Adventista en Dios Copyright © 2006 All right reserved to: www.adventistaendios.com.pe [email protected] Parte IV - El Segundo Edicto: Este Segundo Edicto, solo tuvo el propósito de consolidar el edicto dado por Ciro. Lo que había ocurrido era que al transcurrir los años y al haber un cambio de monarcas, también junto con ello, es casi seguro, que hay también cambio de criterios y políticas de gobierno. Esto fue justamente lo que ocurrió. Una vez que Ciro murió, quien tomó el reino fue su hijo Cambises, y difícilmente podemos pensar que el haya revocado el edicto de su padre con quien se llevaba de maravilla, como lo indican documentos antiguos. Algo más aconteció. Cambises murió y asumió el trono del reino un usurpador, un mago llamado Gaumata, quien se hizo pasar por el hermano de Cambises llamado Esmerdis. Este “falso Esmerdis” quien estuvo en el reino un periodo no mayor a siete meses, es quien es presentado en las Sagradas Escrituras como uno de los reyes que le siguieron a Ciro y antecedieron a Darío I, dándosele el nombre de Artajerjes. Este Artajerjes, es quien impidió la edificación del Templo a instigaciones de los enemigos de Judá quienes enviaron cartas al rey con el propósito de eliminar la ayuda de palacio: Esdras 4: 11- 16 “Este es el traslado de la carta que enviaron al rey Artajerjes: ‘Al rey Artajerjes. Tus siervos de la otra parte del río, etc. Sea notorio al rey, que los judíos que subieron de ti a nosotros, vinieron a Jerusalén; y edifican la ciudad rebelde y mala y han erigido los muros y compuesto los fundamentos. Ahora, notorio sea al rey, que si aquella ciudad fuere reedificada, y los muros fueren establecidos, el tributo, pecho y rentas no darán y el catastro de los reyes será menoscabado. Puesto que somos mantenidos de palacio, no nos es justo ver el menosprecio del rey; hemos enviado por tanto y lo hemos hecho saber al rey. Para que busque en el libro de las historias de nuestros padres y hallarás en el libro de las historias y sabrás que esta ciudad es ciudad rebelde y perjudicial a los reyes y a las provincias y que desde tiempo antiguo forman en medio de ella rebeliones; por lo que está ciudad fue destruida. Hacemos saber al rey que si esta ciudad fuere edificada y erigidos sus muros, la parte de allá del río no será tuya’.” Es a raíz de este incidente que se produjeron problemas en la edificación del Templo, ordenada por Ciro el Grande. Artajerjes (el falso Esmerdis) al recibir esta carta, determina detener todas las obras en Jerusalén: Esdras 4: 17- 22 “El rey envío esta respuesta a Rehum canciller y a Simsai secretario y a los demás sus compañeros que habitan en Samaria y a los demás de la parte de allá del río: ‘Paz, etc. La carta que nos enviasteis claramente fue leída delante de mí. Y por mi fue dado mandamiento y buscaron. Y hallaron que aquella ciudad desde tiempo antiguo se levanta contra los reyes, se rebela y se forma en ella sedición. Y que reyes fuertes hubo en Jerusalén, quienes señorearon en todo lo que está en aquella parte del río; y que tributo, pecho y rentas se les daba. Ahora pues dad orden que cesen aquellos hombres y no sea esa ciudad edificada, hasta que por mi sea dado mandamiento. Y mirad que no cometáis error en este asunto, ¿por qué habrá de crecer el daño para perjuicio de los reyes?’.” Hoy, gracias a los nuevos descubrimientos de la arqueología, específicamente la “Inscripción de Behistún”, sabemos con certeza, que Esmerdis es sin lugar a dudas el Artajerjes presentado en la Sagrada Escritura, aquel rey que prácticamente impidió construir y hasta casi destruyó muchos templos, incluido el Templo de Jerusalén que se estaba edificando por orden de Ciro, como lo indica Esdras. Quienes enviaron las acusaciones ante el rey y recibieron esta respuesta de parte del mismo, hicieron cesar las obras: Esdras 4: 23, 24 “Entonces cuando el traslado de la carta del rey Artajerjes fue leído delante