Del padre al Nombre del Padre

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LA FUNCION DEL PADRE
Alejandra Loray
A partir del Seminario 4 La Relación de Objeto y de la elaboración de la cura
del pequeño Hans, al que une con el caso Schreber, Lacan escribe De una
cuestión preliminar a todo tratamiento posible de la psicosis, Lacan elabora la
metáfora paterna, produciendo el primer movimiento sobre Freud respecto al
padre, que consiste en formalizar el Complejo de Edipo, aplicando la lógica
del significante al padre freudiano, produciendo de este modo el pasaje del
padre a su nombre, esto implica cierta depreciación pues el padre se convierte
en un significante.
En el Seminario 5 Las formaciones del inconciente, en las clases del l5 y 22 de
enero de 1958 tituladas La Metáfora Paterna, Lacan señala que “La metáfora
paterna, pues, es algo que va a concernir al examen de la función del padre”
en tanto concepto, función que está en el corazón del Edipo tal como Freud lo
señalaba, pues lo que el inconciente revela a través de la amnesia infantil es el
Complejo de Edipo pues esta amnesia remite a los deseos infantiles
primordiales y reprimidos respecto a la madre. Hablar de función paterna
establece una diferencia respecto del “padre” con lo que Lacan se separa del
las interpretaciones ambientalistas que suponen los problemas de un sujeto por
la presencia ausencia, bondades o crueldades del padre. Pues “... Un Edipo
podía muy bien constituirse incluso cuando el padre no estaba allí” 1, por lo
tanto se trata de otra cosa que de la presencia efectiva de un humano al que se
llama padre, por lo que puede distinguirse el nivel de la familia y el del
complejo, y decir que su carencia en la familia no es lo mismo que su carencia
en el complejo, pudiendo presentarse complejos de Edipo normales que se
presentan de manera homogénea incluso en los casos en que el padre no está.
La función normativa
La función del padre, separado éste de la procreación en tanto genitor y de su
presencia en el medio ambiente familiar es normativa. Esto puede pensarse
en dos vertientes, en tanto normativiza, inscribiendo en el sujeto la norma,
por lo cual representa en el Otro al Otro de la ley, ley fundante de prohibición
del incesto, que determinará la estructura subjetiva. El fundamento del
Complejo de Edipo es que el padre ante todo prohibe a la madre por lo que
está ligado a la ley primordial de prohibición del incesto, el padre representa
1
Lacan, Seminario 5, inéd. P.99
1
esta interdicción. Esta prohibición se realiza bajo amenaza de castración con
lo que queda sellado el lazo esencial de la castración a la ley.
Lacan ubica el centro del temor a esta amenaza en el propio sujeto, pues está
ligada a la agresión imaginaria del sujeto en tanto aparece como una retorsión
de la agresión del propio niño hacia el padre que prohíbe a su objeto
privilegiado, la madre, suponiendo del padre, por proyección, unas tendencias
agresivas idénticas a las propias. Sin embargo, estas no son las únicas
tendencias del Edipo, pues debemos considerar el Edipo invertido que agrega
el componente del amor al padre y es el que lleva a la declinación del
complejo de Edipo en una dialéctica ambigua entre el amor y la identificación,
dos términos diferentes pero indisociables.
De este modo explica Freud en el Sepultamiento del Complejo de Edipo la
identificación terminal por la que el sujeto se identifica al padre amado,
solución del Edipo que conjuga la represión amnésica y la adquisición del
término ideal por el cual el deviene padre, pequeño macho que tiene los títulos
en el bolsillo, esto permitirá que cuando llegue la pubertad tenga el certificado
para el uso del pene. De este modo se establece una diferencia entre el órgano
y el efecto simbólico que posibilita el uso de él. Indicando que la virilidad es
asumida por esta identificación al padre.
El otro aspecto de esta normalización está referido a la función de
desnormalización, en tanto es por el Edipo que el sujeto se inscribe en el Otro
como neurótico, la condición del sujeto, neurótico, psicótico o perverso,
depende de lo que tiene lugar en el Otro, por lo tanto es un accidente en el
Edipo lo que determina la neurosis. Tal accidente es por otra parte imposible
de evitar, pues si situamos la función paterna como una regulación del goce
esta será siempre fallida.
El padre como metáfora
Lacan centra el análisis de la función paterna en estos capítulos refiriéndose a
las carencias paternas
Lo que conduce a la necesidad de definir qué es el padre en el Complejo de
Edipo, fundamento y base de la relación del sujeto con la cultura. El padre es
una metáfora, es un significante que viene al lugar de otro significante, y este
es el único resorte esencial del padre que interviene en el Edipo. Su función es
2
ser un significante que sustituye al significante maternal, primero introducido
en la simbolización. Solo es posible pensar tal sustitución del padre por la
madre en el registro simbólico. De este modo, y acorde al predominio
simbólico de este momento de su enseñanza, Lacan efectúa el pasaje que
rescribe en términos simbólicos lo que hasta el momento pertenecía al registro
imaginario.
