FASOC, Vol. X, No. 3 DEFENSA NO-OFENSIVA Y FOMENTO DE CONFIANZA EN SUDAMERICA Bjorn Moller En el siguiente trabajo avanzaré la hipótesis que la Defensa No Ofensiva (DNO) podría representar una orientación conceptual adecuada para la planificación de la defensa de (al menos algunos) estados en América del Sur: porque representa una medida de confianza mutua fuerte y porque permite ahorros en los presupuestos militares, mientras que al mismo tiempo provee una capacidad defensiva adecuadai. )Seguridad común y Defensa No Ofensiva? El concepto y término de 'seguridad común' adquirió notoriedad con la publicación del Informe de la Comisión Palme en 1992. La filosofía implícita era, simplemente, que los estados tenían que tomar en consideración las preocupaciones de seguridad de sus adversarios, para que su propia búsqueda de seguridad nacional no fuera autoderrotada por las interacciones del tipo del dilema de seguridad: un estado responde a los movimientos defensivamente motivados pero, no obstante, potencialmente amenazadores de otro estado, etc. DNO es simplemente la aplicación de esta filosofía de seguridad común a la planificación de defensaii. Uno podría argumentar que la principal razón de ser de la DNO es el fomento de la confianza, en el sentido doble de autoconfianza y seguridad: en primer lugar, se debería hacer que los Estados se sientan confiados en lo adecuado de sus capacidades defensivas, debido tanto a una reflexión de su fortalecimiento, como a un resultado de la reducción de las capacidades ofensivas de sus respectivos adversarios; segundo, los estados deberían asegurar a sus adversarios acerca de sus propias intenciones defensivas, lo cual se cumple Bjorn Moller mejor a través de la abstención de capacidades que puedan ser utilizadas tanto para atacar como para defender. Por lo tanto, DNO implica la búsqueda de una estructura para las Fuerzas Armadas que maximice (al punto de ser 'suficiente') la fuerza defensiva al mismo tiempo que disminuya idealmente hasta el punto de abandono, las capacidades ofensivas. No por altruismo, sino como una manifestación de 'autointerés ilustrado': las Fuerzas Armadas estricta o predominantemente defensivas, son menos propensas a provocar guerras y tienen menos tendencia a estimular carreras armamentistas. Los únicos estados para los cuales como una materia de principio DNO no sería apropiada, son aquellos estados inclinados a la agresión militar. Afortunadamente, éstos son 'una especie en vía de extinción' entre los estados del mundo de hoy en día. Antes de proceder más allá, es necesario clarificar algunas confusiones conceptuales que a menudo se encuentran: uno debería distinguir entre diferentes términos, el concepto mismo y toda la gama de modelos alternativos así como ciertas aproximaciones de la vida real. - Como término, 'DNO' es sinónimo de 'defensa defensiva', 'defensa no provocativa', 'defensa fomentadora de confianza' (confidence-building defence), 'inhabilidad estructural para atacar', etc. Los diferentes términos meramente subrayan diferentes aspectos del mismo concepto. - Como concepto DNO se refiere a la filosofía anteriormente mencionada de maximizar la defensa, al mismo tiempo que se minimizan las capacidades ofensivas. - DNO también puede ser usado como un término genérico para la variedad de principios diseñados como alternativa, es decir, 'modelos': defensa territorial, defensa del tipo barrera, abandono del combate, etc. Dependiendo de las circunstancias, cada uno de estos puede ser la aproximación alcanzable más cercana al ideal de la DNO. Sin Defensa No-Ofensiva y Fomento de... embargo, ninguno de estos modelos, por supuesto, constituye un plan defensivo en su totalidad. Ellos son meramente bosquejos