José Manuel García de la Cruz Santos M

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José Manuel García de la Cruz
Santos M. Ruesga Benito
EL EURO
Mucho más que una moneda
ACENTO
EDITORIAL
ÍNDICE
PRESENTACIÓN .......................................................................
1 EL EURO , MONEDA EUROPEA ............................................
1.1 El dinero, las monedas y el mercado nacional .....
1.1.1 ¿Qué es el dinero? ..........................................
1.1.2 Las monedas en la creación de las econo
mías nacionales ..............................................
1.1.3 El empleo de la moneda en las relaciones
económicas internacionales ...........................
Primara edición: junio 1998
Segunda edición: marzo 2002
Diseño de cubierta: Alfonso Ruano / Cesar Escolar
1
José Manuel García de la Cruz y Santos M. Ruesga, 1998 '
Acento Editorial, 1998
Joaquín Turina. 39 - 28044 Madrid
Comercializa: CESMA, SA - Aguacate, 43 - 28044 Madrid
ISBN: 84-483-0330-X
Depósito legal: M-5358-2002
['reimpresión: Grafilia, SL
Impreso en España / Printed in Spain
Huertas Industrias Gráficas, SA
Camino Viejo de Getale, 55 - Fuenlabrada (Madrid)
No está permit ida la reproducción total o parcial de este libro, ni su trata miento informático, ni la transmisión de ninguna forma o por cualquier medio.
ya sea electrónico, mecánico, por fotocopia, por registro u otros métodos, sin
. 'I permiso previo y por escrito de los titulares del copyright.
1.2 La ampliación del concepto de moneda y su uti
lización: la política monetaria ................................
1.3 La unificación de las monedas y la integración eu
ropea ..........................................................................
1.3.1 ¿Por qué una moneda única? .......................
1.3.2 El proceso de implantación de la moneda
única .................................................................
1.3.3 ¿Qué supone la moneda única en el proceso
de integración? Implicaciones para los paí
ses integrantes .................................................
1.4 La sociedad ante la unificación monetaria ..........
1.4.1 ¿Qué implicaciones tiene para los consumi
dores? ...............................................................
1.4.2 Y ¿para los contribuyentes? ..........................
1.4.3 Y ¿para las empresas? ...................................
1.4.4 Y ¿para la banca? ..........................................
1.4.5 Y ¿para los ciudadanos europeos? ...............
1.5 Conclusiones previas sobre la instauración de la
moneda única ............................................................
2 LA MONEDA ÚNICA ENTRE LA POLÍTICA Y LA ECONOMÍA.
2.1 La discrepancia entre el interés político y el in
terés económico ..........................................................
2.1.1 Una buena idea tomada sin entusiasmo ....
2.1.2 La defensa de la soberanía nacional ..........
2.1.3 Se impone la lógica del ganador: ¡viva el dó
lar! ...................................................................
2.2 La imposibilidad de eludir el reto de la Unión Mo
netaria .......................................................................
2.2.1 Los riesgos de vivir de prestado ..................
2.2.2 Coger el toro por los cuernos: nace el ecu ...
2.3 Los límites del Sistema Monetario Europeo ........
2.4 El euro como solución tardía .................................
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t i I URO
3 La Unión Monetaria y la integración de la economía
europea ..............................................................................
3.1 La unificación monetaria y las ideas políticas .....
3.1.1 La eficacia como ideología ............................
3.1.2 La Unión Europea reacciona .......................
3.2 La distribución del poder en las decisiones de la
Unión Europea .........................................................
3.2.1 Un sistema original .......................................
3.2.2 El déficit democrático .....................................
3.3 Los activos y los pasivos de las políticas comuni
tarias ..........................................................................
3.3.1 La «soberanía» del mercado ..........................
3.3.2 La importancia de la equidad .....................
3.3.3 El proceso continúa ........................................
4 El, KURO: UN RETO ECONÓMICO Y SOCIAL EN UN MARCO
DE GLOBALIDAD ..........................................................................
4.1 Europa: un modelo social que hay que defender.
4.1.1 Emergencia del modelo social europeo ........
4.1.2 El discurso de la competitividad y la crítica
al modelo ........................................................
4.2 El reto de la globalidad ..........................................
4.2.1 El proceso de globalización y sus implicacio
nes ....................................................................
4.2.2 ¿Un nuevo orden político y económico?- .......
4.2.3 ¿Qué hacer con el estado del bienestar? ......
4.3 El euro como respuesta europea a la globalidad.
4.3.1 La globalidad: un nuevo reto para la inte
gración europea ...............................................
4.3.2 El euro ante la cohesión económica y social.
4.3.3 El euro y la democracia económica : .............
CONCLUSIONES ......................................................................
BIBLIOGRAFÍA ........................................................................
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Una moneda simboliza
nuestro libre albedrío.
J ORGE LUIS B ORGES, El Zahir
PRESENTACIÓN
Al calor del nuevo horizonte europeo, en el que los ciudadanos
del viejo continente verán alteradas algunas de sus instituciones más simbólicas, son muchas las publicaciones que han
surgido en los últimos años. En español y en el resto de las
lenguas comunitarias, el lector interesado encontrará multitud de libros, revistas, periódicos, vídeos, discos compactos...
sobre los diferentes pormenores del entramado institucional
que constituye la Unión Europea, sobre su historia, etc. Desde
muy distintos planos (informativo, analítico...) y en diferentes
áreas temáticas (política, economía, sociología, ciencias ambientales...) se han escudriñado las entrañas de la Unión Europea. Y sin embargo, para una realidad tan compleja, aún
quedan muchos espacios por analizar y más opiniones que
verter.
El texto que sigue no pretende ser una explicación técnica
del euro, de los mecanismos de su introducción y de las dificultades que han de superar la mayor parte de las economías
europeas para ser incluidas en el grupo de privilegio que podrá disfrutar de las potenciales ventajas de pertenecer a un
club al que se le otorgan los máximos atributos de la excelencia económica.
Por fortuna, cualquiera puede disponer de obras clarificadoras sobre los criterios de selección de los candidatos, sobre
la pertinencia o no de mantener determinado calendario, incluso, puede contemplar la inestabilidad de los comportamientos económicos de forma que quienes un día se permiten
aconsejar a los demás, otro son víctimas de sus propios consejos y, de poderoso, se pasa a la posición de débil.
