La Biblia y el Suicidio

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La Biblia y el Suicidio
Por: Hno. José Arturo Gleason Espíndola
Es claro que la Biblia establece que Dios creo el universo y al hombre. Le dio la
potestad de estar multiplicarse y administrar su creación. No se sugiere nunca la
posibilidad de que el hombre determine el destino de su vida. Con Caín y Abel
vemos por primera vez en la Biblia el asesinato. El asesinato violenta el propósito
glorioso de Dios de dar vida y preservarla o quitarla cuando el lo determina.
Cuestiona la soberanía de Dios, y al yo atentar contra otros o contra mí me estoy
poniendo en lugar de Dios.
Para nosotros los cristianos la vida es un regalo de Dios, y es la oportunidad para
vivir una vida de comunión con él. La Biblia lo establece en el Efesios cuando nos
dice que nos ha creado para buenas obras que preparó de antemano para que
anduviéramos en ellas. El propósito claro de la vida, es vivir en comunión con el
creador y servir al prójimo. Cabe mencionar que cuando Dios nos da la vida nos
capacidades, talentos, aptitudes, cosas riquísimas que al ponerlas delante de El,
le dan significado a nuestras vidas.
Ahora es claro que cuando el pecado entra en la humanidad, todo el valor y
propósito de la vida caen. Sí la caída del hombre. En esta caída, en ella se
quebranta nuestra relación con el padre, se pierde el propósito de vivir, se esfuma
de nuestras manos la esperanza de vivir una vida plena,.condenándonos a una
soledad y falta de sentido permanente.
Al pecar la vida de ser una oportunidad para glorificar a Dios se convierte en una
tremenda carga. ¿Qué sentido tiene vivir cuando nada me llena? ¿Cuándo la
dificultad y los problemas me quitan la respiración? El pecado denigra lo puro, lo
glorioso, lo especial de la vida. Todas aquellas cosas especiales que nos ha dado
Dios, como es su creación y la capacidad de relacionarnos con otros, se
descomponen. Al estar mal con nuestro Dios, con la creación, con nuestros
semejantes, se pierde la orientación, las normas diseñadas por Dios son violadas,
y nuestro anhelo de vivir también.
Cuando depositamos nuestra confianza en las cosas que se ven, y vemos que
esas cosas que se ven nos defraudan, entramos en una crisis profunda. Cuando
no tenemos trabajo, o cuando nos deja nuestro novio o novia, cuando mis papás
se separan, cuando salgo de la universidad y no sé que hacer, cuando no tengo
dinero, cuando no tengo cariño, todo, todo, lo que consideramos como nuestra
confianza se caen.
Jesús conociendo esta situación tomó la iniciativa. Sabía muy bien que nada ni
nadie podía darnos esta seguridad tan anhelada. El entendía que solo en Dios
podíamos lograr el sentido para recuperar nuestra confianza, y eso era solamente
en su Padre, así es que el decide venir a la tierra vivir entre nosotros, y mostrarnos
que es posible tener esperanza en un mundo sin esperanza, que es posible
depender de Dios cuando todo esta en su contra, y consuma su venida gloriosa
con la muerte redentora en la cruz del calvario. Quitando esa separación entre
nosotros y el padre, nos reconcilia con Dios. Nuestro Dios vuelve a ser nuestro
Padre Celestial en quien podemos tener seguridad en un mundo de inseguridades
y confusiones. Es a través de la redención de Jesús que nuestros pesados
pecados son quitados y pone en nosotros la esperanza gloria que le da sustento a
nuestra vidas. Bendito Jesús por esta acto de amor tan oportuno y necesario para
la humanidad.
Creer en este sacrificio, es tener esperanza, es darle a las cosas su sitio
verdadero, Significa cambiar de visión, de actitud y estilo de vida. Es triste ver
cuando jóvenes cristianos se suicidan o piensan en algún momento hacerlo. Te
has sentido algún momento en tu vida cuando todo es adverso. ¿Estas
enfrentando la separación de tus padres? ¿No tienes trabajo? ¿No saliste en
listas? ¿Acabas de egresar de la universidad y no consigues trabajo? ¿Todavía no
tienes novio o novia? ¿Te sientes profundamente triste?
Déjame decirte que el poder redentor de Jesús puede transformar tu vida, en una
vida de esperanza. Que hermoso es saber que todas las cosas Jesús ya las pagó.
Gracias a la muerte en la cruz y tremenda resurrección.
Por último es importante notar que además de contar con este acto glorioso de
limpieza espiritual en donde nos fue devuelta la esperanza de vivir. Dios en su
infinita sabiduría, también nos dejó una esperanza gloriosa: Su segunda venida.
