sumario 305 Eur Psychiatry Ed. Esp. (2002); 9: 305-313 ARTÍCULO ORIGINAL Risperidona en el tratamiento de las psicosis en el anciano: una serie de informes clínicos R. Bullock1 y S. Libretto2 1 2 Centro de Investigación de Kingshill, Hospital Victoria, Okus Road, Swindon, Wiltshire SN1 4JU, Reino Unido; PO Box 79, Janssen-Cilag Ltd., Saunderton, High Wycombe, Buckinghamshire HP14 4HJ, Reino Unido Resumen - La risperidona es uno de los agentes antipsicóticos atípicos más recientes, que combina un potente antagonismo hacia los receptores para la serotonina y la dopamina. Se muestra eficaz contra los síntomas positivos y negativos de las psicosis esquizofrénicas y otros trastornos psicóticos, y tiene una baja propensión a causar efectos secundarios extrapiramidales. El propósito de estos informes clínicos en pacientes ancianos es proporcionar el beneficio de la experiencia personal con la risperidona al conjunto de las publicaciones y demostrar los tipos de pacientes que se pueden beneficiar del tratamiento. Estos casos se compilaron retrospectivamente a partir de los datos recogidos en la derivación y durante las citas hospitalarias habituales. Esta serie cubre cuatro áreas principales de preocupación en el tratamiento de los ancianos: las dosis bajas de mantenimiento que minimicen la probabilidad de acontecimientos adversos; el tratamiento con éxito de pacientes no controlados antes y que experimentan efectos secundarios con otros antipsicóticos; la posibilidad de tratamiento intermitente en lugar de continuo, y los beneficios para los pacientes, los cuidadores y los servicios sanitarios. En dosis bajas, la risperidona es un tratamiento efectivo y bien tolerado para las psicosis en los pacientes ancianos que mejora la calidad de vida tanto para los pacientes como para sus cuidadores. antipsicótico atípico /ancianos / geriátrico / psicosis / risperidona INTRODUCCIÓN El propósito de los estudios clínicos siguientes es proporcionar el beneficio de la experiencia personal con la risperidona al conjunto de las publicaciones y demostrar el tipo de pacientes que se pueden beneficiar del tratamiento. Estas historias clínicas no pueden sustituir nunca a los datos de los buenos ensayos clínicos, pero pueden ofrecer un aspecto cualitativo práctico, que tan a menudo está ausente en los estudios comunicados. La risperidona, un derivado benzisoxazol, es un agente antipsicótico nuevo que combina un potente antagonismo hacia los receptores para la serotonina (5- hidroxitriptamina, 5-HT2) y la dopamina (D2). Se introdujo en 1993 y se clasifica como uno de los antipsicóticos de segunda generación. La risperidona está indicada para el tratamiento de las psicosis esquizofrénicas agudas y crónicas y otros trastornos psicóticos en los que los síntomas positivos, como las alucinaciones, las ideas delirantes las perturbaciones del pensamiento, la hostilidad y la desconfianza, y los síntomas negativos, como el embotamiento afectivo, el retardo motor y la retirada emocional y social, son destacados. La risperidona está autorizada como tratamiento para los síntomas conductuales y psicológicos de la demencia en muchos países. Bullock R, Libretto S. Risperidone in the treatment of psychoses in the elderly a case report series. Eur Psychiatry 2002; 17: 96-103. 306 R. Bullock, et al El uso de risperidona en el tratamiento de la esquizofrenia está bien establecido ya y muchos ensayos clínicos han demostrado su superioridad sobre los neurolépticos convencionales, p. ej., el haloperidol, en su efecto sobre los síntomas negativos de la esquizofrenia y su reducida tendencia a causar efectos secundarios extrapiramidales [6, 10]. Ya que muchos pacientes psiquiátricos ancianos son vulnerables a los efectos secundarios extrapiramidales inducidos por los neurolépticos y sufren síntomas negativos graves, la risperidona puede ser una opción importante. Los efectos secundarios anticolinérgicos como la sequedad de boca, la visión borrosa, la disfunción urinaria y la deficiencia cognitiva son comunes también a muchos medicamentos psicotropos. La falta de afinidad de fijación in vitro de la risperidona para los receptores muscarínicos puede predecir una ventaja clínica para su uso en los ancianos [23, 27]. La sedación es un efecto secundario que puede ser útil en la fase inicial del tratamiento de los pacientes agitados, pero es un problema para la mayoría de los pacientes durante la terapia prolongada y puede ser la razón para la interrupción del medicamento. Se ha informado que la risperidona es menos sedante que el haloperidol [7, 10]. La risperidona está indicada también para el alivio de los síntomas afectivos, tales como la depresión, los sentimientos de culpa y la ansiedad, asociados con la esquizofrenia. La posible acción antidepresiva asociada con el antagonismo hacia los receptores para 5-HT2 puede desempeñar un papel en el tratamiento de los pacientes psicóticos con rasgos depresivos prominentes. La