dOCUMENTA 13: Las revelaciones de las cosas de Anne Berk La dOCUMENTA 13 en Kassel parece un moderno gabinete de milagros, con los mas variados objetos: contemporáneos y antiguos, objetos de arte así como elementos de la naturaleza. En este mundo virtual, digital, nos invita la curadora Carolyn Christoph Bakargiev a entregarnos a nuestros sentidos y a establecer una conexión con la naturaleza y las demás criaturas con las que compartimos el planeta. Bakargiev reconoce las ventajas del objeto (artístico) físico como herramienta para la reflexión y la ejecución. ¡Esas son buenas noticias para escultores! Y si una obra de arte es contemplada con detenimiento, se torna, como en la meditación, en un ejercicio cada vez mas abstracto, un pensar e imaginar simultáneo, hasta que la fenomenología de esta viscosa experiencia permite al espiritu fundirse con la materia y de contemplar al mundo posiblemente ya no desde el punto de vista del sagaz sujeto, sino desde el asi llamado objeto interno hacia fuera: Yo soy la pelota, la pelota es yo. i Vivir un objeto A causa del hecho, de que la curadora Carolyn Christoph Bakargiev, búlgaro – italiana, nacida en América, dedica una sala completa a dos fotografías y tres esculturas, establece un paradigma. La Documenta atrae a masas de gente – en el año 2007 mas de 700.000 ¿pero que experimentan cuando contemplan las cosas físicas ahí expuestas? En una de las fotos vemos a un hombre y una mujer contemplando las esculturas metálicas de Julio González, cada uno a su manera. Mientras el se encuentra cautivado en el paso, las manos sobre la espalda como en un simple paseo, ella se queda parada, sorprendida, y con la mano tpándose la boca. La mujer no solo contempla con sencillez, responde con todo su cuerpo, está allí, conectada con el mundo. Esta foto se captó en el año 1959 en la Documenta 2. Entonces esta exposición de arte contemporáneo fue iniciada por Arnold Bode partiendo de una necesidad profundamente sentida de algo positivo después del destructor tiempo de la guerra. Con la selección de esta foto, Bakargiev se posiciona como curadora, pero también advierte de la importante relación entre cosas y personas. El valor de una exposición precísamente reside en la interacción entre contemplador y objeto. Como hija de un arqueólogo, Bakargiev es consciente de que los objetos materiales son una fuente de sabiduría. Los artilugios muestran el modo de vida y los valores de una sociedad en una determinada época. Eso también vale para objetos de arte contemporáneos. Pero también pueden reflexionar sobre cosas naturales y sobre nuestra relación con la naturaleza. Cosas creadas (o encontradas) por el hombre y su significado son definidas por nuestra relación con ellas. Las valoramos, las compramos, las entregamos a futuras generaciones, las reciclamos, las perdemos, las destruimos o las desechamos. Son parte de nuestra vida y cargadas con emociones y recuerdos. Las cosas están cargadas con significados ocultos que esperan a ser descubiertos. Pero no revelan sus secretos a primera vista. Porque su apariencia no siempre es especialmente espectacular. En lugar de un análisis teórico del objeto, Bakargiev le invita a ocuparse del objeto, de hacer una experiencia corporal que implique a todos los sentidos. Bakargiev es una seguidora de Merleau-Ponty, y éste confía en el cuerpo, no en la concienca, como fuente del saber. El inventó la palabra “sense experience”, es decir “experiencia sensual”. Contemple con un espiritu abierto, con capacidad de intuición y admiración. Y si hace esto, la exposición se desplegará como el Código Da Vinci.ii Jennifer Allora y Guillermo Calzadilla, Raptor`s Rapture, 2012 Revivir un objeto Coja usted el vídeo de los flautistas Raptor`s Rapture de Jennifer Allora (1974, USA) y Guillermo Calzadilla (1971, Cuba). Al principio me sentía bastante mal al escuchar en la oscuridad del Weinberg Bunker. La flautista tocaba con toda su fuerza e intentaba tocar el instrumento de distintas maneras, pero el sonido a pesar de ello me resultaba desagradable. Sin embargo el buitre sentado a su lado sobre un árbol escuchaba atentamente, como si el áspero sonido despertara antiguos recuerdos. Y fue su sagacidad la que me convenció a quedarme. Cuando me enteré de que esta