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Revista de divulgación de estudiantes, egresados y
profesores de la División de Derecho, Ciencia Política
y Relaciones Internacionales.
EDICION
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Revista de divulgación de estudiantes, egresados y
profesores de la División de Derecho, Ciencia Política
y Relaciones Internacionales.
U R Í D I C A
J
C T U A L I D A D
A
Actualidad Jurídica
©2015, Universidad del Norte
Rector
Jesús Ferro Bayona
Decana de la División de Derecho, Ciencia
Política y Relaciones Internacionales.
Silvia Gloria De Vivo
Editora
Linda Ospino Arredondo
Comité editorial
Andrea Ariza Lascarro
Alfredo Bula Beleño
Enith Bula Beleño
Gabriel Buitrago Cueto
Juan Miguel Cortés Quintero
Gabriela De Ávila Abuabara
María Camila De la Hoz Gómez
Orlando De la Hoz Orozco
Giancarlo Freja Tatis
Sandra González Botero
Carolina Gómez Urueta
Cindy Hawkins Rada
Walter Hernández Gacham
Angie Hinestroza Olascuaga
Esteban Lagos González
Javier Lizcano Villalba
Freddy Lozano Reyes
Franklin Martínez Martínez
Jahel Mendoza Barrios
Pedro Montero Linares
Ana María Naranjo Cortés
Meylin Ortiz Torres
Juan Pablo Sarmiento Erazo
Daniela Peñaranda Bolaño
Sally Schuster De Hart
Maikol Tovar Magdaniel
Melanie Vangrieken Alvarado
Luis Felipe Velásquez Lyons
Alexandra Verano Urueta
Corrección de estilo
Emilce Restrepo
Diagramación
Jorge Arenas Potes
Universidad del Norte
Km.5 Vía Puerto Colombia
http://www.uninorte.edu.co/
Barranquilla, Colombia
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Procedencia de la acción de tutela
frente al pago de pólizas de seguro
Gabriel E. Buitrago Cueto1
Sentencia: T-222 de 2014
Corporación: Corte Constitucional de Colombia
Magistrado ponente: Dr. Luis Ernesto Vargas Silva
L
a sentencia objeto de este análisis reúne tres
expedientes que por sus similitudes fueron
acumulados para su estudio por parte de la
Corte Constitucional. Todos los accionantes:
adquirieron créditos con entidades financieras, los cuales estaban respaldados por contratos de seguro suscritos con diferentes aseguradoras. Estas garantías operarían por muerte
o pérdida de capacidad laboral en porcentaje
mayor al 50%. Efectivamente, por distintas
causas, los peticionarios fueron calificados
con invalidez y, pese a ello, las aseguradoras
1 Estudiante de décimo semestre de Derecho de la Universidad
del Norte. Barranquilla (Colombia). Monitor académico de las
asignaturas Obligaciones II, Legislación Empresarial II, Derecho
Comercial y Procedimiento Civil Especial. Miembro del Semillero de Investigadores de la Universidad del Norte. Nominado
al cuadro de honor de Consultorio Jurídico en dos ocasiones.
Actualmente miembro del comité evaluador de la revista de
estudiantes y profesores Actualidad Jurídica.
se negaron a pagar la póliza de los seguros argumentando que la enfermedad adquirida fue
anterior a la celebración del contrato. Es decir,
alegaron preexistencia. (Corte Constitucional
Sentencia, T-222 de 2014)
Sin embargo, en este escrito se analizará únicamente el expediente T-4143384: Argemiro Arzuaga
vs. Seguros de Vida Suramericana S. A. y Bancolombia S. A.
1. PROBLEMA JURÍDICO
¿Existe vulneración de los derechos fundamentales a la vida y al mínimo vital de los deudores de
un crédito por la decisión de una aseguradora de
negarse a pagar la póliza del seguro de vida por el
riesgo de invalidez argumentando que la enfermedad causante de la pérdida de capacidad laboral
fue adquirida antes de la celebración del contrato
de seguro?
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2. EXPEDIENTE
A
2.1. T-4143384: Argemiro Arzuaga vs.
Seguros de Vida Suramericana
S.A. y Bancolombia S. A.
2.1.1. HECHOS
El accionante suscribió un contrato de mutuo por
casi veinticinco millones de pesos con Bancolombia
S.A., que le exigió adquirir un seguro con el fin de
acceder al préstamo para la compra de su vehículo
nuevo.
