Los accidentes sufridos fuera del lugar de trabajo

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> JURISPRUDENCIA
FICHA TÉCNICA
AUTOR: TOSCANI GIMÉNEZ, Daniel.
TÍTULO: Los accidentes sufridos fuera
del lugar de trabajo habitual o en misión.
FUENTE: Gestión Práctica de Riesgos
Laborales, nº 28, pág. 26, junio 2006.
RESUMEN: Este artículo lleva a cabo un
análisis de la calificación que merecen
las actividades que pueden tener relación remota con el trabajo o su ámbito,
pero cuya consideración como accidente laboral puede resultar discutible, al
no poder subsumirse en las ampliaciones realizadas por el legislador en la
Ley General de Seguridad Social. Se
trata de lo que la jurisprudencia ha
denominado como accidente en misión.
Así, por ejemplo, cuando el trabajador
se halla en los servicios sociales de la
empresa, como economatos y comedores, practicando deportes organizados
por la compañía, en una cena de trabajo o participando en cursos de formación o perfeccionamiento. Siempre, evidentemente, que no se lleven a cabo en
tiempo y lugar de trabajo.
DESCRIPTORES:
• Accidente de trabajo.
• Accidente en misión.
• Ampliaciones jurisprudenciales del
accidente laboral.
• Accidente in itinere
Los accidentes sufridos
fuera del lugar de trabajo
habitual o en misión
La Ley General de Seguridad Social establece una presunción de laboralidad a todo percance sufrido por un trabajador en tiempo y lugar de trabajo. Pero ¿qué se debe considerar exactamente como tiempo y lugar
de trabajo? ¿Estrictamente la jornada laboral dentro del recinto de la
empresa? La jurisprudencia ha ampliado la aplicación de esta normativa
en los casos de accidente en misión.
Dr. Daniel Toscani Giménez, profesor titular de la Universidad de Valencia.
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ara que exista accidente de trabajo la
normativa reguladora, en concreto el
artículo 115 de la Ley General de Seguridad Social, requiere que la lesión o
el daño corporal sufrido por el trabajador concurra de alguna manera y ofrezca conexión con el
desempeño del trabajo. Para ello, basta con que
el nexo causal, indispensable siempre en algún
grado, se de sin necesidad de precisar su significación, mayor o menor, próxima o remota, consensual o coadyuvante; se debe otorgar dicha
calificación al suceso cuando no aparezca acreditada la ruptura de la relación de causalidad entre
actividad profesional y procedimiento.
P
De este modo, es evidente que el origen de
la responsabilidad por el accidente de trabajo está en el riesgo profesional y no en ningún principio de responsabilidad culposa del empresario.
Esto es, se trata de una responsabilidad objetiva.
Aun cuando el empresario hubiera cumplido escrupulosamente todas las obligaciones que establece la normativa de prevención de riesgos laborales y siempre que no exista una imprudencia
temeraria por parte del trabajador. De lo contrario, se articulan otro tipo de responsabilidades,
como recargos de las prestaciones de la seguridad social, indemnizaciones, civil, penal, etc.
Ampliación legal de
accidente de trabajo
Esta configuración tan amplia de la relación
de causalidad permite al propio legislador, en el
mismo artículo 115 de la Ley General de Seguridad Social, extender el concepto de accidente
de trabajo por razón de la actividad, del tiempo y
del lugar. Así, por la realización de trabajos de
distinta categoría, por actos de salvamento o por
el ejercicio de actividades representativas, etc.
Sin embargo, la ampliación legal por razón
de tiempo y lugar por excelencia es, sin duda, el
denominado accidente in itinere, que consiste
en el soportado por el trabajador en el obligado
desplazamiento desde su domicilio al lugar de
prestación de servicios o, una vez finalizada la
jornada, desde el lugar de prestación de los servicios hasta su domicilio habitual. No obstante,
está sometido a ciertas exigencias:
> El accidente debe ocurrir en un tiempo razonablemente próximo a las horas de entrada y
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salida de casa, sin que el desplazamiento se
dilate por motivos personales.
