Desgrabación de la conferencia realizada por Prof. David Le Breton en APU – setiembre 2010 “Antropología de las conductas de riesgo en jóvenes” Muchas gracias por la invitación, me han dicho mucho de lo que voy a decir, muchas gracias a la APU por esta invitación de la que estoy muy honrado (,,,), gracias también a ustedes por ser tan numerosos en esta sala y muchas veces en condiciones difíciles. Así que les voy a proponer una aproximación antropológica de las conductas de riesgo en condiciones que tal vez no son las mejores en la medida en la que vamos a proceder por una traducción sucesiva por la que agradezco por otra parte a Graciela. Preferiría improvisar que es lo que hago habitualmente con respecto a esta temática pero en una traducción consecutiva es imposible porque hay que detenerse continuamente, así que prefiero directamente leer un texto lo que también resultará mas calmo respecto a nuestro contexto de esta noche. Las conductas de riesgo son una búsqueda de identidad para los que de entrada no estuvieron, no se encontraron de entrada incluidos. Evidentemente para los que están incluidos son jóvenes que se integran sin demasiados problemas a la sociedad pero los jóvenes que nos interesan los de conductas de riesgo son los que no están en este evidente vivir. Y para los que la existencia es una especie de peso pero a veces son jóvenes que crecieron en la evidencia de vivir y que como consecuencia de un drama personal fueron arrancados de ella y particularmente en las conductas de riesgo encontramos consecuencia el abuso sexual del incesto que arranca en la adolescencia de esta evidencia de vivir y a veces en el asombro de sus prójimos que mencionan porque de pronto su hijo o su hija se vuelve irreconocible tanto mas cuando el joven siente demasiada vergüenza para confiarse en particular a sus padres así que x lo general hay una ruptura en su vida que frecuentemente se traduce por una ruptura escolar y también x el ingreso se ciertas conductas de riesgo y particularmente tratándose de abusos sexuales con cortes, anorexia frecuentemente vinculada con esto, tentativas de suicidio o a veces sumergirse en una sexualidad múltiple y no corregida; evidentemente cualquiera de estas conductas pueden tener también otros orígenes pero encontramos una sobre presencia de este tipo de jóvenes en los q están en las conductas de riesgo. Las conductas de riesgo son entonces tentativas dolorosas pero necesarias para ubicarse en este mundo. Ritualizar el pasaje hacia la edad adulta traducen una búsqueda de marcas de límites de sentido que nunca fue dado o integrado. Voy a detenerme un instante para decirles que mi aproximación a las conductas de riesgo siempre fue una aproximación positiva, voy a volver sobre esto durante el camino. Así que traducen una búsqueda de marcas, de límites del sentido es decir que para existir todos debemos saber lo que debemos esperar de nosotros y lo que los otros pueden esperar de nosotros, es decir es una inscripción de una reciprocidad del lazo social. Los jóvenes que están entre los de las conductas de riesgo les falta en consecuencia este sentido aunque solo fuera para buscar su lugar en el mundo y así poder responder la pregunta de quien soy yo entre todos los demás. Entonces una gran parte de estos jóvenes nunca tuvo la oportunidad de recibir estos limites de sentido por el hecho de un retiro, una renuncia de sus padres o pertenecer a familias conflictivas o padres no disponibles y otros recibieron estos limites de sentido pero en su camino encontraron por ejemplo grupos o amigos o dramas personales de los que hablaba hace un rato o aún puede ser familias que se encuentran en desfasaje cultural respecto de la sociedad que los recibe o sea hijos de inmigrantes como se dice en francés y generarles una contradicción entre la asunción parental y la sociedad que los recibe y la consecuencia es la cultura de la calle, es decir la manera mas elemental de todas de estar juntos a través de formas de violencia o de afirmación permanente de sí que frecuentemente son muy violentas en particular en lo que refiere a mujeres o chicas, son como ritos de virilidad que van a recibir la relación con el mundo, entonces en otros