una tela de cinco codos: le infunden en agua áspera, y meten allí la tela, la revuelven y dejan toda una noche. Á la mañana la tuercen, y ponen á secar al sol, con lo que toma un viso amarillo. T o man después nueve onzas del polvo de la corteza del árbol Nouna: (1) lo echan en a g u a , y meten también aqui la tela, como se hizo con el C a c h a , ti excepción de que esta segunda operación se repite por dos dias; y entonces la tela toma un color bermejo. Después de esto toman del polvo de la raiz de Chayaver ó Chaya: ( 2 ) lo echan en nueve azumbres de agua pura, y en ella remueven muy bien la tela, dejándola después allí toda una n o che. Por la mañana la tuercen fuertemente, la ponen á secar al sol, y repiten esto mismo por ocho dias. Pasados estos, toman diez y ocho onzas del mismo polvo de Chuya 6 Chayaver: le echan en una vasija de barro con diez azumbres de a g u a , que hacen calentar ti fuego moderado, hasta que levante un poco, y cuando y a ha cocido bien, retiran la l e ñ a , que ha quedado debajo de la vasija, y dejan esta por diez y ocho horas sobre brasas, sin tocarla ni darla mas fuego. Durante, esta operación, tienen cuidado de remover muy bien hacia todos lados la tela con un palo, á fin de que la tintura penetre mejor por todas. Pasadas las diez y ocho horas, se saca la t e l a , se lava en agua clara, y dejándola secar, queda teñida de u n encarnado de primera clase. Este es el método que se reputa por mejor en la costa para el tinte encarnado, debiéndose notar que el móldente que allí se u s a , y el de Filipinas, son muy semejantes. Resta ahora dar la explicación de los ingredientes, del tinte, sacada de la citada obra. MoRINDA - MoRINDA LITORALIS. ! , -• DE PLAYAS. Hojas Opuestas, . . — i — (1) Nouna. Este es un árbol grande y corpulento, cuyas hojas son de cerca de tres pulgadas y media de largo, y de quince lineas de ancho. Su fruto es del grueso de una nuez pequeña, cubierta de una piel, y que contiene en diversos compartimentos cinco ó seis pepitas, (a) (2) Chaya ó Chayaver. Esta es una planta que nace por sí misma, y que se siembra también por lo necesaria que es para el tinte. No se eleva- sino á la altura de medio pie, y sus hojas son de un verde claro, de dos lineas de ancho, y seis lineas de largo. La flor es muy pequeña, y azulada. Su raiz llega á veces á ser de cuatro pies de largo; pero es mejor la que no tiene sino ua pie, ó pie y medio nada mas. Es central, y no arroja sino algunas otras raicillas á los lados. Cuando está todavía fresca, es amarilla; pero en secándose, queda de un color moreno. El Chaya parece ser una especie de Oalllum. Lo cierto es, que tantj con uno como con otro se cuaja la leche. Esto es en sustancia lo que decia el libro citado (cuyo autor me digeron ser Mr. Povre ó Porben) acerca del tinte encarnado, (b) (a) SI árbol llamado Nouna, e.t el Niño de Filipinas, llamado también Nono, Üangcoro, y Culit; pero el de aqui это es grande (b) El Chaya es el que falta en Filipinas, para lograr un encarnado igual al de la India. Digo que falta, porque no se busca; pues no creo que deje de haberlo. Pero téngase presente que nú es especie de Gallium, sino la Oldenlandia umbelIatVKfe\il¡ím\b»\ tttV.nssn woá ,'VÍ -топ sfo¡ \>w*krV> 4\ :•• sré w 22