Fue así como el peticionario contrajo un contrato
de seguro Individual Grupo Deudores con la empresa Seguros de Vida Suramericana S.A. Esta póliza operaría por muerte o incapacidad total y permanente del asegurado. En caso de ocurrir dichos
eventos, la aseguradora pagaría el saldo insoluto
de la obligación.
Posteriormente, la Administradora de Fondos de
Pensiones BBVA dictaminó que el tutelante sufría
una pérdida de capacidad laboral del 50.07 % a
raíz del padecimiento de varias enfermedades físicas y del sistema inmune.
Tras esta valoración, el actor presentó reclamación
a la aseguradora para hacer valer la póliza y solicitó la indemnización contenida en dicha póliza.
Sin embargo, la compañía de seguros se negó a la
petición del tutelante, pues dijo que al momento
de adquirir la póliza el señor Arzuaga ya se encontraba enfermo.
Asimismo, en el escrito de tutela el accionante señaló que se encuentra en una condición precaria,
pues al no poder trabajar carece de recursos para
continuar con el pago de las cuotas mensuales del
crédito, dado que tiene que mantenerse a sí mismo y a su núcleo familiar, que se compone de sus
tres hijos menores y su cónyuge. Por estos motivos solicitó que se protegieran sus derechos fundamentales a la vida en condiciones dignas, salud,
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igualdad, derecho al debido proceso y derecho al
mínimo vital.
La entidad bancaria respondió a lo anterior diciendo que el accionante debió acudir a la jurisdicción
ordinaria y no a la acción de tutela, toda vez que se
discute un asunto netamente contractual. De esto
último hizo eco la aseguradora, que además agregó que el actor incurrió en reticencia.
2.1.2. DECISIÓN DE PRIMERA Y
SEGUNDA INSTANCIA
El juez de primera instancia negó el amparo constitucional por estimar que el accionante tenía otros
medios de defensa, como acudir a la jurisdicción
ordinaria.
Por su parte, el juez de segunda instancia ratificó
lo dicho por el a quo utilizando los mismos argumentos y negando nuevamente el amparo constitucional al actor.
2.1.3. CONSIDERACIONES
La Corte empieza aseverando que efectivamente,
y tal y como lo manifestó el accionado, de acuerdo con la jurisprudencia constitucional la acción de
tutela en principio no es el mecanismo adecuado
para exigir el cumplimiento de un contrato de seguro. No obstante, manifiesta que en algunos casos (como por ejemplo, aquellos en los que se vulneren derechos fundamentales) la acción de tutela
sí es el mecanismo idóneo, toda vez que la jurisdicción ordinaria no es el medio más ágil ni eficaz
para cesar la vulneración de tales derechos.
Analizando el caso más a fondo, la Corte encontró
que la incapacidad del accionante a raíz de sus padecimientos no solo configura el siniestro asegurado pactado en el contrato de seguros, sino que
también “sitúa al asegurado en condición de vulnerabilidad, pues por sus problemas de salud, se
encuentra en una condición de discapacidad que le
impide desarrollar su vida como lo venía haciendo”
(Corte Constitucional, Sentencia T-222 de 2014). Es
por ello que el caso del señor Argemiro Arzuaga
adquiere relevancia constitucional, configurándose
así otra razón por la cual la justicia ordinaria no es
el mecanismo de protección idóneo.
No obstante, la Corte también hace hincapié en
que no siempre que el accionante presente condición de discapacidad podrá recurrirse a la acción de
tutela para lograr el pago de la póliza de seguros,
sino que únicamente en aquellos casos en los que
la persona con discapacidad carezca de los recursos suficientes para continuar efectuando el pago
de la póliza (como ocurre en el caso en cuestión)
procederá esta acción constitucional. Ello con el fin
de no tergiversar el alcance de este mecanismo de
protección, ya que “la esencia misma del contrato de seguro dejaría de existir si la tutela sirviera
como el mecanismo para desconocer las cláusulas
de un contrato” (Corte Constitucional, Sentencia
T-222 de 2014).
Ahora bien, la Corte procede a analizar si el fenómeno de la reticencia aplica al caso en concreto.
Empieza enfatizando en que la reticencia no es sinónimo de preexistencia, toda vez que la preexistencia es un hecho objetivo, mientras que la reticencia es un hecho subjetivo, que se fundamenta
en la mala fe y, por consiguiente, necesita ser probado. Añade la Corte que la aseguradora no podrá
alegar reticencia si no realizó los exámenes médicos pertinentes o si no le solicitó al futuro asegurado dichos exámenes. Ello por cuanto de no hacerse
tales exámenes difícilmente se podrá establecer la
onerosidad del seguro o decidir sobre su no celebración. Observa el alto tribunal constitucional que
la aseguradora no realizó ni solicitó los exámenes
descritos anteriormente, ni mucho menos demostró la mala fe del asegurado, sino que se limitó únicamente a señalar un caso de preexistencia.
