SISTEMA ÚNICO DE SALUD - SUS Reforma del Estado

Anuncio
SISTEMA ÚNICO DE SALUD - SUS
Reforma del Estado Brasileño
Las reformas del Estado Brasilero definidas por la Constitución Federal de
1988 dan una nueva configuración al Estado y a la forma de organizar los
servicios públicos. Las bases de esta nueva reforma, que comienzan a ser
estructuradas en la década del 90, están concentradas principalmente en un
nuevo diseño de políticas sociales y de seguridad social combinadas con una
amplia propuesta de reorganización en la prestación de servicios que incluye
mecanismos innovadores de expansión de la cobertura, dirigidos especialmente a
los grupos no inmersos en el sector formal de la economía y destituidos de
capacidad contributiva.
Las principales características en las que se fundamenta esta reforma son:
a) El reconocimiento de la necesidad y de la oportunidad de câmbios para el
acceso cada vez más equitativo de la población a los servicios; b) la institución
de mecanismos de inclusión social en las políticas publicas; c) la adopción de
formulas para la realización de mecanismos de financiamiento y reducción de
gastos; d) la reorientación de sistemas de servicios de salud com criterios de
promoción de salud; e) el énfasis en la transformación en el modelo de atención
para la obtención de equidad, integridad y efectividad de los servicios de salud.
15 años de SUS
En este contexto de reforma, se creo el mayor programa de inclusión
social realizado en Brasil – el Sistema Único de Salud (SUS). Reglamentado por la
ley nº 8.080 del 19 de septiembre de 1990, el SUS tiene como eje central
garantizar la atención de la salud a todo ciudadano por medio de los servicios del
sistema público de salud brasileño, asegurándoles un acceso universal, integral e
igualitario. Esta atención debe ser ofrecida de forma calificada y continuada con
medidas de prevención de enfermedades, tratamiento, rehabilitación y
promoción de salud por medio de un sistema de administración centralizado. El
SUS está organizando en redes regionalizadas y jerarquizadas y actúa en todo el
territorio nacional, con dirección única en cada esfera del gobierno. Se debe
observar la estrategia de regionalización y jerarquización en la conformación de
redes de servicios, en la descentralización y en la mejoría de la administración
pública con adecuación del modelo a lãs realidades locales. El SUS no es una
estructura aislada de la promoción de los derechos primarios de ciudadanía, pues
el sistema se incluye en el contexto de las políticas de seguridad social.]
Salud en la Constitución
La Constitución federal de 1988 establece que la salud es un derecho y
deber del estado, cabiéndole a este proveer las condiciones indispensables para
su pleno ejercicio. El Estado no sólo como el gobierno federal, sino como el
Poder Público, abarcando la Unión, los Estados, el Distrito Federal y los
Municipios. La iniciativa privada, de carácter contemplativo, actúa cuando el
sector público es incapaz de atender la demanda programada, de acuerdo a la
lógica de las directrices del SUS. Estas acciones son garantizadas con
financiamiento público, derivado de impuestos y de lãs llamadas contribuciones
sociales (sobre movimientos financieros, ganâncias y facturación de las empresas
etc.); fondos públicos de salud, de forma triple, o sea, en los tres niveles de
gobierno, para donde convergen necesariamente todos los recursos asignados a la
salud.
La actual legislación brasilera amplió la definición de salud,
considerándola como resultado de varios factores determinantes y
condicionantes, como alimentación, vivienda, higiene primaria, médio ambiente,
trabajo, renta, educación, transporte, placer, acceso a bienes y servicios
esenciales. El modelo de atención para la salud debe considerar también los
problemas futuros agravados por la transición demográfica, la acumulación
epidemiológica y por las evidencias que apuntan hacia uma sociedad más
violenta. También, los relacionados con inseguridad alimentícia y nutricional y
los factores ambientales de riesgo y las condiciones inadecuadas de habitación e
higiene primaria.