Porque el euro será una moneda, pero una moneda distinta
en cuanto a su origen, en cuanto a los motivos que justifican
su aparición.
El euro será una moneda y como tal habrá de desempeñar
las mismas funciones de las monedas nacionales a las que
está abocada a sustituir, es decir, será un activo, un valor
generalmente aceptado por los ciudadanos en sus relaciones
económicas con el resto del mundo, y un refugio de la riqueza
y del ahorro particular. Al mismo tiempo será un instrumento
de política monetaria, de manera que el ámbito de su utilización será la frontera económica supranacional/nacional de
la Unión Europea y, también, de sus estados nacionales. En
este sentido, el euro, como cualquier moneda nacional, será
el instrumento a través del cual se manifieste la capacidad
económica de los países que lo adopten en sus relaciones con
terceros países.
En este libro se ofrece el particular análisis de los autores
sobre el proceso de integración que ha dado lugar al alum-
EL EURO
bramiento del euro como moneda común para los países comunitarios. Proceso que se entiende no tanto como ineludible
sino más bien como resultado lógico de las dialécticas política
y económica internas, operando en un determinado contexto
interno. Y resulta particularmente necesario resaltar esa dimensión política de la dinámica integradora, sobre todo con
vistas al posible efecto emulación que la Unión Europea
pueda generar en otros ámbitos regionales que han optado
por profundizar sus propios proyectos de integración económica (Tratado de Libre Comercio de Norteamérica, Mercosur,
ASEAN, etc.), en una situación de polarización económica novedosa.
El primer capítulo sintetiza, con carácter general, la vertiente monetaria del proceso de integración, poniendo de manifiesto el papel relevante del dinero en el devenir económico
y en la dinámica integradora de diversas economías nacionales. Con ello se aproximan, de un modo inicial, los efectos
esperables de la implantación de la moneda única entre los
distintos sujetos económicos y sociales presentes en la construcción de la Unión Económica y Monetaria.
En el siguiente capítulo se analiza el largo proceso de la
integración europea, interpretándolo como el camino hacia la
unificación monetaria, bajo el prisma de las tensiones latentes entre el mantenimiento del principio de soberanía nacional y la dilución del mismo a través de las políticas comunes.
El tercer capítulo se centra con más detalle en la Unión
Monetaria propiamente dicha, tratando de desvelar la interacción política interna que ha dado lugar a la situación actual en el proceso de integración. Para ello se analizan las
diferentes formas de poder que concurren en la dinámica comunitaria y su expresión en forma de políticas comunes, todo
lo cual condiciona la forma y el contenido que.se han fijado
para alcanzar el objetivo de la Unión Monetaria.
Y, por último, en el capítulo cuarto se inserta el proceso de
integración europea en el marco amplio de las relaciones económicas internacionales, teniendo presentes las tendencias
actuales hacia una mayor globalización (o mundialización) de
las mismas. En este contexto se identifican los retos más singulares a los que habrá de ir haciendo frente la Unión en los
próximos años en aras de lo que se supone habría de ser el
objetivo último: mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos,
a la par que contribuir a hacer un mundo más habitable para
todos los moradores de este planeta.
En la gestación de este libro hemos contado con la participación de muchos amigos y colegas. Con debates, arengas y
admoniciones recibidas hemos ido perfilando los análisis y
opiniones aquí contenidos. No obstante, la responsabilidad de
los mismos es exclusivamente nuestra. Aunque la lista de
apoyos es muy extensa, queremos personalizar nuestro agradecimiento en Antonio Albarrán, sin cuyo entusiasmo editorial no hubiéramos visto nunca la última página de este libro.
Ciro Murayama y Alfonso García Mora nos han prestado una
ayuda inestimable en la búsqueda de material, transcripción
PRESENTACIÓN
de textos y elaboración de cuadros y gráficos. Y, por último,
nuestro mayor apoyo ha provenido de Chus y Raquel, de Julio, Víctor y Jimena, que han soportado, no estoicamente pero
sí con buenas dosis de paciencia, nuestras respectivas ausencias en el tiempo de elaboración de estas páginas.
11
1
EL EURO, MONEDA EUROPEA
Lo primero que uno ha de tener presente, al tratar de comprender qué será el euro, es que será una moneda de alcance supranacional; lo que lleva consigo muchas implicaciones económicas y financieras para todo el espacio de la
Unión Económica y Monetaria y para cada uno de los países que lo integran.
Pero el euro será algo más que una simple moneda. En
este sentido cabe preguntarse por el papel que jugará en el
proceso de integración europeo o cómo afectará su implantación a la presencia comunitaria un el escenario económico.
1.1
El
dinero,las
monedas y el
mercado nacional
1.1.1 ¿Qué es el dinero?
La historia del dinero, en su
forma actual de moneda o billete, es relativamente corta
en la historia de la humanidad. No obstante, en la medida en que los humanos fueron descubriendo el interés y
la posibilidad de realizar intercambios de bienes —lo
que lleva a un grado inicial
de especialización del trabajo— fue surgiendo la necesidad de utilizar algo como
instrumento para realizar los
intercambios, como instrumento de pago de los mismos. Esto es el dinero en su
acepción más primitiva. Así,
se han utilizado múltiples tipos de bienes que, por las razones que fueren, reunían un
valor simbólico o estrictamente económico de importancia para la comunidad o
comunidades que realizaban
intercambios de bienes o se
prestaban servicios. Se ha
usado desde animales (los
camellos, las vacas...) hasta
minerales de todo tipo (piedras, oro, metales de variada
índole, etc.).
A medida que estos intercambios fueron aumentando
en volumen y, sobre todo,
ampliando su espacio de difusión, surgió la necesidad de
homogeneizar los diferentes
instrumentos utilizados para
las transacciones, poniéndose
de acuerdo las distintas comunidades comercialmente
conectadas en torno al valor
de los instrumentos utilizados en sus intercambios (e
incluso definiendo un valor
unitario común). Se definía
así un valor de cambio para
cada producto con relación a
ese instrumento homogeneizado de pago. A partir de
aquí aparecen las formas
más primitivas de monedas:
trozos de metal que, según
sus pesos y calidades, definían su valor en unidades de
pago.
Esta es la forma en que
surge el dinero fiduciario
(monedas y billetes) en las
sociedades humanas.
