Documento de Posición Oficial Comité: Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) País: República Portuguesa Tema: Trabajo informal y Desarrollo “Gran parte de la crítica a la globalización económica se ha centrado en los abusos laborales de las fábricas. Pero la mayoría de los pobres del mundo no están empleados en las fábricas; ellos trabajan por cuenta propia, por lo general involucrados en la agricultura y el pequeño comercio en la vasta economía "informal" del mundo”. (David Bornstein) El trabajo informal es un problema de suma relevancia a nivel mundial, ya que per se constituye un foco de inseguridad laboral y social para las personas y además representa una pérdida económica inmensa para los gobiernos que no obtienen la recaudación tributaria correspondiente. Los estudios realizados por la Organización Internacional del Trabajo en países en vías de desarrollo nos muestran que mayoritariamente el empleo informal está relacionado con tasas de pobreza y bajo ingreso per cápita, además de encontrar fuertes relaciones con la inseguridad laboral y el no goce de ciertos beneficios del sistema de bienestar social (OIT 2011 y 2012). En la República Portuguesa, como en otros países OCDE, la informalidad es, si bien un problema igualmente importante, una preocupación que ha podido ser manejada hasta cierto punto. No obstante, dada la particular situación de países mediterráneos como Portugal, España o Italia, la informalidad es un problema de mayor gravedad que en los países del norte Europeo, por la gran afluencia de inmigrantes africanos que terminan trabajando en el sector informal y representan un desafío de cooperación por resolver entre países Europeos y Africanos. Es por ello que el sector informal de la República Portuguesa puede representar más del 20% de su PBI o tener alrededor de 15% de sus trabajadores sin contrato laboral (OECD-2011). Urge un trabajo conjunto entre europeos mediterráneos (Portugal, Italia, España o incluso Francia) y países del África y América Latina para generar incentivos para el paso a la formalidad, volviendo así más rentable y atractiva la obtención de empleo formal antes que el trabajo informal en países en vías de desarrollo o buscar la misma condición en países europeos. A pesar de las dificultades mencionadas, Portugal cuenta con un Índice de Desarrollo Humano considerado como “muy alto” y con una alta tasa de alfabetización; además, está clasificado como el 19° con mejor calidad de vida y tiene uno de los mejores servicios sanitarios del planeta, lo cual permite considerar a la República Portuguesa como un vínculo clave entre países desarrollados y países en vías de desarrollo. La propuesta de la República Portuguesa estará en esta ocasión basada en utilizar la experiencia previa obtenida y relanzar la “Estrategia de Lisboa” a nivel global. Esta buscará mejorar el desarrollo económico basado en invertir en conocimiento e innovación y generar más y mejores puestos de trabajo por medio de políticas de cooperación regional e interregional. Además, fomentar el programa STEP de la OIT y el programa DWCP (Decent Work Country Programme). Estas propuestas serán concentradas en un “Plan Intercontinental” que utilizará esos 3 pilares. “Reunirse es un comienzo. Mantenerse juntos es progreso. Trabajar juntos es el éxito.” (Henry Ford)