exterior quedaran finalmente diluidas. Pero

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exterior quedaran finalmente diluidas. Pero
casi todos sus componentes, sobre todo quienes configuran con sus obras y nombres el
grupo poético, fueron y son creadores polémicos, díscolos, cuyas ínfulas de independencia de criterio los llevaron más de una vez a la
discusión irascible y a la confesión pública o
privada de las disensiones que internamente
palpitaban en el grupo literario y amistoso del
50. No es sólo una anécdota. José Ángel
Va-lente, con el sarcasmo distante que
caracteriza su propio temperamento personal y
poético, ha confesado más de una vez que
—según él, al menos— la Generación del 50
es una «generación de un poeta y medio, a la
que a veces le sobra el medio». Colijo, tras no
mucha reflexión, que el «medio» sobrante es
una referencia a Jaime Gil de Biedma, cuya
figura representa para toda una escuela de
poesía joven, en España y en Iberoamérica, el
mismo o parecido magisterio que ejerció
sobre el 50 y sus poetas Luis Cernuda. Pero
el propio Valente es otro referente obligatorio
en esta última generación de clásicos. Su
distancia geográfica (vivió más de dos
décadas en Europa en pleno franquismo,
como funcionario internacional de la OMS)
no le impidió estar al tanto de las cuestiones
literarias de España en esos mismos años
grises. Pero además le procuró una especie
de blindaje que lo ha convertido finalmente
en el más díscolo e independiente de los
supervivientes de la Generación.
Otra de las características clásicas de la Generación del 50 es su placer por la dipsomanía. Muy pocos poetas y escritores de este
grupo generacional se han confesado herederos de la gran tradición poética española, al
menos hasta hace muy poco. Casi todos, sobre
todo los catalanes (Barral, en primer lugar)
han señalado sus raíces en el mundo clásico y
en el romanticismo alemán. La sombra de
Rilke y de algunos poetas italianos contemporáneos es bien visible en la obra de muchos de nuestros poetas del 50, pero no es del
todo verdad que la poesía civil española —en
este caso, la sombra cercana de Blas de Ote-
ro, por ejemplo— no esté tan cerca de Ángel
González y de lo poco que puede expurgarse
poéticamente de José Agustín Goytisolo. Ni
siquiera la tradición lírica de Juan Ramón Jiménez o Jorge Guillen está ausente, aunque
muchos eviten nombrarla con frecuencia, en
la obra de los poetas del 50 que, precisamente
por ser síntesis de la mejor poesía universal
del siglo XX, son lo que son y así son considerados: como la última generación clásica
de la literatura española. Muy pocos de ellos,
sea dicho de paso, se libró en vida del gusto
constante por la dipsomanía. Borrachos gene-
Carlos Barral
racionales lo fueron Barral, García Hortelano,
el propio Benet y, naturalmente, Jaime Gil de
Biedma. Eran mucho más que simples bebedores sociales, mucho más que borrachos literarios. Eran, y probablemente así quedarán en
la reciente historia literaria de España, profesionales de la amistad, del alcohol interminable, de la conversación hasta la madrugada
intemporal de la memoria. Eran y son personajes cuya entraña nunca se movió por dinero,
ni por el becerro de oro que hoy aqueja a la
sociedad española. Si sus pasiones fueron a
veces personalmente desorbitadas, cabe buscarles el origen en esa altivez que descansa
en el alma díscola de quienes, de una u otra
manera, se saben protagonistas de su propia
historia y desarrollan su talento con todas las
consecuencias.
La Generación contó globalmente con un medio excepcional que sincronizaba los esfuerzos literarios de todos o de casi todos ellos: la
editorial Seix Barral, entonces dirigida por
Carlos Barral en sus vertientes literarias. Pero
en los años finales de-la década de los 60,
Víctor Seix murió en accidente en Frankfurt,
critores, poetas y novelistas, de la Generación del 50.
Paralelamente al grupo poético de Barcelona,
estudiado con la máxima profundidad por
Carme Riera, en Madrid crecía la misma díscola voluntad de crítica en escritores como
Rafael Sánchez Ferlosio, cuya novela El
Ja-rama representó en cierta medida la
consagración primaveral de la Generación,
Carmen Martín Gaite, Ignacio Aldecoa y
algunos otros poetas y novelistas entre los
que cabe destacar el ya citado Claudio
Rodríguez, autor del libro de poemas Don de
la ebriedad
Juan García Hortelano
Luis Martín Santos
atropellado desgraciadamente por un tranvía.