términos en las conductas de riesgo nos encontramos con jóvenes que están desorientados no poseen esa brújula que permite orientarlos y que reside en lo simbólico, en la dimensión simbólica. Entonces las conductas de riesgo son una interrogante a través del cuerpo sobre el sentido de la vida y sobre su propio valor personal. es decir que el joven va a abrirse en su camino golpeándose permanentemente contra el mundo, es decir sintiendo estos límites que le faltan más bien mediante limites corporales de allí el recurrir a lastimarse, al dolor, a la violencia o a la búsqueda de sensaciones a través del alcohol, la toxicomanía. Mientras, otros jóvenes se preguntan el sentido de la vida a través de la lectura, la filosofía, etc estos van a combatir físicamente contra el mundo para saber quienes son, lo que esta en juego es evidentemente el tema de la identidad. A través de las conductas de riesgo los jóvenes se debaten contra el mezclarse, pegotearse con el sufrimiento que va hasta allí así que son como formas de resistencia, cara y cruz del sufrimiento sentido. En otros términos las conductas de riesgo son solamente síntomas, el sufrimiento esta más arriba. De donde viene este sufrimiento ustedes lo saben bien con frecuencia de las familias conflictuales o desintegradas, monoparentales a veces, familias en las que no hay reconocimiento entre los unos y los otros, familias que maltratan al hijo, donde puede haber también abuso sexual. Pero también pueden aparecer conductas de riesgo en jóvenes cuyas familias están perfectamente unidas es menos frecuente pero también aparece. Así como un chico puede crecer en una familia desintegrada y ser un modelo de alegría. En otros términos no hay un teorema que nos permitiría comprender de entrada la entrada en estas conductas de riesgo. A veces en un grupo de hermanos es difícil entender porqué unos entran en las conductas de riesgo mientras otros tienen una vida normal. A veces los psicoanalistas hablan de los secretos de familia y pienso que eso a veces puede jugar pero no en todos los casos. Luego el sufrimiento viene de la sociedad, del bajo nivel social es decir del neoliberalismo y las formas de desprecio que este engendra, la importancia de desocupación la falta de perspectivas para proyectarse en el futuro, la falta de solidaridad y de amistad de nuestras sociedades. Un gran filosofo Alemán Axel Honneth habla de la sociedad del desprecio para caracterizar a nuestra sociedad contemporánea desde hace algunos años desde el triunfo del Sr. Liberalismo que transforma la vida en muy áspera para cientos de miles de personas y más aun para particularmente las jóvenes generaciones que precisan creer en la justicia, la amistad, la igualdad. Y que ven alrededor de ellos la arrogancia y el desprecio, el desprecio del dinero, la arrogancia de un buen número de gobiernos es difícil crecer en este contexto contemporáneo. Así que las conductas de riesgo son como una forma de resistencia, son entonces positivas porque son de jóvenes que perdieron la posibilidad de elegir los medios, así que son tentativas de poder ubicarse en el mundo, de resolver situaciones personales, familiares, laborales. Son una forma de forzar el pasaje a la edad adulta; el joven tiene la sensación de estar en un callejón sin salida en un lugar en el que la vida se le escapa. Tiene la impresión de que es nulo, insignificante, que no va a hacer nada con su vida. Las conductas de riesgo son llamados a la vida justamente, tentativas de vida mas que de suicidio. Para mi no hay nunca tentativa de suicidio en el momento de la adolescencia siempre son tentativas para vivir. Se ve por otra parte esta amplitud de tentativas en relación al suicidio, en Francia hay alrededor de sesenta mil tentativas lo cual es increíble dada la riqueza de una sociedad como la francesa y hay cientos de jóvenes que se matan cada año; en poblaciones mas adultas el numero de tentativas disminuye considerablemente lo cual significa que nuestros jóvenes no están para nada en búsqueda de la muerte pero con tentativas de vivir tratando de despojarse de la muerte que se le pega a la piel, tratando de escapar al sufrimiento con los medios que a ellos se les imponen. Las conductas