Fundamentos filosóficos inherentes a la actitud ética del tutor. Lic

FUNDAMENTOS FILOSÓFICOS INHERENTES A LA ACTITUD ÉTICA DEL
TUTOR
Lic. Feliciano Palestino Escoto
Mtra. Alma Lidia Martínez Olivera
C.D. Alfredo Salvador Sánchez Figueroa.
UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO
FACULTAD DE ESTUDIOS SUPERIORES ZARAGOZA.
RESUMEN
En la “introducción” y “justificación”, se plantea que desde el inicio del Programa
de Tutorías en la Facultad de Estudios Superiores Zaragoza, UNAM (julio de
2002), como parte de las estrategias del proceso de formación tutorial, se han
impartido cursos y talleres enriquecidos con temas de carácter ético, a fin de
fortalecer el crecimiento moral y personal de los tutores, para que puedan
disfrutar el proceso de acompañamiento y llevar a cabo la Misión del Programa de
tutorías de la Facultad, brindando atención humanista a sus tutorados.
En “desarrollo del tema”, se mencionan las conferencias que sobre ética se han
impartido en los cursos y talleres para tutores, asimismo, se indica la concepción
filosófica que, sobre el ser humano, la educación, la socialización y la misión de
la universidad, subyace en todas ellas.
Este apartado termina con el planteamiento de la siguiente disyuntiva: correr el
riesgo de crear un código ético del tutor que se sienta como algo ajeno o
imposición o, por el contrario, mostrar principios filosóficos que ayuden al tutor a
generar convicciones que le permitan tener actitudes humanistas; esta es la
opción que hemos elegido, por lo que en las “conclusiones” se presentan los dos
elementos que integran la propuesta: En primer lugar, se describen los rasgos,
valores y características fundamentales de nuestra sociedad y, en la segunda
parte se propone que para contar con tutores humanistas y, poder superar los
problemas éticos y morales contemporáneos, es pertinente partir del “principio de
reciprocidad”.
INTRODUCCIÓN
En julio de 2002 y en el marco del Plan de Desarrollo Institucional 2000-2004, se
implanta el Programa de Tutorías en la Facultad de Estudios Superiores
Zaragoza, UNAM, cuyo modelo educativo incorpora las ventajas que proporcionan
los avances científicos y tecnológicos, sin que se deje deslumbrar ni someter por
ellos, dado que su principio fundamental considera que el ser humano es la meta
y el fin último de la educación.
Aunque los planes de estudio de las siete carreras que se imparten en la Facultad
conforman un corpus de materias que propician la formación integral, de acuerdo
a sus necesidades particulares y a las expectativas de la época y, además,
mencionan expresamente a la ética y al humanismo como elementos necesarios
en dicha formación; sin embargo, aún no existe un documento sistemático
(impreso o digital) que oriente la transmisión de valores en el proceso educativo.
JUSTIFICACIÓN
Como medida para subsanar la problemática planteada al final de la introducción,
desde el inicio del programa de tutorías, existió la preocupación por incluir, para
enriquecer los cursos y talleres de formación tutorial, temas relacionados con
aspectos éticos y morales que proporcionaran a los tutores elementos que les
permitan reflexionar sobre su condición de ser humano, docente, tutor,
universitario, miembro de una familia y de una sociedad, con la finalidad de
atender su crecimiento moral y personal, y así puedan brindar a sus tutorados,
atención personalizada con alto sentido y visión humanista, de tal manera que el
proceso de acompañamiento que tiene como finalidad, de acuerdo a la Misión del
Programa de Tutorías de la FES Zaragoza “impulsar y realimentar el proceso de
enseñanza-aprendizaje...a través de la atención personalizada y la formación
integral, permita al alumno asimilar conocimientos, modificar actitudes, desarrollar
habilidades y hábitos de estudio, recibir apoyo académico y orientación educativa,
con la finalidad de incrementar el aprovechamiento escolar, disminuir la
reprobación, el rezago y la deserción, así como, aumentar la eficiencia terminal e
índice de titulación en las siete licenciaturas de la Facultad”, sea y signifique
realmente una relación de alteridad, de encuentro de subjetividades, un espacio
de creación, recreación y descubrimiento del otro. Experiencia que requiere
estabilidad emocional, madurez y respeto mutuo.
