EL PAPA FRANCISCO OPINA Si el sacerdote no es misericordioso, mejor que no confiese El Papa Francisco centró su catequesis de la Audiencia General en el perdón y la confesión. Aseguró que Dios no se cansa de perdonar y por eso invitó a los católicos a no cansarse de pedir perdón. Francisco reconoció que él también pasa por el confesionario. Francisco “Nuestras madres, nuestras abuelas decían que es mejor ponerse rojo una vez que estar mil veces amarillo. Te pones rojo una vez, te perdonan los pecados y adelante. También el Papa se confiesa cada 15 días, porque el Papa también es un pe- cador. Y el confesor escucha lo que le digo, me aconseja y me perdona, porque todos tenemos necesidad de este perdón”. El Papa explicó que la misión de perdonar los pecados es tan delicada, que es mejor que los sacerdotes que no sean misericordiosos y benévolos se abstengan de confesar. “Los penitentes tienen... ¿el deber? No. ¡Tienen el derecho! Nosotros tenemos el derecho, todos los fieles, de encontrar en los sacerdotes a los servidores del perdón de Dios”. Al final de la audiencia, El Papa Francisco pidió a los 45.000 asistentes que rezaran en silencio por las víctimas del temporal en Cerdeña. A pesar del frío, a Francisco le cunden cada vez más los 45 minutos de paseo por la plaza de San Pedro. Ahora hasta gasta bromas a los grupos de peregrinos. “¿El mate? ¿Y el mate dónde está? ¡Un uruguayo sin mate no es un uruguayo!” Francisco también detuvo el coche y se bajó para saludar personalmente a esta anciana en silla de ruedas. Romereports.com Anunciar a Cristo con una sonrisa La Iglesia debe estar siempre alegre como Jesús. Lo ha afirmado el papa Francisco esta mañana en la homilía de Santa Marta. Así, el pontífice ha subrayado que la Iglesia está llamada a transmitir la alegría del Señor a sus hijos, una alegría que da la verdadera paz. La paz y la alegría, son las dos ideas clave que el santo padre ha desarrollado en su homilía. En la primera lectura del libro Isaías, vemos el deseo de paz que todos tenemos, ha indicado. Una paz que, dice el profeta, nos llevará al Mesías. En el Evangelio “podemos ver un poco el alma de Jesús, el corazón de Jesús: un corazón alegre”. Al respecto, Francisco ha afirmado que “nosotros pensamos siempre en Jesús cuando predicaba, cuando sanaba, cuando caminaba, iba por las calles, también durante la Última Cena... Pero no estamos acostumbrados a pensar en Jesús sonriente, alegre. Jesús estaba lleno de alegría: lleno de alegría. En esa intimidad con su Padre: ‘Exultó de alegría en el Espíritu y alabó al Padre’- es precisamente el misterio interno de Jesús, esa relación con el Padre en el Espíritu. Es su alegría interna, su alegría interior que Él nos da”. Así, Francisco ha indicado que “esta alegría es la verdadera paz: no es una paz estática, quieta, tranquila. No, “la paz cristina es una paz alegre, porque nuestro Señor es alegre”. Y, también, es alegre “cuando habla del Padre: ama tanto al Padre que no puede hablar del Padre sin alegría”. Nuestro Dios, ha indicado, “es alegre”. Y Jesús “ha querido que su esposa, la Iglesia, también fuese alegre”. Francisco ha añadido que “no se puede pensar en una Iglesia sin alegría y la alegría de la Iglesia es precisamente esta: anunciar el nombre de Jesús. Decir: ‘Él es el Señor. Mi esposo es el Señor. Es Dios. Él me salva, Él camina con nosotros’. Y esta es la alegría de la Iglesia, que en esta alegría de esposa se hace madre. Pablo VI decía: la alegría de la Iglesia es precisamente evangelizar, ir adelante y hablar de su Esposo. Y también transmitir esta alegría a los hijos que ella hace nacer, que ella hace crecer”. El santo padre ha proseguido señalando que la paz de la que nos habla Isaías “es una paz que se mueve mucho, es una paz de alegría, una paz de alabanza”, una paz que podemos decir “ruidosa, en la alabanza, una paz fecunda en la maternidad de nuevos hijos”. Una paz, ha observado el papa, “que viene precisamente en la alegría de la alabanza a la Trinidad y de la evangelización, de ir a los pueblos a decir quién es Jesús”. Francisco ha puesto énfasis en lo que dice Jesús, “una declaración dogmática” cuando afirma: “Tú has decidido así, revelarte no a los sabios sino a los pequeños”. El santo padre ha concluido explicando que “también en las cosas muy serias, como esta, Jesús está alegre, la Iglesia está alegre. Debe ser alegre. También en su viudez porque la Iglesia tiene una parte de viuda que espera a que su marido vuelva - también en su viudez, la Iglesia está alegre en la esperanza. Que el Señor nos dé a todos nosotros esta alegría, esta alegría de Jesús, alabando al padre en el Espíritu. Esta alegría de nuestra madre Iglesia en el evangelizar, en el anunciar a su Esposo”. 