La presunción
de laboralidad
sólo quedará
desvirtuada
cuando hayan
ocurrido hechos
de tal relieve
que sea
evidente la
absoluta
carencia de
relación entre
el trabajo y
el siniestro
> El trayecto debe ser el usual o habitual, pero
no necesariamente el más corto.
> El medio de transporte debe ser racional o
adecuado.
Presunción de laboralidad
en tiempo y lugar de trabajo
Ahora bien, la propia Ley General de Seguridad Social, en el apartado tercero del artículo
115, establece una presunción de laboralidad de
todo percance sufrido por un trabajador en tiempo y lugar de trabajo. Se trata, en definitiva, de resolver a favor de la parte más débil en aplicación
del principio in dubio pro accidentado en aquellos supuestos en los que no se puede tener la
plena certidumbre de la existencia del nexo causal entre el accidente y la lesión. Esta presunción
sólo quedará desvirtuada cuando hayan ocurrido
hechos de tal relieve que sea evidente a todas
luces la absoluta carencia de relación entre el trabajo y el siniestro.
Sin embargo, la citada presunción únicamente alcanza, a priori, a los accidentes acaecidos
dentro de lo entendido estrictamente como jornada laboral y dentro del espacio físico del recinto
de la empresa. De tal forma que, por ejemplo, la
jurisprudencia ha mantenido que no se aplica a la
ampliación del accidente in itinere, precisamente
por no ser tiempo ni lugar de trabajo.
Ciertamente puede parecer una cuestión intrascendente pues, en definitiva, si el trabajador
sufre un accidente en el trayecto de ida o vuelta
a casa o al trabajo, evidentemente, ha sido como consecuencia del obligado desplazamiento
y, por lo tanto, salvo imprudencia temeraria por
parte de éste, siempre tendrá la consideración
de accidente laboral. Sin embargo, la cuestión
no es baladí, pues el concepto de accidente de
trabajo se ha ido ampliando por la jurisprudencia
a ciertas enfermedades de aparición o manifestación súbita como el infarto de miocardio, trombosis cerebral, etc.
De esta forma, si el desenlace de la enfermedad tiene lugar en tiempo y lugar de trabajo, se
presume que está relacionada con el desempeño
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de la actividad profesional, debiendo romper el
nexo, con base en pruebas fundadas, quien tenga
interés en ello. De lo contrario, el indispensable
vínculo entre la enfermedad debe probarse por el
trabajador, invirtiéndose la carga de la prueba y
con todas las dificultades que ello supone respecto de lo que en principio son enfermedades de
etiología común o incluso desconocida, en cuyo
origen pueden influir diversas causas, genéticas,
hábitos personales, etc.
Ampliación jurisprudencial
de tiempo y lugar de trabajo
•
•
•
•
•
En los aseos.
Comedores.
Aparcamiento de la empresa.
Vestuarios.
Haciendo compras en la misma empresa,
inmediatamente tras la finalización de la
jornada laboral, en caso de las grandes
superficies, etc.
• En un bar próximo a la empresa, en el
descanso para comer, dentro de la jornada
partida de un trabajador.
Por ello, los Tribunales han considerado accidente de trabajo los siguientes supuestos:
> El percance acaecido a un conductor de
camión, que en el viaje de trabajo se indispone a bordo del vehículo, aun cuando en
el concreto momento de producirse los hechos no condujera por haberse relevado con
un compañero.
> El transportista que sufre un accidente en el
lavadero de la empresa, en cuyo aparcamiento debía estacionar el vehículo y pernoctar en
el interior del camión para que fuera el primero en el lavadero para proceder a la limpieza
de la cisterna, según órdenes de la empresa
por teléfono.
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A tales efectos, y en beneficio del trabajador,
la jurisprudencia ha ido ampliando extraordinariamente la aplicación de la presunción, no sólo
al tiempo efectivamente dedicado a la prestación
laboral en el puesto de trabajo designado, sino a
aquellos otros períodos que estén vinculados
con el trabajo, como descansos, pausas e interrupciones, permaneciendo dentro del área de
riesgo aun cuando haya finalizado la jornada:
Si el trabajador sufre un accidente en el trayecto de ida o vuelta a casa o al trabajo es como
consecuencia del obligado desplazamiento y tendrá la consideración de accidente laboral.
