compañeros, a pesar de haber
recorrido jornadas agotadoras a la saga de los ejércitos.
Si se requería, cuando el abastecimiento fallaba,
les llevaban el frugal alimento a la propia línea de
combate, aún a riesgo de su propia integridad física,
a pesar de la desaprobación de los jefes por esas
actitudes, también se hacían cargo de sus heridos o
muertos y cuando esto último sucedía, de inmediato se
buscaban otra pareja para continuar con su cometido de
soldaderas, con otro prójimo a quien apoyar, para poder
desempeñar con eficacia su labor debían cargar con su
propia impedimenta de cazuelas, ollas y pesadísimos
metates, y demás utensilios de cocina que utilizaban
en su cometido.
Privadas de consideraciones y cuidados hacia su
persona, con mucha frecuencia ellas mismas resultaban
lastimadas o eran alcanzadas por el fuego del enemigo
y no había más remedio que abandonarlas, si era
posible en algún lugar poblado para ver quien se
compadecía de ellas y les ayudaba, y si no, dejadas
a campo raso atenidas a su triste destino. Igual de
dramáticos eran sus procesos de embarazo y de
parición, en los que el producto frecuentemente se
perdía debido a la total carencia de medios de higiene,
de los elementos necesarios para la supervivencia
de los menores y por la rudeza de los climas, que
alternaban entre los gélidos vientos de la montaña y
los tremendos calores del desierto. Sin embargo, nada
detenía a esas esforzadas y anónimas heroínas, que
superando todas las circunstancias negativas y funestas
a las que se enfrentaban, debían permanecer estoicas e
inconmovibles en el camino que habían elegido.
Solidarias en sus desgracias, muchas veces tuvieron que
pagar con la vida por malas acciones ajenas, muriendo
fusiladas o incineradas, por considerarlas inmiscuidas
en traiciones o negarse a denunciar a las supuestas
culpables. Escenas de terrible crudeza y atrocidad que
marcaban para siempre a quienes las presenciaron.
Pero también las féminas fueron protagonistas de
inolvidables actos de patriotismo; como el de la
jovencita Elisa Griennsen Zambrano, quien al ver que
las tropas norteamericanas de la expedición punitiva
entraron a Parral, Chihuahua, en busca de Pancho Villa,
quien había atacado Columbus, Nuevo México., al
ver que nadie reaccionaba ante la flagrante invasión, le
gritó al presidente municipal: ¿Qué, no hay hombres
en Parral? Si no los pueden echar, nosotras las mujeres
lo haremos. Después reunió a mujeres y niños; les
hizo traer lo que pudieran, palos, armas o piedras.
Enfurecidas las mujeres rodearon al comandante
norteamericano y lo obligaron a ordenar la retirada.
Vestidas a la usanza popular mexicana, prestas para
llevar la bolsa de las provisiones o cuidarle el arma a
su pareja, no aparentaban la fiereza interna que salía a
relucir en los momentos de crisis, van cubiertas con su
infaltable rebozo anudado a la espalda para transportar
al hijo o llevar listas las municiones que se utilizarán en
el enfrentamiento siguiente. Su imagen no demostraba
una gran fortaleza, pero su fuerza espiritual le concedía
la férrea resistencia que necesitaba, para poder afrontar
todos los obstáculos que a diario debía superar,
incluidas las inclemencias del clima y las desgracias,
designios funestos latentes en cada batalla.
Su importante misión en la Revolución fue definitiva
para que los guerrilleros tuvieran un soporte de apoyo
estratégico; anticipándose al próximo campamento
recolectaban la leña y preparaban el anafre, para que
cuando arribaran los soldados tuvieran algo que llevar a
la boca; les preparaban su espacio para que descansaran
y compartían la cama con su Juan, preparadas para las
peripecias del día siguiente y de todos los días. Con
los dineros que obtenían de su trabajo de soldaderas
mantenían a su prole, permanecían con su pareja
mientras las cosas marchaban de acuerdo, de lo
contrario se mudaban a otra parte o simplemente
cambiaban de hombre. Como siempre, las diligentes
vendían lo que podían a la tropa, y hasta alimento a los
que no contaban con mujer, o les servían de compañía
momentánea.
