La Escuela de Funcionarios Públicos ““Aquiles Aquiles Lanza Lanza”” y la Escuela Nacional de PPolicía: olicía: crónica de una experiencia específica de colaboración interinstitucional para la capacitación de Oficiales Superiores Mag. Nicolás Bentancur Altair Magri Transformación, Estado y Democracia 38 65 La Escuela de Funcionarios Públicos “Aquiles Lanza” y la Escuela Nacional de Policía: crónica de una experiencia específica de colaboración interinstitucional para la capacitación de Oficiales Superiores Mag. Nicolás Bentancur y Altair Magri1 En el marco del Convenio de Cooperación Interinstitucional celebrado entre el Ministerio del Interior (Escuela Nacional de Policía, en adelante ENP) y la Oficina Nacional de Servicio Civil - Escuela de Funcionarios Públicos (ONSC -EFP) el 15 de setiembre de 2006, durante los últimos meses de ese año y comienzos del 2007 se llevó adelante una revisión de los planes de estudios de la Escuela Policial de Estudios Superiores (EPES). En la cláusula tercera de dicho convenio se estableció como objetivos específicos –entre otros- la concesión de asesoramiento técnico por parte de la Escuela de Funcionarios Públicos para la organización de las currículas del Sistema Educativo Policial, y la realización conjunta de actividades de formación y capacitación sobre temáticas de interés común. En esta primera experiencia de cooperación, y desde la perspectiva de la ONSC-EFP, los objetivos de las actividades desarrolladas fueron, en primer lugar, contribuir a una mayor homogeneidad en la formación de los funcionarios de nivel superior y medio de la administración pública, sin perjuicio de reconocer las diferencias derivadas de las distintas funciones y, especialmente, de la policial. Segundo, poner a disposición de la ENP saberes y recursos humanos acu- mulados en la EFP, tanto en la fase de revisión y diseño como de ejecución de los nuevos programas, de manera tal de diseminar esos activos en un espectro más amplio de la administración pública nacional. En una primera instancia de las actividades de cooperación se identificaron las áreas de formación que se privilegiarían. Tras un relevo conjunto, la ENP solicitó asesoramiento sobre la organización de los cursos de pasaje de grado de Comisario Inspector para Inspector Mayor y de Inspector Mayor para Inspector Principal, y de Comando y Estrategia Policial. En vista de ello, la cooperación se organizó en dos fases estrechamente relacionadas. En la primera, se efectuó una primera aproximación a la evaluación de los cursos seleccionados por la ENP – EPES para su revisión. Posteriormente, se confeccionó una propuesta de reformulación de ambos cursos, que se comenzó a poner en práctica durante el año 2007 y continúa actualmente. Los resultados de ambas fases se exponen, por su orden, en las dos secciones siguientes. Finalmente, se asentarán algunas reflexiones preliminares sobre los resultados y alcances de esta experiencia. 1 Asesores de la Escuela de Funcionarios Públicos (2006-2007). Docentes e investigadores del Instituto de Ciencia Política, Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de la República. Transformación, Estado y Democracia 38 67 SECCIÓN I. Análisis de los Planes de Estudio existentes de los Cursos para Oficiales Superiores de Policía seleccionados. 1. Definición y Características de un Plan de Estudios Un Plan de Estudios es un documento curricular en el que se seleccionan y organizan con unidad y coherencia las materias con sus contenidos mínimos. Supone una ordenación de enseñanzas disciplinares y la coordinación de éstas en cursos y en la estructura general educativa. Una vez seleccionados los contenidos disciplinares generales según criterios que se establecen, se procede a la ordenación y distribución en los diversos cursos que abarcarán el plan. Los cursos pueden tener una lógica progresiva donde las materias se estructuran en forma sucesiva o, un criterio de continuidad profundizando progresivamente los contenidos a medida que se asciende de curso. En ambos casos, ha de estar asegurada la continuidad de un nivel a otro y de un curso a otro. 2. Característica distintiva de los planes de estudio de la EPES Dadas las características de los Planes de Estudio de la EPES, estrechamente vinculados a la carrera funcional y al régimen de ascenso en un organismo muy particular del Estado, no podía evaluársele como a un programa más de otros servicio académicos o de formación profesional. La estructura de capacitación para ascensos se asienta en una serie de Cursos integrados por un conjunto de materias o asignaturas, algunas de las cuales tienen una lógica progresiva de continuidad y profundización en los cursos siguientes. El Plan denotaba un alto contenido de formación básica y profesional específi- 2 68 ca, constituyendo en todos los cursos entre el 80% y el 90% del total. A medida que se asciende en la carrera funcional estos porcentajes descendían progresivamente, aumentando el área temática de otras disciplinas contextuales. 