risperidona administrada oralmente se absorbe bien, alcanza concentraciones pico en el plasma en 1 hora aproximadamente y se distribuye con rapidez y amplitud dentro del cuerpo [10]. La risperidona se metaboliza completamente y su metabolito principal, la 9-hidroxirrisperidona, muestra un perfil de fijación al receptor [8] y una actividad farmacológica similares a ella [2]. La semivida media de eliminación en el plasma de la fracción activa (risperidona más 9-hidroxirrisperidona) se extendía de 18,7 horas en voluntarios sanos jóvenes a 24,3 horas en los ancianos, lo que indica la necesidad de una reducción de dosis apropiada en la población de pacientes mayores [28]. MÉTODOS DE PRESENTACIÓN La serie completa se divide en cuatro: los casos que demuestran el uso efectivo de risperidona en dosis bajas; los cambios de tratamientos ineficaces o problemáticos; la falta de necesidad del tratamiento continuo en todos los casos, y los beneficios para los cuidadores. Sin embargo, las cuatro divisiones no son mutuamente excluyentes. Se demuestra, por ejemplo, una respuesta eficaz y rápida en dosis bajas y buena tolerabilidad en toda la serie de casos. En la revisión inicial dentro del entorno del hospital general, se cribó a todos los pacientes en cuanto a los trastornos orgánicos. Se realizaron exploraciones hematológicas (recuento sanguíneo completo, folato y vitamina B12 si había datos de macrocitosis, datos de hematoma subdural), metabólicas (incluidas pruebas de función hepática, tiroidea y paratiroidea, glucosa, análisis de orina) y cognitivas (Mini Examen del Estado Mental y, si era equívoco, otras pruebas psicológicas, según fuera apropiado) además de una evaluación completa de la historia clínica y farmacológica del paciente, y los signos y síntomas presentes. Ninguno de los pacientes de este grupo tuvo una puntuación del Mini Examen del Estado Mental inferior a 27/30 y se excluyó la posibilidad de demencia. DOSIS DE MANTENIMIENTO BAJA Las dosis de risperidona utilizadas en los ancianos son inferiores a las requeridas para pacientes más jóvenes con esquizofrenia (normalmente, 4-6 mg/día), lo que refleja una disminución del aclaramiento de la fracción activa de risperidona en esta población de pacientes [2]. En los ancianos se recomienda una dosis inicial de 0,5 mg de risperidona administrada dos veces al día, aunque algunos médicos han encontrado que las dosis de 0,5 mg/día son eficaces en pacientes en los que la sensibilidad constituye una preocupación. Las dosis se mantienen con frecuencia en 0,5 mg dos veces al día, pero se pueden ajustar por incrementos de 0,5 mg a 12 mg dos veces al día [14]. Los tres casos siguientes ilustran el rápido efecto del tratamiento alcanzado con las dosis recomendadas, y a partir de éstos y otros casos en esta serie se pone de manifiesto que es posible alcanzar una respuesta completa al tratamiento. Informes clínicos Caso 1 El señor E es un hombre de 80 años que vive solo. Desarrolló esquizofrenia de comienzo tardío en noviembre de 1999 y, cuando acudió a consulta, sufría tanto alucinaciones como ideas delirantes. Su cognición Risperidona en el tratamiento de las psicosis en el anciano era completamente normal. Sus alucinaciones eran apropiadas hasta cierto punto para el año 2000, tomando la forma de virus del milenio. Estas criaturas tenían 1,25 cm de longitud, con alas blancas y violeta y ojos negros azabache. Afirmaba que se reproducían porque sus vecinos no limpiaban el baño. El señor E. tenía también ideas delirantes de grandeza y creía además, que su madre, que llevaba muerta muchos años, estaba en el Ejército Republicano Irlandés y trataba de asesinarlo. Su médico general lo derivó al hospital cuando se volvió abiertamente antisocial y comenzó a molestar a los vecinos. Para entonces, había hecho agujeros en las paredes de su casa aplastando a los virus con un martillo y había roto las puertas intentando conseguir que los vecinos detuvieran la plaga. Se admitió al Sr. E. en el hospital en virtud de la Sección 3 de la Ley de Salud Mental (Inglaterra y Gales, 1983) en enero de 2000 (la sección 3 se ocupa de la admisión obligatoria para el tratamiento de los trastornos psiquiátricos). Nunca antes le habían prescrito medicamentos antipsicóticos y no tomaba medicación concomitante. Se iniciaron con él 0,5 mg día de risperidona que, después de 10 días, se aumentaron a 0,5 mg dos veces al día. Su psicosis se resolvió después de 2 semanas de tratamiento y, tras 10 semanas en el hospital, se le envió a casa con el alta. Su tratamiento de risperidona desde el alta se ha mantenido en un nivel de dosificación de 0,5 mg dos veces al día. Este caballero respondió por completo a este antipsicótico atípico. No experimenta ya alucinaciones o ideas delirantes y ha reanudado su amistad con los vecinos. Caso 2 El señor W. es un anciano caballero de 84 años que desarrolló psicosis después de una serie de accidentes cerebrovasculares menores durante el año