Como otros tantos intelectuales del país, Casullo debió exiliarse en

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El Senado de la Nación
Secretaria Parlamentaria
Dirección General de Publicaciones
(S-3653/08)
PROYECTO DE DECLARACION
El Senado de la Nación,
DECLARA:
- Su profundo pesar por el fallecimiento del Doctor en Filosofía,
escritor, docente, investigador, novelista y ensayista Nicolás Casullo,
prestigioso intelectual de nuestro medio que a través de numerosos
escritos supo transmitir la importancia que tiene para un pueblo la
recuperación de la memoria y la historia. Fue Director de la Maestría
de Comunicación y Cultura de la UBA y también Director de la revista
“Pensamiento de los Confines”, desde donde supo instalar sus ideas
contestatarias y una mirada crítica y profunda, cargada de compromiso
social, respecto de los paradigmas contemporáneos de la
globalización y la transnacionalización.
Daniel F. Filmus.FUNDAMENTOS
Señor Presidente:
Nicolás Casullo, escritor, ensayista, novelista fue un ser muy especial.
Comprometido desde siempre con las luchas sociales, autor del libro
“Paris 68”, producto de su experiencia en Paris cuando el Mayo
Francés, Casullo
debió dejar nuestro país como tantos otros
intelectuales, en 1974. Luego de un breve tiempo en Cuba, pasó por
Venezuela, para radicarse finalmente en México donde vivió hasta
1983, año en que regresó a nuestro país y época en que produjo
varios ensayos como “La comunicación, una democracia difícil”, “El
debate modernidad-posmodernidad”, “Modernidad y Cultura crítica” y
“Palabras a destiempo”. Numerosos ensayos fueron dedicados a la
importancia de la recuperación de la memoria, la historia y la
trayectoria de la lógica social de los pueblos, temas que jamás dejó de
apuntar, tanto en sus escritos como cuando ejercía la docencia.
Nicolás Casullo también se destacó como docente de la carrera de
Comunicación Social en la Universidad Nacional Buenos Aires y a lo
largo de esta trayectoria también supo abordar permanentemente su
compromiso con lo social, tal como lo pensaba desde antes del exilio y
también al volver al país. Sus obras reflejan un desarrollo crítico y
profundo de los paradigmas contemporáneos dominantes como la
globalización y la transnacionalización, afirmando que este sistema
lograba que una sociedad pudiera ser dominada por “poderes
secretos” en los que algunos grupos y el FMI, en nombre del
“Mercado”, podían tomar decisiones de espaldas a un pueblo. La
especulación del capital afirmaba, admite y permite la marginalidad
social generando así una exclusión “necesaria” que podía ser
“manejada” con la teoría de la aceptación. Nicolás Casullo afirmaba
que esta teoría, era la teoría de la gobernabilidad, que se trataba de
imponer una suerte de pacto en donde no se planeaba transformar
nada realmente, sino encontrar una forma adecuada de gobernar
sociedades, de administrar la crisis. El Estado, se convierte así en un
mero administrador, sea su gobierno de izquierda o de derecha y las
grandes teorías de cambio y transformación, son suplantadas para
reivindicar un capitalismo salvaje de altísima sensibilidad antisocial.
En el año 2004, Casullo es galardonado con el Premio Konex 2004 al
Ensayo Filosófico en el cual defiende lo que denominaba como
“crítica de la sospecha” o la “crítica radical” encarnada por Rousseau,
Karl Marx, Freud, Nietzsche, Graus y varios más que conformaban
parte del romanticismo de entonces. Sus obras dejaron translucir su
ser inconformista y como investigador incansable, supo expresar el
rechazo y disgusto que le provocaba la forma de discusión actual de la
condición social, histórica y humana, donde se inauguran tiempos
políticos teórico-reflexivos, dejando atrás la lógica de la transformación
para situar la lógica de la mera gobernabilidad de las sociedades.
Nicolás Casullo fue autor de varias novelas como “Para hacer el amor
en los parques” (1970), “El frutero de los ojos radiantes”(1984) y “La
Cátedra” (2000) y además, por el año 1998, incursionó en el ámbito
radial como uno de los animadores del programa “Carta Abierta”
desde donde se lucía con sus ideas polémicas utilizando como excusa
un partido de fútbol para hacer referencias a lo ideológico, lo político,
lo social o lo futbolero, aplicando todo tipo de miradas que hacían las
delicias de los oyentes pero también las de sus compañeros de mesa.
Señor Presidente, sirvan estas líneas a modo de homenaje a este
intelectual argentino. Por lo expuesto, solicito la aprobación de la
presente Declaración.
Daniel F. Filmus.-
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