de riesgo de las formas de no morir no son conductas suicidas son caminos puentes para salir adelante, son técnicas de vida paradójicas. El joven trata de luchar contra este sentimiento de ser llevado como el viento por éste mundo, si enfrenta a la muerte poniéndose en peligro se esfuerza por despojarse de la muerte haciéndole frente a través de pruebas personales que se impone a si mismo. Las conductas de riesgo representan una forma de resistencia al sufrimiento y para nada un abandono. Ciertamente el joven está llevado por un torbellino parece no poder dominar la situación pero esta luchando, busca extirparse de su impotencia con medios que no parecen ser los mejores a los ojos de los demás, tomados ellos por el mal de vivir y de hecho todas las conductas de riesgo son búsquedas de retomar el control, volver a ser el actor. Dos reflexiones ahora en relación al estatuto del sufrimiento en el momento de la adolescencia, quisiera recordar que el sufrimiento no es igual en un niño un adolescente o un adulto. Creo que el sufrimiento de un niño o un adolescente es un abismo allí donde el adulto puede tomar distancia para mirar y el adulto también tiene a su disposición muchas formas de enfrentar el dolor. Pienso que el peor sufrimiento es el del niño que no entiende bien el mundo pero que va a recibir en la cara un sufrimiento como la separación de sus padres por ejemplo. El adolescente no esta en camino no es un niño pero todavía no es ni hombre ni mujer y por lo tanto no tiene todavía esta historia de vida que le permitiría relativizar lo que vive, de allí la importante cantidad de conductas de riesgo a esta edad y su disminución progresiva conforme pasa el tiempo. De allí también los juicios de valor de muchos por ejemplo los hospitales los servicios de reanimación donde a veces la reflexión de los padres después de una tentativa de suicidio en que los adultos no entienden que un adolescente haya querido suicidarse por razones aparentemente mínimas, por una reprimenda en la escuela, por una separación afectiva cosas que parecen mínimas cuando es un hombre o una mujer. Tal vez el adolescente está viviendo por primera vez en su vida sin distancia ninguna así que desconfiemos del adulto centrismo cuando estemos tratando con un adolescente. Los niños viven en una dimensión del mundo, los adolescentes en otra y los adultos aun en otra así que no nos agachemos hacia los adolescentes si no tratemos de comprenderlos a su propia altura. Otro tema es la cuestión de la muerte, la representación de la muerte cuando uno es un niño, un adolescente o un adulto no son para nada las mismas. Los niños no creen en la muerte y menos pueden pensarla cuando le dicen que su abuelo se murió y que no va a verlo nunca más la semana siguiente el niño nos pregunta cuando vamos a ver al abuelo, cuando lo vamos a volver a ver es decir que el niño todavía no integró la reversibilidad de la muerte. El adolescente en parte ya la integró sabe que de la muerte no se vuelve pero se dice a si mismo ya se pero aun así…. Tienen la impresión de que la muerte es para los demás no para ellos porque cada adolescente se siente especial, diferente de los demás, en particular los varones esto esta vinculado a las modalidades de educación evidentemente y tiende a valorizarlos más que las chicas aun a un plano inconsciente. En el fondo de una carencia, de buscar para el joven una forma de ser, las conductas de riesgo son pruebas personales que se exige a si mismo para lograr su legitimidad para existir. Las instituciones están desvalorizadas para sus ojos, estando la sociedad desacreditada busca convencerse de que su existencia vale a pesar de todo. Las conductas de riesgo son casas ilegales de sentido, son ritos privados de si mismo, no de destrucción de si mismo. Son antropológicas y ciertamente no patológicas, lógica de humanidad que se imponen en su trayectoria asesina y para mi no se trata de patología salvo raras excepciones y si se sobreponen de este momento de amargura, de desolación se van a volver hombres y mujeres como los demás y ciertamente con más gusto de vivir que los que no se encontraron con dificultades en la vida o en su adolescencia. Porque al fin y al cabo en el