anterior. Su psicosis implicaba alucinaciones, que tomaban la forma de ver niños y animales domésticos. Los niños le hablaban y él respondía a su charla. A pesar de esto, el señor W. era un hombre feliz y no mostraba agresión. Después de 3 meses y una visita del médico general a la familia, se derivó al paciente al hospital. Cuando acudió a consulta, el señor W. tomaba 8 mg de betahistina dos veces al día, prescrita para el mareo, y 75 mg de aspirina una vez al día como profilaxis para la enfermedad cardiovascular. Su trastorno psicótico se consideró relacionado con los accidentes cerebrovasculares y no demencia con cuerpos de Lewy, que puede presentar alucinaciones [20]. Se iniciaron 0,5 mg de risperidona dos veces al día para tratar la psicosis. 307 A los 10 días de tratamiento, las alucinaciones tanto visuales como auditivas habían desaparecido. El señor W. continuará con este antipsicótico atípico durante 16 semanas, después de lo cual será evaluado de nuevo junto con su tratamiento. Caso 3 La señora K. es una dama de 83 años a la que se diagnosticó una enfermedad psicótica en agosto de 1999. Vivía en una residencia y no había dado problemas antes. Sin embargo, se había vuelto agresiva y, cuando le daban la oportunidad, intentaba hacer caer a otros. Su conducta malévola era secundaria a una creencia psicótica de que algunos cuidadores se proponían perjudicarla y que otros residentes pensaban que ella no debería estar allí. La señora K. fue derivada al hospital por su médico general y, cuando acudió a consulta, estaba ansiosa y poco cooperativa, y su estado de ánimo era bajo. Durante los 5 últimos meses se habían puesto de manifiesto síntomas de depresión y en el momento de su derivación se trataban con 20 mg diarios de citalopram. Se le prescribieron 0,5 mg de risperidona diaria para tratar la psicosis y se continuó el citalopram. Después de 3 semanas de tratamiento, la señora K. está mucho más tranquila y ha perdido toda agresión malévola. Se prevé que permanezca con esta dosis durante 16 semanas, momento en el cual su tratamiento se revisará. CAMBIOS DE OTROS ANTIPSICÓTICOS A RISPERIDONA Se describen tres casos en que los pacientes experimentaron efectos secundarios y falta de eficacia con otros antipsicóticos pero se recuperan con risperidona. Informes clínicos Caso 1 Este caso implica a una mujer de 83 años a la que se diagnosticó psicosis paranoide en junio de 1999. La señora O. había vivido felizmente en una residencia durante varios años, pero hacía poco había desarrollado ideas paranoides sobre el personal. En el curso de 4 meses, se había vuelto triste y afirmaba que el personal hablaba sobre ella en el pasillo fuera de su habitación. También experimentaba ideas delirantes nihilistas y creía que el servicio secreto la buscaba. Además, su 308 R. Bullock, et al comportamiento se había vuelto errático y se quitaba la ropa en momentos inapropiados del día y de la noche. La señora O. tomaba 4 mg de trifluoperacina dos veces al día para su psicosis en el momento de la derivación y experimentaba algunos efectos adversos asociados con los medicamentos antipsicóticos convencionales, particularmente sequedad de boca. No había datos de deterioro cognitivo o demencia. Se tomó la decisión de interrumpir de inmediato todo el tratamiento de trifluoperacina, no sólo a causa de los efectos secundarios sino sobre todo porque tenía poco efecto sobre su trastorno, y cambiar a risperidona. Veinticuatro horas después de la última dosis de trifluoperacina se introdujo risperidona en una dosis de 0,5 mg al día durante 1 mes, tras lo cual se aumentó a 0,5 mg dos veces al día. Después de dos meses tomando risperidona, todos los efectos secundarios de la medicación anterior disminuyeron y sus síntomas psicóticos desaparecieron. La paciente no ha sufrido ningún efecto adverso por tomar risperidona y continuará con este tratamiento durante un año al menos antes de la revisión. Caso 2 A los 99 años de edad, la señora B. vive en una residencia. Cuando acudió a consulta, estaba agitada y paranoide a la vez. El personal de enfermería la había derivado porque se había vuelto perturbadora, afirmando que hombres jóvenes entraban en su habitación durante la noche y robaban cosas, y que otras personas en la residencia habían tomado su ropa y se la ponían. Esta dama tenía signos de deterioro cognitivo, sobre todo problemas de memoria, pero no tanto como para considerarse una demencia. La paciente había tenido primero el diagnóstico de psicosis en noviembre de 1999 y se le prescribieron 10 mg de tioridacina dos veces al día, que llevaba tomando 3 meses. Aunque esta dosis puede haber sido algo baja, experimentó algunos efectos secundarios antimuscarínicos (sequedad de boca, visión borrosa) de este fármaco. Como consecuencia, se pensó que era inapropiado aumentar la dosis. El problema principal era, por tanto, que este medicamento antipsicótico convencional no aliviaba la psicosis. Por consiguiente, se