instalando “vínculo” en adulto autista

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XXVIII CONGRESO LATINOAMERICANO DE PSICOANÁLISIS - FEPAL
ENTRE LA NUBE Y LA CARNE
INSTALANDO UN VINCULO EN UN ADULTO ‘AUTISTA’
Eje temático: Estagnación y movimiento en el trabajo clínico; repetición y
aperturas en el vínculo transferencial.
Cristina Maria Cortezzi Reis
Miembro Asociado da SBPSP
Mestre en Psicología Clínica- PUC SP
E-mail: [email protected]
Organiza
Federación Psicoanalítica de America Latina
Septiembre 23 AL 25 de 2010
Bogotá - Colombia
ENTRE LA NUBE Y LA CARNE
INSTALANDO UN VINCULO EN UN ADULTO ‘AUTISTA’
Eje temático: Estagnación y movimiento en el trabajo clínico; repetición y
aperturas en el vínculo transferencial.
RESUMEN
Este trabajo muestra aspectos de un paciente que se describía como autista o
como portador de una síndrome, más particularmente la Síndrome de
Asperger. Trae un lamento por su condición de sentirse como a un
extraterrestre, con muchas dificultades de relacionarse afectivamente con las
personas. La analista describe fragmentos de su discurso donde surgen sus
anhelos en vincularse y su ambivalencia en salir de esta situación de sentirse
desfibrado y tibio, sin vitalidad. Relata aspectos de la personalidad esquizoide y
el proceso de instalación del vínculo analítico.
Palabras clave: personalidad esquizoide, narcisismo, Autismo.
SUMMARY
This essay presents aspects of a patient that described himself as an autistic,
more particularly, having Asperger Disease. This self made man would feel as
an extraterrester with many difficulties in his relations. The analist describes
some of his talkings where he shows his aim to make links with persons and
his ambivalence toward this situations where his would feel empty. This paper
also relates aspects of the esquizoid personnality and the process of
installation of the analytical link.
Key words: esquizoid personality, narcissism, Autism.
1
Adelante
Si no supiéramos lo qué es
Y lo qué no es; si solamente
Atendiéramos a ciertas motivaciones
Y ciertos colores; si las raíces
De la existencia se encontrasen en una
Otra vida; si la esperanza fuese
Poca y mal dibujada y si
La palabra no fuese una acción,
Estas líneas tampoco
Serían un poema1
Años 70. Asistí a una película que se quedó presente y que posibilita hablar
sobre algunos aspectos de la condición humana. Recuerdo que se pasaba en
Alemania. En la Berlín posguerra, dos ángeles deambulaban por la ciudad. En
realidad, humanos con alas la sobrevolaban. A veces aterrizaban. Invisibles a
los mortales, leían pensamientos y intentaban confortar la soledad de las almas
que encontraban. Uno de los ángeles al enamorarse de una trapecista, desea
convertirse en ser humano para probar las alegrías del vivir. “Alas del deseo”,
de Win Wenders, es el nombre de la película.
Nuestra delicada arte de ver almas nos permite una mirada refinada y hablar
sobre algunas personas, que parecen no conseguir estar presentes y vivir su
humanidad. Es como si, volcadas en su mundo, aterrizasen de vez en cuando,
y se retirasen de escena siempre que posible. Bien sucedidas
profesionalmente, activas, manteniendo relaciones con sus parejas, amigos,
colegas, muchas veces no conservan una memoria viva de sentimientos que
atraviesan esos contactos. La rabia aún es una forma que les hace sentirse
vivos en sus relaciones. Pero les hace falta sentir el amor.
Voy a hablar acerca de David, que acompaño ya hace algún tiempo. Dos
matrimonios, hijos, Bien situado profesionalmente. Hombre de edad madura,
vino de otros análisis de los cuales no reconocía los beneficios. Decía haber
perdido tiempo y dinero. A principio, no me estaba claro qué él estaba haciendo
allí, qué quería de mí. ¿Sería yo una más a ser ejecutada por el Sheik? Me
acordé de la historia de Sherazade, de las mil y una noches, que, amenazada
de muerte contaba a cada noche un nuevo cuento. Así se creó un vínculo y de
esa manera se salvó.