3. Perfil de egreso de los cursos Un perfil profesional de egreso se relaciona con las capacidades, conocimientos, habilidades y actitudes para desenvolverse en el ámbito profesional. El perfil del egresado de un programa de formación engloba el conjunto de conocimientos, destrezas y capacidades que cada título acredita, y su alcance alude a aquellas actividades y tareas para las que debe resultar competente el profesional. Por ello, una correcta y precisa definición del perfil de egreso actúa como un elemento orientador de todo el programa de formación y los cursos que lo componen: objetivos, contenidos y metodología de enseñanza – aprendizaje. Estos serán más o menos apropiados según su adecuación para cumplir con el perfil de egreso definido. Como consecuencia, el título o certificación que se otorgue acreditará oficialmente la formación específica recibida por el egresado, y su aptitud para satisfacer las demandas profesionales establecidas, de acuerdo al contenido y créditos de los estudios realizados conforme al respectivo plan de estudios. De acuerdo con las definiciones expresadas, de los cursos analizados de la EPES solamente el de Comando y Estrategia contaba con una detallada definición del perfil del egresado.2 Los programas de los demás cursos de formación referían a las normas legales que los rigen, y a su función de habilitadores para el pasaje al grado superior. En este sentido, se entendió conveniente definir específicamente las competencias y destrezas necesarias que deberían ostentar los oficiales al momento del egreso, y su diferencial con respecto al grado funcional que detentaban hasta ese momento, como también las tareas concretas que deberían desempeñar luego. En consecuencia, convenía explicitar los objetivos En el “Plan de Estudio para el Curso de Estado Mayor Policial”, antecedente de este curso. Transformación, Estado y Democracia 38 específicos de cada curso y de cada materia, las distintas cargas horarias, la distribución entre materias teóricas y prácticas y entre formación específica de la función policial y formación complementaria, así como la metodología a seguir (teórica, práctica, teórico-práctica, seminarios, otras) en función de esas definiciones. 4. Diseño metodológico de la Currícula Cualquier currícula de estudios puede analizarse como grupos de asignaturas coordinadas entre sí, en relación con criterios específicos de formación general, básica y profesional. a-La formación general se destina prioritariamente al desarrollo de habilidades cognitivas, antes que por criterios de acumulación de información. Comprende los insumos específicos y de otros campos del saber. b-La formación básica abarca áreas y problemas que el campo disciplinar considera indispensables para el desarrollo de la carrera profesional. Es lo que da cuenta del modo de pensar la profesionalidad y su modo de resolución de problemas. c-La formación profesional se orienta sobre tareas de desarrollo profesional, docencia e investigación. El análisis de la currícula de los cursos de la EPES, muestra un fuerte énfasis en la formación básica y profesional. En especial en la secuencia de cursos de pasaje de grado, se verifica mayor presencia de formación básica y profesional en el primero (Comisario a Comisario Inspector), apareciendo progresivamente formación general en los cursos de Inspector a Inspector Mayor, Inspector Mayor a Inspector Principal y Comando y Estrategia. Asimismo, los distintos cursos tienen una lógica “asignaturista”: aparentemente, las materias suman contenidos de manera totalmente independiente, sin existir espacios de síntesis y elaboración del conjunto de los conocimientos incorporados. Para contrarrestar esta fragmentación y colaborar en la formación integral de los oficiales, se consideró oportuno la introducción paralela de la metodología de aprendizaje por proble- mas, bajo el formato de talleres o similares. Definimos esta metodología como aquella enseñanza que supone un abordaje de un mismo objeto desde enfoques múltiples, de manera de construir un análisis integrado e integral con espíritu crítico. La enseñanza por problemas supone un procedimiento de elección de un tema o problema, el cual es observado desde múltiples disciplinas específicas. La observación no queda limitada a un campo del conocimiento, sino