interrumpió de inmediato todo el tratamiento de tioridacina y 24 horas después se cambió a 0,5 mg de risperidona dos veces al día. Después de 9 semanas tomando risperidona esta paciente estaba más tranquila y sus síntomas habían mejorado mucho. Estaba menos paranoide y, aunque todavía tenía algunas ideas extrañas, ya no estaba perturbada. Su plan de tratamiento es que continuará reci- biendo tratamiento con risperidona en esta dosis durante el futuro previsible. Caso 3 El señor D. tiene 82 años y le habían diagnosticado enfermedad psicótica antes, en febrero de 1999. En esa época, sus síntomas eran leves y no se prescribió medicación. Cuando su médico general lo derivó de nuevo en octubre de ese año, su diagnóstico se confirmó como psicosis paranoide con agresión asociada. A este caballero le preocupaban los números y contaba todo. También tenía poco apetito y sufría incontinencia ocasional y caídas frecuentes. Los resultados de un TAC excluyeron hidrocefalia normotensiva. En la época en que acudió a consulta, su trastorno había empeorado y recibía tratamiento con los antipsicóticos tioridacina, en una dosis de 25 mg cuatro veces al día, y 1,5 mg de haloperidol según necesidad (determinada por su esposa). Además, tomaba 75 mg de aspirina una vez al día para la enfermedad cardiovascular y 2 mg de bumetanida dos veces al día para el edema. Como los medicamentos antipsicóticos convencionales prescritos no trataban de manera eficaz la psicosis del señor D., se tomó la decisión de interrumpir su administración e iniciar la risperidona en dosis de 0,5 mg dos veces al día 48 horas después. Sus otras medicaciones se continuaron concomitantemente. Después de unas 12 semanas de tratamiento, los síntomas de la psicosis mejoraron considerablemente y a las 16 semanas habían desaparecido. Los efectos adversos aparentes de los otros tratamientos o bien habían desaparecido (incontinencia: la sedación excesiva significaba que no podía llegar al baño) o bien (las caídas) se habían reducido mucho. El señor D. continuará el tratamiento con 0,5 mg de risperidona dos veces al día. LA RISPERIDONA NO ES SIEMPRE UN TRATAMIENTO DE POR VIDA El tratamiento a largo plazo de un paciente con un diagnóstico de psicosis puede ser necesario para impedir que la enfermedad se haga crónica. La interrupción del tratamiento farmacológico requiere vigilancia cuidadosa, porque el paciente que parece estar bien con la medicación puede sufrir exacerbación psicótica o recaída si el tratamiento se retira inapropiadamente [9]. No todos los pacientes requieren tratamiento con risperidona de forma continua. Algunos pueden mantener períodos prolongados de comportamiento normal sin Risperidona en el tratamiento de las psicosis en el anciano intervención farmacéutica, y esto se indica en los tres casos siguientes. 309 podría argumentar que este hombre debería estar en tratamiento continuo, su cumplimiento es alto y se recupera por entero cada vez. Informes clínicos Caso 1 La señora T. es una mujer de 88 años que vive sola y sufre insuficiencia cardíaca y problemas intestinales. Le diagnosticaron psicosis paranoide en 1999 cuando acudió a consulta por primera vez con alucinaciones auditivas y visuales. La paciente describía que las voces hablaban sobre ella y que alrededor de su casa vagaban animales. Su estado de ánimo era bajo, aunque su cognición era buena. Después del primer episodio de psicosis, la señora T. fue admitida en el hospital y tratada con 0,5 mg de risperidona dos veces al día. Sus síntomas desaparecieron después de 10 semanas de tratamiento y a las 16 semanas la terapia antipsicótica se interrumpió. Las citas de seguimiento regulares confirmaron que su estado mental y su comportamiento eran completamente normales y que no necesitaba reanudar el tratamiento. Las mismas alucinaciones y sentimientos de desánimo volvieron después de alrededor de un año, cuando acudió con un segundo episodio de psicosis. Se pensó que el empeoramiento de su trastorno cardíaco había contribuido al deterioro de su estado mental. La señora T. fue hospitalizada de nuevo y se le prescribieron 0,5 mg de risperidona dos veces al día. Se puso de manifiesto un patrón similar de respuesta. Después de 10 semanas de tratamiento, estaba considerablemente mejor y a las 16 semanas el tratamiento no era necesario ya de nuevo. Se envió a la paciente a casa con el alta para que reanudara su vida en la comunidad. Seguía resistiéndose a tomar la medicación. Caso 2 El señor K. es un caballero de 69 años con una psicosis paranoide recurrente. En los momentos de recaída es agresivo, desconfiado y, por lo general, de difícil trato con su esposa. Cuando está bien, es amigable y una persona con la que es fácil convivir. Según la gravedad de la recaída, su tratamiento son 0,5 mg de risperidona una o dos veces al día. El señor K. responde a este antipsicótico con rapidez, en un par de semanas. Normalmente recibe tratamiento durante 12 semanas, después