defensa no-ofensiva y fomento de confianza en sudamerica

Anuncio
FASOC, Vol. X, No. 3
DEFENSA NO-OFENSIVA
Y FOMENTO DE
CONFIANZA EN SUDAMERICA
Bjorn Moller
En el siguiente trabajo avanzaré la
hipótesis que la Defensa No Ofensiva (DNO)
podría representar una orientación conceptual
adecuada para la planificación de la defensa de
(al menos algunos) estados en América del Sur:
porque representa una medida de confianza
mutua fuerte y porque permite ahorros en los
presupuestos militares, mientras que al mismo
tiempo provee una capacidad defensiva
adecuadai.
)Seguridad común y Defensa No Ofensiva?
El concepto y término de 'seguridad
común' adquirió notoriedad con la publicación del
Informe de la Comisión Palme en 1992. La filosofía implícita era, simplemente, que los estados
tenían que tomar en consideración las preocupaciones de seguridad de sus adversarios, para
que su propia búsqueda de seguridad nacional
no fuera autoderrotada por las interacciones del
tipo del dilema de seguridad: un estado responde
a los movimientos defensivamente motivados
pero, no obstante, potencialmente amenazadores
de otro estado, etc.
DNO es simplemente la aplicación de
esta filosofía de seguridad común a la planificación de defensaii. Uno podría argumentar que la
principal razón de ser de la DNO es el fomento
de la confianza, en el sentido doble de autoconfianza y seguridad: en primer lugar, se debería
hacer que los Estados se sientan confiados en lo
adecuado de sus capacidades defensivas,
debido tanto a una reflexión de su fortalecimiento,
como a un resultado de la reducción de las
capacidades ofensivas de sus respectivos
adversarios; segundo, los estados deberían
asegurar a sus adversarios acerca de sus
propias intenciones defensivas, lo cual se cumple
Bjorn Moller
mejor a través de la abstención de capacidades
que puedan ser utilizadas tanto para atacar como
para defender.
Por lo tanto, DNO implica la búsqueda de
una estructura para las Fuerzas Armadas que
maximice (al punto de ser 'suficiente') la fuerza
defensiva al mismo tiempo que disminuya idealmente hasta el punto de abandono, las capacidades ofensivas. No por altruismo, sino como una
manifestación de 'autointerés ilustrado': las
Fuerzas Armadas estricta o predominantemente
defensivas, son menos propensas a provocar
guerras y tienen menos tendencia a estimular
carreras armamentistas. Los únicos estados para
los cuales como una materia de principio DNO no
sería apropiada, son aquellos estados inclinados
a la agresión militar. Afortunadamente, éstos son
'una especie en vía de extinción' entre los estados del mundo de hoy en día.
Antes de proceder más allá, es necesario
clarificar algunas confusiones conceptuales que a
menudo se encuentran: uno debería distinguir
entre diferentes términos, el concepto mismo y
toda la gama de modelos alternativos así como
ciertas aproximaciones de la vida real.
- Como término, 'DNO' es sinónimo de 'defensa
defensiva', 'defensa no provocativa', 'defensa
fomentadora de confianza' (confidence-building
defence), 'inhabilidad estructural para atacar', etc.
Los diferentes términos meramente subrayan
diferentes aspectos del mismo concepto.
- Como concepto DNO se refiere a la filosofía
anteriormente mencionada de maximizar la
defensa, al mismo tiempo que se minimizan las
capacidades ofensivas.
- DNO también puede ser usado como un término genérico para la variedad de principios diseñados como alternativa, es decir, 'modelos': defensa
territorial, defensa del tipo barrera, abandono del
combate, etc. Dependiendo de las circunstancias,
cada uno de estos puede ser la aproximación
alcanzable más cercana al ideal de la DNO. Sin
Defensa No-Ofensiva y Fomento de...
embargo, ninguno de estos modelos, por supuesto, constituye un plan defensivo en su totalidad.
Ellos son meramente bosquejos conceptuales
para la planificación defensiva real.