5 No es lícito robarle al Estado para ser benefactor de la Iglesia Reconocernos pecadores. Ser corruptos nunca. Denuncia el escándalo de la ‘doble vida’ de algunos cristianos Quien no se arrepiente y “finge ser cristiano” hace mucho daño a la Iglesia. Es lo que ha afirmado el papa Francisco en su homilía. El santo padre ha recordado que todos debemos reconocernos “pecadores”, pero debemos guardarnos de convertirnos en “corruptos”. Quién es un benefactor de la Iglesia, pero le roba al Estado, ha añadido, es “un injusto” que lleva una “doble vida”. Jesús “no se cansa de perdonar y nos aconseja” hacer lo mismo. En sus palabras, el pontífice se ha detenido en la exhortación del Señor a perdonar al hermano arrepentido, de la que habla el Evangelio de hoy. Cuando Jesús nos dice que perdonemos siete veces al día, ha observado, “hace un retrato de sí mismo”. Jesús, ha añadido, “perdona”, pero en este relato del Evangelio dice también: “Ay de los que escandalizan”. No habla de pecado sino de escándalo, que es otra cosa. Y añade que “es mejor para él que se le ponga al cuello una rueda de molino y se le eche al mar antes que escandalizar a uno de estos pequeños”. “¿Qué diferencia hay --se pregunta el papa-- entre pecar y escandalizar?” “La diferencia es que quien peca y se arrepiente, pide perdón, se siente débil, se siente hijo de Dios, se humilla y pide la salvación a Jesús. Pero ¿el qué escandaliza?, ¿qué es lo que escandaliza? Que no se arrepiente. Continua pecando, pero disimula ser cristiano: la doble vida. Y la doble vida de un cristiano hace mucho daño, mucho daño. ‘¡Pero si yo soy un benefactor de la Iglesia! Me meto la mano en el bolsillo y doy limosna a la Iglesia’. Pero con la otra mano, roba: al Estado, a los pobres… Roba. Es un injusto. Esta es la doble vida. Y esto merece, dice Jesús, no lo digo yo, que le pongan al cuello una rueda de molino y sea echado al mar. No habla de perdón aquí”. Y esto, ha destacado el santo padre, “porque esta persona engaña” y “donde está el engaño, no está el Espíritu de Dios. Esta es la diferencia entre pecador y corrupto”. Quien “lleva una doble vida, ha advertido, es un corrupto”. Distinto es quien “peca y quisiera no pecar, pero es débil” y “va al Señor” y le pide perdón: “¡a este el Señor le quiere mucho! Lo acompaña, está con él”. “Debemos reconocernos pecadores, sí, todos ¡eh! Todos lo somos. Corruptos no. El corrupto está fijo en un estado de suficiencia, no sabe lo que es la humildad. Jesús, a estos corruptos, les decía: ‘La belleza de ser sepulcros blanqueados’, que parecen bellos por fuera, pero por dentro están llenos de huesos muertos y de putrefacción. Y un cristiano que alardea de ser cristiano, pero no hace vida de cristiano, es uno de estos corruptos […] Todos conocemos a alguien que está en esta situación y ¡cuánto mal hacen a la Iglesia! Cristianos corruptos, sacerdotes corruptos… ¿Cuánto mal hacen a la Iglesia! Porque no viven en el espíritu del Evangelio, sino en el espíritu de la mundanidad”. San Pablo, ha recordado el pontífice, lo dice claramente en la Carta a los cristianos de Roma: “no os conforméis a este mundo”. Incluso, ha precisado, “el texto original es más fuerte”, porque afirma “no entréis en el esquema de este mundo, en los parámetros de este mundo”. Esquemas, ha explicado, que “son mundanidad que te lleva a la doble vida”. “Una putrefacción barnizada: esta es la vida del corrupto. Y Jesús, sencillamente, no llamaba ‘pecadores’ a estos, sino ‘hipócritas’. Zenit.org Directorio Director general / editor: Lic. Juan Manuel Reyes Brambila - Mercadotecnia y relaciones públicas: Lic. Jorge A. Reyes L. 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