David atacaba a las mujeres, de las analistas, no quedaba ninguna. Al
entrar, no me miraba. Creo que para él, yo no existía. Cuando me miraba, no
me percibía, ni parecía sentir mi presencia. Después de hablarle sobre eso, al
saludarme, tenía los ojos muy abiertos como si me dijese, lo ves, te estoy
mirando. La mirada seguía vacía.
1
Brossa, Joan. Poesia A vista. Amauta Editorial. SP. 2005 (original en catalán)
2
Con su andar lento y claudicante, mirando hacia abajo, entraba en la sala.
Me daba la impresión de que se mostraba más senil do lo que realmente era.
Un hombre de gran porte, facciones bonitas, parecía un viejecito. Tenía acceso
a clasificaciones nosológicas y ya se había tachado por varios nombres dentro
del CID (código internacional de dolencias): depresivo, trastorno del déficit de
atención y por último, portador del Síndrome de Asperger. Es un síndrome del
espectro autista, conocido como autismo de alta funcionalidad, más común
entre hombres, los cuales pueden vivir de una forma común a cualquier
persona que no posee el síndrome. Presentan dificultad de interacción social,
falta de empatía, dificultades con los cambios. Se puede conciliar con un
desarrollo cognitivo normal o alto. Personas con ese síndrome generalmente
no miran a los ojos, y cuando miran, no consiguen “leer”. Son muchas veces
considerados rudos y ofensivos, incluso egocéntricos. Se sienten compelidos a
corregir errores, aún cuando cometidos por personas en posición de autoridad.
2
Consultando a otros autores, algunas características estaban presentes,
como intereses circunscritos que ocupan el foco de atención, tendencia a
hablar en monólogo, perjuicios cualitativos en las relaciones, que se confundían
con el Autismo.3
David solía decir: ya vine así a ese mundo, no hay manera, junto a un
pedido latente, quítame de este calabozo. Había una especie de brazo de
hierro, Psicoanálisis versus Psiquiatría. Quería convencerme de que no había
nada que hacer por él, su destino estaba marcado y él, debidamente
diagnosticado. Cuando yo intentaba entrar de alguna manera, era ironizada, ya
vienes con tu psicoanálisis, pero ahí estaba él, en nuestras sesiones,
puntualmente. Muchas veces me veía en la condición de portavoz de alguna
esperanza. Y él me decía lo cuanto era ingenua y hasta se enfadaba diciendo:
¡no aceptas mi diagnóstico!
A la vez que padecía de una especie de desesperanza, encerrado en un
pozo de racionalizaciones y auto diagnósticos, quería sentir alguna cosa que
no fuese rabia. De inicio yo tenía la impresión de que él quería mantener el
control de esa manera, e impedir mis embestidas. Poco a poco fui
comprendiendo su necesidad de mapear, de escanear su interioridad y era así
que él lo conseguía, haciendo esas descripciones de sí mismo. Junto a su
nihilismo categórico, fueron surgiendo otros sentimientos. En su tono de voz,
había un lamento, dolor.
Hacía varios intentos de cortar el vínculo y lo conseguía. Saqué unas cortas
vacaciones el año pasado, y un día antes de mi salida, me llamó diciendo que
ya no volvería. En aquel momento pensé que él se había resentido y no se
había dado cuenta. Cuando regresé, fue muy costoso reanudar y que él
admitiera haber sentido alguna cosa. Para quedarse, hizo falta que él se
sintiera el señor de la situación, y que podía irse a cualquier momento. Quería
tanto sentir y lo negaba; quería sentir placer en la vida, incluso el sexual, el
2
Síndrome de Asperger- Wikipedia.
Klin A. Autismo y síndrome de Asperger: una visión general. Rev. Bras. Psiquiatr.Maio 2006:28 (suppl.
1):3-11.