- Finalmente, ciertos países tienen posturas
defensivas que conforman, más o menos, con el
criterio de DNO. Sin embargo, sostener, por
ejemplo, que Suiza o Austria son ejemplos de la
vida real de DNO no es equivalente a sugerir que
otros Estados deberían copiar su defensa, lo cual
sería, de hecho, absurdo
Una confusión adicional emerge de las
propuestas encontradas con frecuencia (en
general bien intencionadas pero teóricamente
muy inútiles) para eliminar 'armamentos ofensivos' en favor de armamentos defensivos. Un
análisis más detallado, sin embargo, muestra que
no hay tal cosa como un armamento defensivo u
ofensivo, sino más bien que las distinciones
tienen que hacerse a niveles de análisis superiores, principalmente aquellos de posturas y estrategias, los cuales tienen que ser evaluados
dentro de un cierto contexto, mientras que los
APCs (transportadores blindados de personal)
pueden, por ejemplo, ser suficiente para
operaciones ofensivas en Africa del Sur, ellos no
servirían en Europa. Incluso no serían tomados
seriamente en países tales como Japón e
Indonesia, donde realmente sólo las Fuerzas
Navales importan.
En lo que concierne a las fuerzas terrestres, la siguiente categorización captura todas o,
al menos, una vasta mayoría de las propuestas
de DNO disponiblesiii.
- Defensa Territorial en la forma de una red,
donde la cobertura completa de un área substituye la movilidad (excepto tácticamente) permitiendo una eliminación completa de las capacidades
para cruzar fronteras. Ya que esto presupone
una cierta densidad del 'tejido', obviamente no es
compatible con radios muy bajos de fuerza totalespacio como aquellos de Brasil, Argentina o
Australia.
- 'Defensa Territorial Selectiva' puede ser la mejor
opción disponible para tales países. Esto requiere
elecciones entre qué se defiende (con un modo
de defensa territorial) a casi cualquier costo y qué
no se defiende. Aparte de proteger tales objetivos
obvios, como la capital nacional, los puntos
fuertes de la defensa deberían estar preferentemente ubicados para proveer una postura de
defensa cohesiva en conjunto.
- Mientras que ambos modelos anteriormente
mencionados reducirían la movilidad total, el
modelo llamado 'Araña - y - Tela' está basado en
un reconocimiento de la necesidad de fuerzas
movibles: para la concentración del poder de
fuego, refuerzos, evacuación, etc. Sin embargo,
al hacerse dependiente de un tejido estacionario
(es decir, capitalizando en la sinergia), las
fuerzas movibles (incluyendo tanques) podrían
ser privados de sus potenciales para cruzar
fronteras, haciéndose así compatibles con el
criterio de sólo defensaiv.
- El enfoque de 'Eslabón Perdido' también capitaliza en la sinergia, aunque principalmente en un
sentido negativo y con una clara preferencia por
cambios mínimos. Reconociendo que la capacidad ofensiva es inherente no en los armamentos
individuales, pero sí en las unidades militares y
posturas nacionales, este enfoque apunta a la
posibilidad de deliberadamente remover los
componentes (digamos, unidades de barrido de
minas, o defensa aérea móvil) sin las cuales las
Fuerzas Armadas dejarían de tener algún potencial ofensivo.
- Defensa de avanzada es imperativa para varios
países, los cuales no están en posición de 'transar espacio por tiempo' debido a la insuficiente
profundidad estratégica, por ejemplo porque la
capital (como Santiago) está demasiado cerca
del borde de la frontera. Mientras que la defensa
de avanzada basada en fuerzas móviles de
esparcimiento de avanzada tienden a ser
ofensivas, otros medios de defensa de avanzada
pueden ser defensivos: campos de minas,
barreras artificiales o naturales (la montaña de
FASOC, Vol. X, No. 3
Los Andes, por ejemplo), o zonas de fuego
predesignadas cubiertas por artillería, etc.
- Porque la sorpresa es la carta de triunfo de un
ataque, limitar las capacidades para un ataque
sorpresivo puede ser significativo en la eliminación de las capacidades ofensivas en conjunto.
La renuncia al combate por parte de las fuerzas
es una manera de prolongar el tiempo de alerta
disponible, por lo tanto de disminuir las posibilidades de ataques sorpresivos. Reintroduciendo
fuerzas en la 'zona proscrita', alertaría automáticamente al otro lado reduciendo así el elemento
de sorpresa.
