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LOS PAZOS DE ULLOA de Emilia Pardo Bazán
"Tengo por importante entre todos el concepto de que la
novela ha dejado de ser obra de mero entretenimiento, modo
de engañar gratamente unas cuantas horas, ascendiendo a
estudio social, psicológico, histórico, pero al cabo estudio."
(Del Prefacio a Un viaje de novios)
1. Contexto social e ideológico de Los pazos de Ulloa
A partir de 1850, se advierte en Europa un alejamiento paulatino de las formas de vida y de la
mentalidad dominantes en la época romántica. Veamos algunos aspectos de la sociedad, la política y las
ideas en la segunda mitad del siglo. . La burguesía se ha instalado definitivamente como clase social dominante, con una clara tendencia
hacia posiciones conservadoras y una mentalidad pragmática.
. El liberalismo atempera sus formulaciones exaltadas de principios de siglo y deriva hacia un
moderantismo que se explica, en el fondo, como defensa de los nuevos privilegios de la burguesía. De ahí
que, paralelamente, se desarrollen los movimientos proletarios (socialismo, comunismo, anarquismo) en
lucha declarada contra el sistema político imperante.
. El positivismo es la corriente de ideas más característica del momento (en correspondencia con el
progreso técnico y científico) y supone una nueva actitud frente a la realidad, desechando todo cuanto no
proceda de la observación rigurosa y de la experiencia. Dentro de las aportaciones de la ciencia, debemos
recordar ­por su repercusión en la literatura­ el nuevo método experimental, y las nuevas teorías sobre la
herencia biológica (Mendel) o sobre la evolución de las especies (Darwin), basada esta en conceptos
como la adaptación al medio, la “lucha por la vida” y la selección natural. . Los cambios sociales y de mentalidad explicar el declinar de las tendencias románticas, cuyas
principales características eran ­como vimos al estudiar Don Juan Tenorio­ el subjetivismo, el idealismo, el
desacuerdo con el mundo circundante, etc. Los nuevos tiempos conducen hacia pretensiones de visión
objetiva, hacia el propósito de someterse a las realidades inmediatas y hacia una instalación sólida en el
mundo. Los sueños y la angustia vital de los románticos serán sustituidos por programas concretos de acción
y por un examen crítico de los problemas de la sociedad con vistas a encontrar soluciones concretas. 2. Contexto literario de Los pazos de Ulloa
2.1. El Realismo
Los términos Realismo y realista aparecieron en Francia
para designar, con intención peyorativa al principio, la obra de
ciertos pintores (p.e. Courbet) que, frente a los temas
grandilocuentes y la escenografía aparatosa de los románticos,
llevaban a sus lienzos sencillas escenas de vida cotidiana. En
seguida se aplicaron aquellos términos a las obras literarias
animadas de un análogo propósito de recoger fieles testimonios de
la sociedad de la época. Y, ciertamente, el Realismo presenta como rasgo fundamental la rigurosa observación de la vida.
Con pretensiones científicas, los autores aportan nuevos métodos de explorar la realidad: se documentan
sobre el terreno o consultando abundante bibliografía, buscando una fidelidad descriptiva casi notarial
1
aplicada tanto a la pintura de costumbres como a la pintura de caracteres. Estos aspectos técnicos van acompañados casi siempre de un propósito social y/o moral. El
novelista pone al descubierto las lacras de la sociedad con un actitud crítica (orientada en cada caso por sus
posiciones políticas); o se enfrenta con los entresijos del alma humana, ofreciendo al lector muestras de
comportamientos nobles o deleznables y orientando su juicio. Este posicionamiento del autor se opone al
ideal de objetividad que pretende alcanzar con su actitud de “cronista”. Estilísticamente, se observa una progresiva eliminación de la retórica grandilocuente de los
románticos. Se prefiere una prosa sobria (el género preferido es, por supuesto, la narrativa; especialmente la
novela), casi siempre adaptada ­en los diálogos­ a la índole de los personajes. 2.2. El Naturalismo
Corriente que lleva a sus máximas consecuencias postulados
subyacentes en la literatura realista, las bases del Naturalismo fueron
expuestas por Émile Zola en obras como Le Roman expérimental (1880),
cuando ya el autor había ilustrado con novelas sus concepciones
literarias. Se trata de:
. El materialismo. Se reduce la psicología a fisiología: las reyes
naturales que rigen el organismo deben explicar las reacciones llamadas
“anímicas” del hombre.
