Pielitis incrustante: Sí es tan grave y no es tan rara. Poster no.: S-0544 Congreso: SERAM 2014 Tipo del póster: Presentación Electrónica Educativa Autores: M. Gómez López de Munaín, I. Aloa Hermoso de Mendoza, E. Sanz González, R. Gámiz Sánchez, V. Vuelta Resa; VitoriaGasteiz/ES Palabras clave: Calcificaciones / Cálculos, Ultrasonidos, TC, Tracto urinario / Vejiga, Riñón, Abdomen DOI: 10.1594/seram2014/S-0544 Cualquier información contenida en este archivo PDF se genera automáticamente a partir del material digital presentado a EPOS por parte de terceros en forma de presentaciones científicas. Referencias a nombres, marcas, productos o servicios de terceros o enlaces de hipertexto a sitios de terceros o información se proveen solo como una conveniencia a usted y no constituye o implica respaldo por parte de SERAM, patrocinio o recomendación del tercero, la información, el producto o servicio. 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En los 2 primeros la pielitis incrustante fue la causa principal de muerte y en el tercero la causa de pérdida del trasplante renal. Paciente 1: Varón de 76 años con antecedentes de HTA grado III con retinopatía hipertensiva grado II, cardiopatía hipertensiva y encefalopatía multiinfarto con deterioro cognitivo vascular. Úlcera vascular de EII y TVP de extremidad inferior izquierda anticoagulada con Sintrom. Hiperuricemia con episodios de artritis gotosa. Hiperlipemia, diabetes tipo 2 e hipotiroidismo. Ingresa por hematuria. En TAC (Fig. 1 y 2) se visualizan tenues calcificaciones en el urotelio que se interpretan como litiasis y engrosamiento de la pared vesical. Se retiró Sintrom y se inició AAS que también se retiró por persistencia de hematuria. Por engrosamiento de pared vesical se realizó cistoscopia en la que se evacuaron coágulos sin conseguirse buena visualización ni toma de biopsias. Persistencia de hematuria durante el ingreso decidiéndose sondaje permanente para evitar posible retención. Al alta creatinina: 1.68 y proteinuria de rango nefrótico, que se atribuyó a posible nefroangioesclerosis, magnificada por la hematuria. En principio se decide vigilar en consulta y no realizar biopsia renal dada la situación basal del paciente y la hematuria que aún presentaba. En su domicilio, persiste la hematuria y presenta progresivo deterioro de funciones superiores, con astenia y debilidad. Ingresa por agudización de insuficiencia renal crónica con hematuria, proteinuria, hiperpotasemia e hiponatremia. Presenta elevación de creatinina: 3.78, PCR de 193, leucocitosis y urocultivo con flora polimicrobiana. En el TAC (Fig. 3 y 4), realizado 24 días después del anterior, se visualiza franca progresión de las calcificaciones en el urotelio de cálices, pelvis renales y uréter derecho. Se instaura tratamiento con antibióticos, resin calcio y bicarbonato. Dada la comorbilidad del paciente y el deterioro funcional y cognitivo previos no se realizan más pruebas diagnósticas tras valorar situación de riesgo-beneficio y dado que la situación basal del paciente no lo hace subsidiario de medidas agresivas. La evolución es mala y el paciente fallece. Página 2 de 18 En la autopsia: pielitis incrustante bilateral con áreas de nefritis abscesificada bilateral. Resto del parénquima de ambos riñones muestra atrofia cortical con cambios de pielonefritis crónica y nefroangioesclerosis. Uretritis incrustante bilateral. Cistitis aguda abscesificada. Paciente 2: Mujer de 67 años diagnosticada de panarteritis nodosa clásica por biopsia renal con afectación renal y cerebral. Insuficiencia Renal avanzada. HTA. ACVA en 2010 con hemiparesia izda y paresia facial izda. Ingreso por hematuria y deterioro de la función renal sobre sus basales. En TAC (Fig. 5), se visualiza una fina calcificación delineando el urotelio. Se diagnostica de Pielitis incrustante por Corynebacterium Urealityum, recibiendo tratamiento antibiótico prolongado específico, realizando nefrostomía y aplicando solución acidificante a través de la misma, con lenta mejoría (ITU interrecurrente por klebsiella pneumoniae) pero consiguiendo cese de hematuria y mejoría de la función renal hasta Cr: 1,8 mg/dl con finalmente negativización del Corynebacterium. Ingresa por posteriores infecciones urinarias con sepsis, infecciones respiratorias y úlceras cutáneas infectadas. Progresa a una situación de dependencia para todas las actividades y encamada. Último ingresa por hipotensión, con taquicardia, disnea y edemas, sospechando infección respiratoria y sobrecarga de volumen. En la analítica: insuficiencia renal con hiperpotasemia y elevación de PCR y PCT. Se hallan levaduras y flora polimicrobiana en orina. La paciente fallece por fracaso multiorgánico en paciente con sepsis de origen respiratorio/urinario. Paciente 3: Mujer de 44 años con antecedentes de IRC por probable NAE (nefritis arterioesclerótica). Se somete a trasplante renal y tratamiento inmunosupresor. Presenta infecciones urinarias bacterianas y por Candida Albicans con colocación de nefrostomía. Posteriormente se detecta fuga a nivel de anastomosis de uréter propio a uréter del injerto realizándose reimplante pieloureteral. Se coloca catéter doble J. Continúa con infecciones urinarias multirresistentes, asociadas a sepsis. Acude por cuadro de sepsis urológica con inestabilidad hemodinámica por Pseudomona Aeruginosa de origen urológico y es diagnosticada de Pielitis incrustante, por lo que se decide extirpar injerto renal. Se procede a trasplantectomía del injerto, con