- Otros medios posibles para el mismo fin podrían
ser la reducción del estado de preparación, es
decir lo que podría ser llamado 'reducción',
digamos vía un mayor apoyo en las fuerzas de
reserva, las cuales tendrían que ser llamadas a
un entrenamiento de refresco, etc. antes del
lanzamiento de un ataque.
Habiendo sido lanzada a mediados de
los 1970, sólo para ser ridiculizada y atacada por
el 'establecimiento', DNO se hizo un tema
corriente en Europa a fines de los 1980. Una
manifestación política de eso fue el Tratado CFE
(Conventional Armed Forces in Europe) de 1990,
el cual tuvo el criterio (detallado en el mandato
para las negociaciones) de 'reducir las
capacidades para un ataque sorpresivo y la
iniciación de acciones ofensivas de largo
alcance': muy cercano a lo que era la DNOv.
El
protagonismo
de
la
DNO
subsecuentemente se redujo en Europa como un
resultado del desaparecimiento del conflicto EsteOeste. Sin embargo, sería prematuro eliminar la
DNO como 'un concepto fundado en los hielos
eternos de la guerra fría', predestinado a
'derretirse' con la desaparición del conflicto EsteOeste, como es sostenido por un críticovi. Por el
contrario, no sólo puede la DNO retener su
importancia en Europa (sobretodo dentro de la ex
Unión Soviética), también parecería ser relevante
para otras partes del mundo, incluyendo algunas
Bjorn Moller
donde conflictos latentes han estallado después
de la guerra fría. Sin embargo, su aplicación
posible más allá de Europa permanece como un
tema bastante poco investigado. El cerciorarse
dónde y con qué modificaciones DNO podría ser
relevante, es el foco de la Red Global de Defensa
No Ofensiva, fundada por el presente autor y
financiada por la Fundación Fordvii.
)Relevancia para América del Sur?
Uno bien podría cuestionarse si DNO es
relevante para América del Sur, por ejemplo bajo
la filosofía de 'si no está roto, no lo arregle':
No se niega que América del Sur es más
pacífica que la mayoría de los demás
continentes. La reciente guerra entre Ecuador y
Perúviii fue meramente una excepción parcial a la
regla de que las guerras entre Estados de
América del Sur son infrecuentes y tienden a ser
breves, indecisas y relativamente de corto
alcance. Sin embargo, no implica que sea
superfluo hacer guerras, incluso menos
improbable, digamos como una forma de mover a
la región en la dirección de la 'seguridad
comunitaria' verdadera. DNO, así, tiende a ser un
buen compañero de otras estrategias políticas y
económicas de relajamiento, colaboración o
incluso integración.
No sólo puede DNO, por lo tanto, ser
relevante para América del Sur, ahora puede
también ser un momento propicio para embarcarse en la reestructuración, ya que una ventana de
oportunidad pareciera haberse abierto, sin ninguna garantía de que permanecerá abierta.
- Primero que nada, ya existe un cierto interés
por DNO en varios países de América del Sur,
incluyendo Chileix, Argentinax y Brasilxi.
- Segundo, el estado de las relaciones civico militares están mejor que nunca, después del
retorno a la democracia en Argentina, Brasil y
Chilexii, donde los políticos parecen determinados
a prevenir una vuelta a gobiernos militares. No
Defensa No-Ofensiva y Fomento de...
sólo es la democracia en sí misma una inhibición
poderosa contra una guerra agresivaxiii, sino que
también el tener un firme control político sobre las
fuerzas armadas ayuda a contener su (supuesta
o genuina) preferencia por la planificación
ofensivaxiv.
- Más aún, hay ciertos precedentes, o al menos
iniciativas que serían paralelas, para un cambio
hacia DNO: ejemplos son la larga búsqueda de la
desnuclearización del continente, manifestada en
el Tratado de Tlatelolco seguida de acuerdos
bilaterales entre Argentina y Chilexv y los planes
de paz para América Central avanzados por el
Grupo Contadoraxvi.