sufrimiento encontramos una especie de escuela y el joven que puede mirar su historia y pensar como pudo hacer todo esto pienso que va a ser una persona que va a vivir su vida intensamente hasta el final. Creo que más de uno de ustedes conoció este tipo de episodio, por esto es que me opongo a patologizar este tipo de conductas. Lo cual no quiere decir que estos jóvenes no necesiten un acompañamiento terapéutico, seguimiento. Hay diferentes conductas de riesgo en los chicos y las chicas. En los varones vamos a encontrar conductas de oposición, provocación donde se encuentran más con la alcoholización, la violencia, la delincuencia, toxicomanía velocidad en las rutas en auto, conductas de desafío entre varones como para saber quien es el más viril y esto es lo que conlleva a una sobre mortalidad en los varones en estas conductas de sobrevalorarse para demostrar que es más capaz que el otro. Lo que significa que en las conductas de riesgo en el varón la presencia del grupo es muy significativa, muy incitante de ir más lejos porque es imposible volver atrás. En otros términos para el varón el riesgo de su identidad es más difícil de mantener. Las chicas por su lado interiorizan el sufrimiento y se autodestruyen solas en un rincón. Así que en las chicas encontramos desordenes alimentarios ( bulimia, anorexia ) en cortes ataques al cuerpo, tentativas de suicidio, mientras que los varones se matan más que las chicas porque las chicas usan métodos que permiten más reanimarlas, volverlas a traer con medicamentos u otras cosas; mientras que los varones recurren mas a colgarse o a las armas. Las chicas somatizan enormemente, les duele la cabeza, el vientre, les duele todo así el médico les dice que no pasa nada están mal en su cuerpo de mujer simplemente, les cuesta asumirlo, les cuesta crecer. Creo que por otra parte en las conductas de riesgo de las chicas hay una especie de resistencia política y al mismo tiempo inconciente evidentemente contra una degradación del estatuto de lo femenino en nuestra sociedad. La anorexia representa una mujer que se niega a ser juzgada solamente por su belleza, etc que quiere quedarse en lo neutral y no crecer. Es una de las dimensiones. Tiene que ver con querer despojarse de una piel que las envuelve en ese cuerpo de mujer. Y también los cortes que son como una tentativa de arrancarse la piel, de ponerse una piel nueva. Evidentemente que no se trata de una especie de biología que se estaría encarnando en el individuo, la tonalidad de las conductas de riesgo es la consecuencia directa de la forma de socialización, hay varones que también son anoréxicos, pero siempre tienen un perfil particular, los varones violentos, o chicas violentas, a lo mejor volvemos después si tenemos tiempo. Nacer y crecer hoy no alcanza para asegurarse en el día de hoy un lugar en lo social, hay que conquistar su derecho a existir, para algunos jóvenes más duramente que para otros. El joven descubre un sentido a su vida a través de la resolución de un conflicto personal y no reconociéndose de entrada en el sistema de sentido de su sociedad. La familia, la escuela por ejemplo inducen la necesidad interna de autorizarse primero a si mismo, esto termina con las formas que ya decíamos de autogenerarse, auto engendrarse que están muy presentes en nuestra sociedad contemporánea pero que no alcanzan a los jóvenes que están en las conductas de riesgo. Hay que legitimar su existir y hacerlo sin la ayuda de los otros. Las pruebas que se dan los jóvenes son formas inéditas de ritos de pasaje pero que trastocan totalmente la tradición etimológica o antropológica en la materia son ritos privados íntimos, auto referenciales, desprendidos de toda creencia que buscan darle la espalda a una sociedad que trata de prevenirlos. Así que son ritos privados. ¿Por qué hablo de ritos? las conductas de riesgo son las mismas en el conjunto del mundo occidental. Una joven que se hace cortes en Milán se parece como dos gotas de agua a una que hace lo mismo en Montevideo, se dan los mismos procedimientos de ceremonia en privado música, velas. Hay cientos de miles de jóvenes que se cortan en el mundo occidental es una conducta extremadamente extendida en los adolescentes que