En estos casos, en realidad, no hay ni siquiera
suspensión de la situación de actividad laboral, ya
que existe presencia y disponibilidad plena en el
propio puesto de trabajo.
constancia, incluso, del inicio y terminación del horario y la jornada, de tal forma que se podría comprobar la indispensable coincidencia entre la hora
del accidente y la jornada de trabajo.
Asimismo, en virtud de las nuevas tecnologías, especialmente Internet, y a través de la modalidad denominada como teletrabajo, la jurisprudencia acepta que el domicilio pueda ser el lugar
de trabajo, pero únicamente cuando se pruebe
que en el momento concreto de producirse el accidente estuviera desempeñando las actividades
encomendadas por la empresa. No en cambio
cuando se trata sólo de tiempos de disponibilidad,
por busca, móvil, correo, etc., o en tiempos de
descanso. Con todas las dificultades que ello entraña a efectos de la prueba, debido a la intimidad
que se le garantiza a la residencia habitual. Una
posibilidad sería el trabajo a través de la modalidad on line consistente en un dispositivo de presencia que permite un permanente contacto, vigilancia y control por parte de la empresa, con
En sentido contrario, en otras ocasiones, aun
encontrándose presente el trabajador en el lugar
de trabajo habitual, no se considera la laboralidad del accidente, precisamente por faltar la nota de trabajo o de tiempo de trabajo. Así, por
ejemplo, huelga legal con ocupación de locales,
acudir a la empresa por asuntos personales, recoger algo que se había olvidado, llevarle algo o
hacer una visita a un compañero, etc.
El concepto jurisprudencial
de accidente en misión
Hay ciertas actividades que requieren para
su ejecución una movilidad constante del trabajador o desplazamientos más o menos esporádi-
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cos, en cumplimiento de las órdenes e instrucciones del empresario. No se tratan propiamente de
accidentes in itinere, aun cuando son una consecuencia lógica o, si se prefiere, una ampliación
o extensión más de los mismos; pues si la legislación entiende que a tales trayectos de ida y
vuelta y a los riesgos que entrañan debe extenderse la protección proporcionada por la empresa, con mayor razón esta protección también se
da cuando la prestación de los servicios y sus
condiciones y circunstancias impiden al trabajador ese regreso. Si bien, en ocasiones, es ciertamente complicada su distinción del accidente in
itinere, especialmente en los casos de viajantes,
representantes de comercio, o con jornadas indeterminadas o flexibles.
Así, la jurisprudencia ha creado el denominado concepto de accidentes en misión, que comprende una amplia gama de posibilidades, como:
El primer colectivo defiende que, aun cuando
existe un desplazamiento del trabajador, no se
encuentra sometido a las restricciones propias del
accidente in itinere, como trayecto, tiempo, medios, etc. La relación de causalidad se estima de
forma más amplia y flexible. Por tanto, se excluye
la necesidad de reintegrarse al lugar de reanudación de las tareas profesionales, porque tal lugar
no es abandonado al concluir (Tabla 1).
na su domicilio hasta que vuelve a él, una vez concluido el desplazamiento o la misión. Así tiene dicha consideración siempre que se produzca en el
lugar en el que se encuentra desplazado por razón
de la actividad encomendada por la empresa, aunque estrictamente hubiera finalizado su horario de
trabajo. De este modo, al sufrirse en el desempeño de los cometidos o encargos que encomienda
la empresa, se considera centro de trabajo el lugar
en el que el trabajador se ve precisado a realizar
dichas tareas aunque no sea el habitual. Con amplitud en el horario a utilizar, por lo que, en base a
una ampliación o ficción se otorga a los accidentes
ocurridos en tales circunstancias el beneficio de la
presunción de laboralidad.
El trabajador intinerante, por así llamarlo o en
misión, está en ese intinerario desde que abando-
En estos supuestos se amplía la presunción
de laboralidad a todo el tiempo en que el traba-
dos se pueden diferenciar dos grandes colectivos
de sentencias contrapuestos.