Cuestiones sin resolver
Debido a que DNO fue originalmente
desarrollada para Europa, en principio Alemania,
sugerir su aplicación a un medio totalmente
diferente provoca varias preguntas engañosas.
Tres de las preguntas más inquietantes son
cómo defender Chile; qué hacer acerca de los
conflictos internos; y las implicancias de tener un
'hermano mayor' en (lo que él mismo considera
como) el vecindario. No pretenderé tener las
respuestas, pero me limitaré a explicar las cuestiones y avanzar algunas sugerencias tentativasxvii.
1.
)Cómo defender Chile?
La forma de Chile es simplemente muy
singular, tiene una profundidad estratégica demasiado corta y es demasiado largo para ser defendido fácilmente. La defensa de avanzada ni la
defensa territorial son opciones realistas, debido
a la desproporción entre las fuerzas disponibles y
la extensión de la frontera y el tamaño del
territorio. Un agresor determinado (para los
motivos del argumento estipulemos Argentina en
este rol) sería capaz de cortar al país en dos, lo
cual, en el mejor de los casos crearía una pesadilla logística para las fuerzas armadas chilenas. La
pregunta, por lo tanto, se transforma en si es que
una estrategia ofensiva tendría mejores resulta-
dos. La respuesta parece ser no, como un argumento reductio ad absurdum puede mostrar: en
el mejor de los casos, Chile podría tomar
represalias
y/o
disuadir
una
agresión
amenazando con represalias ofensivas, digamos
ocupando partes de Argentina. Esto podría llevar
a una contra - represalia, con Argentina tomando
otra porción más de Chile, etc. Al final de la
guerra, el ejército chileno podría ocupar
Argentina, mientras que él de Argentina podría
ocupar Chile, lo cual difícilmente contaría como
una solución satisfactoria.
Sería preferible una defensa real capaz
de sostener el territorio y prevenir una invasión en
el primer lugar. Parece dudoso que esto pueda
ser alcanzado unilateralmente, lo cual no significa
que esto no pueda llegar a través de la reestructuración acompañada de esfuerzos de control de
armas, digamos concentrándose en la limitación
de aeronaves y misiles.
2.)Qué hacer acerca de los conflictos internos?
La relativa ausencia de conflictos armados inter-estatales en América del Sur está algo
'contrapesado' por la prevalencia de luchas
violentas intra-estados. América del Sur está
lejos de ser única en este sentido, de hecho,
algunos estipulan que estos son los tipos de
conflictos típicosxviii. Más allá de eso, no se puede
disputar la legitimidad de la necesidad de las
Fuerzas Armadas de contener los movimientos
guerrilleros (terroristas) tales como Sendero
Luminoso en Perú, o de derrotar los barones de
la droga del tipo colombiano/lores de la guerraxix.
Esto trae la cuestión de sí es que los Estados, al
introducir DNO por razones de seguridad
internacional, se expondrían a si mismo a las
amenazas internasxx.
La respuesta parece ser no, tal vez sólo
porque los tipos de armamento que la DNO llama
a abolir no son los armamentos típicamente
usados para las guerras de contrainsurgencia.
De hecho, a través del cambio de énfasis desde,
FASOC, Vol. X, No. 3
digamos aeronaves de combate de largo alcance
a helicópteros y/o de fuerzas armadas de infantería, los Estados estarían en la práctica mejorando
sus habilidades para establecer un monopolio del
uso de la fuerza dentro de sus fronteras.
Por supuesto, las insurgencias algunas
veces son justificadas, y un cambio hacia DNO
no haría nada, por razones obvias, para corregir
los problemas que producen los conflictos violentos. De ahí la necesidad de combinar DNO con
democratización y un esfuerzo de resolución de
conflictos.
3.)Qué hacer acerca del 'hermano mayor'
estadounidense?
Desde la promulgación de la Doctrina
Monroe,
EE.UU.
parece
considerar
Latinoamérica como su 'patio trasero', aunque
con una mayor inclinación a intervenir
directamente en América Central y el Caribe que
en América del Sur realmentexxi. Esto levanta las
preguntas de si es que DNO puede ayudar a
disuadir las intervenciones y, de no poder, sí es
que tiene algún uso.