de lo cual está sin síntomas durante unos 6 meses. Se ha encontrado que la terapia continua es innecesaria porque tanto él como su esposa prefieren que no tome los comprimidos todo el tiempo y afrontan bien los episodios paranoides. Aunque se Caso 3 La señora C. tiene 66 años y vive con su marido. Hace varios años, en 1994, esta dama fue derivada por su médico general al hospital, donde le diagnosticaron depresión con psicosis paranoide. Sus síntomas, que recurren de manera intermitente, son desconfianza e hipocondría con ideas delirantes de que su cerebro está muerto. Cuando se vuelve psicótica, sufre también síntomas depresivos. Éstos últimos responden a antidepresivos aunque la psicosis no, confirmando así el diagnóstico primario como psicosis paranoide, y no como una enfermedad depresiva. Esta señora recibe tratamiento con 0,5 mg de risperidona dos veces al día para su psicosis y está continuamente con 30 mg de mirtazapina por la noche para la depresión. Normalmente, la risperidona se requiere durante sólo 10 semanas, pues hace efecto con rapidez y se ha encontrado que la terapia continua no supone un beneficio adicional. Después del tratamiento con este antipsicótico atípico, la señora C. no ha tenido síntomas durante unos 2 años. BENEFICIOS PARA EL PACIENTE Y EL CUIDADOR La psicosis puede afectar a la calidad de vida tanto del paciente como del cuidador y los síntomas pueden reducir también la capacidad de los pacientes para afrontar las actividades de la vida diaria, incluida la capacidad para cumplir el tratamiento médico. El comportamiento intolerable es una razón común para derivar a los pacientes al hospital o admitirlos en una residencia con personal experimentado. El éxito del tratamiento puede proporcionar compensar con creces la inversión aliviando la carga sobre los servicios sanitarios desde el punto de vista de la asistencia y los costes. Puede ahorrar colocaciones en residencias o reducir la duración de la estancia hospitalaria. El coste anual del tratamiento diario con 1 mg de risperidona es menor (242 £) [21] en comparación con los costes anuales de una residencia (más de 18.000 £) ([22] costes sobrestimados de 1999) o una sala geriátrica hospitalaria (más de 44.000 £) ([29] costes sobrestimados de 1999). Los casos siguientes demuestran que, con un tratamiento efectivo, los pacientes pueden permanecer en su domicilio o volver a él después de un período en un 310 R. Bullock, et al hospital o una residencia y se puede restablecer una calidad de vida aceptable para ellos y sus cuidadores. Informes clínicos Caso 1 La señora M., que tiene 90 años, vive con su hija. La decisión de visitar al médico general para solicitar ayuda la tomó inicialmente la hija, pues la señora M. cada vez estaba más agitada y extraña y rechazaba los cuidados personales. La causa principal de los problemas de la señora M. era que pensaba que entraban personas en su casa por la noche y robaban cosas. Cuando acudió a consulta, esta situación duraba 7 meses y la hija comenzaba a aceptar que su madre debía vivir en una residencia con cuidadores experimentados en el cuidado de los ancianos. No había datos de deterioro cognitivo y se diagnosticó a la señora M. psicosis con agitación. El tratamiento de la paciente en ese momento eran 50 mg de clomipramina una vez al día y 5 mg de diacepam tres veces al día, que llevaba tomando 6 meses. Estos fármacos causaban mareo y no eran eficaces en el tratamiento de la psicosis. Por tanto, se interrumpieron y se le prescribieron a la paciente 0,5 mg de risperidona al día. Después de 8 semanas de tratamiento de risperidona, la señora M. ya no estaba agitada ni creía que en su casa entraban ladrones. Había recuperado su naturaleza amistosa, no se oponía a la ayuda y estaba menos distraída. Su hija se encontraba más relajada y aliviada de poder administrar la atención apropiada y mantener a la vez a su madre en casa. La terapia de risperidona se interrumpirá después de 16 semanas y se revisará a la paciente a intervalos después. Caso 2 El señor S. es un hombre de 75 años que vive en casa con su esposa. Durante los meses anteriores había sufrido de insomnio y había experimentado intermitentemente alucinaciones visuales de personas que entraban en casa y se sentaban a hablar. Su esposa, que también es su cuidadora, visitó finalmente al médico general en busca de consejo cuando el señor S. comenzó a rechazar desapasionadamente sus ofertas de ayuda para llevar a cabo sus actividades cotidianas. En esta situación fue en la que su médico general le vio en agosto de 1999 y diagnosticó una enfermedad psicótica de comienzo tardío. En esa época se le dieron 4 mg de trifluoperacina dos veces al día para la psicosis y 10 mg de temacepam por la noche para aliviar el insomnio. Aunque estos medicamentos tuvieron cierto resultado sedante, ninguno fue particularmente eficaz en la resolución de la psicosis o el insomnio y, por tanto, se interrumpieron. Tres