Subcapítulo2.7_Barrio La Yuca

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El transporte de las ciudades tiene algunas características comunes, pero el
tránsito tiene aspectos particulares causados principalmente por los causa ignorada. En
el mismo año, los homicidios ocurridos y registrados ascendieron a catorce: uno en
Serrallés por robo; uno en La Esperilla no esclarecido; ocho en Piantini (uno por motivo
pasional, dos por robo, cuatro por causas desconocidas y uno no esclarecido) y cuatro
en Naco (uno por robo, dos por acción legal; uno por causa desconocida). (Anuario de
Estadísticas Socio-Demográficas 2010, ONE).
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2.7
Barrio La Yuca del ensanche Naco
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Rosario (2011) sostiene “Santo Domingo se ha convertido en la ciudad que más
ha crecido verticalmente en la región de América Latina y el Caribe, pero este
crecimiento no ha tenido impacto significativo en la erradicación de la pobreza”.
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“El 19.7% de los hogares del Distrito Nacional se considera hogares pobres si
aplicamos un índice que tome en cuenta la calidad de la vivienda, el capital humano, la
presencia de servicios básicos y la capacidad de sustento familiar”. (Perfil
Sociodemográfico Provincial del DN, ONE 2009:13). La Circunscripción No. 3 del DN
posee la mayor proporción de hogares pobres con un 33%; le sigue la No. 2, con un
20%; y por último la No.1, con un 5%. (ADN-PNUD, 2006:19)
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Ubicado en la circunscripción No.1 del DN, La Yuca es uno de esos barrios
pobres y, como otros barrios de esa índole, “se ha creado como consecuencia de la
ausencia de un proceso de planificación y herramientas reguladoras que producen
crecimientos de carácter informal ubicándose en la periferia o dispersos entre sectores
acomodados, como producto de una ciudad de contrastes” (PNUMA, CONAU, UASD,
2007:78). Las “manchas de los ensanches” es el nombre con que Gómez (citada por de
Moya, 1987:447) designa a esos microbarrios de miseria rodeados de opulencia.
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Situado entre la calle Roberto Pastoriza, al norte; la Av. 27 de Febrero, al sur; la
Av. Tiradentes, al este; y la Av. Abraham Lincoln, al oeste, La Yuca tiene una extensión
de unos 22,775 m2, equivalentes a 0.022775 km². Cuenta con cuatro calles: Robert
Scout, Junior Scout, Michelle Scout y Cub Scout, cada una de las cuales se convierte
en un callejón. (ver imagen 3 y anexo 13)
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Imagen 3. Ubicación del barrio La Yuca del
ensanche Naco
Fuente: Proyecto de Actualización y Digitalización
Cartografía Nacional, 2005-2008, ONE
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Antes de que fuera construido el ensanche Naco, La Yuca comenzó a ser
poblada en 1963. Algunos de sus primeros habitantes fueron parte de los obreros que
construyeron las viviendas del ensanche Naco en la década de 1960. La gran cantidad
de yuca sembrada en el lugar para los tiempos de la guerra civil del 1965 fue lo que
motivó a que a ese barrio se le designara con ese nombre. Rafael Montero, residente
en el barrio desde 1967, dice: “aquí había mucha yuca y cuando la gente venía, un
hombre que vivía aquí le decía a la gente, señores coman yuca, no se dejen morir,
coman yuca", (referido por Marte, G., 10-10-2004, Barrio disfruta servicios por cercanía
a ricos, disponible en http://www.hoy.com.do/el-pais/2004/10/10/25880/print, consultado
el 28-02-2012, a las 16:45 horas)
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José R. Grullón, exvicepresidente de la junta de vecinos y que vive en el barrio
desde hace 40 años, narra su versión sobre los orígenes de éste:
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Trujillo tenía aquí al señor Virgilio Grullón, una especie de alcalde, para vigilar estos
terrenos. Virgilio Grullón trajo para acá a un señor de Santiago llamado Lalo Ramírez,
quien sembró yuca y guandules en estos terrenos. Cuando la gente comenzó a venir, le 56
fue comprando pedazos de tierra a Grullón, pero esas ventas eran ilegales porque Grullón
no era el dueño. Las dueñas eran dos hermanas apellido Jiménez de San Francisco de
Macorís; las dos vivían cerca de aquí, enviudaron, pero no tuvieron hijos; nadie ha
reclamado los terrenos. Otras gentes que vinieron aquí, no compraron, sino que
invadieron.