conceptuales para la planificación defensiva real. - Finalmente, ciertos países tienen posturas defensivas que conforman, más o menos, con el criterio de DNO. Sin embargo, sostener, por ejemplo, que Suiza o Austria son ejemplos de la vida real de DNO no es equivalente a sugerir que otros Estados deberían copiar su defensa, lo cual sería, de hecho, absurdo Una confusión adicional emerge de las propuestas encontradas con frecuencia (en general bien intencionadas pero teóricamente muy inútiles) para eliminar 'armamentos ofensivos' en favor de armamentos defensivos. Un análisis más detallado, sin embargo, muestra que no hay tal cosa como un armamento defensivo u ofensivo, sino más bien que las distinciones tienen que hacerse a niveles de análisis superiores, principalmente aquellos de posturas y estrategias, los cuales tienen que ser evaluados dentro de un cierto contexto, mientras que los APCs (transportadores blindados de personal) pueden, por ejemplo, ser suficiente para operaciones ofensivas en Africa del Sur, ellos no servirían en Europa. Incluso no serían tomados seriamente en países tales como Japón e Indonesia, donde realmente sólo las Fuerzas Navales importan. En lo que concierne a las fuerzas terrestres, la siguiente categorización captura todas o, al menos, una vasta mayoría de las propuestas de DNO disponiblesiii. - Defensa Territorial en la forma de una red, donde la cobertura completa de un área substituye la movilidad (excepto tácticamente) permitiendo una eliminación completa de las capacidades para cruzar fronteras. Ya que esto presupone una cierta densidad del 'tejido', obviamente no es compatible con radios muy bajos de fuerza totalespacio como aquellos de Brasil, Argentina o Australia. - 'Defensa Territorial Selectiva' puede ser la mejor opción disponible para tales países. Esto requiere elecciones entre qué se defiende (con un modo de defensa territorial) a casi cualquier costo y qué no se defiende. Aparte de proteger tales objetivos obvios, como la capital nacional, los puntos fuertes de la defensa deberían estar preferentemente ubicados para proveer una postura de defensa cohesiva en conjunto. - Mientras que ambos modelos anteriormente mencionados reducirían la movilidad total, el modelo llamado 'Araña - y - Tela' está basado en un reconocimiento de la necesidad de fuerzas movibles: para la concentración del poder de fuego, refuerzos, evacuación, etc. Sin embargo, al hacerse dependiente de un tejido estacionario (es decir, capitalizando en la sinergia), las fuerzas movibles (incluyendo tanques) podrían ser privados de sus potenciales para cruzar fronteras, haciéndose así compatibles con el criterio de sólo defensaiv. - El enfoque de 'Eslabón Perdido' también capitaliza en la sinergia, aunque principalmente en un sentido negativo y con una clara preferencia por cambios mínimos. Reconociendo que la capacidad ofensiva es inherente no en los armamentos individuales, pero sí en las unidades militares y posturas nacionales, este enfoque apunta a la posibilidad de deliberadamente remover los componentes (digamos, unidades de barrido de minas, o defensa aérea móvil) sin las cuales las Fuerzas Armadas dejarían de tener algún potencial ofensivo. - Defensa de avanzada es imperativa para varios países, los cuales no están en posición de 'transar espacio por tiempo' debido a la insuficiente profundidad estratégica, por ejemplo porque la capital (como Santiago) está demasiado cerca del borde de la frontera. Mientras que la defensa de avanzada basada en fuerzas móviles de esparcimiento de avanzada tienden a ser ofensivas, otros medios de defensa de avanzada pueden ser defensivos: campos de minas, barreras artificiales o naturales (la montaña de FASOC, Vol. X, No. 