que integra al análisis otros saberes específicos que contribuyen a una visión del problema en un contexto ampliado, que produce resultados integradores desde diferentes campos del saber y a la vez es integral, aportando soluciones comprensivas, no parciales. A modo de ejemplo, el tratamiento de un problema determinado relevante para la práctica policial (el narcotráfico, la delincuencia juvenil, etc.) debe ser necesariamente encarado desde los saberes específicos de la profesión, pero se enriquece por la contribución de análisis conjuntos con la perspectiva del Derecho, de la Sociología, de la Ciencia Política o de la Economía, entre otras disciplinas. El campo metodológico aborda un fin público del funcionario policial desde diversos ángulos y logra aprehenderlo en su complejidad global y en sus diversas facetas, logrando determinar causalidades múltiples en el origen y desarrollo del mismo, y por ende lo prepara mejor para su actuación profesional. 5. El espacio curricular de las “Otras disciplinas” Los programas del área “otras disciplinas”, entendidas como aportes científicos no exclusivos de la formación policial, mostraban escasa definición de contenidos, enunciados fundamentalmente a través de los títulos y subtítulos. Tenían un perfil fundamentalmente jurídico y administrativo –aún insuficientes para el desempeño de las responsabili- Transformación, Estado y Democracia 38 69 dades policiales mayores- y carecían casi completamente de otras miradas que contextualizaran la problemática policial en su entorno social, político y económico. 6. Los programas de los cursos. En términos generales, los programas de los cursos eran muy escuetos. Los ob- jetivos, finalidades y metodologías a emplear estaban insuficientemente definidos. Los contenidos temáticos requerían un mayor desarrollo, especialmente en el Curso de Comando y Estrategia Policial. Asimismo, la bibliografía era notoriamente escasa, consistía mayoritariamente en referencia a leyes y decretos y prácticamente no figuraban textos de estudio. CUADROS ANEXOS 1- Apreciación comparada de los Cursos seleccionados. Fuente: elaboración propia con datos de EPES, 2006 2- Desagregación en asignaturas de las “materias propias de la formación policial” y “otras disciplinas”, por cursos seleccionados. Transformación, Estado y Democracia 38 70 Fuente: elaboración propia con datos de EPES, 2006 Fuente: elaboración propia con datos de EPES, 2006 Fuente: elaboración propia con datos de EPES, 2006 SECCIÓN II. Características generales de la propuesta de revisión de los programas de estudio seleccionados por la ENP - EPES. 1. Definiciones orientadoras de las transformaciones. Además de las referencias generales, el sentido y la orientación de la reformulación de los planes de estudio debía ajustarse a las definiciones propias de la ENP – EPES. Desde su dirección –a cargo entonces del Insp. Gral. Perdomo Rijo- se consideraba que a pesar del amplio campo de responsabilidad de la policía y de su trabajo cotidiano, es una institución poco conocida y además estigmatizada por la sociedad, carente del debido reconocimiento y legitimidad pública. Dado lo cambiante de las variables contextuales, se planteó la necesidad de reconsiderar la gestión del capital humano que integra la Policía, incluyendo un diseño distinto de los programas de educación y capacitación. En ese marco se insertó la propuesta de transformación introducida. Como particularidades que debe comprender la formación policial, se identificaba desde esa institución de capacitación el fortalecimiento constante de va- Transformación, Estado y Democracia 38 71 lores y destrezas, la conexión entre el objetivo de la formación y el desempeño de la función, la valoración de la capacitación, la relación entre la formación y las realidades del servicio (especialmente el vínculo con la comunidad) y el entendimiento y equilibrio, que permitiera identificar adecuadamente las demandas sociales. 2. Restricciones y ámbito para la innovación curricular. Haciendo caudal de los elementos aportados por la sección I de carácter diagnóstico, y asumiendo la necesaria especialidad de la formación de oficiales superiores, era sensato suponer que las modificaciones a proponer desde la Escuela de Servicio Civil debían operarse en el área curricular acotada denominada como “otras disciplinas”, sin afectar los espacios propiamente profesionales. A esta área podría eventualmente sumarse la constitución de un espacio multidisciplinario, como efectivamente se propuso entonces. Debía asimismo asumirse que al menos en esta primera experiencia de colaboración los resultados serían necesariamente acotados, por dos razones: a) la limitación del campo de la reforma a sólo tres programas de un número mayor de la EPES, especialmente teniendo en cuenta su carácter secuencial y la dificultad de modificar algunos sin alterar el resto; b) la ya referida insuficiente precisión del perfil de egreso de cada curso, que dificultaba una caracterización más adecuada de las necesidades formativas y no podía ajustarse en el breve plazo disponible, por lo que esta primera propuesta fue deliberadamente genérica y debería ajustarse en el futuro, en el marco de la cooperación y el intercambio. 