2.1.4. DECISIÓN
Por todo lo anteriormente expuesto, la Corte Constitucional decide conceder el amparo a los derechos fundamentales del señor Argemiro Arzuaga
Manjarrez. En consecuencia, ordena a la Compañía
Seguros de Vida Suramericana S.A. cancelar la póliza correspondiente, y como tal, pagar el saldo insoluto de la obligación adquirida con el Banco Bancolombia S. A. En caso de haberse iniciado algún
proceso judicial en contra del peticionario, ordenó
levantarse y dar por terminado cualquier proceso
en su contra.
3. CONCLUSIONES
•
La acción de tutela para obtener el pago
de una póliza de seguros solo procederá
cuando el accionante carezca de los recursos económicos suficientes para seguir
efectuando el pago de la obligación principal, y no únicamente por encontrarse en
situación de discapacidad.
•
Las aseguradoras no podrán alegar reticencia si no realizaron los exámenes médicos pertinentes antes de la celebración
del contrato de seguros.
4. COMENTARIOS
En esta sentencia la Corte Constitucional sigue la línea jurisprudencial que años atrás había adoptado,
hace eco de ella. Es así como en materia de procedencia de la acción de tutela frente a contratos de
seguro, en la Sentencia T-751 de 2012 dijo:
… al referirse a las compañías de seguros, esta
Corte ha destacado que, si bien en principio
las diferencias que con ellas surjan deben tramitarse ante los jueces ordinarios dado su carácter contractual, cuando estén amenazados
derechos fundamentales como la vida, la salud
o el mínimo vital, resulta procedente el amparo constitucional. Por lo tanto, si la controversia sobre el objeto asegurado es puramente
económica no tendría cabida la tutela, pues el
conflicto se dirimiría ante la jurisdicción ordinaria, pero si tiene efectos sobre la vida o el
mínimo vital de una persona puede ser viable
la acción de tutela para amparar tales dere-
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chos fundamentales ante la falta de idoneidad
y agilidad del medio ordinario de defensa judicial… (La negrilla no es del texto).
A
Asimismo, al hablar sobre la obligatoriedad de la
realización de los exámenes médicos previos a la
celebración del contrato de seguro es imperativo
mencionar la Sentencia T-152 de 2006 respecto de
la realización de completos y exhaustivos exámenes de ingreso:
… Para los efectos de establecer la cobertura
del contrato de seguros médicos, la jurisprudencia ha sostenido que cuando una persona
ingrese al sistema de medicina prepagada o
contrate un seguro en salud, la entidad aseguradora o de Medicina Prepagada están en
el deber de exigirle al futuro afiliado la realización de completos y exhaustivos exámenes de
ingreso. Los exámenes deben ser lo suficientemente rigurosos como para poder establecer
con exactitud su condición física y por lo tanto
las preexistencias o exclusiones respecto de las
cuales no se dará cubrimiento alguno. Si no se
practica el examen de ingreso, ni la Compañía
de Medicina Prepagada ni la Compañía de Seguros Médicos pueden abstenerse de prestar
o cubrir un servicio, alegando una preexistencia o una exclusión de servicio que no fue consecuencia del examen físico de ingreso y que
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no aparece expresamente contenido en el acto
o contrato…
La posición de la Corte es acertada por cuanto la
justicia ordinaria no es el medio más ágil para hacer cesar la vulneración de los derechos fundamentales de los colombianos. La acción de tutela, en
virtud del principio de inmediatez, constituye la vía
más rápida y efectiva para salvaguardar los derechos de los asociados. Por su parte, considero que
las aseguradoras no pueden endosar a los futuros
asegurados la responsabilidad que recae en ellas
de verificar las condiciones de salud de los mismos,
porque ello significaría la obtención de un beneficio directo de la culpa grave en la que incurren por
no ser diligentes a la hora de realizar los exámenes
pertinentes.
BIBLIOGRAFÍA
Colombia, Corte Constitucional (2014, abril). Sentencia
T - 222, M. P. L. E. Vargas Silva.
Colombia, Corte Constitucional (2012, septiembre). Sentencia T - 751, M. P. M. V. Calle Correa.
Colombia, Corte Constitucional (2006, febrero). Sentencia T - 152, M. P. R. Escobar Gil.
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