9. Muisca 9 sep 2013

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Número 8, Septiembre del 2013
MEMORIAS DE LA SABANA
- Una conversación con Arcenio. Pag. 00
- Carta: De Blanca Nelly (Madrid - Cundinamarca)
para Vía Campesina (Brasil). Pag. 00
CONTENIDO
EDITORIAL. Pag. 00
VIDA MUNICIPAL
- El Páramo de Guerrero,
Vientre, Fuente de Agua, Luz y Vida. Pag. 00
- ¡Nos estan sacando la piedra!. Pag. 00
ORGANIZANDO...ANDO
- El estado maltrata a quien hoy le da de comer.
Pag. 00
- Olletazo solidario,
“Pongase la ruana en la sabana”. Pag. 00
- Encuentro Social y Popular Sabana,
Una Receta Para la construcción de Movimiento
Social Regional. Pag. 00
DICIENDO Y HACIENDO
- El diálogo, una propuesta pedagógica desde la
educación popular. Pag. 00
- Recorriendo caminos de quinua. Pag. 00
COSAS QUE PASAN
- Colombia, endosados a la gran minería. Pag. 00
- Reservas campesinas en Colombia. Pag. 00
PALABRA LIBERADA
- ¿Quién está detrás?. Pag. 00
- Recuerdos de la Humanidad. Pag. 00
PASATIEMPOS. Pag. 00
CARICATURAS. Pag. 00
CRÉDITOS
COORDINACIÓN GENERAL
Corporación Cactus
EDITOR GENERAL
Paulo Yesid Álvarez Gómez
(Corporación Cactus)
COMITÉ EDITORIAL
- Myriam Camacho
(Fuerza Femenina Popular)
- Handrea Cárdenas
(Semillero Investigación Vacatativá Colectivo Sie Niskua)
- Diana Pérez
(Asociación Herrera)
- Eduard Sarmiento Hidalgo
(JPZ - Juventud Pensante Zipaquirá)
DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN
2D Gráfica
“Proyecto Alimentación Sana y Desarrollo Sostenible para jóvenes, mujeres y sus familias en
la Sabana de Bogotá, Colombia” (IPGE370020BMZ-2011.1535.1).
CON EL APOYO DE
CARICATURA
Angela Caicedo - Daniel Galíndez - Yeisson Florez
Techo, tierra, trabajo, pan, salud,
educación y soberanía
Tomada de: comunicacionpatagonica.blogspot.com
Tomada de elsalmonurbano.blogspot.com
“Los campesinos están
arruinados por el Tratado
de Libre Comercio (TLC) y
por las importaciones”
Alfredo Molano, Julio del 2013
“Un ramo de flores de cien mil colores siento que
se vuelve todo mi país. Por los cuatro puntos van
apareciendo y me voy sintiendo feliz, muy feliz.
Veo por el norte lirios y azucenas, mantos de María,
rosas y astromelias por el occidente jazmines,
pompones, hortensias, cecilias, dalias, doncenones
y por todo el centro un lacito de amor”
Fotografía de Paulo Álvarez, Corporación CACTUS. Movilización 04 de Septiembre en
Madrid - Cund. Encuentro Social y Popular Sabana ESPS – Paro Nacional Agrario y Popular.
Jorge Velosa
Coordinación Editorial
Periódico Muisca
Diferentes procesos organizativos y movimientos sociales
en el país han orientado, trabajado y luchado por visibilizar
y posicionar de una manera u
otra, algunos con más énfasis
que otros y en diferentes momentos y formas de abordaje,
un tema que ha sido y es trasversal tanto en la realidad social, política y económica del
país, como en las realidades
y vidas cotidianas de las y los
colombianos: la tierra y el territorio.
Reflexionar sobre la difícil
y compleja realidad social, cultural, ambiental, política y económica por la que hoy atraviesa
el país, y aún, reflexionar sobre
cómo es y cómo se ha venido
configurando dicha realidad
para las y los habitantes de la
Sabana de Bogotá, así como
para las diferentes comunidades y pueblos del país, nos ha
conducido a pensar, escribir y
dialogar en el presente número del periódico Muisca, sobre
la tierra y el territorio como un
tema trasversal en la historia
de los pueblos y comunidades
en Colombia y, en particular,
trasversal en la configuración
del conflicto social, político y
armado del país.
Reflexionar sobre la tierra
y el territorio significa para el
país, para quienes convivimos
en él, reflexionar y cuestionarnos sobre la llamada “cuestión agraria”, significa cuestionarnos sobre la propiedad
de la tierra, sobre su llamada
función social, sobre su usufructo, sobre la configuración
de poder que representa su tenencia, sobre los modelos de
desarrollo, sobre los planes de
ordenamiento territorial, sobre
los procesos de urbanización
desmedida, sobre la mega explotación, sobre la protección
ambiental, sobre la calidad y la
dignidad de la vida en el campo
y en la ciudad… como también,
significa reflexionar y preguntarnos sobre las tensiones, propuestas, conflictos, violencias y
demás dinámicas sociales que
acompañan tan necesario e importante campo.
Es por esto que hoy compartimos con ustedes una serie de
artículos que abordan de manera particular, algunos desde
realidades organizativas, otros
locales, regionales, sectoriales
y nacionales, el tema de la tie-
rra y el territorio como lo son, la
explotación minera en Colombia y su expresión en la Sabana,
las tensiones sociales, políticas
y ambientales en el páramo de
guerrero, las experiencias y
movilizaciones organizativas
populares en las que se viene
trabajando por la construcción
de alternativas concretas para
el pueblo colombiano como lo
ha sido el Encuentro Social y
Popular Sabana, el Congreso
de los Pueblos, las Zonas de
Reserva Campesina y en general, los diferentes esfuerzos que
desde el trabajo organizativo
aportan a la formación crítica,
al cultivo sano de alimentos, al
debate político, a la cultura, al
arte, la música y a la construcción de tierra y territorio digno
para la vida.
Esperamos seguir trabajando
en la construcción de una herramienta comunicativa popular
para la construcción y dinamización de la cultura política,
del debate, la reflexión, el pensamiento crítico y la movilización social que aporte en las
diferentes organizaciones, movilizaciones y luchas sociales
que hoy se adelantan en el país.
Tomada de antifabogota.wordpress.com
Porque no queremos
que se repita esta
historia
¡Exigimos respeto con
las y los manifestantes
en el Paro Nacional
Agrario!
¡No a los abusos y
asesinatos por parte de
la fuerza pública!
Tomado de: http://contextosycoyunturas10.blogspot.com/
Fotografía de Camilo Guerrero. Asociación Herrera. Movilización 4 de Septiembre en Madrid
- Cund. Encuentro Social y Popular Sabana ESPS – Paro Nacional Agrario y Popular.
2
NOTA EDITORIAL: Desde la Coordinación Editorial del
periódico Muisca queremos presentar a ustedes la nueva sección
que aparecerá a partir del presente número: “Diciendo y Haciendo”.
En ella esperamos compartir por una parte, el aporte de diferentes
personas que han tenido experiencias significativas en el campo de
la educación y la comunicación popular de la mano con procesos
de organización social y comunitaria, que esperamos, representen
herramientas de trabajo, debate, reflexión y fortalecimiento
para las diferentes organizaciones sociales de la Sabana. Y por
otra parte, una serie de aportes prácticos de diversa índole que
pretenden aterrizar algunos de los temas que trabajamos a lo largo
del periódico como lo son para esta ocasión, la quinua en el marco
y el trabajo por la construcción de la soberanía alimentaria.
EL PÁRAMO DE GUERRERO
Vientre, Fuente de Agua, Luz y Vida
Tomada de Facebook - Red por el Páramo de Guerrero.
Por Eduard Sarmiento
Colectivo JPZ
Juventud Pensante Zipaquirá
[email protected]
Facebook: Colectivo Jpz
En Colombia, un país cuyos
habitantes vivimos orgullosos y
orgullosas de “nuestros recursos
naturales”, nos jactamos de tener
el mejor café del mundo mientras los cultivadores siembran a
pérdidas; de las esmeraldas que
han financiado por años los grupos paramilitares en Boyacá; de
nuestras frutas tipo exportación
para las delicias de europeos y
norteamericanos (no para nosotros); y de nuestras flores que
secan y envenenan la vida de la
Sabana de Bogotá y de su gente
trabajadora.
Ahora y como si fuera poco,
para sumar a la larga lista de orgullos, agregamos otro menos
conocido: somos el país con más
páramos del mundo, de hecho,
podemos decir que poco más de
la mitad de superficie de páramos en el planeta queda en nuestro país.
El páramo es considerado uno
de los ecosistemas más frágiles,
sufriendo desertificación por dos
causante principales: el cambio
climático y la intervención humana. Y es aquí donde viene un
elemento más para pensarnos el
orgullo patrio de los páramos:
tenemos el más deteriorado y
con más dinámica de desertificación: el Complejo Guerrero,
más conocido como el Páramo
de Guerrero.
Al norte de Cundinamarca e
incluso llegando hasta terrenos
de Buenavista-Boyacá; el Complejo Guerrero abarca territorio
en los municipios Subachoque,
Cogua, Pacho, San Cayetano,
Susa, Carmen de Carupa, Tausa,
Zipaquirá, entre otros. E incluye
cerros como el Socotá, Santuario, Colorado y páramos como el
Napa, Alto, Guargua y Laguna
Verde.