Las cosas cambiaron, Barral perdió la capacidad de decisión dentro de una empresa familiar que nunca vio con muy buenos ojos la
aventura literariamente prestigiosa iniciada
por el propio Barral y la aquiescencia de
Víctor Seix, y se inició un lento declive de la
editorial que había sido un instrumento al
servicio de la jerarquización barraliana de las
literaturas hispánicas y extranjeras y, desde
luego, punta de lanza de las obras y el reconocimiento intelectual de muchos de los es-
(referencia obligatoria en la poesía española
del siglo XX). En muchos de ellos, igual que
en los que componen el grupo de Barcelona
en ese momento, se nota una voluntad de
transgresión que va más allá de los textos
para implantarse en sus propias vidas, sometidas a vaivenes familiares, sociales y políticos
que configuran también una estampa goyesca
de dimensiones generacionales. En ese momento, Tiempo de silencio, de Luis
Martín-Santos, y Tormenta de verano, de Juan
García Hortelano, se convertirán en novelas
claves
La mayor parte de los embalses españoles están hoy al treinta por ciento de su capacidad.
E
despilfarradoras en todos los campos en que se
n estas condiciones parece lógico
utiliza y la degradación ambiental ocasionada
pensar que una de las prioridades de
por las obras públicas necesarias para su captanuestra Administración debería haber sido la
ción y transporte.
elaboración y puesta en práctica de una
eficiente política de aguas que hubiese
garantizado el suministro de agua, tanto para
uñosamente, la campaña publicitaria
la industria y la agricultura como para el
que estamos presenciando en los meconsumo doméstico, bajo circunstancias como
dios de comunicación para reducir su
las actuales que, desde un punto de vista
consumo, se centra únicamente en el de
climático, no pueden considerarse como
agua doméstica, lo que no deja de ser
excepcionales. Pero esta planificación, que
elogiable, puesto que fomenta un sentimiento
todavía está pendiente, no debe caer
de austeridad que evitará el derroche inútil,
nuevamente en la tentación de inundar nuestra
pero que también puede provocar en el
geografía nacional con grandes embalses,
ciudadano un complejo de culpabilidad cada
ordeñar hasta el agotamiento nuestro subsuelo
vez que se baña en lugar de ducharse, o
y fomentar faraónicos trasvases.
deja el grifo abierto unos
«Los métodos de regadío
Por el contrario, una moderna
segundos. Sin embargo,
política
de
aguas
debe empleados por nuestros parece haber olvidado que no
fundamentarse en la realidad de agricultores son un claro es el consumo privado el
que el agua es un recurso valioso ejemplo de despilfarro, ya responsable de la actual
y escaso, y, por lo tanto, debe ir
situación, puesto que de los 46
que el 70 % del agua
encaminada a fomentar su
billones de litros de agua que
utilización racional, evitando empleada se pierde antes de consumimos anualmente (de
las prácticas
llegar a la planta.»
los que
C
40,5 proceden de un millar de «Si no se modifican los
embalses y el resto lo suministra
hábitos actuales, la
el subsuelo), el 80 % es
utilizado por la agricultura para demanda de agua, tanto a
nivel nacional como
anegar sus tres millones de
hectáreas de regadíos, la mundial, se duplicará antes
industria absorbe un 14 % y
de terminar el siglo,,
finalmente el consumo urbano
provocando la
es únicamente responsable del
instensificación de la
6 % restante.
frontera natural entre dos países)
que podrían degenerar en
nuevos focos de tensión
internacional. Así ocurre con el
Ganges, entre la India y
Bangladesh; el Río de la Plata,
entre Argentina y Brasil, y el
Jordán, el Tigris-Éufrates y el
Nilo, en Oriente Medio. En
muchos otros lugares la
competencia por las aguas situación comienza a ser alares precisamente en este compartidas de los 200 mante, en el Asia Central rusa,
punto donde, desde un
los intensos regadíos han
grandes ríos.»
punto de vista técnico, radica
provocado que el Amur-Darya
el problema, puesto que los métodos
se seque antes de desembocar en el mar de
de regadío empleados por nuestros
Aral, que a su vez sufre un intenso proceso
agricultores son un claro ejemplo de
de desecación en el que ha visto reducir su
despilfarro, ya que el 70 % del agua
extensión en 20.000 kilómetros cuadraempleada se pierde antes de llegar a la
dos; igualmente, en muchas regiones de la
planta. Luego, más que recomendar
India y China, los niveles hidrostáticos
introducir una botella en la cisterna de
disminuyen año tras año debido al bombeo
nuestro inodoro, la Administración
excesivo de sus acuíferos, un motivo
debería tratar de concienciar a los
similar ha dejado a nuestro Parque
agricultores a emplear sistemas de
Nacional de las Tablas de Dai-miel al
irrigación por goteo que, además de
borde del «coma ecológico», mientras
disminuir radicalmente el gasto de
extensas regiones costeras se ven
agua, eliminan la propagación de
amenazadas por la salinización de sus
algunas enfermedades parasitarias.