Así, lo insoportable se hace soportable, lo imcomprensible se vuelve
comprensible, la espera anhelada por la solución de un problema, la enfermedad
que no tiene cura, todo esto, se hace posible cuando tenemos en nuestras mentes
y corazones la próxima venida de El.
Al joven cristiano que espera a su Señor, se aferra a vivir bajo un estilo de vida
que demuestre esa espera. ¿A qué esperar? Esperamos un encuentro glorioso
con Jesús. Un joven sin esperanza, aunque parezca que es feliz, no vive
apasionado por Jesús, vive de acuerdo al ritmo de este mundo. Se preocupa por
las cosas que todos se preocupan, habla como los chicos que no tienen
esperanza, se deprime continuamente y se refugia en muchas cosas.
Jóvenes de la Tercera Iglesia Bautista de Guadalajara. Abracemos la Esperanza
gloriosa. No dejemos que la desesperanza, la apatía, la inconsciencia nos domine
y no nos deje vivir vidas plenas. El suicidio no es una opción, no es la salida.
Bíblicamente lo hemos visto. Pero entreguémonos a una vida de comunión con
Dios, a una vida de servicio, que invirtamos nuestro tiempo en amar a Dios y a
nuestros semejantes. Invirtamos el tiempo involucrándonos en proyectos que
desafíen las tinieblas. Aventémonos a ayudar a nuestros amigos que está
deprimidos. Digámosle lo tremendo que es estar triste pero a la vez confiar en que
todo lo que esta bajo el control de Creador. Que el suicidio es pecado y que nunca
será la puerta verdadera. Vayamos en oración y unidad a salvar a los jóvenes que
piensan en suicidarse, hagámoslo antes de que sea tarde.
Alguna Citas de apoyo:
Salmo 40:1 Pacientemente esperé a Jehová, y él se inclinó a mí y oyó mi clamor. 2 Y me hizo
subir del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso. Puso mis pies sobre una roca y afirmó mis
pasos. 3 Puso en mi boca un cántico nuevo, una alabanza a nuestro Dios. Muchos verán esto y
temerán, y confiarán en Jehová
Salmo 119:11 En mi corazón he guardado tus dichos para no pecar contra ti.16 Me deleitaré en
tus estatutos; no me olvidaré de tus palabras.
Proverbios 13:12 La esperanza que se demora es tormento del corazón, pero el deseo cumplido
es árbol de vida.
Jeremías 29:11 Porque yo sé los planes que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, planes de
bienestar y no de mal, para daros porvenir y esperanza.
Efesios 1:15 Por esta razón, yo también, habiendo oído de la fe que tenéis en el Señor Jesús y de
vuestro amor para con todos los santos, 16 no ceso de dar gracias por vosotros, recordándoos en
mis oraciones. 17 Pido que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu
de sabiduría y de revelación en el pleno conocimiento de él; 18 habiendo sido iluminados los ojos
de vuestro entendimiento, para que conozcáis cuál es la esperanza a que os ha llamado, cuáles
las riquezas de la gloria de su herencia en los santos, 19 y cuál la inmensurable grandeza de su
poder para con nosotros los que creemos, conforme a la operación del dominio de su fuerza. 20
Dios la ejerció en Cristo cuando lo resucitó de entre los muertos y le hizo sentar a su diestra en los
lugares celestiales, 21 por encima de todo principado, autoridad, poder, señorío y todo nombre que
sea nombrado, no sólo en esta edad sino también en la venidera.
Jueces 16:28 Entonces Sansón clamó a Jehová diciendo: _¡Señor Jehová, por favor, acuérdate de
mí! Dame, te ruego, fuerzas solamente esta vez, oh Dios, para que de una vez tome venganza de
los filisteos por mis dos ojos. 29 En seguida Sansón palpó las dos columnas de en medio, sobre
las cuales descansaba el edificio; y se apoyó contra ellas, contra una con su mano derecha y
contra la otra con su mano izquierda. 30 Y dijo Sansón: -¡Muera yo con los filisteos! Entonces
empujó con fuerza, y el edificio cayó sobre los jefes y sobre toda la gente que estaba en él. Y
fueron más los que mató al morir que los que había matado durante su vida.
1 Samuel 31:4 Entonces Saúl dijo a su escudero: "Saca tu espada y atraviésame con ella, no sea
que vengan esos incircuncisos y me atraviesen, y hagan mofa de mí." Pero su escudero no quiso,
porque tenía mucho miedo. Entonces Saúl tomó la espada y se dejó caer sobre ella.
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