Principios Generales
La realización de los principios constitucionales de SUS implica conquistas
en la organización del sistema en toda su complejidad, sin prejuicio de cualquier
principio, en especial el de universalidad, el de integridad y el de equidad. La
conquista de la equidad sobrepasa todos los otros desafíos y envuelve el
diagnóstico de las desigualdades en el ámbito de los micro-territorios, la
discriminación positiva con aporte de recursos y acciones diferenciadas, la
intersectorialidad de las acciones de promoción y protección de la salud, la
humanización de la atención y la elevación de la calidad del cuidado a la salud.
Universalidad.
Históricamente, quien tenía derecho a la salud eran sólo los trabajadores
asegurados por el Instituto Nacional de Seguro Social, com empleo formal, desde
que contribuyeran con una parte del salario para el sistema de seguro social. Con
el SUS, esto cambió: la salud pasa a ser um derecho de ciudadanía de todas las
personas y le cabe al Estado asegurar este derecho. En este sentido, el acceso a
las acciones y servicios debe ser garantizado a todas las personas,
independientemente de sexo, raza, renta, ocupación y otras características
sociales y personales. El SUS fue implantado con la responsabilidad de volver
realidad este principio.
Integridad.
El principio de integridad significa considerar la persona como um todo,
atendiendo a todas sus necesidades. Por eso es importante la integración de
acciones, incluyendo la promoción de la salud, la prevención de enfermedades,
el tratamiento y la rehabilitación. Al mismo tiempo, el principio de la integridad
presupone la articulación de la salud con otras políticas públicas, como forma de
asegurar una actuación intersectorial entre las diferentes áreas que tengan
repercusión en la salud y en la calidad de vida de los individuos.
Equidad.
El objetivo de la equidad es disminuir desigualdades. Pero esto no significa
que sea sinónimo de igualdad. A pesar de que todos tienen derecho a los
servicios, las personas no son iguales y, por eso, tienen necesidades diferentes.
Equidad significa tratar desigualmente a los desiguales, invirtiendo más donde la
privación es mayor. Para eso, la red de servicios debe estar atenta a lãs
necesidades reales de la población a ser atendida. La equidad es un principio de
justicia social.
Control y participación social.
Es un derecho y un deber de la sociedad participar de las gestiones
públicas en general y de la salud pública en particular. El SUS fue fruto de um
amplio debate democrático. Pero la participación de la sociedad no terminó en
las discusiones que dieron origen al SUS. Esta democratización está presente en
el día a día del sistema. El sistema cuenta con una amplia participación de
trabajadores y usuarios que discuten sobre salud, en sus procesos de
administración, dando realismo, transparencia, compromiso colectivo y
efectividad de resultados. La participación popular está directamente
relacionada al grado de conciencia política y de organización de la propia
sociedad civil.
La participación de la comunidad en el SUS sucede, en los municipios, por
medio de canales institucionalizados, - o sea, previstos por layes o normas del
SUS -, como las Conferencias Municipales de Salud, los Consejos Municipales de
Salud, los Consejos Distritales, o también, por medio de reuniones de grupos, por
áreas de afinidad. Igualmente en los órganos internos del SUS, los procesos
participativos son importantes, como las mesas de negociación de trabajadores,
la dirección colegiada y otras. De la misma forma que en la esfera municipal, las
esferas estatal y federal deben tener las mismas estructuras de Consejos y
Conferencias.
Principios Organizativos
Para organizar el SUS a partir de principios doctrinarios presentados y
considerando la idea de seguridad social y relevancia pública, existen algunas
directrices que orientan el proceso. En realidad, se trata de formas de concretar
el SUS en la practica.
Regionalización y Jerarquización.
La regionalización y jerarquización significa que los servicios deben ser
organizados en niveles ascendentes de complejidad, circunscritos a determinada
área geográfica, planeados a partir de criterios epidemiológicos, y con definición
y conocimiento de los públicos a ser atendidos. Como se trata aquí de
“principios”, de indicativos, este conocimiento es mucho más una perspectiva de
actuación que una delimitación de regiones, públicos y servicios.