En verdad, no se puede hacer mucho,
dejando de lado los atractivos prospectos (pero
completamente irrealistas) de que EE.UU. abandone
voluntariamente
sus
capacidades
ofensivas. Ni siquiera la aplicación más
habilidosa de las ideas de DNO para la
planificación de la defensa permitirían a algún
Estado de Sur o Latinoamérica prevalecer contra
una determinada intervención de EE.UU. Sin
embargo, este es difícilmente un argumento
atractivo en contra de DNO, ya que las
estrategias ofensivamente sesgadas y las
posturas no serían capaces de 'hacer el truco'
tampoco. De hecho, ellas podrían incluso prestarle alguna legitimidad a la intervención, a los ojos
del Congreso estadounidense, invitando así, en
vez de disuadir, a una intervención. Una estrategia de defensa inequivocable, por otro lado,
implicaría que cualquier presidente de EE.UU.
que se embarque en la senda intervencionista
Bjorn Moller
tendría que dar muchas explicaciones, especialmente si la intervención fuera un asunto
prolongado (es decir, una cosa de semanas o
meses en vez de horas o días) y sí es que
hubiera un número de bajas: precisamente lo que
DNO podría ser capaz de alcanzarxxii.
Sería, por supuesto, absurdo negar que
las intervenciones puedan algunas veces ser
justificadas, a pesar de que las unilaterales tales
como la mayoría de aquellas efectuadas por
EE.UU. son en flagrante violación del derecho
internacional. La única institución (estrechamente
circunscrita) con un derecho a intervenir son las
Naciones Unidas y sus ramas regionales, incluyendo la OEA. Para clarificar el criterio legal para
las intervenciones (humanitarias y otras) y darle
poder a esta organización para 'hacer el trabajo'
realmente significaría un buen trecho hacia una
mayor deslegitimización de las intervenciones
unilaterales de EE.UU.
El problema es que las intervenciones
presuponen capacidades ofensivas, como lo
hacen las genuinas operaciones de seguridad
colectiva. En consecuencia el dilema de que los
Estados no deberían poseer capacidades ofensivas, pero de que estas son de todas maneras
indispensables. Una solución a este dilema
podría ser una división de trabajo entre los
Estados en la región, lo que implica que ningún
Estado, como cosa de principio, debería poseer
el conjunto total de las operaciones, sino sólo
componentes de ésta. Solo a través del trabajo
en equipo con otros Miembros de la OEA estas
fuerzas adquirirían las capacidades ofensivas
requeridas para embarcarse en una intervención
forzada, como se ilustra en el cuadro siguiente.
Conclusión
A pesar que mucha más investigación
necesita hacerse, puede que ya existan respuestas a estas preguntas engañosas, así como a
otras que el autor ni siquiera ha pensado. La idea
de DNO es nueva para América Latina, de hecho
para la mayoría del mundo más allá de Europa.
Defensa No-Ofensiva y Fomento de...
Pareciera, sin embargo, ser relevante y, mutatis
mutandis, tal vez incluso aplicable.
E1 A
Nivel Multilateral
Defensa
Contribución
Contribución
Nacional
de la OEA
de la OEA
Fuerzas
Componente
Componente
Defensivas Ofensivo 1
Ofensivo 2
Fuerzas Especiales
Intervencionistas
con capacidad ofensiva
Fuerzas
Componente
Componente
Defensivas Ofensivo 3
Ofensivo 4
Defensa
Contribución
Contribución
Nacional
de la OEA
de la OEA
E1 C
1. Algunas de las ideas contenidas en este artículo han sido elaboradas en: Moller, Bjorn, "The
Decalogue of Non-Offensive defence revisited.
Five Years Later and in a Different Part of the
World", Working Paper, N1 16 (Copenhagen:
Centre for Peace and Conflict Research. 1994).
2. Ver Moller, Bjorn, Common Security and the
Non-Offensive
Defense.
A
Neorealist
Perspective (Boulder: Lynne RiRienner/London:
UCL Press, 1992.