flauta, hecha de huesos de aves, era el instrumento musical mas antiguo que hoy conocemos, me sentí profundamente conmocionada. Solo hace poco, en el año 2009 fue desenterrada en una cueva llamada Hohle-Fels-Höhle en Alemania del sur y ahora, despues de un increible lapsus de tiempo de 35.000 años, ha vuelto a la vida por el toque de un flautista. ¡Imagínense eso! Esta flauta es la palpable prueba de que la pulsión vital del ser humano no era la pura voluntad de supervivencia. Desde los comienzos de la historia sentíamos la necesidad de expresarnos y comunicarnos con objetos que llamamos arte. Giuseppe Penone, Essere Fiume 6, 1998 Reconstruir un objeto “Essere Fiume” de Guiseppe Penone (1947, IT) en el Friedericianum, es otro trabajo importante. Las dos piedras gruesas no parecen muy espectaculares. Pero cuando se mira con mas detenimiento, se descubre, que se parecen mucho, y usted reconoce, que es imposible que eso sea natural. Penone reconoce que no puede superar a la naturaleza. El se limita humildemente a elaborar una copia exacta, como homenaje a las fuerzas formadoras de la naturaleza. En palabras de Penone: The river is gifted with a marvellous agility and its flowing is continuous, insistent, tactile and eternal. The river transports the mountain and is the vehicle of the mountain. The rock becomes detached from the mountain and changes in its matter and structure. The blows of the chisel, the scoop, the drill and sandpaper are all tools of the river. It is being river that is the true sculpture of stone. It reenters nature and is cosmic heritage, a pure creationiii Cuando Penone tenía unos veinte años, hizo una huella de su mano tocando un árbol. Años después el bronce mano se había fundido con el árbol. „Die Natur zeigt uns, wer wir sind. Wir sind Teil der Natur, obwohl wir denken, wir stehen über ihr“, me dijo Penone en una entrevista. Pero en nuestra sociedad crecientemente tecnificada tenemos la tendencia de olvidarlo. Song Dong, Doing nothing Garden, 2012 Enterrar un objeto Los grandes simios utilizan palos para obtener sus alimentos, sin embargo los humanos desarrollaron una multitud de herramientas para satisfacer sus necesidades, desde ejes de piedra y boles cerámicos hasta paños, coches y computadoras. Las cosas pudieron ser producidas en mayores cantidades y de modo mas eficiente, y así pudieron estar disponibles para las masas. Hoy vivimos en un entorno artificial. Producimos una innumerable cantidad de cosas, no solo para sobrevivir. En los tiempos actuales de economía y crecimiento, el producir y el consumir tocará a su fin. Con su “Doing Nothing Garden” el artista chino Song Dong (1966) cuestiona este desarrollo. Su misteriosa colina en el parque Karlsaue se revela como un sepulcro para objetos. Especialmente las cosas que su madre, Mrs. Zhao, ha ido acumulando en sus 60 años de vida. En el año 2005 Song Dong arregla toda una serie de los objetos caseros de ella en el MOMA de Nueva York, con el título “Waste Not”. En tiempos de escasez esto era una receta, pero dado que también Cina se rindió a la cultura del consumo, esta virtud cayó en el olvido. Estamos invadidos por cosas. Compramos y nos pasamos la vida acumulando cosas. ¿Pero nos hace felíz? Song Dong las entierra y las convierte en naturaleza, en una colina con verde pradera y flores, donde uno se puede relajar. Simplemente no hacer nada – solo vivir. Thomas Bayrle, Carmageddon, 2012 Diseccionar un objeto En la sala de la Documenta el visitante es vencido por el ruido de motores en marcha. Alemania se enorgullece de su industria automovilística (dOCUMENTA 13 fue patrocinada por Volkswagen), y de hecho la perfección de los motores en marcha es imponente. Motores existentes fueron diseccionados, revelando el corazón palpitante del coche, con los pistones, que entusiasman especialmente a los visitantes masculinos, en sensual movimiento. No existe objeto tan cargado de emociones humanas como el automóvil. Es un fetiche. Nos envuelve físicamente, es literalmente una prolongación de nuestro cuerpo que multiplica nuestro alcance. El coche es la encarnación de nuestra idea de la libertad individual, sin embargo pasamos muchas horas en el atasco. Se perdieron miles de vidas en accidentes. Por no hablar de la escasez de