1 C – LA DÉCADA OMINOSA (1823 – 1833) Fernando VII inició una represión contra los liberales e intentó la vuelta al Antiguo Régimen. Pero hasta Fernando fue consciente de que una vuelta total era imposible (no restauró el señorío jurisdiccional ni la Inquisición). El régimen se enfrentaba a una grave crisis económica y de la hacienda, agravadas con la pérdida definitiva de las colonias americanas. Acuciado por los problemas económicos, el rey intentó a partir de 1825 un acercamiento a la burguesía más moderada, y esto le provocó otro grave problema, el político. Mientras los sectores liberales seguían en la oposición al régimen y protagonizando intentos de golpe siempre fracasados (Torrijos, en 1831), el acercamiento a la burguesía conservadora hizo que los sectores más ultrarrealistas, junto al clero más intransigente, se organizaran en sociedades que daban su apoyo al hermano del rey, el infante D. Carlos, su previsible sucesor. Hasta el rey se había dado cuenta de que no se podía volver a instaurar la Inquisición o los señoríos jurisdiccionales, pero los intransigentes ultrarrealistas no. En 1827 se produjo un levantamiento ultrarrealista en Cataluña, el de los “Malcontents”. A partir de este momento el gobierno de Fenando VII es completamente errático, con medidas en un sentido liberal o conservador según le interesase, reprimiendo a ambos sectores. Fernando se encontraba totalmente solo, sin apoyos políticos ni sociales, criticado por todos, únicamente preocupado por la cuestión de su sucesión. Fueron 10 años de desgobierno. D – LA CUESTIÓN SUCESORIA Hasta 1830 el posible sucesor era el infante D. Carlos María Isidro, en torno al cual se agrupó el sector más intransigente de los ultrarrealistas, formado por clérigos y nobleza. Sus ideas eran: exaltación del absolutismo, odio al liberalismo, reacción religiosa, defensa del foralismo en contraposición al centralismo de los liberales, defensa de las tradiciones, privilegios, etc. Este sector manipulaba a una masa de campesinos de las zonas más pobres, agobiados por los impuestos y la crisis económica, en zonas con fueros históricos (Navarra, Galicia, Cataluña, Maestrazgo), y que sabían que las reformas liberales no les iban a dar más tierra. En 1830 la reina Mª Cristina se quedó embarazada. Por si nacía una niña Fernando publicó la “Pragmática Sanción”, que derogaba la “Ley Sálica” que prohibía el trono a las mujeres desde la llegada de los Borbones (1713). Cuando nació su hija, Isabel, Fernando se encontró con la necesidad de encontrarle apoyos políticos y sociales. Como los ultrarrealistas se alineaban con D. Carlos, tuvo que buscar esos apoyos entre los liberales más moderados. En Septiembre de 1832 los ultrarrealistas realizaron su último intento. Fernando, gravemente enfermo, se encontraba en el Palacio de la Granja de S. Ildefonso (Segovia), y le presionaron para que derogara la Pragmática Sanción. Pero cuando el rey se recuperó levemente volvió a ponerla en vigor y nombró a Mª Cristina su regente. La búsqueda de apoyos entre los liberales se intensificó, se indultó a muchos para que pudieran volver del exilio, se alejó a D. Carlos de la corte (Lisboa), y se sustituyó a los absolutistas en los cargos que ostentaban. En Septiembre de 1833 murió Fernando VII y le sucedió su hija de 3 años, Isabel II, bajo la regencia de su viuda, Mª Cristina. Al mismo tiempo D. Carlos también era proclamado rey por los ultrarrealistas en el País Vasco, por lo que empezaron las Guerras Carlistas. I. LA EMANCIPACIÓN DE LA AMÉRICA ESPAÑOLA El desarrollo económico en América durante el XVIII había creado una poderosa burguesía terrateniente y comercial entre los criollos (descendientes de españoles). Entre los criollos nació un sentimiento autonomista porque pensaban que la metrópoli discriminaba a las colonias en su beneficio (impuestos, cargos para españoles, proteccionismo, monopolio español del comercio, escasa autonomía), y entre ellos empezaron a difundirse las ideas ilustradas sobre derechos, soberanía, etc. El ejemplo de la independencia de los EEUU también influyó mucho sobre su actitud. GB, deseosa de controlar el comercio americano, azuzó el sentimiento independentista. 2 Ante el bloqueo naval de GB las peticiones autonomistas aumentaron, sobre todo tras Trafalgar (1805).Ya en 1806 los criollos venezolanos reclamaron más autonomía y control sobre sus recursos económicos. Cuando se inicia la Guerra de Independencia los criollos negaron la obediencia a José I, y crearon juntas de defensa que asumieron el poder en sus territorios. El siguiente paso fue no aceptar la supremacía de la Junta Central y declararse autónomas respecto de la metrópoli. Los territorios más claramente secesionistas fueron los Río de la Plata (José de San Martín), Venezuela (Simón de Bolívar) y México (Hidalgo y Morelos). Las Cortes de Cádiz consideraron a América como una parte más de la nación, reconocieron sus derechos políticos, pero no dieron la autonomía. En 1814, finalizada la guerra, Fernando VII en vez de buscar el acuerdo con los criollos respondió intentando imponer su autoridad mediante el envío de un ejército de 10.000 hombres que devolvió a la soberanía hispana a México y Venezuela, aunque no pudo hacer lo mismo con el Río de la Plata, donde Uruguay (1811) y Argentina (1816) se declararon independientes. En los años siguientes la intransigencia de la monarquía con las peticiones de los criollos, hizo aumentar el sentimiento independentista. Posteriormente los acontecimientos del Trienio Liberal ayudaron a la independencia del continente. San Martín cruzó los Andes y liberó Chile en 1818. Bolívar hizo lo propio con Colombia en 1819-1821. México confirmó su independencia en 1822. Bolívar y San Martín colaboraron para lograr la independencia del Perú, venciendo al ejército español en la Batalla de Ayacucho (1824). A partir de 1824 el imperio colonial español quedaba reducido a Cuba, Puerto Rico, Filipinas y algunas islas del Pacífico. La independencia no significó el fin de los problemas para la América española. 1.- Problema político: Inestabilidad política. Los sueños bolivarianos de unos Estados Unidos de Sudamérica chocaron con los intereses localistas de los diferentes grupos de criollos, por lo que aparecieron numerosas repúblicas, inmersas en frecuentes intentos de golpe por los militares, revoluciones, guerras civiles, y guerras entre las diferentes repúblicas por el dominio de territorios (Bolivia/Chile/Perú; Bolivia/Paraguay). 2.- Problema social: Las desigualdades sociales entre una minoría de criollos y la mayoría de la población desembocaron en numerosos estallidos de violencia revolucionaria (México, etc.). 3.- Problema económico y de dependencia: El dominio colonial español fue sustituido por el dominio imperialista de GB, y sobre todo de EEUU.