3. Para una exposición más elaborada, ver
Moller, Bjorn, Resolving the Security Dilemma
in Europe. The German Debate on NonOffensive Defense (London: Brassey's Defense
Publishers, 1991); o idem, The Dictionary of
Alternative Defense (Boulder: Lynne Rienner,
1995).
4. Este es el modelo de SAS (al cual el presente
autor pertenece). La versión más reciente es SAS
(Study Group Alternative Security Policy) & PDA
(Project on Defense Alternatives): Confidencebuilding Defense. A Comprehensive Approach to
Security and Stability in the New Era. Application
to the Newly Sovereign States of Europe (Cambridge, MA: PDA, Commonwealth Institute, 1994).
5. Acerca de CFE ver Sharp, Jane M.O.,
"Conventional Arms Control in Europe", en SIPRI
E1 B
Defensa
Nacional
Fuerzas
Defensivas
Fuerzas
Defensivas
Defensa
Nacional
E0 D
Yearbook 1991, pp. 407-474 (con apéndices,
incluyendo el tratado mismo); Hartmann, Rüdiger,
Wolfgang Heydrich y Nikolaus Meyer-Landrut,
Der Vertrag über konventionelle Streitkräfte in
Europa. Vertragswerk, Verhandlungsgeschichte,
Kommentar,
Dokumentation
(Baden-Baden:
Nomos Verlagsgesellschaft, 1994): Zellner,
Wolfgang,
Die
Verhandlungen
über
Konventionelle
Streitkräfte
in
Europa.
Konventionell Rüstungskontrolle, die neue
politische Lage in Europa und die Rolle der
Bundesrepublik Deutschland (Baden-Baden:
Nomos Verlagsgesellschaft, 1994); Blechmann,
Barry M., William J. Durch y Kevin P. O'Prey,
NATO's Stake in the New Talks on Conventional Armed Forces in Europe (London: Macmillan, 1990); Dean, Jonathan, "Defining Long-Term
Western Objectives in CFE", The Washington
Quarterly, Vol. 13, N1 1 (Winter 1990), pp. 169184; Freedman, Lawrence, "The Politics of Conventional Arms Control", Survival, Vol. 31, N1 5
(September-October 1989), 387-396.
6. Gates, David, Non-Ofensive Defense. An
Alternative Strategy for NATO? (London: MacMillan, 1991), p. 186.
7. La literatura en "NOD beyond Europe" incluye
varios artículos en Singh, Jasjit y Vatroslav Vekaric (eds.), Non-Provocative Defense. The
FASOC, Vol. X, No. 3
Search for Equal Security (New Delhi: Taylor y
Francis, 1990); y Moller, Bjorn y Hakan Wiberg
(eds.) Non-offensive Defense for the TwentyFirst Century (Boulder: Westview Press, 1994).
Para estudios preliminares en la aplicación al
Medio Oriente, América del Sur y Africa el
Sureste, ver Moller, Bjorn, "Non-Ofensive
Defense and the Arab-Israeli Conflict", Working
Papers, N1 7/1994 (Copenhagen: Centre for
Peace and Conflict Research); idem, "The
Concept of Non-Offensive Defense. Implications
for Developing Countries with Specific Reference
to Southern Africa", Ibid., N1 10/1994; idem,
loc.cit. (nota 1).
8. The Economist, N1 7909 (4-10 Febrero 1995),
pp. 42-44 ("Another Footbal War").
9. Rojas Aravena, Francisco, "Medidas de
confianza y mecanismos de seguridad en el
hemisferio", Fuerzas Armadas y Sociedad, Vol.
9, N1 2 (Abril-Junio 1994), pp. 1-3; Navarro,
Miguel, "Equilibrios estratégicos y seguridad
regional', Ibid., pp. 23-24; Varas, Augusto y Issac
Caro (eds.), Medidas de Confianza Mutua en
América Latina (Santiago; FLACSO, Stimson
Center, SER, 1994).
