PROSA ROMÁNTICA: BÉCQUER Y LAS LEYENDAS La obra literaria de Bécquer, que constituye la cima de la poesía del siglo XIX, pasó casi inadvertida para sus contemporáneos. Comprende las Leyendas y las Rimas. En las Leyendas, aunque escritas en prosa, el lirismo es el rasgo dominante, sin que por ello falten fragmentos en lenguaje coloquial y popular, con la intención de describir a los personajes. Estamos ante una prosa muy trabajada que busca la armonía rítmica y que se acerca al modernismo de Valle-Inclán. Las Leyendas, según los temas, se clasifican de la siguiente manera: De tema oriental: La creación, Apólogo, La rosa de pasión. En torno a la muerte y los aparecidos: Maese Pérez, el organista, El monte de las ánimas. En torno a la locura: El rayo de luna, El miserere. De embrujamiento y hechicería: Los ojos verdes, La cruz del diablo, La corza blanca. De tema religioso: El Cristo de la calavera, La promesa. De asunto contemporáneo: La venta de los gatos, Es raro. CARACTERÍSTICAS DE LAS LEYENDAS DE BÉCQUER Las Leyendas de Bécquer son narraciones breves de tradición oral a las que su autor, mezclando elementos reales con situaciones imaginarias, traslada sus ilusiones y sus desengaños, su visión romántica del amor y de la creación artística. Se suelen clasificar en: Las tradicionales, están influidas por los escritos de Zorrilla, y, aunque con un toque becqueriano, pueden ser consideradas de honor y de honra, como La promesa o El Cristo de la calavera. Las fantásticas son relatos sobrenaturales y simbólicos como Los ojos verdes, El monte de las ánimas, El rayo de luna, Maese Pérez el organista, etc. Hay que destacar que la mayoría de las leyendas pertenecen a este grupo. Y, por último, las leyendas exóticas, de influencia hindú o árabe como El caudillo de las manos rojas y La Creación. En estas leyendas no se ven tan bien representadas las "típicas" características de Bécquer, referidas principalmente a los dos primeros grupos. Se pueden apreciar unas características comunes a los distintos relatos: ESPACIO. Bécquer prefiere las ciudades antiguas (Soria, Toledo, Sevilla), los viejos castillos, templos y monasterios, las ruinas abandonadas, lugares propicios para la imaginación o el misterio. TIEMPO. En casi todas las leyendas el hecho culminante ocurre de noche. La época es siempre el pasado, preferentemente la Edad Media, con batallas, juras, duelos, torneos, gloria, fama... "El Rey de Castilla marchaba a la guerra de moros, y para combatir con los enemigos de la religión había apellidado en son de guerra... (El Cristo…). AMBIENTACIÓN. Presencia de ambientes nocturnos, de ruinas, en los que está casi siempre presente la luna. Bécquer gustaba de monasterios e iglesias. "Algunas veces llegaba su delirio hasta el punto de quedarse una noche entera mirando la luna, que flotaba en el cielo entre un vapor de plata..." "...Aún quedaban en pie restos de los anchos torreones de sus muros, aún se veían, como en parte se ven hoy, cubiertos de hiedra y campanillas blancas los macizos arcos de los claustros, las prolongadas galerías ojivales de sus patios de armas en las que suspiraba el viento con un gemido..." (El rayo…). Así ocurre también en El Monte…, Los ojos… o La corza blanca. Las más cercanas en el tiempo son El Miserere, cuya acción principal se desarrolla en el siglo XIX, y El beso, que se sitúa durante la ocupación francesa en la guerra de la Independencia. PERSONAJES. Los protagonistas son casi siempre jóvenes enamorados impulsivos e imprudentes, que desafía a todo por los deseos de su amada, y acaba siendo condenado. Otras veces, aunque aspirando a un amor natural, acaba siendo destruido por una amada sobrenatural o espectral. Un ejemplo de personaje masculino puede ser Fernando de Los ojos…, que termina arrastrado a la muerte por su propia pasión. "¿La ves? –parecía decirme mostrándome la joya- Pues no es tuya, no lo será nunca..., nunca..." "¿Qué virgen tiene esa prisa? -La del Sagrario- murmuró María -¡La del Sagrario!