El complejo surte de agua a
municipios de la Sabana como
Cota, Chía, Cajicá, y en Bogotá,
a cerca de 1’600.000 habitantes
del norte y noroccidente de la
capital.
El Páramo de Guerrero en
cuanto al agua está integrado por
nueve cuencas. La cuenca con
mayor superficie confluye en el
embalse del Neusa, que entrega
agua a Nemocón, Zipaquirá, Cogua y se alimenta de las aguas
que aportan tres subcuencas: el
río Guandoque, río Cuevas y río
Las Juntas. Junto con el Neusa,
se consideran otros tres importantes afluentes: el Río Frío, el
Río Negro y el Río Ubaté.
También del Guerrero, además de una innumerable capacidad de generación de corrientes
subterráneas, que llegan incluso
hasta Tabio, Tenjo y Cota; se nutren acueductos veredales, entre
ellos, el conocido como SUCUNETA, que entrega sus aguas a
Sutatausa, Cucunubá, Nemocón
y Tausa.
Como vemos, en esa estrecha
relación que establecemos los
habitantes de la Sabana con el
Complejo de Guerrero, integral a
una naturaleza de la que a veces
ni nos sentimos parte, el agua parece ser el factor de importancia
humana. Sin embargo, la importancia para otras manifestaciones de vida también está dada.
El complejo es hogar de varias
especies únicas de frailejones,
pajonales y arbustos, albergando
a más de 106 especies vegetales.
Y aunque los grandes mamíferos
poco a poco han abandonado
este ecosistema, existen actualmente 21 especies reportadas,
ocho especies de anfibios (entre
ellos una tana que sólo vive en
Guerrero), un centenar de especies de aves (dos con peligro de
extinción local), algunos reptiles
(uno de los cuales está cerca de
las lista de especies en vía de extinción) e innumerables especies
de insectos y artrópodos.
Actualmente la intervención
humana y la explotación en éste
complejo, están dadas por tres
actividades productivas principales: la agricultura, la ganadería y la minería. Y, aunque en la
mitad del siglo pasado ya había
una colonización del páramo,
ésta no era tan agresiva con el
medio ambiente como lo es hoy.
Para entonces, hubo cultivos de
cebada y trigo que con el tiempo,
dieron lugar a la agroindustria de
la papa considerada hoy, como la
primera fuente de recursos económicos de la población.
Ahora bien, en cuanto a dicha
intervención humana, la dinámica social y ambiental comienza
por los pequeños productores
quienes no tienen suficiente dinero para invertir en la producción de papa, por lo que se ven
obligados a rentar sus predios
a grandes empresas (casi todas
asociadas a FEDEPAPA), a cambio de un salario y la “oportunidad” de trabajar sus tierras. Lo
que significa que, el campesino
o la campesina vive con lo que
a bien tenga el agroindustrial
pagarle, convirtiéndolo en un
asalariado más, llegando a condiciones de trabajo donde ni probar la papa que cultivaron se les
permite.
A ello, hay que sumarle los
efectos que al medio ambiente
le genera la agroindustria papera: varios pesticidas tóxicos que
respiran los campesinos, vertimiento de desechos plásticos y
químicos a los cuerpos de agua,
fertilizantes que envenenan la
tierra y los acuíferos subterráneos, el cambio de curso de ríos
y quebradas, y un ya previsible
desecamiento de un humedal.
La cadena sigue en tiempos
de “descanso”. Cuando se ha
cosechado la papa; ni la tierra,
Tomada de Facebook - Red por el Páramo de Guerrero.
3
Fotografía de: Johanna González. Ganadería en el Complejo Guerrero
ni el o la habitante del páramo
descansan. Es tiempo de traer la
maquinaria, remover la tierra y
sembrar pasto. Luego de haber
apretado la tierra con el tractor,
viene el ganado. Más de 100 mil
cabezas de la raza normando,
holstein y criollo, son distribuidas en la porción de páramo de
los municipios de Zipaquirá, Cogua, Carmen de Carupa y Tausa.
Junto al ganado, la carne de
Búfalo, ahora utilizada por algunos restaurantes “in” de Bogotá;
tienen su huella en los páramos.
Al ser animales mucho más pesados que las razas anteriormente nombradas, pisan la tierra, la
compactan y unidos a los surcos
mal diseñados en algunas ocasiones por los paperos; impiden la
circulación natural de nutrientes
erosionando más rápidamente la
tierra. Y como los negociantes
de la papa y el ganado no son los
dueños de muchos predios, eso
poco importa; ya conseguirán
nuevos pequeños propietarios
que les arrienden tierras fértiles.
La tierra se seca, se erosiona
y en vez de páramo tendremos
un desierto. Pero lo que a simple
vista es evidente, no es muy diferente de lo que sucede debajo
del suelo.
Del Páramo de Guerrero salen mensualmente más de 12
mil toneladas de Carbón, según
Conservación Internacional “De
este volumen, el 48% es para uso
térmico, el 25% es coquizable
(apto para su mejoramiento) o
metalúrgico, y el 27% es antracita. Este último tipo de carbón es
producido principalmente en los
municipios de Cogua y Zipaquirá y se utiliza en filtros para el
tratamiento de agua”.
La presencia de 10 multinacionales mineras en la región
habla del potencial y de la calidad térmica del carbón en el
sector zipaquireño del Páramo.
Algunas ya tienen oficinas en la
ciudad como MINMINER y han
dejado varias denuncias que vale
la pena puntualizar. Entre ellas,
la construcción de boca-túneles
de minas de carbón a menos
de 15 pasos de nacimientos de
agua en Zipaquirá y Rio Frio; la
compra de grandes extensiones
de montañas en Cogua por parte de una Multinacional Hindú
para explotar carbón; y las demandas interpuestas por la CAR
para cerca de 29 títulos mineros
ubicados en los sectores Laguna Verde y Guargua. Junto a las
cuales, se prevé más de un centenar de acciones legales contra
los grandes carboneros, esto, sin
mencionar las explotaciones de
arcilla y hierro.
Podría pensarse que una región con tanto recurso natural
debería gozar de prosperidad y
conciencia de protección, pero
es todo lo contrario; los conflictos sociales y ambientales están
más agudizados que nunca. La
población actual del sector rural registra un alto grado de necesidades básicas insatisfechas
(NBI), particularmente en San
Cayetano y Carmen de Carupa
(52,8% y 46,8%, respectivamente).
Al vivir relativamente lejos
de otras fuentes de empleo, las
campesinas y campesinos se ven
avocados a trabajar en agricultura, ganadería o minería. Quienes
habitan el Páramo de Guerrero
son en cada uno de sus municipios quienes menor acceso a
¡NOS ESTAN SACANDO LA PIEDRA!
El extractivismo minero en Cundinamarca y Bogotá
Por: Creciente Popular
colectivocomancipar.
blogspot.com
El tema de la minería usualmente ha sido tratado en zonas
alejadas del centro del país y
asociado a conflictos que afectan
directamente a poblaciones rurales. El departamento de Cundinamarca, a pesar de no figurar
permanentemente en los escándalos cada vez más comunes
sobre minería (pese a que si los
hay en este territorio), atraviesa
por una profunda problemática
en torno al tema de la extracción
de minerales.
En el departamento de Cundinamarca, según el Ministerio de
4
Minas y Energía, hay un total de
1.125 títulos mineros legales que
se distribuyen según el material
explotado así:
Mineral
Materiales de
construcción
Carbón
Arcilla
Esmeralda
Hierro
Material de arrastre
Sal
Otros
Títulos
394
291
226
102
20
15
9
68
Además de ello, según el
mismo ministerio, existen otras
1.321 solicitudes de explotación
sin pasar revista sobre los graves
daños ambientales que ha generado dicha actividad productiva
en el departamento. Entre otras
y sin consideraciones de tipo social, según el Ministerio de Ambiente, 82 de dichos títulos están
ubicados en Zonas de Reserva
Forestal como los páramos, las
regalías que dejan a los municipios son irrisorias y el daño ambiental causado es irreparable.
El departamento de Cundinamarca viene siendo explotado,
tal y como se puede observar en
la tabla de títulos mineros, principalmente para la explotación
de material de construcción: un
proyecto de desarrollo basado en
el cemento tiene que extraer de
educación y servicios de salud
tienen. Su realidad tampoco es
reflejada, los medios masivos
de comunicación no llegan. No
hay dinámicas organizativas y
algunos líderes comunales terminan siendo cooptados por la
politiquería local en tiempos
electorales. Y para completar el
panorama la Corporación Autónoma Regional - CAR, a través
del acuerdo 22 del 2009, pretende desalojar el Páramo.
¿Y los campesinos? ¿Los pequeños productores de más de
150 años de tradición en el páramo? ¿Deberán vender sus predios? ¿Quién se los comprará?
¿A que precio? ¿Con que intención?
Casi todo lo que se está haciendo por el páramo viene de
agentes externos, Conservación
Internacional, Grupo Páramo,
Red por el Páramo de Guerrero,
Asociación de la Montañas Andinas (AMA), la CAR.
Poco a poco los pobladores y
pobladoras despertamos, vemos
nuestros cerros y pensamos en
su protección y la del campesinado colombiano.
¡Hay que hacer algo! ¡Ya hay
redes! ¡Organizaciones locales!
¡Búsquelas! Si la cuestión es de
orgullo patrio: ¡infórmese y participe!
algún lugar las materias primas
y se ha encontrado en el departamento una buena reserva.