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Cuando vine aquí había como diez casas hechas de cartón, amarradas con alambre. Con
el paso del tiempo, los vecinos nos ayudaron a hacer las casas de blocks; solo queda una
de madera techada en zinc. Ningún gobierno ha invertido en la construcción de estas
casas. Parte del dinero ha salido de nuestro trabajo y del dinero que envían familiares que
tenemos en el extranjero.
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Los ricos que vivían por aquí en los 70s nos querían expulsar; de noche nos tiraban
piedras al techo de las casas. Balaguer les propuso que reunieran dinero para sacarnos
del barrio, pero cuando les llevaron el dinero Balaguer dijo: “eso no da ni para la zapata” y
los declaró de utilidad pública. Luego Balaguer mandó a construir apartamentos en La
Yuca de Los Ríos, pero cuando estaban para ser entregados, un chofer que nos conocía y
que trabajaba para Balaguer le dijo que en el listado no estaba incluida ninguna de las
familias de aquí que iban a ser trasladadas; trataron de engañar a Balaguer.
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En el gobierno de Salvador Jorge Blanco se estaban construyendo unas casitas en Canta
La Rana, Los Alcarrizos; pero no nos quisimos mudar, nos iban a llevar muy lejos. Aquí
toda está cerca, nos sentimos bien, los vecinos son tranquilos, todos nos conocemos y
nos respetamos; somos como 1,500 personas, en unas 400 casas. Tenemos calles
asfaltadas, agua, teléfono, telecable, la basura la recogen con frecuencia, la luz llega por
muchas horas, tenemos seguro de SENASA El ruido de los liquor stores es lo que nos
está molestando más.
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Otra de las residentes, Brígida Matos, se siente afortunada de vivir en La Yuca:
"Aquí somos pobres, pero tenemos la conveniencia de que podemos disfrutar de
algunos privilegios de los que gozan los ricos en Naco, como la luz, sufrimos pocos
apagones y el agua llega siempre, además de que estamos en el centro de la ciudad,
no somos ostentosos, pero vivimos tranquilos” (referida por Ferreras, M., 3-10-2011, La
pobreza y la opulencia mezcladas, disponible en http://www.noticiariobarahona.com/2011/03/lapobreza-y-la-opulencia-mezcladas.html, consultado el 2 de mayo de 2012)
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A pesar de lo cómodo que puedan sentirse, en esas casi 400 viviendas
informales de La Yuca se vive en condiciones de hacinamiento, una casa encima de la
otra, contrastando con las magníficas residencias del resto de los barrios del polígono
central y los lujosos carros y yipetas pertenecientes a las mismas.
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Por su parte, Angel Montaño, encargado de la Unidad de Inspección de la
Dirección Nacional de Mensura de la Jurisdicción Inmobiliaria, proporciona los nombres 57
de los propietarios de los terrenos de La Yuca y la porción correspondiente a
cada uno de ellos, según muestra el anexo 14, quienes a pesar de ser los propietarios
no tienen la posesión de los terrenos.
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En el barrio está la escuela pública Escuela La Yuca, el Club Deportivo y Cultural
La Yuca del Naco, Inc., la Iglesia de Dios, Inc., varios liquor stores, una iglesia
evangélica, bancas y colmados. Los vendedores ambulantes pasan por sus callejones
vendiendo sus vegetales, frutas y cualquier otro artículo de necesidad. Aunque sus
moradores son de escasos recursos económicos, algunos pobladores tienen vehículo
propio que estacionan en una de las canchas deportivas del lugar.
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