La metáfora paterna
En De una cuestión preliminar a todo tratamiento posible de la psicosis Lacan
retoma la fórmula general de la metáfora o sustitución significante que
implica la sustitución de un significante por otro, para aplicarla a la metáfora
del Nombre del Padre, “... o sea la metáfora que sustituye este Nombre en el
lugar de lo primeramente simbolizado por la operación de la ausencia de la
madre” 2
Nombre del Padre
Deseo de la madre
Deseo de la Madre = NP
x
( A )
( falo )
La función del padre en el Complejo de Edipo es ser un significante que
sustituye al significante materno, el primero introducido en la simbolización.
De este modo el padre viene al lugar de la madre, la que ya está ligada a una
“x”, un significado enigmático para el sujeto. Este significado enigmático, lo
que la madre desea es el falo, y es en este sentido que el padre como portador
del falo se hace preferir por la madre, fálica, lo que leemos como resultado de
la operación: el Nombre del Padre produce que cualquier significante del Otro
(A) representa al falo, esta es la significación fálica efecto de la inscripción del
Nombre del Padre.
El padre sustituye como símbolo, como significante, el lugar de la madre, por
tanto la posición del nombre del padre es una cuestión que se sitúa a nivel
simbólico. La instauración de la metáfora paterna acontece en una secuencia
de tiempos lógicos, a los que denominamos tiempos del Edipo.
En el primer tiempo el sujeto se identifica al objeto de deseo de la madre, al
falo imaginario. Es un primer tiempo normal, “... para agradar a la madre (...)
es necesario y suficiente con ser el falo...” 3 . Es el tiempo de identificación en
espejo del sujeto con el objeto de deseo de la madre, el falo imaginario. Es
2
3
Lacan, de una cuestión preliminar, escritos 2, p.539
Lacan, sem. 5 ined. P. 114
3
considerada por Lacan un tiempo e identificación normal y básica, de la que el
sujeto tendrá que deshacerse.
En el segundo tiempo es el padre interdictor, que interviene como privador de
la madre, es la ley del padre, punto negativo nodal del Complejo de Edipo
que desata al sujeto de la identificación y lo liga a la ley del padre.. Pues el
niño constituye a la madre como sujeto por la primera simbolización y se
encuentra en el primer tiempo sometido a “la ley de la madre”, pero el alcance
de esta expresión significa que la madre es un ser hablante y en tanto tal sujeta
a la ley del significante, pero la ley de la madre debe entenderse mas en el
sentido del “capricho”es una ley incontrolada que está enteramente en el
sujeto que la soporta. Por eso se requiere de la relación “... de la madre con la
palabra del padre, con el padre en tanto que lo que él dice no es absolutamente
equivalente a nada, en otros términos, la relación en la cual la madre funda al
padre como mediador de algo que está mas allá de su ley, la de ella y de su
capricho, que es pura y simplemente la ley como tal el padre entonces, en
tanto que nombre del padre (...) estrechamente ligado a esta enunciación de la
ley...” 4.
El tercer tiempo es del que depende la salida del Complejo de Edipo, es una
etapa rica en potencialidades “...el momento en que se podrá tener lo que uno
quiere, no de forma inmediata, pero está prometido obtenerlo” 5 En este
tiempo es el padre que hace prueba de su potencia, el que tiene y da. Es en
tanto ha atravesado el segundo tiempo haciendo soporte de la ley que en este
tercer tiempo lo que ha prometido, el falo, es preciso que lo tenga. Es un
padre potente que posibilita una salida favorable del complejo de Edipo por
medio de la identificación al padre. Es en este sentido que el padre es
interiorizado como ideal del yo. Esto quiere decir que “.tiene en el bolsillo
todos los títulos para servirse de ello en el futuro. La metáfora paterna juega
ahí un papel que es el que podíamos esperarnos por parte de una metáfora:
concluir en la institución de algo que es del orden del significante que ahí está
en reserva,.”
El recorrido del Edipo y la elaboración de la metáfora paterna ubica al padre
como significante, representando la existencia de la cadena significante y
ubicándose “...si puedo decir, por encima de la cadena significante, en una
posición metafórica, es en tanto que la madre hace del padre aquel que
4
5
Lacan, sem.5, ined. P.ll3
Miller, Lectura del sem. 5, p.60
4
sanciona por su presencia la existencia del lugar de la ley”6 . Por lo que es el
Otro en el Otro, el Otro de la ley en el lugar del Otro del significante, versión
destacada en el segundo tiempo del Edipo. En el tercer momento es el padre
que posibilita la salida, “en la etapa de la identificación, en la cual se trata para
el varoncito de identificarse al padre en tanto que poseedor del pene y para la
niña de reconocer al hombre en tanto aquel que lo posee” 7 Lo que posibilita
al sujeto la asunción de una posición sexuada, pues esto no se resuelve por la
biología ya que “ ... las vías de lo que hay que hacer comno hombre o como
mujer, pertnecen enteramente al drama, a la trama, que se sitúa en el campo
del Otro –el Edipo es propiamente eso”8
6
Lacan sem.5, p.ll6
Lacan, sem.5, ined. P.ll6
8
Lacan, Seminario 11, p.212
7
5
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