¿Cuánto nos cuesta el progreso? Se pregunta la Red de
Comunicación Regional Bogotá-Sabana, y la pregunta no es
menor: más allá de los balances
entre aumento del PIB gracias a
la minería, la generación de empleos y los mínimos impuestos
que se le cobran a las empresas
mineras, existe una problemática
mucho más profunda que tiene
que ver con las afectaciones ecosistémicas que supone la explotación minera y el costo social
que ya está cobrando.
“La excesiva explotación de
las canteras trae un impacto
ambiental alto, debido a la
perdida de las montañas y
los cambios climáticos que
Fotografía de Handrea Cárdenas – Laguna de la Herrera, municipio de Madrid - Cundinamarca
esto representa ya que si las
montañas no están, cambiará
el orden natural de las lluvias;
el cambio del cauce natural
de riachuelos y quebradas
ocasionan inundaciones. Cual
si esto fuera poco, también
genera el desplazamiento de
miles de familias que habitan
estos territorios, familias que
en una porción considerable ya
han sido desplazadas de otras
regiones del país.”1
La idea de aumentar la productividad a costa del daño ambiental y social, es una característica propia del capitalismo y
es por esto mismo que la solución a los problemas ambientales, sociales y a las consecuencias de la explotación minera,
no podrá darse en el marco del
mismo capitalismo, es necesaria
y urgente otra forma de producir
la sociedad, pero ésta tendrá que
ser gestada, no por los gobernantes que defienden a las multinacionales y su saqueo; tendrán
que parirla quienes han sufrido
los daños: los obreros y obreras,
los campesinos, campesinas, indígenas, estudiantes, maestros y
las gentes más humildes y explotadas.
¿Minería en Bogotá?
Pareciera un chiste de mal
gusto que una serie de empresas
mineras realizaran una explotación inadecuada, torpe y ambiciosa, generando unos huecos
enormes de más de cuarenta
metros de profundidad en medio
de una ciudad de más de ocho
millones de habitantes. Que un
rio que pasa por allí en una de
sus crecientes halla inundado dichos huecos llenándolos de agua
que, estancada y con el tiempo,
empieza a generar un olor fétido
que afecta a las poblaciones aledañas y que para colmo, las empresas responsables demandarán
al gobierno de la ciudad por todo
ello. No es cuento, esto pasa en
Bogotá.
Al sur de la capital existen
107 canteras que explotan material para construcción, de ellas
solo 7 están autorizadas para realizar tal actividad productiva. A
mediados de la década de 1940
inició la explotación liderada
por Cementos Samper sobre la
cuenca del rio Tunjuelo al sur de
la ciudad de Bogotá, cuando esa
zona se encontraba desprovista
de población.
Conforme el valor del suelo
fue en aumento, las gentes más
humildes, que llegaban a la ciudad producto de la difícil situación de guerra y económica que
vivía el campo, se fueron ubicando en dichas zonas, alejadas
de la ciudad y en condiciones
lamentables. Poco a poco la urbanización creciente hizo que tal
como la fotografía muestra, la
explotación de minerales quedara en medio de los barrios.
Tres compañías pisan actualmente el suelo y continúan explotando este territorio: Cemex
(Cementos Mejicanos), Holcim
(Multinacional Suiza) y la fundación San Antonio (propiedad
de la Arquidiócesis de Bogotá).
Los procesos productivos llevados a cabo por estas compañías,
al borde del rio Tunjuelo, hicieron que en el 2002, en época
de lluvias, el rio se desbordara
inundando más de 600 casas.
Para prevenir una crisis mayor,
el acueducto autorizó romper los
jarillones y desviar el cauce del
río inundando las cárcavas, unos
huecos enormes que las compañías mineras realizaban para extraer el material de construcción.
Hoy, diez años después, el
agua que inundó dichos huecos
sigue allí y mantiene no solo ratas e insectos que transitan entre
las cárcavas y los barrios populares de su alrededor, sino que
además desprende un olor fétido que puede y está generando
daños a la salud de la población
circundante.
Pero no solo los huecos enormes de los que hablamos tienen
a la población sufriendo las consecuencias de la explotación minera. El 20 de mayo de 2009 en
horas de la madrugada, una remoción de tierra que provenía de
la mina Tunjuelo, propiedad de
la multinacional Cemex, arrastró unos dos millones de metros
cúbicos de tierra. Dada la cercanía que tiene la mina de los barrios populares circundantes, el
fenómeno logró afectar el área
urbana generando una remoción
de los suelos sobre los cuales se
encontraban las casas de los habitantes del barrio Villa Jakie, y
tuvieron que ser evacuadas de la
zona 100 familias de 82 predios.
La explotación minera acabó
con el barrio.
Entre muchas otras y sin
contar con las pésimas condiciones laborales de los obreros
que son contratados como mano
de obra barata y con contratos
flexibles… de este talante son
las consecuencias de la explotación minera en Bogotá y Cundinamarca; existen una cantidad
importante de pleitos jurídicos
pero las políticas en materia de
minería las hacen los abogados
que antes o después tienen un
cargo importante en alguna de
las mismas multinacionales que
explotan estos suelos. Una vez
más son la dignidad y voluntad
de las personas organizadas las
únicas que pueden ponerle fin
a los dramáticos efectos de la
explotación minera en Bogotá,
Cundinamarca y el país.
1. Red Juvenil Itoco. Documento de
trabajo. Recorrido por el sur de Bogotá.
Cuenca del Río Tunjuelo.
Fotografía de Leonardo Luna. Sabana de Bogotá
5
ENCUENTRO SOCIAL
Y POPULAR SABANA
Una receta para la construcción
de Movimiento Social Regional
Antes de empezar a reunir los
ingredientes recuerde:
“La Madre Tierra es de quien la
cuida, los territorios son de los
pueblos, la soberanía es popular”
Congreso de los Pueblos
Ingredientes
• Entre 3 y 10 sectores sociales.
(Entre más: mejor sazón. ¡Pero bien
organizados!)
• 8 libras de poblaciones.
(Preferiblemente de comunidades o
trabajadores)
• 50 libras de ejes temáticos, ideas
o propuestas bien cualificadas.
• 2 pizcas de amor colectivo.
• 5 mazorcas tiernas mezcladas en
una sola pero colorida bandera.
• 1 frasco de conciencia y
consecuencia.
• 1 manojo de fuerza. (¡Siempre es
necesaria!)
• Un guiso de parranda, integración
y reconocimiento.
• Condimentos al gusto mezclados
con identidad de clase. (¡Es clave!)
• 5 Cucharadas de coyuntura y 5 de
lectura crítica de la realidad.
Preparación
El primer paso es machacar y rayar la coyuntura nacional y regional,
crucial para entender la contradicción política, social, económica, ambiental y cultural, que históricamente
viene fortaleciéndose por medio del
modelo de desarrollo neoliberal a
favor del imperialismo de los países
del norte.
Fíjese que bien machacando lo
que nos queda es básicamente es un
gobierno aparentemente más concertador pero que trabaja por una
fuerte incidencia internacional para
lograr una imagen positiva y llevar
a cabo sus principales proyectos: el
Plan Nacional de Desarrollo, la reprimarización de la economía, los
monocultivos para la exportación,
la profundización de la flexibilización laboral, el fortalecimiento del
sector financiero privado, la firma de
los Tratados de Libre Comercio y las
propuestas de paz sin soluciones de
fondo para el país.
Cuando identifique colectivamente que en la olla se está cocinando
este fatal contexto y para aumentar
la indignación, súmele lo que pasa
en Bogotá y la región de la Sabana
como en el centro de Colombia, no
solo geográfica sino económicamente, por la concentración de la produc6
ción, el comercio y la urbanización;
un territorio con grandes cambios
que impactan directamente a la población, mediante los precarios empleos, la informalidad, el creciente
desempleo, la bancarización, el endeudamiento, el encarecimiento de
la vida, el despojo de sus lugares de
vida, el daño al medio ambiente, la
violencia en los barrios periféricos,
la marginación, la segregación social
y la privatización de los servicios sociales y las empresas comunitarias.
Pero tranquilícese, si ve que la
comida la están acaparando los de
siempre, no se preocupe que ya hay
siembra y cosecha propia de los pueblos y además, se están adobando
con muy buena sazón los Planes de
Vida Regionales, con el sabor exquisito y característico de todas las
regiones de nuestro país.
Así que siga cortando, picando,
pelando y desmenuzando las tensiones que siguen existiendo por la defensa de los territorios contra la extracción de recursos naturales por el
capital extranjero y nacional. Lave
muy bien las reivindicaciones sectoriales y mucho cuidado con dejarse
contaminar por la socialdemocracia,
estas bacterias son letales.
Finalmente añádale la pizca revolucionaria de diferentes expresiones
sociales para que existan mayores
niveles de organización social aglutinados principalmente en nuestro
plato fuerte regional: El Encuentro
Social Y Popular Sabana-ESPS.
Este plato es originario de la
región Cundinamarqués y pretende deleitar a sus comensales con la
construcción de escenarios de comunicación, arte, investigación, formación, movilización y propuestas
políticas desde la construcción de
poder popular. Por ende ha sido necesario abrir espacios para conocer,
debatir e indagar por dichos procesos
de reconfiguración espacial. Esta receta empezó el adobo desde el 2007,
reconociendo la cocina ancestral de
520 años de resistencia indígena y
200 años de lucha popular, donde
diversas organizaciones sociales de
la región han venido encontrándose
y consolidando un escenario de movilización que articule reflexiones y
propuestas ante dichas realidades.