Sentencias a favor
TA B L A
•
•
•
•
Gestiones de trabajo.
Trabajo en otra localidad.
Encuentros con clientes.
Llevar a trabajadores o al empresario a su
domicilio con el coche de la empresa.
• Desplazarse al domicilio del gerente a requerimiento de éste, acompañando a otros trabajadores, para llevar ciertos productos, etc.
1
Sentencias que han considerado accidente laboral en misión
• Fallecimiento de un trabajador en el hotel donde tuvo que pernoctar al regresar de realizar determinados estudios por encargo de la empresa.
• Fallecimiento en el hotel donde el trabajador asistía a un curso de entrenamiento de ventas, durante la pausa de mediodía destinada a comer.
• Muerte en el hotel de un directivo que participaba en unas jornadas de trabajo.
En realidad, no son más que accidentes laborales puros y simples, pues al igual que cumple su prestación de servicios el trabajador que
se encuentra en su puesto dentro del recinto de
la empresa, también lo hace escrupulosamente
el que sale para desplazarse incluso a otras localidades por encargo o requerimiento empresarial.
• Guitarrista al servicio de una compañía teatral que sufre un percance atrapándose un dedo en el ascensor del hotel donde pernoctaba.
Sin embargo, son una creación jurisprudencial y no están expresamente contemplados en
las ampliaciones que realiza el legislador en el artículo 115 de la Ley General de Seguridad Social.
Por lo cual, la consideración como accidente laboral no es altamente casuístico, debiendo estar
a las concretas circunstancias del supuesto de hecho. Precisamente, por ello, tan poco hay cifras
oficiales sobre el número de este tipo de accidentes, ya que las estadísticas no los diferencia
del accidente laboral común o in itinere, pero se
estima que podrían estar en torno al 3 por ciento
del total de accidentes de trabajo.
• Trabajador que padece un accidente cuando estaba realizando con su ordenador las funciones que le habían sido encomendadas por la empresa, aunque el percance se produce un sábado, fuera de la jornada ordinaria de trabajo y en la vivienda de una finca de recreo que el trabajador poseía.
No obstante, pese a su carácter casuístico,
de todos los pronunciamientos judiciales emiti-
• Acudiendo a una cena de trabajo.
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• El que tiene lugar durante las gestiones del hospedaje en el lugar desplazado.
• Comprando víveres en un supermercado.
• Accidente acaecido en un traslado en avión por razón de trabajo.
• En el trayecto a casa, tras haber finalizado un curso para la obtención de una
capacitación oficial en otra localidad organizado por la empresa.
• Trabajador desplazado que, tras una dura semana de trabajo y encontrarse
cansado, acuerda con otro compañero que lo sustituya al día siguiente en una
reunión. Acudiendo a un campo de golf para relajarse donde padece un infarto de miocardio, por estimar el Tribunal que los primeros síntomas ya se
habían manifestado durante la semana, de esta forma, no resulta exorbitante la circunstancia de haber fallecido mientras comenzaba a practicar el
deporte de Golf, al ser ésta una mera accesoriedad que en nada impide la
calificación de accidente de trabajo, pues dado su estado el óbito fatal pudo
acaecer en cualquier lugar.
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jador, en consideración a la prestación de sus
servicios, aparece sometido a las decisiones de la
empresa, incluso sobre su alojamiento, medios
de transporte, etc. Esto es tanto como decir que
el deber de seguridad, que es una de las causas
de responsabilidad empresarial, abarca a todo el
desarrollo del desplazamiento y de la concreta
prestación de servicios; siempre que el trabajador
observe una conducta acorde con los patrones
usuales de convivencia o comportamiento del común de las gentes, no se produce ruptura del nexo causal entre trabajo y daño corporal. Es indiferente que el accidente, o incluso la muerte del
trabajador, ocurra en tiempo de descanso, porque durante dicho tiempo también se encuentra
bajo la dependencia y la protección de la empresa y, por lo tanto, en tiempo y lugar de trabajo.