3
3
deseo, amar. Era como si los sentimientos pudiesen dejarle muy vulnerable,
teniendo que ceder a sí mismo, un ser humano, humillado.
Pero eso era poco. Yo creía que algo más importante estaba en juego.
¿Sería el miedo de depender, contar con alguien? En mi caso, como analista,
me arriesgaba como las demás, a ser cruelmente banida de su vida.
Interesante, mirando hacia la situación analítica, no tenía miedo sino
esperaba que él aguantase esa travesía. Yo realmente creía que algo precioso,
la confianza, podría ser instalada, poco a poco. Pero un día me trajo su
diagnóstico por escrito. Acaté sus afirmaciones, leí cuidadosamente el relato y
algo cambió. Él necesitaba sentirme a su lado, mirando bajo su óptica, sin
perder mi mirada. Mucha cosa allí escrita coincidía con la descripción que él se
hacía de sí mismo. ¿Ahora crees en mí?, ¿entiendes que soy de verdad un
Asperger? Él buscaba una identidad, una pertinencia, aunque fuera en el CID.
¿Pero qué quería decirme con eso? ¿Qué se sentía como a un alien, y no
como a un paciente cualquiera y qué necesitaba una atención especial?
¿Cómo entender psicoanalíticamente lo que él describía psiquiátricamente?
Existía un fallo básico, un vacío, que lo llevaba al aburrimiento y al percibirlo, a
sentir una especie de horror a sí mismo. ¿Cómo una síndrome tan bien descrita
por él podría ser pensada en términos de la esquizoidia, de patologías
narcisistas?
David vivía un dilema: ¿es mejor que le guste alguien o quedarse recogido,
todo el tiempo echado en el sofá, aislado, sin ganas de nada? Pero cuando se
quedaba tirado, se quejaba. Entre permanecer en su burbuja narcisista e
involucrarse en sus relaciones, David oscilaba. Yo me preguntaba, ¿qué le
pasó a la libido de ese hombre para la vida? Aún desde el punto de vista
sexual, contaba sus peripecias con las empleadas de la casa en su
adolescencia. Aún disociada la afectividad, había placer, deseo. ¿Y para dónde
fue todo eso? ¿Cómo podría ser pensada su impotencia sexual, estaría él
buscando a la vez placer y afecto?
David tenía un ideal de Ego, de como a él le gustaría ser en su vida afectiva.
Él se percibía insuficiente, no captando lo que el otro quería, respondiendo con
irritación, con rabia. “la rabia en sí misma parece proporcionar una sensación
de seguridad para el narcisista, que es en esencia muy solo y no tiene una
base segura.”4 No era insólito que tomase a alguien como Cristo, y
despedazase a algún personaje de sus descripciones, en general mujeres.
Pero ni los hombres escapaban de tal destino.
Se defendía evidente de lo que más buscaba, que era sentir amor por alguien,
sentir que alguien era importante para él. Quería donarse más, buscar más a
sus entes queridos, como los hijos, los nietos, y raramente lo hacía. Le dolía
tener tanta consciencia de lo que pasaba en su interioridad. Recordé a
Fairbairn, que al estudiar los factores esquizoides en la personalidad, afirma
4
Homes, Jeremy. Conceitos da Psicanálise. Narcisimo. Relumé Dumará. 2005 p. 21.
4
que “la preocupación por la realidad interna, ésta es indubitablemente la más
importante de todas las características esquizoides”5. Al tratar la dificultad que
estos individuos experimentan al donarse en sus relaciones, de expresar sus
emociones, afirma que “el elemento de dar...., tiene el significado de perder
contenidos..., y la defensa contra la pérdida emocional da lugar a la represión
del afecto y una actitud de desapego, que lleva los demás a verles como
distantes; y en casos extremos...como a deshumanos”6.
Pensaba yo, ¿cómo sería posible mi entrada? ¿Cómo se instalaría un
vínculo en pacientes narcísicamente complicados como lo era David? ¿Cómo
eran sus relaciones?