- repitió el joven con acento de terror- ¿La del Sagrario de la catedral!... Y en sus facciones se retrató un instante el estado de su alma, espantada en una idea...”... "Yo se la arrancaría para ti, aunque me costase la vida o la condenación". (La ajorca de oro). Y damas hermosas pero perversas. La amada es inalcanzable, malvada la mayoría de las veces, que conduce al hombre a la perdición. Es siempre bella, muy bella y ha de tener algo que la haga misteriosa. “Yo la he de encontrar, la he de encontrar; y si la encuentro estoy casi seguro de que he de conocerla... ¿En qué? eso es lo que no podré decir..., pero he de conocerla. El eco de sus pisadas o una sola palabra suya que vuelva a oír, el extremo de su traje, un solo extremo que vuelva a ver me bastará para conseguirlo..." (El rayo de luna) Beatriz, la protagonista de El monte… es un ejemplo de esa mujer de belleza ideal pero que acarrea la desgracia de su enamorado. VEROSIMILITUD. Pasa de lo real a lo fantástico, llegando a introducir datos históricos en sus relatos que los hacen más verosímiles, como en La Promesa, en la que habla de la batalla que realizó Fernando IV, a la que el Papa dio el carácter de Cruzada: "...Circulaban en todas direcciones multitud de soldados que, hablando dialectos diversos y vestido cada cual al uso de su país, y cada cual armado a su guisa..." ELEMENTOS FANTÁSTICOS. En todas las Leyendas hay un momento culminante en el que ocurre un prodigio, un hecho maravilloso que rompe la normalidad. En ocasiones este prodigio tiene un carácter sagrado, como en El Miserere o Maese…; en otras, se basa en creencias populares o supersticiones: lagos encantados (en Los ojos…), muertos vivientes (en El Monte… o El Miserere), etc. En todos los casos, el protagonista es el misterio, la confusa frontera entre la realidad y la imaginación. PRESENCIA DE UN MUNDO ESPECTRAL SOBRENATURAL Y MISTERIOSO, que utiliza para presagiar los episodios, como en El monte…: "Y cerrando los ojos intentó dormir; pero en vano había hecho el esfuerzo sobre sí misma. Pronto volvió a incorporarse, más pálida, más inquieta, más aterrada. Ya no era una ilusión: las colgaderas de brocado de la puerta se habían rozado al separarse, y unas pisadas lentas y sonaban sobre la alfombra..." "... Separó las cortinas de seda del lecho, y ya se disponía a reírse de sus temores pasados cuando de repente un sudor frío cubrió su cuerpo... Sobre el reclinatorio había visto sangrienta y desgarrada la banda azul que fue a buscar Alfonso." DESENLACES TRÁGICOS, consecuencia de una conducta imprudente o de haber transgredido una prohibición. Así, Manrique, el protagonista de El rayo…, pierde el juicio víctima de su propia obsesión por un amor ideal; o el capitán francés de El beso muere por atreverse a profanar un lugar sagrado, lo mismo que les ocurre a Beatriz y Alonso en El monte…, etc. ESTILO. Pese a estar escritas en prosa, es una prosa profundamente poética, pues presentan muchas características estilísticas propias de la lírica. La adjetivación y los recursos literarios empleados las dotan de una gran expresividad y musicalidad. Muchas veces añade comentarios críticos, satíricos o irónicos la final de sus leyendas, como en El rayo…: "Cantigas..., mujeres..., glorias..., felicidad..., mentira todo, fantasmas vanos que formamos en nuestra imaginación y vestimos a nuestro antojo, y los amamos y corremos tras ellos. ¿Para qué? ¿Para qué? Para encontrar un rayo de luna. Manrique estaba loco; por lo menos todo el mundo lo creía así. A mí, por el contrario se me figura que lo que había hecho era recuperar el juicio..." Finalmente, en las Leyendas se plasman los grandes temas de Bécquer: la lucha entre el ideal y la realidad, que se refleja en el tema del amor imposible (El rayo…, Los ojos…) y en el tema de la creación artística, que aparece en Maese… y El Miserere. Apuntes sacados de: http://profalemartinez.blogspot.com.es/2012/03/caracteristicas-de-las-leyendas-de.html http://raquelpelayo.wordpress.com/2011/11/17/las-leyendas-de-becquer/ Breve biografía de Bécquer: http://www.youtube.com/watch?v=0dfvTpj8T4U