Ahora bien, incluso este primer colectivo de
sentencias entiende que el nexo entre el daño
soportado y la situación laboral puede romperse,
ciertamente, pero tal ruptura no depende de que
las propias tareas profesionales hayan concluido,
dado que esa conclusión no reintegra al trabajador a su vida personal, familiar, privada y de la
que él dispone, sino porque se produzcan hechos que, en efecto, se apartan de la situación
que es por extensión laboral. Esto es cuando el
trabajador rompe la dependencia y dispone de
su tiempo y de su actuación, como se puede ver
en la tabla 2.
En realidad, es tanto como decir que no cabe
ningún tipo de actividad de esparcimiento por
parte del trabajador, únicamente las cotidianas
estrictamente necesarias y esencialmente inherentes a la condición de ser humano: comer, dormir y, como mucho, aquéllas limitadas de esparcimiento en el propio lugar de hospedaje, pero
que no entrañen un peligro especial para la integridad o la vida del trabajador, como ver la televisión, leer un libro, etc.
Sentencias en contra
El segundo gran bloque o colectivo de sentencias entiende que el concepto de centro de trabajo no puede extenderse ilimitadamente. De tal
forma que, aun cuando el trabajador se encuentra
en misión, sólo tendrá la consideración de centro
de trabajo el lugar donde se lleva a cabo la prestación de servicios propiamente dicho. Pero no los
accidentes sufridos en el hotel donde debe hosGestión Práctica de
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Sentencias que han estimado la ruptura del nexo causal
• En la muerte de un trabajador que se encontraba en misión por cuenta de su
empresa, pero que, aprovechando el tiempo de descanso propio de un día festivo concurrente, acudió a una playa pública donde se ahogó.
• En el accidente sufrido por los trabajadores en misión al haber improvisado
un partido de fútbol en su tiempo de descanso.
• El haber visitado el casino de la localidad.
• Haber ido al cine a ver una película de estreno.
• Aun encontrándose el trabajador en la habitación de su hotel, al estar acompañado por una señorita de compañía cuyos servicios había contratado.
• Infarto sufrido por el trabajador durante una cena de negocios, estando en el
cuarto de baño con una clienta. Considerando que en tal caso se desvincula
el infarto de su actividad laboral de ventas que, en ningún caso, le obliga a
extremar su celo profesional hasta ese punto.
En sentido contrario, no rompe el nexo causal
• El trabajador que alquila una película y la ve en el hotel donde estaba hospedado.
• El infarto sufrido por trabajador mientras veía en su habitación una película
pornográfica que se emitía en la televisión por cable interna del hotel.
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Sentencias que no estiman accidente laboral
Los sucesos sobrevenidos en los lugares de hospedaje:
• Infarto padecido por el trabajador mientras dormía en el hotel.
• Caída desde una ventana al patio del hotel.
• Atragantarse al comer en un restaurante.
• El acaecido al trabajador en misión mientras se encontraba en casa de unos
familiares en la localidad donde estaba desplazado.
El infarto de una trabajadora en su cuarto de baño, habiendo regresado a casa
nada más finalizar la jornada laboral, para cambiarse y asearse, para acto
seguido asistir a un curso de especialización organizado por la empresa.
pedarse o en general en los períodos de descanso
del trabajador (Tabla 3). Salvo, evidentemente, en
los supuestos en que, pese a encontrarse en el
hotel o lugar de hospedaje, llevara a cabo actividades relacionadas con su trabajo en misión, prueba
que recaerá exclusivamente sobre el trabajador.
De este modo, se argumenta que, aun cuando
se encuentra en misión, se puede seguir diferenciando perfectamente aquellos períodos en que el
trabajador está obligado a desempeñar las tareas o
funciones que le ha encomendado la empresa de
aquellos otros que son tiempo de descanso y de
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los cuales es libre de disponer como si estuviera en
su casa. De este modo, la presunción de laboralidad no debe entenderse de forma tan absoluta
que comprenda todo el período de tiempo que dure el desplazamiento o misión.