. El determinismo. El hombre no es libre, porque actúa impulsado
ciegamente sea por el peso de una herencia biológica, sea por las
presiones del medio social en que vive. . La influencia de la ciencia experimental. Si el científico contrasta
sus hipótesis con las reacciones, por ejemplo, de sus cobayas, el novelista
debe experimentar con sus personajes, colocándolos en determinadas situaciones y explicando sus actos
por la influencia fatal de las circunstancias. Esto explica la presencia en las novelas naturalistas de tarados,
alcohólicos, psicópatas...; y el exhaustivo trabajo de documentación y de reproducción del habla popular por
parte de los autores. . La influencia del socialismo político. Ya que no podemos combatir las leyes de la herencia,
cabría al menos la posibilidad de luchar contra una organización social injusta. Las obras de Zola, conocidas pronto en España, suscitaron posiciones enfrentadas. La propia Emilia
Pardo Bazán publicó una serie de artículos con el título general de La cuestión palpitante, en los que
defendía al novelista francés; por otra parte, rechazaba enérgicamente el determinismo y las demás bases
de la escuela, en nombre de una concepción cristiana del hombre. 3. Emilia Pardo Bazán (1851­1921)
Figura reconocida en la vida literaria, cultural y social de su tiempo, Pardo Bazán fue una eminente
escritora coruñesa, de extensa cultura, conocedora a fondo de los grandes novelistas franceses, ingleses y
rusos, autora de narrativa, poesía, teatro, múltiples estudios literarios, etc. La crítica de su tiempo la definió como naturalista; sin embargo, su naturalismo es puramente
temático y técnico, compatible con su concepción cristiana de la vida. Pero, como los naturalistas, aborda
rudos ambientes sociales y no retrocede ante crudezas. En La tribuna (1883), refleja la vida dura de una
fábrica. Los pazos de Ulloa (1886) y La madre Naturaleza (1887) componen un gran friso de gentes y
paisajes gallegos, traspasados por pasiones violentas. 2
Más adelante evolucionó hacia un espiritualismo a la manera de Tolstoi; a
esta etapa corresponde su admirable San Francisco de Asís (1891) y varias
novelas más. La narrativa de Pardo Bazán vale sobre todo por su captación de
ambientes y tipos; sus puntos débiles son la prolijidad y los excesos discursivos. En
cambio, merecen admirarse sin reservas sus relatos breves: escribió unos
seiscientos cuentos, prodigio de inventiva inagotable y, a menudo, perfectos
modelos del género. 4. Los pazos de Ulloa (1886)
4.1. Síntesis argumental
Pedro, conocido como el marqués de Ulloa, es un personaje de unos treinta años, mandón, indolente,
cuya única vocación parece ser la caza; vive amancebado con una criada, Sabel, de la que tiene un hi jo de
corta edad. Llega allí un joven capellán a administrar la hacienda, hombre sensible y pusilánime quien, al
comprender la situación, convence al marqués de que se busque esposa legítima para evitar sus desórdenes.
Pedro elige a Nucha, una prima suya, devota y enamorada de él, pero lo hace, aconsejado por el capellán,
por las virtudes de la muchacha y no por atracción personal, por lo que vuelve a las andadas con la sensual y
atractiva Sabel, como se lo hubiera figurado cualquiera que no tuviese la inocencia del capellán. Nucha da a
luz una niña y acaba muriendo después de sufrir con angélica paciencia los malos tratos del marido. El
capellán se marcha, y la pobre niña se criará como pueda entre aquellos seres toscos y el energúmeno de su
padre.
