GRACIAS POR ESTAR AHÍ Cuando llegue aquí, ahora hará tres años sentía un vacío, una ansiedad profunda, sabía que tenía un problema. Mi obsesión por el peso que había mantenido toda mi vida se estaba volviendo insalvable, ya no tenía la disciplina de antaño, aquella dieta estricta que pude llevar en mi adolescencia, se había vuelto en MI contra y si conseguía mantenerla por un tiempo, tenía un resultado desastroso, para mí, porque seguía sintiéndome infeliz, y para los demás porque me veían demasiado delgada y enfermiza. ¿Por qué cuando ya conseguía estar en mi peso todo me daba igual e incluso entraba en depresión? ¿Por qué estaba tan cansada de lidiar con el que como y dejo de comer? ¿Por qué no era feliz ni siquiera cuando tenía resultados esperados al final de tanto sacrificio? ¿Por qué cuando ya tenía un peso perfecto, me sentía deprimida y al oír lo delgada que estaba mi mente me decía “COME Y TE SENTIRÁS BIEN”, Y entonces empezaba picando alguna cosa que me produjera satisfacción por lo de salir de ese agujero, y resulta que me metía en otro. En mi última visita con el endocrino, se lo dije, le dije como me sentía, y no me respondió, luego pedí ayuda sicológica, y me contestaron que no consideraban que tuviera este problema porque no estaba gruesa. E incluso mis familiares tampoco lo consideraban, así que esa desunión general QUE VIVÍ, se convirtió en soledad y desesperación, mis problemas emocionales me superaban, y yo no tenía herramientas para reconducirlos, SI ESTABA SOLA SUFRIENDO. Un buen día en un programa divulgativo, Escuche hablar de OA Encontré las fuerzas para coger el tren y asistir a mi primera reunión. En los últimos tiempos me había aislado, sentí pavor al entrar y ver a personas reunidas, estaba a la expectativa tenía la negatividad en mi mente, pero me dieron un gran recibimiento, pronto palpe algo especial, allí todos a una estaban relacionándose, nadie juzgaba a nadie, todos compartían, había respeto, y no falsedad, me aceptaron como a una igual, y eso me hizo confiar. Me ofrecieron una esperanza de vida. YA NO ESTABA SOLA, una hermandad entera estaba a mi lado, miles de personas a través de los años habían permanecido unidas y habían conseguido algo grande, estaban manteniendo la llama de la esperanza, ofreciendo un camino a realizar, un trabajo compartido, que nos da la posibilidad de atajar esta enfermedad de tres niveles, física, emocional y espiritual. Toda esa energía concentrada, esa sabiduría a través de los años, esas manos unidas, todo el trabajo realizado y el que podemos realizar a mi me llegó en lo más hondo, YO TAMBIÉN PODÍA HACER ALGO NO SOLO Por MI RECUPERACIÓN TAMBIÉN LO PODÍA HACER POR LOS DEMÁS. Me ofrecieron un programa de doce pasos, con los que estoy aprendiendo. Con el: 1º ME AUTOAFIRMO Y ME DOY CUENTA DE QUE YA NO ESTOY SOLA. 2º LLEGO A CREER MAS SI CABE 3º ME DEJO CUIDAR, HAGO UN ESFUERZO POR CONFIAR. 4º ME DESCUBRO AUNQUE CON TEMOR DE ENCONTRARME A MI MISMA. 5º ME RECONOZCO, ME ADMITO Y ME COMPARTO. 6º ME ENTREGO PLENAMENTE. 7º TODO ELLO CON HUMILDAD 8º ME RELACIONO CON EL ENTORNO Y REPARO ACTITUDES. 9º ME DOY CUENTA DE LO QUE PUEDO Y NO PUEDO HACER 10º PROGRESO “YA SE COMO FUNCIONA”. 11º SOY CONSCIENTE YA, TOMO LAS RIENDAS DE MI VIDA, REZO AGRADECIENDO DE UNA MANERA CONSTANTE Y MEDITO OBSERVÁNDOME CON CONCIENCIA 12º YA PUEDO VIVIR EL PRESENTE Y PROPORCIONARME “FELICIDAD”. Ahora sé que ya no soy la misma, hasta mis recuerdos empiezan a cambiar, con sorpresa vienen a mi mente de manera diferente, porque he perdonado, me he aceptado, he abierto mi mente, y ahora puedo trabajar para vivir y no para morir. Soy feliz, porque me he reconciliado con la comida. Soy feliz, porque me siento con paz interior, y ahora se valorarme y quererme. Doy Gracias a Dios cada día por tener esta oportunidad. Y os doy las gracias por hacerlo posible, por ser comprensivos con las diferencias que NOS UNEN, por llevar con vuestro apoyo dignidad, esperanza e ilusión. OS DOY LAS GRACIAS POR HACERME SENTIR PARTE DE ESTA FAMILIA REAL Y ESPIRITUAL QUE ES OA. Gracias por estar aquí. Fdo.: Agradecida a OA. 1 diciembre 2012