Ahora bien, si el valor de
13
EL EURO, MONEDA EUROPEA
EL EURO
Algunas curiosidades sobre el dinero
Los indicios más antiguos sobre el uso del dinero se remontan al año 3000 a.C, en Babilonia.
Las monedas más antiguas conocidas datan del siglo vil antes de Cristo.
El primer país que utilizó el papel moneda fue China, en el
siglo vil a.C.
En Europa, los bancos no expidieron billetes sino hasta el
siglo XVII
La vida media de un billete de dólar es de 18 meses. El
primer banco oficial fue el de Amsterdam, creado en 1609. El
banco central más antiguo es el de Inglaterra, que data de
1694, nacionalizado en 1946.
El Banco de España fue creado en 1856. En 1874 se le otorgó
la prerrogativa de emisión en exclusiva de moneda en todo
el territorio español. Y en 1962 se nacionalizó.
cualquier mercancía se puede
«condensar» en el atribuido a
la moneda, igualmente la
riqueza acumulada también
puede ser «condensada» en
forma de dinero. En vez de
terrenos o joyas, se puede
tener dinero, con la ventaja
de que se puede utilizar directamente en la adquisición
de otras mercancías. Es decir, el dinero tiene la propiedad de la liquidez do un uso
inmediato en ¡os pagos, aunque se renuncie a posibles
revalorizaciones del mismo,
salvo que con carácter general caigan los precios. También existen otros medios de
pago, que no son dinero fiduciario, sino otro tipo de
instrumentos (letras de cambio, pagarés de empresa, etcétera). Los diferentes instrumentos de pago se pueden
clasificar por un grado de liquidez, indicando la mayor o
menor inmediatez de cada
instrumento como medio de
pago. Todos estos medios de
pago constituyen lo que podríamos denominar el dinero
en sentido amplio.
El dinero, por tanto, constituye una mercancía espe14
cial, que se intercambia y
tiene un precio, que se denomina tipo de interés. Existe una demanda de dinero,
en sentido amplio, bien para
realizar todo tipo de intercambios o bien para atesorar.
Este dinero constituye, por
tanto, un activo propiedad de
particulares, susceptible de
depositarse en instituciones
financieras, empresas o familias, configurando así sus
pasivos monetarios.
Y ¿de dónde surge el dinero? El dinero fiduciario
—monedas y billetes—- es generado por el Banco Central;
el monto de dinero en circulación constituye una parte
del pasivo del banco emisor a
expensas (como contravalor)
de los activos. Otras instituciones (financieras e incluso
empresas y hasta el gobierno) pueden generar pasivos
propios que, dependiendo de
su grado de liquidez, forman
parte también de los medios
de pago con los que cuenta el
público para financiar los intercambios. Todo este conjunto de instrumentos de
pago constituyen la oferta
monetaria de un país.
1.1.2 Las monedas en la
creación de las
economías
nacionales
Hablar de economías nacionales supone hacer referencia a un espacio geográfico
concreto sobre el que ejercen
su soberanía un conjunto de
instituciones de diversa índole, representativas de la
colectividad humana implantada en dicho territorio, que
constituyen lo que llamamos
Estados nacionales.
El proceso de construcción
de los Estados nacionales, en
el sentido moderno que hoy
les atribuimos, lleva aparejado el desarrollo de un conjunto de instituciones básicas
y de elementos simbólicos
que definen el contenido político y económico del Estado
tanto hacia el interior como
hacia el exterior del propio
territorio.
En general, el ejercicio de
la soberanía del Estado supone, al menos, las siguientes cuestiones básicas:
• El establecimiento de las
normas que regulan y or
ganizan el funcionamien
to de la sociedad civil.
• El monopolio del uso de
medios violentos en defensa del propio Estado y
su vigencia y de las normas de convivencia que
de él emanan (policías y
ejército).
La consolidación de un sistema económico significa la
instauración de reglas de
funcionamiento en todos los
ámbitos de las relaciones
económicas y comerciales.
delimitando el territorio nacional donde se ejerce la libre
circulación de factores, bienes y servicios, y la construcción de un Estado fiscal que
genera atribuciones de intervención en el discurrir cotidiano de la economía y su
proyección futura (políticas
económicas).
El Estado establece, asimismo, las normas de defensa económica hacia el exterior del territorio nacional,
con la imposición de aduanas
y mecanismos arancelarios o
similares.
Por último, el espacio económico nacional se consolida
con la instrumentación de
una zona monetaria, apoyada en la circulación de una
única moneda y en su Banco
Central, en la mayoría de los
casos parte integrante del
entramado de instituciones
que conforman el Estado.
1.1.3 El empleo de la
moneda en las
relaciones
económicas
internacionales
Trasladando el razonamiento
inicial sobre el origen del dinero fiduciario al momento
en el que las relaciones entre
diversas colectividades se encuadran como relaciones entre Estados nacionales, aparece la necesidad de ampliar
los cometidos de las monedas
hacia un campo muy específico: las relaciones de precios
entre los de unas mercancías
y los de otras, según su lugar
de origen. Las monedas nacionales pasan a ser divisas
internacionales a través de
su utilización como medio de
pago para las transacciones
exteriores.
15
EL EURO, MONEDA EUROPEA
La peseta
Los orígenes de la peseta son inciertos. Hay quien sostiene que
las primeras monedas de cuatro reales de plata se acuñaron
en las misiones jesuíticas de California en el siglo XVIII. Lo que
sí está demostrado es que la primera peseta que se acuñó en
España la puso en circulación José Bonaparte en 1808 para
racionalizar el caótico sistema monetario. El nombre procede
de la palabra «peseta», que en catalán significa '«pieza pequeña».
La peseta surge oficialmente en 1868 con el alzamiento liberal que destronó a Isabel II para que España entrara en la
Unión Monetaria Latina, una institución económica que tenía
por objeto la igualación de los valores de distintas monedas
internacionales. Además, puso fin al complejo sistema monetario existente que, con más de veintiuna monedas diferentes
en circulación, era uno de los más heterogéneos de Europa. En
aquel momento convivían desde maravedíes de cobre (acuñados en el siglo xm por Alfonso X) y reales de vellón y de plata
(creados por Pedro I El Cruel en el siglo xn) hasta escudos de
oro (que había sustituido el ducado de los Reyes Católicos en
1537).
