superyo Estrés postraumático Revivir el miedo Imágenes recurrentes, pánico, vergüenza, apatía y aislamiento después de un evento traumático están relacionados con el desarrollo de una enfermedad psiquiátrica que no discrimina sexo ni edad. El apoyo familiar y profesional son claves para recuperar la calma / Gabriela Garrido Lingg * 54+SALUD El estrés postraumático ha sido subsecuentemente observado en las fuerzas de paz de las Naciones Unidas desplegadas alrededor del mundo y en todos los grupos de veteranos estudiados, incluyendo los de la II Guerra Mundial, la Guerra del Golfo y el conflicto coreano. superyo estrés postraumático Resultado de una experiencia que pone en peligro real la integridad física o psicológica –atentado, violación, combate armado, asalto, secuestro, accidente, desastre natural– y que sobrepasa la capacidad de respuesta de la persona, el estrés postraumático es un trastorno de ansiedad que causa pánico, impotencia u horror extremo. En el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales de la Asociación Americana de Psiquiatría es definido como un conjunto de síntomas físicos y psicológicos que experimentan las víctimas y testigos de situaciones traumáticas –breves o duraderas–, que surgen como respuesta tardía o diferida a esos acontecimientos estresantes y que pueden persistir largo tiempo. La condición está correlacionada de forma significativa con el trastorno de atención con hiperactividad, la fobia, la presencia de ideación suicida y una tendencia hacia la depresión. Los orígenes del estrés postraumático están emparentados con un desbalance químico que se produce en el cerebro por una distribución deficiente de serotonina, un neurotransmisor con una importante influencia sobre el estado de ánimo. Franca Caterina, psiquiatra y psicoterapeuta, explica que cuando el nivel de serotonina es alterado –bien sea por infecciones, medicamentos o factores externos– se crea un “bloqueo energético” que afecta el equilibrio emocional del sujeto y algunas de sus funciones cerebrales, entre ellas, el sueño, el apetito, la percepción sensorial, la conducta sexual y la regulación del sistema inmunológico. Sus inicios En un primer momento, el sujeto expuesto ante la situación de extremo peligro y amenaza vital puede poner en marcha dos tipos de respuesta inmediata: Sobrecogimiento. Es una reacción de inmovilidad, estupor, agarrotamiento absoluto hasta la paralización. A veces la parálisis dura sólo unos segundos, y es seguida de la defensa o huida. En otras ocasiones, puede prolongarse mientras dura el acontecimiento, que el individuo presencia entonces “como si fuera ajeno a la escena”. Sobresalto. Se caracteriza por una descarga masiva de hormonas y neurotransmisores en la sangre, que da inicio a una frenética e incontrolable actitud de defensa o escape. En esta situación, suele alterarse la conciencia. El individuo sólo recuerda fragmentos de lo sucedido. También puede generarse una sensación de absoluto descontrol de los propios impulsos y movimientos. Señales de alerta Quien padece el trastorno de estrés postraumático sufre una combinación de síntomas que se pueden presentar inmediatamente después del suceso traumático, demorar más de seis meses o incluso manifestarse años más tarde. Los síntomas suelen agruparse en tres categorías: Repetición de la vivencia • Recuerdos frecuentes, desagradables, repentinos y angustiosos sobre el evento. • Imágenes y pensamientos relacionados con el momento traumático. • Actitudes o sentimientos como si se estuviera viviendo nuevamente la amenaza. • Pesadillas frecuentes sobre el acontecimiento. • Conductas o sentimientos repentinos (ilusiones, alucinaciones, flashbacks). • Angustia mental y emocional fuerte al ver personas, lugares y cosas que recuerden el suceso. Evasión e insensibilización • Evitar conversaciones, sensaciones y pensamientos asociados con el trauma. • Evadir actividades, lugares o personas que recuerden el momento traumático. • Incapacidad para recordar detalles importantes sobre el incidente. • Falta de interés o placer por actividades que antes se disfrutaban. • Sentir que se está aislado de la familia y las amistades. • Experimentar insensibilidad emocional. • Creer que no se podrá alcanzar ciertas etapas importantes de la vida (casarse, tener hijos, envejecer). Hiperexcitación • Problemas para dormir o permanecer dormido. • Arranques de rabia. • Irritabilidad. • Dificultad para concentrarse. • Sobresaltarse con facilidad. • Estar alerta constantemente sin razón aparente. 55+SALUD superyo estrés postraumático * La recuperación es un proceso continuo, diario y gradual, y no significa que la víctima olvidará por completo la experiencia o dejará de sentir dolor al recordarla. Leticia Guarino, psicóloga y coordinadora del postgrado de Psicología de la Universidad Simón Bolívar, precisa que para que una persona sea diagnosticada con estrés postraumático tiene que padecer dos o más síntomas de cada categoría, y haberlos experimentado por más de un mes. Otros síntomas asociados con la enfermedad son temblores, escalofríos, fuertes palpitaciones, sensación de ahogo, visión borrosa, dolores de estómago, estreñimiento alternado con diarrea, sudoración, problemas respiratorios, calambres, dolores de cabeza o musculares. Prevalencia femenina Aunque no discrimina edad, sexo, estilo de vida, raza ni clase social –se estima que entre 