Musica para tu corazón

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MÚSICA PARA TU CORAZÓN
Llovía mucho aquella mañana. La lluvia comenzaba a menguar y los hermanitos Renato y María miraban por
la ventana como el agua corría al frente de su casa. Abrazados los dos, tenían frio y hambre, pero más allá de
eso sus miedos eran mayores por que su madre no había llegado esa noche del trabajo. Renato tenía 7 años y
María apenas tenía 5 años. Eran pequeños, muy de casa, en la cual su madre se esforzaba por cuidarlos y
tratarles de darles educación. Ella era muy esforzada y trabaja de temporera. Esa noche comenzó una lluvia
tan grande que Renato y María se levantaron de su pieza en la cual dormían cuando comenzaba a sonar el
techo por las caídas de la lluvia y corrieron alegres hacia la ventana para ver la lluvia. A los pequeños les
fascina la lluvia, y a ellos principalmente, por que no tenían mucha entretención en invierno y eran muy
pobres para tener juguetes. Estos niños miraban un buen rato en la media noche como cada gotita de agua se
reflejaba en la luz de un viejo poste alejado de su casa, y que por cada cinco segundo, hacia corte donde se
escurecía y se volvía inmediatamente prenderse iluminando así las gotas de lluvia que caían, creando de
alguna manera un espectáculo maravilloso para ellos. Renato pensaba que así eran los juegos artificiales que
mostraban a cada fin de año en su televisor de blanco y negro que se encontraba arriba de una máquina de
coser antigua. Los pequeños quedaban maravillados con todo esto y más felices se ponían cuando comenzaba
a empezar las goteras de su humilde casa. -¡Una gotera ¡ ¡una gotera ¡- gritaba María al sentir en su oído las
gotas que caían desde el techo principalmente en la cocina y cerca de la entrada de la casa. Salto desde su
pequeña banquita corriendo a la cocina gritando feliz;- ¡mamá! ¡mamá!, ¡una gotera! , ¡una gotera!-. Renato
salió de su tumbada mirada fijada que tenia hacia el poste y salto desde el pretil de la ventana, a donde se
subía, hacia al suelo corriendo hasta la cocina y ahí vio a su pequeña hermana colocando ollas en el suelo al
revés y en el cual saltaban las gotitas para todos los lados. -¡Mari tonta¡ las hoyas se ponen con el potito pa
bajo pa que el agua no salga-, le dijo Renato a su hermanita y ella le contesto , -es que me gusta como suena ,
¡suena bonito!,¡¡¡suena bonito!!!- empezó con los gritos chillidos saltando a l lado de las ollas. Renato le dijo
-¡mari tonta! vamos donde la mama pa´ decirle que está cayendo agua-. Los dos salieron corriendo desde la
cocina hacia la pieza de la mamá. Las dos piezas que tenia la casa no tenían puerta, solo visillos. Movió el
visillo primero Renato diciendo-¡mamá, mamá! está lluviendo, ¡esta lluviendo! -y segundos después llega
María gritando-¡llove mama ,llove ¡-, saltando sobre la cama . Renato se queda parado mirando la cama vacía
y María deja de saltar al no sentir los pies de su mamá. Sintieron un frio al ver la cama de mamá vacía,
Renato salió disparado al baño gritando-¡mamá, mamá!, y atrás de él iba María pero sin gritar. Llego Renato
al baño y abrió la puerta y no estaba. Corrió inmediatamente a mirar al pequeño pasillo que tenían sin techo y
que era como patio y solo vio tablas sueltas, el tendedero y la lluvia. Renato se dio vuelta y sentía que se su
estomago se le aprisionaba por el susto de que su mamá no había llegado y miro a su hermana con los ojos
lleno de lagrimas diciéndole -mi mamá no está, no está-. Renato la tomo de la mano y la llevo al living donde
solo había una mesa, dos sillas y un antiguo sofá individual desteñido. Este sofá estaba vacio, su madre
siempre llegaba antes de la media noche cuando los niños dormían, su bolsito de trabajo tampoco estaba en él.
Renato no aguantó el nudito en su garganta y comenzó a caer sus lágrimas al suelo. Se subió al sillón y tomo
a María del brazo y la coloco al lado de él. No la miró, pero si la abrazo. Y María le dijo, - la mamá nato, la
mama nato no está-. Renato sintió como se humedecía su hombro con las lágrimas de su hermana y comenzó
a llorar. El miedo, el susto en la oscuridad de la casa lo empezó a dominar. Ya no escuchaban la lluvia. Sólo
se percataba que su polera también se humedecía con sus lágrimas, y pensó a su corta edad que las nubes
también estaban tristes.
