Sufrir una lesión en la médula espinal no obliga a renunciar a

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LOCAL Regional VIZCAYA
2008-Jul-27
MULTIPLE
Sufrir una lesión en la médula espinal no obliga a renunciar a
una de las aspir...
La Unidad de Lesionados Medulares del centro vasco consigue ya un 60% de éxitos con
las técnicas aplicadas a los afectados
Sufrir una lesión en la médula espinal no obliga a renunciar a una de las aspiraciones de la mayoría de las
personas: ser padres. Son muchas las parejas en el País Vasco a las que un accidente de tráfico, una mala
caída o una enfermedad truncó sus sueños, pero que no se han rendido y recurren a las técnicas de
reproducción asistida para ser padres. La Unidad de Lesionados Medulares del Hospital de Cruces, la única
en Euskadi -atiende a pacientes del norte de España-, ha conseguido que 40 parapléjicos y sus mujeres
hayan podido tener hijos desde 2000. El equipo del centro vizcaíno logra ya un 60% de éxitos, un porcentaje
muy alto, según los expertos, y en todo caso, una gran esperanza para los afectados.
Una persona que sufre una parálisis necesita volver a aprender a valerse por sí misma y realizar actividades
que antes le parecían normales, como vestirse sin ayuda, asearse en intimidad, acudir a trabajar o practicar
deporte. Pero es evidente que disfrutar de una vida sexual satisfactoria y cumplir el anhelo de tener
descendencia con su pareja también es importante para sentirse realizado. Durante años, las personas
confinadas en una silla de ruedas debían someterse a tratamiento en el Hospital de Parapléjicos de Toledo.
La Unidad de Lesionados Medulares del Hospital de Cruces tomó el testigo y hace una década comenzó a
desarrollar las técnicas que en 2000 lograron el primer embarazo. En la actualidad son cuarenta ya las
parejas que han logrado el 'milagro' gracias al equipo de la doctora María Luisa Jáuregui, jefa clínica de la
Unidad.
Un primer año «baldío»
Por sus manos han pasado cerca de 70 parejas. El trabajo de esta especialista tiene un objetivo: facilitar la
vida a los discapacitados, conseguir que sean autónomos y que puedan integrarse en la sociedad. «Si
alguien te demanda ser padre, ¿cómo negárselo?», se pregunta. «Además, la técnica es sencilla, una vez
que se domina». Pero no fue así siempre: Jáuregui admite que el primer año de la aplicación del tratamiento
fue baldío. «No conseguimos nada», recuerda.
Un discapacitado medular, parapléjico o tetrapléjico, tiene dañado por enfermedad o por un accidente el haz
de nervios que transporta los mensajes entre el cerebro y el cuerpo. Su problema no es de fertilidad, como
ocurre a muchas parejas que recurren a la reproducción asistida; por esa razón, la respuesta de estos
pacientes a un tratamiento especializado para tener hijos puede ser muy positiva.
El reto es para los hombres con parálisis. Las mujeres con paraplejia o tetraplejia no tienen ninguna
dificultad para quedarse embarazadas. «Pueden tener un parto por vía vaginal normal», explica la doctora,
«aunque en algunos niveles de lesión en la médula se aconseja practicar una cesárea».
Los expertos aconsejan esperar un año desde que produce el daño en la médula hasta que se inicia el
tratamiento para que el cuerpo se 'acostumbre' a funcionar con sus «comunicaciones interrumpidas». Una
lesión de este tipo provoca un 'shock medular' del que el paciente tarda en recuperarse. Habitualmente, los
afectados acuden al servicio con una gran incertidumbre sobre su capacidad para tener hijos. «Los hombres
con lesiones medulares pierden el dominio de sus esfínteres, no controlan su aparato reproductor y no
pueden tener una erección y una eyaculación normales », detalla Jáuregui.
Es necesario extraer el semen. Se provoca la eyaculación con la utilización de un vibroestimulador externo.
Esta técnica ocasiona que el esperma salga al exterior, como en cualquier varón normal. También puede
ocurrir que el semen se vierta en la vejiga -un trastorno común en afectados por estas discapacidades-, y
tenga que se retirado con una sonda. Al estar mezclado con orina, es necesario separarlo en un laboratorio.
El semen extraído se estudia en los laboratorios de andrología y, según sean sus características, «se aplica
una determinada técnica de reproducción asistida», continúa la doctora Jáuregui. Los análisis son parte
importante del proceso, ya que los afectados por una lesión medular pueden tener infecciones que reducen
la calidad del esperma.
Otras técnicas
¿Y si no se responde a esta estimulación? Se recurre a técnicas más sofisticadas. «Como
el'electroestimulador rectal' o la punción de los testículos, lo que se conoce como 'técnica ICSI', que se topó
con la Ley de Reproducción Asistida de 2006 y estuvo a punto de ser prohibida », recuerda la especialista.
Hay quien tiene prevenciones éticas ante el hecho de que una persona que no puede valerse por sí misma
para muchas labores cotidianas tenga descendencia. Ainhoa Astarloa, psicóloga de la Federación
Coordinadora de Personas con Discapacidad Física de Vizcaya, Fekoor, dice que el hecho de tener una
lesión medular no anula el deseo de tener hijos. «Ser padres -dice- va más allá de la movilidad física de uno
mismo; como cualquier pareja normal se cuenta también con la familia y las amistades. ¿O es qué unos
jóvenes que vayan a tener hijos no tienen en cuenta si sus padres pueden echarles una mano?», remarca.
La psicóloga diferencia entre las personas incapacitadas de nacimiento, «que han asumido siempre que en
caso de cuidar hijos tendrá que ser desde la silla de ruedas», y aquellas que han visto truncadas sus
aspiraciones por un accidente «y ya no podrán llevar al niño al Gorbea, por ejemplo », explica Astarloa.
«Estas personas tienen que adaptar sus pensamientos a la nueva realidad», concluye la experta. Nada más,
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28/07/2008
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