están mal en el mundo de hoy y al mismo tiempo es una conducta privada, es decir la adolescente va a estar sola en su cuarto o en el baño con la convicción de que no hay nadie en el mundo sufriendo más que ella. Así que hay que juntar esta dimensión privada y al mismo tiempo pública. La manera de pensar la locura era los modelos de inconducta, es un concepto que venia de la sociología Americana. Así que vuelvo a las conductas de riesgo, el adolescente no es conciente que está ritualizando su mal de vivir, sabe lo que hace pero no sabe que esta haciendo un ritual de conjurar su sufrimiento, desprendido de toda creencia y dando la espalda a una sociedad que intenta prevenirlo. Es decir nosotros estamos como delegados por la sociedad para impedirles que se lastimen, se hagan daño, tratamos apasionadamente de evitarles que se hagan daño pero a pesar de todo la necesidad interior de pasar por esto es demasiado fuerte. Así que yendo a cazar, a buscar sentido, jugando con la muerte se trata de fabricarse una suerte de auto iniciación y pagando el precio. Estos ritos para conjurar el mal de vivir son defensas en última línea cuando fracasaron los demás medios para adaptarse al mundo y cuando el gusto por la vida no logra establecerse. Así que les digo unas palabras en torno a estas figuras antropológicas, que desarrollé en uno de mis libros que se llama “El sufrimiento en la adolescencia y la entrada en la vida”. Para mi está la ordalía por lo tanto el juego con la muerte, el sacrificio, que consiste en pagar el precio para poder seguir viviendo y la blancura. Hay lo que se llama la voluntad de deshacerse de todas las exigencias de la identidad y luego la dependencia de un objeto que permite conjurar la complejidad de vivir. Y cada una de las conductas de riesgo a mi modo de ver implica cada uno de estos cuatro elementos, la ordalía que es juzgar a dios entre comillas, históricamente en todo caso, no es una metáfora porque al mismo tiempo es un concepto a lo mejor me parece una metáfora porque no tengo que desarrollar en profundidad, estamos en un contexto laico y el joven a mi entender si cree en dios nunca va a poner en riesgo su vida, la ordalía es mas bien como un rito del destino y es una suerte de un tipo de oráculo, interrogar a la muerte sobre el sentido de su propia vida se trata de jugar su existencia contra la muerte para dar sentido y valorar su propia vida se trata de un intercambio simbólico con la muerte, el joven se pone en una situación de peligro se pone en manos de Dios entre comillas y si puede salvarse espera encontrar a cambio de su existencia un sentimiento de sentido y valor, en otros términos, la ordalía o el hecho de ponerse en una situación de peligro, es una forma de fabricar potencia porque hay por otra parte un juego de trasgresión, que produce potencia sobretodo cuando se trata de desafiar a la muerte de alguna forma y si el joven logra salvarse puede tener este sentimiento de volver al mundo. A veces en una sola vez por ej. con una tentativa única de suicidio que alcanzara, a veces se tendrá que repetir un cierto número de veces sensaciones peligrosas y a veces hay una planificación de la ordalía a través por ej. de la toxicomanía o la anorexia por ej. que es un juego cotidiano con la muerte en el sentido de q la muerte puede tocar la puerta en cualquier momento. La ordalía es una forma de tener una respuesta ajena y radical sobre el sentido de su vida. Si muero quiero decir que era complemente nulo o sin interés ninguno pero si vivo es que hay algo en mi que permite seguir el camino, sabré mirar a la muerte cara a cara sin bajar los ojos, la ordalía es la ultima posibilidad de los que perdieron la posibilidad y para los que el futuro esta cortado, porque sienten delante suyo un muro de impotencia. La ordalía aparece también en un contexto dado en el que el vinculo social fue impotente para convencer a estos jóvenes de que la vida vale la pena vivirla, cuando se les pregunta contestan que el mundo es nulo podrido injusto y que no tienen para nada la sensación de tener un lugar, así que la ordalía al fin y al cabo es preguntarle a la muerte sobre el sentido de la vida y el hecho de afrontarse a la muerte y salir vivo