Manejo del Estrés: La capacidad del “submarino”

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Manejo del Estrés: “Las capacidades del submarino”
Hoy: “compartimentos estancos”
Nuevas capacidades para enfrentar los nuevos tiempos
Introducción
Actualmente los cambios se suceden con rapidez y violencia. Vivimos en un mundo
cada vez más pequeño donde las comunicaciones han superado todo lo previsible y han
potenciado la velocidad de los cambios. La globalización está aquí para quedarse.
Las opciones son: adaptarse y utilizarla o sucumbir en el intento de seguir aferrado a las
viejas estructuras. Para esto es necesario desarrollar nuevas capacidades que nos
permitan disfrutar de un tiempo que es el mejor, porque es el nuestro.
Como dijo Simone de Beauvoir en “La invitada”: “Tuve que cambiar mucho para
seguir siendo yo misma...”
¿Qué es el estrés?
El estrés es la respuesta sostenida a un estímulo.
Es común entre los animales tener miedo o ira (en los animales se la ve como furia).
Surge frente a un estímulo, el cuerpo se prepara para la huída o el ataque, y desaparece
junto con el peligro directo. Probablemente este peligro no desaparezca, pero mientras el
animal no lo tiene en su “vista”, no lo registra. Mantiene los mecanismos de defensa, pero
no la excitación.
Entre los humanos, que tenemos la capacidad de pensar, estos estímulos quedan en
nuestra cabeza una vez desaparecidos de nuestra vista, pero tan reales para nosotros
como si estuvieran allí. Los recordamos, los volvemos a vivir y a veces, hasta los vivimos
por anticipado.
La capacidad de pensar nos juega en contra. El cuerpo se prepara para la acción ante
la bronca o el miedo, pero luego ni acciona ni se relaja, porque en nuestra cabeza los
peligros siguen allí de una manera vívida.
Pensemos en un animal que esté rodeado por enemigos todo el tiempo, sin poder
comer ni dormir, ¿cuánto duraría? Parece impensable, sin embargo así vive, si es que
puede llamarse a eso vida, mucha gente. Y a esta situación se la llama Distress. Y la
persona termina con úlcera e insomnio. Igual que el animal acorralado comienza a
enfermar, solo que no se da cuenta que es el creador de su propia patología y piensa
humildemente: -Esa comida debe haber estado mala. Y cambia el colchón. Cuando lo que
tiene que cambiar es su cabeza.
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Nuevas capacidades
Es necesario entonces aprender a usar nuestra capacidad de raciocinio para que sea
realmente una ayuda y no un ancla.
Esto es lo que llamamos “Manejo de situaciones para evitar el Stress”.
Me gusta jugar con la imagen de un barco como una metáfora y buscar algunas
capacidades que hacen que el barco se mantenga a flote, aún en medio de la tormenta.
Hoy voy a hablar de los “compartimentos estancos”.
Esta es la capacidad de separar y acotar las emociones y las diferentes áreas de
nuestra vida. Cuando al barco sufre una avería en alguna parte, inmediatamente se aísla
ese sector, de manera de permitir que el resto siga funcionando.
Esta capacidad tenemos que desarrollarla en tres niveles:
1. En lo inmediato, hay que poder pasar de un tema a otro, de una situación a otra
sin arrastrar la anterior. Esto es especialmente importante en la actualidad en que
las comunicaciones mandan. Los correos electrónicos están presentes en
cualquier lugar, sin importar el día o la hora. Los celulares van con nosotros. El
trabajo se mete en nuestras vidas. Esto no podemos impedirlo, por eso, más que
nunca, debemos desarrollar la capacidad de atender un tema y poder pasar a otro
sin que esto nos altere. Si logramos contestar un mail un sábado, dedicarle unos
minutos, o incluso unas horas, y luego volver a jugar con mis hijos como si nada,
habré salvado el fin de semana y, probablemente, mi vida.
2. A mediano plazo, tengo que impedir que si una parte de mi vida no está como yo
quiero, contamine a las demás. Si me peleo con mi pareja, es esencial que pueda
trabajar dando lo mejor de mí de todos modos. Y viceversa. Si tengo problemas
laborales esto no me tiene que transformar en un amargado.
3. Y a largo plazo es necesario tener la capacidad de tener graves problemas en un
área y que esto no signifique que mi vida entera se hunda. Hay personas que
cuando se inunda la bodega creen que el barco entero está por hundirse. Y se
quedan adentro sufriendo. Y probablemente se ahoguen, porque no se dieron
cuenta que a dos pasos había una puerta que daba a una salida. Que lo único que
tenían que hacer era cerrar esa puerta para que el resto no se inundara.
Estas son algunas de las capacidades que debemos practicar y desarrollar.
La globalización y los adelantos están para quedarse. Nos ofrecen grandes
posibilidades y traen consigo peligros.
Hemos sobrevivido millones de años únicamente gracias a la adaptación. Está en cada
uno de nosotros cambiar lo superficial para no tener que cambiar en lo esencial.