3. Objeto de las propuestas de reforma. Aún con las salvedades recién expresadas, y operacionalizando las definiciones orientadoras del numeral 1, se deter- 72 minó en principio que el diseño de los cursos analizados requería ser perfeccionado en dos direcciones: a) desarrollando mayores conocimientos, competencias y destrezas para la gestión de los recursos humanos y materiales que componen la institución; y b) otorgando insumos relevantes para posibilitar a los egresados una comprensión cabal de la realidad social y política en la que se desenvuelven. Estas dos grandes tareas no podían ser satisfechas con la mera enseñanza de técnicas generales de gestión, sino que requerían un tratamiento integral y multidisciplinario que asumiera la complejidad intrínseca de las organizaciones públicas, de la vida social y de las condiciones del entorno de la práctica policial. La comprensión de las particularidades de la función pública, en sus aspectos éticos, jurídicos y político – institucionales se consideró imprescindible para cualquier funcionario público superior, pero especialmente para aquel que reviste en la institución policial, dada su particular responsabilidad pública y comunitaria, y en aras de la consecución de una mayor legitimidad, prestigio y eficacia social de su acción. 4. Los nuevos desarrollos de la Escuela de Funcionarios Públicos en la formación del personal superior de la administración pública. En virtud de lo anterior, se entendió deseable una confluencia parcial, respetuosa de las diferencias de cada profesión, entre la formación impartida a otros directivos públicos por la EFP y la dirigida a los oficiales superiores de la policía nacional. Más allá de su especialidad, ningún argumento de fondo puede justificar que los altos funcionarios policiales reciban una formación general más restringida y menos abarcativa que la de otros jerarcas públicos. Eventualmente esta confluencia puede contribuir, además, a favorecer un acceso más natural Transformación, Estado y Democracia 38 de los oficiales superiores que se determinen a otros cursos superiores que la ONSC-EFP implemente en el futuro. El nuevo mapa curricular impulsado por la EFP tanto para las Direcciones Medias (cursos propios) como para la Alta Dirección Pública (maestría universitaria) se estructura en cuatro grandes áreas: Estado y Políticas Públicas, Gestión Pública, Derecho Público y Gestión Financiera del Estado (Economía). Estas mismas áreas constituyeron, por lo argumentado recién, los ejes de los nuevos programas de estudios propuestos y aprobados por la ENP-EPES. 5. La necesidad de un espacio integrador. Como se apuntó más arriba, se consideró además conveniente incorporar a los nuevos programas un espacio de taller que, orientado al análisis de problemas específicos y complejos a los que se enfrenta el accionar de las jerarquías policiales, suministrara a los oficiales asistentes insumos plurales para su resolución. En el mismo confluyeron temas y elementos propios de la formación policial y de las otras disciplinas presentes en los cursos, para ofrecer un abordaje multidimensional a los temas que año tras año se seleccionarán. Se constituyó así una instancia superadora de la mera sumatoria de materias y conocimientos del esquema curricular, y un vínculo entre la teoría y la práctica. Puede constituir de futuro, además, una buena ocasión para la interacción en el aula de instructores policiales y de docentes externos. 6. Cuestiones operativas del cambio curricular Naturalmente, la expansión del área de las “otras disciplinas” y la constitución del taller propuesto debió administrarse de forma tal que no desnaturalizara o extendiera excesivamente la extensión horaria de los programas vigentes. Luego de los intercambios realizados con las autoridades de la institución de formación policial se decidió la supresión o reducción de contenidos temáticos que desde la propia EPES se consideraban como revisables, y una ligera extensión de la carga curricular en alguno de los programas. SECCIÓN III. Evaluación preliminar sobre los resultados de la cooperación interinstitucional. 