3 Los Andes, por ejemplo), o zonas de fuego predesignadas cubiertas por artillería, etc. - Porque la sorpresa es la carta de triunfo de un ataque, limitar las capacidades para un ataque sorpresivo puede ser significativo en la eliminación de las capacidades ofensivas en conjunto. La renuncia al combate por parte de las fuerzas es una manera de prolongar el tiempo de alerta disponible, por lo tanto de disminuir las posibilidades de ataques sorpresivos. Reintroduciendo fuerzas en la 'zona proscrita', alertaría automáticamente al otro lado reduciendo así el elemento de sorpresa. - Otros medios posibles para el mismo fin podrían ser la reducción del estado de preparación, es decir lo que podría ser llamado 'reducción', digamos vía un mayor apoyo en las fuerzas de reserva, las cuales tendrían que ser llamadas a un entrenamiento de refresco, etc. antes del lanzamiento de un ataque. Habiendo sido lanzada a mediados de los 1970, sólo para ser ridiculizada y atacada por el 'establecimiento', DNO se hizo un tema corriente en Europa a fines de los 1980. Una manifestación política de eso fue el Tratado CFE (Conventional Armed Forces in Europe) de 1990, el cual tuvo el criterio (detallado en el mandato para las negociaciones) de 'reducir las capacidades para un ataque sorpresivo y la iniciación de acciones ofensivas de largo alcance': muy cercano a lo que era la DNOv. El protagonismo de la DNO subsecuentemente se redujo en Europa como un resultado del desaparecimiento del conflicto EsteOeste. Sin embargo, sería prematuro eliminar la DNO como 'un concepto fundado en los hielos eternos de la guerra fría', predestinado a 'derretirse' con la desaparición del conflicto EsteOeste, como es sostenido por un críticovi. Por el contrario, no sólo puede la DNO retener su importancia en Europa (sobretodo dentro de la ex Unión Soviética), también parecería ser relevante para otras partes del mundo, incluyendo algunas Bjorn Moller donde conflictos latentes han estallado después de la guerra fría. Sin embargo, su aplicación posible más allá de Europa permanece como un tema bastante poco investigado. El cerciorarse dónde y con qué modificaciones DNO podría ser relevante, es el foco de la Red Global de Defensa No Ofensiva, fundada por el presente autor y financiada por la Fundación Fordvii. )Relevancia para América del Sur? Uno bien podría cuestionarse si DNO es relevante para América del Sur, por ejemplo bajo la filosofía de 'si no está roto, no lo arregle': No se niega que América del Sur es más pacífica que la mayoría de los demás continentes. La reciente guerra entre Ecuador y Perúviii fue meramente una excepción parcial a la regla de que las guerras entre Estados de América del Sur son infrecuentes y tienden a ser breves, indecisas y relativamente de corto alcance. Sin embargo, no implica que sea superfluo hacer guerras, incluso menos improbable, digamos como una forma de mover a la región en la dirección de la 'seguridad comunitaria' verdadera. DNO, así, tiende a ser un buen compañero de otras estrategias políticas y económicas de relajamiento, colaboración o incluso integración. No sólo puede DNO, por lo tanto, ser relevante para América del Sur, ahora puede también ser un momento propicio para embarcarse en la reestructuración, ya que una ventana de oportunidad pareciera haberse abierto, sin ninguna garantía de que permanecerá abierta. - Primero que nada, ya existe un cierto interés por DNO en varios países de América del Sur, incluyendo Chileix, Argentinax y Brasilxi. - Segundo, el estado de las relaciones civico militares están mejor que nunca, después del retorno a la democracia en Argentina, Brasil y Chilexii, donde los políticos parecen determinados a prevenir una vuelta a gobiernos