Algunas de ellas se destacaron en los combates y
alcanzaron altos grados en la milicia, muy a pesar de que
los hombres en su misoginia no estaban de acuerdo en
que ocuparan cargos de relevancia, también perduraron
para siempre en la historia revolucionaria. ¿Quién no
recuerda a “La Adelita” Adela Velarde Pérez, a “La
Valentina” Valentina Ramírez y a la valiente “Petra
Herrera”? incorporadas para siempre a las anécdotas de
la lucha armada. Seguramente que a “Las Soldaderas”
se les adeudan reconocimientos y gratitudes, pues sin
su participación muchos sucesos habrían cambiado
definitivamente en nuestra Revolución.
2º El señor general don Francisco Villa continuará
como jefe de la División del Norte.
3º Las Divisiones del Ejército Constitucionalista
recibirán de la Primera Jefatura todos los
elementos que necesiten para la pronta y buena
marcha de las operaciones militares, dejando a la
iniciativa de sus respectivos jefes, libertad de
acción en el orden administrativo y militar,
cuando las circunstancias así lo exijan;
pero quedando obligados a dar cuenta de sus
actos, para su ratificación o rectificación
por parte de la Primera Jefatura.
4º El Presidente Interino de la República convocará
a elecciones generales al triunfo de la Revolución
y entregará el poder al ciudadano que resulte electo.
5º El primer jefe militar de cada estado
convocará a elecciones al
triunfo de la Revolución.
6º Al asumir la presidencia de la República,
el Primer Jefe del Ejército Constitucionalista,
de acuerdo con el Plan de Guadalupe,
convocará a una convenciónque tendrá por
objeto fijar la fecha en que se verificarán
las elecciones y discutir el programa de
gobierno que deberán poner en práctica los
funcionarios que resulten electos, y los demás
asuntos de interés general.
7º El conflicto de Sonora deberá ser resuelto por el
Primer Jefe sin que se viole la soberanía de dicho
Estado y respetando la persona del gobernador
constitucional, C. José María Maytorena.
8º Las Divisiones del Norte y del Noreste se
comprometen a implantar en México el régimen
democrático, a procurar el bienestar de los
obreros y a emancipar económicamente a los
campesinos, haciendo una distribución
equitativa de las tierras o por otros medios
que tiendan a la resolución del
problema agrario.
9º Es facultad exclusiva del Primer Jefe el
nombramiento y remoción de empleados
de la Administración Federal
en los Estados y Territorios.
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BATALLA DE TORREÓN
EDICIÓN ESPECIAL
Personajes de la Historia de México
CONMEMORANDO LOS 100 AÑOS DE LA TOMA DE TORREÓN
Por: José León Robles de la Torre
D
espués de los cruentos combates en Paredón y San Pedro
de las Colonias, Coah., y los del 1º. Y 2º. De Abril de 1914 en
la Toma de Torreón, entró Villa a la Ciudad de Torreón el día
3 por la mañana, encontrando una Ciudad desolada por las
muertes y destrucción de la Revolución.
Después siguieron las comunicaciones entre Villa y el Primer
Jefe del Ejército Constitucionalista D. Venustiano Carranza,
que terminaron en rompimiento por las discrepancias entre
lo ordenado por Carranza que salieron dos divisiones para
auxiliar a Pánfilo Natera que intentaba tomar Zacatecas,
relevando del mando a Villa por su desobediencia, pero
una reunión de los Generales de la División del Norte no
aceptaron el retiro de Villa y lo apoyaron desconociendo a
Carranza y así marcharon a la toma de Zacatecas con todas
las fuerzas de la División.
En el párrafo siguiente, mencionaré los generales que
participaron en la toma de Zacatecas. En el libro “La Batalla
de Zacatecas, 75 Aniversario 1914-1989”, página 72, dice:
“ Las fuerzas que atacaron Zacatecas, de la División del
Norte, junto con las de Pánfilo Natera, sumaron unos
20, 000 hombres con sus generales al frente: Francisco Villa,
Tomás Urbina, Eugenio Aguirre Benavides, Raúl Madero,
José Rodríguez, Trinidad Rodríguez, Rosalío Hernández,
Maclovio Herrera y Felipe Ángeles con sus 51 piezas de
artillería.“Con el General Pánfilo Natera: Santos Bañuelos,
Tomás Domínguez, Trinidad Cervantes, Pedro Caloca, Juan
Ferniza, Melitón Ortega, y los de Durango: Domingo Arrieta
y Calixto Contreras.”
