Resumen Cuatro años después de la crisis financiera mundial todavía persiste una crisis del empleo en muchos países del mundo. El desempleo mundial sigue afectando a 30 millones de personas más que antes de la crisis y casi otros 40 millones de personas han abandonado la fuerza de trabajo. Con un ritmo de crecimiento decreciendo en todo el mundo, existen grandes riesgos de que la economía mundial caiga en un período de desempleo elevado y sostenido y se registre una disminución de la participación de la fuerza de trabajo, lo cual conduciría a un crecimiento por debajo del promedio en el futuro inmediato. Un crecimiento mundial más bajo por un período prolongado y el desempleo y subempleo masivos agravarían las perspectivas de por sí poco prometedoras para la reducción de la pobreza, el desempleo de los jóvenes y la cohesión social. Las víctimas serán miles de millones de personas y las comunidades y naciones en las que viven. Las últimas previsiones del FMI apuntan a un mayor deterioro del crecimiento en el último semestre de 2012 y en 2013 que agravaría el déficit mundial del empleo que se inició con la crisis de 2008. Sin embargo, como se confirma en el último Informe sobre el desarrollo mundial del Banco Mundial, “el empleo es un factor determinante para lograr el desarrollo económico y social.” Ha llegado el momento de que se reconsideren las políticas. En la Cumbre del G-20 de Los Cabos celebrada en junio, los líderes del G-20 convinieron en su Plan de Acción para el Crecimiento y el Empleo en que “si se siguen deteriorando las condiciones económicas de forma significativa, Alemania, Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Corea, Estados Unidos y Rusia están dispuestos a coordinar y aplicar medidas adicionales para impulsar la demanda, habida cuenta de las circunstancias y compromisos nacionales”. Ahora es evidente que se está produciendo tal deterioro y que es urgente adoptar medidas adicionales. Los países que manifestaron su voluntad de sumarse a este esfuerzo coordinado representan la mitad del producto mundial, y por consiguiente podrían influir considerablemente en las condiciones mundiales. El último informe del FMI titulado Perspectivas de la Economía Mundial reconoce que muchos gobiernos que emprendieron medidas de austeridad subestimaron los multiplicadores fiscales, lo que significa que dichas medidas causaron un daño todavía mayor a la economía. En cambio, el FMI estima que los beneficios de las medidas de estímulo adoptadas en las fases iniciales de la crisis han sido dos o tres veces superiores de lo originalmente previsto. Por consiguiente, una revisión sistemática de las metas fiscales para impulsar la demanda, junto con una política monetaria menos restrictiva, tendría importantes efectos multiplicadores que, si se aplican simultáneamente, podrían encauzar a la economía mundial hacia una recuperación y un crecimiento sostenibles. Las iniciativas de política deberían centrarse en medidas que actúen tanto en la demanda como en la oferta del mercado de trabajo como: i) apoyar la inversión en infraestructuras; ii) mejorar el acceso al crédito para las PYME; iii) ampliar la cobertura de la protección social; e iv) invertir en perspectivas de empleo para los jóvenes. La OIT está dispuesta a trabajar con los gobiernos, las empresas y los trabajadores, así como con las instituciones regionales y mundiales, para convertir estas propuestas en opciones de política y programas prácticos. Nuevas iniciativas mundiales necesarias para incrementar el empleo y los puestos de trabajo decentes e impulsar la demanda 1. Debo insistir con gran firmeza en que un crecimiento mundial por debajo del promedio durante un tiempo prolongado y el desempleo y subempleo generalizados tiene consecuencias desastrosas para miles de millones de personas y sus comunidades y naciones al debilitar las posibilidades de crecimiento y socavar la estabilidad y la cohesión social. 2. Sin embargo, cuatro años después de la crisis precipitada por la quiebra de Lehman Brothers hay grandes riesgos de que la economía mundial caiga en un período de crecimiento por debajo del promedio. 3. El desempleo mundial sigue afectando a 30 millones de personas más que antes de la crisis y casi otros 40 millones de mujeres y hombres han dejado de buscar empleo. 75 millones de los más de 200 millones de desempleados son mujeres u hombres jóvenes menores de 25 años. Dado que cado año en torno a 40 millones de personas ingresan en la fuerza de trabajo mundial, habremos de hacer frente a importantes y crecientes déficit de trabajo 1 decente en los años venideros. 