militares. No Defensa No-Ofensiva y Fomento de... sólo es la democracia en sí misma una inhibición poderosa contra una guerra agresivaxiii, sino que también el tener un firme control político sobre las fuerzas armadas ayuda a contener su (supuesta o genuina) preferencia por la planificación ofensivaxiv. - Más aún, hay ciertos precedentes, o al menos iniciativas que serían paralelas, para un cambio hacia DNO: ejemplos son la larga búsqueda de la desnuclearización del continente, manifestada en el Tratado de Tlatelolco seguida de acuerdos bilaterales entre Argentina y Chilexv y los planes de paz para América Central avanzados por el Grupo Contadoraxvi. Cuestiones sin resolver Debido a que DNO fue originalmente desarrollada para Europa, en principio Alemania, sugerir su aplicación a un medio totalmente diferente provoca varias preguntas engañosas. Tres de las preguntas más inquietantes son cómo defender Chile; qué hacer acerca de los conflictos internos; y las implicancias de tener un 'hermano mayor' en (lo que él mismo considera como) el vecindario. No pretenderé tener las respuestas, pero me limitaré a explicar las cuestiones y avanzar algunas sugerencias tentativasxvii. 1. )Cómo defender Chile? La forma de Chile es simplemente muy singular, tiene una profundidad estratégica demasiado corta y es demasiado largo para ser defendido fácilmente. La defensa de avanzada ni la defensa territorial son opciones realistas, debido a la desproporción entre las fuerzas disponibles y la extensión de la frontera y el tamaño del territorio. Un agresor determinado (para los motivos del argumento estipulemos Argentina en este rol) sería capaz de cortar al país en dos, lo cual, en el mejor de los casos crearía una pesadilla logística para las fuerzas armadas chilenas. La pregunta, por lo tanto, se transforma en si es que una estrategia ofensiva tendría mejores resulta- dos. La respuesta parece ser no, como un argumento reductio ad absurdum puede mostrar: en el mejor de los casos, Chile podría tomar represalias y/o disuadir una agresión amenazando con represalias ofensivas, digamos ocupando partes de Argentina. Esto podría llevar a una contra - represalia, con Argentina tomando otra porción más de Chile, etc. Al final de la guerra, el ejército chileno podría ocupar Argentina, mientras que él de Argentina podría ocupar Chile, lo cual difícilmente contaría como una solución satisfactoria. Sería preferible una defensa real capaz de sostener el territorio y prevenir una invasión en el primer lugar. Parece dudoso que esto pueda ser alcanzado unilateralmente, lo cual no significa que esto no pueda llegar a través de la reestructuración acompañada de esfuerzos de control de armas, digamos concentrándose en la limitación de aeronaves y misiles. 2.)Qué hacer acerca de los conflictos internos? La relativa ausencia de conflictos armados inter-estatales en América del Sur está algo 'contrapesado' por la prevalencia de luchas violentas intra-estados. América del Sur está lejos de ser única en este sentido, de hecho, algunos estipulan que estos son los tipos de conflictos típicosxviii. Más allá de eso, no se puede disputar la legitimidad de la necesidad de las Fuerzas Armadas de contener los movimientos guerrilleros (terroristas) tales como Sendero Luminoso en Perú, o de derrotar los barones de la droga del tipo colombiano/lores de la guerraxix. Esto trae la cuestión de sí es que los Estados, al introducir DNO por razones de seguridad internacional, se expondrían a si mismo a las amenazas internasxx. La respuesta parece ser no, tal vez sólo porque los tipos de armamento que la DNO llama a abolir no son los armamentos típicamente usados para las guerras de contrainsurgencia. De hecho, a través del cambio