Las fuerzas federales huertistas, las mandaba el General
Luis Medina Barrón. El fragor de los combates estremeció la
Ciudad durante los días 21, 22 y 23 de Junio de 1914, y el día
24 a las diez de la mañana entraron triunfantes a la ciudad de
Zacatecas, los generales Francisco Villa, Felipe Ángeles,
Maclovio Herrera y otros más. Se dijo que los muertos de los
dos bandos suman unos 12, 000 y cientos de heridos.
Después de la orgía de sangre y la toma de Zacatecas, Villa
quería saber los rangos y nombres de los militares que se
atendían en los sanatorios y al efecto ordenó al Dr. Guillermo
López de Lara que le dijera los nombres, y como éste se negara,
ordenó su fusilamiento. Como la enfermera Doña Beatriz G.
Ortega abogara ante Villa por el perdón del Doctor, también
ordenó que la fusilaran. Hubo un tercero que solicitó a Villa
el perdón de los dos sentenciados, el Ing. Rojas, también
ordenó su fusilamiento. Estos hechos se conocieron porque
el hijo de D. Eulalio Robles Nava, Fernando Robles Morales,
los reveló a la periodista Guadalupe Appendini, quien los
publicó en el periódico Excélsior del 18 de Julio de 1983, a
ocho columnas.
Los siguientes datos los tomo de mi libro: “Historia de
Juanchorrey y Tepetongo, Zacatecas, paginas 142-143, como
sigue:
“El General Francisco Villa tenía dos personalidades, quiero
elegir la de hombre de buenos sentimientos y corazón noble,
pero que la gloria de sus triunfos y por la toma de Zacatecas,
saltó uno de sus graves impulsos y por la sencilla razón de
no haberle revelado los rangos de los heridos hospitalizados
y sin control, mandó fusilar al Dr. Guillermo López de Lara
muy conocido y querido en la región, quien estaba al frente
del hospital de sangre. Al intervenir Beatriz González Ortega,
ayudante del Doctor, corrió con la misma suerte y también
fue mandada al paredón. Hubo un tercero que suplicó por
la vida de estas dos personas, el Ingeniero Rojas y los tres
fueron sentenciados a muerte.”
La noticia corrió como reguero de pólvora por la ciudad que
estaba angustiada, diezmada y ante la sinrazón nadie se
atrevía a pedir algo tan sencillo como respetar tres vidas de
personas que solo estaban cumpliendo con el sagrado deber
de curar heridos, víctimas de la famosa toma de Zacatecas.
El General Villa ebrio de poder y de triunfo, como no le
daban la información que pedía al médico y sus ayudantes,
ordenó que fueran fusilados.
El jefe de camilleros Eulalio Robles, se enfrentó al General
Villa. La entrevista se desarrolló de la siguiente manera:
dice nuestro informante “Sr. General, entre las Divisiones
de sus fuerzas hay una que lleva el nombre del Padre de la
Patria Miguel Hidalgo y Costilla, otra ondea el nombre
del Generalísimo Morelos, y Villa ya molesto contestó: En
efecto- una más, la de Jesús González Ortega. Villa a punto de
estallar contestó: sí, y qué, nada menos que acaba de mandar
fusilar a su sobrina nieta.”
“Sabedor de la mancha que esto significaría para su causa,
extendió un Salvoconducto que mi padre (informó su hijo
Fernando Robles), en el propio coche de Villa, le pidió a su
chofer que lo llevara a donde serían fusiladas las tres personas
para impedir que lo hicieran. Así fue como se salvaron, no
solamente la sobrina nieta de González Ortega, si no también
las otras dos personas.”
Al año siguiente, Doña Beatriz González Ortega, le envió un
“testimonio”, de agradecimiento a Don Eulalio Robles, que
dice así: “Estimado Señor Robles: Quiero que esta pobre
tarjeta sea como la memoria eterna de mi agradecimiento.