Con estos antecedentes, los españoles no debieran tener ningún problema para el uso del euro.
Si en el mercado nacional
el dinero como equivalente
general hace que pierda interés saber qué cantidad de
mercancías se podrían obtener con la venta de otras, por
ejemplo cuántos alimentos
podrían ser comprados con la
venta de una cantidad de
hierro, en las relaciones externas la situación cambia.
Si los alimentos proceden de
otra economía, o los ingresos
por la venta del hierro proceden de fuera, su precio ha
de ser expresado en una moneda común o, lo que es lo
mismo, tendrán que poder
ser expresados en unidades
monetarias que los compradores o vendedores conozcan,
fijándose una relación (tipo
de cambio) entre ambas monedas.
Lo expuesto sobre intercambios de mercancías sirve
para la acumulación de ahorros y su inversión. Mientras
que las inversiones se produzcan en la misma moneda
en que está expresado el
16
ahorro acumulado, el cálculo
de rentabilidad solamente
está afectado por el comportamiento de la economía nacional. Sin embargo, las inversiones en otros países
asumen un doble riesgo: el
propio de toda inversión, es
decir, el señalado anteriormente, y el riesgo del tipo de
cambio.
Este hecho introduce un
factor comparativo ya que,
simplificando, una moneda
nacional se puede revaluar
(«encarecer») frente a otra y
hacer poco atractivas inversiones que sí lo son desde la
única perspectiva del rendimiento nacional. Y viceversa,
inversiones poco atractivas
por sí mismas pueden serlo
ante la perspectiva de devaluación de la moneda en la
que se desea cobrar el rendimiento.
Prácticamente, el razonamiento es semejante respecto
de la concesión de préstamos, del endeudamiento o de
la decisión de emigrar con el
objetivo de remitir ahorros al
país de origen del emigrante.
En definitiva, la relación
entre las monedas nacionales, el tipo de cambio, constituye un factor fundamental
en la evolución de las relaciones internacionales y su
transformación.
Y ¿cómo se establece la relación concreta (la paridad)
entre dos monedas cualesquiera? Se establece a partir
del principio de igualdad de
poder de compra, es decir,
que una vez establecida dicha paridad (tipo de cambio)
podemos comprar el mismo
monto de mercancías o servicios con una unidad de moneda nacional en nuestro
país y con su equivalente en
moneda de otro en su territorio. Un ejemplo: que la paridad o tipo de cambio franco
francés/peseta sea 1/25, quiere decir que una unidad monetaria francesa se intercambia por 25 españolas y que,
sin otras consideraciones de
por medio, podemos comprar
la misma mercancía en
Francia con un franco que en
España con 25 pesetas.
En la dinámica económica
esa paridad no es estable
—salvo que haya intervenciones de alguna autoridad
monetaria estableciendo un
tipo de cambio fijo— y sus
oscilaciones dependen del
juego de la oferta y la demanda de cada moneda en
particular. Porque, como sucede con cualquier mercancía, la moneda nacional de
un país determinado es requerida (demanda) por aquellos extranjeros que desean
comprar algo en ese país (exportaciones de bienes y servicios, inmuebles, activos financieros, etc.) o invertir en
el mismo o remitir algún tipo
de transferencia. Y, al mismo
tiempo, esa divisa —moneda
nacional para transacciones
en el exterior— se oferta por
aquellos residentes en el país
que quieren comprar o invertir fuera o realizar algún tipo
de transferencia al exterior.
De aquí que lo habitual es
que el tipo de cambio esté
sujeto a constantes modificaciones.
Ahora bien, una permanente inestabilidad en los tipos de cambio supone un
grave problema para la expansión del comercio internacional al introducir incertidumbres sobre la evolución
del tipo de cambio de las divisas. Por ejemplo, la devaluación de la divisa nacional
supondrá un abaratamiento
de las exportaciones y encarecimiento de las importaciones, lo que, a priori, podría
mejorar la balanza de relaciones con el exterior y, por
extensión, un aumento en los
niveles de empleo en el país.
Y, en principio, una revaluación tendría el efecto contrario. El riesgo derivado de estos efectos constatados es la
tentación de los gobiernos de
proceder, mediante manipulaciones en los mercados de
divisas u otras prácticas, a
devaluar su divisa con objeto
de mejorar su saldo comercial con el exterior (devaluaciones competitivas). Por ello
es habitual que en la mayoría de los intentos de integración económica, e incluso
en el ámbito de las instituciones internacionales de
mayor dimensión geográfica,
como el Fondo Monetario Internacional, uno de los primeros objetivos que se pretende alcanzar es la estabi17
EL EURO
EL EURO, MONEDA EUROPEA
FLUJOS MONETARIOS EN UNA ECONOMÍA NACIONAL (1986)
Ventas (consumo privado)
lidad de los tipos de cambio
entre las monedas del área
en cuestión.
1.2 La ampliación del
concepto de moneda y
su utilización: la
política monetaria
En las economías modernas
el dinero es «algo más» que
un medio de pago para realizar transacciones o un activo de reserva. La cantidad
de dinero en circulación y el
ritmo de su expansión se
convierte en un instrumento
de política económica fundamental. Es decir, permite a
las autoridades económicas
intervenir discrecionalmente
sobre la marcha cotidiana de
la actividad económica. Veamos cómo.
Las empresas producen
bienes y servicios que venden a los consumidores, privados y públicos. A cambio
reciben dinero. Y, al mismo
tiempo, compran factores de
producción a las familias
—trabajo y ahorro— y al sector público, a la vez que pa18
gan impuestos. Las familias
reciben rentas que dedican a
consumir o las ahorran. El
sector público puede tener la
doble condición de productor
y consumidor: produce servicios que vende y compra bienes y servicios a las empresas; además, recibe dinero de
empresas y familias en concepto de cargas impositivas.
Y, por último, pero no menos
importante, todos estos agentes económicos, empresas,
consumidores y sector público, tienen relaciones con el
exterior (agentes económicos
de otras naciones) que dan
lugar a flujos de dinero desde
el propio país hacía otros, y
viceversa.
Todo este complejo entramado de movimientos de dinero suele canalizarse a través de un sistema de intermediación —el sistema financiero— que recibe dinero
de unos agentes y se lo
transmite a otros (eso sí, estableciendo un precio por estos servicios de intermediación).