de énfasis desde, FASOC, Vol. X, No. 3 digamos aeronaves de combate de largo alcance a helicópteros y/o de fuerzas armadas de infantería, los Estados estarían en la práctica mejorando sus habilidades para establecer un monopolio del uso de la fuerza dentro de sus fronteras. Por supuesto, las insurgencias algunas veces son justificadas, y un cambio hacia DNO no haría nada, por razones obvias, para corregir los problemas que producen los conflictos violentos. De ahí la necesidad de combinar DNO con democratización y un esfuerzo de resolución de conflictos. 3.)Qué hacer acerca del 'hermano mayor' estadounidense? Desde la promulgación de la Doctrina Monroe, EE.UU. parece considerar Latinoamérica como su 'patio trasero', aunque con una mayor inclinación a intervenir directamente en América Central y el Caribe que en América del Sur realmentexxi. Esto levanta las preguntas de si es que DNO puede ayudar a disuadir las intervenciones y, de no poder, sí es que tiene algún uso. En verdad, no se puede hacer mucho, dejando de lado los atractivos prospectos (pero completamente irrealistas) de que EE.UU. abandone voluntariamente sus capacidades ofensivas. Ni siquiera la aplicación más habilidosa de las ideas de DNO para la planificación de la defensa permitirían a algún Estado de Sur o Latinoamérica prevalecer contra una determinada intervención de EE.UU. Sin embargo, este es difícilmente un argumento atractivo en contra de DNO, ya que las estrategias ofensivamente sesgadas y las posturas no serían capaces de 'hacer el truco' tampoco. De hecho, ellas podrían incluso prestarle alguna legitimidad a la intervención, a los ojos del Congreso estadounidense, invitando así, en vez de disuadir, a una intervención. Una estrategia de defensa inequivocable, por otro lado, implicaría que cualquier presidente de EE.UU. que se embarque en la senda intervencionista Bjorn Moller tendría que dar muchas explicaciones, especialmente si la intervención fuera un asunto prolongado (es decir, una cosa de semanas o meses en vez de horas o días) y sí es que hubiera un número de bajas: precisamente lo que DNO podría ser capaz de alcanzarxxii. Sería, por supuesto, absurdo negar que las intervenciones puedan algunas veces ser justificadas, a pesar de que las unilaterales tales como la mayoría de aquellas efectuadas por EE.UU. son en flagrante violación del derecho internacional. La única institución (estrechamente circunscrita) con un derecho a intervenir son las Naciones Unidas y sus ramas regionales, incluyendo la OEA. Para clarificar el criterio legal para las intervenciones (humanitarias y otras) y darle poder a esta organización para 'hacer el trabajo' realmente significaría un buen trecho hacia una mayor deslegitimización de las intervenciones unilaterales de EE.UU. El problema es que las intervenciones presuponen capacidades ofensivas, como lo hacen las genuinas operaciones de seguridad colectiva. En consecuencia el dilema de que los Estados no deberían poseer capacidades ofensivas, pero de que estas son de todas maneras indispensables. Una solución a este dilema podría ser una división de trabajo entre los Estados en la región, lo que implica que ningún Estado, como cosa de principio, debería poseer el conjunto total de las operaciones, sino sólo componentes de ésta. Solo a través del trabajo en equipo con otros Miembros de la OEA estas fuerzas adquirirían las capacidades ofensivas requeridas para embarcarse en una intervención forzada, como se ilustra en el cuadro siguiente. Conclusión A pesar que mucha más investigación necesita hacerse, puede que ya existan respuestas a estas preguntas engañosas, así como a otras que el autor ni siquiera ha pensado. La idea de DNO es nueva para América Latina, de