La viuda de Lou Reed revive los momentos finales del músico

Anuncio
Por lo visto, en este
país de los que hay que
desconfiar en cuestión
deportiva es de los
mayores de 17 años.
SÁBADO 2 DE NOVIEMBRE DE 2013
Se multiplican
los reveses para
el gobierno de
Barack Obama
■ Cada explicación sobre
espionaje masivo le acarrea
nuevos problemas
PABLO ESPINOSA
■ Falla la etapa inaugural
de su sistema de salud
DAVID BROOKS, CORRESPONSAL
■ 18
Tiroteo en el
aeropuerto de
Los Ángeles
deja un muerto
■ Resultan heridas por
lo menos tres personas
■ 20
Aumenta el uso
de disfraces
en los robos a
casas en el DF
■ Ladrones simulan ser
repartidores de flores, entre
otros oficios, para atracar
JOSEFINA QUINTERO
■ 27
Gastón Azcárraga
amaga finiquitos
de trabajadores de
Mexicana, acusan
FABIOLA MARTÍNEZ
■ 23
DINERO • ENRIQUE GALVÁN OCHOA
La viuda de Lou Reed revive
los momentos finales del músico
8
LOS DE ABAJO • GLORIA MUÑOZ RAMÍREZ
14
MÉXICO SA • CARLOS FERNÁNDEZ-VEGA
22
M ARTHA DE J ESÚS L ÓPEZ A GUILAR
M IGUEL C ONCHA
A RTURO A LCALDE J USTINIANI
J ORGE C ARRILLO O LEA
S IMÓN V ARGAS A GUILAR
R OBERT F ISK
S ILVIA R IBEIRO
12
16
16
17
17
20
23
Hace seis días se inició la nueva
existencia de un guerrero que
concluyó la anterior, según narra su esposa, la escritora, violinista y compositora Laurie Anderson, observando los árboles
y practicando, ‘‘solamente con
sus manos de artista”, tai chi.
En Spotify quedó el registro de la última música que
escuchó: Nina Simone, David
Bowie, Paul Simon, Daryl Hall
y John Oates.
El fotógrafo Jean Baptiste
Mondino tomó su último retrato, que reproducimos aquí y
está en la página web de Lou
Reed. La muerte en su mirada,
la fuerza vital en su puño de
guerrero.
La reportera Hanna Hanra
lo entrevistó dos meses antes.
La ironía de Lou a flor de piel.
Hoy está de moda lo que yo
inventé hace años, por ejemplo
pintarse las uñas artísticamente
y tatuarse; hoy muchos traen
hasta el pito tatuado, dijo Lou,
y la entrevistadora le notó un
amplio vendaje en el vientre
cuando él levantó su clásica
t-shirt para limpiar sus lentes.
En mayo le trasplantaron
el hígado que despedazó durante más de cinco décadas
de beber alcohol. Al salir del
quirófano había exclamado:
soy un triunfo de la medicina
moderna, la física y la química.
Soy más grande y más fuerte
que nunca.
Hace seis días, cuando expiró sonriente, las ventas de sus
discos subieron 300 por ciento
y los streamings en Spotify 3
mil por ciento.
Su nueva existencia consiste
en ubicarse, ahora sí, en el
centro de la atención de una sociedad que no estaba preparada
para entenderlo y lo había reducido a lo que no era: el autor de
piezas de éxito que se cuentan
con los dedos de una mano.
Su amiga y cómplice Patti
Smith fue la primera en poner
las cosas en su lugar: Lou llevó
la cultura al rock. Su amigo y
cómplice Peter Gabriel envió
un texto a la mar cibernética
celebrando haberlo visto con su
esposa, Laurie, tan enamorado,
cariñoso y alegre como una
pareja de adolescentes.
El domingo pasado, cuando
expiró sonriente, las ventas de
sus discos aumentaron 300%
Última imagen de Lou Reed, captada pocos días antes de su fallecimiento
■ Foto Jean Baptiste Mondino /tomada del sitio http://www.loureed.com
Artista genial, mujer entrañable (http://goo.gl/pSu9hf),
Laurie Anderson publicó el
jueves un texto que conmovió
al planeta entero, dirigido ‘‘a
nuestros vecinos”, celebrando,
en la primera frase, la belleza
de este otoño, sus destellos do-
rados y su increíble, suave luz
‘‘y el agua rodeándonos”.
Explicó cómo Lou y ella,
siendo animales urbanos, pasaron las mejores horas de sus
vidas en Long Island y cómo
cumplió la promesa que le hizo
a su marido de sacarlo, ya,
del hospital, y llevarlo a su
casa, donde descansó no sin antes hacer guiños a los árboles,
practicar tai chi con sus manos
de artista y sonreír.
La nueva existencia de Lou
Reed: la revisión puntual de
su discografía. Ahora sí, tal
parece, habrá quienes sí se atrevan a escuchar el álbum Metal
Machine Music, que no es otra
cosa sino ruido, como una antítesis, contrapeso, complemento
de la partitura 4’33 de John
Cage, donde se comprueba que
el silencio no existe. De ambas
obras suelen decir muchos que
son ‘‘insoportables” sin haberlas siquiera revisado.
En la nueva existencia de Lou
Reed habrá, ahora sí, visitantes
a su maravilloso álbum doble
The Raven, donde pone en vida
ese poema, El cuervo, de una de
sus influencias mayores: Edgar
Allan Poe y se pone a fumar
opio con su maestro y Willem
Dafoe recita los versos y ponen
acción en esos discos invitados
de lujo: Laurie Anderson, Ornette Coleman, David Bowie,
The Blind Boys of Alabama,
mientras Lou canta: ‘‘Debo ejecutar un acto de magia y desaparecer lindamente/ hacer un acto
de desvanecimiento ligero/ para
así siempre estar mirando hacia
adelante/ y nunca voltear atrás”.
La nueva vida del poeta
transcurre nítida porque, ahora
sí, todos comprenden que llamarlo ‘‘poeta de Nueva York”
no es un lugar común, sino algo
bien cabrón ganado a pulso
porque el poeta escribió, documentó, hizo la crónica del más
profundo Nueva York en obras
maestras como Dirty Boulevard, donde un niño vive en
medio de miseria, prostitución,
drogas y todas las pobrezas
pero se encuentra en un basurero un libro de magia y mira
al techo deslavado y canta:
cuando cuente tres espero desaparecer y volar, volar. Lejos.
En su nueva existencia, el
poeta es comprendido: ‘‘mis mejores líneas –recomienda– están
en mi disco Magic and Loss”,
donde habla de magia y de magos que conoció en México,
porque quería hacer un acto mágico: desaparecer. Para aparecer
convertido en hombre nuevo.
Su esposa inició con estas
líneas la nueva existencia del
poeta: ‘‘Lou fue un príncipe y
un guerrero y sé ahora que sus
canciones sobre el dolor y la
belleza del mundo llenarán a
mucha gente con el increíble
gozo que él tuvo por la vida.
Larga vida a la belleza que desciende y nos atraviesa a todos”.
Larga vida, Lou. Luminosa
tu larga existencia, guerrero.
Descargar