Su mujer era desvalorizada y constantemente blanco de críticas ácidas,
descalificándola. No se fiaba de ella, que debía tener a alguien, que no era
posible que se dedicara tanto a él. La describía como a alguien que lo dejó
todo para vivir casi que exclusivamente para él y se decía arrepentido de
haberse quedado con ella, aquella tonta, ignorante, que no sabía ganar dinero.
Había un “self” sentido como grandioso, se creía inteligente, culto. Eso se
mantenía, proyectando sus insuficiencias en los demás: aquella tonta y hacia
mí no me entiendes, no te cansas de decir lo obvio. En otros momentos, él se
auto denegría. Cuando me criticaba, yo lo lidiaba con humor, entonces él se
desarmaba. Eso disminuía la potencia de su rabia.
Continuando a describir un poco más a personas como David, esos individuos
tienden a “erigir defensas, no sólo en contra de su amor por los demás, sino
también en contra del amor de los demás hacia él”. Y, “toma medidas para
alejar a los demás.....moviliza recursos de odio, dirige su agresión en contra de
los demás, y particularmente en contra de sus objetos libidinosos.” 7
La tónica de su habla era una constatación dolorosa, una pormenorizada
descripción de cómo funciona su vida, como si me pasase una película en
cámara lenta, invitándome a mirar junto a él, a todo lo que él era y que no le
gustaba. Soy preso, sin energía para nada, tirado en el sofá. Tengo que hacer
una llamada y no la hago, la aplazo al máximo. Nací con poco gas, y tengo
dificultad en captar lo que las personas quieren. Fue el cumpleaños de alguien
muy próximo, que incluso me ha hospedado recientemente, y no lo saludé, me
avergoncé.
Admite: pero he mejorado mucho, mis conflictos con mi mujer disminuyeron,
hablaba de ella insultándola de, como mínimo, ramera, y hoy ella está más
alegre y cariñosa conmigo. Esa alegría en mí, no la conocía. Me reí. Tengo que
admitir que el análisis me está ayudando. Sé que no te gusta nada la falta de
gratitud. Nos reímos. Salgo siempre solo, y no para conversar con nadie. Un
5
Fairbairn, W. Ronald D. Estudio Psicoanalítico de la Personalidad. Ediciones Hormé S.A.E. B.A.
1962,p28.
6
Idem, p 29.
7
Ibidem, p 39.
* emborronarse en heces. La similitud entre las dos palabras en portugués favorece el cambio entre las
mismas.
5
autista es así. No tengo gustos, me gustaría gustar. Me aparto de las
personas. Quitando el hecho de darte ventaja, realmente he mejorado mucho.
Le dije: ¿No es nuestra la ventaja? Se rió y dijo: yo creía que me ‘bostava’*,
bastaba, no fue un lapso, es mi manía de cambiar las palabras, lo que yo
llamaría de coprolalia. Pero crees que puedo ser mejor de lo que soy y me
vienes con tu látigo. Me acuerdo de mi madre, con su látigo, ella quería que
fuera bueno para satisfacer su vanidad hacia las amigas, no era por mí.
Además: a veces soy nube, otras soy carne. O vivo en las imágenes o me
imagino tocando los muslos de una mujer. En verdad, no tengo energía ni me
pongo cachondo. Pero la mayor parte del tiempo, vivo en las nubes y eso es
una locura. He mejorado. Hoy llego antes a las reuniones y me paro a
conversar con la gente.
David oscila entre el reconocimiento y el miedo de darle importancia a
nuestro trabajo, o aún, que me torne muy importante. Pensé, ¿por qué tuvo
que sacar a relucir mi ventaja? ¿Recela que me engrea como analista y saque
provechos narcisistas, en función de sus logros? Y cuando usé la palabra
„nuestra‟, cuando intenté incluirme, se ha reído.¿ No habrá tolerado el
”nuestra”?
A la vez que quería salir de sí mismo, dejar de ser un „Asperger‟, ¿sería ese
todavía su territorio aparentemente seguro?
Solía jugar con las palabras, cambiándolas, muchas veces de forma graciosa.