El Encuentro Social y Popular
Sabana – ESPS - ha logrado vincular en su caminar a distintos sectores
y comunidades de la región desde
sus preocupaciones, saberes y capacidades. En este camino de articulación y movilización hemos atravesado distintos momentos de acuerdo a
las necesidades de las organizaciones
sociales y a la misma realidad que día
a día nos genera tanto oportunidades
como dificultades y adversidades.
Esta receta, que no es la única
ni pretende serlo, se ha constituido
como un referente en la posibilidad
de alimentar experiencias, integrar
saberes, encauzar esfuerzos y encontrar puntos de análisis y trabajo
conjunto; reconociendo siempre que
el reto es grande ante las condiciones
de alienación, dominación, individualismo y fragmentación, que han
venido sosteniendo las lógicas del
capitalismo sobre los sujetos y comunidades.
De tal forma la cocina es buena
pero charladita: con encuentros, conversas y movilizaciones, reflexionando y madurando en nuestro proceso,
buscando las mejores formas y métodos para alcanzar nuestros objetivos.
Así, hoy entendemos que la construcción de movimiento social pasa
por reconocer las experiencias, por
generar acuerdos políticos para el
trabajo colectivo y por propiciar espacios en donde la diferencia pueda
manifestarse en el diálogo, el argumento y el debate.
Como pueden oler y saborear
esto es de la más alta cocina. Son
ambiciosos nuestros propósitos y no
son para llevarlos a cabo en una sola
cena, esto requiere incorporarlo en la
cocina diaria, que sean nuestros ojos
o lentes, una forma de ver, entender y
sobre todo, vivir el mundo y nuestra
cotidianidad. Es importante no dejar de practicarlo en diálogo con la
teoría culinaria (social) y no importa
que la receta pase de generación en
generación: se irá perfeccionando
con el paso de los años.
Así que no se lave las manos pa’
cocinar, métalas a la olla llenas de
tierra y sudor, porque no hemos acabado, no está permitido abandonar la
cocinada, no se puede dejar sin comida al pueblo sabanero. Claro está
que si gusta puede usted tomarse una
totumadita de chica y sentarse a descansar tantico.
Ahora sí. Siga cocinando los ejes
temáticos del ESPS: 1) Ambiente y
territorio, 2) Trabajo, 3) Educación,
4) Militarización y derechos humanos, y todos los que se puedan seguir
agregando con mucha responsabilidad. Éstos se irán descongelando
poco a poco, con “paciencia y un
palito”.
Usted va a darse cuenta que después de deleitarse con este plato
–ESPS-, va a querer hacer parte de
su preparación, porque este trabajo
demuestra que se puede superar el
individualismo y el egoísmo para
construir alternativas reales de vida
digna en el territorio.
Consejos Finales
La costumbre es servir el plato
bien caliente, organizado y consecuente con mujeres y hombres nuevos. Éstos trabajarán día a día por
tener los territorios liberados de multinacionales que se comen todo lo
que con sudor y trabajo construyen
los pueblos.
La movilización social es nuestro
imperativo político y organizativo,
por ello servimos muchos platos y
abrimos un espacio de encuentro que
motive nuestro andar.
Es muy importante que a la hora
de servir, tengamos aderezos de dignidad. Recuerde que esa no se vende,
al igual que la tierra, el agua, los alimentos…
Y ya para terminar o más bien
para comenzar, es muy importante
que la cena se haga como se hace en
Colombia: en olla comunitaria, en la
cuadra, en el barrio, en las veredas,
de forma colectiva, popular, compartida y como lo hacen las abuelas:
con mucho amor!
Comisión Política ESPS.
UNA CONVERSACIÓN
CON ARCENIO
Handrea Cárdenas
Sie Niskua
Semillero Vacatativá
Nos encontramos con don
Arcenio en un bus entre Funza y
Facatativá, de esos que cubren la
ruta por Siberia hasta el Portal de
la 80. Don Arcenio paga arriendo en Cartagenita, un barrio popular a las afueras de Facatativá,
la herencia que le dejó su padre
no sobrepasa las dos fanegadas
de tierra y debe ser repartido con
sus hermanos. Venía de trabajar
y de tomar unas cervezas, algo
que supe cuando empezamos a
hablar, entre los olores del transporte público y nuestros aromas
propios.
Conozca usted las realidades
de Don Arcenio… conozca usted
las realidades sabaneras:
“A mí me dio un guayabo esta
tarde, que no, que tenía que pagar 270 mil pesos. Un viejo que
es hermano del patrón, es como
Ministro; Pero llamamos al propio patrón que es dueño de la
plata y me dijo que me arreglaba
el viernes.”
¿Y eso cómo fue, que le pasó?
Yo trabajo aquí en Funza, y
eso aproximadamente eran total, con las que están sacando…
unas 5.000 cargas, eso es hartísimo, ya están sacando la papa,
comenzaron el miércoles, todos
los días entran 4 o 5 camiones.
La que yo estaba cuidando la
vez pasada gastaron 8 semanas
entre 40 obreros y no se perdió
nada, y ahora si me la quieren
montar, fuera que fuera un chino, yo ya no me aguanto eso.
¿Pero sumercé también trabajo ahí sembrando?
No, yo estaba de celador de
la papa, bulto que quedaba bulto que me tocaba responder. Un
viernes cargaron como que 8
camiones y quedo como que 800
bultos ahí votados, dije vengan y
hagan cuentas y dijeron no, con
usted no hay problema, y solo
cuidando todo, hubieran dado
un arma de fuego, solo tenía una
Tomada de http://twicsy.com/i/h3iZad
macheta que logré pedirle y me
la entregó, más no. Ahora ahí se
quedó esa papa botada, parece
que mandaban un celador ahora. Imagínese cuidando de día y
de noche, de domingo a domingo.
¿Y sumercé donde siembra?
Yo hecho azadón en Subachoque, tengo un hermano que
es administrador, se siembra
papa, lo mismo, se siembra harta, el siembro que hay donde ese
patrón creo que alcanza para
el resto del año... Me vine para
acá, pa no joderme y mire. Me
dieron esa noticia y me puse a
chillar de la rabia, no me hubiera jodido y ese frio que ha hecho
estos días, por lo menos antier
como a las 3 de la tarde estaba
peor que si estuviera cayendo
hielo.
Mañana me voy pa Faca o
llamo y me voy pa Subachoque
y sé que por la tarde llego donde
la mujer, toca madrugar a Faca
porque a uno lo llevan.
¿Cuantas personas llevan?
Esa gente está llevando
aproximadamente unas 100 personas, el camión lleva para coger arveja, pa fumigar y pal azadón, es una sola contrata de un
solo patrón que tiene su carrito.
Como ahorita que están sacando criolla está valiendo, ahí esta
la plata, a 260 la carga, o sea
a 130 el bulto, eso sí que salga
bien seleccionadita, ya uno ya
sabe el trabajo de la papa.
¿Sumercé ha trabajado toda la
vida en Papa?
Papa y ordeño. Cuando vivíamos en Bermeo (Vereda de
Facatativá) nosotros trabajábamos al ordeño, a la agricultura,
lo que salga, la papa, nosotros
hacíamos contratos de siembra,
deshierbe de papa, dábamos alimentación. Hacíamos el contrato, me llamo el patrón y me dijo
hágame este trabajo, bueno vale
tanto, y llegamos a un acuerdo y
bueno, si yo contrataba la gente
e íbamos y hacíamos el trabajo,
la alimentación yo la daba, 3
días en la semana les daba carne
en la comida.
¿Y cómo está el siembro en
Bermeo?
Está muy poco el siembreo
pero debe ser que hay poca
agua, primero sembraban harto arveja, pero muy poco están
sembrando, nosotros ayudamos.
Mi padre llevó piedra para esa
escuela, ayudó a fuerza el natal
de Facatativá, murió de 58 años
y yo voy para 66. Me he jodido
mucho, he estado en Ubaté derribando madera, en Villavicencio… yo para el azadón era un
duro, yo cuadraba mi cuadrilla
de contratos, yo fui contratista,
me pagaban el tajo, no me ponía
por allá en tiendas. Yo llegaba
a Faca y me decían dónde, y el
que me hacía un mal, ya no iba
más.
Les pagaba en el tajo, no les
pagaba en tienda, hay mismo les
pagaba, el patrón me pagaba y
yo les daba, si se la jartan no
es culpa mía, pero vamos a tomarnos una. Yo era un duro pal
azadón también, de papa buena
me saco unos 25 o 30 bultos día.
Donde el hermano me alcancé a sacar 24 bultos, se paga a
6.000 la carga, que son 2 bultos.
24 bultos: 12 cargas, eso son
70.000.
uno carga su bulto, allá no, allá
es todos reunidos.
Trabajé en la entrada de
Faca, yo ordeñaba a las 5 de
la mañana, entregaba la primer
leche en faca y arrancaba pa la
Selva (Vereda de Facatativá) a
recoger otras leches en una zorra, a las 8 estaba volviendo de
allá que eso es lejos, todos los
18 años, el patrón quiso usar
de las hijas mías, toco salir y
amenazarlo con un cuchillo, el
viejo sacó el maso, pero me saco
de totasao, si no que yo acaté
como a los 3 años, apenas me
dio 400.000 por no haber acatado en la mente, las hijas mías
habían podido ayudar y hubiera
tenido pa un lote, por eso es que
no tengo nada.