de Rehum y de Simsai secretario y sus compañeros, fueron prontamente a Jerusalén a los Judíos y les hicieron cesar con poder y fuerza. Cesó entonces la obra de la Casa de Dios, la cual estaba en Jerusalén; y cesó hasta el año segundo del reinado de Darío rey de Persia.” Las obras fueron totalmente detenidas hasta que subió al trono Darío I. Los israelitas, quienes todavía se hallaban gobernados por Zorobabel y Josué el Sumo Sacerdote, no contentos con lo acontecido, nuevamente reiniciaron las obras de edificación, movidos por los profetas Hageo y Zacarías: Esdras 5: 1 “Y profetizaron Hageo profeta y Zacarías hijo de Iddo profetas a los judíos que estaban en Judá y en Jerusalén yendo en nombre del Dios de Israel a ellos.” Ambos profetas plantearon las siguientes palabras: Hageo 1: 1- 4 “En el año segundo de Darío en el mes sexto, en el primer día del mes fue palabra de Jehová, por mano del profeta Hageo a Zorobabel hijo de Salatiel, gobernador de Judá y a Josué hijo de Josadac, gran sacerdote, diciendo: ‘Jehová de los ejércitos habla así diciendo: Este pueblo dice: No ha llegado aun el tiempo, el tiempo de que la casa de Jehová sea reedificada’. Fue pues palabra de Jehová por mano del profeta Hageo diciendo: ‘¿Es para vosotros tiempo, para vosotros, de morar en vuestras casa enmaderadas, y esta Casa abandonada?’.” Zacarías 4: 8- 10 “Y fue palabra de Jehová a mi diciendo: ‘Las manos de Zorobabel echarán el fundamento a esta Casa y sus manos la acabarán y conocerás que Jehová de los ejércitos me envío a vosotros. Porque los que menospreciaron el día de las pequeñeces se alegrarán y verán la plomada en las manos de Zorobabel…’.” Comenzaron pues a edificar el templo nuevamente, con el propósito de terminarlo: Esdras 5: 2 “Entonces se levantaron Zorobabel hijo de Salatiel y Josué hijo de Josadac y comenzaron a edificar la Casa de Dios que estaba en Jerusalén y con ellos los profetas de Dios que les ayudaban.” Es entonces que nuevamente se levantaron gentes en oposición: Esdras 5: 3 “En aquel tiempo vino a ellos Tatnai, capitán de la parte de allá del río y Setarboznai y sus compañeros y les dijeron así: ¿Quién os dio mandamiento para edificar esta Casa y restablecer estos muros? Entonces les dijimos en orden a esto cuales eran los nombres de los varones que edificaban este edificio. Mas los ojos de su Dios fueron sobre los ancianos de los judíos, y no les hicieron cesar hasta que el asunto viniese a Darío; y entonces respondieron por carta sobres esto.” Los opositores habían enviado carta al rey Darío I donde los acusaba a los judíos de levantar los muros de la Casa de Dios sin permiso alguno, diciendo: Esdras 5: 7- 17 “Al rey Darío toda paz. Sea notorio al rey que fuimos a la provincia de Judea a la casa del Gran Dios, la cual se edifica de piedra de mármol y los maderos son puestos en las paredes y la obra se hace aprisa y prospera en sus manos. Entonces preguntamos a los ancianos, diciéndoles así: ‘¿Quién os dio mandamiento para edificar esta Casa y para restablecer estos muros?’.Y también les preguntamos sus nombres para hacértelo saber, para escribirte los nombres de los varones que estaban por cabezas de ellos. Y nos respondieron diciendo así: ‘Nosotros somos siervos del Dios del cielo y de la tierra, y reedificamos la Casa que ya muchos años antes había sido edificada, la cual edificó y fundó el gran rey de Israel. Mas después que nuestros padres ensañaron al Dios de los cielos, el los entregó en manos de Nabucodonosor rey de Babilonia, Caldeo, el cual destruyó esta Casa e hizo transportar el pueblo a Babilonia. Pero el primer año de Ciro rey de babilonia, el mismo rey Ciro dio mandamiento para que esta Casa de Dios fuese edificada. Y también los vasos de oro y de plata de la Casa de Dios, que Nabucodonosor había sacado del Templo que estaba en Jerusalén y los había metido en el Templo de Babilonia y fueron entregados a Sesbasar, al cual había