Si en un momento determinado la cantidad de recursos monetarios que se de-
mandan (para realizar todo
tipo de transacciones) es superior a la oferta disponible
el resultado inmediato sería
una elevación del precio del
dinero (tipo de interés). Al
encarecerse el dinero puede
reaccionarse disminuyendo
su demanda, lo que afectaría
al gasto nacional, disminuyendo el consumo y la inversión —por extensión, afectaría al nivel de empleo y de
producción de la economía
nacional—. Si, por el contrario, en un momento determinado se produce un exceso
de oferta monetaria sobre los
deseos del público, el precio
del dinero bajará y los agentes económicos aumentarán
su demanda de medios de
pago, y el efecto en la economía será o bien de crecimiento de la producción de
bienes y servicios —para satisfacer el aumento del consumo y de la inversión— o
bien un aumento de los precios, siendo también probable una mezcla en diferentes
proporciones de ambos efectos.
Es en esta cadena de relaciones entre la cantidad de
dinero disponible y las decisiones de consumo e inversión de los ciudadanos donde
se apoya la política monetaria. Si es posible alterar la
oferta monetaria discrecionalmente por parte de la autoridad monetaria o banco
central, es entonces factible
alterar la evolución de la
producción de bienes y servicios, el empleo y/o el nivel
de precios de la economía.
En las últimas décadas la
orientación de las políticas
monetarias en la mayoría de
los países del mundo ha estado definida por el objetivo
de frenar la evolución ascendente de los niveles de precios (inflación). Es decir, se
ha luchado contra la inflación practicando políticas
monetarias restrictivas que
persiguen moderar el crecimiento de la oferta de dinero
(en sentido amplio) frente a
una demanda en mayor expansión; hasta el extremo de
instituir como objetivo básico
de la política monetaria el
control de la inflación, tal
como, por ejemplo, se establece en las normas fundamentales del futuro Banco
Central Europeo. Los posibles efectos de contracción en
la inversión, en la producción
total y el empleo por la ampliación de este tipo de política monetaria, se tratarían
de paliar, en su caso y con limitaciones, acudiendo al uso
de políticas económicas coyunturales (política fiscal y
presupuestaria) o estructurales (política industrial, de
mercado de trabajo, etc.).
En el nuevo escenario de
la Unión Económica y Monetaria el ámbito de la gestión monetaria pasará de ser
responsabilidad de los Bancos Centrales Nacionales de
los países miembros al Sistema Europeo de Bancos
Centrales (SEBC) y Banco
Central Europeo (BCE).
1.3 La unificación de las
monedas y la
integración europea
1.3.1 ¿Por qué una
moneda única?
Antes de seguir es necesario
situar la decisión de crear
una moneda única para el
19
EL EURO, MONEDA EUROPEA
EL EURO
conjunto de la Unión Europea en el hecho de que, en
1993, se había alcanzado el
estadio de Mercado Único o
Mercado Común en el plano
formal; es decir, en el territorio de la Unión no habían
de existir impedimentos o
trabas a la libre movilidad
de los bienes y servicios, así
como de los factores de producción; trabajo y capital.
Con este propósito, tras la
entrada en vigor del Acta
Única Europea (1987), las
instituciones comunitarias
volcaron su empeño en remover los diferentes obstáculos de orden económico y
legal que dificultaban la
construcción de ese gran
Mercado Interior. Cientos de
directivas, decisiones, recomendaciones y dictámenes se
han generado desde entonces
con el fin de remover tales
obstáculos en aras de armonizar el funcionamiento de
los mercados nacionales.
Parte del sistema tributario,
la regulación de sectores básicos, como el transporte o
las comunicaciones, de los
mercados de capitales o de
servicios bancarios se han rediseñado para construir un
amplio espectro de reglas comunes. A pesar de este ingente esfuerzo de armonización institucional, subsisten
asimetrías importantes que
limitan la fluidez en el movimiento de la oferta productiva y de los factores de producción, por contraste con lo
que ocurriría en un mercado
nacional ya totalmente integrado.
En varios planos se podrían situar los obstáculos
aún existentes para la consolidación de un auténtico
mercado interior, sin barreras internas:
20
Político institucional. Subsisten aún diferencias importantes en cuanto a la configuración y contenido de una
parte notable de las instituciones económicas. Hay que
destacar la heterogeneidad
de los sistemas tributarios,
particularmente en lo que
afecta a la tributación sobre
las rentas y el patrimonio,
pero también en la que carga
sobre el consumo.
Económico-financiero. La
libre movilidad de capitales,
un hecho en la Europa Comunitaria, ha introducido
fuertes movimientos especulativos en los mercados de divisas, ante la existencia de
múltiples monedas y la disparidad legislativa en cuanto
a fiscalidad sobre los rendimientos de capital, regulación del sistema bancario, etcétera.
Sociocultural. También en
este terreno las diferencias
son acusadas. Sin duda, el
elemento más paradigmático
es el idioma, pero se pueden
identificar también otras
múltiples (desde la cultura
gastronómica hasta hábitos
de horario) que limitan la
plena movilidad de bienes y
servicios, y de factores de
producción.
En este contexto de integración incompleta, el establecimiento de una sola moneda no sólo impulsará los
intercambios de las naciones
comunitarias, sino que también reducirá algunos de los
posibles efectos perversos de
la libre circulación de capitales y, por último, servirá
también para limar disparidades de orden cultural derivadas de la utilización de
unidades monetarias diferen-
tes (al menos se hablará un
solo «idioma» monetario).
1.3.2 El proceso de
implantación de la
moneda única
Por otro lado, está la cuestión referida a quiénes podrán adoptar la moneda común: el euro. Hay que insistir en que la iniciativa ha correspondido a la Comunidad
Europea —hoy Unión Europea— en un momento concreto de su trayectoria de integración económica. Es verdad que la coyuntura en que
la idea fue planteada no tiene mucho que ver con la situación actual. Obviando las
propuestas de los primeros
años setenta, cuando se sugiere con fuerza una unión
monetaria, es en 1989 cuando se plantea con nuevo ímpetu la sustitución de las
monedas nacionales por una
común. Es un momento de
cierta euforia por los ritmos
de crecimiento económico y,
sobre todo, por haber quedado despejado —eso al menos
parecía— el camino tras los
duros años setenta. El momento elegido no es otro que
el término de la creación del
mercado único, previsto para
comienzos de 1993, de forma
que la moneda única habría
de ser su corolario más exitoso. Por lo tanto, el euro habría de ser la expresión del
éxito del proceso de integración económica iniciado en
1951, y a éste estaban invitadas todas las economías comunitarias. Si juntos se ha
llegado a construir un mercado único, no cabe poner reparos a la participación en lo
que será el hito por excelencia de la integración.