Que ella le recuerde que hoy hace un año, gracias a su valor
y abnegación, salvó tres vidas, entre ellas la mía. Forme pues
esta mi humilde manifestación parte de la herencia de sus
hijos, para que ellos se inspiren en su recuerdo y viviendo
honrados y virtuosos, sean capaces de imitarlo. Firma:
Beatriz González Ortega, Zacatecas, a 24 de Junio de 1915,
al Sr. Eulalio Robles.”
BIBLIOGRAFÍADE LA BATALLA DE TORREÓN Y DEL GENERAL VILLA
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Pancho VILLA. Obras Completas. Libros
Mexicanos. Fondo de Cultura Económica. Primera Reedición. México, 1998.
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época de la Convención. Biblioteca del
Instituto Nacional de Estudios Históricos de la Revolución Mexicana. México,
1983.
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Épocas. Instituto Nacional de Estudios
Históricos de la Revolución Mexicana.
México, 1985.
4. CALZADIAS BARRERA, ALBERTO. Hechos Reales de la Revolución Mexicana.
Tomos I-VIII. Editorial Occidental. Chihuahua, Chih. 1959.
5. ALESSIO ROBLES, MIGUEL. Historia
Política de la Revolución Mexicana.
Gobierno del Estado de Coahuila. Grafo
Print Editores, S.A., 2007.
6. VALADÉS, JOSÉ C. Historia general de
la Revolución Mexicana. Ediciones Gernika. SEP Cultura. México, 1985.
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Universidad Autónoma de Coahuila.
Saltillo, 1983.
8. BERRUETO GONZÁLEZ, ARTURO. Nuevo Diccionario Biográfico.(1550-2005)
Gobierno del Estado de Coahuila, 2005.
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Coahuila, 2008.
10. AGUIRRE BENAVIDES, Luis y Adrián.
Las Grandes Batallas de la División
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Editorial Diana, S. A. Primera Edición.
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11. SEDENA. (Secretaría de la Defensa Nacional) Las Grandes Batallas de la Independencia y la Revolución. Colección
Memoria. México, 2010.
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México, 2013.
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El ascenso del dirigente político y el
proceso revolucionario en Coahuila.
Colegio de México. México, 2011.
Archivo Municipal de Torreón
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BATALLA DE TORREÓN
EDICIÓN ESPECIAL
Coahuila y Durango
cuna de grandes héroes revolucionarios
La historia de México refleja con crudeza los dolores de una Nación que ha sufrido siglos de desgarro,
ocasionado por la codicia y la ambición de poder político y económico. En la lucha del pueblo por
lograr su emancipación, siempre sobresalen aquellos personajes que por sus virtudes se convierten en
depositarios de la confianza popular para conducir sus destinos en etapas cruciales de la historia. Así
sucedió en la Revolución Mexicana, donde no pocos laguneros, duranguenses y coahuilenses asumieron
con valentía y entrega sus responsabilidades ante la Nación, el pueblo y la historia, quedando ubicados
para siempre en un lugar privilegiado en la memoria del pueblo. A continuación se enlistan una parte
de nuestros héroes regionales.
Por: Raul Antonio Meraz
Coronel Máximo García Contreras.Originario de Lerdo, Dgo, participó,
junto con sus hermanos Juan Efrén y
Benito, en la Revolución Mexicana, militando en la División del Norte, donde
se hizo cargo de la Brigada Madero con
400 hombres, con la cual tuvo intervención en las batallas de La Laguna,
principalmente en la de Sacramento
(hoy Gregorio García). 31 de Julio de
1914, el general Francisco Villa, en
franco desafío contra la autoridad de
Venustiano Carranza Garza, lo nombra
gobernador de Durango, para sustituir
al general constitucionalista Domingo
Arrieta León, cargo que desempeñó
hasta octubre. Terminada la revolución
continuó dentro del Ejército Federal
con el rango de general de brigada,
haciéndose cargo de diversas zonas
militares, en las cuales combatió al movimiento cristero. Llegó a ser senador
por el Estado de Durango.