Cuidaba el negocio, no había
contrato. Era un trabajo bien
duro, he sido trabajador bueno,
como tampoco me gusta joder la
gente ni nada, no me gustan las
peleas.
¿Cuantas vacas tenía que ordeñar?
Diez vacas y a las cinco
arrancaba yo, me tocaba ponerle una linterna a la zorra
amarrada pa salir y arrancaba,
llegaba allá, medía la leche, la
ensayaba porque la leche hay
que ensayarla, que no se corte
y entregaba, voliaba los fondos
y tomaba tinto y arrancaba pal
otro lado, llegaba a las siete, o
siete y cuarto arriba a la Selva,
en varias partes me deban desayuno y de paca otra vez baje,
ensayaba leche, todo arriba, y
llegaba a las ocho, ocho y media el día martes.
Tomada de www.lapatria.com
¿Y luego dejaron de salir esas
contratas?
No, todavía hay, sino que yo
ya por los años… es que estado muy enfermo ya, yo todavía
trabajo. Yo donde voy, donde el
hermano mío allá, la gente todos
sacan, pero entonces entre todos
se reúnen y se carga la papa o
sea ponen boliadores; yo entonces les boleo la papa, les hecho
el bulto al hombro. No es como
por acá donde estoy, que cada
7
CARTA: De Blanca Nelly (Madrid - Cundinamarca)
para Vía Campesina (Brasil)
La siguiente carta que hoy
compartimos con ustedes, hace
parte del curso “Apropiación
creativa de las tecnologías de la
información y la comunicación”,
realizado entre julio de 2012 y
julio de 2013 con la Escuela de
mujeres de la Asociación Herrera
en convenio con la Universidad
Javeriana.
Este fue un proceso de alfabetización con mujeres adultas que
nos dejó muchas enseñanzas y
experiencias, entre ellas, observar cómo surgen diversos retos
para las mujeres en la apropiación de las tecnologías digitales
en todos los niveles: desde la tenencia de los recursos para el acceso material a la infraestructura
y a los aparatos digitales, hasta el
desarrollo de habilidades para la
apropiación de estas herramientas.
A través de este proceso hemos podido evidenciar como se
abren las puertas a otras formas
de comunicación, de resignificación de la identidad, de expresión, de acceso, de denuncia, de
conexión, de investigación, de
conocimiento y sobre todo, de
potenciación de los procesos formativos y organizativos.
8
De igual manera, ésta y otras
6 cartas, fueron parte del resultado de un proceso de acompañamiento a las mujeres que hicieron
posible este proyecto y que sin
duda, poco a poco, fueron comprendiendo y re- significando
problemáticas relacionadas con
la tierra, el agro, la educación y
las desigualdades laborales. Nos
permitió re- significar diferentes
luchas que se gestan en otros lugares y fortalecer la subjetividad
de estas mujeres; la subjetividad
política relacionada con el territorio, con las relaciones que allí
se tejen y que se evidencian en
la solidaridad, en el acompañamiento y en el compromiso constante con los diferentes procesos
organizativos que se construyen
en la Sabana de Bogotá y con espacios que pretenden reinventar
un territorio con relaciones diferentes de ser y estar en el mundo.
Agradecemos el ejemplo de
éstas mujeres y esperamos sea un
fuerte impulso para que sigamos
trabajando en la construcción de
una Sabana para todos y todas.
Asociación Herrera
asociació[email protected]
“El estudio no se mide por el número de páginas leídas en una
noche, ni por la cantidad de libros leídos en un semestre. Estudiar
no es un acto de consumir ideas, sino de crearlas y recrearlas.”
Paulo Freire
EL DIÁLOGO, UNA PROPUESTA PEDAGÓGICA DESDE
LA EDUCACIÓN POPULAR
tividad, al igual que preparar los
contenidos, nos preocupamos
por indagar ¿qué saben?, ¿qué
experiencias han tenido?, ¿qué
interrogantes tienen las personas
al respecto?
Porque este es el punto de
partida del diálogo en educación: el reconocimiento y valoración de la historia, la cultura,
los saberes, las experiencias
de las otras personas; claro
que desde una actitud crítica;
es desde ahí desde donde se
deben pensar los contenidos
y diseñar las actividades para
trabajar lo que Vigotsky llama
la Zona de Desarrollo Próximo.
Tomado de poderparlante.org
Lola Cendales González
Educadora Popular
El Diálogo nos remite a los
planteamientos de Paulo Freire, educador brasilero, quien
parte de hacer una crítica a la
educación de su tiempo, caracterizándola como “educación
bancaria”, destinada a depositar
conocimientos en la cabeza de
los educandos, a domesticar las
conciencias, a condenar al quietismo y la pasividad, y como
alternativa plantea la educación
liberadora, hoy educación popular que va a tener en el diálogo la
esencia y el centro de su planteamiento pedagógico.
Aquí tendríamos que diferenciar el diálogo como conversación informal -donde también
puede haber aprendizajes (y si
no, recordemos de cuántas cosas nos hemos enterado y cuánto
hemos aprendido viajando en un
bus o compartiendo un tinto…)y el diálogo en educación, que
como tal tiene que ser planeado,
tener unos objetivos y una intencionalidad. Este tipo de diálogo,
que es al cual nos referimos, se
plantea desde una concepción de
educación, desde una propuesta
pedagógica que tiene que concretarse en el quehacer de educadores/as, que en nuestro caso trabaja con grupos y comunidades.
Y esto no es fácil: primero, porque para muchos de nosotros/as,
las experiencias educativas en el
hogar y en la escuela…., no han
sido propiamente dialógicas. Y
sabemos que en nuestras actuaciones a veces pesan más esas
huellas que la formación profesional recibida; segundo, porque
fuimos formados/as en versiones
únicas, en verdades inamovibles
y además nos hicieron pensar
que teníamos la verdad, para llevarla a los grupos y a las comunidades y así convertirnos en sus
salvadores/as; tercero, porque el
diálogo se da entre diferentes y
desiguales: diferentes versiones
sobre una misma realidad, diferentes niveles educativos, diferentes intereses, lo cual genera
conflictos que muchas veces no
estamos en condiciones de manejar.
Y sin que esto se pueda generalizar, pues hay honrosas y estimulantes experiencias tanto de
personas como de instituciones,
también es necesario reconocer
que en uno u otro caso es necesario tomar conciencia de lo que
estamos haciendo, problematizar la práctica para no caer en la
rutina o en la autocomplacencia.
Podríamos empezar por preguntarnos: ¿conocemos el contexto y la cultura de las personas
y los grupos con los cuales trabajamos?, ¿cómo perciben e interpretan ellos/as su propia situación?. Cuando vamos a trabajar
una temática o a realizar una ac-
En la relación presencial que
se establece con los grupos y las
comunidades entran en juego
emociones, saberes e intereses;
también hay otro tipo de mensajes y lecturas verbales y no
verbales que van más allá de los
temas o de las actividades que
realizamos o pretendemos realizar; y es porque el diálogo no es
sólo sobre algo, sino fundamentalmente con alguien, con personas y entre personas.
En el diálogo (precisamente
por lo anterior) se presentan diferencias y desigualdades: otras
interpretaciones, otras maneras
de percibir una misma realidad
que para el educador se convierten en posibilidades de análisis;
en posibilidades de que cada
quien argumente su propia opinión, su propia versión y es ahí
donde los nuevos elementos
pueden entrar a formar parte de
la trama de significados que se
quieren construir; y es ahí donde
se contribuye a formar un pensamiento autónomo y, en definitiva, una ciudadanía crítica.
El diálogo en educación requiere investigación, preparación temática, diseño de un
proceso, prever cómo se van a
trabajar los problemas, las experiencias e interrogantes de las
personas que participan, pero
además requiere construir una
situación dialógica, una base de
confianza, de respeto al otro, de
solidaridad, pues de lo contrario,
¿quién se atrevería a plantear o a
expresar una opinión o una posición diferente?
En el diálogo hay que tener
en cuenta la actitud del educador; que se expresa en parte en
el saber escuchar. En el diálogo,
el silencio es la condición y el
ejercicio que tenemos que hacer
para poder hablar; el derecho a
la palabra hay que ganarlo; en el
silencio productivo que supone
escuchar al otro y dialogar con
uno mismo. El diálogo no es
algo que surja natural; trabajar
en forma dialógica con los grupos y comunidades es el resultado de la formación recibida, pero
también de las convicciones y
de una disposición interior que
no se improvisa; es algo que no
podemos realizar con grupos y
comunidades, cuando no forma
parte de nuestras inquietudes,
nuestras búsquedas y en definitiva cuando no forma parte de
nuestra propia vida.
Tomado de Facebook, comunidad Maiz Somos
9
RECORRIENDO
CAMINOS DE QUINUA
Monica R. Figueroa P.
Ingeniera Agricola
Corporación Cactus
Es el único seudo - cereal
que posee los 21 aminoácidos
que benefician al cuerpo humano y que previene el cáncer
de mama, la osteoporosis, enfermedades del corazón y otras
alteraciones femeninas ocasionadas por la falta de estrógenos durante la menopausia.
No tiene colesterol, no forma
grasas en el organismo, no engorda y es de fácil digestión;
razón por la cual los médicos
lo recomiendan en dietas para
disminuir rápidamente los niveles de colesterol y triglicéridos.