El camino diseñado por el
Consejo de la Unión para la
instauración del euro establece una secuencia temporal
en tres fases. En la primera,
el arranque, se determinan
los países que entrarán a formar parte del selecto club de
miembros de la UEM desde el
primer momento y se anunciará la fecha definitiva de
introducción de la moneda
única.
En la fase segunda, se desarrolla todo el trabajo preparatorio de introducción del
euro, afrontando los diferentes problemas técnicos a que
ello va a dar lugar en distintos ámbitos, particularmente
en lo que a transacciones
mayoristas se refiere. En
esta fase se inicia la fabricación de billetes y monedas.
Y, por último, en un periodo de seis meses, la tercera
fase tendrá por objeto poner
en circulación el euro. En
este lapso de tiempo habrá
doble circulación, de euros y
de moneda nacional, para desaparecer ésta transcurridos
seis meses de la iniciación de
esta fase.
1.3.3 ¿Qué supone la
moneda única en el
proceso de
integración?
Implicaciones para
los países
integrantes
El objetivo de una moneda
única supone un hito desconocido hasta la fecha en los
procesos de integración económica. La Unión Económica
y Monetaria, en su tercera
fase, constituye el paso más
importante en la Unión Europea: el que comporta una
mayor y más explícita cesión
21
EL EURO
-------------------- . -------------------- .
EL EURO, MONEDA EUROPEA
. ----------------------------------------
Fases de la introducción de la moneda única
FASE B
FASE C
Fecha inicio:
FASE A
Fecha inicio:
Fecha inicio:
mayo 1998
1 enero 1999
Duración:
3 años máximo
Tareas:
• Fijación de los tipos de cambio
• Políticas monetaria y de tipo de
cambio instrumentadas en la
moneda única
• Funcionamiento
de los mercados
financieros en la
moneda única
• Deuda pública
denominada en la
moneda única
Durante la fase:
• Adaptación de los
bancos y las instituciones financieras
• Adaptación progresiva y libre del
resto de operadores públicos y privados
1 enero 2002
Duración:
6 meses
Tareas:
* Emisión de las
nuevas monedas
y billetes
• Sistema de pagos
al por menor en
la moneda única
Tareas:
• Lista de Estados
miembros participantes
• Anuncio de la fecha de entrada en
vigor de la UEM
* Fecha de introducción de la moneda única
Durante la fase:
• Adopción de las
nuevas monedas
y marco institucional
• Producción de las
monedas y los billetes en la nueva
divisa
• Creación del marco legal
Aumento de los
ingresos fiscales y
de
las cotizaciones
sociales
Reducción
de las
tasas
de interés
Impulso a la
inversión, y al
empleo
Durante la fase:
• Emisión e introducción de la moneda única en todas las economías
participantes
* Adaptación final
del sector privado
formal de soberanía nacio- ción europea desde su puesta en
nal. La moneda nacional, con marcha a finales de los años
mayor o menor trayectoria cincuenta: Unión Aduanera,
histórica, desaparecerá, dan- Mercado Único y, ahora, Unión
do lugar a otra nueva no su- Económica y Monetaria.
jeta al control de las autori- Sin duda, más allá de las
dades nacionales sino a un ventajas estimadas que se
organismo supranacional, el deriven de la importancia de la
Banco Central Europeo, do- moneda única, ésta trasciende
tado de autonomía absoluta sus efectos económicos para
situarse en un plano político
respecto a aquéllas.
constituirá
un
Pero, además de constituir relevante:
un hito singular, la moneda símbolo de la soberanía
de
las
única, en conjunto la UEM, supranacional
comunitarias, en
supone un eslabón consisten- instituciones
un orden, el monetario y
te con la permanente profun- financiero, de evidentes indización con sus flujos y reflujos del proceso de integra22
EL CÍRCULO VIRTUOSO DE LA UNIÓN ECONÓMICA Y MONETARIA
terconexiones con el mundo
de las decisiones políticas.
El proceso de integración
económica europea, es decir,
de consolidación de una auténtica economía supranacional, ha estado definido por
un calendario de decisiones
políticas que ratifican la cesión paulatina de soberanía
desde los Estados nacionales
integrantes del proceso. Y
esto es válido tanto para el
proceso en su conjunto como
para cada una de las etapas
de su evolución. Las decisiones fundamentales que han
abierto paso a nuevos estadios de integración han estado jalonadas por acuerdos
entre las autoridades políticas de los Estados miembros,
en la mayoría de los casos,
adoptados en forma unánime. Desde el desarme arancelario hasta la moneda única, pasando por la libertad
de movimientos de capital o
de fuerza de trabajo, se han
decidido en el ámbito de los
Aumento
del
consumo
Consejos Europeos de Jefes
de Estado.
Ahora bien, por la misma
naturaleza del papel de la
moneda y de la política monetaria, la sustitución de las
monedas nacionales representa un objetivo que altera
sustancialmente las relaciones entre los estados nacionales y la Unión Europea.
Afecta a la gestión de uno de
los atributos principales del
ejercicio de la soberanía nacional. Ya que la creación de
la moneda ha sido históricamente una de las atribuciones del monarca y uno de los
bastiones en los que justificar su poder, la sustitución
de la moneda nacional por
otra común no puede considerarse exclusivamente como
una decisión técnica; afecta
al sustrato mismo de la definición de la soberanía nacional.
En el ámbito de las relaciones entre Estados miembros de la Unión, el euro ha
23
EL EURO
de facilitar la superación de
la desconfianza entre los diferentes países motivada por
la adopción de políticas monetarias discrepantes que
pueden afectar negativamente a los vecinos y socios.
Por otro lado, la Comunidad Europea es un agente
muy dinámico en las relaciones económicas internacionales. Es el primer bloque
comercial del mundo, tiene
suscritos acuerdos de cooperación comercial, técnica y financiera con más de las dos
terceras partes de las naciones, es uno de los grupos económicos más activos en los
movimientos de capitales internacionales y es objeto preferente del destino de ¡os flujos migratorios de la mayor
parte de los ciudadanos africanos, latinoamericanos y de
la Europa del Este que asumen los riesgos de la emigración.