salida de abundante pus. Página 3 de 18 La recuperación en general es favorable, la paciente precisa hemodiálisis. Fig. 6: RX Abdomen: Fina calcificación dibujando el urotelio del riñón transplantado. Fig. 7 y 8: Ecografía del transplante renal: Línea hiperecogénica dibujando el urotelio. Fig. 9, 10, 11 y 12: TAC abdomino-pélvico sin CIV: cortes axiales y reconstrucción sagital: Fina calcificación del urotelio. Catéter doble J. Images for this section: Fig. 1 Página 4 de 18 Fig. 2 Página 5 de 18 Fig. 3 Página 6 de 18 Fig. 4 Página 7 de 18 Fig. 5 Página 8 de 18 Página 9 de 18 Fig. 6 Fig. 7 Página 10 de 18 Fig. 8 Página 11 de 18 Fig. 9 Página 12 de 18 Fig. 10 Página 13 de 18 Fig. 11 Página 14 de 18 Fig. 12 Página 15 de 18 Revisión del tema La pielitis incrusante es una patología que se define como la incrustación de cristales de estruvita (fosfato amónico magnésico) en la pared del sistema pielocalicial, que a veces se extiende al uréter. En 1992 Morales et al describieron esta patología por primera vez en riñones trasplantados. Más tarde, se ha visto que también puede afectar a riñones nativos. Puede aparecer asociada a cistitis incrustante, cuya fisiopatología es la misma. La PI es una patología infecciosa que puede estar causada por la infección por cualquier microorganismo con actividad ureolítica, fundamentalmente por el Corynebacterium urealyticum (CU). El CU, es un bacilo grampositivo, aerobio, no esporulado, de crecimiento lento y resistente a múltiples antimicrobianos. Es saprófito habitual de la piel y las mucosas, y se estima que el 12% de la población sana y el 30% de la hospitalizada son portadores. Esta bacteria es ureasa positiva, es decir, desdobla la urea, transformándola en amonio, modificando el pH urinario, que se alcaliniza, producción de estruvita y fosfato cálcico con precipitación de sales sobre el epitelio dañado y necrosis tisular bajo esta capa. Para desarrollar pielitis incrustante deben existir factores predisponentes como inmunosupresión, tratamiento antibiótico prolongado, procedimiento urológico previo o lesión preexistente de la mucosa urotelial inflamatoria o tumoral, de ahí que los pacientes con transplante renal tengan mayor riesgo. Los síntomas son inespecíficos como dolor en el flanco, fiebre y hematuria, episodios de uropatía obstructiva o síntomas urinarios crónicos. La orina puede contener pus o sangre, cristales de estruvita en el sedimento y pH alcalino. El CU es un microrganismo de crecimiento lento y puede pasar desapercibido en cultivos de orina ordinarios de 24 horas. Se requiere un cultivo prologado y debe realizarse en un medio selectivo en caso de infección urinaria polimicrobiana. Puede identificarse el micro-organismo con el cultivo de los cálculos. En la radiografía simple pueden verse las calcificaciones en el sistema colector o no identificarse. Cuando estas calcificaciones son groseras o están asociadas a cálculos libres, pueden confundirse con litiasis o litiasis coraliformes y dificultar el diagnóstico. La ecografía demuestra imágenes hiperecogénicas lineales en la pelvis y cálices renales con sombra sónica posterior. El TC sin contraste es la técnica de elección para el diagnóstico. Las calcificaciones delinean el urotelio y pueden ser finas y regulares o gruesas e irregulares. Puede haber micro-abscesos en el parénquima subyacente y engrosamiento del urotelio y cambios inflamatorios en la grasa peripiélica y periureteral. Asimismo, es la mejor técnica de imagen para el seguimiento tras el tratamiento. Página 16 de 18 El estudio histológico del epitelio afectado por las incrustaciones presenta una capa superficial compuesta por tejido necrótico con incustaciones cálcicas, otra intermedia de reacción inflamatoria con bacterias, linfocitos y células polimorfonucleares e incluso microabscesos y una zona profunda con tejido normal. El tratamiento de la PI se basa en la erradicación de la bacteria mediante tratamiento antibiótico específico y prolongado, así como en la disolución de las incrustaciones, que contienen bacterias a las que no afectan los antibióticos. Para esto, se debe acidificar la orina mediante tratamiento oral o tópico (a través de nefrostomía) y, cuando es necesario, realizar una escisión quirúrgica de las incrustaciones. Conclusiones Buscar la pielitis incrustante en pacientes con factores predisponentes con infecciones urológicas tratadas con antibióticos, hematuria, dolor en flanco y elevación de la creatinina. En la ecografía y TC sin contraste, se observan calcificaciones lineales que delimitan el urotelio. Bibliografía 1. V. Vázquez, M. D. Morales, C. Serrano, M. Reus, S. Llorente y J. García. Corynebacterium urealyticum en pacientes con trasplante renal. Imágenes características de la TC y ultrasonografía de la cistitis y pielitis incrustante. Nefrología 2004;24:288-93. 2. Denis Thoumas, Caroline Darmallaicq, Christian Pfister, Céline Savoye-Collet, Louis Sibert, P. Grise, Laurent Lemaitre, Michel Benozio. Imaging Characteristics of AlkalineEncrusted Cystitis and Pyelitis. AJR 2002;178:389-92 3. Victoria Vázquez, Manuel Reus, Andrés Parrilla, Santiago Llorente. La pielitis incrustante: hallazgos en ecografía y TC. Radiología. 2001;43:259-61. 4. Morales JM, Aguado JM, Díaz-González R, Salto E, Andrés A, Campo C et al. Alkalineencrusted pyelitis/ cystitis and urinary tract infection due to Corynebacterium urealyticum: a new severe complication after renal transplantacion. 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