puesto por gobernador. Y le dijo: Toma estos vasos ve y ponlos en el Templo que está en Jerusalén y la Casa de Dios sea edificada en su lugar. Entonces este Sesbasar vino, y puso los fundamentos de la Casa de Dios que estaba en Jerusalén y desde entonces hasta ahora se edifica y aun no está acabada’. Y ahora si al rey parece bien búsquese en la casa de los tesoros del rey que está allí en Babilonia, si es así que por el rey Ciro había sido dado mandamiento para edificar esta Casa de Dios en Jerusalén, y envíenos a decir la voluntad del rey sobre esto.” Fue por esta razón que el rey Darío I, hizo buscar en el archivo real, para ver si existía el tal permiso, a través del Edicto dado por Ciro. Efectivamente, fue encontrado un Edicto en las memorias, en Achmetta, que está en el Palacio real de Media: Esdras 6: 1, 2 “Entonces el rey Darío dio mandamiento y buscaron en la casa de los libros, donde guardaban los tesoros allí en Babilonia. Y fue hallado en Achmetta, en el Palacio que está en la provincia de Media, un libro, dentro del cual estaba escrito así: Memoria” Por esta razón Darío I dio el siguiente Edicto a favor del Edicto de Ciro, diciendo: Esdras 6: 6-8 “Ahora pues Tatnai, jefe del otro lado del río, Setarboznai y sus compañeros los Apharsaceos que estáis de la otra parte del río, apartaos de ahí. Dejad la obra de la Casa de este Dios al principal de los judíos y a sus ancianos, para que edifiquen la Casa de este Dios en su lugar. Y por mí es dado mandamiento de lo que habéis de hacer con los ancianos de estos judíos, para edificar la Casa de este Dios: Que de la hacienda del rey, que tiene del tributo de la otra parte del río, los gastos sean dados luego a aquellos varones, para que no cesen. Y lo que fuere necesario, becerros, carneros y corderos para holocaustos al Dios del cielo, trigo, sal, vino y aceite, conforme a lo que dijeren los sacerdotes que están en Jerusalén, déseles cada un día sin obstáculo alguno; para que ofrezcan olores de holganza al Dios del cielo y oren por la vida del rey y por sus hijos. También es dado por mi mandamiento, que cualquiera que cambiare este decreto, sea derribado un madero de su casa y enhiesto, sea colgado en el, y su casa sea hecha y un muladar por esto. Y el Dios que hizo habitar allí su nombre, destruya todo rey y pueblo que pusiere su mano para cambiar o destruir esta Casa de Dios la cual está en Jerusalén. Yo Darío puse el decreto, sea hecho prontamente.” Con el cumplimiento de este Segundo Edicto, se logró concluir el Templo: Esdras 6: 15 “Y esta Casa fue acabada al tercer día del mes de Adar que era el sexto año del reinado del rey Darío.” Este Segundo Edicto dado por Darío I, no coincide con la presentación profética de Daniel, ya que está dice: “…la salida de la palabra para restaurar y edificar a Jerusalén…”, mientras que Darío I no habla de “restaurar” ni mucho menos “edificar a Jerusalén”, sino de “continuar con la orden dada por Ciro el grande de edificar el Templo de Jerusalén”. El propósito de Darío I es concreto en este aspecto, él solo se refirió al dar este Segundo Edicto, de tener que continuar con la construcción de la Casa a Jehová, consolidando el edicto de Ciro, ya que el mismo enfatizó el hecho diciendo: “Dejad la obra de la Casa de Dios… para que edifiquen… y no cesen”. - El Tercer Edicto: El Tercer Edicto, fue dado por Artajerjes, en ocasión en que Esdras sacerdote subió de Babilonia, donde hizo al rey una solicitud a favor de Jerusalén, la cual le fue concedida: Esdras 7: 6 “Este Esdras subió de Babilonia, el cual era escriba diligente en la ley de Moisés que Jehová Dios de Israel había dado, y le concedió el rey según la mano de Jehová su Dios sobre él, todo lo que pidió.” ¿Qué fue lo que pidió? Tendremos que ver para esto el Edicto. Antes, es necesario que recordemos, que para entonces el Templo de Dios ya había sido concluido: Esdras 6: 15 “Y esta Casa fue acabada al