EL ROMANTICISMO LITERARIO. SIGLO XIX CONTEXTO

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EL ROMANTICISMO LITERARIO. SIGLO XIX
CONTEXTO HISTÓRICO Y SOCIAL
El siglo XIX se inicia con la invasión francesa y la guerra de la Independencia
contra las tropas napoleónicas. Acabada esta, regresa a España Fernando VII, que anula
la Constitución de 1812 y restablece el absolutismo. A su muerte, le sucede su viuda
María Cristina hasta la mayoría de edad de su hija Isabel II. La primera guerra carlista
enfrenta a los liberales partidarios de Isabel II y a los absolutistas que apoyan a don
Carlos, hermano de Fernando VII. En esta primera mitad de siglo logran su
independencia la mayoría de los países hispanoamericanos. La burguesía va adquiriendo
gran importancia, crece la industria y aparecen las primeras tensiones sociales
protagonizadas por socialistas y anarquistas. En el aspecto cultural: se intenta
modernizar la enseñanza mediante la Institución Libre de Enseñanza, con escaso éxito.
EL ROMANTICISMO
Es un movimiento cultural que surge en Alemania e Inglaterra, y se extiende por
toda Europa y América. Afecta a la política, al arte, la literatura, etc. De forma más o
menos explícita, se opone al Neoclasicismo y es el resultado de una profunda crisis.
CARACTERÍSTICAS
a. Irracionalismo. Para explicar la realidad cambiante e incomprensible hay que
acudir al sentimiento y no a la razón. Los románticos no poseen un pensamiento
coherente y sistemático, lo que explica su gusto por lo misterioso y sobrenatural.
b. Subjetivismo. Piensan que la intuición, la imaginación y el instinto son
herramientas para explicar la realidad. Se impone el sentimiento sobre la razón.
c. Individualismo. El hombre romántico tiene una conciencia aguda y dolorosa de la
propia personalidad, de ser distinto; y se autoafirma constantemente frente a todo lo
que le rodea sintiéndose superior a los demás. El tema fundamental será, por lo
tanto, la soledad.
d. Rechazo de la realidad. El hombre romántico no está conforme consigo mismo y
con su realidad; se siente frustrado, inseguro. Ante esto adopta dos posturas: la
evasión, refugiándose en otras épocas como la Edad Media o en lugares lejanos
como Oriente; y la rebeldía, rechazando el mundo y la sociedad puesto que se opone
a la política, elogia a los marginados,…
e. La naturaleza. Aparece personificada. Los románticos prefieren los paisajes
nocturnos, las ruinas, los cementerios, el mar tempestuoso, etc.
f. El nacionalismo. Originado por el rechazo a la invasión napoleónica, provoca una
valoración positiva de todo lo local.
g. La libertad. En todos los aspectos de la vida. Se rechazan las reglas neoclásicas.
h. Lengua. Se utiliza un estilo vehemente, en el que predominan palabras relativas al
campo semántico de las emociones, y muy retórico: abundancia de adjetivos
(epítetos, en su mayoría), interrogaciones retóricas, hipérboles, comparaciones,
paralelismos,…
GÉNEROS, AUTORES Y OBRAS
Poesía
En ella predomina el tono amoroso y melancólico, la exaltación, el misterio, la
rebeldía contra las normas sociales y el hastío. Los ámbitos más frecuentes son la
noche, los lugares apartados, los cementerios, el mar embravecido, las tormentas. La
métrica es muy libre: no se somete a las estrofas y rimas tradicionales (polimetría).
José de Espronceda. En sus Poesías, exalta a tipos marginales: “Canción del pirata” o
protesta contra la sociedad: “El reo de muerte”. El estudiante de Salamanca narra los
crímenes de don Félix de Montemar cuya amada Elvira, abandonada por él, muere de
amor. El diablo mundo, poema inacabado en el que destaca el “Canto a Teresa”.
José Zorrilla. Escribe Leyendas, con temas tradicionales: “A buen juez, mejor testigo”.
Duque de Rivas. Publica Romances históricos, partiendo de leyendas medievales.
Gustavo Adolfo Bécquer. Romántico tardío (a partir de la segunda mitad del siglo
XIX). Escribe las Rimas, setenta y nueve poemas breves, en su mayoría asonantes y con
bastantes versos libres. Sus amigos las recopilaron como Libro de los gorriones. Los
temas se pueden agrupar en cuatro bloques: la poesía como inspiración innata, el amor
esperanzado y gozoso, el fracaso amoroso, y la soledad que lleva al pesimismo.
Rosalía de Castro. Romántica tardía, publica Cantares gallegos, escritos en Madrid
desde la añoranza por su tierra natal. En Follas novas, expresa el dolor y el desengaño
en lengua gallega. En su libro En las orillas del Sar, hay una atormentada confesión de
su intimidad, del sufrimiento ante el dolor, la injusticia humana, la muerte,…
Narrativa
Se escriben pocas novelas en España y por ello, se traducen muchas extranjeras.
El costumbrismo se manifiesta en el “cuadro de costumbres”, artículo breve y colorista
que refleja con frescura y gracia costumbres populares y los tipos más representativos;
un buen ejemplo: Escenas matritenses de Ramón de Mesonero Romanos. Destacan los
artículos de Mariano José de Larra, en los que manifiesta la insatisfacción y el dolor
que le producen la patria imperfecta, entre ellos: “El castellano viejo”, “Vuelva usted
mañana”, etc.; también escribe artículos políticos y de crítica literaria.
Enrique Gil y Carrasco. El señor de Bembibre, novela histórica.
Destacan las veintiocho Leyendas de Bécquer, en las que predomina el gusto por el
misterio, lo sobrenatural, el amor imposible,… Algunas de las más importantes: “El
monte de las ánimas”, “El rayo de luna”, “Maese Pérez el organista”,… También
escribe Desde mi celda, conjunto de cartas en las que reflexiona sobre la vida y el arte.
Teatro
Se rompe la regla de las tres unidades, se mezcla lo cómico con lo trágico y la
prosa con el verso, los versos son polimétricos. Obras apasionadas, llenas de peripecias,
que pretenden conmover. Temas legendarios, caballerescos, aventureros o históricos.
Francisco Martínez de la Rosa. La conjuración de Venecia, inicia la escena romántica.
Ángel Saavedra, duque de Rivas. Escribe el drama Don Álvaro o la fuerza del sino,
donde un amor desgraciado lleva a los protagonistas a un destino fatal.
José Zorrilla. Escribe Don Juan Tenorio. El protagonista apuesta conquistar a una
novicia, pero se enamora de ella. Mata al padre e invita a cenar a su estatua sepulcral y
cuando este va a llevárselo al infierno, doña Inés, ya muerta, salva el alma de don Juan.
Juan Eugenio Hartzenbusch escribe la famosa obra Los amantes de Teruel.
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