1. En primer término, debe destacarse que la mera existencia de espacios y prácticas de colaboración entre instituciones de capacitación de funcionarios públicos constituye un activo valioso, que tiende a romper la pauta tradicional de compartimentación y aislamiento. De manera directa posibilita la constitución progresiva de una matriz común para la formación de los cargos públicos medios y altos, con el potencial impacto homogeneizador de saberes y prácticas funcionales y las consiguientes oportunidades de diálogo horizontal, y la socialización dentro del Estado de las fortalezas relativas de cada entidad de formación y de sus recursos humanos. No menos importante es una dinámica secundaria, tributaria de estos procesos, que permite aprendizajes y reconocimientos de distintas prácticas y culturas radicadas en esferas públicas por lo general escasamente comunicadas. A título de ejemplo, es de destacar la estrecha vinculación existente en la arena policial entre capacitación y carrera funcional. 2. Particularmente, un mayor grado de parentesco entre los cursos que dicta la EFP para el grueso de la Administración Pública y la formación policial supone el reconocimiento y la jerarquización de las funciones de sus Oficiales Superiores, que son equiparados en este renglón con jerarcas de otras dependencias. Sin perjuicio de las funciones especializadas del servicio policial, sus máxi- Transformación, Estado y Democracia 38 73 mas autoridades son funcionarios públicos que comparten con sus pares múltiples demandas de racionalidad, eficiencia y pertinencia social, lo que justifica una formación interdisciplinaria común de primer nivel. Resulta evidente la importancia de este factor en una instancia en que la institución experimenta procesos de cambios significativos, que apuntan a un nuevo modo de relacionamiento con la sociedad. 3. Más puntualmente, la formación “extra profesional” ha sido muy bien recibida por los Oficiales que fueron sus destinatarios, especialmente por los pertenecientes a las generaciones intermedias –nucleados en el curso de Comando y Estrategia Policial- que por lo general son quienes mejor perciben y valoran la necesidad de una capacitación integral. Como consecuencia de ello, en los cursos se constituyó un muy buen relacionamiento con los docentes “civiles” –en su mayoría pertenecientes a la plantilla de la EFP-, que a su vez realizaron un esfuerzo destacable para poner en diálogo los contenidos y temáticas de sus materias con la problemática policial. 4. En términos más específicos de impactos generados por los nuevos programas, contemplados en tanto aprendizajes efectivos, es difícil extraer evidencias concluyentes en la primera instancia en que se aplican. En algunos casos los resultados permiten suponer que fueron efectivamente positivos, en tanto en otros al menos se habría logrado una sensibilización de los asistentes a los enfoques y cuestiones planteados. 5. Naturalmente, también hay aspectos negativos que deberían corregirse en el futuro. En primer lugar, la refor- 74 ma se concentró exclusivamente en algunos cursos -mayoritariamente asociados a la culminación de carreras profesionales- de una larga secuencia de instancias de formación policial. Cualquier transformación efectiva y duradera de la formación requiere de una continuidad y progresividad, desde la base hasta las últimas instancias de la trayectoria funcional, que no puede suplirse por intervenciones específicas. Segundo, la relación directa entre formación y ascensos por un lado jerarquiza a los cursos, pero también los instrumentaliza en una medida considerable, recortando los fines genuinamente formativos. Tercero, la carga horaria destinada a la capacitación profesional específica continúa siendo muy elevada en algunos cursos (por ej. en el de Comando y Estrategia), y en otros casos los asistentes continúan en ejercicio de funciones de responsabilidad durante el período de clases (promoción de Inspectores y Comisarios). Ambos factores reducen drásticamente el tiempo disponible para el estudio. Por último, la minuciosa reglamentación de los cursos de la EPES y la concentración de los espacios institucionales de decisión rigidiza los planes y programas y dificulta las innovaciones, más allá de la buena voluntad empeñada por todos los actores involucrados. En síntesis, nos encontramos frente a una experiencia novedosa, productiva y potencialmente transformadora, que merece su mantenimiento en el tiempo y extensión a otras actividades, al tiempo de requerir un seguimiento y evaluación constantes para evitar su rutinización. Transformación, Estado y Democracia 38