25 PASAJE CULTURAL Ricardo Ibarra y Juan Carrillo [email protected] [email protected] E l director del Museo Nacional de Antropología e Historia, Felipe Solís Olguín, reveló para Gaceta Universitaria que debajo de la construcción del Wal Mart, ubicada en el perímetro “C” de Teotihuacan, existe un “pequeño altar”, investigado por arqueólogos antes de quedar bajo el edificio comercial. A pesar de que las indagaciones arqueológicas revelaron que en el sitio, los antiguos habitantes del valle de México practicaban ahí ceremonias religiosas, ninguna autoridad local o federal impidió la expansión de la empresa transnacional en la zona sagrada de los antiguos teotihuacanos. –¿Sufrieron los mexicanos algún daño patrimonial con la construcción de Wal Mart Teotihuacan? –Fue hecho un estudio, en que claramente no había ningún testimonio de carácter importante: solo restos de un pequeño altar, pero no hubo daños al mismo. Le voy a dar mi comentario como observador de la situación: me parece que un problema de carácter local se lleva al ámbito nacional e internacional y se lo hace un problema político, no de índole patrimonial. –¿Qué tipo de “pequeño altar” había debajo del centro comercial? –Había una alineación de piedras que anuncian que ahí hubo un pequeño altar, como lo ha testimoniado la investigación arqueológica, pero nada más una cosa pequeña. –¿Tenían investigaciones respecto a ese altar? – Claro. Se hicieron investigaciones antes de la construcción de la tienda. –¿Y qué función tenían dichos restos? –Es un pequeño altar. Le llamamos altar a un monumento donde hacían algún tipo de celebración religiosa. EL OTRO DIRECTOR Sergio Raúl Arroyo, director del INAH, puntualizó: “Mi punto de vista es muy claro. El INAH no tiene competencia para clausurar una tienda en un área que está señalada perfectamente por el plan parcial de desarrollo local del Estado de México. Según el plan, es legal crear obra de infraestructura en dicha zona”. Aseveró que el instituto “hizo todo lo posible” para menguar el efecto de la tienda en términos visuales, pues está fuera de la zona arqueológica. Dijo que en todo caso, corresponde a las autoridades del Estado de México y del municipio de Teotihuacan intervenir en el asunto, quienes tienen la autoridad para responder ante el hecho. Ellos dieron el permiso de construcción y INTERNET EL DIRECTOR DEL MUSEO Ninguna autoridad local o federal impidió la expansión de la empresa en la zona sagrada de los antiguos teotihuacanos Wal Mart sepultó altares en Teotihuacan La invasión comercial en la Ciudad de los dioses, síndrome de la neocolonización mundial. promovieron la inversión de la empresa extranjera. EL ARQUEÓLOGO Quien fuera jefe del proyecto Teotihuacan, el arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma, se negó a hacer comentario alguno sobre el tema, a pesar de que ha realizado diversos estudios en el altiplano mexicano. Participó en excavaciones y restauración en lugares como el mismo Teotihuacan, Tepeaculco, Tlatelolco, y en especial la zona del Templo mayor. También en Comalcalco y Bonampak. Además ha escrito innumerables artículos y libros al respecto. EL FILÓSOFO Teotihuacan fue creada por hombres con una sensibilidad e inteligencia de la cual los mexicanos son herederos, aseveró el filósofo egresado de la Universidad de Guadalajara, Paulo César Pardo. Ironizó: “El futuro éxito de la globalización radica en la destrucción de las identidades nacionales, basadas, a su vez, en la historia. No extrañe, por lo tanto, que la memoria nacional fuera caricaturizada por Walt Disney, pues nada mejor para el capitalismo que trivializar el pasado. Es decir, que los explotados vean su antiguo dolor y sufrimiento, no como un incentivo para luchar por su libertad, sino en imágenes a todo color, entre alegres risas y ricas palomitas que les provean de momentos de feliz entretenimiento”. Historial de errores El primero que intervino en el rescate de la pirámide de la Luna, que entonces era un monumento cubierto por miles de toneladas de tierra, fue don Carlos de Sigüenza y Góngora, en 1665. En el siglo XIX, el arqueólogo Humboldt visitó Teotihuacan y se refirió al sitio como un lugar con grandes hacinamientos de tierra, sin forma arquitectónica determinada. El arqueólogo oficial del porfirismo, Leopoldo Batres, desarrolló entre 1905 y 1910, la excavación principal de la pirámide del Sol. Los motivos fueron políticos, ya que el gobierno de Porfirio Díaz quería realizar una magna obra que destacara el pasado mexicano. Sin embargo, las prisas por culminar la obra que conmemoraría el centenario de la independencia, llevó a Batres a realizar una inadecuada excavación. Remi Bastien, en 1946, demostró el alto grado de error que hubo en las excavaciones de Batres, pues en el tercer cuerpo de la pirámide del Sol colocaron elementos falsos para que fuesen tenidos como originales. Algunas fuentes aseguran que por las carreras tuvo que utilizar dinamita para remover la tierra de la parte trasera de la pirámide. Las detonaciones destruyeron piezas imprescindibles.