DESARROLLO DEL TEMA
Para la Facultad de Estudios Superiores Zaragoza, lo indicado en la justificación
significa un ideal a alcanzar y, al mismo tiempo, un reto a vencer, por lo que,
como parte de las estrategias del proceso de formación de tutores, se han
incluido e impartido las siguientes conferencias relacionadas con la temática:
"Juventud y mundo actual", "Ética pedagógica", “Etica y ciencia”, “Proceso
educativo y transmisión de valores”, “Ética y valores en la educación”, “Ética y
necesidades educativas especiales”, “Juventud y mundo actual”, “Valores morales
juveniles y posmodernidad”, “Moral Hermética”, “Valores morales del adolescente
frente a la nueva pedagogía”, “Ética de la Libertad”. Además, se ha generado un
disco compacto titulado "Principios éticos y morales", antecedente de esta
propuesta, en que se recopilan los contenidos de todas las conferencias y que,
según las encuestas de evaluación aplicadas al final de cada curso y/o taller, ha
sido de gran utilidad para los tutores de la Facultad.
La concepción filosófica que subyace en todas las conferencias y en el disco
compacto mencionado, así como en el que se fundamenta nuestro sistema
tutorial, considera que el ser humano no nace con inclinaciones naturales hacia la
virtud y la educación, necesita ser entrenado, socializado y disciplinado en tales
materias (disciplina no es producir seres obedientes). La naturaleza no impone
autoritariamente ninguna estructura normativa a nuestras acciones, lo que vale
para nosotros es lo que colectivamente nos imponemos, razón por la que el ideal
de la educación debe ser la transmisión de la cultura que sólo es posible a través
del proceso de socialización, que evita los posibles enfrentamientos entre la
subjetividad y la moral de la comunidad.
De ahí que la educación formal, como parte del proceso de socialización, debe
tener como ideal no sólo el preparar a los alumnos para alguna ocupación, sino a
desarrollar su racionalidad y capacidad de autoformación (dirección de uno
mismo), para convertirlos en agentes libres y autónomos, formados en el auto
respeto y valores.
Ahora bien, los principios éticos y valores que se enseñan en la escuela, no son
pautas que se insertan en la mente a través de una reflexión consciente, sino que
constituyen el elemento sustancial en el que vive el ser humano, y de acuerdo con
el cual dirige y acomoda su organización espiritual, a medida que esos principios
se relacionan con él en forma de costumbres y se convierten en hábitos; sin
embargo, esto no significa que se pueda prescindir de la reflexión sobre la
práctica moral del ejercicio docente y sobre los principios que orientan las
costumbres en la institución, porque sólo así podemos dar cuenta de nuestras
acciones y de los puntos que las orientan y guían.
La escuela es una institución clave de la vida moderna, al ser mediadora entre la
familia y el mundo real. En la familia el alumno adquiere el entrenamiento y
disciplina básicos en moral y costumbres de una forma de vida. La escuela, en
cambio, libera al alumno de sus relaciones de dependencia y lo entrena para que
aprenda a dirigirse a sí mismo.
Sólo a través de una educación universal, es posible formar alumnos -y después
profesionistas-, que se identifiquen y comprometan con la cultura nacional y con
las estructuras de la vida moderna.
Por lo que aun cuando las técnicas que se adquieren en la educación
universitaria facultan ejercer una de las carreras funcionales de la vida moderna,
no debe estar orientada con fines utilitaristas, mercadotécnicos o al conocimiento
técnico. La obra esencial de la escuela es poner los fundamentos para el
desarrollo de la vida entera del individuo, prepararlo para la vida y no sólo para
empleos.