General Orestes Pereyra Cornejo.- El
27 enero de 1861, nace en el mineral
del Oro, Durango. Fue iniciador de la
Revolución Mexicana el 20 de noviembre de 1910 en Gómez Palacio, Dgo.
Entró a Durango en mayo de 1911 con
las tropas rebeldes. Posteriormente,
combatió al orozquismo en Chihuahua
y a las fuerzas federales de Huerta en la
zona de Cuencamé, Durango. Participó
en las tres tomas de Torreón de 1911,
1913 y 1914. Se unió a Francisco Villa y
en casi todas las batallas de la División
del Norte. Fue nombrado por las fuerzas villistas Gobernador Provisional de
Coahuila, cargo que desempeñó del 20
de junio al 4 de septiembre de 1915. El
24 noviembre de 1915, a los 55 años
de edad, muere fusilado en El Fuerte,
Sinaloa uno de los revolucionarios más
íntegros de todo el movimiento armado.
Coronel Orestes Pereyra Miranda.-Siendo muy joven, al lado de su
padre Orestes y su hermano Gabriel,
fue de los iniciadores de la revolución
Mexicana, la medianoche del 20 de noviembre de 1910. Unido a la División
del Norte, recibió el nombramiento de
Coronel por parte de don Venustiano
Carranza Garza, Primer Jefe del Ejército Constitucionalista; dicho nombramiento se le otorgó por petición expresa del general Felipe de Jesús Ángeles
Ramírez, a cuyas órdenes se encontraba el coronel Pereyra. Al terminar la
revolución, se retiró a San Francisco
del Oro, Chihuahua, para convivir con
su esposa Florinda y su hija Elisa. En
1929 se levantó en contra de la rebelión
escobarista, pero fue asesinado cobardemente por Francisco Corral, en junio
de ese año.
Coronel Gabriel Pereyra Miranda.Participó, junto con su padre, el general
Orestes Pereyra Cornejo, en el inicio
de la Revolución Mexicana en Gómez
Palacio, Dgo., destacando por su osadía
y valor durante toda la etapa maderista.
En la revolución constitucionalista,
por sus méritos, Venustiano Carranza
Garza, Primer Jefe del Ejército
Constitucionalista, lo ascendió al
grado de Coronel. Formó parte de
las tropas del general Felipe de Jesús
Ángeles Ramírez, quien expresaba por
él gran estimación por sus cualidades
humanas y revolucionarias.
General Calixto Contreras Espinoza.- Nació el 18 de octubre de 1867,
en la comunidad indígena de San Pedro Alcántara del Rincón de Ocuila,
municipio de Cuencamé, Dgo., En su
juventud fue correo entre el poblado
de San Pedro de Ocuila y la población
de Cuencamé, Dgo. En 1905, el hacendado Laureano López Negrete despojó
de sus tierras a los indígenas de Santiago y San Pedro de Ocuila, por lo que
estos se rebelaron, sobresaliendo en
la lucha Calixto Contreras Espinoza,
por lo que fue acusado de sedición y
motín, obligándolo a prestar servicio
forzoso en la leva, de donde huyó. En
entrevista con Francisco I. Madero, se
acordó iniciar el levantamiento armado de noviembre, pero fue descubierto,
por lo que se anticipó a la lucha el 16 de
septiembre de 1910. Participó, junto a
Jesús Agustín Castro Rivera y Orestes
Pereyra Cornejo en toda la etapa de
la revolución maderista. Se unió a la
División del Norte y dirigió la Brigada
Juárez, participando en la mayoría de
las batallas villistas. Fue asesinado por
las tropas de Fortunato Maycotte, el 22
de junio de 1916. Calixto Contreras fue
uno de los personajes revolucionarios
más importantes y nobles de la Revolución Mexicana.