hecho para la mayoría del mundo más allá de Europa. Defensa No-Ofensiva y Fomento de... Pareciera, sin embargo, ser relevante y, mutatis mutandis, tal vez incluso aplicable. E1 A Nivel Multilateral Defensa Contribución Contribución Nacional de la OEA de la OEA Fuerzas Componente Componente Defensivas Ofensivo 1 Ofensivo 2 Fuerzas Especiales Intervencionistas con capacidad ofensiva Fuerzas Componente Componente Defensivas Ofensivo 3 Ofensivo 4 Defensa Contribución Contribución Nacional de la OEA de la OEA E1 C 1. Algunas de las ideas contenidas en este artículo han sido elaboradas en: Moller, Bjorn, "The Decalogue of Non-Offensive defence revisited. Five Years Later and in a Different Part of the World", Working Paper, N1 16 (Copenhagen: Centre for Peace and Conflict Research. 1994). 2. Ver Moller, Bjorn, Common Security and the Non-Offensive Defense. A Neorealist Perspective (Boulder: Lynne RiRienner/London: UCL Press, 1992. 3. Para una exposición más elaborada, ver Moller, Bjorn, Resolving the Security Dilemma in Europe. The German Debate on NonOffensive Defense (London: Brassey's Defense Publishers, 1991); o idem, The Dictionary of Alternative Defense (Boulder: Lynne Rienner, 1995). 4. Este es el modelo de SAS (al cual el presente autor pertenece). La versión más reciente es SAS (Study Group Alternative Security Policy) & PDA (Project on Defense Alternatives): Confidencebuilding Defense. A Comprehensive Approach to Security and Stability in the New Era. Application to the Newly Sovereign States of Europe (Cambridge, MA: PDA, Commonwealth Institute, 1994). 5. Acerca de CFE ver Sharp, Jane M.O., "Conventional Arms Control in Europe", en SIPRI E1 B Defensa Nacional Fuerzas Defensivas Fuerzas Defensivas Defensa Nacional E0 D Yearbook 1991, pp. 407-474 (con apéndices, incluyendo el tratado mismo); Hartmann, Rüdiger, Wolfgang Heydrich y Nikolaus Meyer-Landrut, Der Vertrag über konventionelle Streitkräfte in Europa. Vertragswerk, Verhandlungsgeschichte, Kommentar, Dokumentation (Baden-Baden: Nomos Verlagsgesellschaft, 1994): Zellner, Wolfgang, Die Verhandlungen über Konventionelle Streitkräfte in Europa. Konventionell Rüstungskontrolle, die neue politische Lage in Europa und die Rolle der Bundesrepublik Deutschland (Baden-Baden: Nomos Verlagsgesellschaft, 1994); Blechmann, Barry M., William J. Durch y Kevin P. O'Prey, NATO's Stake in the New Talks on Conventional Armed Forces in Europe (London: Macmillan, 1990); Dean, Jonathan, "Defining Long-Term Western Objectives in CFE", The Washington Quarterly, Vol. 13, N1 1 (Winter 1990), pp. 169184; Freedman, Lawrence, "The Politics of Conventional Arms Control", Survival, Vol. 31, N1 5 (September-October 1989), 387-396. 6. Gates, David, Non-Ofensive Defense. An Alternative Strategy for NATO? (London: MacMillan, 1991), p. 186. 7. La literatura en "NOD beyond Europe" incluye varios artículos en Singh, Jasjit y Vatroslav Vekaric (eds.), Non-Provocative Defense. The FASOC, Vol. X, No. 3 Search for Equal Security (New Delhi: Taylor y Francis, 1990); y Moller, Bjorn y Hakan Wiberg (eds.) Non-offensive Defense for the TwentyFirst Century (Boulder: Westview Press, 1994). Para estudios preliminares en la aplicación al Medio Oriente, América del Sur y Africa el Sureste, ver Moller, Bjorn, "Non-Ofensive Defense and the Arab-Israeli Conflict", Working Papers, N1 7/1994 (Copenhagen: Centre for Peace and Conflict Research); idem, "The Concept of Non-Offensive Defense. Implications for Developing Countries with Specific Reference to Southern Africa", Ibid., N1 10/1994; idem, loc.cit. (nota 1). 8. The Economist, N1 7909 (4-10 Febrero 1995), pp. 42-44 ("Another Footbal War"). 