En aquella ocasión, Boulez se encargó de la dirección y Baremboim tocó el primer concierto para piano de Bela Bartók y, a partir de ese momento, se desarrolló entre los dos una estrecha relación. “Durante medio siglo fuimos amigos, pero siempre nos tratamos de usted, lo que yo interpreto como una muestra de admiración y respeto”, indicó Barenboim. Boulez logró vivir, según Barenboim, una paradoja estética al “pensar con el corazón y sentir con la cabeza”. UN HOMBRE DEL FUTURO UN RECONOCIMIENTO El director y pianista argentinoisraelí Daniel Barenboim, lamentó la muerte del músico francés Pierre Boulez, quien para él será siempre “un hombre del futuro”. “El mundo ha perdido a uno de sus compositores y directores más importantes y yo he perdido un amigo y un colega cuyo espíritu creativo nunca dejaré de admirar”, afirmó Barenboim en un comunicado de prensa. Barenboim, director musical de la Staatsoper de la capital alemana, coincidió por primera vez con Boulez en 1964 en un concierto en la Filarmónica de Berlín. La muerte del compositor ha desatado una serie de reacciones en el mundo, no sólo de la música. En París, el presidente francés Francois Hollande se pronunció al respecto y reconoció el valor de Boulez “al hacer brillar la música francesa en el mundo”. En medios españoles como El País y El mundo, las notas sobre Boulez remarcan la trascendencia del llamado padre de la vanguardia musical del siglo XX. En tanto que la versión digital del diario ABC lo califica como un “agitador cultural que cambió la historia de la música francesa, lanzando formidables polémicas tan fructíferas como apasionadas”, y recuerda que en el París de los años 40 o 50, hablar allí de música de vanguardia era prácticamente una herejía. Sobre la pérdida de este genio musical, la mexicana Alondra de la Parra escribió en su cuenta de Facebook: “Me da mucha tristeza conocer de la muerte de Pierre Boulez. Él siempre ha sido una fuente de inspiración para mí como compositor, director de orquesta y como un músico en su conjunto. Uno de los grandes nos deja, pero permanecerá en el tiempo algo más preciado, su música. Foto: Todd Rosenberg se un camino y a que no tuviera fin) se vuelven habituales en las salas de conciertos de Francia y dedica sus desvelos a la creación de su última gran obra: la Ciudad de la Música en el deprimido distrito XX de la capital francesa. Hace justo un año fue inaugurada la Philharmonie, espectacular sala de conciertos diseñada por Jean Nouvel, que completa este ambicioso proyecto impulsado por Boulez para sacar la música de sus recintos burgueses y llevarlo al corazón del París multicultural. Destacan entre sus obras Tres sonatas para piano. Un ciclo de canciones orquestales llamado Pli selon pli (1957-1962, con arreglo de Stéphane Mallarmé), y Domaines (1968) para clarinete y 21 instrumentos. Entre 1971 y 1975 fue director orquestal de la British Broadcasting Corporation Symphony Orchestra, cargo que simultaneaba con el de director musical de la orquesta sinfónica de Nueva York (1971-1977). Un año después, le nombraron director del prestigioso grupo francés Ensemble InterContemporain. Gracias maestro por todo lo que me han dado”, añadió la directora de la Queensland Simphony Orchestra. Redacción S. N. SIGLO NUE V O • 69