siempre produce una transformación, creo que todos vivimos momentos como estos, que tenemos la impresión que tenemos una segunda oportunidad, en esta dimensión de rito personal, hay que subrayar personal o individual de pasaje, no son para nada ritos de pasaje en el sentido de la antropología, recuerdo que los ritos de pasaje son ritos de transmisión de las sociedades, en que los mayores trasmiten a los mas jóvenes los valores de la sociedad, no estamos para nada en el mismo contexto. Una de las grandes figuras es la ordalía la otra es el sacrificio, si la ordalía es un rito privado que implica jugarse el todo por el todo, el sacrificio es jugarse una parte para conseguir el todo, perder una parte de sí para salvar su vida pagar de alguna manera el precio de su existencia hacerse daño para que duela menos. Para mí en este sentido los cortes son las figuras mas ejemplares de este sacrificio, este hecho de jugar el dolor contra el sufrimiento. El dolor o el lastimarse que uno controla contra el sufrimiento que nos aplasta y no tenemos ningún poder. Así que la tentativa de retomar las riendas es como una homeopatía simbólica hacerse doler para que duela menos, les voy a explicar a los adolescentes que explican porque se hacen cortes, y que dicen de forma magnifica lo que les acabo de decir de forma un poco académica. Lucía es una víctima muy dolorosa de un incesto se hace cortes regularmente y esto es lo que dice de forma muy sorprendente, como si nosotros mismos lográramos administrarnos los sufrimientos, no es alguien de afuera que nos hace mal, como el caso del incesto o abuso sexual este dolor nos lo infringimos nosotros mismos, tenemos un control del sufrimiento padecido, otras cosas entran en juego, es también entre comillas un mal para un bien, es permitir salir de un cierto sufrimiento que podría ser dicho con palabras y que pasa a través de un maltrato del cuerpo, así que Lucía explica magníficamente como retoma el control esta necesidad de hacer salir este empuje interno de sufrimiento, un sufrimiento que se materializa mediante la sangre que hace correr extenuando este dolor que hace bien entre comillas. La herida es un recuerdo del dualismo de la sociedad humana, no esta por un lado la palabra y por otro el cuerpo, hay un encastramiento de entre ambos. A veces la palabra no alcanza, porque no somos únicamente hombres o mujeres de la palabra pero también estamos permanentemente derivados por una encarnación y lo que nos dice los cortes es que a veces las palabras no alcanzan- en el caso de un incesto, aun en el caso de una adolescente aunque lo cuente a sus amigos y terapeuta la herida es demasiado profunda para que esto alcance y finalmente para controlar esta herida se puede exteriorizar y ahí es que se vuelve a controlar. Otra adolescente de 16 años en esa época, que dice cosas que son muy emotivas, estaba enamorada de un muchacho toxicómano, se entera de que el va a la cárcel y está sentada en un banco en un parque, …….para caracterizar el sufrimiento del adolescente. Su mirada cae en unos pedazos de vidrio que están cerca del banco que ella está sentada y entonces graba en su piel las iniciales de su compañero. Algunos años más tarde cuando le preguntan sobre su experiencia lo que dice ella es esto: sos tan desgraciada en el fondo de ti misma es el sufrimiento de amor, tan desgraciada en tu corazón que te lastimas para tener un dolor corporal aun más fuerte, para no tener más ese dolor en el corazón. Con esto entendemos la fuerza del alivio que le provoca. En otros términos para Muriel como para muchos otros la experiencia del dolor puede ser controlada pero el otro sufrimiento no, nos aplasta, el dolor también puede aplastarnos pero ese es otro tema. Tratándose de adolescentes podemos tomarlo como una tortura ante el sufrimiento. Algunas palabras ahora sobre lo que yo llamé la blancura y que remiten a formas de desaparición de si mismos, una voluntad de no ser más yo, de no responder más a las exigencias de la identidad, de ver de responder a su presencia al hecho de ser el hijo o la hija, el padre o la madre de tener una función social, es decir de estar inserto en una cantidad de expectativas u obligaciones dentro de las