meses después se derivó al paciente al especialista. Los episodios psicóticos primarios pueden implicar alucinaciones visuales, aunque estas últimas están más asociadas con la demencia con cuerpos de Lewy [20]. En la revisión, este paciente no mostró otros signos o síntomas de demencia con cuerpos de Lewy y se confirmó que tenía psicosis de comienzo tardío. Se consideró la risperidona como antipsicótico alternativo y se prescribió tratamiento al Sr. S en dosis de 0,5 mg dos veces al día. En un plazo de 3 semanas comenzó a beneficiarse del tratamiento, con menos alucinaciones. A las 6 semanas su resistencia a la ayuda se había alterado también y, de modo interesante, su comportamiento se había vuelto más revoltoso. Este cambio en el comportamiento se explicó por la reducción de la sedación debida al tratamiento con risperidona; la sedación es un efecto que se ve comúnmente con los medicamentos antipsicóticos convencionales y con el temacepam. En realidad, el paciente únicamente se había vuelto más activo y el tratamiento conductual simple lo tranquilizó con rapidez. Además, el patrón de sueño normal del señor S. se restableció sin utilizar más medicación. Se mantendrá al señor S. con 0,5 mg de risperidona dos veces al día durante el futuro previsible. Su esposa lo encuentra mucho más fácil de cuidar ahora. Caso 3 La señora G. es una anciana dama de 75 años de edad a que le habían diagnosticado antes esquizofrenia de comienzo tardío. Acudió en agosto de 1998 con paranoia y discinesia tardía. Estaba desconfiada y agresiva hacia su hija, a quien obviamente preocupaba su estado. La señora G. había estado algún tiempo hospitalizada pero le habían enviado con el alta a una residencia, pues su hija no podía hacer frente a su comportamiento antagonista. Su historia clínica documentó que varios años antes le prescribieron 25 mg mensuales de flufenacina intramuscular durante 5 meses. Cabe presumir que esto causara la discinesia tardía y probablemente la consecuencia de ello era que la paciente no cumplía el tratamiento. Se dieron a la señora G. 0,5 mg de risperidona dos veces al día para tratar su esquizofrenia. Los síntomas de paranoia y discinesia tardía desaparecieron después de 5 semanas y no se atribuyó ningún nuevo efecto Risperidona en el tratamiento de las psicosis en el anciano secundario al tratamiento con risperidona. Después de 6 semanas más, su estado había mejorado lo bastante para permitirse abandonar la residencia e ir a vivir con su hija de nuevo. DISCUSIÓN Estos casos ilustran el éxito en el uso de risperidona en dosis bajas en pacientes ancianos con psicosis esquizofrénicas y otros trastornos psicóticos. Como media, los pacientes ancianos requieren un tercio de la dosis de risperidona utilizada en los pacientes más jóvenes para alcanzar concentraciones en plasma similares de su metabolito principal, la 9-hidroxirrisperidona, y la sustancia original [12]. Esto puede reflejar el hecho de que la 9-hidroxirrisperidona se elimina principalmente por excreción renal [28]. Los cambios entre tratamientos farmacológicos se hacen muy comúnmente a causa de los efectos secundarios y la falta de eficacia. Todos los pacientes toleraron la risperidona bien, mientras que se ha comunicado incapacidad para tolerar los neurolépticos convencionales en una serie clínica anterior [15]. Un estudio farmacoepidemiológico [31] y un estudio posterior a la comercialización en el Reino Unido (prescripción-control de acontecimientos) que incluía a 985 pacientes de 70 años o más [16] han indicado la seguridad de la risperidona en los pacientes ancianos. Se ha informado de que el tratamiento a largo plazo con risperidona se asocia con una disminución significativa en la gravedad de los síntomas extrapiramidales preexistentes y una incidencia baja de la discinesia tardía en los pacientes ancianos con psicosis [5]. Además, la discinesia tardía preexistente se puede solucionar después del tratamiento con risperidona (como en el caso de la señora G.). La muerte súbita sin explicación en los pacientes psiquiátricos se puede deber a arritmia inducida por los medicamentos antipsicóticos [25]. Varios medicamentos antipsicóticos se asocian con un alargamiento relacionado con la dosis del intervalo QT corregido en cuanto a la frecuencia (QTc) en el electrocardiograma [30]. El uso de tioridacina (relación de ventaja = 5,4 [2,0-13,7]) o de droperidol (relación de ventaja = 6,7 [1,8-24,8]) era un predictor significativo del alargamiento de la QTc en los pacientes psiquiátricos. Sin embargo, no se asociaba riesgo significativo con el tratamiento de risperidona [25]. La demencia con cuerpos de Lewy se asocia con una combinación variable de deterioro cognitivo, síntomas 311 psiquiátricos y rasgos extrapiramidales [1, 11]. La base neuroquímica subyacente de la sensibilidad neuroléptica en la demencia con cuerpos de Lewy parece ser una combinación de pérdida de neuronas dopaminérgicas y falta de respuesta de los