Coronel Epitacio Rea Flores.- A los 20
años de edad, Rea Flores, de oficio ferrocarrilero, se unió a las Juntas Revolucionarias promovidas por Francisco
I. Madero, por quien fue comisionado
para trasladar un contrabando de armas desde Piedras Negras, Coah., hasta Puebla para ser entregado a Aquiles
Serdán, quien confirmó la entrega en
un telegrama que decía “La familia llegó
sin novedad. Gracias”. El 20 de noviembre de 1910, fue uno de los revolucionarios que se alzaron en Gómez Palacio
contra la dictadura porfirista. Durante
un corto tiempo, se desempeñó como
secretario de Madero, para luego depender de las órdenes de Raúl y Emilio
Madero, con quienes participó en 42
hechos de armas. En 1914 participó en
la toma de Tlahualilo, Sacramento, Lerdo, Gómez Palacio, San Pedro, Paredón
y Zacatecas. Recibió cuatro condecoraciones que regaló a un amigo “para que
jueguen sus niños, porque yo no me he
de poner esas hojalatas”. Acompañó a
Francisco Villa hasta 1923. El coronel
Rea falleció en la pobreza el viernes 4
de octubre de 1963. Siendo sepultado
en el panteón de Lerdo, Dgo.
Manuel Madinaveitia Esquivel.- El 1º
de junio de 1888, nace en un caserío de
la sierra de la muerte, frente al entronque a San Pedro del Gallo, en Mapimí,
Durango. De oficio ferrocarrilero, fue
precursor de la Revolución Mexicana.
Durante el golpe de Estado que derrocó al presidente Francisco I. Madero,
se integró a la División del Norte, de
la que llegó a ser Jefe del Estado Mayor del general Francisco Villa. Ocupó
el cargo de Gobernador del Estado de
Hidalgo del 30 de Noviembre al 3 de
diciembre de 1914, también la Jefatura
de Operaciones de varias zonas militares de la República, entre ellas Guerrero, Sinaloa, la capital de la República y
la de Durango en 1929. Falleció en el
Hospital Militar de la Ciudad de México, el 28 de octubre de 1947, víctima de
una afección vascular.
Hermila Galindo Acosta.- Nació en
Lerdo, Durango, el 2 de junio 1886.
Desde 1909 se unió a la lucha contra la
dictadura de Porfirio Díaz Mori, como
taquígrafa y maestra, cuyos trabajos
fueron utilizados por personajes como
Benito Juárez Maza y José Peón del
Valle en su labor de propaganda. A la
muerte de Francisco I. Madero, se unió
al movimiento constitucionalista, convirtiéndose en la secretaria particular
de Venustiano Carranza Garza, difundiendo su doctrina en diversos foros
y en el extranjero, creando grupos revolucionarios en diversos estados. Fue
una firme impulsora de la emancipación de los derechos de la mujer, pugnando por que fueran incluidos en la
Carta Magna de 1917. Desde su revista
“Mujer Moderna” lucho por lograr el
voto femenino y la participación la mujer en la vida política de México. Pro-
movió y fue organizadora de congresos
feministas. Hasta su muerte, el 18 de
agosto de 1954, se dedicó a promover
los derechos políticos de la mujer, lo
que se logró finalmente en 1953.
General Severino Ceniceros Bocanegra.- Nació Cuencamé, Dgo., en 1880.
Fue autodidacta, pero con una gran
inteligencia, desempeñándose como
secretario en el Juzgado de letras y en
la jefatura política de Cuencamé. Su
primera experiencia fue en apoyar a
los indígenas de Santiago y San Pedro
de Ocuila ante el despojo de tierras por
parte de los terratenientes. En noviembre de 1910, se levantó en armas en
Cuencamé, junto con Calixto Contreras Espinoza. Como jefe de la Brigada
Ceniceros formó parte de las fuerzas
revolucionarias de la División del Norte que tomaron Durango, La Laguna y
Zacatecas. Después de la Revolución
Mexicana, durante el gobierno estatal
del Ing. Pastor Rouiax Méndez, fue
comandante militar en Durango y Gobernador del Estado, nombrado por
el Gral. Francisco Villa, del 28 de septiembre al 13 de octubre de 1914. De
1930 a 1936 fungió como Senador de la
República, y nuevamente Gobernador
Interino de enero al mes de agosto de
1936, en sustitución del General Carlos
Real que fue desconocido. Murió en la
ciudad de México en 1937.