El planteamiento anterior nos introduce directamente al meollo de la presente
propuesta que parte de la siguiente paradoja o disyuntiva: crear un código ético
del tutor que le resulte heterónomo y, en consecuencia, lo vea como ajeno y lo
sienta como imposición, con el riesgo de convertir a la práctica educativa en un
conjunto muerto de principios abstractos o, por el contrario, mostrarle principios
filosóficos que le ayuden a generar convicciones que lo hagan ser y tener
actitudes y conductas humanistas, determinadas por los intereses y compromisos
básicos de la práctica educativa. Es obvio que nos hemos inclinado, por el
momento, por mostrar a los tutores los elementos de la segunda opción, que son
los que se desarrollan y describen en el siguiente apartado.
CONCLUSIONES Y/O PROPUESTA
Descripción
Se ha generado el disco compacto “Fundamentos filosóficos inherentes a la
actitud ética del tutor”, cuyo objetivo es establecer las bases o principios
filosóficos que fundamenten la actitud ética del tutor.
Este material de apoyo puede presentarse como resultado si se opta por
considerar que para ayudar al crecimiento personal y moral de los tutores basta y
es suficiente con darles a conocer principios éticos y filosóficos fundamentales o,
bien, considerarse como avance si se cree conveniente que es necesario,
además, establecer un "Código de ética del tutor" que norme su comportamiento
en todas sus posibles conductas y/o acciones. En este caso, tendrían que
enlistarse las virtudes y cualidades deseables que debe tener el tutor, es decir, el
perfil deseado. De cualquier manera, son necesarios principios ético-filosóficos
que orienten la actitud de los tutores, motivo y tema de la presente propuesta.
El disco compacto, presentación en power point, contiene las siguientes dos
partes:
En la primera, titulada “Juventud y mundo actual”, se describen los rasgos,
valores y características fundamentales de nuestra sociedad, con el propósito de
conocer el marco en el que están insertas las universidades y el contexto en el
que vive la juventud; se hace una breve caracterización de las condiciones
culturales y socioeconómicas del mundo contemporáneo, para saber qué es lo
que ofrece a la juventud la sociedad y el estado, con el propósito de
contextualizar el ambiente en el que se desarrollan los alumnos y con el que
tienen que enfrentarse los tutores.
Cabe señalar que para fines de la presentación, en caso de ser aprobada esta
propuesta, se iniciará con la apreciación sobre el contexto ideológico, dado que
no se pueden establecer líneas del comportamiento del tutor si éste desconoce
los elementos ideológicos que nutren y orienta la vida real de los tutorados:
creencias, valores, hábitos, costumbres y expectativas de los jóvenes.
El análisis de este ámbito –ideológico- ha permitido encontrar que actualmente
casi es generalizada la creencia de que los valores morales son relativos. Lo
grave de esta situación es que creyendo que se ha empleado una sabia fórmula
silogística, se ha derivado y obtenido como consecuencia el principio ético
supremo que rige a la sociedad actual: “todo se vale”, lo que ha generado
conductas permisivas, arbitrarias y, además, que se cometan todo tipo de abusos
y atrocidades, a tal grado que casi es imposible la convivencia humana.
Posterior a la presentación del contexto anterior, en la segunda parte del disco
compacto se presenta la propuesta, misma que está basada en el principio de
reciprocidad o “regla de oro” que fundamenta la actitud humanista del tutor, de tal
manera que no sólo se contribuya al logro de la misión del Programa de Tutorías
de la Facultad de Estudios Superiores Zaragoza, UNAM, sino a dar cumplimiento
a la misión de dicha Facultad que consiste en “Formar profesionistas competentes
en las áreas de la salud, del comportamiento y químico-biológicas, con alto
sentido de solidaridad social que, sustentados en el humanismo, la ciencia y la
tecnología, contribuyan al estudio y solución de problemas de la comunidad, así
como la difusión de la cultura y el conocimiento, preparados de manera multi e
interdisciplinaria a través de planes y programas que vinculen la docencia con la
investigación y el servicio.”
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