En suma, las relaciones
externas de los países comunitarios están fuertemente
influidas por los compromisos adquiridos a partir de posiciones comunes. Esto no
quiere decir que la política
exterior comunitaria haya alcanzado puntos suficientes
de acuerdo como para presentar a la Unión Europea
como protagonista activo de
las relaciones internacionales, pero no es menos cierto
que los compromisos internacionales se verán robustecidos si el lenguaje económico
y financiero se articula a
partir de una moneda común. No solamente protegerá
la estabilidad de las relaciones existentes con terceros; también hará más atractivo el mantener estas relaciones en cuanto que se pre24
EL EURO, MONEDA EUROPEA
senten como alternativa sólida al dólar. Por otro lado, la
existencia junto al dólar de
una moneda respaldada por
una economía fuerte y abierta, como la europea, permitirá, en las relaciones económicas internacionales, distribuir los riesgos entre dos polos monetarios.
1.4 La sociedad ante la
unificación monetaria
RETOS Y OPORTUNIDADES DE LA UNIÓN ECONÓMICA Y MONETARIA
RETOS
OPORTUNIDADES
Ajuste sin recursos
si tipo de cambiol
nacional _
Unión monetaria
Moneda única
ianco Central
ndependiente
Unión económica
• Mercado único
• Coordinación
macroeconómica
• Limitación
presupuestaria
1.4.1 ¿Qué implicaciones
tiene para los
consumidores?
Un primer tipo de problemas
es la adaptación a la nueva
moneda. Por ejemplo, habrá
un periodo de seis meses, entre el 1 de enero y el 1 de
julio de 1999, en que los precios serán presentados tanto
en euros como en pesetas. La
información, dirigida al consumidor, habrá de atender a
los siguientes objetivos:
a) Aclarar que los bienes y
servicios valen lo mismo, que
no cambia la identidad de
contrato o de las obligaciones
con la entrada en vigor de la
UEM, sino que exclusivamen
te se modifica la unidad en
que se reflejan.
b) Indicar las ventajas de
la UEM : reducción de costes
de transacción, facilidad de
desplazamiento al extranje
ro, mejora de la transparen
cia de precios, etc.
c) Señalar el carácter no
inflacionario de la nueva mo
neda para atajar ese mismo
fenómeno.
1.4.2 Y ¿para los
contribuyentes
?
El pago de impuestos en euros debería ser factible desde
Cohesión
Equidad
• Fondos
estructurales |entre paisesj
y regiones
el 1 de enero de 1999.
Sin embargo, no es posible
pagar los tributos en la nueva
moneda
sin
las
modificaciones
legales
correspondientes, tales como
permitir la contabilidad en
euros y sin que la
Administración Tributaria se
encuentre preparada técnicamente para recibir liquidaciones tributarias en euros. Además, ese pago no
debe ser obligatorio realizarlo en euros desde el inicio,
pues distintos contribuyentes, personas físicas o PYMES,
necesitan tiempo para ajustar sus mecanismos contables, gestores e informáticos.
Por eso, la Administración
Tributaria habrá de dar un
periodo para el pago voluntario en euros o en la moneda
preexistente. Por ejemplo, las
PYMES, en el terreno tributario, necesitarán tiempo
para ajustar sus mecanismos
gestores, informáticos y contables, al contrario que multinacionales como Shell o
Siemens.
1.4.3 Y ¿para
las
empresas?
Las empresas tienen la posibilidad de realizar un cambio completo para usar el
euro el 1 de enero del año
2002 o bien usar el euro sólo
en algunas operaciones durante el periodo transitorio
fijado para los primeros seis
meses del 2002.
Las empresas se ven afectadas en sus decisiones sobre
el uso del euro por varios
motivos. En primer lugar las
operaciones financieras se
realizarán en euros y al operar en esta moneda las empresas eliminarían los costes
de operar en varias monedas.
los riesgos de tipo de cambio,
las deficiencias de información consecuencia de lo anterior, etc. (costes de transacción). Además se contará con
la ventaja de la simplificación del comercio y de las inversiones en la unión monetaria. En el caso de las empresas que operan en varios
países, su contabilidad inter25
EL EURO, MONEDA EUROPEA
EL EURO
na y presentación de informes se hará en una sola moneda.
En virtud de que las transacciones al por menor se seguirán expresando en moneda nacional hasta el 2002.
ante la ausencia de billetes y
monedas en euros, las empresas cuyo trato sea fundamentalmente con particulares
y con FYMES tendrán pocos
incentivos para hacer un
cambio antes de la fecha señalada. Sin embargo, lo más
fáci) es que las empresas se
muevan a diferentes velocidades hacia el empleo del
euro, por lo que se darán casos de transición completa e
inmediata a partir de enero
de 1999, también de transición postergada a enero del
2002 o un uso parcial del
euro en algunas actividades,
expresando otras en moneda
nacional. Éstas últimas, las
PYMES, harían su cambio definitivo hasta el 2002. Las
pequeñas y medianas empresas pueden encontrar problemas específicos al hacer la
transición a la moneda única
debido a sus limitados recursos técnicos y financieros. Es
cierto que muchas de ellas
operan al por menor y están
diariamente en contacto con
los consumidores. De ahí que
puedan desempeñar un papel fundamental en facilitar
el cambio por parte de los
ciudadanos en general.
1.4.4 Y ¿para la banca?
Durante la llamada Fase B
de la introducción del euro,
que irá del 1 de enero de
1999 al 1 de enero del 2002,
los bancos tienen un papel
decisivo, pues teniendo la
UEM un indudable carácter
26
financiero, están obligados a
realizar en euros las operaciones internas con otras entidades financieras.
Pero sus operaciones externas con los agentes públicos y privados podrán seguir
realizándose en moneda nacional. Ello supone costes
evidentes para la banca: doble contabilidad, uso de convertidores, etc., a las que se
suma la reducción de ingresos provenientes de comisiones en los cambios de divisas.