Los momentos de descanso forman parte
de la actividad normal de la persona, debiendo
tener la misma consideración cuando se usa de
ellos en el lugar habitual de residencia o fuera de
ella por razón del trabajo, pues en ambos casos
deja de estar sometido a las decisiones de la
empresa. Lo contrario es extender la consideración de accidente de trabajo a los percances
ocurridos en el tiempo libre por el sólo hecho de
estar desplazado. Lo cual, inevitablemente se traduce en la poco razonable conclusión de que el
accidente no laboral es inexistente durante todo
el tiempo que dure el desplazamiento, pudiendo
durar hasta doce meses en tres años, de conformidad con el artículo 40 del Estatuto de los Trabajadores, o incluso durante toda la relación laboral tratándose de empresas con centros de
trabajo móviles o intinerantes.
Si bien, en ocasiones, es ciertamente complicada la distinción entre tiempo de trabajo y el
de descanso en ciertas actividades en las que intrínsecamente se unen la actividad social y la laboral, hay que atenerse a las circunstancias de
cada caso en concreto. Así, por ejemplo, el vendedor que tras una cena de negocios con varios
clientes decide ir a tomar unas copas con una de
las clientas. Sí se admite la laboralidad del suceso, en supuestos de enfermedades de aparición
súbita equiparables al accidente, infartos, etc.,
cuando los primeros síntomas se manifiesten en
horario de trabajo, aun cuando el desenlace se
sufra posteriormente en tiempo de descanso, o
en lugar de hospedaje, etc.
La interpretación de este segundo colectivo
de sentencias, en definitiva, es aplicar al trabajador
desplazado o en misión el régimen común del
accidente laboral. Así, tendrá la consideración de
accidente de trabajo el acaecido en el recinto del
lugar de trabajo en la localidad donde se encuentra desplazado y en el horario o jornada laboral
que allí deba cumplir. Siendo aplicable el régimen
del accidente in itinere a los trayectos de ida y
vuelta entre el lugar de hospedaje y el lugar de trabajo, como si se tratara de su residencia habitual y,
por tanto, muy importante, sin la aplicación de la
presunción de laboralidad, recayendo exclusiva-
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mente sobre el trabajador la carga de probar fehacientemente la relación con el trabajo de cualquier
incidente que le sobrevenga en el lugar de hospedaje o el tiempo de descanso.
En las
actividades
marginales o
paralaborales,
como cenas
de trabajo,
jornadas o
actos sociales,
la jurisprudencia
interpreta el
nexo causal
entre el
accidente y
el trabajo
Otras actividades marginales
o paralaborales
Hay otras actividades que si bien no tienen
una cabida clara en el concepto de accidente en
misión, pueden tener relación, aunque remota,
con el trabajo o su ámbito. Así, aunque su consideración como accidente laboral pueda resultar
discutible, en algunos casos resultará viable debido a la amplitud, con que la jurisprudencia interpreta el nexo causal entre el suceso y el trabajo.
Se trata de actividades marginales o paralaborales, en la medida en que podrían estar relacionadas con la empresa, como cenas, jornadas, actos
sociales o actividades deportivas organizadas por
la compañía.
También se han considerado accidente de
trabajo los percances sufridos en tareas consustanciales al puesto de trabajo y necesarias para
un correcto desempeño del mismo; aunque no
sean obligatorias, en sentido estricto, se realizan
en interés del buen funcionamiento de la empresa. En este sentido, por ejemplo, se incluiría la
muerte de un vigilante de seguridad mientras
acudía al gimnasio para conocer y perfeccionar
sus técnicas para una eficaz actuación personal,
entre las cuales se encuentra la preparación física. Sin embargo, en estos supuestos hay que
analizar las concretas circunstancias de cada caso.
Así, por ejemplo:
> Se considera accidente laboral el sufrido en
una cena de Navidad, en la cual el empresario
había hecho especial hincapié a todos los trabajadores en que era necesario asistir.
> No en cambio en otro supuesto donde la
asistencia siempre haya sido libre y de hecho
asistía poca gente.
> Tampoco en un partido de fútbol organizado
por la empresa, curiosamente, porque según
el Tribunal, el trabajador había participado con
un exceso de ímpetu que superaba con creces el mínimo requerido en estos eventos.
Realizando jugadas que entrañaban un especial peligro, tipo chilenas, etc.
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Riesgos Laborales
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