Son innumerables los revolucionarios
de los diversos municipios de La Laguna
duranguense y del resto del estado
que participaron en la Batalla de La
Laguna. Algunos de ellos, tuvieron una
actuación relevante como responsables
en diversos cargos de autoridad,
pero la inmensa mayoría fueron esos
miles de combatientes anónimos que
entregaron generosamente su vida,
tranquilidad y familias para lograr una
nación más justa, libre y democrática.
Coahuila de Zaragoza la ruta triunfal del constitucionalismo
NUESTROS HÉROES
COAHUILENSES
Venustiano Carranza Garza, nació
el 29 de diciembre de 1859, en Cuatro
Ciénegas, Coahuila, Carranza fue un
hombre de fuertes convicciones y recia personalidad. Formado en escuelas públicas como el Ateneo Fuente
y en la Escuela de Medicina, donde
también estudiaría Manuel Acuña, estudios que tuvo que interrumpir por
problemas de salud ocular.
Al firmarse los acuerdos de Ciudad
Juárez, Carranza fue Gobernador
interino y luego Gobernador Constitucional de Coahuila, de manera
que cuando Madero fue electo democráticamente, Presidente de México, Carranza era ya gobernador de
Coahuila.
Cuando Huerta comunica oficialmente la muerte de Madero y su asunción
a la Presidencia; Carranza lo desconoce al tiempo que convoca a los gobernadores, diputados y senadores hagan
lo mismo. Venustinao Carranza firma
y promulga el Plan de Guadalupe, con
él se ratificaba el desconocimiento
a Huerta y se convocaba la lucha armada para restaurar las instituciones
republicanas emanadas de la Constitución de 1857.
Los que le siguieron en la complicada
empresa apoyaron con sus ideas y determinante participación la necesaria
organización del ejército que se denominó Constitucionalista, y del cual
fue parte fundamental, la llamada a
ser la más destacada fuerza militar de
esta etapa de la Revolución Mexicana:
La División del Norte, bajo el liderazgo de Francisco Villa.
Francisco Ignacio Madero, nació en
Parras de la Fuente, el 30 de octubre
de 1873, de una de las poblaciones
más antiguas del sur de Coahuila.
Su abuelo Evaristo Madero Elizondo
fue diputado en el Congreso Constituyente del Estado de Nuevo León y
Coahuila, en 1857, y luego Gobernador de Coahuila, en 1880 y 1884.
Madero, fue siempre partidario de
impulsar la democracia por la vía
pacífica. Formó clubes políticos, a
nivel municipal , estatal y nacional,
llamado éste último el Partido Antirreleccionista. Ante los resultados
de la contienda presidencial de 1910,
donde fue candidato, se convenció
que sólo la revolución lograría imponer la democracia en México. Con el
Plan de San Luis convocó a la Revolución, a iniciarse el 20 de noviembre
de 1910. Tras la renuncia de Porfirio
Díaz, sucedió su elección como Presidente Constitucional, pero fue derrocado por la conspiración conocida
como la Decena Trágica. Victoriano
Huerta usurpa el Poder Presidencial,
obligando a Madero a renunciar a su
cargo. Fue asesinado el 22 de febrero
de 1913.
Raúl Madero González, revolucionario, gobernador. Nació en la hacienda del Rosario en Parras el 16 de
septiembre de 1888. Hijo de Francisco
Madero Hernández y Mercedes González. Realizó estudios comerciales
en Cedalia, Missouri; ingeniero en
minas por la Escuela de Minería de
la Universidad de Michigan, EU. Al
terminar su preparación se dedicó
a faenas del campo. En 1910 se unió
al movimiento revolucionario en San
Antonio, Tx., al lado de su hermano
Francisco I. Madero. Se inició en actividades administrativas y para febrero de 1911 se le otorgó el grado de
mayor. Combatió en Casas Grandes y
participó en la toma de Cd. Juàrez en
mayo de 1911. Integró el grupo Carabineros de Nuevo León para combatir
la rebelión orozquista. Estuvo presente en los combates de Tlahualilo y
Conejos, en Durango y los de Rellano,
la Cruz y Bachimba, en Chihuahua.