2 y 9% de la población mundial sufre de estrés postraumático–, los especialistas aseguran que las mujeres tienden a padecer más la condición que los hombres, en parte porque ellas suelen estar más expuestas a situaciones traumáticas de forma repetitiva y cíclica, como la violencia doméstica o el abuso sexual. Las mujeres agredidas, explica Caterina, son más vulnerables a experimentar el trastorno porque, además, el suceso traumático tiende a ocurrir en espacios para ellas cotidianos y con frecuencia conocen al agresor. Otro problema añadido es que, por lo general, tienen que rehacer su vida en el mismo lugar donde ocurrió el incidente o en situaciones parecidas. Ahora bien, la razón por la que alguien es más propenso que otro a sufrir de estrés postraumático depende, en gran medida, de tres tipos de factores característicos del sujeto, previos al trauma: De personalidad. Generalmente tienden a evitar experiencias nuevas. Presentan un tiempo de adaptación largo y un locus de control externo (creen no tener poder sobre lo que les sucede). Biológicos. Dependen de unas pautas determinadas de respuesta endocrina y de neurotransmisión. De protección. Carecen de apoyo y seguridad familiar, amigos cercanos o grupos de afiliación. 56+SALUD Variadas consecuencias El estrés postraumático tiene múltiples efectos en distintas dimensiones de la vida. Las consecuencias varían en función de las características personales, la seriedad del trauma y la estructura psicológica del afectado. En la salud. Trastornos mentales; problemas de atención, concentración y memoria; pérdida de peso; dificultades respiratorias y cardiovasculares; síntomas similares a los del síndrome de abstinencia (vómito, diarrea, ansiedad, insomnio, irritabilidad, depresión, angustia). En lo personal. Deterioro de la personalidad, cambios inexplicables de humor, agresividad, pérdida de confianza en sí mismo, ausencia de motivación, proceso de aislamiento, rabia, pena y culpa. En lo social. Estigmatización, conductas desadaptadas, violencia. En lo laboral. Problemas de desempeño, disminución de la productividad, inasistencias injustificadas. En cifras 3 millones de niños son diagnosticados en el mundo con estrés postraumático cada año. 5,2 millones de estadounidenses sufren anualmente el trastorno. 25% de las personas que vive una situación que amenaza su integridad física o mental desarrolla la enfermedad. superyo estrés postraumático Los eventos traumáticos más frecuentemente asociados con el desarrollo de la condición son, en los hombres, violación, combate (guerra o conflicto armado), negligencia y abuso físico durante la infancia; en las mujeres, violación, abuso sexual, ataque físico, amenaza con un arma y maltrato físico en la niñez. Solución en puerta Los expertos subrayan que el estrés postraumático se puede catalogar como una enfermedad psiquiátrica tratable y, en muchos casos, el paciente puede recuperarse totalmente y volver a tener una vida plena y normal. Para lograr mejoras significativas, Fernando Medina, psiquiatra y miembro del Centro de Aprendizaje e Investigación en Facilitación Gestáltica, precisa que es fundamental buscar ayuda profesional cuando se presentan dos o más síntomas después del evento traumático. “El psiquiatra o psicólogo indicará un tratamiento que apunte a reducir los factores de tensión, fortalecer la autoestima y enseñarle al paciente a aprovechar lo que le ofrece la vida”, explica el especialista. • Antidepresivos y ansiolíticos. Se prescriben para aliviar algunos síntomas, entre ellos, los trastornos del sueño, la depresión y la tensión nerviosa. • Psicoterapia. Se concentra en cambiar conductas específicas. Utiliza varios enfoques terapéuticos para disminuir un comportamiento indeseable: terapia cognitiva-conductual (busca generar cambios de conducta y modificar conscientemente los factores que provocan malestar o sufrimiento); terapia de exposición (ayuda al paciente a vencer sus miedos enfrentándolo gradualmente a aquello que lo asusta); terapia de grupo (pone al paciente en contacto con personas que han pasado por una situación similar, una manera de hacerle ver que sus miedos y emociones son comunes). Si bien se puede comenzar a sentir una mejoría considerable después de cuatro o seis semanas de haber iniciado la toma de fármacos y de asistir regularmente a sesiones de terapia, los especialistas advierten que el tratamiento para superar el trastorno de estrés postraumático es un proceso a largo plazo. En muchos casos, para evitar una recaída, se indican antidepresivos por seis meses o un año. • dar apoyo Más que palabras de consuelo, durante el proceso de recuperación se requiere de la compañía, la ayuda y la comprensión de los más cercanos. • Sin forzarlo, deje que el afectado hable de lo ocurrido y se desahogue emocionalmente. • Entienda sus dificultades, sentimientos y reacciones. • Respete los tiempos de elaboración del duelo y la expresión de dolor y aflicción. F u e n t es c o n s u l t adas º Franca Caterina, psiquiatra y psicoterapeuta. Miembro titular de la Sociedad Venezolana de Psiquiatría. º Fernando Medina, psiquiatra. Miembro del Centro de Aprendizaje e Investigación en Facilitación Gestáltica (Cenaif). º Leticia Guarino, psicóloga clínico. Coordinadora del postgrado de Psicología de la Universidad Simón Bolívar. º www.medlineplus.gov / www.psicoayuda.com / www.abcmedicus.com 57+SALUD