4. De las personas con empleo, 900 millones de mujeres y hombres no ganan lo suficiente para superar junto con su familia el umbral de pobreza de 2 dólares de los Estados Unidos por día. Si se hubiesen mantenido las tendencias de reducción de la pobreza registradas antes de la crisis, habría ahora 55 millones de personas menos en esta situación. 5. Una acción coordinada de los gobiernos de las principales economías del mundo puede y debe impedir que se caiga en una maraña política, económica y social. 6. Hace solo tres meses en la Cumbre celebrada en Los Cabos, los líderes del G-20 convinieron en su Plan de Acción para el Crecimiento y el Empleo en que “si se siguen deteriorando las condiciones económicas de forma significativa, Alemania, Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Corea, Estados Unidos y Rusia están dispuestos a coordinar y aplicar medidas adicionales para impulsar la demanda, habida cuenta de las circunstancias y compromisos nacionales”. 7. Creo que ahora ya está muy claro que las condiciones se están deteriorando significativamente y que es urgente adoptar medidas adicionales. Los países que indicaron que deseaban participar en ese esfuerzo coordinado representan la mitad del producto mundial. En el último número de la publicación del FMI Perspectivas de la Economía Mundial se reconoce que los multiplicadores fiscales fueron subestimados. Esto significa que los daños causados por las medidas de austeridad han sido más profundos de lo que se pensaba. En cambio, el FMI estima ahora que las medidas de estímulo adoptadas desde el inicio de la crisis han tenido efectos multiplicadores dos o tres veces superiores a los de los multiplicadores que han estado utilizando los gobiernos. Una revisión sistemática de las metas fiscales para impulsar la demanda, junto con una política monetaria menos restrictiva, si se aplican simultáneamente, podrían encauzar la economía mundial hacia una recuperación y un crecimiento sostenibles. Un compromiso creíble por parte de los países 1 Global Employment Outlook September 2012: Bleak Labour Market Prospects for Youth, (Panorama mundial del empleo, septiembre de 2012: perspectivas poco prometedoras para los jóvenes en el mercado laboral), OIT, Ginebra, septiembre de 2012. líderes que están en mejor situación para apoyar la demanda mundial también podría ampliar el margen para que otros países adopten medidas que reduzcan el ritmo del ajuste fiscal o que contribuyan a aportar estímulos. Estímulos fiscales y monetarios coordinados para superar los efectos de la crisis financiera sobre el empleo 8. Las crisis financieras de gran escala tienen efectos duraderos y extremadamente dañinos, en particular sobre el empleo. Las políticas fiscales y monetarias deben utilizarse activamente para evitar un estancamiento prolongado. De esta manera, pueden reducirse los déficit fiscales y la política monetaria puede volver a una posición más neutra, pero un ajuste fiscal prematuro debilita el crecimiento y contrarresta los esfuerzos de los sectores público y privado para reducir el sobreendeudamiento provocado por la crisis financiera. 9. Los mercados financieros de los principales países adelantados aún no desempeñan su función esencial de canalizar el ahorro hacia inversiones productivas y generadoras de oportunidades de trabajo decente. La reforma y restablecimiento del sector financiero privado aún no ha finalizado y la atención se centra en las finanzas públicas, que asumieron la carga de impedir la quiebra de bancos. Las pequeñas empresas en particular tienen limitaciones de crédito en muchos países, cuando podrían hacer una importante contribución a la recuperación si el sistema bancario funcionara más eficazmente. Varios países están introduciendo medidas tales como la instauración de garantías crediticias o el establecimiento de bancos públicos para apoyar la inversión de la pequeña empresa; estas medidas deberían formar parte del programa de reformas. 10. Las condiciones actuales de las políticas internacionales para apoyar a los países de la zona euro que atraviesan dificultades financieras no se han centrado en la necesidad de estabilizar las economías como condición previa para el crecimiento futuro. Cada oleada de medidas de austeridad va reduciendo el denominador (PIB) más rápidamente que el numerador (deuda pública), lo que tiene como resultado un aumento del cociente deuda/PIB, mayores tipos de interés de la deuda pública y privada y un agravamiento de la recesión. En una situación en la que el desempleo, y el de los jóvenes en particular, alcanzan niveles catastróficos, los costos en términos de cohesión social y política, así como para el potencial económico futuro aumentan cada día. En los casos en que hace falta una consolidación fiscal, ésta sólo puede ser sostenible si hay responsabilidad social y un reparto equitativo de las dificultades sociales. Las inversiones en políticas activas del mercado de trabajo tales como servicios públicos de empleo dotados de recursos suficientes y programas especiales para grupos desfavorecidos, en particular los jóvenes, son beneficiosas porque reducen los gastos en prestaciones de desempleo y aumentan el potencial de crecimiento. 