10. El trabajo más comprensivo es Cáceres,
Gustavo y Thomas Scheetz (eds.), Defensa No
Provocativa; Una Propuesta de Reforma
Militar para la Argentina (Buenos Aires: Editorial
Buenos Aires, 1995). Ver también Beltrán,
Virgilio, "El concepto de suficiencia defensiva",
SER en el 2000, N1 1 (1992), pp. 39-41; idem, "El
instrumental militar de la defensa", Ibid., N1 6
(1994), pp. 20-23. O el documento del Embajador
de Argentina, Hernán Patiño, en el cual expresa
bajo el encabezado "Configuración defensiva y
dimensión de las fuerzas armadas", lo siguiente:
"Si coincidimos en que una de las razones de ser
de las fuerzas armadas es la defensa del propio
territorio deberíamos concluir que las mismas
deberían ser diseñadas de modo tal que les
permitiera lograr con eficacia ese objetivo, en un
marco de creciente confianza y cooperación con
los países de la región. Incremento de los niveles
de profesionalización acorde con los requisitos de
las nuevas tecnologías; incremento de la
capacitación en áreas no estrictamente militares;
Bjorn Moller
reducción de sus dimensiones en favor de
mayores niveles de versatilidad, flexibilidad y
movilidad; podrían ser algunas de las pautas de
la reestructuración de las fuerzas militares
nacionales. Debería agregarse la capacitación de
unidades para su integración en fuerzas
multinacionales. Es por ello, que el intercambio
de información y las medidas de confianza mutua
parecieran ser una salida viable a la cuestión,
tanto en lo que se refiere al diseño de los
respectivos sistemas de defensa como en lo
relativo a la optimización del nivel de profesionalización de las fuerzas armadas'. Ver SER en
el 2000, N1 4, pp. 84-89, cita de la p. 87.
11. Ver, por ejemplo, Proenca Júnior, Domicio,
"Prioridades para as Forcas Armadas. Uma Visao
do "dever-ser" academico', en idem (ed.), Indústria Bélica Brasiliera. Ensaios (Rio de Janeiro:
Grupo de Estudos Estratégicos, 1994), pp. 25-72;
idem: 'Forca Minima. Notas para una Defesa
Minima Suficiente do Brasil (um ensaio)', Ibid.,
pp. 115-167; idem, "Seguranca e Defesa do
Brasil: a Visao das Forcas Armadas em 1989" en
idem (ed.), Uma Avaliacao da Indústria Bélica
Brasiliera. Defesa, Indústria e Technología
(Rio de Janeiro: Grupo de Estudos Estratégicos,
1993), pp. 139-172.
12. Zagorski, Paul W., Democracy vs. National
Security. Civil-Military Relations in Latin
America (Boulder, CO: Lynne Rienner, 1992).
13. La formulación clásica de la tesis (sin referirse
explícitamente a las democracias, sino a los
gobiernos representativos en general) es Kant,
Immanuel (1795): Zum ewigen Frieden. Ein philosophischer Entwurf (Stuttgart: Reclam, 1963).
Una revisión general de la idea es entregada por
Gleditsch, Nils Petter: "Democracy and Peace",
Journal of Peace Research, Vol. 29, N1 4 (Noviembre 1992), pp. 369-376. El reciente resurgimiento del interés en la tesis puede ser atribuido
a Doyle, Michael, "Kant, Liberal Legacies, and
Foreign Affairs", Philosophy and Public Affairs,
Vol. 12, N1 3-4 (1983), pp. 205-35, 323-353. El
argumento más elaborado hasta la fecha es el de
Russett, Bruce M., Grasping the Democratic
Peace. Principles for a Post-Cold War World
(Princeton, NJ: Princeton University Press, 1993).
Defensa No-Ofensiva y Fomento de...
14. En la preferencia de los militares por la
ofensiva, ver Evera, Stephen W. van Evera,
Causes of War (Tesis Doctoral, Berkeley:
University of California, 1984); idem, "The Cult of
the Offensive and the Origins of the First World
War", en Steven E. Miller (ed.), Military Strategy
and the Origins of the First World War
(Princeton: Princeton University Press, 1985),
pp.58-107; Snyder, Jack, "Civil-Military Relations
and the Cult of the Offensive, 1914 and 1984",
Ibid., pp.108-146.