El sueño atrapo a Renato y mientras soñaba que su madre les preparaba unos ricos bollos, lo despertó María
y la miró a su rostro que se apagaba y se prendía con el efecto del poste de afuera de la casa en la cual luz
entraba por la ventana y María le dijo -Shhhhhhhhhhhh , no metes bulla hay un ratón bailando al lado de la
olla que suena-. Renato entre dormido y despierto se levanto del sofa y sintió un ruido extrañó, aparte de la
gotera que caía sobre la olla, y se acercó aún interruptor y prendió la luz. María le dijo- tonto!- , el ratoncito
se va ir viste que le gusta la oscuridad-, y vio Renato, un pequeño roedor inmiscuyendo en la olla tratando de
darla vuelta para comerse los restos de posible comida adherida. -¡Iiiiiiiiiiiiiiiii nato! mira-dijo María ya con
sus lágrimas secas y sorprendida por lo que estaba observando. -El raton tiene pelo en la cola, es peyudo- . Siiiiii mira tiene bigotes grandes -contesto Renato, -cortémosela- dijo María - tiene muy grande- , ¡yaaaaaaaaaaaa!- contesto Renato,- vamos a buscar tigeara-. -¡Ehhhhhhhhhh! , grito María, su primera sonrisa
despues de la lagrima soltada por su madre. Corrieron lo dos como buenos boy scout en busca de una tijera.
Renato prendió todas las luces husmeando aquí y allá, y dijo -el que la encuentre primero gana y le corta los
bigotes al ratón-, -Heeeeeeeeeee - dijo María. Los dos estaban saltando arriba de las camas y muebles por
quien encontraba primero la tijera. María la encontró debajo de la cama y dijo- heeeeee cortare el bigoteeeee,- yo voy yo voy -decía Renato. Concurrieron hacia la cocina y comenzaron a perseguir al ratón por toda la
casa, gritaban saltaban eran nuevamente felices y hasta se rieron cuando Renato se pego en la cabeza del
mueble. No lo pillaron nunca y el ratoncito se desapareció por una rendija. -Viste por tu culpa mari tonta- ,- lo
asustaste. Tú fuiste -le dijo, -yo solo quería cortar los bigotes largos- . Cansados miraron hacia la calle
viendo como la lluvia no menguaba y María sin mirarlo le pregunto,-¿llegara mamá?, él le dijo -¡siiii!, va
llegar, tiene que llegar, ven vamos al sillón me dio sueño y frio- . Sus patitas sonaban como papeles
doblándose hasta llegar al sillón, se sentaron y Renato tomo el mantel de la mesa y se taparon los dos y solo
escuchaban la olla sonar con el agua que caía y Renato le dice a María -mari escuchai como suena -,- sipu, si
escucho y ¿por que suena? -, -por la gotera que cae- dice Renato,-pero ¿por que suena? como se llama eso -, no sé por qué suena, pero en la escuela el sonido le llaman música-. -Y esa música, ¿para quién es?- pregunta
María, -es para el ratoncito tonta para que baile y le podemos cortar los bigotes pero por tu culpa no pudimoscontesto Renato,- pùcha- se escucho murmurar a María. Después se quedaron los dos dormidos acurrucados
bajo el mantel.
Transcurrido la noche la casa comenzó a humedecerse. El agua había tapado todo el piso y el frio había
entrado a la casa. La lluvia no cesaba. Ya al aclarecer despertaron los dos tiritando y abrazados, el frio era
muy fuerte. Renato bajo el mantel y puso los pies en el suelo y dijo – ahhhh- , María entre durmiendo y
despierta dijo -que gritas- , -hay agua en el piso mari-. Miró y bajo. Maria salto hacia abajo y dijo: -esta
helada- y los dos se miraron y dijeron la mismo tiempo - ¡¡heeeeeeeeeeeee!! , ¡agua, agua , agua ,agua!-,
comenzaron a correr por el living saltando, gritando, jugando y tirándose agua . Aquí donde la hermosura de
la inocencia neta eflorecía como un bello renacer. Empapados gritaban -¡lluviaaaaa ¡!la lluvia que rico, que
ricoooo-. Corrieron hacia la pieza de su madre, saltaron sobre su cama y ella aun no llegaba .Pararon de
jugar. Se sentaron y se miraron. La melancolía comenzó a pesar sobre ellos y María le dice -que vamos hacer
sin mamá- Renato ya no aguantaba nuevamente sus lagrimas y de boca abajo se recuesta en la cama y encima
María, lo abraza por la espalda. Pasado un momento, Renato se levanta repentinamente y dice - salgamos a
buscarla -, -yaaaaaaaaa -, dice María. Ella salta desde la cama buscando su carterita y cintillo. Renato trata de
subir sobre un armario buscando la llave para abrir la puerta. Su madre siempre dejaba todo cerrado y les