Así, los bancos deberán
contar con un cronograma
preciso para evaluar el impacto del euro en las operaciones bancarias y su incidencia general. Además, será
preciso definir su relación
con otras entidades financieras, respecto a los agentes
económicos que operarán en
euros, con relación a los operadores económicos y las personas privadas que seguirán
actuando en monedas nacionales, así como su estrategia
de relación con las administraciones públicas.
1.4.5 Y ¿para
los
ciudadans
europeos?
Para el ciudadano europeo,
lo esencial es que llegue a
identificar el proyecto de la
UEM con:
a) El reforzamiento de la
idea de Europa.
b) La oportunidad de lograr un mayor crecimiento
económico y un incremento
del empleo.
Sin duda, desde el punto
de vista de los ciudadanos, la
UEM supondrá un paso hacia
delante en tanto que confi-
gure un horizonte con mayores niveles de bienestar social. Y aquí hay que destacar
la trascendencia que tendrá
si llega a consolidar, o no, el
denominado modelo europeo
de desarrollo fraguado a lo
largo de los años cincuenta y
sesenta del presente siglo.
Pero sobre ello se volverá
más adelante.
1.5
Conclusiones
previas sobre la
instauración de la
moneda única
La Comisión Europea está
iniciando diversas actividades para facilitar el cambio.
Se han considerado estudios
de casos prácticos, en los que
expertos en diversas áreas
de actividad de las empresas
(contabilidad,
fiscalidad,
marketing, tecnología de la
información) simularán la
transición de las empresas
individuales en varios sectores. Su meta es preparar un
plan pormenorizado de transición para las empresas interesadas, con plazos y presupuesto incluidos. Se espera
que las lecciones extraídas
de este enfoque práctico puedan compartirse con otras
PYMES.
Igualmente se está desarrollando un amplio programa de difusión del euro y sus
aplicaciones entre la población que incluyen experiencias piloto en lugares concretos con el objetivo de familiarizar a los ciudadanos con la
nueva moneda. Todas estas
actividades se verán incrementadas sin duda con la
mayor cercanía del 1 de enero del año 2002, fecha en la
que los individuos europeos
de toda condición no podrán
usar otra moneda que el euro
en su vida cotidiana.
Se podrían sintetizar los
problemas que plantea la
instauración de la moneda
única, para cada país integrante, en los siguientes
puntos:
1. La UEM supone una
transformación radical en la
estrategia de los agentes eco
nómicos, en su planificación
temporal y en la adopción de
decisiones.
2. El calendario de introducción del euro y sus fases
están casi totalmente cerra
dos; los agentes económicos
deben adaptar su estrategia
al mismo.
3. Hay una aceleración en
la construcción de la UEM.
aunque persisten incertidumbres; es preciso, por tan
to, actuar inmediatamente
para adaptarnos a la UEM de
forma rápida y con una alta
prioridad.
4. Las decisiones sobre el
euro han de estar tomadas
por los agentes económicos
para que se apliquen desde
el 1 de enero de 1999.
5. El euro será una moneda operativa desde el 1 de
enero de 1999, no en el año
2002, aunque coexista con
las monedas nacionales.
6. Los bancos tienen un
papel decisivo para la introducción del euro; por ello, deben prepararse con anticipación y ser más cuidadosos al
respecto que los otros agentes privados.
7. La introducción del
euro para los bancos supone
fuertes costes; de ahí que su
estrategia de adaptación a la
UEM ha de convertirse en
una prioridad.
8. La introducción del
27
EL EURO, MONEDA EUROPEA
EL EURO
euro supone para los bancos
adoptar una estrategia específica respecto a las administraciones públicas.
9. Los bancos deben convertirse respecto a terceros,
incluidas las administraciones públicas, en los agentes
que faciliten e impulsen la
introducción del euro.
10. Las administraciones
públicas deben facilitar e impulsar el uso del euro desde
el 1 de enero de 1999.
11. Las administraciones
públicas son las responsables
de que la introducción del
euro sea aceptada socialmente y suponga los menores
costes posibles.
12. Los problemas principales de las administraciones tributarias serán:
• Modificar sus legislaciones para incluir el euro.
• Facilitar el uso del euro
en las declaraciones tri
butarías y en la factura
ción.
13. Las administraciones
tributarias están muy retrasadas ante la adopción de
medidas para adaptarse al
euro.
14. Hay que contactar con
la administración tributaría
lo antes posible para resolver
la aceptación de declaraciones en euros por las entidades colaboradoras y los ajustes que daban realizarse.
15. La introducción del
euro en la normativa tributaria debe sor neutral, no generando rentas de ninguna
especie: ni positivas ni negativas.
16. La banca tiene que
plantearse inmediatamente
los efectos fiscales de la introducción del euro, exponer
a la administración tributa-
ria los problemas y exigir soluciones.
En síntesis, el objetivo de
la Unión Económica y Monetaria constituye un conjunto de oportunidades de desarrollo, tanto para el proceso de integración en sí mismo,
como para los propios países
miembros. Pero a la vez
introduce
nuevos
retos,
particularmente en el plano
nacional.
La amplitud de los problemas que se pueden plantear
ha motivado la proliferación
de iniciativas públicas y privadas con el objetivo de informar a los ciudadanos y
empresarios sobre las cuestiones más técnicas que
plantean la sustitución de
las monedas nacionales. En
este sentido, hay que destacar las campañas institucionales impulsadas por la Comisión Europea y los Gobiernos nacionales en todos los
medios de comunicación, y de
forma específica la proliferación de folletos, documentos
divulgativos, etc., puestos a
disposición de asociaciones,
entidades e incluso particulares de forma gratuita. El
objetivo es que los ciudadanos no vean con temor el
cambio de su moneda, los
nuevos precios, o los cálculos
que, al menos durante un
tiempo, van a resultar inevitables.
En definitiva, se trata de
que los ciudadanos puedan
conocer correctamente las
respuestas a un abanico de
preguntas como las que siguen:
• ¿Van a subir los precios
por el cambio de moneda?
• ¿Se verán alterados los
sueldos?
¿Costará más un préstamo?
¿Habrá que pagar más
impuestos?
¿Se remunerarán mejor
los ahorros en los bancos?
¿Que pasará con el dinero negro?
• ¿Serán más rentables las
empresas?
• ¿Tendrán que competir
más los bancos?
• ¿Se podrá mover mejor el
dinero entre los distintos
países?
• ¿Se podrá comprar mejor
en el extranjero?
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