15. Garcia Robles, Alfonso, "The Treaty for the
Prohibition of Nuclear Weapons in Latin America
(Treaty of Tlatelolco)", en SIPRI Yearbook of
World Armaments and Disarmament 1969/70
(Stockholm: Almquist & Wicksell/SIPRI, 1970),
pp. 218-236, el Tratado de Tlatelolco y los
Protocolos Adicionales I y II en anexos pp. 237256; y en Burns, Richard Dean (ed.),
Encyclopedia
of
Arms
Control
and
Disarmament (New York: Charles Scribner's
Sons, 1993), Vol. III, pp. 1348-1357. También ver
Calderon, Felix, "Nuclear-Weapon-Free Zones:
the Latin American Experiment", en David Carlton
& Carlo Schaerf (eds.), The Arms Race in the
1980's (London: Macmillan, 1982), pp. 252-272;
Redick, John R., "Nuclear-Weapon-Free Zones",
en Burns, op.cit., Vol. II, pp. 1079-1091,
especialmente pp. 1081-1083. En las firmas de
Argentina y Chile, ver Financial Times, 12.11.93;
Jane's Defence Weekly, Vol. 21, N1 4
(29.01.94), p. 5; Riga, Thierry, "Une Approche
Coopérative de la Non-proliferation Nucléaire:
L'exemple de l'Argentine et du Brésil', Travaux
de Recherche, N1 29 (New York & Geneva:
UNIDIR, 1994).
16. Child, Jack, The Central American Peace
Process, 1983-1991. Sheathing Swords, Building Confidence (Boulder & London: Lynne
Rienner Publishers, 1992); Moreno, Dario, The
Struggle for Peace in Central America (Gainesville: University Press of Florida, 1994).
17. Algunas de las preguntas fueron discutidas
en el transcurso de la conferencia (24-25 Octubre
1994) en Buenos Aires, "Reforma militar en
Argentina: la defensa no provocativa como un
análisis", organizada por EURAL, a la cual el
autor asistió.
18. Ver, por ejemplo, Van Creveld, Martin, The
Military in New Times. Adapting Armed Forces
to a Turbulent World (Boulder, CO: Westview
Press, 1994).
19. Acerca del conflicto en Perú, ver Laffin, John,
The World in Conflict. War Annual 6. Contemporary Warfare Described and Analysed (London: Brassey's, 1994), pp. 168-173; Shave,
David, "The Peru Conflict (1980-)", en Michael
Cramma (ed.), The True Cost of Conflict
(London: Eartscan, 1994), pp. 113-133. En
Colombia, ver Laffin, op.cit., pp. 59-66.
20. Algunas ideas preliminares acerca de este
tema bajo investigación pueden ser encontradas
en Lodgaard, Sverre, "Notes on Non-Offensive
Defence, Internal Conflicts and Collective
Security Actions", ensayo aun sin publicar para el
seminario del Global Non-Offensive Defence
Network, Copenhagen, 4-5 de febrero de 1995.
21. En las acciones encubiertas de EE.UU contra
el gobierno de Allende en Chile entre 1970-1973,
ver Ranelagh, John, The Agency. The Rise and
Decline of the CIA (New York: Simon & Schuster, 1987), pp. 514-520. En Centroamérica, ver
Kornbluh, Peter, "Nicaragua", en Peter J. Schraeder (ed.), Intervention into the 1990's. U.S.
Foreign Policy in the Third World. 2nd Edition
(Boulder: Lynne Rienner, 1992), pp. 285-302. En
la "Operation Just Cause" en contra de Panamá,
ver Scranton, Margaret E., "Panama", Ibid., pp.
343-360. En las intervenciones en la República
Dominicana y Granada, ver Carpenter, Fred
Galen, "Direct Military Intervention", Ibid., pp.
153-172; Griffin, Clifford E., Postinvasion
Political Security in the Eastern Carribean
(New York: Praeger Publishers, 1991), pp. 76-97.
22. En las deliberaciones de 'intervenir o no
intervenir', ver Levite, Ariel E., Bruce W. Jentleson
y Larry Berman (eds.), Foreign Military Intervention. The Dynamics of Protracted Conflict
(New York: Columbia University Press, 1992).
Descargar