recalcaba no abrirle la puerta a nadie. Ellos comenzaron moviendo cajas. Sobre el suelo cayo una caja
desde el armario y del salto una flauta de color blanco invierno y los dos miraron fijamente hacia ese objeto y
corrieron a recogerlo. Llego primero María y el se lo arrebato de las manos,-¿qué es, que es? , dámelo,
dámelo- , gritaba María, -¡no, no!- , decía Renato, -¡que es, que es!- María volvía a gritar, -no se parece que
fuera como un pito, no sé-. Miraban los orificios y la boquilla y Renato se lo puso en la boca, y sopló y salió
un sonido no armónico pero para ellos muy alentador con toda la situación que estaban viviendo. ¡Suena ,
suena como la olla!. Pero en ese momento la olla ya no sonaba. La lluvia había menguado. -¿ por que suena
esto? dice María -¿qué es?- ,- no se- dijo Renato, parece que le llaman flauta. En esa mañana María tocó la
flauta y Renato la escuchaba. No importaba ni lo armónico, ni su entonación, ni la desafinación, sólo
importaba la alegría que provocaba para los dos a esa edad el sonido. Los llevaba a una tranquilidad inmensa
dentro de sus mundos. María lo seguía tocando y sonaba al unisonó con el sonido de la gotera ya cayendo
sobre el piso mojado de la casa y del la lluvia. Todo esto empezó a culminar cuando la lluvia comenzó a cesar
y cuando sonó la última gota de la lluvia, María paro de tocar y dijo -nato se termino la música - . Renato
estaba arriba de la cama mirando la carita de su hermana. Una sensación de frustración empezó a sentir, bajo
de la cama y tomo a María de la mano y los dos fueron a la puerta de la casa. Renato intento abrirla pero no
pudo, entonces María, dándose cuenta de la frustración de su hermano, le dijo - miremos por la ventana el
agua-. Ahí estaban los dos mirando por la ventana, en esa mañana fría, como corría el agua afuera de su casa.
El hogar de ellos estaba en un lugar lejano, periférico, rural de una ciudad. Un lugar casi olvidado. Pasaron
las horas y el frio en sus pies mojados y arrugados por el agua casi los congeló completamente y se fueron
hacia la cama de su madre; Renato caminando junto con su hermana María que llevaba la flauta en su mano.
Se durmieron con sus cuerpos húmedos y también sus ojos. Estaban tapados con sabanas y frazadas
completamente desde la cabeza hasta los pies. De repente sintieron un gran ruido, como si un gran rio cruzara
bajo su casa, pero no se levantaron. Los dos están abrazados junto a la flauta. María le dice bajo las sabanas -escuchaste eso, ¿ era música también?- , -si mari. Era música-, -mmmmm, sonó muy fuerte- , -si mari, pero
sigue durmiendo -. Ya el hambre no lo sentían, pero si sus corazones y sus cuerpitos que se empezaban a
entibiar. De repente sintieron un pájaro cantar y no se levantaron. Y María le dice a Renato - un pájaro canta
nato ¿también es música?- , -si mari es música- contesta él. María queda pensando un rato y le dice -¿por qué
hace música?- y Renato le contesta – mamá dice que cuando los pájaros cantan es porque están felices-.
Entonces Maria abraza muy fuerte a su hermano y le dice - te quiero nato y sé que mamá llegará -. Renato
siente un calor caporal de emoción, y abrasa a su hermana y le dice - escucha la música del pájaro mari, no
levantes las frazadas porque si no nos dará frio, solo escucha-. La noción del tiempo ya no existía para ellos,
sólo la tibieza des sus pies y la espera de su madre. Entonces María le dice -y esa música del pájaro ¿para que
lo hace? -, -para ser feliz mari-, - y la música de la flauta -,- es para la lluvia mari -, -y la música de la gotera
¿para qué es nato?-, - era pal ratoncito- , - mmmmmmmmm- dice María. De repente se escucha un viento
sobre ellos y una gran música comienza a sonar tan linda e imprescriptible que lo dos sacaron sus cabecitas
afuera de las frazadas y miraron a hacia el techo .El techo ya no estaba solo se veía algo al fondo y María le
dice al Renato - nato el cielo se abrió,¡ nato el cielo se abrió! . Renato sorprendido y jolgorioso dice¡¡¡mamá
viene pa´ ca!!! ! Viene a buscarnos ¡y María le dice –¡¡¡¡ heeeeee mamá, mamá!!!! , ¡nato, nato!y esa
música que se escucha¿ pa que es? , es música para tu corazón , música para tu corazón.
ALEJANDRO
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