acuíferos a consecuencia de la
En California e Israel, estas técnicas
sobreexplotación que se está realizando del
están permitiendo multiplicar por tres
subsuelo.
la superficie regada con el mismo
consumo de agua. Es cierto que la
ntes de terminar el siglo, serán necesaadopción de estos sistemas implican
rios nuevos enfoques a la política de
considerables inversiones, pero
aguas, tanto a nivel internacional como
también es verdad que los costes de
nacional, que permitan gestionar de
las grandes de los embalses y los
forma efectiva los recursos hídricos mediante
trasvases no son despreciables y,
la aplicación de las nuevas tecnologías, la
además de ocasionar un considerable
conciencia-ción pública y los cambios en la
daño ecológico, provocan tensiones
legislación y las instituciones, y que sólo puede
entre las regiones que disponen de
lograrse mediante el compromiso entre todos
recursos hídricos, susceptibles de ser
los estamentos de la sociedad, desde los más
hídricamente expoliadas, y las zonas
altos niveles de gobierno hasta las más
que los demandan para alimentar sus
pequeñas comunidades, y contando siempre con
regadíos. Si no se modifican los hábitos
el respaldo y ase-soramiento de las
actuales, la demanda de agua, tanto a
organizaciones científicas.
nivel nacional como mundial, se
duplicará antes de terminar el siglo,
Javier Cacho es científico, miembro del INTA.
provocando la intensificación de la
competencia por las aguas compartidas
(de los 200 grandes ríos, más de las tres
cuartas partes sirven de
Y
A
Pero hemos de decir que esta «En la feria de Madrid el cosas mejor, abandonándose
simplista afirmación es inexacta
número de visitantes criterios cerrados y excesivay falsa. Hay muy buenos artistas
mente monocordes. En la feria
siempre
ha
sido
muy
españoles que tienen todo el
de Madrid el número de
derecho a quejarse de la elevado, contrastando con visitantes siempre ha sido
estructura operativa de ARCO,
muy elevado, contrastando con
otras muestras
una feria que debía ser la suya y
internacionales del mismo otras muestras internacionales
que
los
ha
rechazado
del mismo tipo cuyo público es
tipo
cuyo
público
es
más
sistemáticamente con una gran
más
reducido
y
reducido y
falta de respeto a su trayectoria
profesionalizado. La FIAC de
y a su obra. Pero no son solaParís y ARCO son las ferias de
profesionalizado»
mente artistas los que se
arte contemporáneo que más
sienten ajenos a este certamen, muchos
público atraen. Pero aquí esta
coleccionistas locales, personas de
afluencia no se corresponde con el
sensibilidad, afición y ajenos a la
número de compradores y quizás
especulación, se han sentido al margen
esto debería hacer reflexionar a los
de lo que allí se solía exponer. Claro está
organizadores y revisar sus
que también este grupo social acaba de
planteamientos selectivos.
recibir una cierta censura de la
organización de ARCO en unas
in embargo, a punto de cerrarse esta edideclaraciones en las que se afirmaba que
ción, las noticias son de una mejoría de
«el nivel de coleccionismo de este país
las perspectivas económicas a pesar de
no justifica una feria de arte contemlos tiempos de crisis. Tiene cierta lógica,
poráneo con ésta... lo que falta es la
los precios están más ajustados, la obra
decisión para saber qué comprar, de
ofertada más aquilatada y, en definitiva, hay un
quién, cuándo y en qué momento».
mayor realismo en los planteamientos. Y ese
Declaraciones, a nuestro juicio,
contacto con la realidad circunstante es lo
desafortunadas que ciertamente tienen
que no debieran olvidar los responsables de
muchas lecturas y que sugieren varias
ARCO con vistas a nuevas ediciones. Para
contestaciones.
nadie es malo recordar de vez en cuando estos
versos de Pedro Salinas:
ero hay motivos para tener esperanza.
Basta visitar ARCO y ver la afluencia
«Suelo. Nada más. Suelo.
del público, que, dicho sea de paso,
Nada menos. Y que te
cada vez tiene mayor cultura, más criterio y
baste con eso..»
que demanda que se le dejen ver cuantas más
S
P
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