Hora Santa por las Vocaciones Catequísticas 21 de agosto Fiesta de San Pío X Patrono de los catequistas “Que el Espíritu Santo despierte en los hombres hambre y sed de la Palabra de Dios y suscite entusiastas anunciadores y testigos del Evangelio “ (VD 122) Nos ponemos en la presencia del Señor. Señal de la Cruz. Cantamos: Envíanos Padre. Orar por las vocaciones catequísticas es poner en práctica el mandato de JESÚS:” Rueguen al Dueño de la siembra que mande obreros para hacer la cosecha”. Este mandato desafía nuestra fe e interpela nuestra conciencia de catequistas. El mundo necesita catequistas comprometidos que en nombre de Cristo, ayuden a los hombres a alcanzar la salvación. Con humildad de corazón venimos a adorarte a Ti, “el Dueño de la mies”, para que multipliques en nuestras parroquias el número de catequistas llamados a colaborar con el anuncio de tu Palabra y a pedirte también por los que han respondido a esa llamada, para que se consolide su fe y su amor pastoral. Señor Jesús, queremos estar junto a Ti, queremos sentir tu amor, queremos amarte, queremos aprender a amar. Queremos estar abiertos a tu presencia. Y agradecer, alabar, suplicar, callar, escuchar, no decir nada, simplemente estar. Acógenos como discípulos que quieren escuchar tus palabras, aprender de ti, seguirte siempre. Acógenos como amigos. Y haz de nosotros tus testigos, testigos del amor que nos manifestaste en la cruz y nos sigues manifestando en el Santísimo Sacramento del Altar. Señor Jesús, toca en este día nuestro corazón, danos tu gracia, sálvanos, llénanos de la vida que sólo tú puedes dar. SILENCIO ( un momento) ESCUCHEMOS LA PALABRA DE DIOS Lectura del Libro del Profeta Isaías (6,1.6-8) Señor Jesús, Pastor bueno, que has ofrecido la vida para que todos tengan vida, danos a nosotros, comunidad creyente extendida por todo el mundo, la abundancia de tu vida, y haznos capaces de testimoniarla y de comunicarla a los demás. Señor, Jesús, concede la abundancia de tu vida a todas las personas consagradas a Ti para el servicio de la Iglesia. Hazlas felices en su entrega, infatigables en su ministerio, generosas en su sacrificio. Que su ejemplo abra otros corazones para escuchar y seguir tu llamada. Señor Jesús, da la abundancia de tu vida a las familias de la catequesis, para que sean fervorosas en la fe y en el servicio eclesial, favoreciendo así el nacimiento y el desarrollo de nuevas vocaciones catequísticas. Canto: Por ti mi Dios. Oración Te doy gracias, Señor porque me has llamado a ser catequista. Sé que esta vocación es un don tuyo, signo de tu gran amor hacia mí. Siento toda la responsabilidad del honor y la confianza que me has concedido. Ayúdame a redescubrir mi vocación, muchas veces adormecida. Soy consciente de mis limitaciones, pero estoy convencido de que tu gracia sale al encuentro de mi debilidad, porque eres Tú quien habla más allá de mis pobres palabras. A pesar de mi nada, quiero decirte Señor: ¡Aquí estoy; envíame! Lo meditamos en un momento de silencio. Padre: envíanos tu Espíritu, como lo enviaste a María, para ser como Ella, presencia de Cristo en el mundo. Jesús, Maestro Bueno: Tú eres la Palabra hecha hombre. Tú haces que todo hable del Padre amoroso y providente. Danos palabras de amor y de misericordia, para anunciar tu Reino de Justicia y de Paz. Espíritu Santo: unión amorosa del Padre y del Hijo: Tú haces de la Iglesia un solo corazón y una sola alma. Concédenos la docilidad para dejarnos renovar en nuestra mentalidad y revestirnos de la nueva condición humana, para que todos en Cristo, con Él y por Él, vivamos como verdaderos hijos del Padre, y hermanos entre nosotros, AMÉN. Oremos con confianza al Padre Dios, Dueño de la mies, para que multiplique en nuestras parroquias el número de catequistas llamados a colaborar en la Iniciación a la vida cristiana de niños, jóvenes y adultos, y oremos igualmente por los que han respondido a esa llamada, para que se consolide su fe y aumente su amor pastoral por los hermanos. A cada invocación respondemos: ¡Escucha Padre, nuestra oración! Por la Iglesia, para que, con el mensaje salvador del Evangelio responda a las inquietudes de tantos hombres y mujeres que buscan la verdad. Oremos. Por el Papa francisco y todos los pastores de la Iglesia, para que el Espíritu Santo los ilumine, para esa gran misión de conducir a la iglesia misionera, que nos lleva a compartir con los demás los dones de la salvación que hemos recibido. Oremos. Por los que hemos sido llamados a participar de la misión de Cristo profeta, para que con entusiasmo y alegría acojamos en nosotros mismos la salvación que anunciamos. Oremos. Por los que hemos sido llamados por Dios en el ministerio de la catequesis, para que vivamos el Evangelio de Cristo y hagamos de nuestra propia vida un anuncio alegre y creíble de ese mismo Evangelio salvador. Oremos. Por los jóvenes de nuestras comunidades cristianas que descubren la llamada de Dios a servirle en el ministerio de la catequesis, para que respondan con generosidad y se comprometan con constancia y alegría en la salvación de los demás. Oremos. Profesamos nuestra fe rezando el Credo Nos despedimos con un canto para la adoración Eucarística. Los cantos sugeridos son opcionales