cuales podemos sentirnos ahogados o aplastados. Tratándose de jóvenes generaciones es la voluntad de escapar de sí porque uno no se aguanta más, puedo tener la esperanza de que el sufrimiento puede aflojar la presión, entonces la blancura la encontramos en muchas conductas de riesgo, por ejemplo la errancia, los jóvenes errantes, que van de una ocupación a otra, no los que se fugan, los que se fugan después de unos pocos días vuelven, la fuga es como una experiencia iniciática en consecuencia permite restablecer vínculos un poco borrados con los padres, pero los que “erran”, la errancia son jóvenes que van a permanecer en la calle, y jóvenes en errancia son realmente numerosos en Europa, América del Norte, también en América del Sur pero las razones son diferentes. Nuestros jóvenes (europeos) no son proyectados a la calle por razones de miseria social si no por clemencias afectivas, abusos sexuales y cosas de este orden. Así que son jóvenes que van a romper con su identidad de forma radical, que en consecuencia van a llamarse por un seudónimo y que habitaran más el espacio que el tiempo. Pero para poder construir una identidad también hay que habitar el tiempo, es lo que nos permite tener una historia saber de donde se viene y hacia donde se va, con el espacio se puede ir para atrás y adelante pero solo con este no se puede construir nada, así que la errancia es una forma de desaparecer del mundo refugiándose un poco en los … del mundo, en sótanos en apartamentos abandonados, en los lugares precisamente, lugares de pasaje como estaciones de tren por ej., la blancura se encuentra en los casos muy graves de alcoholismo que se encuentra cada vez con mas frecuencia en Europa, donde ya no estamos en ritos de virilidad, donde se trata de por ej. saber quien aguanta mas el alcohol, sino al contrario, de lo que se trata es de quedar en estado de coma lo antes que se pueda, son prácticas de autodestruirse de alguna manera, desaparecer a través de la ingestión de productos, entonces uno no tiene que cargar más con el peso de una identidad que es insoportable. Hoy en Francia tenemos chicos de 12, 13 años que están en estas prácticas de buscar el coma por vía del alcohol y muchas tentativas de suicidio recurren por otra parte con antidepresivos con esa meta de no tener mas que llevar sobre sí ese peso de existir. La blancura la encontramos también en las sectas donde el joven se desprende de su propia de identidad en beneficio de algún gurú, desaparece de si, no tiene mas la fatiga de sí para retomar la formula de… va responder permanentemente a lo que dice su gurú, aun siendo una marioneta sexual, de trabajo, lo que sea, la blancura se encuentra también en formas de adicción al internet, a través de la multiplicación de identidades virtuales, que permite mezclarlas al mismo tiempo. Como este joven que un día me decía que tenía unas diez identidades virtuales y que la única que no podía soportar era la de su cuerpo. Después la dependencia que ustedes ya conocen: enraizar su relación con el mundo a través de un objeto, una conducta repetitiva con un mismo objeto y también esta el enfrentamiento que es otro tipo y que remite a jóvenes que son … Y que disponen entre ellos mismos y el mundo un género de sentido, una tela de sentido que permitiría inscribirse en una reciprocidad con los demás, con los otros y entonces van a tomar a pecho una observación de un profesor por ej. de un mayor, que van a sospechar de alguna mirada, que de entrada van a sacar un cuchillo y matar, la sensación de estar agredido, por una mirada una palabra etc. Son jóvenes que producen en torno a sí mismo una cantidad de sufrimiento pero que son ellos mismos que tienen un inmenso sufrimiento interior. Permite entender que están en una inseguridad interna que no recibieron seguramente de sus padres o de lo social un reconocimiento y que se sienten continuamente acusados y son jóvenes particularmente difíciles para interactuar y que plantean muchos problemas en las escuelas por ej., que muchas veces culmina con la muerte de algún profesor o de alguien en la calle con una distancia enorme entre lo que es la causa y la consecuencia. Desgrabación, Virginia Altier Corrección, Susana Grunbaum