No solamente es útil para
las mujeres mayores sino también para los niños, pues los
ayuda en su desarrollo y crecimiento, conserva el calor y
la energía del organismo y es
benéfico para niños que sufren
de obesidad.
Además es fácil de digerir
ya que puede ser procesada en
15 o 20 minutos y hace parte
de una dieta completa, sana y
balanceada.
La Quinua posee mayor
contenido de minerales que los
cereales y granos, como Fósforo, Potasio, Magnesio y Calcio
entre otros. Se caracteriza más
que por la cantidad, por la ca-
Tomado de: www.cipamericas.org
lidad de sus proteínas debido
a los aminoácidos esenciales
que contiene como: la Isoleucina, Leucina, Lisina, Metionina, Fenilalamina, Treonina,
Triftofano y Valina.
De igual forma se ha
convertido en una alternativa
para las personas que sufren de
intolerancia al gluten y deben
dejar de consumir la mayoría
de los productos hechos de
trigo.
Fuente:
http://www.colombia.com/
gastronomia
DATOS SOBRE LA
SIEMBRA DE QUINUA
Esta planta tiene un ciclo de
vida que varía de 8 a 12 meses
según la variedad, durante este
período la planta crece, florece
y granea (forma granos).
Para la siembra, se debe tener en cuenta que la distancia
es de 50 cm entre surcos y 40 o
50 cm entre plantas.
Aunque se puede sembrar
en semilleros, lo más aconsejable es realizar siembra directa, en donde la profundidad
debe ser dos veces el tamaño
de la semilla, es decir 0.5 cm
de profundidad, se debe regar
con agua de ortiga con el fin
de acelerar su germinación y
emergencia de la planta.
RECETA DEL DÍA
Pastel de Espinaca
y Quinua
Ingredientes:
1 cebolla
1 tallo de apio
2 atados de espinaca
1 taza de quinua cocida
3 huevos
Sal, Curcuma (Opcional)
Aceite de oliva
Queso rallado
http://www.cocinaycomidasana.com/recetas/pastel-espinaca-quinoa
10
Preparación:
Primero pique la cebolla y la
sofríala en un poco de aceite
de oliva.
Agréguele el tallo de apio
picado y los dos atados de
espinaca previamente
hervidas y picadas.
Agregue la taza de Quínua
cocida y los tres huevos.
Revuélvalo con cuchara de
madera y condimentar con
sal y cúrcuma a gusto.
Prepare un molde
previamente enharinado y
coloque la preparación allí.
Llévelo a horno a
temperatura media hasta que
el pastel tenga firmeza.
Queda más sabroso si lo
espolvorea con queso
rallado.
COLOMBIA, ENDOSADOS A LA GRAN MINERÍA
Jenny Grillo
Fuerza Femenina Popular
Tomado de mevoyaviviralsur.blogspot.com
Guillermo Castro
Cabildo Popular Mhuykita Funza
La locomotora minera del gobierno de Juan Manuel Santos,
legitima, perdura y promueve la
instalación de auténticas repúblicas independientes en Colombia, a través de figuras creadas
en el pasado, como la confianza
inversionista y el uso del territorio nacional como paraíso de
las multinacionales. A propósito del debate que señalaba las
zonas de reserva campesina,
juzgándolas como centros independientes, resulta ser que los
auténticos reservorios privados
son esos centros que se dedican
a la explotación desenfrenada
de los recursos naturales; basta
ver, por ejemplo, que Pacific Rubiales parece tener sus propias
vías públicas y su propio Ejército Nacional para defender los
campos petroleros en el Meta;
el proyecto hidroeléctrico de El
Quimbo solicitó desviar el río
Magdalena y lo está logrando;
en el páramo de Santurbán en
Santander, amplias zonas del
ecosistema ya tiene alambres y
señalización que impiden a los
turistas desplazarse libremente
por los cauces medioambientales.; y en La Colosa, CajamarcaTolima, incluso los Ministerios,
como el de Ambiente, tienen que
pedir permiso para poder entrar.
Y como si esta usurpación del territorio nacional fuera poco, aún
se hacen y promueven los debates en torno a la importancia o
legitimidad que puede tener el
negocio extractivo de la minería,
donde, en esencia, cunden los argumentos a su favor.
Para los defensores capitalistas el negocio es tan poco rentable, que, aunque no lo expresen
en estos términos, los colombianos deberían estar agradecidos
por las posibilidades de empleo
que puedan surgir a costa de la
pérdida económica que representarían las supuestas inversiones riesgosas. Para Eduardo
Chaparro, de la Asociación Nacional de Industriales – ANDI
-, en Colombia es tan baja la
participación en minería, que la
denominada locomotora minero
energética no existe: “no se ha
creado, incluso, ninguna nueva
mina en los últimos años.” Según sus cifras, hay 9000 títulos
mineros, que no son tantos toda
vez que representarían sólo el
4.4% del territorio nacional,
equivalentes a 5 millones de
hectáreas; además el 60% de los
títulos solicitados están en una
espera larga hasta que sean autorizados. La cifra, sin embargo,
la desmiente Luis Carlos Hernández, de Ecotierra, del municipio de Cajamarca, Tolima,
quien asegura que se están solicitando 31 millones de hectáreas
a ser explotadas, un importante
aumento de peticiones que justifican que la locomotora, pese
a todo, sí existe. En su terruño,
Cajamarca, se está desarrollando
la exploración para explotar el
suelo con una mina a cielo abierto, para lo cual, la Anglo Gold
Ashanti requeriría hasta el 85%
del territorio del municipio. Para
el vicepresidente de la Anglo
Gold, Guillermo Rudas, sin embargo, el panorama es preocupante en lo económico, más no
en lo ambiental, ya que según él,
solo el 0.1% de los títulos solicitados son aprobados…
En la mina La Colosa, de
Cajamarca, se pretende emular
lo que se hiciera en el pueblo
homónimo de Perú, en donde
se deforestó, desparecieron las
fuentes hídricas, y generó un
conflicto social que se evidencia
en el desarraigo, la violencia, el
desplazamiento y el rompimiento del tejido familiar.
La mina a cielo abierto es una
de las peores estrategias de explotación del suelo: se pretende
sacar de allí oro para su comercialización; oro que sólo será
utilizado en el mejor de los casos
en un 7% para la fabricación de
productos electrónicos, mientras
que el restante 93% se destinará
a la hechura de lingotes y monedas, es decir que no se trata de
suplir necesidades básicas del
ser humano, sino que obedece a
todo un modelo económico depredador.
El oro que se sacaría de Cajamarca sería sub-microscópico;
esto es que para poder obtener
entre 2 y 3 gramos del mineral,
se debe utilizar un metro cubico
de agua por segundo por cada tonelada de tierra extraída del suelo y subsuelo. De una tonelada
de tierra extraída se puede sacar
en un buen momento cerca de 3
gramos de oro submicroscopico.
La extracción se hace con un potente veneno que en una pequeña cantidad podría matar a una
persona, el cianuro; y puesto que
sólo interesa el metal precioso,
todos los minerales que contiene la roca extraída no serán tenidos en cuenta, ni recolectados,
ni agrupados, trayendo consigo
desequilibrios ambientales.
La pérdida de agua es incalculable a través de este sistema,
decenas de nacimientos natu-
rales de agua fueron completamente secados en varias partes
del mundo por el voraz usufructo. De esta manera, una mina
puede remover de su entorno natural de miles de años en un día
a 600 toneladas de tierra, lo que
alerta sobre el inminente peligro
de convertir a Cajamarca en un
rincón minero, abocando a su
pueblo a desparecer en aproximadamente 37 años; mientras
que para el vicepresidente de la
Anglo Gold continúa siendo un
imperativo el poder extraer de
La Colosa cerca de 4 millones
de onzas de oro...
La crisis que reflejan estas cifras, que están llenas
de gente detrás, es la repercusión de una política
de Estado que no ha acompañado ni verificado los
procesos económicos, sociales y culturales, consecuentes con la exploración,
explotación, deforestación
y modificación de un territorio.
El Estado cede la posibilidad
de la explotación del suelo y del
subsuelo al capital privado; el
modelo neoliberal evita la intervención del Estado en el negocio privado y por inercia va en
contravía de la disposición política de otros países de la región,
como Ecuador y Bolivia, que sí
11
asumen su rol de Estados productores y supervisores; o Chile,
que asume el 50% de la explotación.
Dentro de los elementos más
laxos del sistema en cuanto a la
minería, tenemos como ejemplo
puntual: el código minero. Según Camilo González Posso, del
Centro de Memoria, el código
minero permite solicitar en títulos de este tipo hasta 10 mil hectáreas por proyecto; la actividad
económica de la misma es tan
permisiva que incluso permite
la expropiación de los terrenos a
favor de las transnacionales, dejando a los dueños de predios sin
ningún derecho a apelar; el código también deja la puerta abierta
para que al 46.8% de las zonas
forestales se les pueda otorgar
títulos mineros; por inercia, el
código tampoco protege las reservas de agua en los humedales,
que hoy son explotados por 2003
títulos mineros.