tercer día del mes de Adar que era el sexto año del reinado del rey Darío.” Ahora sí, veamos el Edicto dado por Artajerjes: Esdras 7: 11, 12 “Y este es el traslado de la carta que dio el rey Artajerjes a Esdras sacerdote, escriba perfecto de la ley del Dios del cielo: Salud, etc., Por mi es dado mandamiento que cualquiera que quisiere en mi reino, del pueblo de Israel y de sus sacerdotes y Levitas, ir contigo a Jerusalén, vaya. Porque de parte del rey y de sus siete consultores eres enviado a visitar a Judá ya a Jerusalén conforme a la ley de tu Dios que está en tu mano, Y a llevar la plata y el oro que el rey y sus consultores voluntariamente ofrecen al Dios de Israel, cuyo Templo está en Jerusalén. Y toda la plata y el oro que hallares en toda la provincia de Babilonia, con las ofrendas voluntarias del pueblo y de los sacerdotes que de su voluntad ofrecieren para la Casa de su Dios que está en Jerusalén…Todo lo que es mandado por el Dios del cielo, sea hecho prontamente para la casa del Dios del cielo, pues ¿Por qué habría de ser su ira contra el reino del rey y de sus hijos?” La edificación de la Casa de Dios ya había sido terminada y acabada en los días de Darío I, por tanto cuando Artajerjes dio la orden diciendo: “…sea hecho prontamente para la casa del Dios del cielo…”, así como: Esdras 7: 20 “Y lo demás necesario para la Casa de Dios que te fuere necesario dar, lo darás de la casa de los tesoros del rey.” Debemos entenderlo como una tarea de restauración o mantenimiento. Artajerjes no solo se centro en la restauración del Templo, sino que se preocupó por ciudad de Jerusalén íntegramente, ya que a Esdras le dijo: Esdras 7: 25 “Y tú Esdras, conforme a la sabiduría de tu Dios que tienes, pon jueces y gobernadores, que gobiernen a todo el pueblo, que está del otro lado del río, a todos los que tienen noticia de las leyes de tu Dios…” El propósito de Artajerjes, al considerar el Edicto, era el de una restauración completa de la ciudad de Jerusalén y no solo del Templo, ya que se preocupó no sólo por la estructura material (edificaciones y muros) sino por la política también (dirigentes y gobernantes). Esdras aun, es más directo al presentar lo siguiente: Esdras 9: 9 “Porque siervos éramos; mas en nuestra servidumbre no nos desamparó nuestro Dios, antes inclinó sobre nosotros misericordias delante de los reyes de Persia, para que se nos diese vida para levantar la Casa de nuestro Dios y para hacer restaurar sus asolamientos y para darnos murallas en Judá y en Jerusalén.” ¡No se sorprenda! Es correcto lo que lee, “…restaurar sus asolamientos y para darnos murallas en Judá y en Jerusalén…” Este Tercer Edicto dado por Artajerjes, coincide con la presentación profética de Daniel, ya que Daniel nos dice: “…la salida de la palabra para restaurar y edificar a Jerusalén…”. Esto se halla confirmado por Esdras al decirnos que de Artajerjes le dio potestad sobre Jerusalén de “…restaurar sus asolamientos y para darnos murallas…”. Por tanto, este Tercer Edicto, cumple exactamente con la propuesta profética de Daniel, y por ende este Edicto de Artajerjes, sería el punto de inicio de la Profecía de las “70 Semanas” y lo “2300 días”. Este Tercer Edicto, según las Escrituras fue dado por el rey Artajerjes; pero, ¿cuál Artajerjes? Cuando uno recurre a la historia, se encuentra con que hubo tres Artajerjes reconocidos oficialmente por esta ciencia. Además habíamos hablado de un cuarto Artajerjes, anterior a los tres oficialmente reconocidos. Este cuarto Artajerjes según algunos historiadores, como vimos, sería “el Falso Esmerdis” quien fue un sacerdote o mago. Se le llamó “el falso” porque usurpó el trono haciéndose pasar por el hermano de Cambises, de quien tomó el nombre. Este no estuvo en el trono más de siete meses. Los otros tres Artajerjes son: Artajerjes I, llamado Longimano; quien gobernó desde el 464 al 424 a.C. Artajerjes II, llamado Arsaces; conocido