Tuvo a su mando a diez mil hombres
armados. Después del asesinato de
Madero, se incorporó en San Pedro
de las Colonias, a la brigada Zaragoza,
comandada por el coronel Eugenio
Aguirre Benavides. Participó en la
batalla de Tierra Blanca siendo ascendido a coronel. Tomó Ojinaga el 10 de
Enero de 1914. Combatió en la batalla
y toma de Torreón del 27 de marzo al
2 de abril del año citado; en Paredón
el 17 de mayo, y en el ataque y toma
de Zacatecas el 23 de junio de 1914,
destruyendo al Ejército Federal. En
la Convención de Aguasalientes votó
por la corriente villista. Al presentarse
la escisión revolucionaria permaneció
al lado de Villa incorporado a la División del Norte, combatiendo a los carrancistas Antonio I. Villarreal y Luis
Gutiérrez en Ramos Arizpe. En 1915
fue gobernador interino de Coahuila,
y de Nuevo León de febrero a mayo
del mismo año. Disuelta la División
del Norte radicó en EU atendiendo
actividades privadas. Agricultor en
1919 en La Laguna. Declinó la candidatura a Presidente del país en 1924.
En 1929 secundó la rebelión de Escobar. En 1930 fue gerente del distrito de
riego de Palestina, Coahuila y a él se
le atribuye la construcción de canales
y obras de mejoramiento. Gerente general de Agricultura en Nuevo León.
En 1939, por acuerdo del general Lázaro Cárdenas, regresó al ejército con
el grado de general de brigada. En
1961 se retiró con el grado de General
de División. Presidente del consejo de
Admón. del Banco Nacional del Ejército. Gobernador Constitucional de
Coahuila (1957-1963). Recibió la medalla Belisario Domínguez, otorgada
por el Senado de la República. Escribió junto con Francisco L. Urquizo el
libro Plan de Guadalupe, editado por
el gobierno del estado de Coahuila.
Casó con Dora González Sada, prodrearon once hijos. Falleció en la ciudad de México en 1982. Fue sepultado
en Parras.
Eugenio Aguirre Benavides, destacado militar de la Revolución Mexicana
quien obtuvo el grado de General con
mando de la Brigada Zaragoza de la
División del Norte. Durante sus cuatro años de servicio militar formó
parte de la Junta de Jefes Revolucionarios de Chihuahua y La Laguna, efectuada el 29 de septiembre de 1913 en
La Loma, Dgo., y decidieron nombrar
a Pancho Villa como Jefe de la División del Norte.
Además de su destacada participación en la Toma de Torreón en 1914,
también participó en las batallas de
Tlahualilo, San Pedro de las Colonias,
Paredón y Zacatecas.
Habiéndose dado la escisión revolicionaria en este año, estuvo al lado de
Francisco Villa y fue delegado en la
Convención de Aguascalientes.
Villa lo nombró Comandante del
Ejército Convencionista y ocupó el
cargo de Subsecretario de Guerra y
Marina en el gabinete presidencial de
Eulalio Gutiérrez.
Este ameritado General, que había nacido en Parras de la Fuente, Coah., el
6 de septiembre de 1884, fue detenido
en las cercanías de Álamo, N.L. a mediados de 1915 y fusilado el 2 de junio
de 1915.
Roque González Garza, militar, político, 45º Presidente de la República
Mexicana. Nació en Saltillo el 23 de
marzo de 1885. Fue alumno del Ateneo Fuente, y opositor al régimen de
Porfirio Díaz; uno de los primeros
simpatizantes de Francisco Ignacio
Madero a quien acompaño en su
campaña presidencial y posteriormente como miembro de su estado
mayor. Se adhirió al Plan de San Luis
y se levantó en armas en Casas Grandes, Chihuahua. Después de la decena
trágica se unió a la División del Norte.
Combatió a los huertistas en Torreón,
San Pedro de las Colonias, Paredón,
Saltillo y Zacatecas. Representó a
Francisco Villa en la convención de
Aguascalientes y sustitutyo en la Presidencia de la República al General
Eulalio Gutiérrez del 16 de enero al
10 de junio de 1915. Escribió el libro
la Batalla de Torreón, apuntes para la
historia, donde relata de forma detallada las batallas sucedidas en la comarca Lagunera incluyendo la Toma
de Torreón, acontecida el 3 de abril de
1914.
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