En el municipio de Mosquera, por ejemplo, la visión es
dramática: la laguna de La Herrera, gran reserva de agua del
ecosistema tipo humedal, se está
quedando sin su defensa natural contra la erosión, ya que las
Myriam Camacho
Fuerza Femenina Popular
Paulo Álvarez
Corporación Cactus
Durante los últimos meses, a
raíz del paro campesino del Catatumbo, en la región norte del
departamento de Santander, se
ha puesto una vez más en el escenario nacional, la discusión y
el debate sobre el tema agrario,
la propiedad de la tierra y el poder político y territorial que ha
atravesado la realidad social y
política del país a lo largo de su
historia.
En esta coyuntura, los campesinos y campesinas del Catatumbo, como lo hicieran en su época
el campesinado de la Macarena
(80´s), han luchado y trabajado
por la construcción de alternativas concretas a las dinámicas
económicas que privilegian a
las grandes multinacionales y
latifundistas del país. Desde entonces, se ha ido configurando
la propuesta de las Zonas de Reserva Campesina –ZRC- entre
otras cosas, como una apuesta
por abordar socialmente el tema
agrario y la propiedad de la tierra.
12
Tomada de 2013guajira.wikispaces.com
montañas que la rodean son explotadas de manera continúa sin
respetar ningún mínimo de protección. Las alcaldías locales en
este contexto tienen prohibido
prohibir que se desarrollen proyectos mineros en sus territorios:
prevalece un seudo interés general por potencializar el negocio
explotador.
Sin embargo, en buena hora,
el Convenio 169 de la OIT, ha
dado luces en defensa del territorio a través de la consulta previa en la realización de los proyectos mineros para los grupos
étnicos. No existe, empero, una
misma herramienta legal para
comunidades campesinas, quienes también tienen que pelear o
sufrir frente a las consecuencias
del modelo económico privativo.
En todo este contexto, los
pequeños y medianos mineros
han sido estigmatizados como
ilegales, y hasta subversivos,
pues adelantan un paro del sector. Estos mineros artesanales
y ancestrales han utilizado la
tierra como su sustento, adelantan campañas de reforestación,
protección medio ambiental y,
lo más importante, el ánimo de
lucro no es acumulativo cual lo
exige el capital, por lo que tienen hondas diferencias con los
proyectos transnacionales de
usurpación.
Colombia está endosada a la
gran minería, la que sí mata el
aire, la que arroja toneladas de
carbón en Santa Martha, la que
envía mensajes amenazantes a
líderes sindicales, la que no respeta el medio ambiente y piensa
primero en su interés particular
que en el general... Bogotá y la
sabana tampoco se escapan a esa
problemática...
RESERVAS CAMPESINAS
EN COLOMBIA
Tomada de www.larepublica.co
Sin embargo, los medios oficiales de comunicación, el poder económico que los maneja y el gobierno nacional, como de costumbre,
han creado una cortina de humo,
desinformación y estigmatización
frente a la coyuntura y frente al
tema que se discute de fondo.
Entonces nos preguntamos
¿Qué son las zonas de reserva
campesina? ¿Por qué los campesinos y las campesinas arriesgan su
vida y ponen muertos en las protestas y acciones de hecho? ¿Por
qué el gobierno no se dispone a dar
una discusión seria frente al tema?
En principio hay que decir y
dejar claro que las ZRC son el resultado de las luchas sociales que
los campesinos han adelantado
por décadas frente al problema de
la concentración desmedida de la
tierra por parte del capital, las multinacionales y los latifundistas del
país (Hoy en su mayoría narco traficantes y paramilitares).
En concreto, las ZRC existen
como propuesta en Colombia desde hace más de 25 años y han sido,
según los campesinos, una medida
de protección a los trabajadores del
campo, a la economía campesina,
a los ejercicios de gobierno propio
y se constituyen en un mecanismo
de acción concreto para frenar la
inequitativa concentración de tierra y para la protección y soberana
salvaguarda de los recursos naturales de los territorios.
En palabras de la Asociación
Nacional de Reservas Campesinas
–ANZORC-:
“Es necesario recordar que
las ZRC están consagradas en
la Ley 160 como figura de ordenamiento territorial con la finalidad contener la extensión de la
frontera agrícola; para corregir
los fenómenos de inequitativa
concentración de la tierra, la
fragmentación antieconómica
de la propiedad, para crear las
condiciones para la consolidación de la economía campesina; para regular la ocupación y
aprovechamiento de las tierras
baldías, dando preferencia en su
adjudicación a los campesinos;
para crear y constituir una propuesta integral de desarrollo rural, de ordenamiento territorial,
de gestión pública y política;
para facilitar la ejecución integral de las políticas de desarrollo rural, fortalecer los espacios
de concertación social, política,
ambiental y cultural entre el Estado y las comunidades rurales,
garantizando la adecuada participación del campesinado en las
instancias de planeación y decisión local-regional.”1
Tomada de www.vanguardia.com
Estas zonas, respaldadas en
la Constitución de 1991, fueron
parcialmente reglamentadas por
la Ley 160 de 1994, la cual, entre
otras cosas dicta:
“Artículo 1o: Inspirada en el
precepto constitucional según el
cual es deber del Estado promover
el acceso progresivo a la propiedad de la tierra de los trabajadores
agrarios y a otros servicios públicos rurales, con el fin de mejorar
el ingreso y la calidad de vida de
la población campesina, esta Ley
tiene por objeto:
Primero. Promover y consolidar la paz, a través de mecanismos
encaminados a lograr la justicia
social, la democracia participativa y el bienestar de la población
campesina.
Segundo. Reformar la estructura social agraria por medio de
procedimientos enderezados a
eliminar y prevenir la inequitativa concentración de la propiedad
rústica o su fraccionamiento antieconómico y dotar de tierras a los
hombres y mujeres campesinos de
escasos recursos mayores de 16
años que no la posean, a los minifundistas, mujeres campesinas
jefes de hogar, a las comunidades
indígenas y a los beneficiarios de
los programas especiales que establezca el Gobierno Nacional.
Tercero. Apoyar a los hombres
y mujeres campesinos de escasos
recursos en los procesos de adquisición de tierras promovidos por
ellos mismos, a través de crédito y
subsidio directo.
(…)
Noveno. Regular la ocupación
y aprovechamiento de las tierras
baldías de la Nación, dando preferencia en su adjudicación a los
campesinos de escasos recursos,
y establecer Zonas de Reserva
Campesina para el fomento de
la pequeña propiedad rural, con
sujeción a las políticas de conservación del medio ambiente y
los recursos naturales renovables
y a los criterios de ordenamiento
territorial y de la propiedad rural
que se señalen.”2
Según el Instituto Colombiano de Desarrollo Rural - INCODER, las ZRC “Son las Áreas
geográficas que tienen en cuenta
las características ambientales,
agroecológicas y socioeconómicas
regionales para el ordenamiento
territorial, social y cultural de la
propiedad, para la estabilización
y consolidación de la economía
campesina.”3
Actualmente existen seis zonas
de reserva campesina: Cabrera en
Cundinamarca, el Pato en el Caquetá, el Sur de Bolívar en el Bolívar, el Valle del Río Cimitarra en
Antioquia y Bolívar, Calamar en el
Guaviare, y el alto Cuembí y Comandante en el Putumayo.
Entonces: ¿por qué los campesinos tienen que sacrificar sus vidas para que se dé cumplimiento a
dichas disposiciones y para que se
tramiten las ZRC que actualmente se encuentran solicitadas? ¿Por
qué hay tanta oposición a la formación de nuevas reservas?
El gobierno en turno del presidente Santos, ha manifestado, en
su discurso oficial, la intención de
reactivar la generación y creación
de las ZRC en el marco de una
política agraria que responda a la
construcción de paz y la superación de las inequidades.
Sin embargo, el campesinado
colombiano y en general, el pueblo
colombiano, hemos visto como,
día a día, el gobierno del presidente Santos no logra concretar sus intenciones y por el contrario, resulta
hipócrita y contrario a su discurso,
dando vía libre a la represión, a la
violencia militar y policial contra
el campesinado, y a un modelo de
desarrollo expresado, entre otras
cosas, en los Tratados de Libre Comercio, entre ellos, el más nefasto,
con los Estados Unidos de América, por medio del cual, el gobierno
le abre la puerta y tiende el tapete a
la explotación a gran escala de carbón, petróleo, oro, agua… y a la
importación de muchos alimentos
que ya son producidos y en mejores condiciones por el campesinado colombiano, a propósito de la
soberanía alimentaria.
Así las cosas, lo que vemos es
que la oposición a la creación de
nuevas ZRC surge del interés de
los sectores multinacionales y nacionales que acumulan y ostentan
la riqueza. Surge de un gobierno
complaciente y reducido frente a dicho poderío económico. Y
surge también del interés de los
diferentes grupos y sectores que
dentro del país han tenido lugares
económicamente acomodados en
el desarrollo del conflicto armado
interno del país (Grupos armados
y narcotraficantes).
La región del Catatumbo, como
también, muchos de los sectores
partícipes de las recientes protestas en el país enmarcadas en el
paro agrario, salimos a protestar
por nuestros derechos, por alimentación, por la tierra, por la vida…
Y si existe la necesidad de recurrir
a vías de hecho como el bloqueo
de las vías, es porque esa ha sido
históricamente la única manera de
llamar la atención del gobierno.
Las ZRC no son otra cosa que
la expresión de la organización
campesina que participa de manera directa en la construcción de un
país con dignidad y equidad social.
¿Qué están exigiendo las campesinas y campesinos? ¿Qué exigimos las colombianas y colombianos?