11. Ahora que he asumido el cargo de Director General de la Oficina, puedo confirmar que la OIT está preparada para trabajar con el FMI y los gobiernos para explorar y facilitar vías que nos conduzcan hacia una consolidación fiscal viable desde el punto de vista social. Conjunto de medidas urgentes para impulsar el empleo y reactivar la recuperación económica a largo plazo 12. Es urgente revisar los plazos de los saldos presupuestarios con una visión a más largo plazo del tiempo necesario para reparar los daños provocados por los excesos financieros de los años anteriores a la crisis. En la economía mundial interrelacionada del siglo XXI, las repercusiones de los países que tienen margen fiscal y siguen recortando déficits es sumamente perjudicial para los países más expuestos a los ataques de los mercados de capitales. 13. La solución a este callejón sin salida se vislumbró en Los Cabos y ahora ha llegado el momento de ponerla en práctica. Según consta en el informe conjunto de la OIT, la OCDE, el FMI y el Banco Mundial sobre el impulso al empleo y la calidad de vida de los países del G20, al considerar otras medidas para acelerar el ritmo de la recuperación del empleo, los países del G20 tal vez consideren oportuno centrarse en ámbitos específicos que abarquen 2 tanto la oferta como la demanda del mercado de trabajo. 14. Quisiera que se prestara atención a las cuatro esferas de políticas prioritarias que se proponen en dicho informe: i) apoyar la inversión en infraestructuras aprovechando las muy bajas tasas de interés; todas las economías en desarrollo, emergentes y desarrolladas deberían invertir en infraestructuras favorables al crecimiento futuro; ii) mejorar el acceso al crédito para las PYME, actualmente obstaculizado por el sobreendeudamiento y la reestructuración del sistema bancario; iii) ampliar la cobertura de la protección social, que es una necesidad urgente y una opción asequible en todos los países, según se reconoce en la Iniciativa del Piso de Protección Social de la OIT; y iv) mejorar las perspectivas laborales para los jóvenes, uno de los grupos más expuestos a la crisis y que puede sufrir consecuencias profundas a largo plazo. 15. La OIT está dispuesta a trabajar con los gobiernos, los empleadores y los trabajadores, así como con las instituciones regionales e internacionales, para convertir estas propuestas en opciones tangibles y viables. Este conjunto de medidas –adaptado a las distintas circunstancias de las economías: en déficit, en superávit, avanzadas o emergentes—no sólo podría crear empleo y mejorar las condiciones de vida, sino también contribuir a reequilibrar la economía mundial. Restablecer el vínculo entre los salarios y la productividad para frenar el aumento de la desigualdad salarial 3 16. En un informe de la OIT de próxima publicación se pone de manifiesto que los salarios han ido a la zaga del aumento de la productividad en 36 economías desarrolladas durante buena parte de la última década. Esto ha modificado la distribución de los ingresos nacionales entre salarios y capital, haciendo que disminuya la participación del trabajo en los ingresos, al tiempo que ha aumentado la parte correspondiente al capital. Las consecuencias para el consumo, el ahorro, las exportaciones y el crecimiento son muy diversas. La presencia de un 2 Disponible en http://www.ilo.org/global/about-the-ilo/how-the-ilo-works/multilateral-system/g20/lang-en/index.htm 3 OIT, Global Wage Report 2012/2013 (de próxima publicación). El Informe sobre el Comercio y el Desarrollo de 2012 de la UNCTAD relativo a las políticas para un crecimiento incluyente y equilibrado contiene un amplio análisis de las tendencias relativas a la desigualdad salarial y la participación de los factores de producción. amplio superávit de la balanza por cuenta corriente en algunos países sugiere que hay margen para vincular mejor salarios y aumento de la productividad como medio para estimular la demanda interna y garantizar la igualdad. 