La regionalización viene desarrollándose como un proceso de articulación
entre los gestores del SUS que, además de proceder a la división de niveles de
atención, debe garantizar formas de acceso a servicios que compongan toda la
complejidad requerida para el caso, en el límite de los recursos disponibles para
cada región. También se debe incorporar a la rutina de acompañar los servicios,
con flujos de encaminamiento (referencia) y de retorno de informaciones al nivel
primario de servicios (contra referencia).]
Estos caminos concretan una de las facetas de la integridad de la atención
com el control y la racionalidad de los gastos en el sistema.
Descentralización.
Descentralizar es redistribuir poder y responsabilidades entre los três
niveles de gobierno. En la salud, la descentralización tiene como objetivo prestar
servicios con mayor calidad y garantizar el control y la fiscalización de los
ciudadanos. Cuanto más cerca este la decisión, mayor la oportunidad de acierto.
En el SUS, la responsabilidad por la salud debe ser descentralizada hasta el
municipio. Esto significa dotar al municipio de condiciones administrativas,
técnicas y financieras para ejercer esa función.
La decisión debe ser de quien la ejecuta, que debe ser el que está más
cerca del problema. La descentralización, o municipalización, es una forma de
aproximar al ciudadano de las decisiones del sector y significa responsabilizar al
municipio por la salud de sus ciudadanos. Es también uma forma de intervenir en
la calidad de los servicios prestados.
Para hacer valer el principio de descentralización, existe la concepción
constitucional del mando único. Cada esfera del gobierno es autónoma y
soberana en sus decisiones y actividades, respetando los principios generales y la
participación de la sociedad. Así, la autoridad sanitaria del SUS es ejercida en la
Unión, por el ministro de la Salud, en los estados por los secretarios estatales de
salud y en los municipios por los secretarios o jefes de departamentos de salud.
Ellos también son conocidos como “gestores” del sistema de salud.
Pactos Políticos
En la organización del SUS, es fundamental que las funciones y lãs
acciones estén bien articuladas en los tres niveles de gobierno (federal, estatal y
municipal). Las competencias típicas de la gestión son: planificación,
presupuesto, programación, normatización, dirección, operacionalización,
control y evaluación que estén bien definidas en los niveles correspondientes y
ocurran en forma suprapartidaria. Estas competencias no se confunden com las
del Consejo Nacional de Salud y demás instancias colegiadas, que participan e
interfieren activamente en los procesos de gestión con directrices técnicas,
políticas, financieras y éticas que conducen a la planificación y monitoreo de la
salud pública.
Son instrumentos de este pacto: 1) La Conferencia Nacional de Salud, con
representación de varios segmentos sociales, para evaluar la situación de salud y
proponer directrices para la formulación de políticas de salud en los niveles
correspondientes; 2) El Consejo Nacional de Salud. Órgano colegiado, que tiene
carácter permanente y deliberativo, que cuenta com representantes del
gobierno, prestadores de servicios y profesionales de la salud; 3) El Consejo
Nacional de Secretarios de Salud (CONASS) y 4) El Consejo Nacional de
Secretarios Municipales de Salud (CONASEMS), que tiene representación en el
Consejo Nacional de Salud.
Financiamiento
La gestión financiera del SUS pasó por transformaciones a lo largo de estos
15 años. En el 2000, el SUS conquistó la vinculación constitucional de los
recursos, por medio de la Enmienda Constitucional nº 29, que establece, entre
otras medidas, la vinculación de recursos en las tres esferas de gobierno, además
de reforzar el papel de control y fiscalización de los Consejos de Salud y de
prever sanciones para los casos de incumplimiento de los límites mínimos de
aplicación de salud.
La expectativa del Ministerio de Salud es que el Proyecto de Ley
Complementaria (PLC 01/03), en trámite en la Cámara de Diputados, deba
disponer sobre los problemas referentes al financiamiento de las acciones y
servicios de salud. El PLC define el monto de los recursos destinados a la Unión,
Estados, Distrito Federal y Municipios, los criterios de repartición proporcional y
la fiscalización y control de los recursos.
Descargar