Respeto, dignidad, tierra, trabajo,
salud, educación, vivienda, soberanía, alimento… ¡Vida digna!
1.http://prensarural.org/spip/spip.
php?article9542. Asociación Nacional de Zonas
de Reserva Campesina - Anzorc / Sábado 3 de
noviembre de 2012.
2. Ley 160 de 1994, “por la cual se crea
el Sistema Nacional de Reforma Agraria y Desarrollo Rural Campesino, se establece un Subsidio para la adquisición de tierras, se reforma
el Instituto Colombiano de la Reforma Agraria
y se dictan otras disposiciones”. http://www.
google.com.co/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&so
urce=web&cd=3&ved=0CDIQFjAC&url=http
%3A%2F%2Fwww6.iadb.org%2FResearch%2
Flegislacionindigena%2Fleyn%2Fdocs%2FCOLey-160-94-Reforma-Agraria-.doc&ei=xIYVU
vLKHI3m8wTpkoCgBw&usg=AFQjCNEcHX
fbTlZGaYfOOXqwkl0tumWSrw&bvm=bv.511
56542,d.eWU
3. ABC de las Zonas de Reserva Campesina.
http://www.incoder.gov.co/Reserva_Campesina/
ABC_ZON_RESERVAS_CAMPESINAS.aspx
13
¿QUIÉN ESTÁ DETRÁS?
RECUERDOS DE LA HUMANIDAD
Fotografía de Ángela Hernández. M.V.Z
Daniel Armando Perea Jiménez.
Asentamiento Muisca de Suacha
El jueves 29 de Agosto del 2013
las protestas del paro nacional se
volvieron más violentas… en las
ciudades, porque en el campo, donde está la pelea de verdad, fueron
infernales desde que el gobierno
mandó la policía a atacar. Mientras veo en las calles las protestas,
mientras escucho a mis amigos que
acompañan a los campesinos en el
campo, mientras veo las noticias en
los periódicos y las contra-noticias
en las redes, no deja de sonar una y
otra vez en mi cabeza un nombre:
“Norman Ernest Borlaug”.
Boulang fue un científico estadounidense que durante años diseñó
y organizó lo que se llamó la “Revolución Verde”. Financiando por el
gobierno de su país y por la Fundación Rockefeller, lideró campañas
mundiales para cambiar las técnicas
tradicionales de cultivo por el uso
de aparatos, semillas modificadas y
agroquímicos. En los primeros años
ocurrió el milagro: se acabó la escasez de alimentos en India, Pakistán y
México. Los campesinos del mundo
tiraron a la basura sus conocimientos tradicionales (por voluntad propia o forzados por el gobierno y el
mercado), y a Boulang le dieron el
premio Nobel de la paz. Parecía que
se había inventado la cura contra el
hambre.
Con el paso de los años, sin embargo, apareció la cara oculta de las
ideas del bien intencionado Boulang. Las plagas eran cada vez más
recurrentes, la tierra menos fértil
(menos que antes de la “Revolución”) y la comida cada vez menos
rentable. Solución: más y más químicos, más y más semillas de laboratorio. El ciclo se volvió infinito.
Luego, los campesinos vieron cómo
ahora el control de todo lo tenían
grandes corporaciones y los bancos que les prestaban para los cada
día más caros insumos. Hoy en día
el campo ve venir, de las manos de
Monsanto, Cargill y DuPont (donde
14
trabajó Boulang), la segunda Revolución Verde: la de los transgénicos
con semillas patentadas. Y entonces
se están dando cuenta quienes están
detrás de su pobreza.
Ya se ha dicho que la ruina de
los campesinos colombianos son los
TLC que los obligan a competir con
campesinos subsidiados, o con dueños de esclavos de otros países. Por
eso piden ayuda para comprar fertilizantes, pesticidas y semillas mejoradas; y también carreteras para
sacar los sacos de sus monocultivos.
Es decir, los campesinos piden, con
razón, condiciones para entrar al comercio global en buenas condiciones. Pero esto también significa que
dependen de las corporaciones que
les venden esos productos. Esas corporaciones son las que están detrás
de Santos, y de Obama, y de todos.
¿Y quién está detrás de esas compañías? No hay, como muchos sueñan, un grupo de hombres malvados
que fuman habanos y planean dominar el mundo. No. Detrás de ellos
estamos nosotros.
Sí. El poder de Monsanto viene de
la gente que pide alimento barato, pide
que sea bonito, que siempre esté a la
mano sin importar la fecha o el clima,
un alimento que, en resumen, lo exima
de aguantarse lo caótico de la naturaleza. Detrás de ellos están también
las ideas de gente como Boulang, que
creía, como muchos, que la solución a
los problemas era hacer del planeta un
gran laboratorio y una gran fábrica a la
medida del ser humano.
Son los espejismos, progreso y
la comodidad sin límites, los que están detrás de la crisis de hoy.
Parece muy alejado, muy abstracto, pensar en esto en medio de
los gases lacrimógenos y los golpes
de la policía. Pero creo que, aún en
estos momentos, debemos tener presente cómo hemos sido cómplices
de la desesperación de los campesinos, y cómo seguiremos siéndolo
a menos que, pasadas las protestas,
dejemos de desear alcanzar esos espejismos que están detrás de nuestra
desgracia.
Somos varones del sol. Entonces la
coherencia ahora debe girar en torno a
esa pertenencia que hemos dejado en el
olvido, ya que estamos comportándonos
como el europeo estipuló desde su alteración del territorio a nivel físico, social
y espiritual, cambiando el nombre de
nuestro territorio por el que tiene ahora,
Soacha. Y allí, Soa= cobarde cha = varon.
¿No es la delincuencia un acto de
cobardía? ¿Acaso la adicción no es
una forma de escapar de nuestra realidad y la explotación minera un acto
de ignorancia?
Pues bien, es dinero fácil y en apariencia sus recaudos son exorbitantes.
¿Seremos capaces de vivir sin explotar la tierra?
Este simple acto de respetar nuestros lugares sagrados, devolver a los
niños, jóvenes, adultos y ancianos, el
camino de hombres solares, camino de
armonía con nuestro entorno.
Tomada de http://www.rupestreweb.info/tmyc.html
Gabriel Rudas
Profesor Universidad
Nacional de Colombia
No es de ahora, el saqueo empezó hace más de 500 años. El hombre
blanco ve a nuestra madre naturaleza
únicamente como un recurso; lo cual
no quiere decir que no necesitamos de
ella y de su alimento.
Pasa que el hombre blanco olvida
la relación simbiótica que debe haber
entre el hombre y su entorno, olvida
que si se vacía un vaso con agua, este
se llena de aire, y si se llena con agua
nuevamente, el aire que está contenido
dentro del vaso, sale. A eso nosotros
le llamamos pagamento. Si queremos consumir agua debemos retribuir,
ofrecer algo a cambio; porque todo
movimiento genera una consecuencia
y ese cambio si no es consultado con
la madre tierra por parte de nosotros
pues no se hace. No se mueve una piedra sin antes consultar, sin antes pedir
permiso, sin antes tener un proposito.
Si no es pago lo que se obtiene de la
madre tierra, ella lo cobra por “ley
de causa y efecto”; ella mantiene un
natural equilibrio en todo su cuerpo,
porque ella, es un ser como nosotros.
La forma en que se alimentan lugares sagrados, como aquí en Suacha
las piedras de San Mateo, es por medio del pagamento espiritual; y si saqueamos estos lugares, el equilibrio
se altera, llenando el vaso que un día
rebozará.
Aterrizando, hemos visto a Suacha
convertirse en cuna de múltiples conflictos sociales y psicosociales, y po-
demos decir que cuando el espíritu de
un lugar entra en desarmonía por trasgresión del hombre sobre el mismo,
dicho espíritu altera el pensamiento y
el sentir de éste, generándole malestar y un desasosiego que lo conduce
directamente al deseo profundo de
escapar y reposar en hábitos como: el
consumo de alcohol, de marihuana, de
pegante, bazuco, cigarrillo, la prostitución misma y en el peor de los casos,
el suicidio.
Así el territorio exige reciprocidad,
y si queremos conservar la poca armonía que queda en el territorio Suachuno, debemos reflexionar y trabajar
sobre la coherencia que han de tener
nuestro pensar, sentir y obrar.
La coherencia debe girar mezclada
con la armonía de Madre Tierra, y para
nosotros es importante reflexionar sobre nuestro nombre, el sello que tenemos como habitantes de Suacha, Sua =
sol, Cha = Varon.
¿Por qué este sello que está marcado en nuestro ser?
Sabana de Bogotá. Bogotá D.C. y municipios circunvecinos. Localización de sitios con Grabados (en negro)
y Pinturas rupestres (en rojo). Mapa base: Google Earth, 2009
SoPa
De LeTrAs
Encuentre 29
ciudades o municipios
de la Sabana de
Bogotá y descubra el
mensaje secreto
con las letras restantes.
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SUDOKU
El Sudoku es un
rompecabezas
matemático y uno de los
pasatiempos que más
engancha. El objetivo es
rellenar la cuadrícula de
9x9 celdas, dividida en
subcuadrículas o cajas
de 3x3 con las cifras
del 1 al 9 partiendo de
algunos números ya
dispuestos en algunas de
las celdas. No se debe
repetir ninguna cifra en
una misma fila, columna
o subcuadrícula.
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Por Ángela Caicedo
Por Daniel Galíndez
Por Yeisson Florez
16
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