receptores D2 por regulación por incremento [24]. Esto se puede manifestar como una sensibilidad a los medicamentos neurolépticos, que puede ser intensa. El Comité del Reino Unido sobre Seguridad de las Medicinas [4] publicó directrices sobre la prescripción de dosis bajas de neurolépticos en los pacientes con demencia, instando precaución en estos casos. En los casos en que la demencia de cuerpos de Lewy se ha considerado pero el diagnóstico diferencial es la psicosis, se pueden considerar dosis bajas de risperidona (0,25-0,5 mg utilizando los comprimidos ranurados de 0,5 mg) que no son antagonistas importantes de los receptores D2. En esta serie clínica, varios de los pacientes no tuvieron respuesta a otros neurolépticos, pero respondieron eficazmente a la risperidona. También fue evidente la mejoría continuada de los síntomas, incluidas la agitación y la agresión, en este grupo de sujetos ancianos, y no se comunicaron efectos sedantes. Sin embargo, no representan una muestra formal y no incluyen a los sujetos con demencia, lo que es común en esta población de pacientes. Varios estudios pequeños han comunicado que la risperidona es eficaz y se tolera bien en los pacientes ancianos con psicosis crónicas, aunque reconocen que esto se debe confirmar en ensayos clínicos mayores bien diseñados. Madhusoodanan y cols. [18] utilizaron la risperidona para tratar a 11 pacientes ancianos con psicosis y observaron una reducción de los síntomas tanto positivos como negativos de la esquizofrenia, y una falta de signos extrapiramidales significativos, discinesia tardía, sedación y efectos secundarios anticolinérgicos. Además, un estudio retrospectivo de 26 pacientes psicóticos ancianos encontró que la tolerancia óptima se producía cuando la risperidona se iniciaba en una dosis baja (0,5-1,0 al día) y se ajustaba lentamente, si era necesario [26]. Estudios anteriores han mostrado que la risperidona se tolera bien y es eficaz en adultos jóvenes y de mediana edad con esquizofrenia [3, 19, 23], pero se dispone de considerablemente menos datos para evaluar el tratamiento antipsicótico en los pacientes ancianos con esquizofrenia y otros trastornos psicóticos. Un estudio reciente a largo plazo confirma una reducción rápida en los síntomas psicopatológicos con incidencia baja de los efectos secundarios problemáti- 312 R. Bullock, et al cos encontrados a menudo con los antipsicóticos en los ancianos (p. ej., hipotensión ortostática, efectos secundarios anticolinérgicos y sedación), que continuaron mostrando mejoría durante el período de 12 meses [5]. En este estudio multicéntrico al descubierto de risperidona (dosis media en el punto final de 3,7 mg diarios) en 180 pacientes psicóticos ancianos crónicos hubo reducciones significativas en las puntuaciones agrupadas total, de las subescalas (positiva, negativa y trastornos psicopatológicos generales) y cognitiva de la Escala de los Síndromes Positivo y Negativo (PANSS) en el punto final (P < 0,001). Por contraste, no se vio esta mejoría de los síntomas en los datos de la PANSS de un grupo de control comparable histórico de pacientes que recibieron agentes antipsicóticos convencionales durante 12 meses. La gravedad de los síntomas extrapiramidales preexistentes en los pacientes tratados con risperidona disminuyó durante el período de estudio (P < 0,001) y el uso de la medicación antiparkinsoniana se redujo del 41,1% antes del tratamiento al 25,6% durante el ensayo. Hubo también ausencia de informes espontáneos de discinesia tardía, y la incidencia de la evaluación de discinesia tardía fue 4,3% comparado con el 26% esperado comunicado [13] en pacientes de mediana edad y ancianos que tomaron antipsicóticos convencionales durante 1 año. En otro estudio al descubierto que evaluó la seguridad de la risperidona (dosis media 2,4 mg al día) en 103 pacientes psicóticos ancianos, se vieron reducciones significativas en las puntuaciones de la PANSS durante la primera semana de tratamiento que se mantuvieron durante el ensayo de 12 semanas (P < 0,01 frente a la línea de base) [17]. Además de esta mejoría clínica, la gravedad de los síntomas extrapiramidales se redujo significativamente desde la línea de base hasta el punto final del tratamiento (P < 0,001). La risperidona se toleró bien sin anomalías uniformes clínicamente significativas en los signos vitales o las pruebas de laboratorio. Se concluye que las dosis bajas de risperidona pueden ser útiles en el tratamiento de los pacientes ancianos con esquizofrenia y otros trastornos psicóticos, y pueden tolerarse mejor y ser más efectivas que los antipsicóticos convencionales en esta población. BIBLIOGRAFÍA 1 Allardyce J, McKeith IG. Dementia with Lewy bodies. Rev Clin Gerontology 1997; 7: 163-70. 2 Bowden CR, Voina SJ, Woestenborghs R, de Coster R. Heykants J. Stimulation by risperidone of rat prolactin secretion in vivo in cultured pituitary cells in vitro. J Pharmacol Exp Ther 1992; 262: 699-706. 