9. Rojas Aravena, Francisco, "Medidas de confianza y mecanismos de seguridad en el hemisferio", Fuerzas Armadas y Sociedad, Vol. 9, N1 2 (Abril-Junio 1994), pp. 1-3; Navarro, Miguel, "Equilibrios estratégicos y seguridad regional', Ibid., pp. 23-24; Varas, Augusto y Issac Caro (eds.), Medidas de Confianza Mutua en América Latina (Santiago; FLACSO, Stimson Center, SER, 1994). 10. El trabajo más comprensivo es Cáceres, Gustavo y Thomas Scheetz (eds.), Defensa No Provocativa; Una Propuesta de Reforma Militar para la Argentina (Buenos Aires: Editorial Buenos Aires, 1995). Ver también Beltrán, Virgilio, "El concepto de suficiencia defensiva", SER en el 2000, N1 1 (1992), pp. 39-41; idem, "El instrumental militar de la defensa", Ibid., N1 6 (1994), pp. 20-23. O el documento del Embajador de Argentina, Hernán Patiño, en el cual expresa bajo el encabezado "Configuración defensiva y dimensión de las fuerzas armadas", lo siguiente: "Si coincidimos en que una de las razones de ser de las fuerzas armadas es la defensa del propio territorio deberíamos concluir que las mismas deberían ser diseñadas de modo tal que les permitiera lograr con eficacia ese objetivo, en un marco de creciente confianza y cooperación con los países de la región. Incremento de los niveles de profesionalización acorde con los requisitos de las nuevas tecnologías; incremento de la capacitación en áreas no estrictamente militares; Bjorn Moller reducción de sus dimensiones en favor de mayores niveles de versatilidad, flexibilidad y movilidad; podrían ser algunas de las pautas de la reestructuración de las fuerzas militares nacionales. Debería agregarse la capacitación de unidades para su integración en fuerzas multinacionales. Es por ello, que el intercambio de información y las medidas de confianza mutua parecieran ser una salida viable a la cuestión, tanto en lo que se refiere al diseño de los respectivos sistemas de defensa como en lo relativo a la optimización del nivel de profesionalización de las fuerzas armadas'. Ver SER en el 2000, N1 4, pp. 84-89, cita de la p. 87. 11. Ver, por ejemplo, Proenca Júnior, Domicio, "Prioridades para as Forcas Armadas. Uma Visao do "dever-ser" academico', en idem (ed.), Indústria Bélica Brasiliera. Ensaios (Rio de Janeiro: Grupo de Estudos Estratégicos, 1994), pp. 25-72; idem: 'Forca Minima. Notas para una Defesa Minima Suficiente do Brasil (um ensaio)', Ibid., pp. 115-167; idem, "Seguranca e Defesa do Brasil: a Visao das Forcas Armadas em 1989" en idem (ed.), Uma Avaliacao da Indústria Bélica Brasiliera. Defesa, Indústria e Technología (Rio de Janeiro: Grupo de Estudos Estratégicos, 1993), pp. 139-172. 12. Zagorski, Paul W., Democracy vs. National Security. Civil-Military Relations in Latin America (Boulder, CO: Lynne Rienner, 1992). 13. La formulación clásica de la tesis (sin referirse explícitamente a las democracias, sino a los gobiernos representativos en general) es Kant, Immanuel (1795): Zum ewigen Frieden. Ein philosophischer Entwurf (Stuttgart: Reclam, 1963). Una revisión general de la idea es entregada por Gleditsch, Nils Petter: "Democracy and Peace", Journal of Peace Research, Vol. 29, N1 4 (Noviembre 1992), pp. 369-376. El reciente resurgimiento del interés en la tesis puede ser atribuido a Doyle, Michael, "Kant, Liberal Legacies, and Foreign Affairs", Philosophy and Public Affairs, Vol. 12, N1 3-4 (1983), pp. 205-35, 323-353. El argumento más elaborado hasta la fecha es el de Russett, Bruce M., Grasping the Democratic Peace. Principles for a Post-Cold War World (Princeton, NJ: Princeton University Press, 1993). Defensa No-Ofensiva y Fomento de... 14. En la preferencia de los militares por la ofensiva, ver Evera, Stephen W. van Evera, Causes of War (Tesis Doctoral, Berkeley: University of California, 1984); idem, "The Cult of the Offensive and the Origins of the First World War", en Steven E. Miller (ed.), Military Strategy and the Origins of the First World War (Princeton: Princeton University Press, 1985), pp.58-107; Snyder, Jack, "Civil-Military Relations and the Cult of the Offensive, 1914 and 1984", Ibid., pp.108-146. 