Por ejemplo, cuando usaba la palabra exceso, decía „exsexo‟. Pero no siempre
tenían un colorido sexual o coprolálico. De esa vez, empezó a decir que creía
que se bastaba, y que de hecho reconocía que no, reconocía que el análisis
hizo algo por él, y al hablar le salió la palabra „bostava‟.
No era bien un lapso, sería un casi-lapso. Era muy rápido en esos cambios,
en ese juego de palabras. El conflicto amor-odio y la memoria de la madre
vanidosa, que alababa las conquistas intelectuales del hijo con sus amigas,
hizo con que aquel movimiento de reconocimiento se perdiese
momentáneamente. Pero, emborronándose, denunciaba un contacto.
Emborronando, él podría salir del ego ideal de perfección narcisista. Ya no
estaba intacto. “El narcisismo del individuo surge hacia ese nuevo ego ideal, lo
cual, como el ego infantil, se encuentra poseído de toda perfección”8. David
había idealizado un modo de ser y operar en la vida, y sólo así se aceptaría a
sí mismo.
Pero, en el contacto siguiente, vino con una novedad: firmé los papeles para
casarme. Lo vengo aplazando, pero ahora conseguí tomar esa decisión y eso
le ha traído alegría y seguridad a ella. Me alegra verla así. Con ese gesto,
espero abrir el camino entre sus piernas. No tardó en bromear, su conversa
estaba muy seria. Suya era la dificultad de abrir las piernas. Pero algo se abría.
Quería sentirse más vivo, sentir el deseo carnal e involucrarse, bajar de las
8
Freud, S. Introdução ao Narcisimo. 1914. Ed. Standard Brasileira. Imago Ed. RJ. 1974 pg 111.
6
nubes intelectuales en las cuales se escondía. Entretanto, alguna cosa ha
entrado. Viene repitiendo algo que le dije y según él, tuvo mucho sentido: que
la razón de su vida había sido agradar a la madre. Para ella, yo tenía que ser
rico, grande y famoso” Su amor era condicional. Y entonces, me he estado
justificando: no soy nada de eso porque soy un enfermo, tengo TDA, soy un
Asperger. Por más que yo hiciese, ella nunca estaba satisfecha. Después de
que tomé consciencia de lo que me dijiste, me volví más listo, más despierto.
David se acerca. Percibo movimientos que evidencian que una conexión
se instala De inicio todo era rabia, ni jugaba. Se va soltando. Pensando en ese
proceso, añado algunas palabras de Symington, “Sentir odio es el primer paso.
En la ilusión narcisista, no hay otro. Es el odio por la presencia del otro, pero
también el reconocimiento del otro como otro...”9 La referencia a la analista ha
sido acompañada de sentimientos. Las salidas de David de la familia Asperger
han estado ocurriendo. Son lluvias raras que riegan la sequedad de su
existencia. El humor presente en nuestras sesiones aliñan el caldo tibio,
picante, soso.
Nostalgia
Oh verdades
Permanentes, entre
Silenciosas por falta
de expresión.10
9
Symington, Neville. Narcisimo- uma nova teoria.. Ed roca. SP. 2003 pg 75
Brossa, Joan (poeta catalán) Idem.
10
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
1 – Wikipedia – Síndrome de Asperger.
2 – Klin, A. Autismo e Síndrome de Asperger: uma visão geral.Rev.Brás.de Psiquiatria.
Maio, 2006: 28
3- Holmes, Jeremy. Conceitos de Psicanálise. Narcisimo. Ed Relumé Dumará. 2005
4 – Fairbairn, W. Ronald. D. Estúdio Psicoanalitico de la Personalidad. Ed. Hormé. BA.
5 – Freud, Sigmund. Introdução ao Narcisismo.Ed. Standart Brasileira. Imago Ed; 1974
6 – Symington Neville. Narcisimo: uma nova teoria. Ed Roca. SP, 2003
Cristina Maria Cortezzi Reis
Av. Anchieta 585
São José dos Campos
São Paulo. 12 242 280
Brasil
Cel 12 9713 8080
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