17. En los países donde la balanza por cuenta corriente es deficitaria, el incremento de la competitividad constituye una vía para salir del círculo vicioso del alto nivel de desempleo con crecimiento lento. Para ello, hace falta reducir los costes de producción mediante el aumento de la productividad, la disminución de los salarios reales, la rebaja de los tipos de cambio siempre que sea posible, o una combinación de estas medidas. Ahora bien, es difícil devaluar los tipos de cambio en un sistema en que los movimientos de capital no están restringidos, y el incremento de la productividad exige tiempo y nuevas inversiones. Por consiguiente, se ha optado por el camino más corto para promover la competitividad: recortar los salarios. Sin embargo, esa mayor competitividad sólo resulta eficaz si los demás países no hacen otro tanto. Si los mercados de exportación están estancados, ni siquiera un aumento del porcentaje de las exportaciones en la producción nacional podrá contrarrestar la recesión interna, lastrada por los recortes salariales. 18. El ahondamiento de la desigualdad salarial y la pérdida de peso de la participación salarial en los factores de producción inhiben el consumo y socavan el crecimiento. Entre los instrumentos más eficaces para colmar la brecha social figuran la ampliación del empleo productivo, un fuerte apoyo a la negociación colectiva, el mantenimiento del valor del salario mínimo y la ampliación de la cobertura de la seguridad social. La mejor manera de aplicar o mantener medidas eficaces en materia de políticas es optar por la negociación y el diálogo social entre las empresas y los trabajadores, con la participación y mediación del gobierno. En calidad de Director General de la OIT, tengo la firme intención de dar un nuevo enfoque a estas importantes herramientas de políticas. La importancia capital del empleo en el proceso de desarrollo 19. Celebro la publicación del Banco Mundial Informe sobre el desarrollo mundial 2013: Empleos, el que constituye un testimonio oportuno, bien documentado y bien argumentado sobre por qué el empleo es un factor determinante para lograr el desarrollo económico y social. En muchos aspectos, las conclusiones del informe coinciden con las de la OIT, y en él se hace referencia al concepto de trabajo decente de la OIT, así como a numerosos documentos de investigación y de política de la Organización. En el informe se sientan las bases para que el Banco Mundial se adhiera al Programa de Trabajo Decente de la OIT, junto a las Naciones Unidas y muchas otras organizaciones internacionales, a fin de promover una mayor coherencia de las políticas. 20. Podemos colaborar con el Banco Mundial en muy diversos ámbitos, y confío en que pronto tendré la oportunidad de abordar con el Presidente Jim Yong Kim y sus colaboradores el modo en que nuestras dos organizaciones pueden establecer un estrecho trbajo conjunto en relación con el seguimiento de las conclusiones del informe, con el apoyo práctico de los gobiernos, las empresas y los trabajadores de todo el mundo. 21. La idea de que el empleo promueve el cambio, de que el desarrollo se produce a través del empleo y de que el trabajo es la vía más eficaz para superar la pobreza es plenamente acorde con el pensamiento de la OIT, y de hecho la Organización lleva años propugnando estos planteamientos. La inclusión y el desarrollo práctico y analítico de esos mensajes de política en el Informe sobre el desarrollo mundial 2013: Empleos constituye una importante contribución a un desarrollo más centrado en las personas y al necesario reequilibrio de las políticas. En un momento en el cual la crisis del empleo se agudiza y se inicia la reflexión sobre la agenda de las Naciones Unidas para el desarrollo después de 2015, es de agradecer la oportunidad de estos mensajes. 22. El informe concluye con un ferviente llamado a que se dediquen más recursos a recopilar las estadísticas del trabajo fundamentales que necesitamos para plasmar la realidad en cifras y evaluar el impacto de las políticas. La OIT celebra que el Banco Mundial se una a la OIT en la defensa de sistemas nacionales de estadísticas del trabajo eficaces, sistemas que muy a menudo sufren las consecuencias de años de ajustes estructurales. En el informe se ponen de relieve tres problemas relacionados con los datos: las lagunas, la calidad y la dispersión. Se destaca asimismo la necesidad de fortalecer la capacidad de los países en materia de estadística del trabajo. Es de vital importancia que el Banco Mundial y la OIT colaboren en el seguimiento de esta propuesta, dado que los gobiernos no pueden permitirse despilfarrar recursos, y debemos velar por que se adopte un enfoque normalizado a escala internacional. Como anfitriona de la Conferencia Internacional de Estadísticos del Trabajo, la OIT ocupa un lugar central en la red de conocimientos especializados en este campo capaz de llevar a cabo esta tarea, y por ello espera poder entablar una colaboración estrecha con el Banco Mundial.