por el sobrenombre de Mnemón, quien gobernó desde el 404 al 358 a.C., y Artajerjes III, llamado Oco, fue un tirano cruel y sanguinario, quien gobernó desde el 358 al 338 a.C. ¿Por qué algunos historiadores consideran las fechas de los reinados de los reyes, unos con un año anticipado y otros con un año posterior. Consideremos el caso de Artajerjes I, ¿por unos lo sitúan en el 465 a.C. y otros en el 464 a.C.?Esto se debe a que algunos historiadores consideran el año ascensional y otros no. Pues bien, históricamente, ¿cuál de ellos vivió en los días de Esdras y dio el edicto a favor de los judíos y la reconstrucción de los muros y del Templo? Solo se cumple en uno de los tres, y este es el primero de ellos, Artajerjes I, llamado Longimano. Ahora bien, ¿en que fecha se dio, este edicto? Retrocedamos unos cuantos versículos: Esdras 7: 7 “Este Esdras subió de Babilonia el cual era escriba diligente en la ley de Moisés, que Jehová Dios de Israel había dado; y le concedió el rey según la mano de Jehová su Dios sobre él, todo lo que pidió. Y subieron con el a Jerusalén de los hijos de Israel, de los sacerdotes, Levitas, cantores, porteros y Nethineos en el séptimo año del rey Artajerjes.” Bien, ahora ya tenemos el año en el que se dio el Tercer Edicto. Es el “…séptimo año del rey Artajerjes…”. Por la historia sabemos en que año comenzó el reinado de este Artajerjes, podemos entonces saber cuando fue su “séptimo año”. Históricamente sabemos que solo hubo un Artajerjes I, que vivió en los días de Nehemías, quien fue gobernador de Judea, junto a Esdras el Sacerdote. Sabiendo que Artajerjes I, comenzó a reinar en el año 464 a.C. ¿En que año caería el 7º año del reinado de este rey? Veamos la siguiente línea de tiempo: Edicto para Reconstruir Jerusalén Artajerjes es Rey 465 464 1º año 2º año 3º año 4º año 5º año 6º año 7º año 463 462 461 460 459 458 457 456 455 El séptimo año del reinado de Artajerjes I, como se puede apreciar en el gráfico, cae en el 457 a.C. Este sería nuestro punto de partida para nuestra profecía. Es el punto de partida de las “70 Semanas” y a su vez de los “2300 días”. La Línea de tiempo de las “70 Semanas” quedaría así: 70 Semanas 7 semanas 62 semanas 1 semana 49 años 434 años 7 años 457 a.C 0 ? ? ? El resumen de los 3 Edictos es: Resumen de los Edictos dados para Reconstruir Jerusalén Edictos Promulgado por: Aspecto enfatizado Año Texto PRIMERO Ciro el Grande Edificar casa a Jehová 536 a.C. Esdras 1: 2, 3 SEGUNDO Darío I Permitir el cumplimiento del edicto de Ciro 519 a. C. Esdras 6: 6- 8 TERCERO Artajerjes I Restaurar y edificar a Jerusalén 457 a.C. Esdras 7: 15, 16, 20, 23; 9: 9 b. Se Volverá a Edificar en Tiempos Angustiosos, 408 a.C.: La Palabra de Dios, una vez que nos presenta el punto de partida de esta Profecía, nos presenta un primer periodo inicial de “7 Semanas”: Daniel 9: 25 “Sepas pues y entiendas que desde la salida del mandamiento para restaurar y edificar a Jerusalén hasta el Mesías Príncipe habrá siete semanas y sesenta y dos semanas…” Este primer periodo de “7 Semanas” es con el que arranca las “70 Semanas”. Habíamos visto que estas “7 Semanas” equivalen a “49 años”: Considerando las “7 Semanas”: Tenemos 7 semanas Sabemos que una semana = 7 días Resolviendo: 7 x 7 = 49 días Por tanto: 49 días = 49 años Bien, ahora calculemos hasta donde se extiende este periodo, sabiendo que la fecha punto de partida es el 457 a.C.: Considerando las “7 Semanas”: Año Punto de partida = 457 Tiempo transcurrido = 49 años Resolviendo: 457 - 49 = 408 Hemos restado ya que los años antes de la era cristiana son retrógrados. Por tanto, el nuevo punto de fecha, consecutivo al 457, sería: 408 a.C. Nuestra línea de tiempo quedaría de la siguiente manera: 70 Semanas 7 semanas 62 semanas 1 semana 49 años 434 años 7 años 457 a.C 408 a.C. 0 ? Tenemos un periodo de tiempo que se halla entre el 457 y el 408 a.C. Pero, ¿qué ocurrió en este periodo? ?