15. Garcia Robles, Alfonso, "The Treaty for the Prohibition of Nuclear Weapons in Latin America (Treaty of Tlatelolco)", en SIPRI Yearbook of World Armaments and Disarmament 1969/70 (Stockholm: Almquist & Wicksell/SIPRI, 1970), pp. 218-236, el Tratado de Tlatelolco y los Protocolos Adicionales I y II en anexos pp. 237256; y en Burns, Richard Dean (ed.), Encyclopedia of Arms Control and Disarmament (New York: Charles Scribner's Sons, 1993), Vol. III, pp. 1348-1357. También ver Calderon, Felix, "Nuclear-Weapon-Free Zones: the Latin American Experiment", en David Carlton & Carlo Schaerf (eds.), The Arms Race in the 1980's (London: Macmillan, 1982), pp. 252-272; Redick, John R., "Nuclear-Weapon-Free Zones", en Burns, op.cit., Vol. II, pp. 1079-1091, especialmente pp. 1081-1083. En las firmas de Argentina y Chile, ver Financial Times, 12.11.93; Jane's Defence Weekly, Vol. 21, N1 4 (29.01.94), p. 5; Riga, Thierry, "Une Approche Coopérative de la Non-proliferation Nucléaire: L'exemple de l'Argentine et du Brésil', Travaux de Recherche, N1 29 (New York & Geneva: UNIDIR, 1994). 16. Child, Jack, The Central American Peace Process, 1983-1991. Sheathing Swords, Building Confidence (Boulder & London: Lynne Rienner Publishers, 1992); Moreno, Dario, The Struggle for Peace in Central America (Gainesville: University Press of Florida, 1994). 17. Algunas de las preguntas fueron discutidas en el transcurso de la conferencia (24-25 Octubre 1994) en Buenos Aires, "Reforma militar en Argentina: la defensa no provocativa como un análisis", organizada por EURAL, a la cual el autor asistió. 18. Ver, por ejemplo, Van Creveld, Martin, The Military in New Times. Adapting Armed Forces to a Turbulent World (Boulder, CO: Westview Press, 1994). 19. Acerca del conflicto en Perú, ver Laffin, John, The World in Conflict. War Annual 6. Contemporary Warfare Described and Analysed (London: Brassey's, 1994), pp. 168-173; Shave, David, "The Peru Conflict (1980-)", en Michael Cramma (ed.), The True Cost of Conflict (London: Eartscan, 1994), pp. 113-133. En Colombia, ver Laffin, op.cit., pp. 59-66. 20. Algunas ideas preliminares acerca de este tema bajo investigación pueden ser encontradas en Lodgaard, Sverre, "Notes on Non-Offensive Defence, Internal Conflicts and Collective Security Actions", ensayo aun sin publicar para el seminario del Global Non-Offensive Defence Network, Copenhagen, 4-5 de febrero de 1995. 21. En las acciones encubiertas de EE.UU contra el gobierno de Allende en Chile entre 1970-1973, ver Ranelagh, John, The Agency. The Rise and Decline of the CIA (New York: Simon & Schuster, 1987), pp. 514-520. En Centroamérica, ver Kornbluh, Peter, "Nicaragua", en Peter J. Schraeder (ed.), Intervention into the 1990's. U.S. Foreign Policy in the Third World. 2nd Edition (Boulder: Lynne Rienner, 1992), pp. 285-302. En la "Operation Just Cause" en contra de Panamá, ver Scranton, Margaret E., "Panama", Ibid., pp. 343-360. En las intervenciones en la República Dominicana y Granada, ver Carpenter, Fred Galen, "Direct Military Intervention", Ibid., pp. 153-172; Griffin, Clifford E., Postinvasion Political Security in the Eastern Carribean (New York: Praeger Publishers, 1991), pp. 76-97. 22. En las deliberaciones de 'intervenir o no intervenir', ver Levite, Ariel E., Bruce W. Jentleson y Larry Berman (eds.), Foreign Military Intervention. The Dynamics of Protracted Conflict (New York: Columbia University Press, 1992).