4.2. Valoración crítica 4.2.1. Temas
El tema central de la obra es la oposición entre naturaleza y civilización, de modo que son las
fuerzas naturales las que triunfan.
El tema central se construye con los siguientes secundarios: . política y costumbres ancestrales, religión y brujería; . la caza y la pasión frente a los sentimientos, fundamentalmente, el amor materno. Y, a su vez, estos temas secundarios se sirven de motivos que desempeñan una función importante
en la estructura de la obra: ­ envilecimiento, brutalidad del medio rural; ­ nobleza decadente, representada por el marqués y, en menor medida, por su familia de Santiago; ­ el caciquismo como signo de la corrupción política imperante; ­ la ley de la fuerza y de la astucia, representada por Primitivo; ­ la Iglesia oficial, acomodada al poder, a la que se opone un sentimiento religioso de carácter
idealista, encarnado por Julián. 3
4.2.2. Estructura La estructura externa viene dada por treinta capítulos, cada uno de los cuales guarda una cierta
unidad en sí mismo. Y la estructura interna es como sigue: 1. Planteamiento de la acción: (I­VII) : la descripción de Los Pazos, su entorno, sus habitantes, la
relación existente entre ellos, y la genealogía del marqués.
2. Nudo:
a) (VIII­XVII): se desencadena el drama a través de los consejos sucesivos que da Julián al marqués; se trata de un movimiento ascendente que tiene su clímax en el capítulo XVII, con el nacimiento de la hija de Nucha; b) (XVII­XXII): comienza un movimiento descendente en el que la naturaleza vuelve a ganar el terreno perdido, en paralelo a la enfermedad de Nucha; Julián descubre también, en el capítulo XIX, que el marqués y Sabel han vuelto a reanudar sus relaciones. 3. Desenlace: (XXIII­XXIX): los dos capítulos finales de esta parte, tras el paréntesis electoral, narran
una gran acumulación de hechos que concluyen con Primitivo asesinado, Julián expulsado de los Pazos y
Nucha, totalmente vencida –morirá seis meses después­.
4. Epílogo: (XXX): la novela se inicia con la visión de Julián a su llegada a Los Pazos; pues bien, se
cierra con la visión de Julián diez años después, de regreso a la parroquia de Ulloa. Comprende que ha sido
vencido por la naturaleza que él intentó dominar: Perucho viste elegantemente; la niña, como una campesina
pobre. A la vez, este final plantea una nueva situación que servirá de punto de partida a La madre naturaleza
(1887).
4.2.3. Personajes
Los personajes están diseñados según parejas opuestas que representan
el mundo rural y el urbano, o el natural y el ‘civilizado’, si se quiere: don
Manuel­Primitivo; Nucha­Sabel; Nené (la niña)­Perucho. Y don Pedro, el marqués,
en medio: unas veces, inclinado hacia un lado, otras, hacia el contrario. Hubiera
sido interesante conocer las tensiones internas del personaje, pero, en todo caso,
el marqués representa la decadencia de la nobleza rural. Entre los personajes femeninos también se pueden establecer
correlaciones interesantes: Nucha­Sabel es la correlación fuerza/sensualidad
frente a debilidad/sentimientos; curiosamente, Rita, la hermana de Nucha, es un
personaje equivalente a Sabel por fuerza y sensualidad, pero si el marqués la
hubiera elegido, no habríamos tenido novela. Por otro lado, es llamativo el personaje de la Sabia, que adelanta con sus
predicciones el desenlace de la novela y que es expresión de los poderes ocultos de la ‘brujería’.