3 Chouinard G, Jones B, Remington G, Bloom D, Addington D, MacEwan GW, et al. Canadian multicentre placebo-controlled study of fixed doses of risperidone and haloperidol in the treatment of chronic schizophrenic patients. J Clin Psychopharmacol 1993; 13: 25-40. 4 Committee on Safety of Medicines. Neuroleptic sensitivity in patients with dementia. Curr Prob Pharmacovig 1994; 20: 61. 5 Davidson M, Harvey PD, Vervarcke J, Gagiano CA, de Hooge JD, Bray G, et al. A long-term, multicentre, openlabel study of risperidone in elderly patients with psychosis. Int J Geriatr Psychiatry 2000; 15: 506-14. 6 Davies A, Adena MA, Keks NA, Catts SV, Lambert T. Schweitzer I. Risperidone versus haloperidol: I. Metaanalysis of efficacy and safety. Clin Ther 1998; 20: 58-71. 7 Davis JM, Janicak PG. Risperidone A new, novel (and betters) antipsychotic. Psychiatr Ann 1996; 26: 78-87. 8 Ereshefsky L, Lacombe S. Pharmacological profile of risperidone. Can J Psychiatry 1993; 38: S80-8. 9 Gilbert PL, Harris MJ, McAdams LA, Jeste DV. Neuroleptic withdrawal in schizophrenic patients. Arch Gen Psychiatry 1995, 52: 173-88. 10 Grant S. Fitton A. Risperidone: a review of its pharmacology and therapeutic potential in the treatment of schizophrenia. Drugs 1994, 48: 253-73. 11 Hansen LA, Galasko D. Lewy body disease. Curr Opin Neurol Neurosurg 1992; 5: 889-94. 12 Hoffman DW, Winer MST, Bartels S. Oxman TE. Therapeutic dose: serum level relationships of risperidone and active metabolite in a geriatric population. Psychopharmacol Bull 1995; 37:525. 13 Jeste DV, Caligiuri MP, Paulsen JS, Heaton RK, Lacro JP, Harris MJ, et al. Risk of tardive dyskinesia in older patients: a prospective longitudinal study of 266 outpatients. Arch Gen Psychiatry 1995; 52: 756-65. 14 Lacro JP, Eastham JH, Jeste DV, Lohr JB. Newer antipsychotics and antidepressants for elderly people. Curr Opin Psychiatry 1996; 9: 290-3. 15 Lipski PS, Death JW. Risperidone in the treatment of agitated and aggressive patients with dementia. Aust J Ageing 1995; 13: 151-4. 16 Mackay FJ, Wilton LV, Pearce GL, Freemantle SN, Mann RD. The safety of risperidone: a post-marketing study on 7684 patients. Human Psychopharmacol 1998; 13: 413-8. 17 Madhusoodanan S. Brecher M, Brenner R, Kasckow J, Kunik M, Negrón AK, et al. Risperidone in the treatment of elderly patients with psychotic disorders. Am J Geriatr Psychiatry 1999; 7: 132-8. 18 Madhusoodanan S, Brenner R, Araujo L, Abaza A. Efficacy of risperidone treatment for psychoses associa- sumario Risperidona en el tratamiento de las psicosis en el anciano ted with schizophrenia, schizoaffective disorder, bipolar disorder, or senile dementia in 11 geriatric patients: a case series. J Clin Psychiatry 1995; 56: 514-6. 19 Marder SR, Meibach RC. Risperidone in the treatment of schizophrenia. Am J Geriatr Psychiatry 1994; 151: 825-35. 20 McKeith I, Fairbairn A, Perry R, et al. Neuroleptic sensitivity in patients with senile dementia of Lewy body type. BMJ 1992; 305: 673-8. 21 Mimms, July 2000. 22 Netten A, Dennett J, Knight J. 1998. Unit costs of health and social care. Personal Social Services Research Unit, Canterbury, Kent (costs inflated to 1999 values using the Health Inflation Index). 23 Peuskens J, the Risperidone Study Group. Risperidone in the treatment of chronic schizophrenic patients: a multinational, multi-centre, double-blind, parallel-group study versus haloperidol. Br J Psychiatry 1995; 166: 712-26. 24 Piggott MA, Perry EK, McKeith IG, Marshall E, Perq RH. Dopamine D2 receptors in demented patients with severe neuroleptic sensitivity. Lancet 1994; 343: 1044-5. 25 Reilly JG, Ayis SA, Ferrier IN, Jones SJ, Thomas SHL. QTc-interval abnormalities and psychotropic drug therapy in psychiatric patients. Lancet 2000; 355: 1048-52. 26 Sajatovic M, Ramirez L, Vernon L, Brescan D, Simon M, 313 Jurjus G. Outcome of risperidone therapy in elderly patients with chronic psychosis. Int J Psychiatry Med 1996; 26: 309-17. 27 Schotte A, Janssen PFM, Gommeren W, Luyten WHML, Van Gompel P, Lesage AS, et al. Risperidone compared with new and reference antipsychotic drugs: in vitro and in vivo receptor binding. Psychopharmacology 1996; 124: 57-73. 28 Snoeck E, Van Peer A, Sack M, Horton M, Mannens, Woestenborghs R, et al. Influence of age, renal and liver impairment on the pharmacokinetics of risperidone in man. Psychopharmacology 1995; 122: 223-9. 29 The Healthcare Financial Management Association & The Chartered Institute of Public Finance and Accountancy. November 1997. The Health Service Financial Database 1997, Institute of Public Finance Ltd, Croydon, (costs inflated to 1999 values using the Health Inflation Index). 30 Thomas SHL. Drugs QT interval abnormalities and ventricular arrhythmias. Adv Drug React Toxicol 1994; 13: 77-102. 31 Zarate CA, Baldessarini RJ, Siegel AJ, Nakamura A, McDonald J, Muir-Hutchinson LA, et al. Risperidone in the elderly: a pharmacoepidemiological study. J Clin Psychiatry 1997; 58: 311-7.