a) Formación inicial: preparación profesional para la docencia (especializada en algún nivel o área educativa) con obtención de un título de licenciatura que avala el ejercicio de la misma. b) Actualización: profundización y ampliación de la formación inicial incorporando nuevos elementos (disciplinares, metodológicos, tecnológicos, etc.) sin conducir necesariamente a la obtención de un grado académico. c) Superación: profundización y ampliación de la formación inicial mediante programas de posgrado para profesionales de la educación (puede entenderse como una modalidad de la actualización). d) Capacitación: formación para la docencia a profesores que ejercen sin haberla tenido, puede conducir a la obtención de un grado académico. e) Nivelación: complementación de la formación inicial a docentes que no obtuvieron el grado de licenciatura, para que lo obtengan. Énfasis en el quehacer docente a) El énfasis en cómo hacerlo llevó a mirar a los profesores como aplicadores acríticos de normas y principios, aunque en muchas ocasiones, sumamente efectivos para lograr determinado tipo de aprendizajes en los alumnos. b) El énfasis en el qué y cómo hacerlo parece haber contribuido a una visión de la enseñanza más vinculada con las características de cada disciplina, pero a fin de cuentas, fundamentalmente orientada por las normas y principios derivados de la didáctica; el eje del desempeño docente siguió siendo un quehacer prácticamente predeterminado y considerado como válido para la mayoría de los casos de enseñanza. c) El énfasis en por qué hacerlo y cómo generarlo dio forma a un valiosísimo propósito de sustentar la práctica docente en una formación teórica y en un quehacer surgido de la búsqueda de respuesta a los problemas educativos por la vía de la investigación, pero pareció quedarse corto en sus alcances al diversificar, sin profundizar, en distintos campos de conocimiento, propiciando además una formación poco consistente en el cómo de la docencia. d) El énfasis en el logro de competencias, que puede considerarse como reflejo de la tendencia actual a promover de manera prioritaria el desarrollo de habilidades para el desempeño profesional, es prometedor, se encuentra en etapa de introducción y será de especial interés seguir de cerca cómo se refleja en la práctica de los docentes formados desde esta perspectiva. Formación inicial Enseñar requiere flexibilidad, creatividad, y una actitud de búsqueda. Los estudiantes de cualquier programa de formación para la docencia necesitan entender que enseñar requiere algo más que la simple aplicación de procedimientos pre-establecidos. En el desempeño cotidiano, un buen profesor adapta, afina, recrea, actualiza lo que había aprendido para que sea apropiado en su salón de clase o en su área de estudio. Un profesor que sigue utilizando los mismos procedimientos año tras año, pronto se enfrentará con estudiantes frustrados y con un pobre desempeño académico como resultado. En muchos casos, los alumnos salen de los programas de formación sin haber asimilado los aspectos teóricos y por lo tanto, para el ejercicio de su profesión, dependen de su conocimiento y vivencias previas con respecto a la enseñanza. La formación matemática, del docente de matemática del nivel medio ¿Qué importa más en la formación del docente: el conocimiento de la materia que va a impartir o la teoría didáctica relacionada (las maneras o estrategias para enseñarla)? Es un hecho de que no es pertinente menospreciar ninguno de los dos aspectos, y mucho menos eliminarlo. Por un lado se tendría que caer en el dicho "quien sabe puede enseñar" sin en el conocimiento, sin conocer las razones de la existencia de tal o cual saber (tanto en la historia misma El caso contrario produce docentes con habilidades y conocimientos para, quizá, transmitir los contenidos que le son proporcionados a través de libros o documentos oficiales (como los programas) pero sin poder ir más allá de la disciplina como en el currículum escolar), con una capacidad limitada para contextualizar el conocimiento, con deficiencias para vincular lo que se imparte con otras disciplinas u otros niveles educativos y sin tener la posibilidad de 'jugar' con los saberes y hacerles adaptaciones de acuerdo a sus necesidades en el aula ni para realizar propuestas didácticas. Aunque si bien es cierto que a partir de la dé-cada de los noventa los egresados de las escuelas normales están, teóricamente, preparados para impartir clases en el nivel medio (tanto básico como superior) pues se titulan como Licenciados en Educación Media, parecería que aún prevalece la idea de que las escuelas normales alimentan únicamente a los niveles básicos (es decir, hasta secundaria). Comúnmente, en las clases de matemática en secundaria no abundan las demostraciones y las que aparecen se utilizan generalmente para verificar algo, es decir, presentarle al alumno argumentos que intenten convencerlo de que algo se cumple. Además, tampoco se realizan disertaciones que profundicen explícitamente en la naturaleza de la matemática. Sin embargo, ni siquiera en el caso de que estas actividades no aparecieran explícitamente en los programas, el profesor de este nivel, egresado normalista, de-bería estar excusado de conocerlos. En ocasiones se hace necesario insistir en la necesidad de la formación científica en esta área, pensando básicamente en que a futuro se deberá contar con generaciones capaces de competir, o al menos colaborar dignamente, en el desarrollo científico y tecnológico que tanto se necesita. ESTÁNDARES UNESCO DE COMPETENCIA EN TIC PARA DOCENTES Para vivir, aprender y trabajar con éxito en una sociedad cada vez más compleja, rica en información y basada en el conocimiento, estudiantes y docentes deben utilizar la tecnología digital con eficacia. En un contexto educativo sólido, las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) pueden ayudar a los estudiantes a adquirir las capacidades necesarias para llegar a ser: competentes para utilizar tecnologías de la información; buscadores, analizadores y evaluadores de información; solucionadores de problemas y tomadores de decisiones; Usuarios creativos y eficaces de herramientas de productividad; comunicadores, colaboradores, publicadores y productores; y ciudadanos informados, responsables y capaces de contribuir a la sociedad. Las prácticas educativas tradicionales de formación de futuros docentes ya no contribuyen a que estos adquieran todas las capacidades necesarias para enseñar a sus estudiantes y poderles ayudar a desarrollar las competencias imprescindibles para sobrevivir económicamente en el mercado laboral actual. Para atender esta realidad, el proyecto ECD-TIC ofrece un marco de referencia completo para estos estándares: atendiendo el “Marco de políticas educativas” subyacente; examinando los componentes de la reforma de la educación y desarrollando un conjunto de matrices de competencias para docentes que correspondan a los distintos enfoques en materia de políticas educativas y a los componentes de la reforma del sistema educativo; y ofreciendo una descripción detallada de las competencias específicas en TIC que los docentes deben adquirir en el contexto de cada conjunto o módulo de competencias. Rol del Profesor Estereotipos positivos ( IDEALIZACIÓN) Estereotipos negativos (DEPRECIACIÓN) El profesor trabaja por vocación, lo da todo de si, El profesor está poco valorado y mal pagado. se consagra. El es formador de generaciones, de él depende Los profesores son autoritarios y distantes. el futuro de la Humanidad. El forma y educa. Es un modelo en la formación A los profesores solo les interesan de valores. conocimientos científicos y académicos los Se comunican bien y comprenden a los alumnos Los alumnos y profesores tienen una comunicación inadecuada, la comunicación afectiva es deficiente Sabe cuidar el clima de la clase, mantienen con Los profesores son poco tolerantes, violentos y equilibrio la disciplina y la libertad en el aula reciben violencia