4.2.4. Espacio
En cuanto al espacio, debemos decir que, en la novela, la naturaleza lo invade todo: desde el
comienzo, con la llegada de Julián a Los Pazos –no encuentra el sendero­ hasta el final, en el cementerio,
donde las tumbas se ven devoradas por una exuberante vegetación. Es frecuente que las descripciones de esta naturaleza se hallen en relación con el desarrollo de los
acontecimientos: el paisaje es bello y sereno cuando predomina la calma en la historia, pero si es la angustia
la que se impone, por ejemplo en el caso de la enfermedad de Nucha, entonces es una naturaleza
amenazante y tormentosa la que se describe. 4
4.2.5. Tiempo
En cuanto al tiempo, se ve claramente un desarrollo lineal de los acontecimientos.
Sin embargo, el ‘tempo’, es decir el ritmo con que se narran los hechos, va variando a lo largo de la
obra: el ‘tempo’ es lento, moroso, en los sucesos más importantes, como es el nacimiento de la ‘heredera’
–casi dos capítulos completos­ o la decisión de huir de Nucha (peripecia que desencadena el desenlace);
ahora bien, el ritmo narrativo se acelera una vez que la suerte está echada, cuando se ve que ya no hay
salida; entonces la acción se desarrolla casi en cascada: (XXVII­XXIX). Para terminar, eso sí, con un
paréntesis de diez años, narrado en el capítulo final, lo que amplía la perspectiva temporal y permite que se
capte la conclusión con mayor objetividad.
4.2.5. Punto de vista narrativo
Los Pazos de Ulloa está narrada en la tercera persona de
un narrador omnisciente, modo habitual de la novela naturalista,
según el cual el narrador lo sabe todo acerca de sus personajes.
Así, son frecuentes las anticipaciones, es decir los pasajes en los
que se adelanta lo que va a suceder. No obstante, cabe destacar la
intromisión del autor en ocasiones para enjuiciar los hechos que
se narran –en lo referente a la actividad política, por ejemplo,­ o
presentarlos a través de algún personaje, como ocurre con Julián,
cuyas valoraciones adoptan la forma del monológo interior.
4.2.6. Novela naturalista
La novela se inscribe dentro de lo que se denomina literatura naturalista. La propia autora, en La
cuestión palpitante, reclamaba que la literatura debe recoger la realidad en todos sus aspectos, incluso los
más nimios o los más sórdidos. Y eso es lo que lleva a cabo en su novela: lo desagradable –la forma como se
emborracha a Perucho­, lo tierno –la descripción de la niña de Nucha­ lo humorístico ­algunos rasgos
caracterizadores del ama de cría, un tanto tosca...­, todo está recogido en las páginas de la novela, a la vez
que exhaustivas descripciones de objetos y costumbres. En este sentido, la obra es proyección de las teorías
y técnicas naturalistas: cómo influye en el individuo el medio ambiente, su fisiología, las cargas de la herencia
genética... Los Pazos de Ulloa ponen al descubierto la ‘fisiología’ de una sociedad cerrada, que vive según
pautas ‘naturales’, a través de un testigo, Julián, ajeno a la misma que, ingenuo y sin ideas preconcebidas, se
adentra en la realidad de los Pazos. El sentido último de la obra consiste en mostrar que todo aquel que no se
adapta a ese medio o bien lleva una existencia marginal –el señorito de Limioso­, o bien es aniquilado, como
ocurre con Julián y con Nucha. La conclusión es verdaderamente tremenda, pero los presupuestos del
naturalismo exigían que se contara la verdad de las cosas con absoluta objetividad. En última instancia, si en
Los Pazos de Ulloa la que triunfa es la naturaleza, sabemos que, en la novela que la continúa, La madre
naturaleza, la que triunfa es la ‘civilización’, pero también habrá tragedia... ¿Por qué? Porque en tanto no se
integren naturaleza y civilización, tradiciones ancestrales y cultura, no se logrará el equilibrio. Apuntes elaborados con materiales de: http://iesjmanrique.blogspot.com.es/2008/01/los-pazos-de-ulloa.html,
http://www.materialesdelengua.org y Lázaro, Fernando y Tusón, Vicente, Literatura española – 2 de Ed. Anaya
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