combustible, emisiones de CO2 y el cambio climático. Seguro que habrá que pagar un precio. El artista alemán Thomas Bayrle, de 75 años de edad, vivió el crecimiento de la producción en masa y la fenomenal expansión del automóvil que la acompañaba. ¿Cómo será el mundo si esta expansión sigue? Bayrle se siente intimidado por esta perspectiva. Quien escucha con atención oirá en el ruido de los motores un débil susurro: “señor, salva nuestras almas, reza por nosotros”, esto revela su subrepticio mensaje de un Carmageddon. MOON Kyungwon & JEON Joonho, El fin del mondo, 2012 Coleccionar los restos de un objeto El artista coreano MOON Kyungwon (1969) y JEON Joonho (1969) siguen por esa línea y se imaginan la vida en el siglo 21. En su angustiosa película “El fin del mundo” esbozan una sociedad post – apocalíptica, en la que la raza humana se encuentra casi extinguida. La tierra es inundada y polucionada por radioactividad. Dos artistas supervivientes esperan tener acceso al único lugar seguro, una ciudad bajo cúpula dirigida por un gobierno ficticio. Para eso sin embargo tienen que coleccionar e investigar los restos de naturaleza y cultura. Me apenó observar a esa mujer en su ropa de protección recolectando restos de plantas. Ojalá que “El fin del mundo” deje a los humanos reflexionar de nuevo sobre su comportamiento, de modo que nunca llegue ese día del juicio final. Claire Pentecost, Boden-erg, 2012 Transformar un objeto Diseñando una nueva moneda, la “Soil-erg”, Claire Pentecost (USA, 1956) expresa una clara afirmación. Tenemos que valorar el suelo. Dependemos de la tierra. A Pentecost le preocupa el modo del que producimos los alimentos hoy en día. Ella convierte lingotes de oro en tierra y cita al inversor Warren Buffet: “Ich garantiere, dass innerhalb der nächsten 100 Jahre, Boden teurer sein wird als Gold.“ El lingote de tierra me recuerda a Midas. El oro no se puede comer, como tuvo que experimentar el rey Midas. El podía convertir todo en oro, y murió de hambre. La historia de Midas es una metáfora del materialismo y la avaricia. Necesitamos un sistema de valores distinto, cuyo motor no sea el dinero como objetivo. Éste es el mensaje que yo recibí en mi ocupación con los objetos de la Documenta 13. La curadora Carolyn Christoph Bakargiev no pretende tener soluciones para problemas como “la creciente diferencia entre pobres y ricos, el sometimiento de la economía, la sociedad y la naturaleza bajo los sistemas financieros, unido a los progresos en la capacidad de cálculo antes que en la producción de bienes materiales”. Ella reconoce que no hay soluciones sencillas. Pero nos alienta a buscarlas con el objeto de arte físico como herramienta para reflexión y realización. En un mundo digital Bakargiev nos invita a entregarnos a nuestros sentidos, a establecer una conexión con la naturaleza y las demás criaturas con las que compartimos el planeta. The artwork, an ambiguous entity, performs the task of the transitional object, a prop for an exercise of being in one place and time, and not in another,just here, with this food, these animals, these people, poorer, and richer too. This exercise in embodiment reconnects people with their ancient knowledge of directly caring for their own sustenance and food as well as forms of de-growth, alternatives to financial exchange, as in time banks or barter economies, establishing relations with all things that are not digital, sharing artworks and objects from different places and times, providing the possibilities of a slower form of time— the time of materials.iv Fieldpost Es una columna con mis observaciones personales en el ámbito de la escultura. Yo soy crítico de arte para revistas y un periódico y corresponsal para sculpture network en los países bajos. En Feldpost soy felíz de compartir mis experiencias y pensamientos con ustedes. Anne Berk [email protected] Dieses Zitat wurde von Anne Berk kondensiert. Für das vollständige Zitat siehe: Das Buch der Bücher, Carolyn Christov – Bakargiev, Der Tanz war sehr frenetisch Hatje Cantz Verlag, Deutschland, 2012, S. 43 i ii Ibid. 1, S. 38 Guiseppe Penone, catalogue Carré dá rt, Nimes/De Pont, Tilburg, Galleria Civica di Arte Contemporanea, hopefulmonster editore, Torino, Italien, 1997, S. 197 iii iv Ibid. 1, S. 44